RECETAS DE COCINA

Guarnición de lujo: receta fácil de patatas a las finas hierbas

Estas deliciosas patatas al horno son la guarnición perfecta para acompañar tus platos de carne favoritos. Una de sus ventajas es que su forma de elaboración 'no suma' calorías


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Parece que comer patatas puede ser muy rico y poco saludable... o muy saludable, pero demasiado soso y aburrido. Con esta receta vais a cambiar de opinión porque es tan sana como sabrosa y no tiene más misterio que el uso de las especias adecuadas para darle un toque muy interesante.

Podéis servirlas solas como entrante, como picoteo o aperitivo, o como acompañamiento para algún plato de carne y sustituir así a las pesadas patatas fritas.



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Foto: Snaps Fotografía.



Tiempo de preparación: 15 minutos Dificultad: Fácil Coste: Económico Comensales: 2

Ingredientes



    • 6 patatitas
    • Tomillo
    • Romero
    • Albahaca
    • Orégano
    • Sal
    • 2 cucharadas de aceite de oliva virgen extra

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Foto: Snaps Fotografía.


Elaboración



    • Coloca las patatas en un recipiente de cocción al vapor para el microondas y prográmalo 6 minutos a máxima potencia. Si no tenéis el recipiente, en los supermercados las venden en bolsas preparadas para cocinar al microondas.
    • Una vez cocinadas, déjalas templar y, después, córtalas a la mitad. Sazónalas con sal y con las especias asegurándote de que las hierbas quedan bien extendidas por ambos lados de las patatas.
    • En una sartén, pon dos cucharadas de aceite de oliva y caliéntalo. Añade las patatas y dóralas muy bien por ambos lados. Retira del fuego y sírvelas calientes.
El truco final
Para un extra de sabor, una vez servidas, echa por encima de ellas un chorrito de aceite del que te haya quedado en la sartén.

https://www.alimente.elconfidencial.com/recetas/2018-06-06/patatas-finas-hierbas_1573935/
 
¡Hola! Tengo una pregunta, a ver si las que hacéis el roscón de Reyes en casa me podéis contestar. Yo hago roscón (uno grande, con 600 grs. de harina) cuando tengo tiempo, y recién salido del horno está muy esponjoso, casi como un panettone. Para conservarlo, lo corto en trozos, unos los congelo envueltos en film plástico y otros los meto en un tupper grande con tapa y va al frigorífico. Al día siguiente los trozos ya no están esponjosos, sino apelmazados y no sé qué hacer para que vuelvan a estar esponjosos porque los roscones que hemos comprado en pastelerías también los metemos en el frigo, pero al día siguiente no están apelmazados y me gustaría saber por qué y qué hacer para que no se apelmacen los que hago en casa.
 
COCOCHAS DE BACALAO CON SALSA DE ÑORAS, GARBANZOS Y BRÓCOLI


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Mis primeras kokotxas, chispas./ EL COMIDISTA.



MÒNICA ESCUDERO

Hay bocados que polarizan más a la población que un Barça-Madrid. Comidas que solo puedes amar u odiar, sin ninguna opción a medias tintas. Entre ellos suelen estar las vísceras, las comidas algo raritas (como los caracoles o las ancas de rana) y las de textura gelatinosa, como los callos, los pies de cerdo o, en la versión marina del asunto, las cocochas.

Tengo que confesar que nunca antes las había preparado, y desde que las hice por primera vez hará un par de semanas no paro de preguntarme por qué (y de consumirlas a lo loco casi cada día, ya que en mi pescadería de referencia parece que son producto de temporada). Simplemente a la plancha con ajo, perejil, sal, pimienta y unas gotas de zumo de limón están buenísimas. Su precio ronda los 16-18 euros el kilo, que no es lo más barato del mundo, pero teniendo en cuenta que son todo chicha y que aportan muchísimo sabor, tampoco es un disparate. Si vais a usar cocochas de bacalao en salazón, los 500 gramos son de producto ya remojado, que calculo que serán unos 300 en seco.

Aunque cuando lo puse en Google durante mi ardua labor de investigación descubrí que en el mundo hay muchas maneras de hacer las kokotxas –además de las preparaciones patrias por antonomasia, en salsa verde y al pil-pil–, entre las que me llamaron la atención estabanestascon curry y estas con puré de coliflor y (ejem) chorizo, además de la inglesísima opción de freírlascomo si fueran el pescado del fish and chips. Todas me parecieron un poco demasiado contundentes, y teniendo en cuenta que la gelatina del pescado espesa la salsa aunque esta no lleve grasaza, hice mi propia versión cogiendo un poco de aquí y un poco de allá. Me quedé con el toque ahumado del chorizo en forma de carne de ñora o pimiento choricero, el brócoli como primo hermano de la coliflor, los garbanzos como guarnición y el vino y los frutos secos para hacer una salsa ligera pero con sabor. Sobre el resultado preguntadle al señor de la manita, que no dejó ni una miga.


Dificultad
Hay que tener un par de cocochas (por lo menos) para hacerlo.

Ingredientes
Para 4 personas

  • 500 g de kokotxas de bacalao
  • 2 cebollas
  • 2 dientes de ajo
  • 10 almendras (o 10 avellanas, o 6 nueces)
  • Una cucharadita de pulpa de ñora o pimiento choricero (o pimentón ahumado De la Vera)
  • Un pellizquito de pimentón picante o cayena (opcional)
  • 250 g de flores de brócoli cortadas en trozos pequeños
  • 400 g de garbanzos cocidos (en casa, de bote o de cocedero)
  • 2 cucharadas de perejil fresco picado
  • 1 vaso de vino blanco
  • Aceite de oliva virgen extra
  • Sal
  • Pimienta
Preparación

1. Hacer el brócoli al vapor durante 4 minutos (tiene que quedar al dente, pero no crudo) y reservar. Picar la cebolla y dorarla en una sartén con un par de cucharadas de aceite. Cuando esté casi dorada, añadir el ajo también picado y acabar de hacerlos juntos.

2. Añadir los frutos secos picados, dar unas vueltas y añadir las kokotxas limpias (normalmente se venden bastante apañadas, como mucho hay que quitarles alguna membrana si es muy gruesa) salpimentadas a la sartén, subiendo el fuego a un poco más de medio y haciéndolas un minuto por cada lado.

3. Añadir el vino y la carne de pimiento choricero y dejar cocinar destapado durante unos cinco minutos, removiendo de vez en cuando con cuidado para que se vaya soltando la gelatina. Rectificar de sal.

4. Calentar los garbanzos y el brócoli (en una sartén con un poquito de aceite o en el microondas), poner encima las kokotxas y la salsa y terminar con una dosis generosa de perejil fresco picado y pimienta recién molida. Servir muy caliente.

https://elcomidista.elpais.com/elcomidista/2014/05/20/receta/1400564569_140056.html
 
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Filetes vegetales y primaverales. MÒNICA ESCUDERO



FILETES DE COLIFLOR CON SALSA ITALIANA

Hacer la coliflor en la sartén es sencillísimo, y el tostado que se consigue con este método eleva su sabor a la estratosfera. Una salsa fresca a base de tomate y aderezos italianos le pone la guinda al plato.


MÒNICA ESCUDERO


En Facebook, en Twitter, en Instagram, por tierra, mar y aire: los estímulos que recibimos cada día de webs como Tasty en las que vemos como una deliciosa receta –la mayoría de veces con cantidades excesivas de chocolate, grasa, azúcar y demás– son incontables. Pasan por tu timeline, las admiras y desaparecen, como gotas de lluvia en la tormenta diaria de inputs 3.0, escándalos políticos y empresas nacionales facturando en las Quimbambas.

Por eso no recuerdo exactamente donde vi por primera vez que alguien convertía una coliflor en una especie de filetes que se pasaban por la sartén y se cocinaban como sus primos carnacas (aunque durante un poco más de tiempo). Los entrecots vegetales iban acompañados de una salsa fresca como las que abundan en la gastronomía mexicana, a base de hortalizas picadas acompañadas con albahaca.

Me pareció una tremenda idea –ya hemos horneado y convertido en cuscús el brócoli, y hemos comido coliflor cruda, así que pocas perrerías nos quedaban por hacerle–, y tan fácil de versionar que no tardé en ponerme manos a la obra. El resultado fue una auténtica maravilla: sabroso, muy fácil de hacer y que se puede comer perfectamente tanto frío como caliente. Para conseguir la misma intensidad de sabor sin incorporar ningún animalito –en este caso, las anchoas– recomiendo añadir a la vinagreta una cucharada de pasta de miso.


Nivel de dificultad


De primero de coliflor.


Ingredientes

Para 4 personas

  • 1 coliflor grande
  • 300 g de tomates cherry
  • 1 cebolleta grande o 2 pequeñas
  • 8 filetes de anchoa
  • 1 cucharada sopera generosa de alcaparras
  • 12 aceitunas kalamata (o 18 negras de Aragón o similar)
  • 16 hojas de albahaca grande
  • El zumo y la ralladura de la piel de un limón
  • Aceite
  • Sal
  • Pimienta
Preparación

  1. Cortar la base de la coliflor, eliminar las hojas –se pueden usar para salteados– y dividir el cuerpo en filetes de unos 2 cm de ancho (los del centro, más anchos, se pueden partir por la mitad). Salpimentar y hacerlos en una sartén con un poco de aceite durante unos 7 minutos por cada lado a fuego medio.
  2. Mientras, lavar los tomates y cortarlos en cuartos. Eliminar la capa exterior de las cebolletas y picar el interior, reservando la parte verde del tallo. Remojar las cebolletas un rato en el zumo de limón –guardar la ralladura– para que pierdan fuerza y se digieran mejor.
  3. Picar las aceitunas y las anchoas y mezclarlas con los tomates, la cebolleta escurrida sin demasiado cuidado, las alcaparras, sal, pimienta, aceite y la albahaca y los tallos verdes de la cebolleta picados finamente.
  4. Servir los filetes de coliflor con la salsa por encima, un extra de pimienta y la ralladura del limón.

https://elcomidista.elpais.com/elcomidista/2016/04/14/receta/1460628617_335785.html
 
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