Publicado hoy en Nius ….. declaraciones de Amills
En una entrevista publicada este jueves en el diario Almería Hoy, Joaquín Amills, portavoz de la familia de las dos niñas presuntamente asesinadas y arrojadas al mar por su padre en Tenerife, ha revelado detalles del suceso que ha tenido a todo el país en vilo
Amills, ha explicado que desde casi el principio ya se temían un desenlace como el que ha sucedido, "pero albergábamos la esperanza de descubrir al asesino. Sabíamos que encontrar a Anna era muy difícil debido a la rotura de la bolsa en la que su padre lanzó el cuerpo de la niña al mar. No obstante, era preciso reunir las pruebas del crimen. Beatriz, la madre, fue consciente de esa dificultad antes que nadie. Sin embargo, mantuvo en todo momento una admirable entereza. Estaba en paz y agradecida a los agentes de la Guardia Civil y a la tripulación del buque que se emplearon a fondo en la búsqueda de sus hijas. También mostró su gratitud a los medios de comunicación por el trato responsable, serio y riguroso con que han informado sobre el caso, que ha supuesto un precedente en la forma de tratar un asunto de este tipo. Creo que a ese estado de paz del que le hablo ha contribuido, sin lugar a dudas, la certeza de que el sujeto capaz de perpetrar un crimen tan execrable está muerto".
Cuando hallaron el cuerpo de Olivia, ha explicado, supieron con seguridad que el padre había planeado hasta el último detalle del crimen esperando que las condiciones del mar fueran propicias para su propósito.
La tarde del 27 de abril cuando recogió a las niñas y dejó a Olivia en clase de alemán y a Anna en casa de sus abuelos paternos, Tomás Gimeno ya sabía que las iba a matar ese día, "precisamente dejó a sus hijas un momento para ir al puerto y comprobar que el barco funcionaba y todo estaba listo conforme a lo previsto. Después recogió a las niñas, fue a su casa a las 19:30 y allí las mató. Pero antes, hizo que la pequeña Olivia grabara un audio encargando a su madre recoger unos cuadros. Tomás Gimeno envió a Beatriz un último recuerdo. Una maldad propia de un ser depravado. En ese momento asesinó a sus dos hijas".
Amills ha explicado que, a falta del informe toxicológico de la autopsia, piensan que las niñas fueron asfixiadas y la causa de la muerte fue asfixia o colapso cardíaco.
"Metió a las niñas en unas bolsas que cargó en el coche junto a los pesos que utilizó como lastres. Demostró una vez más la frialdad con que había planeado hasta el último detalle al coger el perro para dejarlo en casa de sus padres, a los que también entregó las tarjetas bancarias con los números pin, así como la documentación del auto que les había transferido un día antes".
"Entonces comenzó a preocuparse. A las 22:10 fue a la Guardia Civil y volvió a llamarle en presencia de un agente. Conectó el sistema de ‘manos libres’ y, ante las indicaciones del miembro del Cuerpo de que devolviera las niñas a su madre, contestó que ningún guardia le iba a ordenar lo que tenía que hacer, y pidió que le dejaran en paz. Después hizo algo que no encaja. A las 23:00 volvió al puerto. Creemos que fue algo improvisado, porque podía estar esperándole Beatriz con la Guardia Civil. Una patrulla costera le dio el alto por infringir el toque de queda y registró la embarcación, pero no encontraron nada. Tras la inspección, le ordenaron amarrarla y le impusieron una sanción".
Gimeno no fue detenido en ese momento porque la Guardia Civil del Mar no tenía constancia de que sus compañeros de tierra ya estaban buscando a Tomás. Sin embargo, relata Amills, el hecho de que lo pararan cuando volvía al puerto "fue determinante para que decidiera suicidarse. En ese momento fue consciente de que no podría escapar, y su ego no le permitía que la sociedad le señalara como un asesino".
Nadie piensa en las tarjetas de crédito cuando sufre un brote psicótico (Joaquín Amills, portavoz de la familia)
El su***dio sí habría estado en sus planes, pero el hecho de que volviera a puerto tras arrojar a las niñas al mar hace pensar que se acobardó."Cuando llegó la hora de la verdad, le entró miedo y se dispuso a pensar qué hacer para escapar. Después, cuando le paró la Guardia Civil del Mar, se dio cuenta de que era imposible. Compró tabaco y cargó el móvil, que siguió operativo hasta las 2:00. Fue el tiempo que empleó en decidir si acababa o no con su vida".
Una actuación que no es propia de una persona impulsiva ni que padezca un repentino brote psicótico."Nadie piensa en las tarjetas de crédito cuando sufre un brote psicótico", ha puntualizado Amills.
"Lo tenía absolutamente todo premeditado. Sabía en todo momento dónde tenía que estar, aunque acabó con su vida por cobardía, para no afrontar la imagen que merecía como el asesino de sus hijas que dejó a su perro tras matarlas".
Preguntado por cómo se encuentra Beatriz, a madre de las niñas, Amills ha destacado que ella es una persona muy especial. "Una persona incapaz de albergar odio, aunque está rota en un millón de pedazos. Su preocupación era encontrar a sus hijas y, para conseguir ese objetivo, sabía que no podía odiar. Para mí es un ejemplo de gratitud. Nos daba ánimos constantemente. Todos los días nos decía “hoy encontraremos a las niñas”. Siempre recordaré una frase cuando apareció el cadáver de Olivia: “Joaquín, las hemos encontrado, aunque no en la forma que habíamos soñado”. Me dejó sin palabras ¡La madre de dos niñas asesinadas por su marido me estaba consolando a mí en el momento en que apareció una de sus hijas muerta!"
Tomás Gimeno se acobardó y por eso volvió a puerto tras arrojar a sus hijas al mar, según el portavoz de la familia
22/07/202112:59h.En una entrevista publicada este jueves en el diario Almería Hoy, Joaquín Amills, portavoz de la familia de las dos niñas presuntamente asesinadas y arrojadas al mar por su padre en Tenerife, ha revelado detalles del suceso que ha tenido a todo el país en vilo
Amills, ha explicado que desde casi el principio ya se temían un desenlace como el que ha sucedido, "pero albergábamos la esperanza de descubrir al asesino. Sabíamos que encontrar a Anna era muy difícil debido a la rotura de la bolsa en la que su padre lanzó el cuerpo de la niña al mar. No obstante, era preciso reunir las pruebas del crimen. Beatriz, la madre, fue consciente de esa dificultad antes que nadie. Sin embargo, mantuvo en todo momento una admirable entereza. Estaba en paz y agradecida a los agentes de la Guardia Civil y a la tripulación del buque que se emplearon a fondo en la búsqueda de sus hijas. También mostró su gratitud a los medios de comunicación por el trato responsable, serio y riguroso con que han informado sobre el caso, que ha supuesto un precedente en la forma de tratar un asunto de este tipo. Creo que a ese estado de paz del que le hablo ha contribuido, sin lugar a dudas, la certeza de que el sujeto capaz de perpetrar un crimen tan execrable está muerto".
Decir que era un buen padre fue una estrategia
Uno de los detalles del caso que Amills ha compartido en esta entrevista es que cuando la familia describía a Tomás Gimeno, el padre y presunto asesino, como un buen padre lo hicieron como parte de una estrategia."La psicóloga elaboró un perfil psicológico de Tomás y aconsejó en un primer momento, cuando aún cabía la posibilidad de que las niñas estuvieran vivas, apelar a su corazón. Eso significaba evitar revelar lo sinvergüenza que era". El portavoz de la familia describe a Gimeno como "un sujeto narcisista, de comportamiento infantil y tramposo. Para él, ganar era lo más importante, y siempre celebraba sus triunfos avergonzando al perdedor."Cuando hallaron el cuerpo de Olivia, ha explicado, supieron con seguridad que el padre había planeado hasta el último detalle del crimen esperando que las condiciones del mar fueran propicias para su propósito.
Un audio de Olivia con un recado para su madre
Fue un crimen premeditado con el objetivo de "castigar a su exmujerhaciéndole sufrir con la desaparición de sus hijas. Beatriz es, sin embargo, completamente distinta. Ella quería respetar el derecho del padre a ver a sus hijas, aunque no existiera un régimen de visitas estipulado.La tarde del 27 de abril cuando recogió a las niñas y dejó a Olivia en clase de alemán y a Anna en casa de sus abuelos paternos, Tomás Gimeno ya sabía que las iba a matar ese día, "precisamente dejó a sus hijas un momento para ir al puerto y comprobar que el barco funcionaba y todo estaba listo conforme a lo previsto. Después recogió a las niñas, fue a su casa a las 19:30 y allí las mató. Pero antes, hizo que la pequeña Olivia grabara un audio encargando a su madre recoger unos cuadros. Tomás Gimeno envió a Beatriz un último recuerdo. Una maldad propia de un ser depravado. En ese momento asesinó a sus dos hijas".
Amills ha explicado que, a falta del informe toxicológico de la autopsia, piensan que las niñas fueron asfixiadas y la causa de la muerte fue asfixia o colapso cardíaco.
"Metió a las niñas en unas bolsas que cargó en el coche junto a los pesos que utilizó como lastres. Demostró una vez más la frialdad con que había planeado hasta el último detalle al coger el perro para dejarlo en casa de sus padres, a los que también entregó las tarjetas bancarias con los números pin, así como la documentación del auto que les había transferido un día antes".
Gimeno intentó improvisar un cambio de planes
Amills ha relatado en esta entrevista que tras la segunda llamada de Beatriz a Gimeno porque estaba preocupada por las niñas, este le contestó de manera arrogante que jamás volvería a verlas, y que se iría muy lejos."Entonces comenzó a preocuparse. A las 22:10 fue a la Guardia Civil y volvió a llamarle en presencia de un agente. Conectó el sistema de ‘manos libres’ y, ante las indicaciones del miembro del Cuerpo de que devolviera las niñas a su madre, contestó que ningún guardia le iba a ordenar lo que tenía que hacer, y pidió que le dejaran en paz. Después hizo algo que no encaja. A las 23:00 volvió al puerto. Creemos que fue algo improvisado, porque podía estar esperándole Beatriz con la Guardia Civil. Una patrulla costera le dio el alto por infringir el toque de queda y registró la embarcación, pero no encontraron nada. Tras la inspección, le ordenaron amarrarla y le impusieron una sanción".
Gimeno no fue detenido en ese momento porque la Guardia Civil del Mar no tenía constancia de que sus compañeros de tierra ya estaban buscando a Tomás. Sin embargo, relata Amills, el hecho de que lo pararan cuando volvía al puerto "fue determinante para que decidiera suicidarse. En ese momento fue consciente de que no podría escapar, y su ego no le permitía que la sociedad le señalara como un asesino".
Nadie piensa en las tarjetas de crédito cuando sufre un brote psicótico (Joaquín Amills, portavoz de la familia)
El su***dio sí habría estado en sus planes, pero el hecho de que volviera a puerto tras arrojar a las niñas al mar hace pensar que se acobardó."Cuando llegó la hora de la verdad, le entró miedo y se dispuso a pensar qué hacer para escapar. Después, cuando le paró la Guardia Civil del Mar, se dio cuenta de que era imposible. Compró tabaco y cargó el móvil, que siguió operativo hasta las 2:00. Fue el tiempo que empleó en decidir si acababa o no con su vida".
Una actuación que no es propia de una persona impulsiva ni que padezca un repentino brote psicótico."Nadie piensa en las tarjetas de crédito cuando sufre un brote psicótico", ha puntualizado Amills.
"Lo tenía absolutamente todo premeditado. Sabía en todo momento dónde tenía que estar, aunque acabó con su vida por cobardía, para no afrontar la imagen que merecía como el asesino de sus hijas que dejó a su perro tras matarlas".
Preguntado por cómo se encuentra Beatriz, a madre de las niñas, Amills ha destacado que ella es una persona muy especial. "Una persona incapaz de albergar odio, aunque está rota en un millón de pedazos. Su preocupación era encontrar a sus hijas y, para conseguir ese objetivo, sabía que no podía odiar. Para mí es un ejemplo de gratitud. Nos daba ánimos constantemente. Todos los días nos decía “hoy encontraremos a las niñas”. Siempre recordaré una frase cuando apareció el cadáver de Olivia: “Joaquín, las hemos encontrado, aunque no en la forma que habíamos soñado”. Me dejó sin palabras ¡La madre de dos niñas asesinadas por su marido me estaba consolando a mí en el momento en que apareció una de sus hijas muerta!"