Posado ha habido, pero diferente, la excelsa al volante de su Lexus, con el maridín saludando timídamente desde el asiento del pasajero y la niña, la heredera, atenta a los paparazzi, en el asiento de atrás. Por cierto, la cara de la niña muy brillosa, me da la impresión que pilló una insolación en aguas griegas , se la veía la cara roja, hinchada ;esa niña siempre tiene bolsas debajo de los ojos, me parece padece de alergias.