Recordando a la Casa Real de Irán

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el plan original era una gran fiesta con cerca de 30 jefes de Estado.

La sensación era, en Irán, que nada podría ir mal en estas celebraciones; era el prestigio del país en riesgo.

La voluntad del sha de hacer surgir a Irán de las cenizas y convertirla en una nación líder del mundo siempre estuvo detrás de la idea de la celebración,​

Persépolis era solo una magnífica muestra de ruinas únicas, donde una vez hubo un palacio esplendoroso. Ahora había unas ruinas impresionantes y arena, mucha arena.

 

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Había sólo un año para hacer una nueva ciudad en Persépolis, una ciudad para albergar una celebración única, una ciudad única.

La Emperatriz Farah era periódicamente informada del avance de los planes.

Se decidió que la empresa francesa de diseño de interiores Jansen estaría a cargo de la planificación de la nueva ciudad: un campamento de tiendas fabulosamente inigualable se construiría como un verdadero oasis en medio del desierto.

 

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Fueron construidas cincuenta tiendas de campaña de color amarillo y azul (en realidad lujosos apartamentos prefabricados cubiertos con tela tradicional persa), 5 a cada lado de 5 calles que formaban una estrella central (en representación de los cinco continentes), en medio de la cual había una espectacular fuente que se iluminaba por la noche.

Una de estas calles llevaba al helipuerto y de allí a la Tienda de Honor, que tenía 34 metros de diámetro.
Este era el lugar donde se llevaba a cabo la recepción de los dignatarios

 

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Un gran número de árboles traídos directamente de Francia fueron plantados en el área alrededor de la Ciudad Dorada, recreando algo de cómo la antigua Persépolis

Cada una de las 50 tiendas de campaña para invitados tenía aire acondicionado y una decoración diferente; medían 3 metros de diámetro por 3 metros de altura y estaban compuestas por una sala de estar, 2 dormitorios, 2 baños y un cuarto de servicio.

 

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Las fotos que siguen son para poder hacernos una idea de como eran las tiendas, que hiban a ocupar los reales huéspedes

 

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los baños

 

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en medio de la cual había una espectacular fuente que se iluminaba por la noche.

 

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se decidió que un especialista francés el famoso Chez Maxim’s tendría el honor y la responsabilidad del servicio de catering de la fiesta.

teniendo que cerrar el restaurante parisino durante 15 días y contratar varias decenas de camareros y chefs altamente calificados para el enorme servicio.

En total, alrededor de 160 cocineros, camareros y panaderos estuvieron presentes en Persépolis y el legendario hotelier Max Blouet salió de su retiro para supervisar el banquete.

Hubo muchos detalles extravagantes que lograron hacer de Persépolis la más grande celebración jamás organizada.

Las tapicerías y cortinas italianas, las magníficas arañas de cristal de Bohemia

 

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la porcelana de Limoges creada especialmente con las armas Pahlavi pintadas en el centro,

miles de botellas de vino, champán y agua, las toneladas de carne y verduras llegaron a Shiraz desde París

Entre los detalles más extravagantes de las celebraciones de Persépolis fue la orden de 250 Mercedes-Benz rojos para el transporte de invitados desde y hacia el aeropuerto de Shiraz.

Los invitados eran recibidos con todos los honores militares, eran llevados luego a través de los 50 km de carretera a Persépolis, una carretera iluminada por dos mil balizas gigantes, a 100 metros de distancia una de otra, impulsadas por la Compañía Nacional de Petróleo Iraní

 

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A su llegada, los invitados tenían un mini bar esperando: una botella de whisky Chivas Regal, una de champagne Möet Chandon, una de vodka, seis de cerveza, agua, refrescos y jugos.

La realeza y los estadistas de cinco continentes debían disfrutar de las fiestas y la posibilidad de vivir en un mundo totalmente único y sublime durante un par de días.

Miembros de familias reales se visitarían unos a otros en sus tiendas durante la noche, para tomar una copa o simplemente para una reunión familiar.

Los jefes de Estado se reunirían para hablar en un ambiente relajado acerca de los asuntos más importantes del mundo. Pero, lo más importante, dejaría a Persépolis con la mejor impresión del Imperio de Irán y ese era el objetivo principal de Su Majestad Imperial.

 

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Arribo de la Familia Imperial