Mejillones en salsa de tomate, entrante sano, sabroso y económico
PESCADO Y MARISCO Mejillones en salsa de tomate, receta ligera y rica en proteínas Esta receta de mejillones en salsa de tomate es probablemente la más fácil que hemos preparado hasta la fecha. Equilibrada y accesible para cualquier nivel de cocina.
Los mejillones son muy económicos, exigen escasa preparación culinaria y representan uno de los entrantes más sanos dentro del recetario marino. Te mostramos todos los pasos para cocinar sin complicaciones unos jugosos mejillones en salsa de tomate.
Ingredientes
Para dos personas
Mejillones, 400 g
Dientes de ajo, 3
Tomate pera rallado, 3
Vino blanco, 100 ml
Guindilla, 1
Albahaca, al gusto
01: Limpiar a fondo los mejillones
Imprescindible antes de cocinarlos. Los colocamos bajo el fregadero de la cocina.
Con un cuchillo afilado, cortamos y raspamos el mejillón por fuera. Nos deshacemos de residuos, partes de cuerda o conchas adheridas.
A continuación, podemos frotar con un estropajo de aluminio nuevo para dejarlo impoluto.
Limpiamos bien con agua fría. Si alguno de los moluscos tiene la concha deforme o rota, lo desechamos.
02: Abrir los mejillones con vino blanco
Si usamos menaje de aluminio fundido con capa antiadherente, añadimos primero 50 ml de vino blanco. Calentamos a potencia media-alta. Nada más comience a evaporarse el alcohol, agregamos los mejillones limpios. Esperamos a que se abran y retiramos.
Si usamos una olla de acero inoxidable o de hierro esmaltado, calentáis primero la olla o cacerola. Añadís a continuación los mejillones. Finalmente, vertéis la cantidad del vino, que se evaporará rápidamente.
Los mejillones se irán abriendo con los vapores. Nada más se abran, los vamos retirando.
En cualquiera de las dos opciones, colamos el vino infusionado con los jugos de los mejillones y lo reservamos para incorporarlo después a la salsa.
03: Sofrito de tomate
Podemos usar la misma olla o cacerola, reservando en un vaso la salsa de vino y mejillones.
Agregamos un chorrito de aceite y calentamos a fuego o potencia media. Añadimos los 3 dientes de ajo, los 3 tomate pera rallados, 1 guindilla y salpimentamos. Removemos bien.
Añadimos la salsa reservada de los mejillones con vino. Sumamos otros 50 ml de vino. Removemos y dejamos que reduzca durante unos minutos.
Agregamos albahaca picada a nuestro gusto. Removemos y reservamos.
04: Servir
Quitamos la concha superior a los mejillones. Los colocamos sobre una fuente, bandeja o tabla de pizarra.
Los regamos con la salsa con ayuda de una cuchara. Podemos añadir más albahaca por encima, a gusto del consumidor.
Resultados
Hay muchas maneras de preparar unos buenos mejillones: a la marinera, con salsa de cerveza, salsa verde, con abundante picante... Se pueden servir con generoso caldito, como en sopa, o de esta forma, directamente sobre la carne del molusco.
Los mejillones en salsa de tomate son una fantástica oportunidad para hacer un entrante rico en vitaminas. Es llevarse el mar a la boca. Si, además, empleamos un buen Albariño o Txacolí, no fallaremos nunca con el sabor.
Si limpiar los mejillones todavía os genera dudas, en este artículo, nuestra colega Mer lo explica con todo lujo de detalles y también con fotografías.
En nuestra receta, os hemos separado cómo cocer los mejillones. Si tenéis menaje de aluminio fundido con capa antiadherente, se hace como os explicamos en el punto 02. De lo contrario, podemos dañar la capa antiadherente.
Si usáis una olla de acero inoxidable o de hierro esmaltado, se hace como en el artículo de Mer que os hemos dejamos.
Detalle de vital importancia: en esa mezcla de jugos de los mejillones con el vino evaporándose está el hilo conductor del sofrito que preparamos después. Es lo que hace el resultado tan sabroso y aromático.
Si nunca habiáis cocinado mejillones en casa por mor a fracasar o simplemente por creer que ocupa mucho tiempo, ya no tenéis excusa. Podéis preparar unos jugosos mejillones en salsa de tomate en un momento.
¿En vuestra casa los hacéis distintos? ¿Es típico de vuestra región una preparación concreta que destaque sobre otras? Ya sabéis que tenéis nuestro Facebook para compartir todas esas historias que conectan comida, culturas y comunidades.
Económico, resolutivo y sano. No sé qué más deciros: ¡probadlos de una vez!
El panecillo más tierno y agradable de la panadería española es, además, muy sencillo de hacer en casa. Prepárate a disfrutarlo recién hecho aunque no seas un experto en masas.
Los molletes de Antequera son unos panecillos, muelles -de ahí viene su nombre- y poco tostados, con corteza muy suave, de forma ovalada y planos, con los que los nativos se regalan los desayunos y meriendas en Andalucía; nuestro gran jefe sioux Mikel López Iturriagaya cantó sus alabanzas. En ese mismo artículo, Ana Vega “Biscayenne” nos contaba que es difícil rastrear el origen de los molletes porque con ese nombre se han conocido desde la noche de los tiempos distintas piezas de pan y bollería: «La palabra describía cualquier pan que fuese esponjoso y "muelle" (blando): así lo define el diccionario de Nebrija de 1495».
Los molletes parecen nacidos para gustar a grandes y pequeños, además de para recibir ricos rellenos y untos de muy diversa índole. La blandura y el escaso tostado de los molletes, que según cuentan es a porque nacieron como panecillos para la clase acomodada y desdentada, favorece que se consuman tostaditos, bien abiertos y bien enteros (sobre esta cuestión existe una agria controversia). Pues aquí llegamos nosotros para deciros que, además de todas estas cualidades, son razonablemente fáciles de hacer en casa sin grandes habilidades amasatorias ni harinas rarunas.
La receta que utilizo es de Eulalia W. Petit, del magnífico blog Un Pedazo de Pan, de obligado seguimiento si queréis aprender habilidades panaderas con todo su fundamento. Ella utiliza harinas variadas en sus molletes, pero para simplificar os indicamos el uso únicamente de harina panificable, papel para el que os puede servir cualquier harina corriente de supermercado (ojo, no de fuerza ni de repostería, corriente sin más).
Dificultad
Para ser una masa, es fácil.
Ingredientes
500 g de harina panificable
325 ml de agua
10 g de sal
3 g de levadura de panadería liofilizada (o 10 g de levadura fresca)
50 ml de aceite de oliva virgen
Preparación
En un bol, mezclar todos los ingredientes excepto el aceite de oliva. Amasar a mano o con robot un minuto y dejar reposar 10 minutos.
Añadir entonces el aceite de oliva y amasar en intervalos de un minuto, separados por reposos de la masa de 10 minutos (el reposo amasa, como dice Ibán Yarza), hasta que la masa esté fina y elástica (por lo menos 3-4 ciclos).
Hacer una bola con la masa -estará pegajosilla, debéis resistir la tentación de poner más harina o los panecillos saldrán más pesados- y ponerla en un recipiente engrasado con aceite. Tapar y dejar que fermente hasta que doble su tamaño.
Cuando la masa haya doblado, pasarla a la encimera bien enharinada o espolvoreada con sémola. Aplastarla con la mano para quitarle el gas de la primera fermentación.
Hacer un rollo con la masa, como si fuera un brazo de gitano, en forma de barra grande.
Cortar el rollo en 8 rodajas cuanto más parejas, mejor (de unos 110 g). Girar cada rodaja para que el corte mire hacia arriba y aplastarla con los dedos en forma de zapatilla/óvalo. Espolvorear a conciencia los cortes de la masa con harina o sémola para que no se peguen.
Colocar los molletes bien enharinados sobre un paño, también espolvoreado de harina y tapar con plástico para que vuelvan a fermentar. Crecerán apreciablemente (necesitarán por lo menos una hora).
Cuando los panecillos hayan doblado el volumen (más o menos), pasarlos con cuidado a una bandeja forrada de papel de hornear, volteándolos.
Cocer en el horno previamente calentado a 220° -en la solera (base) del horno, si no tenéis piedra para pizza ni nada parecido- en dos tandas de cuatro panecillos, durante 12-15 minutos, hasta que hayan crecido un poco y estén empezando a coger color.
No deben tostarse casi; cuando estén listos sacarlos a una rejilla para que enfríen del todo. Y a rellenarlos con exquisiteces, tostados o sin tostar, abiertos o sin abrir: no vamos a coartar vuestro libre albedrío.
Los buñuelos de bacalao es otra de las recetas típicas de semana santa que no debemos dejar de hacer junto con el potaje de vigilia, las torrijas o los famosos buñuelos de viento.
Esta receta de buñuelos de bacalao es la típica de las abuelas, recuerdo hace años cuando nos hacia un cantidad increíble de buñuelos de bacalao y no podíamos dejar de comerlos. También son muy típicos en muchos bares de Madrid.
Existen recetas en internet con los buñuelos de bacalao al horno pero la verdad es que la mejor forma de hacer los buñuelos son fritos, aunque sean más calóricos.
Ingredientes para hacer buñuelos de bacalao
200 gramos de bacalao desalado y desmigado
1 ajo
1 huevo
Perejil fresco
1 cucharada de levadura royal
140 gramos de harina de trigo
Azafrán y un toque de colorante
150 ml de agua
Cómo hacer buñuelos de bacalao
1.- Es una receta fácil de hacer así que lo primero será mezclar el bacalao con el ajo, el perejil picado, el azafrán, la harina, el agua y la levadura. Le ponemos un pelín de sal si lo vemos necesario aunque yo no le puse.
2.- Mezclamos muy bien hasta que se integre todo.
3.- Freímos en abundante aceite caliente. Cogemos con una cuchara sopera y dejamos caer en el aceite un poco de la masa. Se formará la bola sola mientras se fríe. Dejamos escurrir el aceite en papel absorbente.
Vídeo-receta de aperitivo: bolitas fritas a los dos quesos Pueden servir como una pequeña demostración de nuestra habilidad culinaria cuando tengamos invitados: si hacemos un entrante tan rico..., ¿cómo será el plato principal?
Simone Ortega fue una de las grandes pioneras en el mundo editorial de la cocina en España. Nuera de Ortega y Gasset, su maravilloso '1080 recetas de cocina' es una biblia culinaria. Se trata de uno de libros más vendidos en nuestro país, donde encontrar todo tipo de platos, explicados con claridad y con la certeza de que siempre saldrán bien. De uno de sus aperitivos nos inspiramos hoy para preparar unas bolitas de queso fritas, que son un éxito garantizado a la vez que muy sencillas de preparar. La relación esfuerzo resultado es imbatible. Un bocado lleno de sabor que se puede realizar con el queso de pasta dura de nuestra elección o mezclar distintos tipos para conseguir mayores matices de sabor. Pruébalas mojadas en una salsa agridulce de mango, tomate frito casero o naturales. ¡Crujientes por fuera, fundentes y cremosas por dentro, cuando pruebes una no podrás parar!
El viernes 12 de abril se celebra el Día Mundial del sándwich mixto. Para celebrarlo, repasamos los mejores de Barcelona, donde se llama bikini
Debe Barcelona su exótica denominación del sándwich mixto -bikini- a la sala de fiestas homónima, fundada en 1953 en el último confín sur de la Diagonal, sitio de guateques y jarana de la alta burguesía, que compaginaba barra, bailoteo, minigolf y un apreciado "bocadillo de la casa", sí, el mixto. Tal fue la fama que adquirió el "planchado" discotequero que, como en tantos otros productos seminales y exitosos -a pesar de proceder del más antiguo y suculento croque monsieur francés-, tomó la marca por genérico, y desde entonces nadie en Barcelona entendería una orden de mixto en un bar.
Otro punto de inflexión en el conocido bocata caliente y su éxito más contemporáneo y gourmet habría que imputarlo a Ferran Adrià y Juli Soler, que lo sirvieron en la inauguración del poco recordado Talaia (1995), su primera incursión en la ciudad. Las bandejas que llevaba en volandas Juli eran asaltadas sin piedad al descubrir que aquel bikini incorporaba... trufa. De ahí la fama que luego rentabilizó Carles Abellán (que fue chef del Talaia) en sus locales propios, y que todavía triunfa en el Tapas 24 (Diputació, 269), con mozzarella y jamón ibérico, ojo.
Con trompetas de la muerte, queso y yema de huevo curada, en Gresca. UNA COMBINACIÓN SIEMPRE GANADORA
La combinación ha hecho fortuna, y en la Viblioteca (Vallfogona, 12) la repiten para alborozo de su clientela. Ciertamente, el bikini se ha convertido, ahora ya con multitud de variantes, guiños y metáforas, en uno de los puntazos de aquellos locales que, desde la informalidad, apuestan por la alta cocina. Véase al propio Rafa Peña (Gresca, Provenza 230) y sus propuestas a base de presa ibérica con comté o con trompetas de la muerte, queso y yema de huevo curada. Otro mundo. O el insacable de la carta del deseado Mont Bar(Diputació, 220), con camarones, pies de cerdo y salsa cantonesa. No se detiene ahí la cosa. En Mostassa (Mallorca, 194) lo preparan "verde" con pesto, mozzarella, guacamole y espinacas. También en onda "veggie", el de Otto Sylt (Gran Via, 622) incorpora tres quesos. Rollo productazo el de sobrasada, mozzarella de búfala y miel de romero de Sagàs (Pla de Palau, 13). Y divertidos, en La Boneta (Balmes, 139), con quesos artesanos y de leche cruda y toques de higo, lomo...
Sánwich mixto en Melt, "puro arrebato de fundencias".
Sin embargo, si vamos de bikinis comme il faut, el destino ha de ser el Melt (Rosselló, 207), que, como su nombre sugiere, es puro arrebato de fundencias entre pan y pan. Pan que compran en Baluard, panadería de referencia, y que rellenan de todo tipo de caprichos indeclinables: pastrami, queso y choucrout; sobrasada... Pero su must es sin duda el de cheddar irlandés, cebolla roja, rúcula y mostaza de Dijon. Opciones notables con baguette también hay, como el de La Esquina (Bergara, 2).
Preparar este riquísimo bocata de calamares es ‘Así de fácil’
Una receta rápida y original de Eugeni de Diego
COMER
21/04/2019 06:00
¿A quién no le gusta un buen bocata de calamares? Después del de jamón, es posiblemente uno de los bocadillos más populares que existen en nuestro país. Pero prepararlo en casa a veces nos da pereza, entre otras razones porque nunca nos queda igual que en el bar.
Atento, porque con esta receta de Eugeni de Diego te quedara todavía mejor y además, en un plis plas.
La receta:
Ingredientes para la masa de la fritura:
> 180 g de cerveza
> 140 g de harina todo uso
> Sal, c/s
> 300 g de calamar a rodajas
> Aceite para freír, c/s
Ingredientes para el emplatado:
> 4 unidades de pan para bocadillo (baguette, viena o mollete)
> 1 lechuga pequeña
> 50 g de mayonesa
> Una lima
Utensilios:
> Un cuchillo
> Un bol
> Un tenedor
> Papel para escurrir
> Un rallador
Paso a paso:
1. En un bol, mezclar la harina con la sal para la masa de la fritura.
2. Añadir lentamente la cerveza a la mezcla anterior hasta obtener una masa homogénea.
3. Calentar el aceite a 180 ºC.
4. Añadir las anillas de calamar una a una a la masa y rebozar.
5. Freír en el aceite hasta que estén doradas. Escurrirlas en papel absorbente. Poner a punto de sal.
4. Abrir el pan longitudinalmente, untar con mayonesa, introducir una hoja de lechuga y disponer las anillas de calamar. Terminar con toques de mayonesa y rallar piel de lima por encima.
Trucos:
1. Para saber si el aceite está lo suficientemente caliente, puedes poner un poco de masa en el aceite, si ‘’flotan’’ el aceite está listo para freír.
2. Añádele un poco de pimentón picante a la mayonesa, mézclalo y obtendrás una rica mayonesa picante para el bocadillo.
LÍDIA PENELO
23/04/2019 07:00
Actualizado a 23/04/2019 07:43
La salsa de anhoas es muy popular en la Provenza, donde se prepara con aceitunas negras. Nosotros te proponemos una versión sencilla de la salasa de anchoas, ideal para acompañar platos de pasta, carne, pescado o ensaladas. Además de su versatilidad, esta receta es económica, rápida, fácil y rica en omega 3.
Aliña pasta y ensaladas con esta salsa rica en omega 3 Ingredientes
Cómo hacer muslos de pollo en el microondas Una receta fácil, rápida y sencilla para toda la familia
LÍDIA PENELO
24/04/2019 07:00
Actualizado a 24/04/2019 07:35
La receta que te proponemos es fácil, rápida, nutritiva y te puede solucionar una cena para toda la familia. Preparar unos muslos de pollo en el microondas no presenta ninguna complicación, los puedes preparar al momento o la víspera antes de llevártelos al trabajo en un táper. Y si quieres los puedes acompañar con unas verduras, también preparadas en el microondas.
Una receta fácil, rápida y sencilla para toda la familia Ingredientes
> 4 muslos de pollo.
> 4 patatas.
> 1 cebolla.
> 1 limón.
> Aceite de oliva virgen extra.
> Perejil al gusto.
> Pimienta negra al gusto.
> Sal al gusto.
Cómo hacer muslos de pollo en el microondas Elaboración
1. Pica la cebolla muy fina y ponla en un recipiente para microondas.
2. Lava y pela las patatas en rodajas finas y ponlas encima de la cebolla.
3. Riega con un buen chorro de aceite y espolvorea un poco de sal por encima.
4. Calienta la cebolla y las patatas en el microondas unos 4 minutos a máxima potencia.
6. Saca el recipiente del microondas y añade los muslos. Rocía con el zumo de medio limón, un chorro más de aceite y una pizca de perejil.
7. Introduce en el microondas durante unos 5 minutos a máxima potencia.
8. Retira, da la vuelta al pollo con cuidado de no quemarte con el vapor, riega de nuevo con aceite y el zumo de la otra mitad del limón. 9. Pon el modo grill 5 minutos y ya estará listo para servir.