Sí, es una pena. Yo creo que a veces el dolor puede llegar a ser tan fuerte que la persona hace cualquier cosa con tal de dejar de sentirlo. Pero ¿Cómo sabemos que después de morir se deja de sentir? Sabemos que se deja de responder, pero el que se mata está en realidad tomando un riesgo muy grande, pues no sabemos qué pasa después de morir. ¿Y si ese dolor del que huían en realidad se queda fijo para siempre? Yo la verdad le tengo mucho miedo a eso.
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su***dio, el gran tabú
- AutorTasmania
- Fecha de inicio
Sí, es una pena. Yo creo que a veces el dolor puede llegar a ser tan fuerte que la persona hace cualquier cosa con tal de dejar de sentirlo. Pero ¿Cómo sabemos que después de morir se deja de sentir? Sabemos que se deja de responder, pero el que se mata está en realidad tomando un riesgo muy grande, pues no sabemos qué pasa después de morir. ¿Y si ese dolor del que huían en realidad se queda fijo para siempre? Yo la verdad le tengo mucho miedo a eso.
Interesante tema.
La evidencia de que no hay nada tras la muerte es que no tenemos conciencia de existir hasta los dos o tres años. Antes de la concepción no existe alma ni conciencia simplemente porque no existimos. La conciencia de si mismo, lo que llamamos alma, esta en el cerebro, por eso los ancianos que pierden la conciencia de si mismos con un Alzheimer en realidad no son ya personas, sino vegetales, a quienes nuestra absurda sociedad hace vivir como plantas por no aplicar la eutanasia.Vamos, que se puede estar muerto en vida, no te enteras de nada, asi que ya no digamos después de la muerte. Polvo somos y en polvo nos convertiremos. Nuestra conciencia o alma está viva mientras funciona nuestro cerebro, después no hay nada.
El miedo a la muerte en realidad es el sentimiento de certeza de que después no hay nada, y por eso millones de personas se aferran a las creencias religiosas de la supervivencia del alma, cosa que racionalmente es absurda, por lo dicho: ¿donde estaba nuestra alma antes de nuestra existencia? Empezamos a existir fisicamente al nacer, y mentalmente al tomar conciencia de nosotros mismos. Cuando el cerebro humano muere, muere la conciencia y llega la nada, nuestros átomos vuelven a fusionarse con el Universo, somos polvo de estrellas. Es de perogrullo. Hay que asumir que la vida es finita, que estamos aqui de paso, de ahí que tantos filósofos hayan meditado sobre el sentido de la vida: nacemos por el azar de que dos personas determinadas se conocieron y te concibieron, si por cualquier azar las circunstancias hubiesen sido diferentes y no se hubiesen cruzado, tu ya no existirias. Y dejas de existir al morir, porque tu cerebro, que te daba tu conciencia, muere. Sin más.
Y es que, pensad que nadie supone que las plantas al morir tienen un alma que sobrevive, pero como nosotros tenemos esa conciencia de nuestra propia existencia pues el miedo a la nada aparece.
Y todo el mundo hemos de morir, solo es cuestión de cuando, de más años o menos, pero sabiendo que la muerte es inevitable, si las circunstancias de la vida te resultan insoportables y sin solución, porque este mundo es muy cruel, considero legítimo que una persona tome su única arma, que es su libre albedrio sobre su propia vida, y hay que respetar que decida quitarsela.
Como he leido aqui, la sociedad rechaza al suicida porque se siente culpable por haber dejado que esa persona desease morir. A uno puede no gustarle la vida, puede pensar que de haber podido elegir no hubiese nacido. Eso no se elige, pero si tenemos el poder de decidir sobre nuestra muerte, al final siempre inevitable. Y eso hay que respetarlo y asumirlo. En al Antigüedad clásica el su***dio era considerado un acto honorable, igual que en la sociedad japonesa, por ejemplo. El cristianismo y otras religiones, al considerar que la vida es concedida por una divinidad, condenó al suicida.
Es un tema que hay que afrontar abiertamente, con valentia, y que la sociedad tenga el valor de enfrentarse a sus propios fantasmas, pues un suicida es la evidencia de un fracaso de la sociedad. Pues, como dicen en ese libro, no todos los suicidas son enfermos mentales, simplemente la vida les hace detestable vivirla y tienen derecho a adelantar lo inevitable.
Última edición:
Todo eso son hipótesis, no hay manera de comprobarlo. Y mucho menos son evidencias.Interesante tema.
La evidencia de que no hay nada tras la muerte es que no tenemos conciencia de existir hasta los dos o tres años. Antes de la concepción no existe alma ni conciencia simplemente porque no existimos. La conciencia de si mismo, lo que llamamos alma, esta en el cerebro, por eso los ancianos que pierden la conciencia de si mismos con un Alzheimer en realidad no son ya personas, sino vegetales, a quienes nuestra absurda sociedad hace vivir como plantas por no aplicar la eutanasia.Vamos, que se puede estar muerto en vida, no te enteras de nada, asi que ya no digamos después de la muerte. Polvo somos y en polvo nos convertiremos. Nuestra conciencia o alma está viva mientras funciona nuestro cerebro, después no hay nada.
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http://www.lasexta.com/programas/sa...-propio_20130414572797244beb28d44602fcd3.html
El deber de vivir. El profesor Sampedro.
José Luis Sampedro comenta a Jordi Évole, en cuanto al parado, que “si tuviéramos pensamiento propio se puede resistir bastante”. Es decir, “si se tiene una formación intelectual que convence a uno que debe vivir y mantener su vida, sostenerla con dignidad y hacer frente a no desesperarse. La austeridad es muy triste cuando nos la imponen, pero no cuesta trabajo cuando se tiene”, asegura.
"La austeridad es muy triste cuando nos la imponen"
Se pone en la situación del parado y es “profundamente amargo”. En la piel de un padre de familia que se encuentra con fuerzas y ganas de trabajar pero sin embargo, su familia le ve sin hacer nada. Recomienda el estoicismo, decir “hay que aguantar esto” porque hay que vivir con “dignidad”. “Si nos han dado la vida hay que seguir viviéndola”.
El escritor asegura que “en este momento no tengo ningún inconveniente en morirme, pero tengo que vivir porque tengo el derecho de vivirla. Pero dar este consejo a una familia que no come, le diría que les daría algo por lo menos palabras y un abrazo, pero comprendo que es terrible”.
El deber de vivir. El profesor Sampedro.
José Luis Sampedro comenta a Jordi Évole, en cuanto al parado, que “si tuviéramos pensamiento propio se puede resistir bastante”. Es decir, “si se tiene una formación intelectual que convence a uno que debe vivir y mantener su vida, sostenerla con dignidad y hacer frente a no desesperarse. La austeridad es muy triste cuando nos la imponen, pero no cuesta trabajo cuando se tiene”, asegura.
"La austeridad es muy triste cuando nos la imponen"
Se pone en la situación del parado y es “profundamente amargo”. En la piel de un padre de familia que se encuentra con fuerzas y ganas de trabajar pero sin embargo, su familia le ve sin hacer nada. Recomienda el estoicismo, decir “hay que aguantar esto” porque hay que vivir con “dignidad”. “Si nos han dado la vida hay que seguir viviéndola”.
El escritor asegura que “en este momento no tengo ningún inconveniente en morirme, pero tengo que vivir porque tengo el derecho de vivirla. Pero dar este consejo a una familia que no come, le diría que les daría algo por lo menos palabras y un abrazo, pero comprendo que es terrible”.
Amo la vida y por muy dura que sea a veces, jamás la abandonaría voluntariamente. He visto casos de gente que lo ha pasado fatal y luego la vida les ha sorprendido con cosas muy buenas, si hubiesen arrojado antes la toalla se lo habrían perdido.
Dios me dio la vida y sólo Él me la puede quitar.
Hay que cultivar sobre todo la alegría de vivir, con películas, libros, música, lo que sea que nos ayude a mantener algo de optimismo.
Dios me dio la vida y sólo Él me la puede quitar.
Hay que cultivar sobre todo la alegría de vivir, con películas, libros, música, lo que sea que nos ayude a mantener algo de optimismo.
Todo eso son hipótesis, no hay manera de comprobarlo. Y mucho menos son evidencias.
No tienes en cuenta ningún argumento, lo rechazas sin debatirlo llamándolo hipótesis cuando son evidencias. Ante nuestros ojos está el Universo, pura Física y Química. La hipótesis que hay que comprobar es la existencia de Más allá y la divinidad, eso si que es intentar demostrar la cuadratura del círculo.
Bertrand Russell se hacia antipático a toda la gente religiosa porque sus razonamientos contra la existencia de la divinidad y el más Allá eran abrumadores de lo puro evidentes. Llegó a debatir con un teólogo que tenia que recurrir a las "certezas" de la fé para rebatirley, claro, eran indemostrables.
Stephen Hawkins y compañia ya han dejado en evidencia como se creo el Universo. Todo es Fisica y Química. Y nosotros, aunque seamos inteligentes (en general) somos organismos de celulas y moléculas compuestas de átomos que, en cuanto mueren, hacen que nuestra existencia se extinga con nuestra conciencia. Es evidente.
Hay miles de personas invisibles, ancianos o discapacitados en estado terminal, solos, recluídos en residencias, a los que nadie ve.
A mi no me gustaría que en esa situación me mantuviesen viva, aparte del dineral que cuesta. Prefiero que ese dineral me lo dé el estado en forma de pensión o prestación mientras pueda mantenerme en pie.
A mi no me gustaría que en esa situación me mantuviesen viva, aparte del dineral que cuesta. Prefiero que ese dineral me lo dé el estado en forma de pensión o prestación mientras pueda mantenerme en pie.
Creo que me voy a llevar más de un aspita pero allá voy, hace unos años intenté suicidarme, me tomé pastillas y menos mal que acabé en el hospital, a ver, os voy a intentar explicar que te hace llegar a ese extremo, con una familia maravillosa, hijos lindos etc, es cómo un cortocircuito, no lo pensé ni planeé, simplemente tenía un agotamiento extremo psíquico y físico y quería dormirme para siempre, no tenía fuerzas para seguir, eso había durado años y tenemos límites, yo llegué a él como diría...con la gota que llena el vaso. Nunca antes ni después de ese momento tuve más esas ideas y sí, en el momento de tomar las pastillas no piensas en nadie sólo en que necesitas desconectar. Antes de ello yo pensaba que cómo alguien con hijos era capaz de eso, de abandonar así a un hijo dejándolo "marcado " encima por esta sociedad, a tu esposo, creo que si piensas en ellos piensas que serán más felices sin ti, no en que les dañas sino en que les alivias. Me considero una mujer muy fuerte, pero eso, tenemos límites, el cerebro hace clip y no está en nuestras manos, luego hay gente un poco más débil que reacciona así ante cosas que pensamos, no era para tanto, pero igual era su límite ese.
Saludos !
Saludos !
Yo también tuve mi cortocircuito, cuando intenté romper con un novio acosador y vi que mi propia familia me empujaba a casarme con el porque les parecía maravilloso. Yo rompía con el una y otra vez y mi familia le seguía abriendo la puerta de mi casa y todos empujando para que nos casásemos. Me vi sin salida y estuve a punto de suicidarme. Menos mal que no lo hice y al final conseguí romper con el; hoy todavía tengo que oír en cada reunión familiar aquello de "Tenías que haberte casado con Ramón" y para ellos sigue siendo como el yerno-cuñado que no llegaron a tener porque yo era la rara que no me quise casar con el.Creo que me voy a llevar más de un aspita pero allá voy, hace unos años intenté suicidarme, me tomé pastillas y menos mal que acabé en el hospital, a ver, os voy a intentar explicar que te hace llegar a ese extremo, con una familia maravillosa, hijos lindos etc, es cómo un cortocircuito, no lo pensé ni planeé, simplemente tenía un agotamiento extremo psíquico y físico y quería dormirme para siempre, no tenía fuerzas para seguir, eso había durado años y tenemos límites, yo llegué a él como diría...con la gota que llena el vaso. Nunca antes ni después de ese momento tuve más esas ideas y sí, en el momento de tomar las pastillas no piensas en nadie sólo en que necesitas desconectar. Antes de ello yo pensaba que cómo alguien con hijos era capaz de eso, de abandonar así a un hijo dejándolo "marcado " encima por esta sociedad, a tu esposo, creo que si piensas en ellos piensas que serán más felices sin ti, no en que les dañas sino en que les alivias. Me considero una mujer muy fuerte, pero eso, tenemos límites, el cerebro hace clip y no está en nuestras manos, luego hay gente un poco más débil que reacciona así ante cosas que pensamos, no era para tanto, pero igual era su límite ese.
Saludos !
