SUPERVIVIENTES 2019

MADRE MIA COMO ME PONE FERNANDO CORONADO
(el de señoras del hAMPA)

A mi me pone el magnum doble caramelo que acaba de salir

cada cual con sus filias oiga

Pues anda que el de Paco Rabanne "Invictus", me lo pido,

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Yo sigo (con @lajungla) a lo nuestro.

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Alguien con problemas de audición.
Apagas el sonotone y mano de santo.
Me parto cuando dice que habla a gritos porque su hermano es sordo.
Y??
No estás en tu casa mema y al resto de gente le molestan tus berridos
Asientes a todo y pones cara de:angelic:
La madre dijo que su hijo pequeño es sordo totalmente y que en su casa hablan muy alto porque hablan así , que los gritos de Dakota no son por el hermano sordo.
 
Supervivientes: Isabel Pantoja y una despiadada y merecida lección
  • ESTHER MUCIENTES
    Madrid
Miércoles, 3 julio 2019 - 11:44

Supervivientes ha dado el golpe en la mesa que debió de dar (para ser justos) hace muchas semanas. Por fin, Isabel Pantoja recibió la lección y el castigo que se merece el que se niega a hacer lo que pide y lo que es el reality. Llega tarde, pero por lo menos llega

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Isabel Pantoja durante su cara a cara con Mónica Hoyos. TELECINCO

Dice el sabio refranero español que más vale tarde que nunca y, aunque tarde, por fin llegó la lección que Supervivientestenía que haber dado a su gran estrella, dícese Isabel Pantoja, hace muchas semanas. Debe ser que ya se han cansado de excusas baratas y dramas, o más bien que el pitorreo de la tonadillera a la organización ya ha cruzado el límite, o tal vez que los que esperábamos desde hace mucho que se tomaran medidas contra la dejadez y desidia de la folclórica recibimos como agua de mayo que anoche Lara Álvarez, la gran Lara Álvarez dijera 'tú no porque no te ha dado la gana hacer la prueba'.

Fue mucho más dulce, al final estamos hablando de Isabel Pantoja, pero el resumen es ese. A ti no te da la gana hacer la prueba de recompensa, pues no formas parte del grupo a la hora de repartir. Y cumplieron. Mira que Carlos Sobera, el gran Carlos Sobera, intentó que Isabel Pantoja al menos participara en una prueba de recompensa que los concursantes lucharon como jabatos, pero La Pantoja no estaba por la labor. Vamos, que no la salió del bolo y punto pelota.

"No tengo fuerzas (...) Estoy al límite (...) He tenido unos días muy duros y no puedo (...) Estoy agotada (...)", y lo mejor de todo, "si fuera una prueba para el equipo participaría, pero una prueba para algo sólo para mí prefiero no hacerla". Me parto, me mondo y me tiro al suelo y me hago la muerta. ¡Pero si su mayor participación en las pruebas por equipos es decir si tienen que ir para la izquierda o para la derecha! ¡Manda pelotas!

Pero Isabel es Isabel de España y en su mundo interior tiene claro que ella es una gran superviviente y que por eso lleva más de dos meses ahí aguantando bajones, malos rollos, crisis y todo lo demás, que para ella no es poco. Mientras Dakota, que tampoco quería hacer en un principio la prueba de recompensa porque decía que tenía un problema en los ojos y el barro se los ponía como el infierno, aceptó luchar por un cocido de agárrate y no te menees si le daban unas gafas protectoras, Isabel dijo que no, y cuando Isabel dice que no es que no.





"Vamos, Isabel, que estamos en la recta final y ahora hay que echar el resto", le decía un Carlos Sobera que a paciencia no le gana nadie. Pues ni resto, ni recta final, ni Cristo que lo fundó, Isabel está agotada y no tiene el parrús para fiestas. Pues muy bien, no quieres hacer la prueba pues a otra cosa mariposa hasta que... Hasta que Omar consiguió ganar la prueba después de un apoteósico duelo con Fabio, ganó el cocido y se le dio la opción de compartirlo con dos de sus compañeros.

Omar iba a decir que uno de ellos fuera Isabel Pantoja (lo que no haga Omar por Isabel Pantoja no lo hace nadie), pero antes de que abriera la boca Lara Álvarez dejó las cosas bien claras: "Puedes compartir con los dos compañeros que quieras menos con Isabel Pantoja porque no ha querido hacer la prueba". ¡Aleluya! Los querubines del cielo alzaron sus trompetas y entonaron el himno de la alegría. Por fin, Supervivientes hacía justicia. No participas, no comes; no te da la gana hacer las cosas, no recibes recompensa; estás muy cansada, pues también lo estás para comer. Fue merecido, pero también fue cruel, porque a mí me dejan sin el pedazo cocido que les sirvió el programa y el capitán Morgan no tiene mundo para correr.

Hubiera sido vergonzoso que la organización hubiera permitido que Omar compartiera el cocido con una concursante que no había gastado ni una gota de energía, en una concursante que los únicos líquidos, lípidos y demás que había perdido eran los que le arrancaban el sol de Honduras, en una concursante que se ha escudado en su edad y en su debilidad desde el primer programa para no hacer ni una sola prueba de esfuerzo. Pues para los que digan que no es lo mismo tener 20 que 62 años que se lo digan a Chelo García Cortés, que se ha dejado y se está dejando los cuernos desde el minuto uno de Supervivientes.

A Isabel Pantoja se le ha dado todo cuando lo ha necesitado. Se ha intentado hacer de tapadillo, con nocturnidad y alevosía, pero cuando el cántaro va tanto a la fuente es imposible disimular. Que ha necesitado comida, se le ha dado latas; que ha estado baja de moral, se ha llevado a su hija para que pasara la noche con ella; que le ha dado una crisis de ansiedad, se han movilizado hasta los peces para atenderla; que no quería participar en las pruebas, pues se miraba hacia otro lado; que sí quería participar, pero para que pareciese que hacía algo, pues se le permitía; y así todo.

Por eso sorprende tanto que anoche la organización tomara por fin las riendas en esta relación y dijera 'hasta aquí hemos llegado'. Eso sí, la cara que se le quedó a La Pantoja cuando veía casi el cocido conseguido de la mano de Omar y Lara Álvarez le dijo que naranjas de la China fue para enmarcarla y hacer un cuadro. Indignadísima estaba la tonadillera porque Omar, ante la imposibilidad de compartir con ella, había elegido a Albert y Fabio en lugar de a Mónica Hoyos, especialmente a ésta, o a Dakota. Mónica Hoyos se cogió un cabreo monumental, ella fue la tercera que más aguantó y, por supuesto que se merecía ese cocido, pero Omar y Mónica, Mónica y Omar como que no cuajan.

Así que Mónica le pidió al Pirata Morgan que le diera alguna recompensa, el pirata Morgan le prometió merienda y si en ese instante Mónica se hubiera callado todo hubiera sido perfecto, pero Mónica siempre tiene que hacer el espectáculo. "Pues la merienda la voy a compartir con mis compañeras, por todas las mujeres". ¡Vamos ya! El alegato de Mónica con el tema de las mujeres me cansa, me agota.

MÓNICA HOYOS Y SU INNECESARIO ALEGATO FEMINISTA

Sí, Mónica Hoyos está demostrando que es una gran superviviente, la mejor superviviente, pero para ello no hace falta tener en la boca constantemente que esto lo hace por las mujeres. Lo haces por ti, como lo hacen todos, y que seas mujer no quiere decir que lo tengas que estar recordando cada dos minutos.

¿O es que no nos acordamos de Sofía Suescun en la edición anterior? Luchó como una jabata en todas y cada una de las pruebas; dejó para la historia de la televisión la prueba de la rueda que todavía los que somos seguidores recordamos como uno de los grandes momentos de este bendito concurso; pescó, trabajó y se enfrentó a todas las piedras que se le ponían en el camino y, desde luego, pocas veces por no decir ninguna recordó que ella era una mujer y que lo hacía por todas las mujeres de España. Entiendo que hay que hacer drama, que hay que tocar la fibra sensible, que hay que remover conciencias porque todos quieren ganar, pero ya, Mónica, ya.



E insisto, aunque su personalidad no me guste nada y todavía recuerde su paso por GH VIP, creo que Supervivientes es el reality de Mónica Hoyos. Ha demostrado agallas, valor, valentía, sacrificio y supervivencia. Mucho se podría hablar de su convivencia, pero como se podría hablar de la de todos, pero como superviviente está a la altura de los favoritos como Albert, Omar o Fabio. Y eso que desde que fue expulsado y recuperada, Mónica no pasa por sus mejores momentos. Le ha dado hasta un ataque de ansiedad por pensar que su alegato para ser salvada no había sido bueno.

Y es que el enterarse de que Isabel Pantoja la había nominado y la había engañado fue una traición que Mónica no ha superado. Desde entonces ha vivido y vive obsesionada con Isabel Pantoja y como la vendió por tres monedas de cobre. De ser como uña y carne, de una apoyarse en la estrella y la estrella apoyarse en la una, han pasado a ser enemigas acérrimas. Lo que Mónica antes no veía, no quería ver o no quería que se viera ahora es todo un descaro. Isabel Pantoja es la cocinera de la isla y como dice el refrán el que parte y reparte se queda con la mejor parte. Es decir, que si Isabel echa un cazo y medio para sus comensales, ella se echa tres.

No es nada nuevo y estoy convencida de que desde que cogió la olla y el cazo lo ha estado haciendo, pero nadie ha abierto la caja de Pandora, primero, porque es Isabel y, segundo, porque todos beben de la leche de la reina madre. Sí, aquí todos se aprovechan de la estrella que es Isabel Pantoja, igual que ella se aprovecha de sus compañeros para tener el cobijo y el respaldo que una reina como Dios manda necesita.

Ella lo sabe y bien clarito se lo dijo a sus compañeros: "Ya queda poco y van a por la que da audiencia y fama, que soy yo. Doy muchísima audiencia y lo digo y lo diré porque es la realidad (...) Lo que ha pasado en la isla se queda en la isla, por lo menos por mi parte. No voy a reprocharle nada a nadie y llevaré en mi corazón a la gente que yo quiera llevarme, que no son todos". Se puede decir más alto, pero no más claro. La Isabel más soberbia, la Isabel más crecida, la Isabel que tiene claro lo que hasta un ciego vería.

Efectivamente, Isabel da muchísima audiencia, y por eso se está teniendo todos los cuidados que se están teniendo, que no se equivoque. Si no fuera Isabel Pantoja, si no estuviera dando las audiencias que está dando, si no estuviera dando el juego que Telecinco quiere y necesita, se le iba a permitir todo lo que se le ha permitido... ¡JA-JA-JA! Pero que dé audiencia no quiere decir que tenga que ganar Supervivientes. Señores, esto no es GH VIP, ni GH, esto es Supervivientes y para la audiencia es mucho más que unos datos de audiencia.



Isabel Pantoja tiene claro por qué está ahí, por qué sigue y a quién tiene que darle las gracias, y ese alguien es Omar, como lo fue Chelo o lo es Dakota. Y Mónica no está entre ellos. Es lo que más me impresionó del Supervivientes: En tierra de nadie de anoche, el momento 'cruzamos el puente', el momento en el que los concursantes se ponen en un extremo de un puente y se dicen todo lo que se tienen que decir y se reprochan todo lo que se tienen que reprochar.

EL CARA A CARA DE ISABEL PANTOJA Y MÓNICA HOYOS

Era el duelo más esperado desde que Isabel Pantoja rechazara tomarse un té con Mónica Hoyos para arreglar sus diferencias. "Yo no tengo nada que decir", le espetó la tonadillera y Mónica se quedó con las ganas, pero anoche sólo hubiera faltado que la folclórica tampoco hubiera querido participar en el famoso 'Tendiendo puentes'.

Las dos aceptaron y las dos se comportaron como lo que son.Mónica Hoyos haciendo su gran dramón del dolor que sintió y siente porque Isabel Pantoja la nominó, la mintió y no valoró las veces que ella estuvo ahí para apoyarla cuando peor estaba. E Isabel fue Isabel en estado puro: sí, sí, sí yo te quiero mucho, yo te valoro mucho, yo te considero ganadora, pero tú en tu lado y yo en el mío.



"Me sentí muy triste, dolida y decepcionada contigo cuando me nominaste", comenzó su tanda de reproches Mónica Hoyos. "No tenía otra opción", se excusó Isabel Pantoja para explicar por qué la había nominado. No tenía otra opción, suena a la frase que te dice el jefe cuando quiere ponerte de patitas en la calle. No tenía otra opción, pero tampoco la busqué. Vamos, que Isabel Pantoja nominó a Mónica porque Mónica le sirvió de bastón hasta que tuvo otros donde apoyarse.

"Si yo siempre te he visto estupenda", le piropeaba la cantante a una Mónica que ya empezaba con su drama de lágrimas y dolor. "Porque yo te quería", le decía Mónica. "Porque yo me sentí herida", le dijo La Pantoja refiriéndose a cuando le llamó "sinvergüenza". "Porque sí fuiste una 'sin vergüenza' porque me nominaste y me engañaste", le volvió a soltar Mónica. "Porque yo a mis 62 años estoy aguantando mucho y yo aquí lo he pasado muy mal, pero mira donde estoy, donde ha decidido la audiencia que esté", le contestó Isabel a Mónica, cuando ésta se puso en modo 'yo soy una mega, híper, súper superviviente' y le soltó "tú eres una gran cantante, pero no eres la mejor superviviente". Y el 'Tendiendo puentes' acabó en abrazo y un beso que a mí me recordó al beso de Judas y no sé decir cuál de las dos es Judas y cuál es Jesús. Llamadme maligna, pero piensa mal y acertarás.

Un "te quiero" selló un enfrentamiento y tapó una traición que no sé cuánto va a durar porque dudo mucho que Mónica pueda olvidar y dudo mucho que Isabel vuelva, si alguna vez lo ha hecho, a confiar en Mónica. Quedó muy bonito, muy hermoso y muy estupendo, sobre todo para Mónica que no fue salvada de la nominación y tendrá que enfrentarse otra vez a Dakota después de que Albert fuera salvado. Lo siento, pero no me creo nada de nada, de ninguna de las dos. Aquí cada uno se ha buscado el sol que más calienta o el paraguas que necesitaban para resguardarse y lo demás es teatro, puro teatro.

https://www.elmundo.es/television/momentvs/2019/07/03/5d1c3551fc6c8306618b46d2.html
 
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