La guía definitiva del turismo bélico: 9 lugares imprescindibles
Hay a quien le gusta viajar para estar relajado en una playa varios días lejos del estrés del trabajo, a quien le gusta visitar grandes ciudades... y luego estamos una especie que quizás seamos algo raros, pero como mejor se puede conocer la historia es visitando aquellos sitios en los que ésta ha transcurrido. Hablo del turismo bélico.
Las dos grandes guerras mundiales acontecidas hasta ahora han tenido como principal escenario el continente europeo, en cuyos países podemos encontrar muchos restos de las distintas contiendas. Pero fuera de él también hay lugares para visitar y reflexionar. Por ello a continuación os traemos la guía definitiva del turismo bélico, con nueve lugares imprescindibles.
Normandía, una región con mucho que ver
La costa normanda de Francia fue el escenario del mayor desembarco jamás llevado a cabo. A primera hora del 6 de junio de 1944 soldados estadounidenses, británicos y canadienses (en su mayoría) al mando del comandante supremo aliado Dwight David Eisenhower, pusieron la primera piedra para liberar la Europa continental del control absoluto de los nazis.
La batalla no fue sencilla, y es que a pesar de que los alemanes les esperaban en Calais (donde la distancia entre Gran Bretaña y Francia es menor), el muro atlántico ideado para repeler este tipo de ataques no lo puso fácil. Y son precisamente los restos de ese muro, con todo lo que hay a su alrededor, el principal atractivo de esta zona.
Arromanches, uno de los pueblos en los que los Aliados montaron un puerto artificial, cuyos restos todavía son apreciables
Para comenzar con el tour por Normandía es recomendable acudir a Arromanches, un pequeño pueblo pesquero entre las playas de Omaha y Sword, que cuenta con un cine de 360 grados que proyecta un breve documental que pone en su situación al visitante. Cerca de allí se pueden visitar las baterías de Longues-Sur-Mer, el único enclave donde podrás ver una serie de baterías en su autentica ubicación. La entrada es totalmente libre.
Una de las baterías de Longues-Sur-Mer
Yendo algo más al oeste se llega a Omaha Beach, una playa ideal para pasar un día de relax y que en uno de los altos cercanos cuenta con otro de los principales puntos imprescindibles, el cementerio americano. En este impresionante lugar se encuentran enterrados más de 9.000 soldados estadounidenses que cayeron en esta contienda. Es sin duda un lugar que impone en un emplazamiento único, cedido a perpetuidad por el gobierno francés en agradecimiento al ejercito norteamericano.
De nuevo, unos kilómetros más hacia el oeste se llega a otro de esos sitios que hay que visitar sí o sí, La Pointe du Hoc. Desde este trozo de tierra los nazis tenían una vista perfecta tanto de Utah como de Omaha Beach, por lo que situaron en él numerosas baterías, aunque no especialmente defendidas porque creían imposible un desembarco en esa zona, por los altos acantilados que lo rodean. En este enclave se pueden apreciar los cráteres que dejaron los bombardeos aliados y algún resto (refugios, polvorines o búnkers), aunque lo mejor del lugar son las vistas desde el puesto de dirección de tiro. El parking de este lugar es bien grande y la entrada, de nuevo, es libre.
Estos acantilados fueron los que los soldados americanos tuvieron que escalar para hacerse con La Pointe du Hoc
Ya a la altura de Utah Beach pero algo en el interior se encuentra un pueblo con una historia curiosa, Sainte-Mère-Église. Además de ser uno de los varios pueblos que se atribuye ser el primer pueblo liberado de la ocupación nazi y tener un museo de las tropas Airbone, su principal atractivo es la iglesia, situada en la plaza. De su campanario cuelga un maniquí en honor a John Steele, uno de los paracaidistas que por error fue arrojado en este pueblo y que quedó enganchado en lo alto de la iglesia. En el interior de la iglesia, las vitrinas representan a dos paracaidistas. Y sí, Steele sobrevivió, aunque después de haber sido capturado por los nazis.
No es broma, de la iglesia de Sainte-Mère-Église cuelga un maniquí que representa a John Steele
Para terminar con esta zona, la más al oeste, me gustaría mencionar un lugar poco conocido pero muy interesante, Azeville. Hay muchos sitios donde se pueden visitar búnkers, pero en este pueblo se encuentra una serie de búnkers conectados por túneles bien cuidados, que pueden dar una idea de como era la vida de los soldados que allí se encontraban destacados. El lugar está muy bien conservado, por lo que los cinco euros que cuesta la visita con audioguía son muy rentables.
Así intentaban simular sus edificaciones los nazis. Búnker en Azeville
Ese es el resumen de lo más interesante al oeste de Arromanches, donde se concentran gran parte de los lugares imprescindibles. Hacia el este también hay lugares que pueden suscitar interés, aunque las playas donde desembarcaron británicos y canadienses son, quizás, menos conocidas. En Juno Beach se encuentra un museo inaugurado en 2003 que cuenta con precisión la implicación de Canadá en la 2ª GM.
Virando ya la vista hacia el interior una parada obligatoria se encuentra entre Bénouville y Ranville, el puente Pegasus. El primero también es uno de los ayuntamientos en atribuirse ser el primer pueblo liberado y es que de hecho los primeros soldados de la 6ª División Airbone británica llegaron a esta zona incluso minutos antes del día 6. Su misión era hacer con uno de los puentes clave en el canal de Caen, un puente elevadizo que a pesar de haber sido reemplazado por uno más moderno todavía se conserva en el próximo museo de Ranville.
Y el museo de los museos de Normandía, porque son muchos los que cuentan la historia en general y la vida de determinadas divisiones, está en Caen, una de las ciudades que más destruida quedó en la batalla. El museo conmemorativo de Caen hace un recorrido por toda la historia, desde el ascenso de Hitler al poder hasta el fin de la guerra y la post-guerra, mediante exposiciones y vídeos, además de contar con un búnker. Aquí conviene planear bien la visita, ya que puede tomar toda una tarde recorrerse todo el museo.
Si vas a visitar el Memorial de Caen coge una audioguía y reserva unas cuantas horas.
Foto del Flickr de Ludovic
Después de todas las playas, museos, monumentos y demás sitios que visitar mencionados, siempre hay muchos más lugares que visitar, según el tiempo de que dispongamos. Las visitas imprescindibles se pueden realizar en tres días completos (es totalmente necesario un vehículo para moverse entre pueblos) aunque siempre quedan más museos, cementerios, memoriales o pueblos (como Bayeux) que visitar.
De vez en cuando, en una pared de cualquier lugar te encuentras cosas como esta
Si me permitís dos últimas recomendaciones, si disponéis de tiempo también resultan interesantes el museo Overlord en Coleville-Sur-Mer, con una interesante colección de vehículos y armas de la época y visitable en una hora, y el D-Day Experience, un lugar de reciente creación en el que montar en un avión de transporte C-47, que durante siete minutos de simulación te traslada a la noche del 6 de junio de 1944.
Más información | Normandie Tourisme
Pearl Harbor, el inicio de la 2ªGM para EEUU
Lejos, casi en la otra punta del mundo desde Normandía, se encuentra otro de esos lugares que nos hace entender como es el mundo ahora. Se trata de Pearl Harbor, la base naval de los Estados Unidos situada en la principal isla principal de Hawaii, Oahu. Esta base fue atacada por sorpresa, aunque la conspiranoia dice que algunos hicieron oídos sordos, por el imperio japonés el 7 de diciembre de 1941, con el conocido resultado: más de 2000 muertos, ocho acorazados dañados (cuatro de ellos hundidos) y la entrada oficial de EEUU en la guerra.
La base naval ofrece una visita muy interesante, de medio día. Antes de nada, las medidas de seguridad son bastante fuertes, no se pueden introducir bolsos ni mochilas en la base (hay una consigna de pago a la entrada) y los traslados entre los distintos lugares a visitar se realizan en autobús. Las visitas guiadas en español suelen hacerse dos veces a la semana.
A la izquierda el visitable USS Missouri, a la derecha el Memoria USS Arizona
Todo empieza con un breve documental para poner en situación al visitante, tras lo cual se puede dar un paseo entre distintos monumentos conmemorativos a los allí caídos (curioso que se especifique como algunos murieron electrocutados o por fuego amigo) o distintas armas y tanques. Tras ello se puede tomar un bote para visitar el memorial al USS Arizona, el acorazado que permanece hundido desde el ataque japonés aunque asoma desde el fondo de la bahía.
Desde el Visitor Center también se puede tomar un autobús que nos lleve hasta el otro punto de mayor interés de la bahía, el USS Missouri. La visita a esta embarcación nos puede llevar perfectamente dos horas, y es que se puede visitar cada rincón, desde la cubierta hasta el último rincón de su interior. Una oportunidad de visitar todo un acorazado, pero que además cuenta con el atractivo de haber sidoel lugar donde Japón firmó su rendición el 2 de septiembre de 1945, tras el ataque con bombas atómicas a Hiroshima y Nagasaki.
El lugar exacto de la cubierta del USS Missouri donde Japón firmó su rendición
El Visitor Center, los restos del USS Arizona y la visita por los entresijos del USS Missouri son los principales atractivos de la base naval de Pearl Harbor, hoy en día en activo. Pero dentro de la misma también se pueden visitar el USS Bowfin, una buena idea si quieres conocer un submarino por dentro, y el museo de la aviación del Pacífico.
Más información | Pearl Harbor Historic Sites
Hay a quien le gusta viajar para estar relajado en una playa varios días lejos del estrés del trabajo, a quien le gusta visitar grandes ciudades... y luego estamos una especie que quizás seamos algo raros, pero como mejor se puede conocer la historia es visitando aquellos sitios en los que ésta ha transcurrido. Hablo del turismo bélico.
Las dos grandes guerras mundiales acontecidas hasta ahora han tenido como principal escenario el continente europeo, en cuyos países podemos encontrar muchos restos de las distintas contiendas. Pero fuera de él también hay lugares para visitar y reflexionar. Por ello a continuación os traemos la guía definitiva del turismo bélico, con nueve lugares imprescindibles.
Normandía, una región con mucho que ver
La costa normanda de Francia fue el escenario del mayor desembarco jamás llevado a cabo. A primera hora del 6 de junio de 1944 soldados estadounidenses, británicos y canadienses (en su mayoría) al mando del comandante supremo aliado Dwight David Eisenhower, pusieron la primera piedra para liberar la Europa continental del control absoluto de los nazis.
La batalla no fue sencilla, y es que a pesar de que los alemanes les esperaban en Calais (donde la distancia entre Gran Bretaña y Francia es menor), el muro atlántico ideado para repeler este tipo de ataques no lo puso fácil. Y son precisamente los restos de ese muro, con todo lo que hay a su alrededor, el principal atractivo de esta zona.
Arromanches, uno de los pueblos en los que los Aliados montaron un puerto artificial, cuyos restos todavía son apreciables
Para comenzar con el tour por Normandía es recomendable acudir a Arromanches, un pequeño pueblo pesquero entre las playas de Omaha y Sword, que cuenta con un cine de 360 grados que proyecta un breve documental que pone en su situación al visitante. Cerca de allí se pueden visitar las baterías de Longues-Sur-Mer, el único enclave donde podrás ver una serie de baterías en su autentica ubicación. La entrada es totalmente libre.
Una de las baterías de Longues-Sur-Mer
Yendo algo más al oeste se llega a Omaha Beach, una playa ideal para pasar un día de relax y que en uno de los altos cercanos cuenta con otro de los principales puntos imprescindibles, el cementerio americano. En este impresionante lugar se encuentran enterrados más de 9.000 soldados estadounidenses que cayeron en esta contienda. Es sin duda un lugar que impone en un emplazamiento único, cedido a perpetuidad por el gobierno francés en agradecimiento al ejercito norteamericano.
De nuevo, unos kilómetros más hacia el oeste se llega a otro de esos sitios que hay que visitar sí o sí, La Pointe du Hoc. Desde este trozo de tierra los nazis tenían una vista perfecta tanto de Utah como de Omaha Beach, por lo que situaron en él numerosas baterías, aunque no especialmente defendidas porque creían imposible un desembarco en esa zona, por los altos acantilados que lo rodean. En este enclave se pueden apreciar los cráteres que dejaron los bombardeos aliados y algún resto (refugios, polvorines o búnkers), aunque lo mejor del lugar son las vistas desde el puesto de dirección de tiro. El parking de este lugar es bien grande y la entrada, de nuevo, es libre.
Estos acantilados fueron los que los soldados americanos tuvieron que escalar para hacerse con La Pointe du Hoc
Ya a la altura de Utah Beach pero algo en el interior se encuentra un pueblo con una historia curiosa, Sainte-Mère-Église. Además de ser uno de los varios pueblos que se atribuye ser el primer pueblo liberado de la ocupación nazi y tener un museo de las tropas Airbone, su principal atractivo es la iglesia, situada en la plaza. De su campanario cuelga un maniquí en honor a John Steele, uno de los paracaidistas que por error fue arrojado en este pueblo y que quedó enganchado en lo alto de la iglesia. En el interior de la iglesia, las vitrinas representan a dos paracaidistas. Y sí, Steele sobrevivió, aunque después de haber sido capturado por los nazis.
No es broma, de la iglesia de Sainte-Mère-Église cuelga un maniquí que representa a John Steele
Para terminar con esta zona, la más al oeste, me gustaría mencionar un lugar poco conocido pero muy interesante, Azeville. Hay muchos sitios donde se pueden visitar búnkers, pero en este pueblo se encuentra una serie de búnkers conectados por túneles bien cuidados, que pueden dar una idea de como era la vida de los soldados que allí se encontraban destacados. El lugar está muy bien conservado, por lo que los cinco euros que cuesta la visita con audioguía son muy rentables.
Así intentaban simular sus edificaciones los nazis. Búnker en Azeville
Ese es el resumen de lo más interesante al oeste de Arromanches, donde se concentran gran parte de los lugares imprescindibles. Hacia el este también hay lugares que pueden suscitar interés, aunque las playas donde desembarcaron británicos y canadienses son, quizás, menos conocidas. En Juno Beach se encuentra un museo inaugurado en 2003 que cuenta con precisión la implicación de Canadá en la 2ª GM.
Virando ya la vista hacia el interior una parada obligatoria se encuentra entre Bénouville y Ranville, el puente Pegasus. El primero también es uno de los ayuntamientos en atribuirse ser el primer pueblo liberado y es que de hecho los primeros soldados de la 6ª División Airbone británica llegaron a esta zona incluso minutos antes del día 6. Su misión era hacer con uno de los puentes clave en el canal de Caen, un puente elevadizo que a pesar de haber sido reemplazado por uno más moderno todavía se conserva en el próximo museo de Ranville.
Y el museo de los museos de Normandía, porque son muchos los que cuentan la historia en general y la vida de determinadas divisiones, está en Caen, una de las ciudades que más destruida quedó en la batalla. El museo conmemorativo de Caen hace un recorrido por toda la historia, desde el ascenso de Hitler al poder hasta el fin de la guerra y la post-guerra, mediante exposiciones y vídeos, además de contar con un búnker. Aquí conviene planear bien la visita, ya que puede tomar toda una tarde recorrerse todo el museo.
Si vas a visitar el Memorial de Caen coge una audioguía y reserva unas cuantas horas.
Foto del Flickr de Ludovic
Después de todas las playas, museos, monumentos y demás sitios que visitar mencionados, siempre hay muchos más lugares que visitar, según el tiempo de que dispongamos. Las visitas imprescindibles se pueden realizar en tres días completos (es totalmente necesario un vehículo para moverse entre pueblos) aunque siempre quedan más museos, cementerios, memoriales o pueblos (como Bayeux) que visitar.
De vez en cuando, en una pared de cualquier lugar te encuentras cosas como esta
Si me permitís dos últimas recomendaciones, si disponéis de tiempo también resultan interesantes el museo Overlord en Coleville-Sur-Mer, con una interesante colección de vehículos y armas de la época y visitable en una hora, y el D-Day Experience, un lugar de reciente creación en el que montar en un avión de transporte C-47, que durante siete minutos de simulación te traslada a la noche del 6 de junio de 1944.
Más información | Normandie Tourisme
Pearl Harbor, el inicio de la 2ªGM para EEUU
Lejos, casi en la otra punta del mundo desde Normandía, se encuentra otro de esos lugares que nos hace entender como es el mundo ahora. Se trata de Pearl Harbor, la base naval de los Estados Unidos situada en la principal isla principal de Hawaii, Oahu. Esta base fue atacada por sorpresa, aunque la conspiranoia dice que algunos hicieron oídos sordos, por el imperio japonés el 7 de diciembre de 1941, con el conocido resultado: más de 2000 muertos, ocho acorazados dañados (cuatro de ellos hundidos) y la entrada oficial de EEUU en la guerra.
La base naval ofrece una visita muy interesante, de medio día. Antes de nada, las medidas de seguridad son bastante fuertes, no se pueden introducir bolsos ni mochilas en la base (hay una consigna de pago a la entrada) y los traslados entre los distintos lugares a visitar se realizan en autobús. Las visitas guiadas en español suelen hacerse dos veces a la semana.
A la izquierda el visitable USS Missouri, a la derecha el Memoria USS Arizona
Todo empieza con un breve documental para poner en situación al visitante, tras lo cual se puede dar un paseo entre distintos monumentos conmemorativos a los allí caídos (curioso que se especifique como algunos murieron electrocutados o por fuego amigo) o distintas armas y tanques. Tras ello se puede tomar un bote para visitar el memorial al USS Arizona, el acorazado que permanece hundido desde el ataque japonés aunque asoma desde el fondo de la bahía.
Desde el Visitor Center también se puede tomar un autobús que nos lleve hasta el otro punto de mayor interés de la bahía, el USS Missouri. La visita a esta embarcación nos puede llevar perfectamente dos horas, y es que se puede visitar cada rincón, desde la cubierta hasta el último rincón de su interior. Una oportunidad de visitar todo un acorazado, pero que además cuenta con el atractivo de haber sidoel lugar donde Japón firmó su rendición el 2 de septiembre de 1945, tras el ataque con bombas atómicas a Hiroshima y Nagasaki.
El lugar exacto de la cubierta del USS Missouri donde Japón firmó su rendición
El Visitor Center, los restos del USS Arizona y la visita por los entresijos del USS Missouri son los principales atractivos de la base naval de Pearl Harbor, hoy en día en activo. Pero dentro de la misma también se pueden visitar el USS Bowfin, una buena idea si quieres conocer un submarino por dentro, y el museo de la aviación del Pacífico.
Más información | Pearl Harbor Historic Sites