Opinión¿De verdad el Rey Juan Carlos era con Corinna como Ponce con Ana Soria?
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Lo malo no es lo que la Monarquía haya perdido con la marcha del Rey Padre, sino los que van ganando: los podemistas. Según cuenta Larsen en la BBC, Don Juan Carlos fue a ver a su padre para pedirle la mano. El relato presenta a la comisionista como una María Goretti cualquiera o, más actual, como una Ana Soria de turno, con su enamorado sin edad y con la cabeza perdida, hasta el punto de querer hincar rodilla en tierra (hacer esquí acuático o el Michael Jackson, en el caso de Enrique Ponce) como si fuera un joven pimpón ante un suegro protector de la virtud de su niña. Con dos churumbos, además. Los señores pierden la sesera por la carne joven y Don Juan Carlos quiso que su amada estuviera bien dotada con 65 kilos.
Ella seguramente ya estaba encargando a las monjitas de Trebujena que le bordasen una corona en las sabanas de hilo con sus iniciales. Pero claro, cuenta la alemana que la cosa se rompió cuando él le fue infiel (dos años de perdón) con una tercera señora. Ahí llegó el despecho... ¿Verdad? ¿Mentira? Y luego se escandalizan de que se publiquen cosas sobre los amoríos de Podemos sin contrastar...
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La fiesta de tiroteo. Extrañamente, la BBC tradujo shooting party ("cacería", traducido del inglés) de forma literal: como "fiesta de tiroteo", que debe de ser lo que se celebraba en los salones del oeste. Para los no versados, es como traducir gay pride como "orgullo de la alegría" o Notre Dame como "Nuestra Señora de París". Por lo tanto, era bastante cómico escuchar a los sabiondos de la Monarquía hablando de la fiesta del tiroteo sin hacer chiste chusco de otra de las confidencias de Corinna. Que al Rey le había impresionado que le supiera arreglar el rifle. O la escopeta. "Gatillazo" lo llamarían en terminología viagrícola.
Ella y él. En su afán por conquistar la simpatía de los españoles, Corinna describe al Rey como un hombre divertido, amante de la comida y la bebida, interesado por la política y la Historia. En la conversación que grabó con Villarejo y Villalonga se decía que pensaban que "era un tonto" en cuarentena por cómo "toreó a Franco y a todo el mundo", y se le acusa de tener una máquina para contar billetes. La ternura y el amor son novedad. ¿Lo demás? Fiesta de tiroteo.
A lo Marujita Díaz. En 1990 se exoneró a la cantante de pagar a Hacienda porque su incremento de patrimonio se había producido por sus habilidades en el juego y por la donación efectuada por un tal Nabil Ousiri. Como ella mismo decía: "Unas joyas que me regaló un moro". Lo mismito que se dice en toda esta trama, en la que sólo falta un cocodrilo hinchable. O no. Todo depende de los que se crean las chanzas de El Mundo Today. ¿Sería el elefante de goma?
Casar al niño con Leonor. Lo más escandaloso de la entrevista, dicen, es la foto de Navidad en la que el Rey Juan Carlos posa con Corinna y su hijo Alexander. El desvarío sobre la exclusiva (sin comprobar verdades ni mentiras) llegó a tal punto que alguien llegó a decir que el Rey fantaseó sobre la posibilidad de casar a Álex con Leonor para así crear una dinastía uniendo las dos sangres (recordemos que el padre del niño es un príncipe alemán).
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El episodio recuerda a cuando Giménez Caballero visitó a los Goebbels y les propuso casar a Pilar Primo de Rivera con Hitler para crear una "línea digna de Ingunda, Brunequilda, Gelesvinta o Eugenia". Magda Goebbels le despachó contándole que el führer era capón y se quedaron admirando el Belén y el capote que GeCé le había llevado de regalo de Navidad al matrimonio.
Que nadie nos gane en decir disparates. Ganan Sánchez e Iglesias.
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- EMILIA LANDALUCE
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Lo malo no es lo que la Monarquía haya perdido con la marcha del Rey Padre, sino los que van ganando: los podemistas. Según cuenta Larsen en la BBC, Don Juan Carlos fue a ver a su padre para pedirle la mano. El relato presenta a la comisionista como una María Goretti cualquiera o, más actual, como una Ana Soria de turno, con su enamorado sin edad y con la cabeza perdida, hasta el punto de querer hincar rodilla en tierra (hacer esquí acuático o el Michael Jackson, en el caso de Enrique Ponce) como si fuera un joven pimpón ante un suegro protector de la virtud de su niña. Con dos churumbos, además. Los señores pierden la sesera por la carne joven y Don Juan Carlos quiso que su amada estuviera bien dotada con 65 kilos.
Ella seguramente ya estaba encargando a las monjitas de Trebujena que le bordasen una corona en las sabanas de hilo con sus iniciales. Pero claro, cuenta la alemana que la cosa se rompió cuando él le fue infiel (dos años de perdón) con una tercera señora. Ahí llegó el despecho... ¿Verdad? ¿Mentira? Y luego se escandalizan de que se publiquen cosas sobre los amoríos de Podemos sin contrastar...
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La fiesta de tiroteo. Extrañamente, la BBC tradujo shooting party ("cacería", traducido del inglés) de forma literal: como "fiesta de tiroteo", que debe de ser lo que se celebraba en los salones del oeste. Para los no versados, es como traducir gay pride como "orgullo de la alegría" o Notre Dame como "Nuestra Señora de París". Por lo tanto, era bastante cómico escuchar a los sabiondos de la Monarquía hablando de la fiesta del tiroteo sin hacer chiste chusco de otra de las confidencias de Corinna. Que al Rey le había impresionado que le supiera arreglar el rifle. O la escopeta. "Gatillazo" lo llamarían en terminología viagrícola.
Ella y él. En su afán por conquistar la simpatía de los españoles, Corinna describe al Rey como un hombre divertido, amante de la comida y la bebida, interesado por la política y la Historia. En la conversación que grabó con Villarejo y Villalonga se decía que pensaban que "era un tonto" en cuarentena por cómo "toreó a Franco y a todo el mundo", y se le acusa de tener una máquina para contar billetes. La ternura y el amor son novedad. ¿Lo demás? Fiesta de tiroteo.
A lo Marujita Díaz. En 1990 se exoneró a la cantante de pagar a Hacienda porque su incremento de patrimonio se había producido por sus habilidades en el juego y por la donación efectuada por un tal Nabil Ousiri. Como ella mismo decía: "Unas joyas que me regaló un moro". Lo mismito que se dice en toda esta trama, en la que sólo falta un cocodrilo hinchable. O no. Todo depende de los que se crean las chanzas de El Mundo Today. ¿Sería el elefante de goma?
Casar al niño con Leonor. Lo más escandaloso de la entrevista, dicen, es la foto de Navidad en la que el Rey Juan Carlos posa con Corinna y su hijo Alexander. El desvarío sobre la exclusiva (sin comprobar verdades ni mentiras) llegó a tal punto que alguien llegó a decir que el Rey fantaseó sobre la posibilidad de casar a Álex con Leonor para así crear una dinastía uniendo las dos sangres (recordemos que el padre del niño es un príncipe alemán).
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El episodio recuerda a cuando Giménez Caballero visitó a los Goebbels y les propuso casar a Pilar Primo de Rivera con Hitler para crear una "línea digna de Ingunda, Brunequilda, Gelesvinta o Eugenia". Magda Goebbels le despachó contándole que el führer era capón y se quedaron admirando el Belén y el capote que GeCé le había llevado de regalo de Navidad al matrimonio.
Que nadie nos gane en decir disparates. Ganan Sánchez e Iglesias.