Sí, la siesta es buena y así tienes que dormirla

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El fin de semana es la ocasión ideal para, después de comer, echarse una buena siesta. Es un hábito que te recarga las pilas y que además es bueno para la salud. Aunque lo creas, lo de dar una cabezadita en el sofá antes de seguir con la tarde ni es un invento español ni es tan nuevo como pensabas.

La costumbre de echarse la siesta viene de la antigua Roma. Allí ya sabían lo bueno que era descansar un poco después de comer y lo hacían en lo que llamaban la ‘hora sexta’ del día, entre las 12:00 y las 15:00h. Ese nombre evolucionó a lo que ahora se llama siesta.

No solo la experiencia de los romanos avala esta costumbre mediterránea. Si cruzamos el charco también encontramos estudios como el de la Universidad de California que hablan de los beneficios de la siesta. Según la investigación, una siesta corta hace que la memoria pueda descansar a corto plazo, preparando así el cerebro para que pueda aprender cosas nuevas después de reposar.

¿Cómo se duerme una buena siesta?

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Imagen: GTRESONLINE

No te pases de la media hora

La gracia de la siesta es que tiene que ser corta. Configura el despertador de tu teléfono móvil para no pasarte más de 20 o 30 minutos durmiendo. Con media hora es suficiente para que desconectes sin alcanzar fases más profundas del sueño que pueden hacer que te sientas aturdido al despertar

No te duermas muy tarde

Para que puedas dormir bien por la noche es importante que no tomes la siesta muy tarde. Lo mejor es que aproveches para echar la cabezadita justo después de comer para que después puedas estar despejado durante la tarde y consigas dormir por la noche.

No dejes que los ruidos te molesten

Evita esos estímulos externos que pueden dificultar tu media hora de descanso. Deja de lado el móvil, la tablet y el ordenador, ya que sus pantallas pueden afectar a la calidad del sueño más de lo que crees. Trata de dormir siempre en silencio y sin luces potentes a tu alrededor.

En la cama dormirás mejor

Los expertos explican que es mejor echarse la siesta en la cama ya que así el cuerpo descansará mejor durante ese periodo tan corto de tiempo. Dormir en un buen colchón va a hacer que el descanso sea mucho más óptimo. Los novedosos colchones de tres capas de eve Sleep son una de las mejores opciones por la firmeza y comodidad que aportan.

http://lofficielhommes.es/journal/si-la-siesta-es-buena-y-asi-tienes-que-dormirla/
 
Madrid 27 OCT 2017 - 08:04 CEST

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El estrés laboral es malo para muchas cosas. Causa estragos en nuestro sistema inmunitario, problemas gastrointestinales y algunas investigaciones han demostrado que aumenta el riesgo de sufrir isquemia cerebral. La activación física que conlleva tener estrés de corta duración y de forma puntual facilita la concentración porque te hace estar más alerta. Pero, cuando esta situación es continuada y se convierte en un estado crónico, es un problema. Dos de las capacidades cognitivas a las que afecta especialmente son la atención y la memoria.

El estrés laboral es una sensación subjetiva, una percepción de que las demandas del medio o las propias —la autoexigencia— son excesivas para los recursos que tenemos. Cuando tienes esa sensación de demasiadas cosas que hacer y poco tiempo o herramientas, tu cuerpo reacciona activándose. En realidad es una respuesta adaptativa que te prepara para luchar o huir ante un estímulo peligroso o amenazante. Pero, según explica los psicólogos, "cuando esta activación se produce a diario y se cronifica, aparece el estrés patológico, que causa problemas para la salud física y mental". Entre ellos, la pérdida de memoria a corto plazo.

¿Pero qué tiene que ver todo esto con la memoria? Resulta que el estrés afecta al hipocampo, una estructura cerebral clave en la memoria y en el proceso de aprendizaje. Aunque hay posiciones encontradas, algunos estudios apuntan a que el cortisol es el responsable de que esta estructura cerebral se vea afectada. La función principal de esta hormona es preparar al organismo para los momentos en los que es necesario estar alerta.

Cuando estamos trabajando en muchas cosas a la vez —la temida multitarea y una situación clásica de estrés— tenemos la atención dividida y no somos capaces de almacenar muchos datos que se nos pasan por alto. "La activación que genera el estrés nos hace creer que podemos hacer varias cosas a la vez pero en realidad esto es contraproducente", explica Irene. "Es más productivo hacerlas de una en una, lo que también reduce el estrés".

Si esta situación es recurrente, nuestras preocupaciones acabarán llevándose gran parte de nuestra atención y es entonces cuando nos resulta complicado recordar datos aparentemente tontos como dónde has aparcado el coche, dónde has dejado las llaves o el móvil. La clave está en que no almacenamos bien la información, no tanto en cómo la recuperamos. Esto sucede principalmente porque cuando estamos estresados de forma continua nos resulta más complicado focalizar la atención. "En lugar de atender a lo que estamos haciendo, estamos poniendo la atención en nuestros pensamientos, actuando mecánicamente y comportándonos de forma dispersa", explica Irene.

Cuando los síntomas físicos son muy obvios —como tener la cabeza embotada o palpitaciones— tu foco atencional tiende a centrarse en tus sensaciones, dejas de prestar atención de calidad al entorno y sientes que no puedes pensar con claridad. Por eso también cuesta más tomar decisiones y sentirse seguro de lo que se está haciendo. Algunas personas pueden sufrir pequeñas lagunas y olvidar el contenido de una conversación que acaba de tener con un compañero, por ejemplo.

la fase del sueño profundo en la que se sueña y se consolidan los recuerdos y la información almacenada durante el día— no se pasan los datos a la memoria a largo plazo".

Precisamente dormir mejor es una de las recomendaciones que hacen los expertos para reducir los niveles de estrés y sus efectos en la memoria. "Hay que dormir entre siete y nueve horas y hacer lo posible porque sea un sueño profundo, como utilizar tapones, antifaces o infusiones", explica Irene. También señala que hacer ejercicio físico con regularidad mejora la ansiedad, el estado de ánimo y la capacidad de atención y memoria.

"Es importante potenciar las actividades creativas, sobre todo cuando el estrés nos está diciendo que no tenemos tiempo para eso, porque ese momento es justo cuando necesitamos desconectar el cerebro y darle tiempo a nuestra mente para no pensar en nada", apunta Irene. También recomienda tener una agenda donde apuntar las cosas poco importantes (como un número de teléfono o una cita) porque memorizarlas nos genera preocupación por si se nos olvidan y la sensación de tener muchas cosas en la cabeza.

https://retina.elpais.com/retina/2017/10/25/talento/1508933606_038432.html
 
A pesar de que el cambio de horario de otoño es el que menos afecta, algunas personas pueden llegar a tardar hasta dos semanas en adaptarse al nuevo horario. "Hay un desajuste entre el reloj biológico y el reloj social; nuestro cuerpo necesita unos días para adaptarse", dice la Sociedad Española del Sueño.

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EFE. 27.10.2017 - 10:15h
Las personas mayores son probablemente las más afectadas por el cambio de hora que tendrá lugar la noche del sábado al domingo ya que, según la Sociedad Española del Sueño (SES), pueden llegar a tardar hasta dos semanas en adaptar su sueño al nuevo horario. Así lo ha indicado el coordinador del grupo de cronobiología de la SES, Javier Albares, que ha señalado que en los niños y las personas mayores el reloj biológico es menos flexible y se adapta peor a los cambios. "Hay un desajuste biológico entre el reloj biológico y el reloj social, que es el que cambia, por lo que nuestro cuerpo necesita unos días para adaptarse", explica Albares, también director médico de la Unidad del Sueño del Centro Médico Teknon (Barcelona).

En estos grupos de población más sensibles es normal que los días siguientes al cambio horario noten sueño antes de la hora habitual y que también se despierten antes de lo normal. Mientras que los adultos se adaptan a este cambio en 3 o 4 días, las personas mayores —alerta— pueden tener más dificultades, dormirse demasiado temprano y despertarse antes durante una o dos semanas. A pesar de que el cambio de horario que se produce en otoño es, según Albares, el que menos afecta a la salud porque le ganamos una hora al día y, por lo tanto, tenemos una hora más para dormir por la noche, algunas personas sí que tardarán un poco más en adaptarse

Consejos para reducir las repercusiones
Algunos de los consejos que pueden ayudar a reducir las repercusiones del cambio de hora —sueño, insomnio, cansancio, desajustes digestivos o alteraciones en el humor debido a que anochece antes por la tarde— pasan por adaptar el cuerpo cuanto antes al nuevo horario. Así, es aconsejable que unos 3 o 4 días antes las personas más vulnerables empiecen a tener más actividad física y luz por la tarde, aunque sea luz artificial, porque de esta manera se va retrasando la hora a la que comienza el sueño. También una pequeña siesta de 15 o 20 minutos puede ayudar a retrasar la necesidad de dormir.

En cualquier caso, Albares recomienda no darle demasiada importancia a este cansancio que pueda aparecer a partir del domingo y el lunes y no obsesionarse con ello. En el mismo sentido se pronuncia el doctor Alejandro Guillén-Riquelme de la Cátedra de Investigación del Sueño de la Universidad de Granada que, en un comunicado señala que el cambio de hora afecta al ritmo circadiano, una especie de "reloj interno" gracias al cual el cuerpo se prepara para realizar distintas actividades a lo largo del día. Las personas más vulnerables deben empezar a tener más actividad física y luz por la tarde A pesar de que los efectos de este cambio horario son leves y en su mayoría pasajeros para la salud, hay personas a las que les influye más directamente, como son los niños, mayores y personas con trastornos neurológicos, ya sea porque tienen los horarios más establecidos o por tener mayor sensibilidad a estos cambios.

Para atenuar estos efectos, Guillén-Riquelme aconseja la adecuación progresiva, mantener un estilo de vida saludable, practicar deporte o ajustar la hora de acostarse poco a poco los días previos. Por su parte, el doctor Francisco Camarelles, miembro del Programa de Actividades Preventivas y de Promoción de la Salud de la Sociedad Española de Medicina de Familia y Comunitaria (Semfyc), ha señalado que este cambio de hora es parecido a un "pequeño 'jet lag'" como el que se produce cuando se viaja a un país de diferente zona horaria. Este cambio podría afectar, sobretodo, a personas mayores y niños, pero Camarelles subraya que "se pasa solo" y que el cuerpo se acopla sin mayor problema al nuevo horario.

http://www.20minutos.es/noticia/3171640/0/cambio-hora-mayores-tardar-adaptar-sueno/
 
¿SIRVE DE VERDAD PARA ALGO?
Cambio de hora: estos son los revolucionarios que van a acabar con él
Algunos de los Estados del este de EEUU se han rebelado contra el huso horario que les ha tocado y promueven una nueva división en la que no les afecte el horario de invierno
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Un solo planeta, 24 husos horarios. (iStock)
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HÉCTOR G. BARNÉS
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TIEMPO DE LECTURA5 min
28.10.2017 – 05:00 H.
Ahora que el cambio al horario de invierno es inminente, resurgen las reservas que muchos han mostrado hacia esta solución horaria que, en teoría, sirve para ahorrar energía. Es una medida con más de dos siglos de antigüedad, recuerdan los detractores. Fue Benjamin Franklin quien, en 1784, cuando era embajador de EEUU en Francia, promovió esta solución tras percatarse de que, a la hora a la que se levantaba, el sol ya llevaba mucho tiempo brillando. Era razonable pensar, por lo tanto, que cambiando la hora podríamos adaptarnos mejor a los cambios en la salida y puesta del sol. Sin embargo, este cambio no fue aplicado de forma generalizada hasta después de la primera guerra mundial.

Una de las críticas planteadas, más allá de los desajustes personales y económicos, tiene que ver con la letal combinación con los distintos husos horarios que existen en el planeta, que no siempre encajan con la lógica del cambio de hora. Es decir, Galicia y Polonia oriental comparten huso horario aunque los separen casi 3.000 kilómetros. Otro buen ejemplo es de diversos Estados del este de EEUU como Massachusetts, Nueva Hampshire o Maine, que durante los últimos meses están reivindicando que se adopten diferentes medidas horarias para evitar una situación que, a su juicio, les perjudica sensiblemente.

No tiene sentido que en uno de los grandes centros económicos de la Costa Este anochezca a las 16:15 en invierno, mucho antes que en Nueva York


“¿Por qué nos estamos haciendo esto a nosotros mismos?”, se preguntaba esta semana la senadora demócrata de Maine Donna Bailey en 'The Wall Street Journal'. Es la promotora de una proposición de ley que haría que dicho estado siguiese el tiempo estándar del Atlántico en lugar del horario del este de Norteamérica, como ocurre actualmente. Es decir, tendrían que adelantar una hora sus relojes. Otra medida propuesta es ahorrarse el cambio de hora, que en su caso no tendrá lugar este fin de semana, sino el 5 de noviembre.

Buenas razones
El estado de Massachusetts, cuya capital es Boston, se ha sumado a esta reivindicación a través de una comisión liderada por Tom Emswiler. Como él mismo explicaba en un artículo publicado en 'The Boston Globe', no tiene sentido que en uno de los grandes centros económicos de la Costa Este anochezca a las cuatro y cuarto en invierno, mucho antes que en Nueva York, por ejemplo, lo que provoca que muchos trabajadores deseen abandonar la ciudad en pos de otros destinos con más horas de luz y, por lo tanto, mejor calidad de vida.



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Las desventajas de que anochezca tan pronto. (iStock)


“La verdad es que la idea de cambiar el tiempo dos veces al año tiene un coste psicológico que el presidente Woodrow Wilson y el Congreso no podían haber imaginado cuando lo aprobaron en 1918”, recuerda. El bostoniano se ampara en una investigación publicada en el 'New England Journal of Medicine' que recordaba que el cambio de hora era peligroso para las personas que sufrían problemas cardíacos, especialmente los mayores de 65 años. El cambio, no obstante, era beneficioso en otoño y perjudicial en primavera. No es el único estudio realizado a tal respecto: los accidentes se multiplican el lunes después del adelanto de hora debido a los problema de sueño de los conductores.

Durante la próxima semana, por ejemplo, España habrá adoptado este horario pero Estados Unidos no lo habrá hecho


Pero hay razones que sugieren que acabar con los cambios de hora puede ser una medida inteligente, más allá de la salud de los ciudadanos, y que tienen que ver con la globalización del mercado. Como recuerda en 'Quartz' la economista Allison Schrager, una de las grandes detractoras del cambio de hora, “el principal objetivo de medir el tiempo es facilitar la coordinación económica, así que cuantas más zonas temporales haya, más posibilidades existirán para la confusión”. Su propuesta, por lo tanto, pasa por acabar con los cambios de tiempo y reducir los husos horarios de EEUU de las cuatro que existen actualmente a simplemente dos.

Mientras tanto, al otro lado del Atlántico
Hay otro problema añadido que los revolucionarios americanos no tienen en cuenta, y es que no en todas las partes del mundo el cambio al horario de invierno se produce en el mismo momento, por lo que durante la próxima semana, por ejemplo, España habrá adoptado este horario pero no EEUU. Una situación que da lugar a un gran número de confusiones, especialmente en un momento en el que las comunicaciones entre continentes son cada vez más comunes.


El caso español es aún más peculiar, ya que como se ha recordado a menudo, Franco adelantó los relojes españoles una hora para estar en sintonía con la hora que Alemania había impuesto en todos los territorios ocupados (GMT+01:00) y no con la que le correspondería por su situación geográfica, la del meridiano de Greenwich. Incluso Galicia podría adherirse al siguiente huso, GMT-01:00, por su situación en el mapa europeo. Algo que ha propiciado que nos acostemos mucho más tarde y que nuestros ritmos sean muy distintos a los del resto de Europa.

¿Es posible que un puñado de Estados se declaren insumisos al cambio de hora? Como han recordado esta semana los medios americanos, esto tan solo es posible si hay acuerdo entre un gran número de ellos, puesto que hacerlo de manera unilateral deja en una situación de debilidad al Estado que dé el primer paso. Sin embargo, de llevarse a cabo este cambio, la nueva situación puede ser aún más peligrosa, recuerda Schrager, ya que si simplemente se niegan a cambiar la hora surgirá un nuevo huso horario, otro más. Y la tendencia debería ser la de reducirlos, no la de multiplicarlos.

https://www.elconfidencial.com/alma-corazon-vida/2017-10-28/no-cambio-hora_1467840/
 
Yo he probado miles de veces esa fórmula para la siesta,imposible,yo tengo que dormir´mínimo hora y media,si lo intento media hora me levanto fatal porque a los 15 minutos entro en sueño,no profundo,pero muy cerca de ello y si duermo una hora justo a la hora entro en sueño profundo,o sea que lo que hago es ponerme a hacer cosas,al final acabo tan reventada como si intentase descansar media hora.
 
Yo necesito siestas de esas que te levantas con coronas de flores que dicen...tus amigos no te olvidan :ROFLMAO:

Como duerma media hora me da un dolor de cabeza tremendo y estoy atontada todo el día.
 
Vaya @Asor jajajajaja.Yo he llegado a acostarme a las 16h, después de currar de 7 a 15h,levantarme a las 20h y acostarme a las 22h,no tengo jartura,jajajaja.
Yo de verdad... Las siesta de media hora imposible,en mi caso hora y media mínimo.
Los de las coronas de flores me ha encantado!!! Jajajaja
 
Vaya @Asor jajajajaja.Yo he llegado a acostarme a las 16h, después de currar de 7 a 15h,levantarme a las 20h y acostarme a las 22h,no tengo jartura,jajajaja.
Yo de verdad... Las siesta de media hora imposible,en mi caso hora y media mínimo.
Los de las coronas de flores me ha encantado!!! Jajajaja
Yo ahora también la duermo cuando me apetece. Antes, no me dejaban porque me decían que engordaba. Y resulta que quien me lo decía, se echaba unas siestas olímpicas.
 
Que suerte @Asor ,que no,que no puedo hacerlo,hace tiempo que desistí,ni 10,ni 20 ni 30 que si es menos de hora y media soy un trapo.Suerte la tuya.
 
Esta pasada primavera me hice una escapadita a pasar el finde yo sola, me mi me conmigo. Lo necesitaba. Llegué al lugar y hacía más calor del que esperaba para la época, tras caminar hasta la hora de comer, mi piro al hotel y me eché una siesta que os lo juro, pareció un delicioso coma inducido. Pero que me sonó la alarma del despertador y me costaba hasta abrir los ojos, me costaba levantarme y yo con una ciudad nueva para mi por ver...2 horas de viaje astral espectacular, qué siesta, qué desnuque, qué ronquidos.
Me sentó de maravilla. Ésas son las SIESTAS de la vida.
 
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