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Yo es que desde que inventaron el internet veo poca televisión, sean series o películas. Incluso ha aumentado mi asistencia al cine (voy por lo menos una o dos veces a la semana), porque es el espacio que tengo para seguir una historia con atención. En casa no logro concentrarme y me da pena perderme una buena historia por no estar concentrada, pero últimamente estoy haciendo el esfuerzo.
Empecé viendo series que no exigieran tanta concentración, pero que estilisticamente no son las mejores, porque realmente no traen innovaciones. Así fue que me eché la de Luis Miguel, la de Paquita Salas y la Casa de las Flores. Entretenidas, pero seamos honestos, palidecen frente a ciertas propuestas internacionales. Ahora estoy con Outlander, que no me llamaba mucho la atención, pero terminé viendo por error una escena en Youtube y me encantó la química entre los protagonistas y lo intenso de la historia, pero es una serie para románticos, porque el amor es el motor de la historia.
Voy a mitad de la primera temporada de Frankie and Grace. Muy divertida, además trae a dos reinas de protagonistas: Jane Fonda y Lily Tomlin. Me gusta que todos los personajes son queribles en su propio estilo. Ah y Game of Thrones y Sherlock Holmes (la de mi Benedict Cumberbatch) las veo por ratitos. Sé siempre que pasa, pero así que yo vea todos los capítulos en orden, apenas salgan, pues no.
Según yo, por mi estilo de vida y sentido del humor, debería verme series como Atlanta, Unbreakable Kimmy Schmidt, The last man on Earth, The master of none y Dear White People. O sea, pura comedia satírica que pone la llaga en asuntos sensibles de la sociedad. Uff, pero no sé. Si no estoy durmiendo, estoy con las redes sociales y así no puede hacer nada, ni trabajar, ni estudiar, ni tener vida amorosa y mucho menos ver series con juicio. Estoy replanteándome seriamente la vida.
Empecé viendo series que no exigieran tanta concentración, pero que estilisticamente no son las mejores, porque realmente no traen innovaciones. Así fue que me eché la de Luis Miguel, la de Paquita Salas y la Casa de las Flores. Entretenidas, pero seamos honestos, palidecen frente a ciertas propuestas internacionales. Ahora estoy con Outlander, que no me llamaba mucho la atención, pero terminé viendo por error una escena en Youtube y me encantó la química entre los protagonistas y lo intenso de la historia, pero es una serie para románticos, porque el amor es el motor de la historia.
Voy a mitad de la primera temporada de Frankie and Grace. Muy divertida, además trae a dos reinas de protagonistas: Jane Fonda y Lily Tomlin. Me gusta que todos los personajes son queribles en su propio estilo. Ah y Game of Thrones y Sherlock Holmes (la de mi Benedict Cumberbatch) las veo por ratitos. Sé siempre que pasa, pero así que yo vea todos los capítulos en orden, apenas salgan, pues no.
Según yo, por mi estilo de vida y sentido del humor, debería verme series como Atlanta, Unbreakable Kimmy Schmidt, The last man on Earth, The master of none y Dear White People. O sea, pura comedia satírica que pone la llaga en asuntos sensibles de la sociedad. Uff, pero no sé. Si no estoy durmiendo, estoy con las redes sociales y así no puede hacer nada, ni trabajar, ni estudiar, ni tener vida amorosa y mucho menos ver series con juicio. Estoy replanteándome seriamente la vida.