Susana 2018: el delirio de las élites

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Susana 2018: el delirio de las élites
Miguel Mora
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La inmolación del PSOE, televisada en directo el sábado 1 de octubre, supone el penúltimo acto de servicio de las dos grandes marcas de la Transi, El País y 100 años de honradez, al Régimen del 78 que ambos tanto ayudaron a crear y moldear. La Operación Cabo Chusquero, que parecería planeada por Gila, se podría resumir en la vieja máxima del cinismo político: el fin justifica los medios.


Pero el golpe de Susana Díaz y sus mariachis contra Pedro Sánchez y sus militantes es más que una lucha intestina por el poder en un partido menos fracturado ideológicamente que paralizado por el pánico de las élites al derrumbe del chiringuito entero.



El su***dio asistido del PSOE es sobre todo un dislate político, el delirante proyecto de unos mandarines pensantes que un día parecieron progresistas y que cada vez están más alejados de la izquierda, de la realidad y de su propio pasado --ahí tienen a Zapatero reconciliándose con PRISA para codirigir la gran ópera bufa de la Gestora–.



Estas élites endogámicas, que solo hablan, piensan y escriben para ellas mismas, consideran que los partidos, los medios de información, las leyes, la ética y los votantes son meras herramientas a su servicio; que las instituciones y derechos, incluido el derecho a la información veraz, son cosas desechables cuando se trata de mantener el poder a toda costa.



El golpe del 1 de octubre es producto, en primer lugar, del servilismo de muchos dirigentes socialistas ante la aristocracia financiera


Dejando aparte el síndrome de Saturno que aqueja a Gonzalez y Cebrián, esa pareja devorando a sus hijos, el golpe del 1 de octubre es producto, en primer lugar, del servilismo de muchos dirigentes socialistas ante la aristocracia financiera.


Ese arrobo de nuevo rico ha sido correspondido por los dueños del cortijo durante décadas, mediante la incansable y generosa apertura de puertas giratorias y consejos de Administración –eso que Rubén Juste ha definido como
Una Gran Coalición llamada Ibex35--.


Este añejo romance PSOE-IBEX, forjado en tiempos de Solchaga, fue renovado en Andalucía hace más o menos un lustro, cuando el difunto Emilio Botín cayó rendido ante el carisma, el aje y el coraje anticomunista de Susana Díaz


Lo contó Alberto Garzón en una entrevista concedida a CTXT el pasado mes de abril, al explicar que en la ruptura de la alianza entre el PSOE e IU en Andalucía intervino el pánico de los Botín al
proyecto de banca pública y al ascenso de Podemos: “El riesgo era que hubiera un gobierno del PSOE con Podemos e IU, y eso evidentemente a la familia Botín no le hace ninguna gracia. Por mucho que a la militancia del PSOE le pueda gustar”.


No es un secreto tampoco que el IBEX35 y
su actual patrón en la sombra, el fondo estadounidense Blackrock (4,2 billones de euros de activos, 12.000 millones invertidos en la banca española), no se encuentran del todo cómodos con Mariano Rajoy.


El presidente del PP ha sido útil para devaluar los salarios, romper el predominio de la Galaxia Aznar-Blesa-Rato y desregular el mercado laboral, pero desde que gana elecciones concatenadas ya no atiende las llamadas y encima tiene bloqueada
la publicidad institucional (cerca de 300 millones anuales). Además, ha dejado salir a la superficie años de corrupción y saqueo, y tanto juicio masivo en la periferia de Madrid no resulta business friendly.


¿Cómo quitárselo de en medio y conseguir que le suceda Susana sin el apoyo de Podemos y los nacionalistas?, se preguntan nuestros líderes conspiradores.


La situación plantea algunos problemas. 1) Rajoy no se marcha ni con agua caliente y salvo Ciudadanos nadie se atreve a investirlo. 2) La única alternativa posible produce todavía más miedo. 3) Sánchez el hereje tiene casi cerrada una coalición con Podemos y los separatistas, ergo Sánchez debe ser eliminado ipso facto. Y luego ya veremos qué hacemos con Rajoy.


De forma que nuestros próceres idean un plan para acabar en solo una semana con Sánchez, y, de paso, como víctimas colaterales, con los últimos afiliados al PSOE y los no menos heroicos suscriptores del periódico controlado por el Santander y La Caixa, con la ayuda de Telefónica.


Así pues, ¡marchando una gestora!


El motín contra el secretario general reúne en torno a la presidenta andaluza a los pacatos barones regionales maniatados por la quiebra del país y asustados por años de alarmismo sobre la secesión de Cataluña, y a los madinistas sin mando en plaza. Y en cabeza de la manifestación desfila la plutocracia mediática laica y religiosa (de PRISA a la COPE pasando por Planeta).


El diseño del golpe, largamente planeado y varias veces aplazado por las necesidades personales de Díaz, consiste en replicar a escala estatal la gran especialidad de La Sultana, la toma de control de organizaciones y agrupaciones mediante la dimisión en bloque de media Ejecutiva y el nombramiento de una gestora.


En efecto, según han informado estos días algunos digitales, la mejor arma política de Díaz no es el carisma, ni la labia de la hija del fontanero que se casó “con un tieso”.


Díaz ha liderado con mano de seda y guante de acero hasta 32 Golpes de Estado en agrupaciones locales andaluzas


Durante su larga etapa de apparatchik, Díaz ha liderado con mano de seda y guante de acero hasta 32 Golpes de Estado en agrupaciones locales andaluzas, asegura la
hemeroteca, quizá exagerando un poco pues solo citan media docena de casos concretos.


Su primera vez fue en las Juventudes Socialistas de Sevilla, Málaga y Cádiz. Luego debutó con picadores en su propio barrio, Triana, en 2003. Y después vendrían, entre otras plazas de primera, segunda y tercera, como Cerro-Amate, Gines, Alhaurín el Grande (su gestora gobernó allí durante 4 años) y Ronda.




El golpe se consolida con un
editorial subido de tono y una noticia falsa ("la secretaría general ha sido anulada"); con la cuñadísima de Ferreras (ex de la SER y de Florentino Pérez) estratégicamente situada en su puesto de jefa de prensa del presidente del Parlamento andaluz; y con Carlos Herrera copiando epítetos y argumentos de El País en la COPE, lo nunca oído.


Cuando la escaramuza se complica porque
los afiliados enseñan su carné del PSOE a los periodistas en Ferraz, los focos del Régimen apuntan hacia otro lado, y los medios empiezan a sembrar dudas sobre la autenticidad de los militantes, calificándolos de “supuestos militantes”, unos, y confirmando que se habían mezclado con podemitas, los otros.
Para entonces, Verónica Máxima Pérez Autoridad había cogido el micro en el Comité Federal.

Diez horas más tarde, desesperado ante la negativa de Díaz y los suyos a votar el orden de día, el soldado Sánchez tuvo un momento de ofuscación y se volvió a creer capitán general. Se levantó de la silla, se puso la chaqueta y con paso marcial se dirigió a la salida. Con él iban los miembros de la Ejecutiva que se sentaban en la primera fila.

“coxx, este se larga”, dijeron algunos. Pero no, era un ataque kamikaze; sin que nadie convocara la votación, Sánchez se puso a instalar una urna de cartón tras una mampara –se supone que para garantizar el voto secreto–. Los fieles del jefe se pusieron en cola para votar. Y entonces, a la señal del puchero sin lágrimas de La Sultana, comenzó el vocerío: “¡Fraude! ¡Pucherazo!”.

Sánchez, hasta entonces Capitán Trueno, se había convertido en Il Capitano Schettino. Díaz acaba de formar la enésima gestora de su carrera. Lo que vale en Triana, ¿no va a valer en Ferraz?

Javier Fernández Fernández, apodado El Mudo en Asturias, es el nuevo líder de un partido sin líder y con la militancia amordazada

El resto fue ordinaria administración: llegada a la sede de 50 kilos de telepizza, firma de la paz –“Esto no es la paz, hijo, es la victoria”, decía Fernán Gómez— y Mariana Pineda recosiendo en el rincón la bandera desgarrada en la batalla, antes de abandonar la sede por el garaje.

Javier Fernández Fernández, apodado El Mudo en Asturias, es el nuevo líder de un partido sin líder y con la militancia amordazada, mientras Borrell se convierte en un mito de la postdemocracia gritando a diestro y siniestro verdades como puños.

Vamos con la segunda

En unos días, se pone en marcha la segunda parte del operativo. Recolocar a Sánchez en la quinta o sexta fila del Congreso; ponerle detrás a Madina para que vigile que botón pulsa; mandar a César Luena al gallinero podemita, darle un sitio de honor a Rafael Hernando, ascender a Verónica Máxima a valida estatal, presentar a Fernández en la SER, ocultar a La Baronesa para no desgastarla, y dejar en un cajón las entrañables encuestas de El País para Metroscopia.

En unas semanas, asistiremos a la tercera fase del Plan Por Sevillanas, calificado por Gerardo Tecé como “abstente despacio que tengo prisa”. Una duda colateral no aclarada todavía por los autores intelectuales: ¿Si el PSC se niega a abstenerse, Iceta será sustituido por una susanista o por otra gestora –la 34--?

A saber. Lo que importa es que Rajoy será otra vez presidente del Gobierno, pero solo por el tiempo que nosotros queramos. Y que el PSOE “gobernará desde la oposición”, según sugiere Maravall desde el semanario Ahora.

¿Y después? Calma. Nuestros mandarines lo tienen todo pensado.

La Sultana empezará a recibir clases de inglés e irá conociendo los engranajes de la alta política nacional junto a Rita Barberá en el Senado. El Gobierno pondrá en marcha su máquina de recortar, pero el PSOE colará unas enmiendas sociales en los Presupuestos. Y Albert Rivera amenizará las cenas hablando de regeneración.

Pasarán los meses. Pasarán las Tarjetas Black. Pasará la Gürtel. Pasarán los Eres. Y la Púnica. Pasará el referéndum catalán. Pasará el cóndor. Podemos seguirá coreando a Quilapayún en las plazas y discutiendo por Twitter.

Y así llegaremos a finales de 2017.

Y entonces, zas, Susana Díaz se sacará el First Certificate y ganará el Congreso del PSOE por aclamación.

Unos meses más tarde, el PSOE y Ciudadanos acabarán con la Era Rajoy. Habrá nuevas elecciones, tal vez en primavera de 2018. Y Susana arrasará al sucesor de Rajoy. ¿Y si no arrasa? Bueno, al menos empatará, o perderá por poco. Y Ciudadanos la coronará como primera presidenta de España.

Una, grande y libre. ¿Y si no les llegan los votos? Pues... ¡Montamos otra gestora!

Sería la 35. Lo que vale en Triana, ¿no va a valer en España?

Como decía el maestro Morente, estamos vivos de milagro.




 
Última edición:
diputado socialista en el congreso
Odón Elorza :“De alguna forma Sánchez ha ganado, sale con el fervor de la militancia y puede volver con opciones”
El exalcalde de Donostia forma parte del Grupo Socialista en el Congreso sobre el que se centran todas las miradas ante la hipotética investidura de Mariano Rajoy

Una entrevista de Javier Núñez Fotografía de Gorka Estrada - Domingo, 9 de Octubre de 2016 - Actualizado a las 06:03h


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Odón Elorza. (Gorka Estrada)

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bilbao - Odón Elorza reconoce que ha vivido una semana negra que ha derivado en la dimisión de Pedro Sánchez como secretario general del PSOE y una grave crisis interna en el seno de la formación de Ferraz. En la reunión de los diputados socialistas con los hombres fuertes de la gestora, volvió a defender la necesidad de explorar un gobierno alternativo al PP y que la militancia sea partícipe de la decisión que se adopte sobre la hipotética investidura de Rajoy.

Una semana movida.

-Ha sido una semana negra en la que han explotado todas las contradicciones. La confrontación que había, fundamentalmente por una lucha de poder orgánica pero también por diferencias estratégicas y de modelo de gobierno, al final estalló y mediante una serie de errores y órdagos que venían de atrás desembocó en un Comité Federal que realmente fue lamentable.

¿Pedro Sánchez midió bien sus fuerzas en el Comité Federal?

-No lo sé. En todo caso no se tenía que haber llegado a esta situación de confrontación abierta. Si ambas partes hubieran puesto un poco de inteligencia y generosidad se podía haber buscado una solución. Algunos intentamos buscar una salida transaccionada el martes pasado que contentara a ambas partes. Sin embargo, esa mediación, en la que también tomaron parte sectores de Izquierda Socialista, no tuvo éxito. Lo que en esencia se necesitaba era un debate en profundidad sobre el posicionamiento ante la gobernabilidad. Y ese debate, que se tenía que haber producido el día después de que Rajoy no salió investido, no se hizo. Pedro Sánchez, en lugar de plantear ese debate en profundidad, planteó que el partido necesita una sola voz y que hay que hacer primarias y el congreso exprés. Creo que ese fue su gran error, plantear un órdago que no estaba bien planteado ni en las formas ni el fondo.

¿A qué hemos asistido? ¿A una lucha ideológica o de personas?

-Quiero pensar que en el PSOE nadie es capaz de traficar con el poder. Por eso quiero entender que ha habido diferencias de concepción orgánica, ha habido un distanciamiento entre hombres y mujeres que habían ido juntos de la mano en las primarias en las que ganó Pedro Sánchez. Todo eso ha trascendido a la vida del partido y ha impedido la cohesión interna. Ha habido un enfrentamiento gratuito del que el PSOE ha salido muy mal parado.

¿Le ha sorprendido la actuación de algunos barones?

-Creo que no debemos personalizar porque el daño está hecho y no se trata de descalificar a unos u otros, pero sí diré que en este año, desde las elecciones del 20 de diciembre, además del acoso y derribo de la derecha y de algunos medios de comunicación a Pedro Sánchez, también ha habido dentro del PSOE algunos líderes que con sus declaraciones han dificultado, entorpecido o puesto en cuestión la labor que realizaba Sánchez, que se ajustaba a las resoluciones del Comité Federal del 28 de diciembre.

¿Cree que Susana Díaz dará el paso para dirigir el PSOE?

-Esa respuesta la tiene que dar ella, pero en todo caso entiendo que lo que haga dependerá de la fecha en que se convoquen las primarias. A corto plazo dudo que se pueda presentar y dependerá también de cómo ella o su equipo interprete cómo está posicionada la militancia, que ahora mismo se siente un poco despreciada.

César Luena pidió a la militancia que no se dé de baja, que ellos decidirán el futuro del PSOE. ¿Implícitamente estaba abriendo la puerta a que Sánchez vuelva a intentar recuperar el mando en el partido a través de las primarias?

-El partido ha perdido, pero, y entre comillas, quien de alguna manera ha ganado es Pedro Sánchez, que sale con el fervor de la militancia, porque no va a tener que asumir la responsabilidad de una supuesta abstención o de un mal resultado en unas terceras elecciones. Él sale como un secretario general que dimite por voluntad y sale con fuerza en la militancia y creo que si las primarias no se producen dentro de mucho tiempo volverá a concurrir con mucha fuerza y con muchas posibilidades.

En la reunión del grupo parlamentario socialista solo salieron tres voces críticas con propiciar una abstención a Rajoy, la de Margarita Robles, la de Rafael Simancas y la suya.

-Lo que yo defendí es que no había que dar por muerto el intento de formar un gobierno alternativo con una fórmula a la portuguesa o a la valenciana, un acuerdo de regeneración que une a muchas fuerzas. Y en segundo lugar, lo que defendí es que si al final, por muchas razones, vamos a una abstención, que esta decisión sea sometida a la consulta de la militancia.

¿Dónde estaban los diputados que han sido fieles a Pedro Sánchez en el “no es no”?

-Creo que la gente que estaba en torno a Sánchez estableció el criterio de no intervenir y en segundo lugar también es verdad que algunos diputados se baten en retirada o están deprimidos y no quieren provocar y alimentar un debate que consideran que está perdido.

El portavoz de la gestora, Mario Jiménez, ha asegurado que la posición la debe marcar el Comité Federal y que no se contempla una consulta a la militancia.

-Es una opinión muy respetable. Yo ya he dado mi opinión al respecto y como no podía ser de otra manera respeto la de Jiménez. También quiero saber qué opina sobre esta cuestión Idoia [Mendia] que es mi secretaria general en el PSE, y qué opinan la militancia y los órganos de dirección del PSE en Gipuzkoa. También me debo someter a ellos.

Jiménez también dijo que todo los diputados socialistas votarían lo que decida el Comité Federal.

-Sí hay una disciplina de voto, está en el reglamento del grupo, pero también es verdad que por lo menos yo en varias ocasiones he roto esa disciplina. Una con la abdicación del rey, otra sobre la eliminación de los aforamientos y una tercera por el plan de paz en Euskadi. Por eso digo que hay veces en las que por cuestión de conciencia, y explicando y avisando, te llevan a ejercer la libertad de conciencia. Actuaré en función de los argumentos que se coloquen sobre la mesa en torno a la decisión que adopte el Comité Federal y, desde luego, tendré en cuenta la opinión de la militancia socialista de Gipuzkoa y de los órganos de dirección del PSE.

¿Cree que al PSE le pasará factura el haberse mantenido leal a Pedro Sánchez hasta el final?

-No, en absoluto. Espero que dentro del PSOE haya sentido de la tolerancia y que las aguas vuelvan a su cauce.

¿Cree realmente que el PP quiere su abstención o mira a las terceras elecciones?

-Al PP le interesaban ya las terceras elecciones el día después del 26 de junio. Los números no le salían y por eso ya pensaba en unas terceras elecciones. Es más, el pacto con Ciudadanos lo hizo con mucha desgana y, después de haber soportado el PSOE y Pedro Sánchez una etapa de acoso y derribo y de presiones, ahora lo que viene es una fase de chantaje porque entienden Rajoy y el PP que en pleno proceso judicial de la Gürtel se ven creciditos y ahora aspirarían encima a condicionarnos la abstención. Es de una indecencia insuperable la que expresan los señores del PP. Son capaces de hacer cualquier marranada para lograr una mayoría absoluta.

Emilio García Page retó al PP a ir a unas terceras elecciones diciendo que el PSOE presentaría una candidatura muy potente. ¿Están en el PSOE en condiciones de lograr esa candidatura potente?

-Sin comentarios.

Insisto, imagine que hay que ir a las terceras elecciones, ¿el PSOE, tal como está ahora, tiene condiciones para presentar una buena candidatura?

-Las condiciones no son las óptimas y habría que hacer el máximo esfuerzo, sobre todo no cometiendo más errores en lo que quedara de tiempo, y hablo en condicional, hasta esas terceras elecciones. Establecer unos compromisos políticos claros para que no volviera a suceder lo que ha ocurrido ahora, que ha habido sectores de la dirección que no querían un gobierno alternativo. Habría que hacer un gran esfuerzo, definir claramente nuestra política, elegir el mejor candidato o candidata y esperar. Pero repito, el que haya terceras elecciones es especular, lo mismo que el que haya sesión de investidura.

En las últimas horas ha salido el nombre de Ángel Gabilondo como un posible candidato en caso de tener que ir de nuevo a las urnas.

-Es hablar sobre especulaciones. Hay que esperar a ver qué decide el Comité Federal, qué pasa luego, qué actitud adopta el gobierno ante un supuesto pronunciamiento del Comité Federal, y si al final hubiera terceras elecciones sería el momento en el que el PSOE, en unas primarias, estableciera su candidato. Sin postular a nadie, debo decir que en las últimas semanas me he visto gratamente sorprendido por la actuación y la claridad de ideas de Pepe Borrell.

Sé que es hacer futurología, pero ¿qué se ve más cerca, una abstención del PSOE y la investidura de Mariano Rajoy o unas terceras elecciones?

-Sería hacer una apuesta en el vacío. A mí lo que me preocupa es que el Comité Federal debata en profundidad y espero que la decisión que se adopte sea la más digna y que sea explicada y, si puede ser, consultada a la militancia. Y si en todo caso hay que abstenerse, que sea de una manera simbólica, con un determinado número de diputados, no que sea la totalidad del grupo en el Congreso.

Entiende la actitud de Podemos cuando dice que quizá pudiera retirarles el apoyo en Aragón o en la Comunidad Valenciana, ¿El PSOE podría hacer lo contrario en el Ayuntamiento de Madrid o en el de Barcelona?

-No se puede entrar en esa guerra. O se han tomado unas copas al hacer esas declaraciones o son unos irresponsables que, además, quieren jugar sucio. Estas amenazas de Podemos son inaceptables y no pueden ser respondidas al mismo nivel por la dirección de PSOE.

las claves
“Actuaré en función de los argumentos que se presenten y teniendo en cuenta la opinión de la militancia de Gipuzkoa”
 
No conozco a ese Miguel Mora, pero ignorar a podemos como lo hace, no lo veo. Yo pienso que la gusana ha salido tocada y el llamado psoe también.
 
No conozco a ese Miguel Mora, pero ignorar a podemos como lo hace, no lo veo. Yo pienso que la gusana ha salido tocada y el llamado psoe también.
Susana en Madrid...si esta sale de su Cortijo será presa fácil para el PP ,por mucho "equipo de élite" que tenga detrás,solo falta ver como desgobierna su cortijo,que da hasta pena.En el pxxe no ganan unos y pierden los otros.....pierden todos,creo que el pxxe no lo han asimilado todavía y no creo que de esta se recuperen....y mas de la forma mas kafkiana de quitar a un SG elegido por militantes,personas que te votan fijo en unas elecciones (a esos no hay que hacerles enfadar y esta señora y su lacayos ha conseguido cabrearlos que es peor).Esta no se mueve de Andalucía ni muerta,por muchos años que pase nadie olvidará lo que paso el 1 de Octubre.
 
Susana 2018: el delirio de las élites
Miguel Mora
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La inmolación del PSOE, televisada en directo el sábado 1 de octubre, supone el penúltimo acto de servicio de las dos grandes marcas de la Transi, El País y 100 años de honradez, al Régimen del 78 que ambos tanto ayudaron a crear y moldear. La Operación Cabo Chusquero, que parecería planeada por Gila, se podría resumir en la vieja máxima del cinismo político: el fin justifica los medios.


Pero el golpe de Susana Díaz y sus mariachis contra Pedro Sánchez y sus militantes es más que una lucha intestina por el poder en un partido menos fracturado ideológicamente que paralizado por el pánico de las élites al derrumbe del chiringuito entero.



El su***dio asistido del PSOE es sobre todo un dislate político, el delirante proyecto de unos mandarines pensantes que un día parecieron progresistas y que cada vez están más alejados de la izquierda, de la realidad y de su propio pasado --ahí tienen a Zapatero reconciliándose con PRISA para codirigir la gran ópera bufa de la Gestora–.



Estas élites endogámicas, que solo hablan, piensan y escriben para ellas mismas, consideran que los partidos, los medios de información, las leyes, la ética y los votantes son meras herramientas a su servicio; que las instituciones y derechos, incluido el derecho a la información veraz, son cosas desechables cuando se trata de mantener el poder a toda costa.



El golpe del 1 de octubre es producto, en primer lugar, del servilismo de muchos dirigentes socialistas ante la aristocracia financiera


Dejando aparte el síndrome de Saturno que aqueja a Gonzalez y Cebrián, esa pareja devorando a sus hijos, el golpe del 1 de octubre es producto, en primer lugar, del servilismo de muchos dirigentes socialistas ante la aristocracia financiera.


Ese arrobo de nuevo rico ha sido correspondido por los dueños del cortijo durante décadas, mediante la incansable y generosa apertura de puertas giratorias y consejos de Administración –eso que Rubén Juste ha definido como
Una Gran Coalición llamada Ibex35--.


Este añejo romance PSOE-IBEX, forjado en tiempos de Solchaga, fue renovado en Andalucía hace más o menos un lustro, cuando el difunto Emilio Botín cayó rendido ante el carisma, el aje y el coraje anticomunista de Susana Díaz


Lo contó Alberto Garzón en una entrevista concedida a CTXT el pasado mes de abril, al explicar que en la ruptura de la alianza entre el PSOE e IU en Andalucía intervino el pánico de los Botín al
proyecto de banca pública y al ascenso de Podemos: “El riesgo era que hubiera un gobierno del PSOE con Podemos e IU, y eso evidentemente a la familia Botín no le hace ninguna gracia. Por mucho que a la militancia del PSOE le pueda gustar”.


No es un secreto tampoco que el IBEX35 y
su actual patrón en la sombra, el fondo estadounidense Blackrock (4,2 billones de euros de activos, 12.000 millones invertidos en la banca española), no se encuentran del todo cómodos con Mariano Rajoy.


El presidente del PP ha sido útil para devaluar los salarios, romper el predominio de la Galaxia Aznar-Blesa-Rato y desregular el mercado laboral, pero desde que gana elecciones concatenadas ya no atiende las llamadas y encima tiene bloqueada
la publicidad institucional (cerca de 300 millones anuales). Además, ha dejado salir a la superficie años de corrupción y saqueo, y tanto juicio masivo en la periferia de Madrid no resulta business friendly.


¿Cómo quitárselo de en medio y conseguir que le suceda Susana sin el apoyo de Podemos y los nacionalistas?, se preguntan nuestros líderes conspiradores.


La situación plantea algunos problemas. 1) Rajoy no se marcha ni con agua caliente y salvo Ciudadanos nadie se atreve a investirlo. 2) La única alternativa posible produce todavía más miedo. 3) Sánchez el hereje tiene casi cerrada una coalición con Podemos y los separatistas, ergo Sánchez debe ser eliminado ipso facto. Y luego ya veremos qué hacemos con Rajoy.


De forma que nuestros próceres idean un plan para acabar en solo una semana con Sánchez, y, de paso, como víctimas colaterales, con los últimos afiliados al PSOE y los no menos heroicos suscriptores del periódico controlado por el Santander y La Caixa, con la ayuda de Telefónica.


Así pues, ¡marchando una gestora!


El motín contra el secretario general reúne en torno a la presidenta andaluza a los pacatos barones regionales maniatados por la quiebra del país y asustados por años de alarmismo sobre la secesión de Cataluña, y a los madinistas sin mando en plaza. Y en cabeza de la manifestación desfila la plutocracia mediática laica y religiosa (de PRISA a la COPE pasando por Planeta).


El diseño del golpe, largamente planeado y varias veces aplazado por las necesidades personales de Díaz, consiste en replicar a escala estatal la gran especialidad de La Sultana, la toma de control de organizaciones y agrupaciones mediante la dimisión en bloque de media Ejecutiva y el nombramiento de una gestora.


En efecto, según han informado estos días algunos digitales, la mejor arma política de Díaz no es el carisma, ni la labia de la hija del fontanero que se casó “con un tieso”.


Díaz ha liderado con mano de seda y guante de acero hasta 32 Golpes de Estado en agrupaciones locales andaluzas


Durante su larga etapa de apparatchik, Díaz ha liderado con mano de seda y guante de acero hasta 32 Golpes de Estado en agrupaciones locales andaluzas, asegura la
hemeroteca, quizá exagerando un poco pues solo citan media docena de casos concretos.


Su primera vez fue en las Juventudes Socialistas de Sevilla, Málaga y Cádiz. Luego debutó con picadores en su propio barrio, Triana, en 2003. Y después vendrían, entre otras plazas de primera, segunda y tercera, como Cerro-Amate, Gines, Alhaurín el Grande (su gestora gobernó allí durante 4 años) y Ronda.




El golpe se consolida con un
editorial subido de tono y una noticia falsa ("la secretaría general ha sido anulada"); con la cuñadísima de Ferreras (ex de la SER y de Florentino Pérez) estratégicamente situada en su puesto de jefa de prensa del presidente del Parlamento andaluz; y con Carlos Herrera copiando epítetos y argumentos de El País en la COPE, lo nunca oído.


Cuando la escaramuza se complica porque
los afiliados enseñan su carné del PSOE a los periodistas en Ferraz, los focos del Régimen apuntan hacia otro lado, y los medios empiezan a sembrar dudas sobre la autenticidad de los militantes, calificándolos de “supuestos militantes”, unos, y confirmando que se habían mezclado con podemitas, los otros.

Para entonces, Verónica Máxima Pérez Autoridad había cogido el micro en el Comité Federal.

Diez horas más tarde, desesperado ante la negativa de Díaz y los suyos a votar el orden de día, el soldado Sánchez tuvo un momento de ofuscación y se volvió a creer capitán general. Se levantó de la silla, se puso la chaqueta y con paso marcial se dirigió a la salida. Con él iban los miembros de la Ejecutiva que se sentaban en la primera fila.

“coxx, este se larga”, dijeron algunos. Pero no, era un ataque kamikaze; sin que nadie convocara la votación, Sánchez se puso a instalar una urna de cartón tras una mampara –se supone que para garantizar el voto secreto–. Los fieles del jefe se pusieron en cola para votar. Y entonces, a la señal del puchero sin lágrimas de La Sultana, comenzó el vocerío: “¡Fraude! ¡Pucherazo!”.

Sánchez, hasta entonces Capitán Trueno, se había convertido en Il Capitano Schettino. Díaz acaba de formar la enésima gestora de su carrera. Lo que vale en Triana, ¿no va a valer en Ferraz?

Javier Fernández Fernández, apodado El Mudo en Asturias, es el nuevo líder de un partido sin líder y con la militancia amordazada

El resto fue ordinaria administración: llegada a la sede de 50 kilos de telepizza, firma de la paz –“Esto no es la paz, hijo, es la victoria”, decía Fernán Gómez— y Mariana Pineda recosiendo en el rincón la bandera desgarrada en la batalla, antes de abandonar la sede por el garaje.

Javier Fernández Fernández, apodado El Mudo en Asturias, es el nuevo líder de un partido sin líder y con la militancia amordazada, mientras Borrell se convierte en un mito de la postdemocracia gritando a diestro y siniestro verdades como puños.

Vamos con la segunda

En unos días, se pone en marcha la segunda parte del operativo. Recolocar a Sánchez en la quinta o sexta fila del Congreso; ponerle detrás a Madina para que vigile que botón pulsa; mandar a César Luena al gallinero podemita, darle un sitio de honor a Rafael Hernando, ascender a Verónica Máxima a valida estatal, presentar a Fernández en la SER, ocultar a La Baronesa para no desgastarla, y dejar en un cajón las entrañables encuestas de El País para Metroscopia.

En unas semanas, asistiremos a la tercera fase del Plan Por Sevillanas, calificado por Gerardo Tecé como “abstente despacio que tengo prisa”. Una duda colateral no aclarada todavía por los autores intelectuales: ¿Si el PSC se niega a abstenerse, Iceta será sustituido por una susanista o por otra gestora –la 34--?

A saber. Lo que importa es que Rajoy será otra vez presidente del Gobierno, pero solo por el tiempo que nosotros queramos. Y que el PSOE “gobernará desde la oposición”, según sugiere Maravall desde el semanario Ahora.

¿Y después? Calma. Nuestros mandarines lo tienen todo pensado.

La Sultana empezará a recibir clases de inglés e irá conociendo los engranajes de la alta política nacional junto a Rita Barberá en el Senado. El Gobierno pondrá en marcha su máquina de recortar, pero el PSOE colará unas enmiendas sociales en los Presupuestos. Y Albert Rivera amenizará las cenas hablando de regeneración.

Pasarán los meses. Pasarán las Tarjetas Black. Pasará la Gürtel. Pasarán los Eres. Y la Púnica. Pasará el referéndum catalán. Pasará el cóndor. Podemos seguirá coreando a Quilapayún en las plazas y discutiendo por Twitter.

Y así llegaremos a finales de 2017.

Y entonces, zas, Susana Díaz se sacará el First Certificate y ganará el Congreso del PSOE por aclamación.

Unos meses más tarde, el PSOE y Ciudadanos acabarán con la Era Rajoy. Habrá nuevas elecciones, tal vez en primavera de 2018. Y Susana arrasará al sucesor de Rajoy. ¿Y si no arrasa? Bueno, al menos empatará, o perderá por poco. Y Ciudadanos la coronará como primera presidenta de España.

Una, grande y libre. ¿Y si no les llegan los votos? Pues... ¡Montamos otra gestora!

Sería la 35. Lo que vale en Triana, ¿no va a valer en España?

Como decía el maestro Morente, estamos vivos de milagro.
Están locos si piensan que Susana y sus mariachis tienen alguna posibilidad por encima de Despeñaperros, ni aunque se haga un curso de verano de Harvard.( y ella lo sabe)
 


Susana Díaz ante el reto de relanzar su marca



La proyección mediática que en los últimos dos años ha marcado la agenda de la secretaria general del PSOE-A se enfrenta ahora a la poca complicidad que ha encontrado en la lectura de su papel en la crisis del PSOE

La federación más numerosa del partido asume que tiene dos desafíos por delante: el más inmediato, construir el relato si hay que abstenerse con el PP, y luego, que su líder vuelva a tener imagen positiva


Olga Granado
09/10/2016 - 23:58h
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EFE

Susana Díaz golpea a Pedro Sánchez con 17 dimisiones en la ejecutiva


En el PSOE-A, empezando por su propia secretaria general, Susana Díaz, son conscientes de que la crisis en el partido, que tuvo su momento de máxima escenificación en
el caótico Comité Federal de hace una semana, ha hecho mella en la federación y ha pasado factura a la imagen de la también presidenta de la Junta de Andalucía. No ya sólo por las sensaciones que se perciben en una militancia donde los movimientos críticos "son testimoniales", puntualizan desde el PSOE-A, sino por la poca complicidad que han encontrado en la opinión pública.

Los esfuerzos realizados por lanzar la marca Susana Díaz, quien desde que se convirtió en la primera mujer en presidir la Junta de Andalucía comenzó una gira mediática por todo el país, se han tenido que enfrentar ahora a las diferentes lecturas de su papel en la crisis del PSOE y sus movimientos con líderes de todo el país para descabalgar a Pedro Sánchez de la secretaría general, según reconocen en su entorno. Si bien Pedro Sánchez ha salido mucho peor parado en los medios de comunicación, ello no se ha traducido en una lectura amable para Susana Díaz y su estrategia, pese a las decenas de citas y entrevistas con los principales directores de medios de comunicación y periodistas del país a lo largo de estos dos años.


La imagen de una política de mano férrea y ducha en los manejos del partido, y la maniobra y conspiración interna, han deteriorado su perfil trabajado de mujer de estado. Incluso cuando la secretaria general del partido en Sevilla y presidenta del Comité Federal, Verónica Pérez,
clamó "la única autoridad en el PSOE, les guste o no a algunos, soy yo" -frase que la perseguirá por mucho tiempo- se instaló el convencimiento de que sólo trasladaba el mensaje de Susana Díaz, la mujer que movía los hilos.

Y mientras Verónica Pérez asume el "coste personal" que esto le ha supuesto, y se mantiene alejada de los focos, el equipo de Susana Díaz sabe que tiene dos tareas por delante. La más inmediata, la construcción de lo que
llaman "el relato", o hacer "pedagogía", que son las expresiones que emplearon en la última reunión de la ejecutiva esta semana, para que los militantes y votantes entiendan por qué se abstienen para que gobierne el PP si no queda más remedio. Y la segunda, regenerar la imagen de Susana Díaz.

Un trabajo que había empezado en cierta medida hace unos meses, con la deriva que estaba tomando el partido, y que trasciende a los medios de comunicación, como ya se vio el pasado mes de mayo en la
segunda conferencia que pronunciaba en el Hotel Ritz de Madrid, en vísperas de las segundas elecciones generales a las que se enfrentaría Pedro Sánchez el 26J, y año y medio después de la que ofreció en el mismo escenario, recién convertida en presidenta, y donde muchos la describieron con la "esperanza blanca" del PSOE. Para la segunda cita en el emblemático foro, la de hace cinco meses, cundió entre los suyos hasta cierto temor a que no llenara, lo que no sucedió. Incluso se hizo acompañar por un séquito de 15 personas entre consejeros, viceconsejeros, directores generales o jefes de gabinete.

En este sentido, la idea de que es uno de los mayores valores que tiene un partido que pasa en estos momentos por sus horas más bajas, empujará a trabajar en esta línea. En el equipo de confianza de Susana Díaz, los que apostaban por no dejar pasar más tiempo y
asestar el golpe a Pedro Sánchez con las 17 dimisiones en su ejecutiva, insisten en que no se han equivocado, frente a los que pedían esperar un poco y no asumir ese riesgo, cuando horas antes del Comité Federal ni siquiera sabían si iban a ganar el pulso a los sanchistas.

Pero en la búsqueda de la caída de Pedro Sánchez, que empezó hace tiempo, ha habido luego unanimidad en que el PSOE-A ha sido el brazo ejecutor. Y hasta el final, como lo refleja el hecho de que fuera Francisco Reyes, secretario provincial en Jaén y antaño el único de éstos críticos con Susana Díaz, el que comenzara a recoger las firmas para presentar una moción de censura a Pedro Sánchez cuando el Comité Federal no tiraba para ningún lado, un gesto que fue decisivo para la resolución de la jornada.

La responsabilidad que menos citan en el PSOE-A es la que tiene por poner toda su maquinaria a funcionar para conseguir que un entonces desconocido - por lo menos en el sur-
Pedro Sánchez ganara en unas primarias a Eduardo Madina, un valor ahora recuperado por los mismos que entonces no lo querían. El voto en Andalucía, que fue mayoritario para Pedro Sánchez, resultó decisivo en la victoria de un hombre que luego la organización ha entendido que llevaba al partido a un camino sin retorno.

"Es normal que se proyecte casi únicamente en nosotros lo ocurrido, porque cuanta más responsabilidad se tiene, y hay más que perder, más en serio hay que tomarse el partido", resume sobre el Comité Federal un integrante de la ejecutiva de Susana Díaz, quien recuerda que el PSOE-A es "la federación más numerosa e importante, y encima con la trayectoria de haber gobernado siempre una comunidad autónoma de las dimensiones de Andalucía". Aún así, miembros del PSOE andaluz expresaban su "cansancio" por estar en primera línea de batalla "cuando no hemos sido los únicos que estábamos en descuerdo".

Y eso conlleva que si se apunta al PSOE-A, se dispara a Susana Díaz. Máxime cuando la federación se agarró a esta marca como su mejor arma en las últimas campañas electorales, con una cartelería en la que aparecía su rostro y el #YoConSusana y las siglas del partido muy en segundo plano o ni siquiera porque resultaba una apuesta más segura para captar votantes y contrarrestar a unos rivales que los machacaban con la corrupción de los ERE o el caso de la formación profesional para el empleo.

Ya en el Comité Director del PSOE-A previo a la reunión en Ferraz, Susana Díaz se marcó un discurso conciliador y no hizo la sangre que muchos esperaban con Pedro Sánchez, si bien tanto ella como el dimisionario secretario de Política Federal, Antonio Pradas, expresaron públicamente su certeza de que el exsecretario general había enfermado de 'podemitis', lo que luego ha repetido el presidente de la gestora creada tras la renuncia del líder, Javier Fernández. "Hay compañeros que se han cegado con los fogonazos de los partidos emergentes", apuntó Susana Díaz 48 horas antes del Comité Federal. "Hay compañeros que se han radicalizado", apostilló Antonio Pradas.

Los movimientos de los críticos
Entre esos compañeros se entiende que incluyen a buena parte de los sanchistas, que en Andalucía han hecho poco ruido: un documento en apoyo a Pedro Sánchez aprobado por la asamblea del partido en Granada, un intento frustrado para hacerlo en Málaga, la campaña en change.org de Socialistas por el Cambio, el manifiesto de un centenar de militantes de la agrupación de Cádiz...

Pero tampoco van a rendirse, y participan activamente en la recogida de firmas para exigir que no se dilate la convocatoria del congreso para elegir nuevo líder.
El alcalde de Jun (Granada), José Antonio Rodríguez, quien en su día quiso medirse en primarias con Susana Díaz por la secretaría general del PSOE-A, sostiene que llevan unas 40.000 firmas. Ésta no es la principal preocupación del partido en estos momentos, porque hace falta que firmen la mitad más uno de los militantes según los estatutos, y eso es muy difícil de conseguir. Pero sí preocupa la sensación de que con ello quieren evitar que Susana Díaz tenga tiempo para recomponerse y ofrecer su mejor perfil de cara a disputar la secretaría general llegado el momento.
 
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Están locos si piensan que Susana y sus mariachis tienen alguna posibilidad por encima de Despeñaperros, ni aunque se haga un curso de verano de Harvard.( y ella lo sabe)
No creo que gusana piense que no tiene posibilidades, ella vive en otra realidad y lleva demasiados años pisando fuerte y se cree la más. Otra cosa es, que le hagan lo mismo que a pedrito y acaben poniendo este Fernandez que parece una nueva apuesta de los de la cal, viendo artículos como este que ha traído @miraclor78 .
 
No creo que gusana piense que no tiene posibilidades, ella vive en otra realidad y lleva demasiados años pisando fuerte y se cree la más. Otra cosa es, que le hagan lo mismo que a pedrito y acaben poniendo este Fernandez que parece una nueva apuesta de los de la cal, viendo artículos como este que ha traído @miraclor78 .

Le vendría muy bien tomar de su propia medicina.
 
A esta tipa le ha tocado el papel del juego sucio y le va a pasar factura, la deslealtad se paga en política. Además es una perdedora, en Andalucía no ha ganado las elecciones, no puede dar lecciones de NADA.
 
A esta tipa le ha tocado el papel del juego sucio y le va a pasar factura, la deslealtad se paga en política. Además es una perdedora, en Andalucía no ha ganado las elecciones, no puede dar lecciones de NADA.

¿quién ganó en Andalucía?
 
jueves, 6 de octubre de 2016

Parece ser, así es la información que se transmite; así, el nudo de cualquier conversación sobre el asunto, que las organizaciones políticas son entes homogéneos, maquinarias puestas a disposición de un objetivo. Todo lo más, cuando la maquinaria gripa, somos capaces de vislumbrar una especie de mitosis de la que surgen dos mecanismos (igualmente homogéneos que la célula madre). A veces, sin embargo, ¡vaya usted a saber!, todo es más simple o más complejo: estas organizaciones caminan por el sendero que marca el factor humano de sus componentes y los seísmos internos se producen cuando los culos temen que las sillas se escapen.

Los odios y las ambiciones personales pueden más que las razones. Pedro Sánchez accedió a la secretaría general del PSOE no por ser sino por no ser. La balanza del voto se inclina con más frecuencia hacia el lado que evita lo que no deseo que para el que se produzca lo que quiero. No es nuevo, en su día, el mérito del propio Zapatero fue no ser José Bono, Matilde Fernández o, por supuesto, Rosa Díez.

Pero una vez Pedro tuvo el cargo, las cosas cambiaron. Como Juan XXIII, elegido Papa por no ser Siri o Lercaro, por ser viejo y estar enfermo, desarboló su aura de provisionalidad y les montó un Concilio que cogió a todos con el pie cambiado. Susana, en estas, comprobó lo difícil que es mover los hilos cuando el títere está colocado por encima del marionetista.

Los hilos del poder se movían desde Andalucía y desde allí Susana Díaz comprendió que no era su momento y decidió mover los hilos sin que se le viera mucho la cara. Necesitaba un regente, algún provisional que sirviera para una transición, que se llevase los golpes electorales que a buen seguro habrían de venir y que le permitiese posteriormente emerger desde Despeñaperros como salvadora. Sánchez, simplemente, no era Madina. Tenía, pensó Díaz, cara de marioneta.


Con los prebostes de Podemos y, sobre todo, de Ciudadanos –más factor humano- temblando ante el riesgo de unas nuevas elecciones que podrían dejarles en paños menores, a Pedro se le estaba poniendo cara de presidente. El provisional perpetuándose. Mucho para Susana. Había que cortar los hilos, lo malo fue que se le vio la cara…y las tijeras.


Publicado en "El Norte de Castilla" el 06-10-2016
 
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