La gente de Gandía es chusma salvo ella, que tiene a su hija sin llevar a la guardería y tampoco la educa en casa (ponerle la tablet y jugar un rato no es educar, tarita), que habla sin saber constantemente y sólo pide perdón una vez y porque el ridículo fue estrepitoso, que adopta animales y cuando tiene un bebé pues decide que ya no es tan guay tenerlos en un descampado y pone a la asociación otra vez a buscarles dueño...