TODO sobe Pablo Iglesias y Podemos.

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Iluminado convencido de estar en posesión de la razón que convierte en verdad incontrovertible lo que en cada momento conviene a su objetivo principal, que es el poder, o -lo que suele ser frecuente- las dos cosas a la vez, Pablo Iglesias volvió a mostrar hace tres días, en la entrevista que le hizo para La Voz de Galicia Fran Balado, tanto el desparpajo con que es capaz de sostener al mismo tiempo una cosa y la contraria como su convencimiento de poseer una varita mágica que le permite afirmar quienes son progresistas -los que están con él- y quienes no: sus adversarios.

Así, tras negar cualquier posibilidad de llegar con Ciudadanos a un acuerdo para los próximos Presupuestos, defendió el vicepresidente segundo que aquellos deben aprobarse con el bloque que ganó la investidura, que fue el que llevó a Sánchez, moción de censura mediante, a la Moncloa: «Ese bloque con el que el Gobierno de coalición tienen que llegar a un pacto es el de la izquierda. Tenemos que entendernos con fuerzas políticas como ERC, el PNV, EH Bildu…»

Resulta, pues, que la izquierda, además de su partido y el PSOE (el mismo que antes de pactar con Podemos representaba a una casta oligárquica y corrupta que debía ser enviada al estercolero de la historia) son el PNV, ERC y EH Bildu.

Apoteósico potaje. El PNV, fundado por un racista confeso (Sabino Arana), es una fuerza política que según su web recibe el nombre del lema «Jaungoikoa Eta Legezarra», es decir, «Dios y leyes viejas», un enunciado progresista donde los haya, que el PNV ajusta siempre a su cartera.

ERC se levantó contra la II República en 1934, proclamando el Estado catalán, y volvió a hacerlo contra nuestra democracia, al declarar en 2017 otra vez la independencia, antes de lo cual, los republicanos y sus socios secesionistas habían aprobado leyes inconstitucionales, despreciado a las fuerzas minoritarias en el parlamento de Cataluña y desobedecido de forma reiterada las sentencias de los tribunales ordinarios y del Tribunal Constitucional, hechos por los cuales sus principales dirigentes han sido condenados a largas penas de prisión. Todo ello también, como es obvio, muy progresista y democrático.

Y, en fin, y para completar el paquete con el que Iglesias quiere gobernar este país, EH Bildu, el partido no solo heredero de una banda terrorista que cometió crímenes horrendos (entre ellos más de ochocientos asesinatos) sino la fuerza que hoy celebra ¡con bailes y con flores!, cuando salen de prisión, a los etarras no arrepentidos de su trayectoria delictiva. Eso es, seguro, progresismo del bueno, izquierdismo del mejor y lo demás, un cuento.

Que Pablo Iglesias considere que tales partidos son las fuerzas con las que hay que caminar para asegurar el futuro del país no es de extrañar, una vez que hemos podido ir conociendo al personaje. Pero que esa sea la posición del PSOE, su socio de Gobierno, nos resulta incomprensible a millones de españoles, muchos de ellos, exvotantes socialistas.

 
Podemos se hunde en Galicia.......

.......y pierde cuatro puntos en el Pais Vasco........

Qué bonito es ver que la gente empieza a abrir los ojos ?
 
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