Primas, ¿me hacéis sitio? Después de un enero un pelín pasado de rosca que ha seguido a unas Navidades un poco idas de madre con esto del gasto, inauguro febrero con el firme propósito de no comprar absolutamente nada innecesario este mes, para empezar (no solo maquillaje). Mi talón de Aquiles son las farmacias, que una ya tiene una edad y me gusta un producto de tratamiento más que a un tonto un lápiz, pero en el maquillaje se me ha ido la mano últimamente también.
Mi último pecado fue el 29 de enero. Rogad por mi alma descarriada.
Mi último pecado fue el 29 de enero. Rogad por mi alma descarriada.