SOCIEDAD

en mi computadora sale advertencia en cuanto a las fotos, no pueden guardarse.
a lo mejor por eso no las podemos ver.
 
No basta con ser consciente del mundo en que vivimos, cada vez más egoísta e inhumano. Cuando se compra en empresas que tienen talleres de esclavos, cuando se espera un día o varios en la calle para comprar el iPad último modelo, la televisión más grande y moderna que haya existido nunca... cuando se prima la competencia muy por encima de la colaboración, cuando se consume sin reflexión alguna y por el mero placer de hacerlo, cuando se enfoca todo hacia el individuo y no al colectivo... estamos contribuyendo a este mundo que a muchos tan poco nos gusta, el mundo de "produce, consume, salva tu propio culo y no pienses".
 
¿Y hacemos algo para evitarlo?


Y no hay nada más que decir. De poco sirve ponerse filosófico si no hacemos una mierda, es así de simple y sencillo. La mejor revolución que puede hacer el ciudadano es no pertenecer a esta Matrix. No hay más.
 
Así salían de fiesta nuestras abuelas y abuelos
Historias de gamberrismo alcohólico, revolcones en el pajar y bailes en los que los cuerpos no se tocaban

SABINA URRACA
2 NOV 2017 - 11:53 CET


María Trinidad carraspea un poco al otro lado del teléfono. "Perdóname, hija, que es casi no hablo por este chisme nunca y no sé si me oyes bien. Me dice mi hija que quieres que te hable de las fiestas del pueblo". María Trinidad tiene 73 años, 9 hijos y 16 nietos. Vive en un pueblo manchego que antes habitaban 40 familias y ahora sólo 15. Ha trabajado la tierra, ha sacado adelante a toda su prole, ha sido viuda muy joven, se ha vuelto a casar. Y, sin embargo, cuando me empieza a hablar de sus fiestas, sus borracheras y sus bailes, siento una extraña empatía. Me invade la sensación de que esta señora y yo, de haber coincidido en el espacio tiempo en edades similares, habríamos partido la noche.

"Alguna vez me he puesto mala, de vomitar en la cochera o en la cama -me cuenta con un puntito de emoción en la voz- pero en general el vino me ha sentado siempre muy bien, se me asentaba el cuerpo y lo pasaba de lo más bien. Mis hermanas, que somos 7, son buenas bebedoras y buenas bailadoras, y no veas las que hemos liado. Sobre todo de solteras, pero también de casadas. De acabar llorando y riendo tiradas en el suelo. Una vez mi hermana Soledad, que en paz descanse, se cagó en la puerta de casa del cura".


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Foto cedida por la familia Urraca.


María Trinidad inicia así una retahíla de anécdotas de auténtico gamberrismo alcohólico que incluyen revolcones en el pajar, concurso de a ver quién tenía las t*tas más grandes del pueblo y huidas a mearse en el vino de los del pueblo de al lado. Su charla alcohólico-escatológica, y absolutamente gloriosa, culmina con una imagen brutal: Maritrini y sus 6 hermanas, absolutamente cocidas, robando chorizos del secadero de un vecino al que odiaban. "Salimos agarradas del brazo, aguantando la risa, con las ristras de chorizos colgadas del cuello como collares", recuerda entre carcajadas. Su risa se transforma en un silencio acongojado. Se controla para no llorar. "Perdóname, hija, pero es que yo soy la pequeña, y ya hay muchas de mis hermanas que me faltan", me dice con un hilo de voz.

Dolores, de 76 años, a diferencia, vivió una juventud corta, con poco lugar para fiestas. "Me casé a los veinte, y antes tampoco me dejaban salir mucho. Iba a todos lados con mi tía María, que era mi carabina, aunque yo no tuve novio hasta los diecinueve. No era lo mismo vivir en un pueblo que en una ciudad, como yo", me cuenta. En ocasiones, la vida exterior de una mujer comenzaba al casarse y terminaba con el nacimiento del primer hijo. Es el caso de Dolores. "Por suerte, tardamos seis años en tener a mi hijo Manuel, y esos seis años íbamos para aquí y para allí, a las verbenas del verano, a la pradera de San Isidro. Yo nunca he sido mucho de bailar, porque no sabía casi", dice encogiéndose de hombros


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Foto cedida por la familia Urraca.


Los bailes de juventud de Dolores cuando estaba soltera estuvieron marcados por el miedo a juntar los cuerpos. "Había que dejar un palmo y medio de distancia entre el hombre y la mujer, no te podías mirar a los ojos demasiado. Yo, además, era tímida, me daba vergüenza. Y ya luego, de casada, bailaba con mi marido solamente", recuerda. Cuando la animo a contarme su fiesta más loca, le cuesta encontrar las palabras, se llena de pudor. "Hay una noche un poco loca, pero no te la puedo decir", dice entre risas. Finalmente accede, y, dando muchos rodeos, confiesa: "Ya teníamos a mi primer hijo, pero alguien se quedó cuidándolo y salimos a una cena del trabajo de mi marido. Yo no sé cuánto bebimos, pero el cava se me debió subir a la cabeza. A la vuelta a casa, en el ascensor, de pronto me vi abrazada a mi marido y le dije: Manolo, ¿qué estamos haciendo? Esto se hace en la cama, no aquí".

Mauro, tinerfeño de 80 años, recuerda con nostalgia los carnavales de su isla: "Nos disfrazábamos de todo: de soldado, de chino, de mascarita... Siendo muy jovencito, recién puesto el pantalón largo, bailaba con muchas chicas. Todas iban preciosas, con sus volantes y sus sombreros. Era como una fiesta de película, con su orquesta y su baile". Con respecto a la bebida, Mauro cuenta que se hacía una especie de botellón: "De muy chicos, como no queríamos ir a beber a la venta con nuestros padres y no teníamos tampoco mucho dinero, comprábamos vino barato, o se lo robaba alguno al padre, nos juntábamos en la azotea de alguna casa y nos lo bebíamos callandito". Mauro reconoce haber sido buen bailarín. Tararea "Toda una vida", de Los Panchos, y cierra los ojos para recordar la cara de las chicas que se le cruzaron en la vida. "Había una que me gustaba mucho, que me parece increíble que no me acuerde yo ahora de su nombre.


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Foto cedida por la familia Urraca

Enrique, de 75 años, dice que las mejores fiestas las ha pasado ya de más mayor, en su Extremadura natal. "De chicos andábamos sin dinero, siempre medio mendigando vino, con las muchachas que no se te dejaban acercar, que les daba vergüenza bailar", dice con cierto pesar. En cambio, se le alegra el rostro cuando le vienen a la memoria las Navidades con la familia, la compra de la primera radio, apartar los muebles para bailar. "Los hombres fumábamos puros, y las mujeres unos cigarros finos que ahora no me acuerdo cómo se llamaban. Teníamos nuestras bebidas, nuestra música... ahí no faltaba de nada", recuerda. También Mauro rememora con felicidad las fiestas en casa, en Canarias: "Hacíamos comidas debajo de la parra, en el patio. Las mejores fiestas son con un plato de costillas con papas, un vino bueno...". Y comienza, al igual que Maritrini, a relatar todo tipo de travesuras de borrachera: "Una vez tiramos a mi hermana María Pilar al aljibe para que se le bajase el vino de la cabeza, otra vez cogimos las bicis y nos llegamos hasta la playa de noche, a bañarnos en cueros. Eso sólo los chicos, claro. A las chicas las tenían más amarradas".

Al final de la conversación, cuando los recuerdos de fiesta se pierden en batallitas de servicio militar y amigos de la familia, Mauro se lanza de nuevo a intentar recordar el nombre de la chica que tanto le gustaba. "Era del Barrio de la Salud. La acompañé a casa y le di un beso. Luego ya no la volví a ver, porque la casaron con un compañero de empresa del padre. Era muy guapa, con unos rizos...". De pronto, abre los ojos, se le ilumina la mirada y exclama: "¡Charito!". Y vuelve a tararear la canción de Los Panchos que bailó con ella.

https://elpais.com/elpais/2017/10/31/tentaciones/1509447537_233278.html?por=mosaico


 
Ya no son solterones: ahora los 'singles' viven sin estigmas
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ALE APAI


La realidad social es cada vez más plural. Tener pareja estable o formar una familia ya no es la única vía válida para ser feliz

Desarrollar una carrera profesional o viajar por el mundo descubriendo otras culturas puede reportar realización personal y satisfacción


"Llevo casi cinco años sin pareja. ¿Realmente crees que en todo ese tiempo no he tenido interés en nadie o ninguna chica ha llamado mi atención? La cuestión está en que priorizo el ritmo de vida que llevo, el cual es incompatible con lo que se entiende por tener pareja o la intensidad que puede demandar una mujer con la que quedas asiduamente. Es difícil de explicar y seguramente más aún de entender". Mariano, de 33 años, no quiere mantener una relación estable porque trabaja de noche, estudia una carrera y dedica el poco tiempo libre que le queda a viajar y practicar deporte.

De la misma opinión es la treintañera Carolina, que aspira a una plaza de funcionaria. "Estoy opositando y no puedo atender a nadie. No sólo renuncio a un noviazgo: también a salir a bailar o a cenar, porque si lo hago me siento fatal". Samuel (32) simplemente vive el momento al margen del estado civil. "No puedo o no quiero tener novia porque no hay necesidad de complicarse la vida y estar dando explicaciones". Y Laura (35), después de una ruptura muy dolorosa que le dejó el corazón roto, vivió una "crisis interior positiva" y llegó a la conclusión de que "se puede ser feliz sin pareja y sin ansiedad por que llegue".

En otra etapa, es probable que esta generación se encontrara con presiones sociales del tipo "se te va a pasar el arroz" o la eterna pregunta "¿cuándo te vas a casar de una vez?", que aun hoy persisten por una cuestión cultural, según los expertos consultados por ZEN. Sin embargo, la sociedad cada vez es más flexible con la soltería.

"Antes eras un solterón y, sobre todo, una solterona que se quedaba para vestir santos. Hoy en día eres single y tienes una vida interesante: viajas, quedas con amigos... Pareces una persona a envidiar", analiza la psicóloga Isabel Serrano Rosa, que añade: "Tampoco es vital para procrear, otra de las motivaciones cuando la sociedad era menos permisiva. La familia monoparental ya está integrada".

Más hogares unipersonales
Aunque el Instituto Nacional de Estadística (INE) no elabora informes donde se distinga si la soltería es una opción o una situación circunstancial, sí refleja que la cifra de españoles que viven solos no deja de aumentar: el 25,2% de los hogares son unipersonales, es decir, 4,6 millones. Se le llama sologamia o soloísmo, con un enfoque más positivo que antaño, aunque en muchos casos este fenómeno no conlleve la soledad.

Lo demuestran los clubes para solteros, que proliferan como setas. Una industria creciente en torno a los singles, con portales repletos de planes y gadgetspara cuidar a perrhijos como S1ngular o Solo-ish, bajo el lema Solteros, pero lejos de la soledad, en The Washington Post. Y hasta empresas que organizan bodas unipersonales, como I Married Me.

Pero fuera de anécdotas que se convierten en noticia por obra y gracia de las redes sociales -la boda consigo misma de la italiana Laura Mesi ha llegado hasta la BBC-, los expertos animan a no juzgar a la ligera este estilo de vida, tan válido como cualquier otro, "porque los códigos sociales están cambiando y la idea de que sólo existe una vía para ser feliz ha quedado en el pasado", explica David Lanzas, psicólogo de Álava Reyes. "Puede apetecerte tener una pareja pero no la buscas de forma desesperada o que prefieras no tenerla. La idea de que un soltero es egoísta o no desarrolla sus afectos es falsa e irracional.Caemos en el reduccionismo poniendo de manifiesto que estamos todos configurados para un mismo objetivo".

El profesional aconseja no escoger una opción de vida por el qué dirán. "Tenemos que aprender a independizarnos emocionalmente de nuestros referentes, y esto pasa por ser leales a nosotros mismos y empoderarnos. Si nos forzamos a tener pareja sin sentirlo, no es justo para esa otra persona que nos tiene como prioridad".

Los motivos
Desarrollar una carrera profesional apasionante o viajar por el mundo descubriendo otras culturas puede reportar realización personal y satisfacción. Por supuesto, esto no es incompatible con tener pareja, aclaran los psicólogos, pero el lugar hacia donde dirigimos nuestra energía es una cuestión de prioridades. "Hoy se puede elegir sin que eso conlleve problemas. Están los siempre solteros, que no desean estabilizarse, y los nuevos solteros, que tuvieron sus relaciones o estuvieron casados, acabaron mal y huyen del compromiso como de la peste. En algunos casos tienen hijos y no quieren más preocupaciones", reflexiona Serrano Rosa, que en consulta se encuentra con que apostar por el "para toda la vida" cuesta. "Hay miedo a fracasar, a que se rompa la relación y terminar con el corazón partido, a negociar y a perder la libertad".

Las apps de citas
"En España, el 37% de nuestros usuarios tiene entre 30 y 40 años", afirma Claire Certain, directora de tendencias de la aplicación Happn. "No es que los solteros sean más exigentes ahora que hace 10 años, pero es cierto que las appspermiten ampliar su horizonte e ir más allá de su círculo de conocidos".

"Los cómicos caricaturizan la vida en pareja como una prisión con obligaciones y renuncias. ¿Si puedo tener el amor, que es la sustancia, para qué llevarme también la cáscara de la relación estable?", se pregunta Serrano Rosa.



Los tres factores que explican la soltería elegida

    • LA NO CONCILIACIÓN: Según el doctor en Filosofía Francesc Torralba, autor de Elogio de la madurez, las enormes dificultades para articular la vida familiar y laboral en la actualidad han provocado que muchas personas opten por una vida 'solitaria' entre los 30 y los 50 años. "Para ser excelentes profesionales, exigentes y competitivos, les resulta imposible o extremadamente difícil alternar una vida conyugal con sus ocupaciones. Esto no ocurre en el mismo grado en países del norte de Europa, donde se dan más facilidades para conciliar y se fomenta la natalidad con medidas".

    • RELACIONES LÍQUIDAS :El filósofo y sociólogo polaco Zygmunt Bauman habló de 'modernidad líquida' para categorizar una época carente de valores duraderos. "El compromiso o los vínculos sólidos provocan terror. Se prefieren relaciones esporádicas para preservar la independencia", apunta Francesc Torraba.

    • AUTORREALIZACIÓN :Cada sujeto dibuja un proyecto de vida y persiste en sus objetivos. "La vida laboral es tan dinámica que exige poco arraigo y las relaciones terminan siendo un obstáculo para muchos individuos. Hay quien le llama egoísmo o pasotismo, pero tiene más que ver con un contexto social de precariedad".
http://www.elmundo.es/vida-sana/familia-y-co/2017/11/07/59fb91a2468aeb2e578b45d0.html
 
https://s1.eestatic.com/2017/11/20/mundo/america/eeuu/Estados_Unidos-Consumo_drogas-s*x*-Sucesos-EEUU_263486771_54774492_1024x576.jpg
Las fiestas incluyen rituales con alcohol y s*x* E.E.

EEUU EEUU
Las fraternidades en jaque: 18 copas en dos horas o cómo morir de fiesta
Las universidades de cuatro estados suspenden la actividad de sus hermandades tras la muerte de 4 jóvenes.
21 noviembre, 2017 02:51

José Gallego Espina @josegallego81 Washington DC


Fiestas, alcohol y s*x*. Esa es la imagen más extendida de las fraternidades universitarias de EEUU, en buena parte gracias al retrato casi siempre complaciente que Hollywood ha procurado hacer de ellas. En general, se muestra el lado más divertido de la vida en estos clubes de élite, donde los estudiantes conviven en una blanca mansión bajo las siglas del alfabeto griego, saltando de juerga en juerga y haciendo contactos para garantizar una futura carrera de éxito.

La realidad, en cambio, no es siempre tan perfecta y en algunos casos puede acabar llevando a los integrantes de estas instituciones a ser acusados de violaciones, abusos e incluso homicidios. Sólo en lo que llevamos de año cuatro jóvenes pertenecientes a estas hermandades han muerto durante sus celebraciones en distintas circunstancias. La cifra supera las 75 víctimas si contabilizamos todas las de la última década.

El problema no es nuevo. La primera muerte por novatadas en instituciones educativas superiores estadounidenses está datada en 1873, en la Universidad de Cornell. Pero ha sido este repunte de 2017 el que ha llevado a las autoridades policiales, la opinión pública y las universitarias no sólo a abrir investigaciones criminales sobre algunos casos y pedir una revisión del sistema actual, sino a prohibir directamente las actividades ‘griegas’ en varios campus en los estados de Florida, Luisiana, Texas y Pensilvania.

Hasta hace poco la permisividad era la tónica general ante los problemas que generaban, ya que los rectorados preferían mirar hacia otro lado y beneficiarse de los servicios que las fraternidades prestan a los campus, así como de las donaciones que sus exmiembros suelen hacer cuando se gradúan. Sin embargo, las últimas muertes, tan seguidas y parecidas, han obligado a dar más severidad a la respuesta.


El caso reciente es el de Matthew Ellis, un miembro de 20 años de la fraternidad Phi Kappa Psi de la Universidad Estatal de Texas. Este pasado lunes fue encontrado muerto tras una de las fiestas. Justo una semana antes, la organización nacional de las Phi Kappa Psi ordenó a este centro específicamente paralizar sus actividades sociales debido a una investigación que ya estaba en curso por otros incidentes. Sin embargo, la fraternidad organizó un evento fuera del campus durante la noche del domingo.

Ellis fue declarado muerto a la mañana siguiente. Las circunstancias del suceso están siendo investigadas, pero el alcohol parece ser el motivo, aunque como se ha demostrado este año con otros casos, puede haber más responsables.

Torturas con alcohol
De hecho, este suceso guarda paralelismos con otro de principios de año, el más mediático de todos, ahora en pleno proceso judicial. Se produjo a principios de febrero. Timothy Piazza, de 19 años, perdió la vida mientras participaba en uno de los actos de la Beta Theta Pi, en la Universidad de Penn State. Los investigadores han descubierto que sus compañeros le hicieron tomar 18 bebidas alcohólicas en menos de dos horas.

Los últimos momentos de este joven fueron una “tortura”, según lo define esta familia. Una cámara grabó lo que ocurrió en la fiesta. El chico, muy borracho, cayó varias veces por unas escaleras a lo largo de cuatro metros y se golpeó la cabeza quedando inconsciente. Los compañeros intentaron reanimarlo zarandeándole y golpeándole. Uno de ellos sugirió pedir ayuda, pero el resto lo mandó callar y dejaron a Timothy tendido sobre el sofá.

Hay estudiantes acusados homicidio involuntario por dejar morir en su vómito a un 'hermano' tras 12 horas de agonía

Allí recuperó la conciencia durante unos minutos, vomitó y volvió a desplomarse. Nadie pidió auxilio, dejando al estudiante tirado allí toda la noche, durante 12 horas, sin recibir atención médica. A las 11 de la mañana del día siguiente los ‘hermanos’, viendo que no despertaba, pidieron una ambulancia, pero ya era tarde. Al día siguiente fallecía.

La fiscalía presentó cargos contra 18 miembros de la fraternidad por tortura involuntaria, suministro de alcohol a menores y homicidio involuntario, entre otros delitos. La dirección académica del centro suspendió las fraternidades y la fiscalía del distrito abrió una investigación que aún continúa. De hecho, este lunes acusaba a otros cinco integrantes de la Beta Theta Pi por la muerte de Timothy.

Novatadas y abusos
Andrew Coffey era otro veinteañero, esta vez en la Pi Kappa Phi de la Universidad Estatal de Florida. Fue hallado sin vida el pasado 3 de noviembre, también después de una celebración organizada por la hermandad. La policía sostiene que existen indicios de que el alcohol podría haber sido un factor clave en esta muerte, pero las autoridades esperaban los resultados completos de una autopsia.

Tras el suceso, la universidad suspendió las actividades de las fraternidades, generando una oleada de protestas en el campus, donde más del 20% de los alumnos pertenece a alguna de estas agrupaciones. Los familiares de la víctima, por contra, escribieron una carta apoyando la medida del rectorado, y advirtiendo de que el sistema de las hermandades estaba “roto” y que hacía falta “un cambio” en las universidades de EEUU.

Antes de este caso, el 14 de septiembre, Maxwell Gruver, de 18 años, murió durante un ritual de iniciación para acceder a la fraternidad Phi Delta Theta, de la Universidad Estatal de Luisiana. Fue víctima de una novatada según la cual los aspirantes a entrar en este grupo deben beber cada vez que responden incorrectamente a una pregunta con truco. Su contenido de alcohol en la sangre era cinco veces superior al permitido.

Este campus ha tenido una de las reacciones más duras. Canceló la actividad de las fraternidades, prohibió el consumo de alcohol y por el momento ha expulsado a 13 de sus 27 fraternidades de las instalaciones universitarias.

Aunque inicialmente podría atribuirse estas muertes a una actuación irresponsable de los fallecidos, las pesquisas llevadas a cabo han puesto sobre la mesa una serie de comportamientos, en ocasiones ilegales, que puedeninvolucrar a las fraternidades directamente en estos sucesos.

Al margen de estas muertes, en otras hermandades del país los investigadores están analizando acusaciones de tráfico de cocaína, hostigamientos racistas contra miembros de las hermandades y comportamientos inapropiados. Es el caso de la Universidad Internacional de la Florida, donde han salido a la luz conversaciones internas de la fraternidad con chistes antisemitas, bromas sobre violación y ped*filia y fotos de desnudos no consentidos.

Las ceremonias de iniciación incluyen barra libre de drogas torturas y humillaciones

Pero si tantos quebraderos de cabeza dan estos clubes a las universidades, cabe preguntarse por qué el sistema norteamericano no termina con ellos directamente o por qué se mantiene el interés entre los alumnos por integrar en estos grupos.

La respuesta estriba en que “las personas que acceden a las hermandades las encuentran beneficiosas y divertidas y, además, sus exintegrantes, una vez graduados, tienen una gran influencia sobre las regulaciones universitarias, en parte gracias a su buena posición económica", que les permite realizar importantes donaciones a las instituciones, según explica a EL ESPAÑOL Nicholas Syrett, autor de ‘The Company He Keeps: A History Of White College Fraternities’, un libro sobre la historia de estas instituciones que, según relata, surgieron en la década de 1820 como organizaciones secretas que fueron ganando el favor de los campus y los estudiantes.

"Las universidades deben tomarse en serio la regulación de las fraternidades, y deben estar dispuestas a expulsarlas de los campus si se saltan las normas", opina este experto, que apunta que la mano dura por parte de los rectorados es la mejor solución.

El debate está abierto. Si hace años se discutía sobre la necesidad de atajar las violaciones en las fiestas de estas hermandades, ahora son las muertes de jóvenes como las últimas cuatro víctimas lo que preocupa y lo que puede terminar poniendo en jaque esta tradición centenaria.

https://www.elespanol.com/mundo/america/eeuu/20171120/263474548_0.html
 
“VOLVERÉ. CONFÍA EN MÍ”
Un sin techo dio el poco dinero que tenía a una chica en apuros: así se lo pagó ella
El mendigo Johnny Bobbit Jr. gastó sus últimos 20 dólares en comprar algo de gasolina para Kate McClure, que se había quedado varada en medio de la autopista


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Bobbit Jr. (izq), Kate McClure (dcha) y su novio. (GoFundMe)
AUTOR
MIGUEL SOLA
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24.11.2017 – 05:00 H. - ACTUALIZADO: 7 H.

Kate McClure, de 27 años, iba en dirección a Filadelfia para visitar a un amigo cuando algo en su coche comenzó a chisporrotear. Alarmada, se detuvo en la rampa de emergencia más cercana. Consiguió llegar hasta el final antes de que se quedase sin gasolina. Estaba oscuro. Eran las once de la noche. Y estaba sola. “Mi corazón latía tanto que se me iba a salir del pecho”, recuerda la joven en una entrevista a 'Philadelphia Inquirer'. Decidió que lo mejor sería llamar a su novio. Le pidió que fuese a recogerla. Y que lo hiciese rápido.

Fue en ese momento cuando apareció Johnny. Según relata el diario, Johnny Bobbit Jr., de 34 años, es un mendigo que suele pasar sus días sentado en el guardarrail de esa rampa. Fue técnico especializado en municiones en los Marines. Aspiraba a convertirse en enfermero de vuelo y estuvo estudiando para ello. Sus viejos amigos aseguran que su vida dio un giro desafortunado: drogas, problemas de dinero, mala relación con la Justicia… Su novia le dejó en 2014. Y en estos últimos tiempos, después de que alguien le robase en un albergue, era habitual verle en aquella rampa, leyendo un libro o pidiendo limosna.

La campaña ha recaudado casi 200.000 dólares en tan solo 12 días para que Johnny pueda alquilar un apartamento y pagar sus necesidades básicas

Pero esta vez no pidió nada. Le dijo a McClure que cerrase las puertas y que se quedase dentro del vehículo, que no se preocupase, que él iría a la gasolinera a por combustible. “Volveré. Confía en mí”, afirmó el mendigo. Diez minutos después, la joven ya estaba llamando a su novio, Mark, para abortar el rescate. Johnny se gastó los últimos 20 dólares que le quedaban en el bolsillo para ayudar a una desconocida. Ella no tenía con qué pagarle y le prometió que volvería a aquel guardarrail para saldar su deuda. Él confió de la misma forma que ella lo había hecho antes con él.



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Johnny aspiraba a convertirse en enfermero de vuelo. (GoFundMe)


Al día siguiente, volvieron a la rampa de emergencia. Y allí estaba él. Le devolvieron los 20 dólares y pronto comenzó una relación personal entre el mendigo y la joven pareja. Volvían de vez en cuando a aquel lugar, a comprobar qué tal le estaba tratando la vida. Le llevaban ropa, abrigo y comida, pero ambos sentían que aquello no era suficiente. “Ojalá pudiésemos cambiarle la vida a este hombre...”. Y tanto que lo hicieron. La pareja puso en marcha una campaña de crowfunding a través de GoFundMe para que Johnny pudiese alquilar un apartamento y pagar las necesidades básicas (comida, ropa, transporte, móvil, etc.) que una persona necesita para sobrevivir durante unos meses.

Esto es una locura. Ha cambiado cómo veo a la gente por completo

Hace mucho que ya superó el objetivo de los 10.000 dólares y por el momento lleva ya recaudados casi 200.000 en solo 12 días. Esta avalancha de solidaridad ha llamado la atención de los diarios, que no tienen reparo en hablar del caso como un pequeño milagro de Thanksgiving (la tradicional fiesta estadounidense que se celebra el cuarto jueves de noviembre). “Esto es una locura. Ha cambiado cómo veo a la gente por completo”, afirma McClure en una entrevista a 'New York Post'. El interés de los medios no ha hecho sino extender la palabra sobre la buena acción de Johnny, lo que ha permitido llegar a tal cifra. Teniendo en cuenta que todavía quedan días, es de esperar que la suma total sea todavía mayor.



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Era habitual verle pidiendo en la carretera. (GoFundMe)


“Pasamos de buscar habitaciones para cuatro o seis meses a apartamentos para todo el año”, asegura Mark. A juzgar por sus declaraciones, están desbordados: “Han llegado casi 100 dólares al minuto en la última media hora”, “hemos recibido dos donaciones de 2.000 dólares”, “una mujer se ofreció a pagar el alquiler durante un año”, “una gran compañía de tecnología ya le ha ofrecido un trabajo”. “Es un tipo realmente bueno, así que creo que se merece todo lo que le está pasando”, opina McClure, quien, visto el éxito de su campaña, no parece que tenga que volver nunca más a aquel guardarrail para ver a su amigo Johnny.


https://www.elconfidencial.com/alma...go-ayudar-chica-dolares-buena-accion_1482607/
 
El prostituto que cuenta con toda sinceridad cómo es su trabajo
Aunque no es legal, miles de españoles siguen recurriendo a los servicios de los profesionales. Este trabajador sexual te cuenta sus confesiones más íntimas

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Foto: iStock.
AUTOR
A. LÓPEZ
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@Adri_L_P
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25.11.2017 – 05:00 H. - ACTUALIZADO: 2 H
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Pese a que los colectivos contra la criminalización de la prostit*ción cuentan con cierta relevancia mediática en todo el mundo, tratando de visibilizar a los trabajadores del s*x* que ejercen la profesión libremente, la masculina sigue siendo un tema tabú.

Por mucho que busquemos las respuestas en películas, libros o documentales, nunca podremos saber exactamente qué pasa por la mente de un trabajador del s*x*. Nos podremos imaginar cómo es su jornada laboral, colmada de relaciones sin amor y clientes desconocidos, pero para descifrar sus pensamientos no hay nada como acudir al testimonio directo.

En un hilo de Reddit llamado "Soy un prostituto heterosexual que atiende tanto a hombres como a mujeres, pregúntame cualquier cosa", este hombre ha divulgado los secretos de su trabajo, con algunos detalles muy sorprendentes y reveladores.

Novia
Este escort asegura que la mayoría de las personas que solicitan sus servicios son mujeres entre 30 y 45 años que no son normalmente atractivas: "Solo he tenido una clienta que he considerado como caliente y me apetecía tener s*x* con ella", afirma.

"Tenía una vida sexual fuera del trabajo. Siempre me aseguré de amarla como si fuera la única. A ella no le importaba lo que hacía, siempre que utilizara protección y no corriera ningún peligro. Es cierto que al principio estaba un poco celosa de que lo hiciera con otras mujeres, pero cuando vio el tipo de clientela, porque normalmente ninguna es atractiva, cambió de opinión", explica a 'Daily Mail'.

Sé perfectamente los riesgos que tiene este trabajo, pero vale la pena porque disfruto mucho haciéndolo

Cuando el usuario, apodado como BlackLabelBaloo, comenzó en esta industria, tenía novia y afirma que a ella no le importaba. Empezó publicando su perfil en webs de publicidad clasificada en busca de mujeres con las que salir una noche.

Nuevos horizontes
La respuesta no fue la que esperaba: un hombre le ofreció pagarle 60 euros por acurrucarse juntos en la cama sin s*x*. Pero no aceptó. "Nunca olvidé eso. Años después me mudé a Hawai (donde vive actualmente), perdí mi trabajo y necesitaba una forma de pagar las facturas. Así que publiqué un anuncio preguntando si algún hombre gay que quisiera acurrucarse con un chico guapo heterosexual por dinero. Funcionó, así que decidí ofrecer más de mí", comenta.

BlackLabelBaloo comenzó a cobrar por s*x* a las mujeres y a realizar algunos servicios a hombres con un coste de 100 euros la hora. Dice que es heterosexual aunque haga este tipo de tareas con hombres y afirma que no lo disfruta. "Suelo fantasear cuando tengo relaciones con alguien. Pienso en chicas que me gustan. Es más fácil si en ese momento empiezo a pensar en mujeres más atractivas", asegura.

Enfermedades de Transmisión Sexual
Cuando se le preguntó sobre el riesgo de contraer infecciones sexuales, el hombre dijo que los beneficios de su trabajo superan con creces el riesgo. "Hay otro tipo de problemas y recompensas. Disfruto mucho con este trabajo y lo continuaré haciendo hasta que encuentre algo mejor, me imagino. Y aunque existe el peligro real de contraer este tipo de enfermedades, no me molesta. En realidad es muy halagador que la gente me pague por hacer lo que hago"

https://www.elconfidencial.com/alma...vela-como-es-su-trabajo-cuanto-cobra_1479310/
 
"TENGO RELACIONES MÁS SEGURAS QUE LA MAYORÍA"
Así es la vida diaria de una prost*t*ta que es madre de familia
Una trabajadora sexual describe cómo es la forma de vida que ha elegido y con la que mantiene a sus dos hijos pequeños, así como su rutina diaria en un burdel
https://www.ecestaticos.com/imagestatic/clipping/c01/824/c01824a2cbb9765b386a08fe78129fc2/asi-es-la-vida-diaria-de-una-prost*t*ta-que-es-madre-de-familia.jpg?mtime=1508419427

Confesiones del día a día. (iStock)
AUTOR
GONZALO DE DIEGO RAMOS
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21.10.2017 – 05:00 H.

Conocemos las profesiones de nuestros vecinos, amigos y familiares. Por su cercanía y los hábitos que intuimos de su día a día, tenemos la sensación de vislumbrar cuál es su rutina, aquella que forma parte de lo que en nuestras mentes hemos aceptado como normal. Lo demás se sitúa en lo anómalo, en lo oculto, en aquello que en pos del orden y la norma que cimienta una sociedad debe permanecer como recóndito y disimulado.

La prostit*ción pertenece a ese terreno en sombra de la vida en colectividad, a esas singularidades que un grupo no reconoce como propios e incluso rechaza, a pesar de que su presencia sea ineludible y emerja aunque sea solo para ser reprobada.

Quien se dedica a esta opaca ocupación también sigue unas costumbres y una vida que, a su modo, conforman una existencia cotidiana. El medio 'The Cut' perteneciente a 'The New York Magazine' publica periódicamente su serie 'Los diarios del s*x*' donde diferentes personajes anónimos cuentan a modo de breves memorias cómo es su día a día en relación a su sexualidad. Recientemente, una prost*t*ta, que para ocultar su identidad ni siquiera ofrece un seudónimo, ha decidido remitir su historia. Los datos que rebela a priori son escasos aunque suficientes para elaborar un mínimo contexto: heterosexual, 35 años y residente en Nueva Jersey.

El timbre que convoca a las empleadas del prostíbulo sustituye al despertador por las mañanas

“Después de la universidad me casé y tuve hijos. Fui feliz siendo madre y esposa. Cuando mi matrimonio se rompió cerca de la treintena, tuve que decidir qué iba a hacer con mi vida. Vi un programa en la tele sobre la profesión y me quedé intrigada por lo libres que parecían las chicas sexual y financieramente. Ese fue el comienzo de este capítulo de mi vida”.

La mañana
A pesar de vivir en la punta opuesta del país de las barras y las estrellas, la mujer en cuestión reconoce que trabaja para un famoso burdel de Nevada. En ciertos condados de este estado, la profesión se encuentra legalizada desde el año 1971. Ella se traslada al prostíbulo durante un par de semanas al mes, permaneciendo el resto del tiempo en su hogar de la costa este.

La jornada puede empezar en cualquier instante de la mañana, si bien lo común es que sea a horas intempestivas: una de las pocas ventajas que, al menos para los poco madrugadores, tiene la profesión. Las cosas son distintas cuando la mujer está en su hogar. A las ocho, como le ocurre a cualquier madre, toca llevar a los niños a la escuela. Los días en el prostíbulo suelen arrancar, sin embargo, arrastrando la resaca de champán de la noche anterior.

La alarma del despertador se sutituye por el timbre que convoca a las trabajadoras a acudir al requerimiento de un cliente. Las meretrices se sitúan en línea. Si resultan ser la elegida se puede decir que su jornada laboral ha dado comienzo, si no es así, el primer tiempo muerto suele utilizarse para fumar un cigarrillo en el patio trasero y realizar una llamada a algún allegado.La protagonista de esta historia decide llamar a su actual novio.



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Foto: iStock.


“C.T y yo nos conocimos a través de una cita de Tinder en Nueva Jersey. Acabamos pasando varios días juntos. El s*x* era alucinante y me fue hechizando con su acento de Oklahoma y su humor travieso. Es inteligente, todo un caballero, y ya desde el segundo día me sentí tan a gusto con él que le acabé contando a qué me dedicaba. Se quedó sorprendido, pero lo entendió, lo que fue todo un alivio”.

La tarde
Una vez a la semana, las trabajadoras del prostíbulo tienen que pasar un reconocimiento médico de enfermedades venéreas. Un doctor se desplaza hasta el local para efectuarlo. Se trata de un trámite burocrático más del negocio: “Me cabrea que a las trabajadoras sexuales legalizadas se les achaque tan mala reputación. Realizo continuamente tests de enfermedades de transmisión sexual y práctico s*x* de un modo más seguro que cualquier otra persona que conozca. Realizo incluso felaciones con preservativo, es lo que dicta la ley”.

Su esposa había muerto de cáncer y desde entonces no había estado con una mujer. Sus ojos brillaban cuanto más me contaba

Si existe algún instante de asueto, son comunes las reuniones en las habitaciones donde las compañeras de trabajo comparten algún instante de conversación: “Betty entra en mi cuarto para hablarme sobre su hija que va a ir a la universidad. Ella quiere ser abogada. Aquellos tiempos los dejé atrás hace 17 años, pero los recuerdo vivamente. Me matriculé en una facultad del Sur y me especialicé en periodismo y comunicación. Pensé que me iba a convertir en la futura estrella de los medios. Aquellos días ya están pasados por agua. El deseo que resuena ahora en mi cabeza es el de escribir un libro y, definitivamente, tengo todo el material para el primero”.

La tarde es también el momento para los preparativos del mayor momento de actividad laboral que surge con la caída del sol: “Me aplico mi maquillaje y elijo mi indumentaria para la noche. Adoro esta parte de mi rutina. Me hace sentirme como si fuera una actriz. Nada que ver con mi vida en Nueva Jersey, donde voy vestida con mi jersey y mis botas de senderismo”.

La noche
“La cena está lista y las compañeras que son contrarias al gluten se quejan porque no hay nada para comer. Les recuerdo que un pexx no tiene gluten, y se ríen. Es un grupo muy tranquilo, que funciona como una auténtica hermandady no como un grupo de reclusas”.

La idea de hacer turnos de nueve a cinco todos los días me estremece. En serio, prefiero los orgasmos (reales o falsos)

Tras la última comida del día, un último momento para recordar a la familia: “Suena el teléfono, esta vez son mis hijos. El pequeño tiene ocho años, la mayor once. Me cuentan cómo les fue el día en el colegio. Tras mi divorcio, ellos pasan dos semanas con su padre y otras dos conmigo. A veces me pregunto qué pasará cuando se hagan mayores y quieran saber más detalles sobre dónde trabajo y a qué me dedico. Creo que ha llegado el momento de reflexionar sobre ello”.

Los clientes que finalmente pueden requerir los servicios son siempre una sorpresa, pero lo más corriente son los hombres que buscan un servicio que podríamos calificar como estándar: baño, masaje, relación completa y algún tiempo de conversación. Las historias íntimas emergen en esos instantes, como la de un hombre que le narra como "su esposa había muerto de cáncer hace unos años y desde entonces no había estado con una mujer. Habló mucho de ella, y sus ojos brillaban cuanto más me contaba".



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Foto: iStock.


Habituales de estos servicios son los varones que no han tenido la oportunidad de haber vivido una primera experiencia sexual: “Tengo un chico virgen de 28 años tumbado sobre cama. Está tan nervioso que tiembla. Le digo que no pasa nada si no se siente listo. Pero insiste en que quiere que le quite su virginidad. Y lo hago. Es divertido comprobar como los nervios desaparecen después del primer orgasmo”.

¿Cuánto tiempo está dispuesta a soportar esta forma vida? “A pesar de lo poco convencional que es mi trabajo, la idea de hacer turnos de nueve a cinco todos los días me estremece. En serio, prefiero los orgasmos (reales o falsos) a tener que darle golpes al despertador y llevar papeles de aquí para allá todos los días. Con todo, he pensado en reconvertirme en agente inmobiliaria, creo que no me aburriría con ese trabajo”.

https://www.elconfidencial.com/alma...1/dia-jornada-madre-trabajadora-sexo_1462965/
 
El arte de los presos de Guantánamo se enfrenta a la ‘censura’ del Pentágono
La exposición de las obras de los reclusos en una universidad de Nueva York ha provocado que el Gobierno de EEUU deje de permitir que saquen sus creaciones de la prisión

SERGI SANTIAGO (EFE)
Nueva York 28 NOV 2017 - 11:58 CET
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La entrada, en 2014, de uno de los campos de detención en Guantánamo BEN FOX AP


Una exposición de arte producido por presos de Guantánamo ha provocado tal revuelo que el Pentágono ha optado por impedir a los reclusos sacar sus cuadros de prisión e incluso les ha amenazado con incinerar las obras. Para la comisaria de Ode to the sea: art from Guantanamo Bay" (Oda al mar: arte de la Bahía de Guantánamo), Erin Thompson, la nueva política del Pentágono es una "censura artística" más propia de regímenes autoritarios que de estados democráticos como Estados Unidos.

Los reclusos podían conservar sus lienzos y sacarlos fuera de prisión a través de sus abogados, pero las normas han cambiado tras esta exposición que estrenó en octubre la universidad especializada en justicia criminal John Jay de Nueva York. Allí se pueden ver hasta enero 36 obras de arte, entre cuadros y esculturas, realizadas por ocho reclusos del penal de Guantánamo, cuatro de los cuales ya fueron liberados.

La mayor parte de los óleos tienen un elemento en común, el mar. En 2014, un huracán amenazó Cuba y los trabajadores de la prisión levantaron por unos días los toldos que impedían a los presos ver la bahía de Guantánamo. "Sentimos algo de libertad al mirar hacia el mar", explica en el catálogo de la exposición uno de los reclusos, Mansoor Adayfi, autor de uno de los paisajes marinos de la muestra.

Familiares de víctimas del atentado de las Torres Gemelas mostraron su rechazo a la exposición y, tras el revuelo causado, el Departamento de Defensa estadounidense limitó el uso que los presos pueden hacer de sus creaciones artísticas.

En los últimos días, a los abogados de los reclusos se les ha denegado la posibilidad de sacar de prisión las pinturas de sus clientes, a quienes se les ha advertido de que, si alguna vez son liberados, no podrán llevarse sus cuadros, ya que serán incinerados.

Thompson, que también es profesora de arte criminal, sostuvo que las obras no representan amenaza alguna porque el proceso creativo se somete a un minucioso escrutinio. "Tienen muy restringido lo que pueden pintar y lo que no. Dibujan bajo muchas normas y se supervisa que no haya ningún mensaje de violencia en el cuadro, ni implícito, ni explícito", señaló la comisaria.

La experta en arte cree que el mayor incentivo para acercarse a ver la exposición es que los cuadros son "bonitos" y nadie se imagina que presuntos terroristas encerrados en una cárcel de alta seguridad pinten "playas, barcos o flores".

Thompson afirmó que, sin embargo, los cuadros tienen un poso de "tristeza" y logran "emocionar" a los visitantes, y se defendió de las críticas argumentando que vienen de personas que no han visto la exposición.

La polémica ha vuelto a poner en el foco mediático la prisión de Guantánamo, donde permanecen 41 hombres acusados de tener vínculos terroristas, de los cuales solo diez han sido condenados o tienen cargos presentados en su contra.

"La reacción más común de la gente que ha oído hablar de la exposición era: ¿pero aún existe Guantánamo? ¿No la habían cerrado ya?", destacó la comisaria, quien desgranó que 10.000 visitantes han visto las obras.

Thompson dice que otros familiares de víctimas del terrorismo la han felicitado y le aseguraron que ellos son los primeros que quieren un juicio para los presos que residen en el penal lo antes posible. Las personas interesadas en comprar un cuadro o una escultura, pueden hacerlo, siempre que el preso haya sido liberado.

Para algunos reclusos de Guantánamo, el arte es la única vía de escape que tienen y les mantiene cuerdos, según Thompson. Por ello, "si queremos que estén en su sano juicio para que puedan cumplir su condena, no se les puede privar del arte", añadió.

https://elpais.com/cultura/2017/11/28/actualidad/1511865244_742709.html
 
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