TODO sobe Pablo Iglesias y Podemos.

Mi cruz roja va porque cuando se acusa de manera pública como lo ha hecho APM tiene que dar todos los datos disponibles.

Esa acusación va en vacío, sin aportar las pruebas pertinentes. ¿Ok?

En cuanto a la misa si tenemos que prohibir por nuestros gustos...alguna como yo mandaría prohibir las corridas de toros retransmitidas, los partidos de fútbol porque no me gusta el futbol, en fin...creo que lo de prohibir no arregla nada. De todas formas para las personas mayores o no, que les guste la misa les propongo la 13TV que transmite todos los días laborables la misa. Creo que es a las 11 de la mañana.
La televisión pública se sostiene con los impuestos de todos, también de las personas que quieren ver la misa. Una vez más, creando problemas donde no los hay.
 
EN TV3 el programa religioso del domingo , que lleva desde el inicio de las emisiones en 1983 o 84(con diferentes nombres ) se trata de las diferentes religiones de este país y nadie se ha quejado nunca . Aparte de que alguna vez retrasmite la misa desde el Monasterio de Montserrat y nadie se ha quejado .
Me refiero a politicos , sera por que no se ha enterado el Pablo Iglesias ( que apellido más desafortunado ) .
 
La Asociación de la Prensa se ha cubierto de gloria


Se ha construido el mantra de que Podemos está en contra de la libertad de información. Y se alimenta cada día. La presidenta de la Asociación de la Prensa, Victoria Prego, ha puesto mucho de su parte para dar fuerza a esa idea

Carlos Elordi
07/03/2017 - 20:40h
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Victoria-Prego-Asociacion-Prensa-Madrid_EDIIMA20151120_0032_28.jpg

La presidenta de la Asociación de la Prensa de Madrid, Victoria Prego. EFE

Pero, ¿qué militantes de Podemos han acosado a unos periodistas? ¿Quiénes son esos profesionales? ¿Qué les han hecho o les han dicho? ¿Cuándo? ¿Cuántas veces? ¿Cómo, cara a cara o por teléfono? Una información que no respondiera a esas preguntas jamás se habría publicado en un medio de comunicación normal. Porque esas son reglas elementales, de sentido común, que cualquiera que entre en una redacción sabe que tiene que respetar. Violándolas abiertamente en su nota de este lunes, la Asociación de la Prensa de Madrid se ha cubierto de gloria. Porque, sin cumplir con los citados requisitos, lo que en ella se dice podría perfectamente ser una exageración intolerable de la realidad o algo que estuviera muy cerca de la mentira.

No parece que lo vayamos a saber. Porque la Asociación no ha querido añadir una línea a su acusación pública ni tiene pinta de que lo vaya a hacer. Y si eso no ocurre la cosa quedará en infundio. Pero no pasará nada. Porque quienes podían aprovecharse de esa nefasta iniciativa ya lo hecho con toda suerte de medios, haciendo imposible el esclarecimiento de la verdad en esta cuestión. Editoriales de periódicos que antes eran de referencia, como El País, y decenas de declaraciones de exponentes del PP no han parado de repetir en las últimas horas que "Podemos es un partido que acosa a los periodistas". Y lo repetirán cuantas veces les convenga. Desde hace unos cuantos años así se construye el discurso público en España. ¿Post-verdad? No, trampa, sin más.


No tiene mucho sentido especular sobre los motivos que han llevado a la Asociación de la Prensa de Madrid a dar ese paso infausto, que reduce aún más el ya muy escaso prestigio de la institución. Que cada uno apueste por las motivaciones políticas que considere más oportunas. O que lo atribuya a otro tipo de razones. No hay materia para pronunciarse al respecto. Sí para afirmar con toda rotundidad que eso no debería haber ocurrido nunca, que una iniciativa como esa enfanga aún más la escena pública española y ensucia a todos los que directa o indirectamente la han secundado.


Pero más allá de esas reflexiones morales, ¿es creíble la acusación de que Podemos, o cuando menos representantes cualificados de esa organización, acosan a los periodistas? No, no tiene mucho sentido. Porque cualquier acoso que merezca ese nombre tiene que estar respaldado por una capacidad para hacer que el acosado sufra consecuencias si no hace lo que el acosador quiere. La de ser despedido o la postergación en la redacción, por ejemplo. Y esas cosas ocurren, cierto es que cada vez menos porque el miedo manda en esta profesión machacada. Pero la única posibilidad de intimidación que está en manos de Podemos es la que tiene cualquier partido o gabinete de comunicación: la de advertir con cerrar las puertas de su información al periodista cuyo trabajo se considere lesivo para los intereses de la organización.


Eso no es acoso. Es una regla del juego. Quien se pasa sabe que le pueden cortar el grifo. Ningún periodista que haya ejercido de verdad el oficio puede asegurar que eso no le ha ocurrido nunca. La mayoría dirá además que ese trato fue injusto.

Seguramente los responsables de prensa de Podemos han aplicado más de una vez ese tratamiento. Como los de los demás partidos. Pero la formación de Pablo Iglesias no puede hacer mucho más. Porque carece absolutamente de influencia en los medios importantes, no tiene accionistas amigos, ni poder político para pedir al director de un periódico o de una cadena de televisión que corte las alas a este o aquel otro redactor porque no gusta lo que cuenta. Y no lo va a tener a menos que las cosas cambien mucho.

Si esos medios, y particularmente algunas televisiones, han sido, y siguen siendo, plataformas de expresión privilegiadas para los dirigentes de Podemos no se debe a su influencia entre los responsables de esos medios y menos a chantajes o acosos a sus responsables. Sino simplemente a que lo que dicen y hacen es noticia, atrae público y audiencia. Y por mucha rabia que eso le dé al PP, y este sí que presiona, esa dinámica va a seguir funcionando mientras Podemos y sus principales exponentes sigan siendo o pareciendo distintos a los de las demás ofertas políticas. ¿Quién puede negar que tiene más gancho una entrevista con Pablo Iglesias que una con Rajoy? ¿O Vistalegre 2 que el Congreso del PP?

El juego es tan sencillo como ese. No hay más, salvo que tal vez, habría que demostrarlo con hechos, que la gente de Podemos no es muy simpática con los periodistas. Con los que le dan caña y puede que también con otros que no lo hacen. En todo caso están en su derecho de no serlo. Porque a ellos les tocará pagar las consecuencias de su actitud, que ciertamente no es habitual, pero tampoco original. Porque, por ejemplo, el mítico presidente francés François Mitterrand era un auténtico ogro para prensa. Y su estilo ha tenido seguidores. En Francia y en otros países europeos –por no citar a Donald Trump– hay muchos políticos que se niegan a adular a los periodistas.

Pero aquí se ha construido el mantra de que Podemos está en contra de la libertad de información. Y se alimenta cada día. Por cierto, la presidenta de la Asociación de la Prensa, Victoria Prego, ha puesto mucho de su parte para dar fuerza a esa idea. En mayo del año pasado, cuando era posible que Podemos apoyara un gobierno de coalición con el PSOE, dijo que "la libertad de información peligraba" si el partido de Pablo Iglesias entraba en el cenáculo del poder político.


¿Qué entienden por libertad de información quienes sostienen esas acusaciones? Si es lo que hay hoy en España mejor harían con callarse. Porque no hay un país en Europa en el que todos los medios importantes, o con mayor audiencia, estén tan sesgados hacia la derecha y el centralismo o los intereses de las grandes empresas y la negación de cualquier posibilidad de cambio.

Esa realidad agobiante lo condiciona todo. En primer lugar, la definición de lo que es políticamente correcto y de lo que no lo es. Esos criterios de parte, profundamente reaccionarios además, son la base de lo que en España o no se puede decir. Y cuando Podemos se salta esas reglas, como está obligado a hacer porque es una alternativa, se sueltan los perros contra sus gentes.

¿Por qué no se habla de los trallazos que contra sus oponentes pegan en Italia los seguidores de Beppe Grillo y él mismo? ¿O de las pedradas dialécticas que se tiran unos a otros en el debate político francés, británico o incluso alemán? Si aquí se dijera la cuarta parte de lo que se dice por esos pagos, ¿qué haría la Asociación de la Prensa de Madrid? ¿O quienes se rasgaron las vestiduras porque Pablo Iglesias le mentó la cal viva al PSOE? No pocos de ellos, pero nadie lo citó entonces, se habían llenado la boca, mes tras mes, durante años, acusando al gobierno de Felipe González de haber amparado a los guardias civiles que mataron a Lasa y Zabala en Intxaurrondo y de haber montado el GAL. Pero en 2016 acusaban a Iglesias de lo peor por recordarlo. ¿Y qué tenía eso de malo?
 
La Asociación de la Prensa se ha cubierto de gloria


Se ha construido el mantra de que Podemos está en contra de la libertad de información. Y se alimenta cada día. La presidenta de la Asociación de la Prensa, Victoria Prego, ha puesto mucho de su parte para dar fuerza a esa idea

Carlos Elordi
07/03/2017 - 20:40h
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La presidenta de la Asociación de la Prensa de Madrid, Victoria Prego. EFE

Pero, ¿qué militantes de Podemos han acosado a unos periodistas? ¿Quiénes son esos profesionales? ¿Qué les han hecho o les han dicho? ¿Cuándo? ¿Cuántas veces? ¿Cómo, cara a cara o por teléfono? Una información que no respondiera a esas preguntas jamás se habría publicado en un medio de comunicación normal. Porque esas son reglas elementales, de sentido común, que cualquiera que entre en una redacción sabe que tiene que respetar. Violándolas abiertamente en su nota de este lunes, la Asociación de la Prensa de Madrid se ha cubierto de gloria. Porque, sin cumplir con los citados requisitos, lo que en ella se dice podría perfectamente ser una exageración intolerable de la realidad o algo que estuviera muy cerca de la mentira.

No parece que lo vayamos a saber. Porque la Asociación no ha querido añadir una línea a su acusación pública ni tiene pinta de que lo vaya a hacer. Y si eso no ocurre la cosa quedará en infundio. Pero no pasará nada. Porque quienes podían aprovecharse de esa nefasta iniciativa ya lo hecho con toda suerte de medios, haciendo imposible el esclarecimiento de la verdad en esta cuestión. Editoriales de periódicos que antes eran de referencia, como El País, y decenas de declaraciones de exponentes del PP no han parado de repetir en las últimas horas que "Podemos es un partido que acosa a los periodistas". Y lo repetirán cuantas veces les convenga. Desde hace unos cuantos años así se construye el discurso público en España. ¿Post-verdad? No, trampa, sin más.


No tiene mucho sentido especular sobre los motivos que han llevado a la Asociación de la Prensa de Madrid a dar ese paso infausto, que reduce aún más el ya muy escaso prestigio de la institución. Que cada uno apueste por las motivaciones políticas que considere más oportunas. O que lo atribuya a otro tipo de razones. No hay materia para pronunciarse al respecto. Sí para afirmar con toda rotundidad que eso no debería haber ocurrido nunca, que una iniciativa como esa enfanga aún más la escena pública española y ensucia a todos los que directa o indirectamente la han secundado.


Pero más allá de esas reflexiones morales, ¿es creíble la acusación de que Podemos, o cuando menos representantes cualificados de esa organización, acosan a los periodistas? No, no tiene mucho sentido. Porque cualquier acoso que merezca ese nombre tiene que estar respaldado por una capacidad para hacer que el acosado sufra consecuencias si no hace lo que el acosador quiere. La de ser despedido o la postergación en la redacción, por ejemplo. Y esas cosas ocurren, cierto es que cada vez menos porque el miedo manda en esta profesión machacada. Pero la única posibilidad de intimidación que está en manos de Podemos es la que tiene cualquier partido o gabinete de comunicación: la de advertir con cerrar las puertas de su información al periodista cuyo trabajo se considere lesivo para los intereses de la organización.


Eso no es acoso. Es una regla del juego. Quien se pasa sabe que le pueden cortar el grifo. Ningún periodista que haya ejercido de verdad el oficio puede asegurar que eso no le ha ocurrido nunca. La mayoría dirá además que ese trato fue injusto.

Seguramente los responsables de prensa de Podemos han aplicado más de una vez ese tratamiento. Como los de los demás partidos. Pero la formación de Pablo Iglesias no puede hacer mucho más. Porque carece absolutamente de influencia en los medios importantes, no tiene accionistas amigos, ni poder político para pedir al director de un periódico o de una cadena de televisión que corte las alas a este o aquel otro redactor porque no gusta lo que cuenta. Y no lo va a tener a menos que las cosas cambien mucho.

Si esos medios, y particularmente algunas televisiones, han sido, y siguen siendo, plataformas de expresión privilegiadas para los dirigentes de Podemos no se debe a su influencia entre los responsables de esos medios y menos a chantajes o acosos a sus responsables. Sino simplemente a que lo que dicen y hacen es noticia, atrae público y audiencia. Y por mucha rabia que eso le dé al PP, y este sí que presiona, esa dinámica va a seguir funcionando mientras Podemos y sus principales exponentes sigan siendo o pareciendo distintos a los de las demás ofertas políticas. ¿Quién puede negar que tiene más gancho una entrevista con Pablo Iglesias que una con Rajoy? ¿O Vistalegre 2 que el Congreso del PP?

El juego es tan sencillo como ese. No hay más, salvo que tal vez, habría que demostrarlo con hechos, que la gente de Podemos no es muy simpática con los periodistas. Con los que le dan caña y puede que también con otros que no lo hacen. En todo caso están en su derecho de no serlo. Porque a ellos les tocará pagar las consecuencias de su actitud, que ciertamente no es habitual, pero tampoco original. Porque, por ejemplo, el mítico presidente francés François Mitterrand era un auténtico ogro para prensa. Y su estilo ha tenido seguidores. En Francia y en otros países europeos –por no citar a Donald Trump– hay muchos políticos que se niegan a adular a los periodistas.

Pero aquí se ha construido el mantra de que Podemos está en contra de la libertad de información. Y se alimenta cada día. Por cierto, la presidenta de la Asociación de la Prensa, Victoria Prego, ha puesto mucho de su parte para dar fuerza a esa idea. En mayo del año pasado, cuando era posible que Podemos apoyara un gobierno de coalición con el PSOE, dijo que "la libertad de información peligraba" si el partido de Pablo Iglesias entraba en el cenáculo del poder político.


¿Qué entienden por libertad de información quienes sostienen esas acusaciones? Si es lo que hay hoy en España mejor harían con callarse. Porque no hay un país en Europa en el que todos los medios importantes, o con mayor audiencia, estén tan sesgados hacia la derecha y el centralismo o los intereses de las grandes empresas y la negación de cualquier posibilidad de cambio.

Esa realidad agobiante lo condiciona todo. En primer lugar, la definición de lo que es políticamente correcto y de lo que no lo es. Esos criterios de parte, profundamente reaccionarios además, son la base de lo que en España o no se puede decir. Y cuando Podemos se salta esas reglas, como está obligado a hacer porque es una alternativa, se sueltan los perros contra sus gentes.

¿Por qué no se habla de los trallazos que contra sus oponentes pegan en Italia los seguidores de Beppe Grillo y él mismo? ¿O de las pedradas dialécticas que se tiran unos a otros en el debate político francés, británico o incluso alemán? Si aquí se dijera la cuarta parte de lo que se dice por esos pagos, ¿qué haría la Asociación de la Prensa de Madrid? ¿O quienes se rasgaron las vestiduras porque Pablo Iglesias le mentó la cal viva al PSOE? No pocos de ellos, pero nadie lo citó entonces, se habían llenado la boca, mes tras mes, durante años, acusando al gobierno de Felipe González de haber amparado a los guardias civiles que mataron a Lasa y Zabala en Intxaurrondo y de haber montado el GAL. Pero en 2016 acusaban a Iglesias de lo peor por recordarlo. ¿Y qué tenía eso de malo?
fTe respondo sobre los periodistas que se han visto amenazados e insultados y también humillados. A Alfonso Rojo, en vez de contestar a la pregunta que le hacía, empezó a descalificarle como periodista, contando como había perdido un juicio y así siguió un rato, no se si es casualidad, pero desde ese día no volvió a 24 horas. De la periodista Ana Romero, en vez de contestar mas de lo mismo, empezó a reirse de su vestimenta, a Mariló Montero, que le ponía mas pegarla hasta hacerle sangre, que la bandera de revolucionario comunista, a Edudardo Inda, insultarle y negarle que se siente cuando le entrevisten a el, su poderío en la sexta ha llegado a dejarles a Marhuenda e Inda, solo una pequeña parte del programa, claro que así va de aburrido, al periodista del Mundo Alvaro Carvajal, le ridiculiza de contar mentiras sobre el, para prosperar en el periódico, a Federico Jiménez Losantos, Amando de Miguel, Isabel San Sebastián, Hermann Tertsch a estos dos últimos han sido muchas las críticas también, hasta quitarles unos programas en telemadrid, en el caso de Ramón Espinar y sobre todo en una rueda de prensa elevar el tono amenazante diciendo: "Les veo con cara de miedo por primera vez a los periodistas". Haciendo un boicot a Rosa Díez en la Complutense al no dejarle hablar y a otro periodista que no recuerdo su nombre. PABLO IGLESIAS ES ENEMIGO DECLARADO DE LA LIBERTAD, COMO BUEN COMUNISTA.
 
Pablo Iglesias: "Fuimos capaces de cambiar la política de este país sin estar en el Parlamento. Que no se nos olvide de dónde venimos"


¿Que política has cambiado mamarracho? Solo tu, que has utilizado la carencia de recursos de las personas y cuatro vividores niños de papá, que solo sabéis vivir a cuenta del estado, sois los que habéis cambiado vuestro estatus para mejorarlo.
 
fTe respondo sobre los periodistas que se han visto amenazados e insultados y también humillados. A Alfonso Rojo, en vez de contestar a la pregunta que le hacía, empezó a descalificarle como periodista, contando como había perdido un juicio y así siguió un rato, no se si es casualidad, pero desde ese día no volvió a 24 horas. De la periodista Ana Romero, en vez de contestar mas de lo mismo, empezó a reirse de su vestimenta, a Mariló Montero, que le ponía mas pegarla hasta hacerle sangre, que la bandera de revolucionario comunista, a Edudardo Inda, insultarle y negarle que se siente cuando le entrevisten a el, su poderío en la sexta ha llegado a dejarles a Marhuenda e Inda, solo una pequeña parte del programa, claro que así va de aburrido, al periodista del Mundo Alvaro Carvajal, le ridiculiza de contar mentiras sobre el, para prosperar en el periódico, a Federico Jiménez Losantos, Amando de Miguel, Isabel San Sebastián, Hermann Tertsch a estos dos últimos han sido muchas las críticas también, hasta quitarles unos programas en telemadrid, en el caso de Ramón Espinar y sobre todo en una rueda de prensa elevar el tono amenazante diciendo: "Les veo con cara de miedo por primera vez a los periodistas". Haciendo un boicot a Rosa Díez en la Complutense al no dejarle hablar y a otro periodista que no recuerdo su nombre. PABLO IGLESIAS ES ENEMIGO DECLARADO DE LA LIBERTAD, COMO BUEN COMUNISTA.
De todos los "periodistas" que citas, en cualquier país normal, la mitad estarían arruinados a base de pagar multas por difamación, calumnias, etc, y la otra mitad no habrían llegado jamás a periodistas ni a tertulianos.
 
Archivada una querella de Vox contra Iglesias en la que le acusaban de blanqueo y delitos electorales
  • La acusación se basó en una información aparecida en la prensa que aseguraba que Iglesias había cobrado dinero de Venezuela
  • Un juzgado de instrucción considera que las sospechas son insuficientes para remitir el caso al Supremo
infoLibrePublicada 07/03/2017 a las 17:55Actualizada 07/03/2017 a las 18:05Querellas
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El líder de Podemos, Pablo Iglesias, durante una intervención en la sesión de control al Gobierno en el Congreso

EFE
El Juzgado de Instrucción número 21 de Madrid ha archivado la querella interpuesta por Vox contra el secretario general de Podemos, Pablo Iglesias, en mayo de 2016 por blanqueo de capitales y delitos electorales y delitos que comprometen la paz e independencia del Estado, al entender que las sospechas son insuficientes para incoar un procedimiento y remitir el asunto al Supremo, a quien le correspondería la causa dada la condición de aforado del líder de la formación morada.




Según expone el auto de la magistrada Teresa Abad Arranz, con fecha del 7 y al que ha tenido acceso Europa Press, con "carácter previo" a acordar la inhibición al Supremo se debían examinar los datos o elementos de juicio con los que se cuenta para valorar si queda debidamente acreditada la comisión de infracción penal del denunciado.


"Averiguarlos es el objeto del proceso y su verificación no puede convertirse en presupuesto de incoación", señala el auto, que añade que dada la condición de diputado de Iglesias esta causa debería analizada el Tribunal Supremo. No obstante, asegura que las "sospechas" insuficientes para incoar un procedimiento en este sentido.


Añade que además Vox denunció a Iglesias haciendo uso de informaciones periodísticas que se "limitan a narrar unos hechos" que considera constitutivos de delito. Asimismo, enfatiza que estos artículos no aportan ningún elemento que sustenten las afirmaciones realizadas y por ello se debe sobreseer las actuaciones.

Vox interpuso su denuncia en mayo de 2016 basándose informaciones surgidas en un medio de comunicación que apuntaban que éste cobró dinero de Venezuela a través de un paraíso fiscal y le acusaron de delitos de blanqueo de capitales, delito electoral y delitos que comprometen la paz o la independencia del Estado.

En un auto con fecha del pasado 10 de noviembre, la magistrada instructora había hecho suya una petición de la Fiscalía que solicitó que se fijara un nuevo plazo máximo de la investigación al entender que se podía "dilatar excepcionalmente" debido a la cantidad de asuntos pendientes de tramitar ante el juzgado. Por ese motivo amplio en 6 meses más el plazo de instrucción
Está claro que Pablo Iglesias, cobro tres millones de euros del gobierno Venezolano, que haya jueces que consideren que no hay suficientes
indicios para condenarle, pues muy bien, viva la Justicia Española, también han absuelto a la infanta Cristina que había robado mas de 5 millones de euros de organismos oficiales, a Bono con sus múltiples viviendas, hipódromo, caballos, etc. a Jose Blanco a muchos del pp. Pero eso si a una pobre folklórica por blanquear 1 millon de euros, cárcel, multa y a devolver hasta el último céntimo. En cuanto Rajoy quisiera y diera luz verde para que hagan juicios a Pablo Iglesias, este no duraba un día, pero le protege, para que no ganen los socialistas y así el mantenerse en el gobierno.
 
C
De todos los "periodistas" que citas, en cualquier país normal, la mitad estarían arruinados a base de pagar multas por difamación, calumnias, etc, y la otra mitad no habrían llegado jamás a periodistas ni a tertulianos.
Claro pero los serviles a Pablo Iglesias, que el tanto adula y pone como ejemplo de honestidad, porque tapan sus vergüenzas, esos, si.
 
¿Que política has cambiado mamarracho? Solo tu, que has utilizado la carencia de recursos de las personas y cuatro vividores niños de papá, que solo sabéis vivir a cuenta del estado, sois los que habéis cambiado vuestro estatus para mejorarlo.


La verdad es que hay muchos políticos que están ahí por ser niños de papás franquistas, que solo saben vivir a cuenta del Estado, y que no se les conoce otra ocupación aparte de la concesión de un escaño por estómago agradecido, pero no llevan coleta sino camisa, corbata y traje.

Por supuesto que alguno que lleva coleta y su partido les joroban la fiesta porque les molestan con sus proposiciones de ley (ley 25), ley sobre la pobreza energética, comisiones de investigación de la corrupción, etc etc,
Por supuesto que ésto antes con el bipartidismo no ocurría, la tónica era llevar un vegetar tranquilo sin alteraciones del ritmo político en su escaño.
Ahora han venido unos mamarrachos a jorobarnos la siesta parlamentaria con sus reclamaciones y exposiciones... y eso no se puede consentir...Pues ajo agua y resina.
 
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