RECETAS DE COCINA

Cómo hacer una quiche de verduras muy fácil
Una manera sabrosa de comer vegetales
Cómo hacer torta Pascualina
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LÍDIA PENELO
28/04/2019 08:00
Actualizado a 28/04/2019 08:14

Comer verduras puede resultar cansino, pero a parte de prepararlas al vapor o salteadas, las quiches vegetales son una excelente alternativa para comer más verduras. Te proponemos una receta fácil y que puedes adaptar en función a las verduras que tengas en casa. El resultado es delicioso.

Una manera sabrosa de comer vegetales
Ingredientes

> 1 lámina de hojaldre.

> 300 gramos de espinacas.

> 8 tomates cherry.

> 2 pimientos rojos.

> 1 puerro.

> 4 huevos.

> 300 mililitros de leche evaporada.

> 75 gramos de queso o parmesano rallado.

> Sal y pimienta al gusto.

> Una pizca de nuez moscada.

Cómo hacer una quiche de verduras muy fácil
Elaboración

1. Lava las verduras, escurre bien y corta en trozos pequeños

2. Precalienta el horno a 180 grados.

3. Forra el molde que vas a utilizar con papel de horno, de esta manera evitarás que la quiche se pegue y será más fácil de desmoldar.

4. Coloca la lámina de hojaldre encima del papel de horno sobre el molde. Pinchar con un tenedor por toda la masa.

5. En una sartén pon un chorro de aceite y saltea las verduras unos 5 minutos.

6. En un bol grande bate los huevos, añade la leche evaporada, el queso rallado y la nuez moscada, y mezcla bien.

7. Mezcla las verduras en el bol con el huevo batido, y vierte la mezcla en el molde.

8. Hornea durante 18 minutos a 180 grados, y haz la prueba del palillo antes de retirar.

Una manera sabrosa de comer vegetales
Ficha técnica

Dificultad: baja.

Tiempo: 30 minutos.

Raciones: 4.

Aporte calórico: 360.
https://www.lavanguardia.com/comer/recetas/20190428/461859889044/quiche-verduras-facil.html
 
Cómo hacer patatas rellenas al horno
Patatas rellenas de atún y queso
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LÍDIA PENELO
29/04/2019 07:00
Actualizado a 29/04/2019 07:53

Las recetas con patatas siempre triunfan, y la que te proponemos es fácil y riquísima. Estas patatas rellenas al horno sirven como aperitivo, primer plato o acompañamiento, gustan a casi todo el mundo y puedes adaptar el relleno con los ingredientes que tengas a mano. Una receta sabrosa y repleta de ventajas.

Patatas rellenas de atún y queso
Ingredientes

> 4 patatas medianas.

> 2 latas de atún.

> 4 lonchas de queso.

> Mozzarella rallada.

> Tomate frito.

> Aceite de oliva virgen extra.

> Sal y pimienta al gusto.

> Orégano al gusto.

Cómo hacer patatas rellenas al horno
Elaboración

1. Precalienta el horno a 180 grados.

2. Lava las patatas, frotando bien su piel bajo el grifo para eliminar la tierra que puedan tener.

3. Seca las patatas y envuelve cada patata con papel de aluminio.

4. Mete las patatas en el horno y hornea unos 30 minutos a 200 grados. Para saber si están bien cocidas haz la prueba del palillo.

5. Desenvuelve las patatas, deja enfriar y corta cada una por la mitad.

6. Vacía las patatas con una cuchara con cuidado de no romperlas.

7. En un bol, coloca la pulpa de las patatas, añade el atún, las lonchas de queso troceadas, 4 cucharadas de tomate frito, 2 cucharadas de aceite de oliva virgen extra y mezcla bien.

8. Coloca esta mezcla en las mitades de patata vacías, y cubre cada mitad con una generosa capa de mozzarella y orégano.

9. Vuelve a introducir las patatas en el horno y activa la función del gratinador. Cuando el queso esté fundido y dorado puedes retirar.

Patatas rellenas de atún y queso
Ficha técnica

Dificultad: baja.

Tiempo: 45 minutos.

Raciones: 4/6.

Aporte calórico: 220.

https://www.lavanguardia.com/comer/recetas/20190429/461862647261/patatas-atun-facil.html
 
Cómo preparar una sabrosísima lengua “Caribe”
Una receta de ternera con un toque caribeño acompañada de arroz y plátano frito
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Receta lengua caribe (José Baig)
JOSÉ BAIG
29/04/2019 06:00
Actualizado a 29/04/2019 10:14

Para esta receta se emplea una de las piezas de casquería de sabor más delicado y textura más melosa: la lengua. Lo de “Caribe” viene porque a mi me gusta ponerle un toque de ají habanero (u otro, ya hablaremos de eso más adelante). Por otro lado, creo que no hay nada que acompañe mejor a este plato que dos contornos típicos del Caribe: el arroz blanco y el plátano macho frito.

La receta tiene su parte engorrosa, eso sí. Te explico: la lengua, además de requerir una cocción lenta y larga, también hay que pelarla. Es decir, retirarle la capa más externa, que es de consistencia rasposa y textura correosa. Es decir, nada agradable de comer. Esta delicia te va a costar entre 3 y 4 € por ración.

Ingredientes



Para 6 porciones



> 1 lengua de ternera (entre 1 y 1,3 kgs)

> 6 o 7 tomates maduros y cortados en cuadritos

> 1 cebolla cortada en cuadritos

> 1 pimiento rojo cortado en cuadritos

> 3 dientes de ajo cortados en láminas

> 1/4 de chile haber fresco (se puede sustituir por una guindilla, 1/8 de cucharadita de pasta de habanero, una cucharadita de jalapeño fresco cortado en cuadritos o el picante que más te guste, como panca o rocoto)

> 1 taza de arroz

> 3 plátanos macho maduros, casi negros

> Aceite de oliva

> Aceite para freír

> Sal

Elaboración

Coloca la lengua en una olla grande. Agrega agua hasta apenas cubrirla, y llévala tapada a un fuego bajo durante al menos 90 minutos. Estará lista cuando puedas pincharla fácilmente con un tenedor. Retírala del caldo y déjala enfriar. ¡No tires el caldo! Será la base de tu salsa.

Mientras se cocina la lengua, pon unas cuatro cucharadas de aceite de oliva en una sartén, llévala a fuego bajo y agrega el ajo, las cebollas el pimiento y el ají. Cuando la cebolla comience a cristalizar y el pimiento a ablandarse, agrega los tomates. Continúa sofriendo hasta que el tomate está completamente desecho. Añade sal.

Cuando le lengua esté fría, es el momento de pelarla. A veces la capa externa se puede retirar fácilmente. Otras veces, será necesario que te ayudes con un cuchillo para retirar las partes más rebeldes. Corta la lengua en medallones y colócala sobre el sofrito.

Añade el caldo de la lengua hasta que apenas cubra los medallones y deja cocinar todo junto a fuego muy bajo hasta que la salsa reduzca más o menos a la mitad y tus medallones de lengua se vean deliciosos, carnosos y jugosos.

Una vez fría, la lengua en salsa se puede conservar en un contenedor cerrado durante tres días en la nevera y hasta un mes en el congelador. Lo que sobre, lo puedes usar como relleno de unos tacos, o cortarlo en cuadritos muy chiquitos para agregarlo a una pasta.

https://www.lavanguardia.com/comer/...2/receta-ternera-lengua-caribe-jose-baig.html
 
Los peligros de comer la carne de cerdo poco cocinada
Se corre el riesgo de contraer enfermedades como la hepatitis E y yersiniosis
Cerdo: propiedades, beneficios y valor nutricional
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AURORA SEGURA
01/05/2019 06:00
Actualizado a 01/05/2019 08:24

El cerdo es un animal omnívoro que puede alimentarse incluso de heces, y su sistema digestivo no tiene la capacidad de destruir todos los residuos acumulados. Por eso su carne está considerada entre las menos sanas del mercado y que una regla de obligado cumplimiento sea no tomarlo nunca crudo ni poco hecho.

“No es que el cerdo sea el único animal que tiene bacterias o parásitos en su organismo”, explica Lluís Riera, director de la Consultoria de Seguretat Alimentària i de l’Aigua. “Todas las carnes son susceptibles de contaminarse con microorganismos, que pasan del sistema digestivo a la musculatura. Pero en los animales más pequeños, como el cerdo y las aves, el sistema por donde circulan está más próximo a la carne y por eso es más fácil que la contaminen”.

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(fcafotodigital / Getty)
Una de las principales infecciones debidas al consumo de carne de cerdo ha sido ancestralmente la triquinosis, causada por la larva de un gusano intestinal, y que puede llegar a ser mortal.

“Ahora tiene poca incidencia en los países occidentales por los numerosos y exhaustivos controles y medidas sanitarias. Pero hay que tener cuidado con animales procedentes de la caza, como el jabalí, y con productos elaborados de forma artesanal en pequeñas granjas para consumo propio o de allegados”.

Para evitar la triquinosis se puede congelar la carne y derivados durante varios días, porque mata las larvas

La solitaria acecha

En el caso de la triquinosis, explica Riera, una buena medida preventiva es “congelar la carne y derivados durante varios días, porque mata las larva s ”. Pero, advierte, no sirve cuando la infección es por bacterias y otros microorganismos, como los que causan la salmonela por ejemplo, difíciles de detectar.

“En ese caso, advierte, lo único que se puede hacer es cocinar muy bien la carne, tanto del cerdo como del pollo. Y si bien no está totalmente libre de peligros la de ternera o buey, es menos arriesgado tomar un carpacho o un steak tartare”. Explica Riera que precisamente por motivos sanitarios en este último caso se usan aliños ácidos, que pueden minimizar riesgos.

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(invizbk / Getty)
Y añade que en esas características del cerdo está en el origen de la prohibición de consumirlo para los musulmanes. Lo que nació como una medida de salud e higiene ha ido derivando en una cuestión religiosa y cultural. “Siempre se ha considerado un animal sucio y susceptible de transmitir numerosas enfermedades”.

Si la triquinosis está prácticamente erradicada en el mundo occidental, persiste otro riesgo, no muy elevado pero posible, que es el de contraer la tenia o solitaria, que se considera más peligrosa.

La triquinosis está prácticamente erradicada en el mundo occidental, pero existe el riesgo de contraer la tenia o solitaria

Uno de sus síntomas son las convulsiones y parece que es la causante de la mayor parte de ese tipo de ataques.

La hepatitis que llegó del cerdo

Otra es la hepatitis E, que se calcula que cada año infecta a 20 millones de personas en todo el mundo.Y según un estudio realizado por expertos de la Agencia de Seguridad Alimentaria de la Unión Europea, tomar su carne cruda o poco cocinada es la principal causa de esta infección.

No es que se pueda considerar una epidemia, pues en los últimos diez años no se han contabilizado más que unos 21.000 casos; el dato preocupante es que se han multiplicado por diez en ese periodo.Se considera que el cerdo doméstico, y especialmente su hígado, es el principal portador del virus, y aunque también lo transmite el jabalí, la incidencia es menos porque se consume infinitamente menos la carne de este último. Tampoco es que se coma mucho hígado de cerdo, pero sí que forma parte de numerosos productos cárnicos. De los casos contemplados según el estudio, el 80% se detectaron en Francia, Alemania y Reino U nido.

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(fcafotodigital / Getty)
Estadísticas elaboradas en Estados Unidos aseguran que uno de cada diez productos que contienen hígado de cerdo puestos a la venta que se analizaron estaba contaminado; en Holanda, uno de cada 15; uno entre 20 en la República Checa y en Alemania una de cada 5 salchichas de cerdo lo estaban. Si las estadísticas son tan altas en este país se debe también a un plato tradicional denominado mett, que consiste en carne de cerdo picada que se toma cruda.

Puede existir la tentación de culpar a la forma de criar los cerdos, hacinados en granjas industrializadas, de ese rebrote de la hepatitis E. Lo cierto es que no hay diferencia si viven en un entorno más natural, porque se ha comprobado que el jabalí y otros animales de caza también pueden ser transmisores.

La forma de criar los cerdos no es la causante del rebote de hepatitis E, no hay diferencia si viven en un entorno más natural

Cocinarla a conciencia y termómetro en mano

Aparte de abstenerse de comer carne de cerdo, la cocción adecuada es la única forma de librarse del riesgo. El virus sobrevive si no se aplica la temperatura que asegura una cocción en el interior de la pieza.

Otra infección que persiste por comer carne de cerdo, concretamente de las zonas del cuello y próximas a la cabeza, es la yersiniosis, de la que es responsable la bacteria yersinia. No es que sea una enfermedad nueva, sino que antes no se había reconocido. Ni tampoco está muy extendida.

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(Viktorcvetkovic / Getty)
En Estados Unidos, por ejemplo, se ha establecido que causa unas 35 muertes al año y unos 117.000 casos de infección. ¿La causa? El cerdo poco hecho.

Los síntomas son fiebre, dolor, diarreas sangrantes, pero a largo plazo puede provocar también otras dolencias. Por ejemplo, los infectados con esa bacteria tienen 47 veces más de posibilidades de sufrir artritis reactiva, un tipo de dolencia que consiste en la inflamación de las articulaciones. Y lo peor del caso es que a veces esta se produce sin síntomas previos, como la mencionada diarrea, lo que hace difícil el pronóstico.

Se calcula que un 69% de productos derivados del cerdo analizados están contaminados por la yersinia

Se calcula que un 69% de productos derivados del cerdo analizados están contaminados por la yersinia. Para eliminarla la carne tiene que alcanzar en su interior una temperatura de 63 grados para el cerdo de granja y de 71 para el salvaje, que se recomienda medir con un termómetro de cocina, y guisarla unos 20 minutos.

Las infecciones por E. coli, salmonela y listeria son otras de las que se pueden adquirir por la carne, y no sólo de cerdo, poco hecha o cruda.

https://www.lavanguardia.com/comer/tendencias/20190429/461931172583/cerdo-poco-hecho-crudo.html
 
Cómo preparar esta original pizza ‘muffin’ integral
Una deliciosa merienda salada y vegetariana
Pan Integral: lo que debes saber para que no te engañen
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Receta Pizza Muffin Integral (© Teresa Balzano para Gribaudo y Emse Edapp S.L.)
TERESA BALZANO
03/05/2019 06:00
Actualizado a 03/05/2019 07:20

Ingredientes



Para 12 muffins:



> 300 g de harina panificable

> 200 g de harina integral

> 260 g de agua

> 8 g de levadura de cerveza

> 1 cucharadita de miel aceite

> 300 g de mozzarella o queso para fundir

> Salsa de tomate

> Orégano seco

> 10 g de sal

Elaboración

Diluya la levadura y la miel en 100 gramos de agua. Mezcle las harinas y tamícelas, y añada a la mezcla de levadura 50 gramos de esta preparación. Trabájela hasta obtener una textura cremosa. Tápela con film transparente y déjela reposar unos 30 minutos, hasta que se formen burbujas.

Transcurrido el tiempo, agregue el resto de las harinas y añada el agua (reserve medio vaso) poco a poco. Diluya la sal en el resto del agua e incorpore esta mezcla a la masa. Trabájela bien hasta obtener una preparación de textura lisa y homogénea. Forme una bola, pásela a un cuenco y séllelo. Deje que fermente hasta que doble su volumen.

Cuando la masa esté lista, divídala en trozos del tamaño de una nuez sin que la masa se deshinche en exceso; puede utilizar unas tijeras para hacerlo más rápido.

Coloque los trozos de masa en un cuenco y añada el queso y orégano al gusto. Mezcle todo bien.

Coloque los trozos de masa en un cuenco y añada el queso y orégano al gusto

Unte con aceite un molde de 12 muffins y rellene con la masa los huecos. Eche por encima de cada uno una cucharada de salsa de tomate e introduzca el molde en el horno precalentado a 200 °C. Hornee los muffins durante unos 25 minutos hasta que estén cocidos y con la superficie dorada. Déjelos enfriar antes de degustarlos.

https://www.lavanguardia.com/comer/...pizza-muffin-integral-receta-vegetariana.html
 
Luma, la cocina novo-andina en otra dimensión
El chef Omar Malpartida ejecuta en este restaurante su cocina más ambiciosa
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Omar Malpartida, chef de Luma (Restaurante Luma)
JUAN MANUEL BELLVER
03/05/2019 06:00
Actualizado a03/05/2019 06:48

“La cocina peruana guarda la llave del futuro de la gastronomía”, proclamó Ferran Adrià en 2011. Por aquel entonces, una rutilante generación de chefs limeños, con Gastón Acurio a la cabeza, estaba exportando a las grandes capitales latinoamericanas y luego europeas el fascinante recetario nikkei y novo-andino. Y el fenómeno sigue progresando.

Hoy Virgilio Martínez triunfa con su restaurante Lima en el barrio londinense de Fitzrovia. Acurio hace lo propio con Manko en la Avenue Montaigne parisina. Jaime Pesaque ha impuesto su Pacífico en la Vía della Moscova milanesa y está planeando expandirse a Roma. Albert Adrià ha incluido en su variada propuesta de El Barri barcelonés los sabores japo-peruanos de Pakta. Y el más famoso cocinero lisboeta, José Avillez, se ha asociado con Diego Muñoz para abrir Cantina Peruana a pocos metros de su bi-estrellado Belcanto, en la zona baja del Chiado. Por cierto, estos dos últimos chefs se conocieron durante un stage en El Bulli.

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El espacio del restaurante Luma (Restaurante Luma)
¿Y en Madrid qué? Pues lo cierto es que ceviches, papas a la huancaína, ají de gallina y otras especialidades del Perú están presentes aquí desde hace décadas, no en vano en la capital española ha sido históricamente un destino prioritario para los emigrantes, exiliados y expatriados de América Latina. Antes de que Gastón y su esposa Astrid abrieran en 1994, en el barrio limeño de Miraflores, el primer local de un emporio que hoy supera el medio centenar de establecimientos, a orillas del Manzanares, ya comíamos anticuchos, lomo saltado o arroz chaufa (¡y bebíamos pisco sour!) en pequeños negocios familiares como El Inca, El Inti de Oro o La Llama, muchos de los cuales aún sobreviven.

Tal vez por esa tradición de ciudad de acogida, unida a su innegable atractivo turístico (7,1 millones de visitantes foráneos en 2018), Astrid y Gastón inauguraron aquí su primera sucursal europea en 2007, en el icónico Paso de la Castellana, por cuyas cocinas pasaron -fíjense bien- algunos de los más ilustres chefs novo-andinos del momento, como Virgilio Martínez o Diego Muñoz. Y aunque aquel proyecto terminó cerrando sus puertas debido a los altos costes fijos y la recesión inminente, germinó la semilla de una gastronomía peruana renovada que ha tenido en la Villa y Corte abanderados más efímeros o más exitosos.

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Uno de los platos del restaurante Luma (Restaurante Luma)
Para el recuerdo (gustativo) quedan nombres como La Gorda, Nikkei 225 o Kena. Y para el disfrute actual de nuestros lectores, anoten el nuevo Gamán de Luis Arévalo (ex Kena), el Tampu de Miguel Valdiviezo o el Ronda 14 de Mario Céspedes y Conchi Álvarez. Este último, presenta la originalidad de incorporar al surtido de tiraditos, algunos ingredientes y técnicas que honran las raíces asturianas de Conchi.

A esta lista hay que añadir, evidentemente, los distintos establecimientos del talentoso Omar Malpartida, desde el fundacional Tiradito hasta Barra M, pasando por Chambi Buns Sanguches (dentro de La Chispería del Mercado de Chamberí) y el comedor más ambicioso de todos, Luma, a un tiro de piedra de esa cada vez más gastronómica Puerta de Alcalá a la que nos referíamos hace unas semanas en esta misma sección.

Omar reivindica alimentos y recetas originarias del altiplano y el Amazonas, puestos al día con elaboraciones de vanguardia y combinados con algunos productos españoles

Natural de Huánuco, una región de sierra y selva en el interior del país andino, Omar se formó en Malabar (Lima), al lado de Pedro-Miguel Schiaffino. Todo antes de pasar por las cocinas del Celler de Can Roca y Pakta para terminar trabajando a las órdenes de Jaime Pesaque, que le incorporó a su expansión europea como chef ejecutivo. Hoy, a los 30 años, regenta 4 locales en Madrid y mantiene además asesorías aquí (Astrolabius) y en Valencia para Quique Dacosta (las barras peruanas de Mercatbar y Vuelve Carolina).

Con la inauguración de Luma, hace apenas dos temporadas, lo que Omar y sus colaboradores Santi Vidal (cocina) y Miguel Novoa (sala) han logrado es crear el mejor restaurante peruano que ha habido nunca en Madrid . Un peruano diferente a los demás no sólo por su elevada aspiración culinaria, sino por alejarse de los arquetipos de influencia nipona (nikkei) o china (chifa) e incluso de la poderosa cocina costera de chupes, ceviches y tiraditos, que tiene aquí una presencia testimonial. En su lugar, Omar reivindica alimentos y recetas originarias del altiplano y el Amazonas, puestos al día con elaboraciones de vanguardia y combinados también -fuera prejuicios- con algunos productos españoles.

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Uno de los platos del restaurante Luma (Restaurante Luma)
La mezcla resulta emocionante, tanto por los sabores inéditos y el colorido de los platos, como por una puesta en escena que te hace viajar al otro lado del mundo gracias al decorado, las cerámicas y los cócteles. En unas antiguas cocheras, próximas al Parque del Retiro, Malpartida y su gente han hallado el espacio perfecto para recrear con gusto impecable una hacienda peruana de película: techos altos, paredes color terracota, maderas en acabado brut, columnas originales de hierro forjado, barra de bar de granito sin pulir, sillas de estilo escandinavo retro y un bonito patio interior soleado que sirve como lounge para poder tomar un aperitivo, un café o fumar.

Se empieza con un impecable pisco sour y se sigue ojeando una carta de vinos corta, pero sin concesiones, llena de vinos de pequeños productores y bien escogida por la sumiller María Torrecilla. ¿Y para comer? Oca con salsa amarilla y ollucos con salsa huancaína y rocoto; ostras con granizado de leche de tigre; churo con chupe de bígaros; causa limeña con aguacate a la parrilla, acompañada de navaja con escabeche de ají amarillo; cebiche canónigo de corvina con chinguirito (pez guitarra) deshidratado y crujiente de chipirón con alioli de ajo negro; trigo meloso como un risotto con zapallo de Loche y carré de cordero con salsa criolla (un guiño a sus orígenes chiclaneros) y chuleta gallega como si fuera un lomo saltado. El menú, que va cambiando cada temporada, es un delicioso recorrido por las distintas regiones de Perú y los recuerdos infantiles de Omar, con los mejores ingredientes de ambas orillas atlánticas y un uso impecable –pero no intrusivo– de las técnicas contemporáneas. Platos suculentos bellamente compuestos, que nos hablan de la emoción del viaje y la atracción de lo desconocido.

Luma



Valenzuela, 7. 2014 Madrid



910 691 205 www.luma-restaurante.es
 
Tres hábitos sencillos pero poderosos que ayudan a adelgazar
Para convertir una acción saludable en un hábito es aconsejable focalizar la atención durante dos semanas en cambios pequeños, pero efectivos
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SeguirRaquel Alcolea Díaz
Actualizado:05/05/2019 01:41hhttps://www.abc.es/familia/vida-san...r-antes-de-las-nueve&vli=noticia.foto.familia

A menudo nos preocupamos por los alimentos que ponemos en la mesa, pero no reparamos en nuestra forma de comer. ¿Cuánto tiempo dedicas a desayunar? ¿Y a comer o cenar? ¿Haces algo más mientras comes? Según explica el experto en entrenamiento y coach de nutrición de Freeletics, John-Francis Kennedy existen tres acciones sencillas que ayudan a perder peso y mejoran las digestiones, pero debes realizarlos a diario y en cada una de las comidas del día.

El primero de estos hábitos es masticar más veces en cada ingesta. Un estudio receinte de la Universidad de Kyushu en Fukuoka (Japón), revela que comer a un ritmo más lento y masticar más veces los alimentos puede ayudar a quemar hasta 10 calorías adicionales en cada caomida. Y no solo eso, sino que se ha demostrado que masticar más es un hábito común de la gente delgada.

El otro hábito es comer despacio, pues la sensación de saciedad se activa unos 15 o 20 minutos después de dar el primer bocado. Por eso los expertos aconsejan tomarse el tiempo necesario para comer, siendo conscientes de lo que se está haciendo en ese momento. Ni móvil, ni revistas, ni televisión, pues es importante que el cerebro sea consciente de que estamos comiendo.



Y por último, el tercer hábito implica parar de comer cuando uno sienta que está lleno al 80%, o lo que es lo mismo, evitar esa sensación de plenitud tras haber comido.

Estos tres hábitos pueden ser un buen comienzo para recorrer el camino que nos lleva hacia una vida más saludable, cambiando viejos hábitos por patrones nuevos, saludables y conscientes.

Cómo trabajar un hábito saludable
La clave para que una acción se convierta en un hábito es la disciplina pues, tal como explica el experto de Freeletics, una vez que el nuevo comportamiento se convierte en hábito, las acciones se volverán automáticas.

A la hora de entrenar el hábito el experto aconseja buscar logros «partido a partido» o con acciones pequeñas, es decir, es mejor elegir un hábito que afecte al bienestar y al peso, que complemente los objetivos y que aporte resultados y centrarse en él durante dos semanas.

Puedes empezar por mejorar una de las comidas, como esa cena que sueles hacer a base de precocinados o ese desayuno rápido en el que no cuidas los nutrientes, aunque sea con cambios mínimos. «Digamos que comes algo dulce con gran cantidad de hidratos de carbono por la mañana y luego te sientes inquieto, perezoso y cansado. Intenta cambiarlo por un desayuno con un alto contenido de proteínas con menos hidratos de carbono y con un poco más de grasa saludable. Pruébalo para que veas si funciona. Si te gusta complacerte con un postre en la cena, busca una alternativa que te ofrezca la misma sensación de recompensa y de satisfacción. Por ejemplo, un paseo de 10 minutos después de tu última comida del día o ver tu programa de televisión favorito con una infusión que disfrutes», aconseja el entrenador.

Puedes centrarte en ese hábito y una vez que lo domines, podrás fijarte en la siguiente mejora, que no tiene por qué ser restrictiva o excluyente. «En vez de sustituir alimentos, también puedes simplemente añadir otros. Esto tiende a ser mucho más fácil. Cuando empiezas una dieta nueva, en vez de reducir, restringir o prohibir algo sabroso y poco saludable, añade algo. Puedes incluso tomarte una pieza de fruta después de comer o añadir alimentos con más proteínas en el desayuno», explica.

En definitiva, para entrenar el hábito el experto propone concentrar las energías en cambios saludables concretos y focalizar la atención en ellos durante dos semanas para poder convertirlos en hábitos.
https://www.abc.es/familia/vida-san...os-ayudan-adelgazar-201905050141_noticia.html
 
Las mejores hamburguesas de Nueva York las hacen cuatro españoles
Los restaurantes Black Iron Burger, con cuatro sevillanos al frente, logran las mejores críticas de la revista Zagat, de TripAdvisor y del chef José Andrés
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1Las verdaderas razones del éxito de José Andrés en Estados Unidos

Unidos por la amistad y el amor a la buena comida, cuatro españoles se han ganado un espacio en la competida industria de la gastronomía en Nueva York nada menos que con varias hamburgueserías, con las que han conquistado paladares y varios premios por su trabajo.

Víctor Ortega, con experiencia en hostelería, y el chef Jaime Guardiola, que habían venido a Nueva York en 2008 con la idea de abrir un restaurante español, pusieron en marcha el proyecto en el año 2013.

«Si te vas a algún sitio, vete a la capital del mundo. Si la pegas, la pegas fuerte y si te estrellas, te estrellas igual en cualquier sitio», dice Víctor, el más conversador y quien administra los tres restaurantesque ya han abierto en la Gran Manzana.

Después de varios meses de evaluar el mercado optaron por comprar Black Iron Burger que ya estaba establecido, aunque había sido descuidado por su dueño porque tenía otros negocios.

Así comenzó su aventura gastronómica en el East Village, a la que luego se unieron Pedro Ruiz Ocejo y Luis Carlos García, que habían estudiado igual que Guardiola en la escuela culinaria de Sevilla.

Admiten que se embarcaron en este proyecto con muchas ganas pero también con temor de cómo el público acogería que cuatro sevillanos estuvieran detrás de una comida tan emblemática de este país como la hamburguesa.

«Reto fue todo desde que vinimos de España», agrega Ortega durante la entrevista con Efe a la hora del almuerzo en su abarrotado restaurante en el Midtown Manhattan.

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Hamburguesa de Black Iron Burguer- Facebook/Black Iron Burger
«Cuando entramos al East Village el negocio perdía dinero. El barrio nos daba la espalda porque habían hecho (la pasada administración) algunas cosas mal en los últimos años y la gente no estaba contenta y fue además en momentos en que la ciudad aún se recuperaba del azote del huracán Sandy. Ganarnos al barrio nos costó trabajo», recuerda.

Sin embargo, no se desanimaron y comenzaron por cambiar el menú para incluir carne de calidad sin antibióticos ni hormonas, verduras y patatas frescas, «nada congelado», dicen, y a darles a probar a los comensales para saber qué les gustaba.

Luis Carlos interviene para acentuar que «a base de trabajar duro, de inventar, de darle a probar a la gente (sus hamburguesas), darles calidad y buen servicio» salieron adelante en el pequeño restaurante con cabida para 30 personas en el Village.

El grupo enfrentó su segunda prueba de fuego cuando abrieron su segundo restaurante en Midtown, a unos pasos de la bulliciosa plaza de Times Square.

«Cuando abrimos aquí fue la prueba de fuego y nos costó arrancarlo porque no te conocía nadie, es una zona de oficinas y el fin semana no hay nadie y tuvimos que hacer mucho trabajo para ganarnos el vecindario. Los turistas poco a poco empezaron a venir», destaca además Víctor.

Pedro y Carlos señalan que su propuesta gastronómica de dar un buen producto de carne natural, de preparar la salsa que sirven a sus clientes, de usar productos frescos, terminó por conquistar y mantener a sus clientes.

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Black Iron Burguer, en 234 Flatbush Avenue, Brooklyn - Facebook/Black Iron Burger
Un elemento en su menú es la presencia de la comida mediterránea. Ellos no se olvidan de dónde vienen, aseguran. Así han incluido la hamburguesa ibérica, que entre sus ingredientes cuenta con su protagonista, el jamón ibérico, queso manchego y huevo, así como las patatas alioli.

«Es la idea mediterránea nuestra de que todo tiene que ser el mejor producto, bien hecho y darle al cliente lo mejor», agrega Víctor con satisfacción.

Seis años después de haber arrancado el proyecto, cuentan con las tres sedes de hamburguesas «gourmet» y planes de expansión en la Gran Manzana, mientras evalúan sí dar un salto hasta Chicago (Illinois).

Pedro asegura que en su éxito es «fundamental» el trabajo de los más de 70 empleados que tienen, de diversos países.

El esfuerzo y «sabores» de estos sevillanos acumula cuatro reconocimientos de la prestigiosa revista Zagat, de crítica de restaurantes, como «la mejor hamburguesa» de la ciudad durante cuatro años consecutivos y otros tres por TripAdvisor.

Pero uno que les llena de orgullo es el del famoso chef español José Andrés, que tras escuchar de ellos, les visitó y luego escribió en su cuenta de Twitter que no sólo eran sus hamburguesas favoritas de Nueva York, sino que «podrían ser las mejores de EEUU».
https://www.abc.es/viajar/destinos/...en-cuatro-espanoles-201905070108_noticia.html
 
El «tupper» perfecto: 5 ideas para un menú semanal saludable
La falta de organización es uno de los errores que cometemos a la hora de preparar la comida que llevamos al trabajo, según revela la nutricionista Elisa Escorihuela
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SeguirRaquel Alcolea Díaz
Actualizado:08/05/2019 17:05h0«Lo de "me como un sandwichito" es una trampa y no ayuda a adelgazar»
¿Otra vez una ensalada (o algo parecido) con «lo que pille en la nevera, que está a punto de caducar» como ingredientes? A la hora de preparar el «tupper» para comer en el trabajo uno de los principales errores que se cometen es la falta de organización. «No tener una planificación adecuada que ayude a hacer una compra saludable en la que no falte de nada lleva a consumir alimentos menos saludables, como los precocinados; o bien a que falten nutrientes en los platos», revela la Licenciada en Farmacia y Diplomada en Nutrición, Elisa Escorihuela, que insiste en la necesidad de combinar adecuadamente los nutrientes para rendir tanto en el trabajo como en los estudios.

Cuando la experta habla de seguir una alimentación saludable, se refiere a un menú que aporte los macronutrientes (carbohidratos, proteínas y grasas) y micronutrientes (minerales y vitaminas) necesarios. «Uno de los ejemplos más visuales es llevar al tupper la teoría del plato de Harvard que, de una manera sencilla hace una radiografía de cómo debería ser la alimentación», revela.

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Teoría del Plato de Harvard - Elisa Escorihuela
Así, la teoría del Plato de Harvard explica que el 25% del plato debe corresponder a una proteína (saludable). «Podemos optar por carnes poco grasas, pescados y mariscos, huevos o productos lácteos. Dándole importancia y preferencia al consumo de legumbres, pues son una excelente fuente de proteínas de origen vegetal, además de ser un gran recurso para llevar en el tupper», explica Escorihuela.

El 25% correspondería a hidratos de carbono integrales, donde incluiríamos pasta, arroz, pan y patatas. «No es un capricho la recomendación de consumir alimentos integrales, ya que nos protegerán de muchas enfermedades», afirma la experta.

Y el 50% restante correspondería a verduras, frutas y hortalizas. «Su alto contenido en agua, fibra, vitaminas y minerales se considera hoy en día abase de una alimentación saludable», argumenta.

Los mejores alimentos para el «tupper»
No todas las comidas son válidas para transportar en la tartera que se lleva al trabajo. Por un lado, hay que tener en cuenta que la comida viajará desde la nevera de casa a la de la oficina (si es que se dispone de una) y, dependiendo del tiempo que tardes en llegar de un punto a otro y de la temperatura ambiental, estos se pueden estropear. «No es aconsejable transportar alimentos a la plancha, pues podrían resultar secos una vez recalentados en el microondas. Y tampoco fritos pues, además de no ser saludables, perderán su punto crujiente y el aceite puede llegar a enranciarse», precisa Escorihuela.

Las preparaciones culinarias ideales para el «tupper» son: salteados (al tener un poco de jugo no quedarán secos), guisados (de carne, pescado o legumbres), arroces, pastas, cremas, ensaladas (si transportamos los aliños aparte), un bocata (que no está reñido con una comida saludable si elegimos bien el pan y los ingredientes).

Los alimentos menos adecuados para el «tupper»
Algunos alimentos pueden considerarse auténticos paraísos para el crecimiento de microorganismos patógenos, según precisa Elisa Escorihuela. Estos son: carnes y pescados crudos, salsas y preparados con huevo crudo, carne picada (tiene demasiada superficie de contacto con el aire y es más fácil que se contamine), salsas y preparaciones con lácteos no tratados, ensaladas aderezadas y preparaciones que lleven en la nevera 3 o 4 días.

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Menú semanal de «tupper» saludable - Elisa Escorihuela

Menú semanal de «tupper» saludable
Un «tupper» completo a nivel nutricional debe incluir, tal como se precisa en la teoría del Plato de Harvard, un 50% de verduras y hortalizas, un 25% de proteína animal o vegetal y un 25% de hidratos de carbono integrales. Además, hay que tener en cuenta otros aspectos como la cocción de los alimentos, ya que no todas son aptas para el «tupper», ya no solo por seguridad sino organolépticamente.

La nutricionista Elisa Escorihuela propone estas ideas para hacer una planificación de una semana saludable de «tupper».

Lunes: Ensalada César ligera.

Martes: Poké de arroz con remolacha.

Miércoles: Rollitos de pavo y mozzarella.

Jueves: Ensalada de alubias.

Viernes: Pasta integral con espinacas, pera y gorgonzola.

https://www.abc.es/familia/vida-san...u-semanal-saludable-201905081629_noticia.html
 
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