Tema para hablar sobre la política de Venezuela

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Lo de la falta de medicamentos es impresionante. Me ha contado una amiga que esta de visita en USA que hay muchisimas personas que tienen sarna en la piel pues es altamente contagiosa y no hay medicamentos para perros. Terrible que un pais tan rico, petrolero y de tantos recursos suceda algo asi.
 
Maduro debe medio año de pensiones a sus jubilados residentes en España
Aunque el gobierno de Nicolás Maduro paga a sus jubilados en Venezuela, acumula una enorme deuda con quienes viven en el exterior, a pesar del convenio de pagos bilaterales que cumple el gobierno español con los jubilados en el citado país.

http://vozpopuli.com/actualidad/823...ensiones-a-sus-jubilados-residentes-en-espana
Y el gobierno español debe las pagas a los funcionarios
 
Quién es Leopoldo López?
20.SEP.2015 / 11:28 AM / HAGA UN COMENTARIO

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Foto: Archivo

Por: Pablo Siris Seade

A pesar de la andanada de noticias que han llenado hasta el absurdo los medios de todo el mundo en relación a la condena del venezolano Leopoldo López, pocas personas serían capaces de contestar a algunas sencillas preguntas: ¿quién es es señor? ¿qué hace? ¿por qué lo metieron preso? Trataremos de responder a esas preguntas, que por sencillas son muy importantes.

Un hijo de la oligarquía

Leopoldo Eduardo López Mendoza nació en Caracas el 29 de abril de 1971. Es hijo de Leopoldo López Gil y Antonieta Mendoza. Pertenece a una de las familias más acaudaladas de la oligarquía venezolana desde los tiempos de la colonia. Su primaria y secundaria la cursó en el exclusivísimo Colegio Santiago de León (en referencia al santo patrono de Caracas).

A partir de 1989 se mudó a Estados Unidos, donde estudió el segundo ciclo de secundaria en The Hun School of Princeton, New Jersey; luego estudió Economía en el Kenyon College, en Gambier, Ohio, y finalmente realizó una maestría de Políticas Públicas en laKennedy School of Government de la Universidad de Harvard, Cambridge, Massachusetts, becado por la estatal venezolana Fundación Gran Mariscal de Ayacucho, casualmente presidida en ese momento por su padre.

Su madre es hija de Eduardo Mendoza Goiticoa, quien fue ministro de Agricultura del gobierno de Rómulo Betancourt, y sobrina de Eugenio Mendoza Goiticoa, considerado el hombre más rico del país en esa época. Fue ministro de Fomento durante el mandato del gobierno del General Medina Angarita y de la Junta Militar de 1958. Su tío abuelo fue Rafael Ernesto López Ortega, ministro de Educación durante la presidencia del general Eleazar López Contreras.

Si le parece que Mendoza le suena, sí le suena. Son los dueños de las Empresas Polar (cervezas, otras bebidas y alimentos) y de medio país. Entre sus marcas están las principales harinas de maíz, margarina, aceites y otros productos de la cesta básica. Sus vinculaciones con el poder desde hace decenios, son también casuales.

Al volver de Princeton, Ohio y Massachusetts, Leopoldo se integró a la organización ultrarradical Tradición Familia y Propiedad (TFP, también los hay en el sur del continente). Fue fundador del partido de extrema derecha Primero Justicia (PJ), que anteriormente era una asociación civil financiada con fondos de la estatal Petróleo de Venezuela S.A. (PDVSA), cuando su madre ocupaba -por supuesto, casualmente- el cargo de Gerente de Asuntos Públicos en esa industria.

A ver si nos entendemos: la madre le daba a la asociación civil que había fundado el nene los cheques de PDVSA (por supuesto que no de ella) para sostener la organización y luego transformarla en partido político.

El Instituto Republicano Internacional (IRI, dependiente del Partido Republicano de Estados Unidos), también financió y asesoró la transformación de PJ en partido político. Como imaginarán, PJ no nació pobre. Plata del petróleo y del partido de gobierno de los Estados Unidos. El contacto con esa organización -y presumiblemente con otras dedicadas a la inteligencia- los hizo durante su estadía previa en el norte.

Mientras tanto, Leopoldo trabajaba en PDVSA, en la misma sede de la corporación estatal que su madre (las casualidades a veces son realmente increíbles) y formaba el partido que lo llevaría a ganar las elecciones de alcalde del municipio Chacao (este de Caracas, el más rico del país; esto ya no parece ser casual).

Leopoldo López fue alcalde de Chacao entre 2000 y 2008. Desde ese cargo participó en el golpe de Estado de abril de 2002 contra el gobierno del presidente Hugo Chávez, siendo uno de los firmantes del “Decreto Carmona” en el que se abolieron todas las instituciones, la separación de poderes, se removieron las autoridades de los estados y municipios y se derogó toda norma que entrara “en contradicción con el presente decreto”.

Durante el golpe estuvo involucrado en el arresto ilegal y violento del entonces ministro de Interior y Justicia, Ramón Rodríguez Chacín, así como en el intento de asalto a la Embajada de Cuba en Caracas. En 2007 fue amnistiado de estos delitos por parte del presidente Hugo Chávez.

Debido a serias irregularidades administrativas encontradas durante su gestión en la alcaldía de Chacao y por el asuntito de PDVSA, la Contraloría General de la República dictó una medida de sanción en su contra, inhabilitándolo a optar a cualquier cargo público hasta 2017.

Complicado el hombre

A pesar de que fue fundador de PJ e integrante de su Junta Directiva, en 2006, Leopoldo se separó del partido a inicios de 2007.

En ese mes, pasa a formar parte de Un Nuevo Tiempo (UNT), el partido que había formado Manuel Rosales (el ex gobernador del estado Zulia que luego compitió con Chávez en las elecciones presidenciales de 2006). Allí lo designaron vicepresidente de Participación Ciudadana y Redes Populares. En septiembre de 2009 los malos de UNT expulsan a Leopoldo, “porque los partidos tradicionales no permiten el surgimiento de nuevos liderazgos”.

En 2009 López presentó el movimiento Voluntad Popular, del que ha sido su principal dirigente desde ese momento.

“La Salida”

Luego de una movilización bastante esmirriada, el 2 de febrero de 2014 Leopoldo decía: “Hoy le dimos a todos los venezolanos un mensaje claro, la organización y la calle son la clave para la salida de este Estado delincuente que desangra a nuestro país. No podemos tolerar más inseguridad, escasez y pelazón (pobreza), mucho menos toleraremos seis años más de este drama que vivimos. ¡Basta ya de tanta corrupción e ineficiencia! Hoy el pueblo alza su consciencia y empieza a construir la salida de este Gobierno”.

Lo que podría parecer un recurso retórico de un político un poco hablador de más, se comprobó que formaba parte de un plan para efectivamente forzar la renuncia del presidente Nicolás Maduro, que había ganado las elecciones presidenciales apenas unos meses antes, en abril de 2013, y que tiene por delante un período de gobierno que culmina en 2019.

El plan denominado “La Salida” había sido presentado por Leopoldo López en Miami, Estados Unidos (cuando no) en octubre de 2013 junto a representantes de la Fundación Venezolanos Perseguidos Políticos en el Exilio (Veppex), que representa al ala de derecha más radical de los emigrados venezolanos.

El 23 de enero de 2014, Leopoldo López junto a la ex diputada Maria Corina Machado anunciaron la activación de “La Salida” como un plan que consistía en una serie de acciones que iban escalando y que culminaba con la caída del gobierno.

Inspirado en las tesis de Gene Sharp y de los golpes blandos y las revoluciones de colores, López intentó -eso sí, junto a otros dirigentes de la derecha más radical- generar acciones de calle que provocaran sucesos violentos y que produjeran respuestas de parte de sectores militares que pudieran vacilar ante los embates combinados de acciones violentas de calle, guerra económica, embates mediáticos y vi$ita$ de amigos provenientes del norte.

El 12 de febrero, cuando en Venezuela se conmemoraba el bicentenario de la Batalla de la Victoria y Día de la Juventud, junto a algunos cientos de manifestantes de su organización, López se desplazó a la sede del Ministerio Público en Caracas para reclamarle a la Fiscal General de la República que retirara los cargos en contra de otros manifestantes que en el estado Táchira (en la frontera con Colombia; también le suena, sí) habían destruido la residencia oficial del gobernador, donde tienen su sede las misiones sociales (salud, educación, vivienda, alimentación, entre otras) para ese estado.

La manifestación rápidamente se tornó violenta y los activistas destrozaron la planta baja de la sede del Ministerio Público, mientras incendiaban la biblioteca de esa institución y seis camionetas que se encontraban estacionadas en las adyacencias que pertenecían al Cuerpo de Investigaciones Científicas, Penales y Criminalísticas. Durante esos disturbios, murieron dos hombres, unos de ellos veterano militante revolucionario y el otro un joven estudiante opositor.

Leopoldo López se entregó a las autoridades el 18 de febrero de 2014, tras ser requerido por el Ministerio Público por fomentar estos hechos de violencia. Ante la acusación presentada, el Poder Judicial ordenó el pase a juicio de Leopoldo López por los hechos de violencia registrados el 12 de febrero.

Las acciones propiciadas e iniciadas por Leopoldo López en el marco de “La Salida” a partir de ese 12 de febrero, produjeron 43 muertes (once de ellos funcionarios de seguridad), más de 870 heridos, miles de personas que vieron afectadas su vida normal, así como la violación del derecho al libre tránsito en vías principales de la capital y otras ciudades.

En esas guarimbas, como se les denominó, se asistió a acciones terroristas como los disparos de francotiradores desde las azoteas de edificios, colocación de guayas (alambres) atravesados en las vías a la altura del cuello de una persona sentada en una moto, derrames intencionales de aceite en las vías, así como otras acciones violentas que incluyeron el incendio de la guardería de los hijos de las y los funcionarios del Ministerio del Poder Popular para la Vivienda, que afortunadamente no arrojó víctimas.

La sentencia

Durante las 72 audiencias que cubrieron 57 semanas, los fiscales demostraron ampliamente ante el tribunal que López cometió los delitos de daños e incendio en calidad de determinador, instigación pública en grado de autoría y asociación para delinquir.

Durante las audiencias se demostró que los pronunciamientos realizados por López incitaron a sus seguidores a generar violencia y desconocer al Gobierno y a las instituciones del Estado.

Los fiscales dejaron en evidencia la instigación que López tuvo sobre sus partidarios, “acción que desató la euforia negativa en sus simpatizantes y que conllevó al ataque contra la sede principal del organismo garante de la legalidad” (el Ministerio Público).

La jueza actuante condenó en primera instancia a López a 13 años, nueve meses, siete días y 12 horas de prisión por estos delitos. A partir de ahora corren los plazos y las jurisdicciones de alzada, ante las cuales López podrá apelar la sentencia, en respeto a las mismas normas que él intentó quebrantar
 
Venezuela tiene una situación crítica pero como tantos países que aquí no interesa denunciar porque no sirven como arma arrojadiza contra la izquierda. Es el mantra con el que nuestro régimen atemoriza y adormece al votante, el charco en el que chapotean PP, C's y, en parte, el PSOE, para salpicar a la confluencia y tapar las vergüenzas de aquí con el barro de allá.

Nuestro problema no es el paro ni la corrupción ni los desahucios ni la pobreza ni la desigualdad ni las subidas de impuestos y de la luz o el gas ni el independentismo catalán ni los recortes sociales y de libertades ni la emigración de los españoles al extranjero ni siquiera la crisis de los refugiados, nuestro problema es Venezuela. La derecha española ha empezado la campaña para elegir al gobierno de España hablando del gobierno venezolano que es la forma de hablar mal de Podemos sin esforzarse. Aún no han conseguido que los españoles lo incluyan en la lista de sus preocupaciones, pero no será porque no lo estén intentando.

Primero salió Rajoy a hacer un alegato por las libertades de los opositores venezolanos perseguidos por Maduro y, aunque es un presidente en funciones, les prometió concederles la nacionalidad española por procedimiento de urgencia. Es de un cinismo atroz que hable de derechos humanos y libertad de expresión el presidente que ha promulgado las leyes mordaza en España y sólo ha acogido a 18 de los 17.000 refugiados a los que se comprometió a dar asilo ante la Unión Europea. Al PP le importan tanto los derechos humanos en Venezuela como en Siria, o sea, nada, pero le conviene utilizar a los opositores venezolanos, como a las víctimas de ETA, para sacar tajada electoral y atacar a Pablemos. Vomitivo pero cierto.

No se ha querido quedar atrás Albert Rivera, que ve cómo pierde comba en su disputa por el voto de derechas, y ha anunciado que se va a Venezuela a defender a la oposición del régimen chavista. Aquí en España, sin embargo, el pasado abril Ciudadanos votó junto al PP en contra de derogar las leyes mordaza y pidió sólo reformarlas. No le hemos visto manifestarse contra la represión de la protesta en nuestro país, tampoco contra la cárcel ilegal de Guantánamo o en defensa de los miles de presos políticos en todo el mundo, pero allá que se va a Caracas en plan libertador.

Aunque ahora tiene un perfil bajo con esta cuestión, el PSOE también entró al trapo, si bien dividido, como de costumbre, por sus distintas almas. Pedro Sánchez siguió la línea marcada por Felipe González de defensa de la derecha opositora venezolana, pero Zapatero que va por libre, se ha ofrecido a Maduro, en plena campaña electoral española, como mediador del conflicto en Caracas, metiéndose en un charco que Ferraz ahora no quería pisar. Éste es el caso. Venezuela es un charco en el que chapotear para salpicar a los podemitas y tapar las vergüenzas de aquí con el barro de allá.

No comparto la admiración casi mesiánica de algunos fundadores de Podemos por Chávez pero mucho menos la demonización del chavismo, que redujo drásticamente la pobreza, la desigualdad y el analfabetismo, como reconoce hasta la ONU. Es cierto también que hoy Venezuela tiene graves problemas de inseguridad y suministro y que organizaciones de Derechos Humanos han denunciado violación de libertades del gobierno de Maduro, pero no lo es menos que la derecha antichavista está removiendo las ascuas para provocar un incendio, incluso una guerra civil, ayudados por el fuelle que azuzan partidos y medios españoles que intoxican todo lo que viene de allí.

Este mismo fin de semana, el opositor Henrique Capriles, decía en El País, que la conflictividad en las calles podría obligar al ejército a derrocar al gobierno elegido democráticamente en unas elecciones legitimadas por observadores internacionales. No es la primera vez que llama a un golpe de Estado en un país en el que –recordemos- la oposición ganó la Asamblea Nacional también en las urnas. Venezuela tiene una situación crítica pero como tantos países que aquí no interesa denunciar porque no sirven como arma arrojadiza contra la confluencia.

Por eso se ha redoblado la estrategia venezolana, porque ahora sí que temen que la izquierda pueda gobernar en España. El fantasma de Stalin queda demasiado lejos, así que la nueva amenaza roja es Maduro. Es el mantra con el que nuestro régimen atemoriza y adormece al votante. Cuando a usted le preocupen la corrupción, el paro, la desigualdad, la pobreza, los refugiados o la emigración en España, repita conmigo: Venezuela.


(www.diario.es)
 
Bingo Marta, pero no solo lo hacen con Venezuela, también la Derecha Española y la prensa -El País, El Mundo.....- usó mucho a la Argentina de los Kirchner, que no son de Izquierda pero los apodan de populistas y otras cosas más.
Ahhhhhh, pero los periódicos no son los únicos, los foreros de Cotilleando hacen una relación entre Venezuela y Podemos.
Además de que muchas, muchísimas cosas de las que se habla de Venezuela son MENTIRAS.
 
Venezuela tiene una situación crítica pero como tantos países que aquí no interesa denunciar porque no sirven como arma arrojadiza contra la izquierda. Es el mantra con el que nuestro régimen atemoriza y adormece al votante, el charco en el que chapotean PP, C's y, en parte, el PSOE, para salpicar a la confluencia y tapar las vergüenzas de aquí con el barro de allá.

Nuestro problema no es el paro ni la corrupción ni los desahucios ni la pobreza ni la desigualdad ni las subidas de impuestos y de la luz o el gas ni el independentismo catalán ni los recortes sociales y de libertades ni la emigración de los españoles al extranjero ni siquiera la crisis de los refugiados, nuestro problema es Venezuela. La derecha española ha empezado la campaña para elegir al gobierno de España hablando del gobierno venezolano que es la forma de hablar mal de Podemos sin esforzarse. Aún no han conseguido que los españoles lo incluyan en la lista de sus preocupaciones, pero no será porque no lo estén intentando.

Primero salió Rajoy a hacer un alegato por las libertades de los opositores venezolanos perseguidos por Maduro y, aunque es un presidente en funciones, les prometió concederles la nacionalidad española por procedimiento de urgencia. Es de un cinismo atroz que hable de derechos humanos y libertad de expresión el presidente que ha promulgado las leyes mordaza en España y sólo ha acogido a 18 de los 17.000 refugiados a los que se comprometió a dar asilo ante la Unión Europea. Al PP le importan tanto los derechos humanos en Venezuela como en Siria, o sea, nada, pero le conviene utilizar a los opositores venezolanos, como a las víctimas de ETA, para sacar tajada electoral y atacar a Pablemos. Vomitivo pero cierto.

No se ha querido quedar atrás Albert Rivera, que ve cómo pierde comba en su disputa por el voto de derechas, y ha anunciado que se va a Venezuela a defender a la oposición del régimen chavista. Aquí en España, sin embargo, el pasado abril Ciudadanos votó junto al PP en contra de derogar las leyes mordaza y pidió sólo reformarlas. No le hemos visto manifestarse contra la represión de la protesta en nuestro país, tampoco contra la cárcel ilegal de Guantánamo o en defensa de los miles de presos políticos en todo el mundo, pero allá que se va a Caracas en plan libertador.

Aunque ahora tiene un perfil bajo con esta cuestión, el PSOE también entró al trapo, si bien dividido, como de costumbre, por sus distintas almas. Pedro Sánchez siguió la línea marcada por Felipe González de defensa de la derecha opositora venezolana, pero Zapatero que va por libre, se ha ofrecido a Maduro, en plena campaña electoral española, como mediador del conflicto en Caracas, metiéndose en un charco que Ferraz ahora no quería pisar. Éste es el caso. Venezuela es un charco en el que chapotear para salpicar a los podemitas y tapar las vergüenzas de aquí con el barro de allá.

No comparto la admiración casi mesiánica de algunos fundadores de Podemos por Chávez pero mucho menos la demonización del chavismo, que redujo drásticamente la pobreza, la desigualdad y el analfabetismo, como reconoce hasta la ONU. Es cierto también que hoy Venezuela tiene graves problemas de inseguridad y suministro y que organizaciones de Derechos Humanos han denunciado violación de libertades del gobierno de Maduro, pero no lo es menos que la derecha antichavista está removiendo las ascuas para provocar un incendio, incluso una guerra civil, ayudados por el fuelle que azuzan partidos y medios españoles que intoxican todo lo que viene de allí.

Este mismo fin de semana, el opositor Henrique Capriles, decía en El País, que la conflictividad en las calles podría obligar al ejército a derrocar al gobierno elegido democráticamente en unas elecciones legitimadas por observadores internacionales. No es la primera vez que llama a un golpe de Estado en un país en el que –recordemos- la oposición ganó la Asamblea Nacional también en las urnas. Venezuela tiene una situación crítica pero como tantos países que aquí no interesa denunciar porque no sirven como arma arrojadiza contra la confluencia.

Por eso se ha redoblado la estrategia venezolana, porque ahora sí que temen que la izquierda pueda gobernar en España. El fantasma de Stalin queda demasiado lejos, así que la nueva amenaza roja es Maduro. Es el mantra con el que nuestro régimen atemoriza y adormece al votante. Cuando a usted le preocupen la corrupción, el paro, la desigualdad, la pobreza, los refugiados o la emigración en España, repita conmigo: Venezuela.


(www.diario.es)
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Ya no saben cómo mentir los Potemistas...Ya es que es de chiste!!
 
YO me meo. Aquí para los Potemistas es normal hacer y defender lo que ha hecho Leopoldo pero si lo hacen otros es delito!!. Luego dicen los Potemistas que no tienen nada que ver con Venezuela!!!.
 
Tú me hablas de Venezuela cuando yo necesito oír soluciones para el paro y la pobreza
Publicado: 25/05/2016 22:08 CEST Actualizado: 25/05/2016 22:20 CEST

Venezuela somos todos, según han decidido los políticos españoles, aunque la mayoría tenemos bastante con pelear cada día con los problemas que nos arruinan la vida. Conocemos más a Lilian Tintori, la mujer edel opositor venezolano encarcelado Leopoldo López, que las medidas de los partidos sobre el terrorífico paro juvenil que está arruinando el futuro de varias generaciones y que si preguntas a los partidos, no se sonrojan al reconocer que todavía no han terminado de concretar.

Ya podemos gritar como posesos lo que nos preocupa (el paro, la corrupción, que concreten y acaben con el "y tú más"...) -incluso estos días en los mítines, como le pasa a Rajoy- que ellos siguen empeñados en colocarnos el discurso que menos problemas les traerá a la hora de cumplir lo que han prometido. Es mucho más fácil atacar al rival que explicar cómo van a lograr que casi el 29% de los españoles que se encuentran en riesgo de pobreza tengan una vida digna.

Ellos a los suyo, a la descalificación y a atacar al contrario


Por eso, a pesar de que última la encuesta del INE sobre las condiciones de vida mostraba datos que rozaban la por**grafía sobre cómo los ingresos medios en los hogares continúan reduciéndose y de cómo los nuevos jubilados lo van a pasar peor debido a que muchos de los que aspiran ahora a cobrar la pensión llegan del paro, los líderes son sordos. Ellos a los suyo, a la descalificación y a atacar al contrario. Que los abuelos, que han sido soporte de tantas familias durante la crisis, empiecen a computar más en las situaciones de riesgo de pobreza no va con ellos. Al menos por ahora.

Tomemos un día como el martes, 24 de mayo, cuando se publica la encuesta del INE a la que hemos hecho referencia -más de once millones de españoles en riesgo de exclusión y pobreza- y veamos a qué se han dedicado ese día, e incluso el miércoles, los líderes españoles. El experimento lo hemos hecho con datos de Graphext, la plataforma que se dedica a analizar y crear contextos de información entorno a personas y organizaciones, monitorizándoles.
 
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