Todo sobre Carmen Martínez-Bordíu. Hablemos de su vida y otros temas....

Jajaja... Lo de esta mujer es hacer el ridículo en mayor grado según pasan los años.
Se disfraza de Dora la Exploradora en un reportaje surrealista de Hola, una vez mas, y cuenta que corrió grave peligro por estar rodeada de un montón de lugareños, todos hombres, pero que se tranquilizo al ver los coches de alta gama. ¡Ay, bonita, como se te ve el plumero!
Lo de ir a comprarse maquillaje o cosméticos enmlas vísperas de un viaje asi me deja "toaloca".
Será una prioridad para las mujeres de su estirpe. El verdadero peligro lo corrió lesionandose el ojo que sangraba pa' dentro y no pa' fuera. Casi se queda como estuvo su mecenas el señor Rodríguez.
Guardo en la memoria las fotos de aquel reportaje exclusivo entre los gorilas de Uganda

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Y el ariculo que le dedico a la sazón Perez-Reverte: "La nieta gorilera".


http://www.perezreverte.com/articulo/patentes-corso/245/la-nieta-gorilera/


La última es para enmarcarla: «Carmen Martínez-Bordiú relata su fascinante aventura entre los gorilas de Uganda». La relata ella, ojo. O eso cuentan. Escribiendo con sus deditos, palabra a palabra, un conmovedor viaje al corazón de las tinieblas, en plan Joseph Conrad, o casi: «Sabía desde el principio que iba a ser un viaje difícil y duro, pero que también sería una experiencia única». Guau. Pero no crean que esta vez es como aquella otra, la última o penúltima, cuando salió vestida de beduina sahariana -diez o doce páginas diciendo simplezas a todo color- para explicarnos que la paz del desierto la reconfortaba mucho espiritualmente. No. Ahora es más profunda. Se ha currado el viaje, documentándolo como una erudita. Eso la lleva a deducir, ante el paisaje africano, que «debió de ser con vistas semejantes cuando Churchill dijo de Uganda que era la perla de África». Nada menos, oigan. Churchill. Leído en sus memorias, supongo. De cualquier modo, de todo el crudo relato de la fascinante aventura gorilera, me quedo con el calvario que pasó Carmen para llegar a su objetivo: «Vamos camino de la selva impenetrable. Todavía no sé cómo puedo escalar con un palo en la mano y con la otra agarrándome a las lianas». Y luego, como sorpresa por completo inesperada, la enriquecedora aventura humana: «En nuestro recorrido nos encontramos con una comunidad de pigmeos». Tremendo. Y es que la imagino abriéndose paso a machetazos en la espesura procelosa, chas, chas, chas, como Stewart Granger en Las minas del rey Salomón, hasta cortarle, por descuido, la trompa a un elefante; y al elefante indignado, diciéndole con acento nasal: «¿Tú estás tonta, o qué?». Y luego, más adelante, me estremezco al imaginarla de nuevo, dándose de boca, de pronto, con una inesperada tribu de pigmeos feroces que pasaban por allí, casualmente, dedicados a lo suyo. A hervir misioneros y cosas asín. Qué valor, recórcholis. Qué apasionante aventura, santo cielo.

Pero lo mejor, de aquí a Lima, lo juro por Arturo, son las imágenes. Dudo que si no las han visto puedan valorarlas comme il faut: Carmen vestida de coronel Tapioca, con distintos modelitos según cada momento de la epopeya. Carmen de bwana blanca en la raya ecuatorial. Carmen con un bolso precioso en un descanso selvático. Carmen con otro bolso monísimo y una catarata detrás. Carmen con hipopótamos al fondo y una camisa divina de la muerte. Carmen sobre un puente de tablas y lianas, como Indiana Jones. Carmen con un rinoceronte al fondo y una botella de Lanjarón, o algo así, en la mano. Carmen en primer plano con una pocholada de pañuelo al cuello, y al fondo, chan, tatachán, gorilas en la niebla. Y gorilos. Todo eso, con la silicona impecablemente maquillada, sin una arruga en la ropa, y con cinco vestuarios y cuatro sombreros diferentes, que son los que he contado en las fotos. Por lo menos. Lo que fuerza a preguntarme si se cambiaba delante del macho Alfa -yo no lo haría, forastera- o los negros le llevaban un biombo.
 
Yo tengo el mismo estilo de fotos de cuando me fui a Tunez.

Disculpas si te ofendí, no era mi intención ofender a nadie. Pero las fotos de Carmen son para colgarlas en un blog del Hola, no sólo unas fotos de recuerdo. Ella debería cuidar un poco la estética, vale que en otras entradas sí que lo ha hecho, pero esta vez se ha pasado de dejada.
 
Disculpas si te ofendí, no era mi intención ofender a nadie. Pero las fotos de Carmen son para colgarlas en un blog del Hola, no sólo unas fotos de recuerdo. Ella debería cuidar un poco la estética, vale que en otras entradas sí que lo ha hecho, pero esta vez se ha pasado de dejada.
jajajajajaaja, para nada.
Que yo me refería a que fui en viaje de placer y son las mismas fotos, pero el artículo dice CORRIÓ AVENTURAS.
Y si vieras mis fotos... Con una camiseta de una discoteca de Lloret de mar, unas mallas de rayas, azules y blancas, y una bolsa verde de Dunia Tours.
 
Es que a ella las derechos de las mujeres en esos países o en el suyo se la traen al pairo, aun cuando en su momento sufrió cierto ostracismo social por las decisiones que tomo.
Se crió y se educó como la nieta de un dictador, amo y señor de España y cuya sombra sigue siendo alargada hoy en día. Su madre, su padre y sus hermanos (salvo alguna honrosa excepción) se siguen creyendo que "España es la finca del abuelito" y que no merecen otra cosa que reverencias y palma ditas en la espalda. Es una convicción que tienen muy enraizada.
La payasa esta, que en tiempos de su abuelo hubiera tenido que esconderse si fuera otra mujer o exiliarse, reivindica cuando le apetece la figura del dictador pero parece ignorar que las mujeres adulteras podían sufrir destierro o carcel, que ser madre soltera era un estigma o que muchísimas mujeres, durante la posguerra, cayeron en la prostit*ción por desesperación pura y dura.
La payasa habla de "protagonismo" en lugar de hablar de la represión y de los derechos de la mujer, solo por el protagonismo que ella ha tenido y que ahora pasa por ser lo que en los tiempos de su abuelo se llamaba "querida" o "mantenida" y que no deja de ser una faceta más de prostit*ción.
Jajaja, fiel a su genio: no habla de derechos sino de protagonismos.
 
Jajaja... Lo de esta mujer es hacer el ridículo en mayor grado según pasan los años.
Se disfraza de Dora la Exploradora en un reportaje surrealista de Hola,

Ver el archivo adjunto 292684

Jajajajjaja

«Vamos camino de la selva impenetrable. Todavía no sé cómo puedo escalar con un palo en la mano y con la otra agarrándome a las lianas». Y luego, como sorpresa por completo inesperada, la enriquecedora aventura humana: «En nuestro recorrido nos encontramos con una comunidad de pigmeos». Tremendo. Y es que la imagino abriéndose paso a machetazos en la espesura procelosa, chas, chas, chas, como Stewart Granger en Las minas del rey Salomón, hasta cortarle, por descuido, la trompa a un elefante; y al elefante indignado, diciéndole con acento nasal: «¿Tú estás tonta, o qué?». Y luego, más adelante, me estremezco al imaginarla de nuevo, dándose de boca, de pronto, con una inesperada tribu de pigmeos feroces que pasaban por allí, casualmente, dedicados a lo suyo. A hervir misioneros y cosas asín. Qué valor, recórcholis. Qué apasionante aventura, santo cielo.

Seguro que los de la tribu encoge-cabezas pasaron sin ver; Carmencita ya nació con la testa -y mayormente el cerebro- pequeño.

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¡Exclusiva! ¡Al filo de lo imposible ficha a Carmen! Según Jesus Calleja la primera aventura de Carmen será lanzarla desde el Annapurna sin paracaidas (salto base) mientras se prueba la última colección de Chanel Cosmetics con un parche en un ojo, a su llegada al campamento base será recibida por 40 o 50 sherpas que serán sometidos al intenso poder chechuar de sus feromonas. ¡Toda una aventura de riesgo extremo!
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Jajaja... Lo de esta mujer es hacer el ridículo en mayor grado según pasan los años.
Se disfraza de Dora la Exploradora en un reportaje surrealista de Hola, una vez mas, y cuenta que corrió grave peligro por estar rodeada de un montón de lugareños, todos hombres, pero que se tranquilizo al ver los coches de alta gama. ¡Ay, bonita, como se te ve el plumero!
Lo de ir a comprarse maquillaje o cosméticos enmlas vísperas de un viaje asi me deja "toaloca".
Será una prioridad para las mujeres de su estirpe. El verdadero peligro lo corrió lesionandose el ojo que sangraba pa' dentro y no pa' fuera. Casi se queda como estuvo su mecenas el señor Rodríguez.
Guardo en la memoria las fotos de aquel reportaje exclusivo entre los gorilas de Uganda

Ver el archivo adjunto 292684

Y el ariculo que le dedico a la sazón Perez-Reverte: "La nieta gorilera".


http://www.perezreverte.com/articulo/patentes-corso/245/la-nieta-gorilera/


La última es para enmarcarla: «Carmen Martínez-Bordiú relata su fascinante aventura entre los gorilas de Uganda». La relata ella, ojo. O eso cuentan. Escribiendo con sus deditos, palabra a palabra, un conmovedor viaje al corazón de las tinieblas, en plan Joseph Conrad, o casi: «Sabía desde el principio que iba a ser un viaje difícil y duro, pero que también sería una experiencia única». Guau. Pero no crean que esta vez es como aquella otra, la última o penúltima, cuando salió vestida de beduina sahariana -diez o doce páginas diciendo simplezas a todo color- para explicarnos que la paz del desierto la reconfortaba mucho espiritualmente. No. Ahora es más profunda. Se ha currado el viaje, documentándolo como una erudita. Eso la lleva a deducir, ante el paisaje africano, que «debió de ser con vistas semejantes cuando Churchill dijo de Uganda que era la perla de África». Nada menos, oigan. Churchill. Leído en sus memorias, supongo. De cualquier modo, de todo el crudo relato de la fascinante aventura gorilera, me quedo con el calvario que pasó Carmen para llegar a su objetivo: «Vamos camino de la selva impenetrable. Todavía no sé cómo puedo escalar con un palo en la mano y con la otra agarrándome a las lianas». Y luego, como sorpresa por completo inesperada, la enriquecedora aventura humana: «En nuestro recorrido nos encontramos con una comunidad de pigmeos». Tremendo. Y es que la imagino abriéndose paso a machetazos en la espesura procelosa, chas, chas, chas, como Stewart Granger en Las minas del rey Salomón, hasta cortarle, por descuido, la trompa a un elefante; y al elefante indignado, diciéndole con acento nasal: «¿Tú estás tonta, o qué?». Y luego, más adelante, me estremezco al imaginarla de nuevo, dándose de boca, de pronto, con una inesperada tribu de pigmeos feroces que pasaban por allí, casualmente, dedicados a lo suyo. A hervir misioneros y cosas asín. Qué valor, recórcholis. Qué apasionante aventura, santo cielo.

Pero lo mejor, de aquí a Lima, lo juro por Arturo, son las imágenes. Dudo que si no las han visto puedan valorarlas comme il faut: Carmen vestida de coronel Tapioca, con distintos modelitos según cada momento de la epopeya. Carmen de bwana blanca en la raya ecuatorial. Carmen con un bolso precioso en un descanso selvático. Carmen con otro bolso monísimo y una catarata detrás. Carmen con hipopótamos al fondo y una camisa divina de la muerte. Carmen sobre un puente de tablas y lianas, como Indiana Jones. Carmen con un rinoceronte al fondo y una botella de Lanjarón, o algo así, en la mano. Carmen en primer plano con una pocholada de pañuelo al cuello, y al fondo, chan, tatachán, gorilas en la niebla. Y gorilos. Todo eso, con la silicona impecablemente maquillada, sin una arruga en la ropa, y con cinco vestuarios y cuatro sombreros diferentes, que son los que he contado en las fotos. Por lo menos. Lo que fuerza a preguntarme si se cambiaba delante del macho Alfa -yo no lo haría, forastera- o los negros le llevaban un biombo.

Gracias por traer este reportaje del Trola.

Haciendo un off topic, hay alguna de las parejas de la parte inferior que sigan juntas? Sergio Ramos no, Genoboba no, Blanca no... :ROFLMAO::ROFLMAO::ROFLMAO:
 
jaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaa

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Ay Helen, cuanto hacia que no nos deleitabas con tus posts magistrales!
Gracias!
Y gracias a Carmencita por darnos tema!
 
Crunia lo cuenta muy bien, casi k con eso esta todo dicho.
la nieta del k mandaba cuando podian fusilarte, Detenerte y molerte a palos etc...teme x
q en un aeropuerto hay 40 hombres. Claro.
supongo k 40 hombres k al tener la piel oscura, no darla ningun redito y no tener pinta d fascistas...eran muy sospeshosoh habituales.
como dice diosa, se keja d la falta d protagonismo d la mujer en oman,no d su falta d derechos y libertades,k en cualkier caso lo mismo son muchos mas k los k permitia,entre muchas comillas...er enano asesino der awelito.
solo hay k ver como habla de la guerra.
lo k hizo con el pazo del asesino en la misma revista es pa desear k no vuelva d oman.
y poco se recuerda lo k hizo en el valle los caidos con la momiamami y el margarito. odioso e infame lugar k construyeron en regimen de esclavitud los presos der awelito. Haciendo millonarios a toda esa gentuza k hoy sigue llevando las riendas.claro k siente k sigue manejando el cotarrro.es k lo siguen haciendo. lo de salir tumbada en el pazo birlado a un pueblo por un asesino tiene ese significado.tan horrible como real y principalmente tan infravalorado. Solo se ve como una petarda posando. Y no. Esa podria ser la mujer der bustamanta o pochabel o...kien sea.
iconos potativos a tope
 
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