Siguiente Exhumación de El Valle; José Antonio Primo de Rivera

Registrado
21 Nov 2017
Mensajes
33.869
Calificaciones
137.027
La próxima exhumación, la del falangista José Antonio Primo de Rivera
¡PRESENTE!
Memoria histérica
    • BEATRIZ MIRANDA
    • Compartir en Facebook
    • Compartir en Twitter
    • Enviar por email
  • 13 OCT. 2019 01:54
15707905981925.jpg


La tumba de José Antonio Primo de Rivera en el altar de la basílica del Valle de los Caídos. EFE
319comentariosVer comentarios

La familia del fundador de la Falange no tiene aún noticias del Gobierno, que le considera víctima de la Guerra Civil y pretende moverle a un lateral

Los Franco piden al Gobierno que paralice la exhumación hasta que el TC se pronuncie sobre su amparo

Ante la inminente exhumación de los restos de Franco se abren interrogantes como qué pasará con la tumba de José Antonio Primo de Rivera, fundador de la falange. Un debate que intentó zanjar Carmen Calvo en rueda de prensa hace año y medio afirmando que Primo de Rivera permanecerá en el Valle de los Caídos pero en lugar "no preeminente", luego también le exhumarán. Sin embargo, se trata de una intención con matices.

Los Primo de Rivera cierran filas con respecto al asunto, a día de hoy no han recibido notificación oficial alguna del ejecutivo y por ello no tienen pensado pronunciarse. Se quedaron en el informe elaborado en 2011 por la comisión de expertos creada a instancias del Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero que estudió la transformación del monumento a los muertos de la Guerra Civil en un templo para la paz y la reconciliación.


PUBLICIDAD
inRead invented by Teads
Este informe considera víctima de la contienda a Primo de Rivera, fusilado a los 33 años por el bando republicano el 20 de noviembre de 1936. No así a Francisco Franco, que murió en su cama en 1975, también un 20N. Fecha simbólica que celebran anualmente sus seguidores ensalzando a sus líderes y cuyas reuniones en el valle el gobierno quiere erradicar.

Los herederos de hijo del dictador Miguel Primo de Rivera no sueltan prenda sobre si negociarán con el Gobierno o pleiterán como han hecho los Franco en cuanto les digan qué van a hacer con la tumba de su antepasado. Pero tiene pinta de que ellos sí están dispuestos a sentarse a hablar, teniendo en cuenta que no es lo mismo mover una tumba del Valle que sacarla de allí rumbo al cementerio de Mingorrubio en El Pardo.

15707906206601.jpg


José Antonio Primo de Rivera (derecha) con su hermano Miguel en la cárcel de Alicante.
¿PANTEÓN FAMILIAR?
Además, los Primo de Rivera saben que el cadáver de José Antonio, aunque no tiene las mismas connotaciones políticas que el dictador, tiene todo que perder si emprenden acciones legales contra esta consecuencia de la ley de Memoria Histórica de 2007, tal y como les ha ocurrido a los Franco, a quienes ni el intento benedictino de paralizar el proceso les sirve de nada. La saga ha recurrido ahora al Constitucional, pero el Tribunal Supremo ya dictó una sentencia que promete ser la definitiva.

En cualquier caso, siempre existe el factor sorpresa y podría ser que los Primo de Rivera prefiriesen llevarse de allí a José Antonio en el caso de moverle y enterrarlo en algún panteón familiar. Quién sabe.


PUBLICIDAD
inRead invented by Teads


La Otra Crónica ha hablado con el antropólogo social del CSIC Francisco Ferrándiz, que formó parte de la comisión que perfiló el nuevo Valle de los Caídos. "La prioridad nunca fue sacar a Franco de allí, sino desmantelar la jerarquía funeraria franquista de la basílica". Esto afecta a Primo de Rivera también, cuya tumba está anexa a la de Francisco Franco junto al altar y ocupa un lugar de honor. "La idea es trasladarlo a la cripta lateral junto al resto de 34.000 cuerpos entre soldados rasos y de élite que abrazan la basílica en 28 niveles de enterramiento".

MÁXIMO CONSENSO
Ferrándiz comenta que la intención de la comisión era llegar al máximo consenso y que el protocolo de exhumación a seguir lo decidirá el gobierno, que también tendrá que atender las reclamaciones de familiares de republicanos enterrados allí sin su consentimiento. "Hay unos 12.000 cuerpos sin identificar, pero cada uno está en su caja y están mejor conservados de lo que se creía".

Ferrándiz desliza además un dato relevante: "Hubo tres miembros del comité que se pronunciaron en contra de la exhumación de los restos de Franco, sin embargo hubo quórum cuando se propuso mover los de Primo de Rivera".

Si se exhumara también a Primo de Rivera no sería la primera vez. El estudioso de la figura de Primo de Rivera José Antonio Martín Petón asegura que días después de su muerte lo desenterraron por orden de la amante más conocida del político, Elisabeth Asquith, que muy afligida no daba crédito a su asesinato. Del cementerio de Alicante, en cuya cárcel fue fusilado, fue trasladado por orden de Franco al Monasterio de El Escorial. Y de ahí, en 1959 al Valle de los Caídos, un día antes de su inauguración.

Franco utilizó en su dictadura la figura de Primo de Rivera, algo que enciende a Petón. "Es injusto porque no tenían nada que ver, ni humana ni políticamente hablando. Primo de Rivera intentó parar la Guerra Civil, condenó radicalmente el fascismo (...). A José Antonio le daría igual dónde estén sus restos. Es más importante conocer su legado. Si esto sirve para reivindicar su figura, pues adelante".

Los herederos de José Antonio permanecen en silencio, pero son poseedores también de un polémico título otorgado por Franco, el ducado Primo de Rivera, solicitado por Fernando, hijo mayor de Miguel Primo de Rivera, fallecido este mes de diciembre. Miguel, personaje clave de la Transición, era sobrino del fundador de la Falange y de Pilar Primo de Rivera, conocida dirigente de la Sección Femenina
 
Las cuatro exhumaciones de José Antonio
El fundador de la Falange tiene todo el derecho de descansar en el Valle; Franco, no
63«Nadie puede imaginarse el ruido de las radiales y mazas destrozando los mármoles»

Franco fue muy explícito en su Orden Ministerial de 14 de julio de 1946, en la que decía que el recinto en construcción en el llamado Valle de los Caídos era para recibir «los restos de caídos en nuestra Guerra de Liberación, tanto si pertenecieron al Ejército Nacional como si sucumbieron asesinados y ejecutados por las hordas marxistas en el periodo comprendido entre el 18 de julio de 1936 y el 1º de abril de 1939, o aun en fecha posterior, en caso de que la defunción fuera consecuencia directa de las heridas de guerra o sufrimientos en prisión». Aunque para 1959 Franco ya había reflexionado y ampliado la gracia de descansar en la Basílica de Cuelgamuros a todas las víctimas de la Guerra Civil fueran del bando que fuesen.

Esto significa que José Antonio tiene todo el derecho a que sus restos reposen allí. Los de Franco, sin embargo, no. Y eso por la normativa que él mismo estableció. Fue poco antes de que muriera cuando el presidente Arias y el marqués de Villaverde concluyeron que su cadáver no fuera inhumado en el mausoleo de Mingorrubio, que el mismo Franco había ordenado construir, sino en el Valle de los Caídos. El Rey asintió, algo lógico en esas circunstancias, y de aquella ocurrencia hemos desembocado, 44 años después, en el espectáculo que hemos vivido esta semana con el presidente Sánchez adjudicándose en los telediarios una victoria históricamente pírrica.

Ahora queda la tarea, más modesta y en absoluto televisiva, de trasladar los restos del fundador de Falange Española desde su lugar presidencial ante el altar mayor a otro discreto de caído raso. Será la quinta vez que el cuerpo momificado de José Antonio Primo de Rivera sea removido de su tumba. Tras su fusilamiento a las 6.20 de la mañana del 20 de noviembre de 1936 en el patio de la cárcel de Alicante, fue tirado a una fosa común, de la que fue exhumado unos dos años después para darle sepultura en el nicho número 515 del cementerio de Nuestra Señora de los Remedios en la misma ciudad, lo que significa una segunda inhumación.

inRead invented by Teads


Al terminar la guerra, los falangistas exigieron el máximo honor para su jefe y pensaron que sus restos reposaran nada menos que en el Monasterio de El Escorial frente al altar mayor. Franco, entonces muy apoyado en Falange por consejo de su cuñado y ministro Ramón Serrano Súñer, estuvo de acuerdo en tamaño enaltecimiento. Y así el día 19 de noviembre de 1939 partió de Alicante una fúnebre y espectacular comitiva para recorrer los más de 450 kilómetros que separa la ciudad alicantina de El Escorial. A paso solemne, con relevos «con intermitencias según la pendiente del terreno, entre el frío y alguna injuria del tiempo, con antorchas en la noche, en un silencio espeso roto por algunos vítores y salvas de fusilería, tardaron diez días y algunas horas en llegar a las puertas del monasterio donde esperaba Franco para recibir el féretro que sería prontamente inhumado y allí reposaría por casi 20 años.

Cuatro horas con el ataúd a hombros
En 1959 terminaron las obras de la que sería basílica menor de la Santa Cruz del Valle de los Caídos y los falangistas pidieron trasladar los restos de José Antonio allí para enterrarlos ante el altar mayor. A Franco le pareció bien pero planteó el transporte en furgón funerario y un acto íntimo y familiar. Los falangistas se negaron e impusieron otro traslado a hombros que, por la distancia en el tiempo y en kilómetros, resultaría un remedo de la gran marcha del 39. Y el 30 de marzo de 1959, dos días antes de inaugurar el monumento, miembros de la Vieja Guardia de Falange cargaron con el ataúd por turnos durante las cuatro horas que tardaron en realizar el recorrido. Pero esta vez no estaba Franco esperándolos, porque temía una encerrona en forma de abucheos.

En 1957 se había producido un drástico cambio ministerial en el que los falangistas salieron perdiendo a costa de los tecnócratas que se hicieron con el control de la Economía. Y querían mostrarle públicamente su disgusto. El Generalísimo, alertado, se zafó de la trampa y José Antonio fue inhumado por cuarta vez sin su presencia. Y desde entonces a hoy ahí queda lo que queda de aquel al que llamaron el Fundador y también el Ausente. Aunque al pronunciar su nombre en ritual, se contestaba a voz en grito: «¡Presente!». Y efectivamente hoy en día vuelve a estar presente en la memoria histórica del Gobierno que va a exhumarlo e inhumarlo por quinta vez. Posiblemente sean los restos más movidos de cualquier personaje histórico
 
Esta gente cuándo va a tener suficiente? No se dan cuenta que ese revanchismo no nos va a llevar a nada bueno? Y sus votantes dando palmas, luego en otros hilos dicen que la bandera española no da de comer, se ve que los muertos sí. Qué tristeza que no tengan nada que ofrecer y necesiten vivir del pasado.
 
Back