RECETAS DE COCINA

Cinco falsos mitos y una verdad sobre la leche fresca: ¿cuáles te has creído?

Hay argumentos que confirman que la leche fresca que tomamos hoy es prácticamente la misma, e incluso mejor, que la que tomábamos hace 50 años

EC Brands

Jue, 02 Ago 2018


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El consumo de leche fresca está de moda y se hace un hueco entre los usuarios. Es la categoría que más crece en el mercado y lo hace por una razón: debido a la alta valoración por parte del consumidor, que la percibe como una alternativa más natural y le recuerda a esos sabores originales de la infancia. Y no se equivoca.


Sin embargo, todavía hay quien tiene dudas entre la leche fresca actual y la que bebíamos cuando éramos pequeños. La culpa es de unos falsos mitos que circulan y que vamos a intentar desmontar, uno a uno, con la ayuda de un experto en la materia, el coordinador científico del Instituto Puleva de Nutrición, Federico Lara.

1. No se parece en nada a la de antes
Suena muy rotundo. Pero quien crea que hoy no podemos beber leche fresca de tan buena calidad como la que se bebía hace años se equivoca, porque es la misma, o incluso mejor.

Gracias a los avances tecnológicos, la leche fresca se somete a un suave tratamiento térmico “de entre 75 y 90 grados durante unos segundos, tiempo suficiente para eliminar la carga microbiológica que contiene, sin alterar la calidad de la leche ni sus cualidades organolépticas”. Dicho de otro modo: se eliminan las bacterias, manteniendo el sabor y el aroma de la leche original.

2. Mejor tomar leche fresca no tratada
Por esos derroteros van las últimas modas alimenticias y, seguramente, quien las practica no sabe que "está tomando un producto contaminado, con bacterias y microorganismos que pueden derivar en infecciones", explica Federico Lara.


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El tratamiento térmico al que se somete la leche fresca —pasteurización— es similar al que ya hacían nuestras abuelas cuando calentaban la leche recién ordeñada antes de tomarla. Con la diferencia de que este proceso ahora es mucho más exhaustivo. Las últimas tecnologías son muy buenas aliadas en eso de controlar con precisión el tiempo y las temperaturas adecuadas.

3. Caduca muy pronto
La leche fresca tiene 20 o 21 días de caducidad. Ahora bien, "una vez abierto el envase, debe ser consumida en no más de 24 horas”, aconseja Lara. En cualquier caso, la caducidad de la leche fresca es muy superior a la de antes, cuando apenas duraba unas 48 horas en la nevera. Y todo gracias a que es sometida a este proceso de calentamiento controlado.

4. Es mejor que la UHT
La leche fresca se diferencia de la variedad UHT —la que viene generalmente en tetrabrik— en el proceso de pasteurización. En el caso de la leche UHT, la temperatura de calentamiento supera los 135 grados para “eliminar por completo la carga microbiológica de la leche”, que es lo que hace que no necesite conservación en frío. Sí es cierto que tras este tratamiento “se modifica el perfil organoléptico de la leche, pero no hay impacto significativo en su calidad nutricional”.



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5. Engorda más
Ni más ni menos. Donde realmente hay que hacer hincapié es en que “la leche es un alimento de alta densidad nutricional”. O lo que es lo mismo, que aporta pocas calorías en función de la alta cantidad de nutrientes que contiene. Entre otros, es fuente de proteína, calcio, vitamina D, fósforo… También tiene azúcar, la lactosa, pero teniendo en cuenta que no es un añadido si no que está presente de forma natural, “no hay motivos para demonizarla”, entre otras cosas porque se trata de un azúcar “beneficioso para la salud que se metaboliza por el organismo de forma diferente a otros azúcares como la sacarosa”.

Solo para hacernos una idea, “la leche materna contiene el doble de lactosa que la leche de vaca”, y es importante en el proceso de lactancia infantil porque “ayuda a favorecer el desarrollo cerebral y al establecimiento de una flora intestinal adecuada”. De todos modos, y pensando en quienes padecen intolerancias, ya se pueden encontrar variedades de leche fresca sin lactosa e incluso desnatadas.

6. Es más cara
Esto sí es verdad, y tiene su explicación, el transporte. La logística para transportar la leche fresca es más compleja que para la leche UHT, pues las cisternas deben estar siempre a una temperatura de entre seis y ocho grados, nunca por encima. “En este tipo de leche, el transporte en frío es vital, y no se debe romper la cadena en ningún momento”. Eso hace que se encarezca más su precio final, pero sin sobresaltos, porque la diferencia apenas es de unos céntimos de euro por litro de leche.

https://www.alimente.elconfidencial...falsos-mitos-leche-fresca-puleva-bra_1594093/



 
Receta de Ensalada de pasta con atún y cebolla

Valoración: 5 (1 voto)
1 comentario

Por Eva López, Editora de RecetasGratis. 1 agosto 2018
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Esta es una ensalada de pasta con atún y cebolla práctica, sencilla y económica, ya que podemos utilizar cualquier ingrediente que tengamos en casa. Nosotros proponemos añadir zanahoria, perejil, mayonesa, requesón y ajo, además de los ingredientes protagonistas, pero como decimos, la lista se puede ampliar incorporando, por ejemplo, calabacín rallado, maíz, tomate, huevo cocido..., ¡las posibilidades son infinitas! Toma nota de la receta de ensalada de pasta con atún y cebolla que te mostramos en RecetasGratis y deja volar tu imaginación.

2 comensales 30m Plato principal Dificultad baja
Características adicionales: Coste barato, Hervido
Ingredientes:
  • 200 Gramos de Pasta
  • 1 Lata de Atún
  • 3 Cucharadas soperas de Mayonesao salsa rosa
  • 2 Cucharadas soperas de requesón
  • 1 Cebolla pequeña picada
  • 1 Diente de ajo
  • 1 Zanahoria pequeña rallada
  • 50 Gramos de aceitunas verdes picadas
  • 3 Cucharadas soperas de perejil
  • Sal y aceite de oliva al gusto
También te puede interesar: Receta de Ensalada de pasta y atún light

Pasos a seguir para hacer esta receta:
1
Primero, ponemos la pasta a hervir. Luego, sofreímos la cebolla y el ajo en una sartén con un poco de aceite de oliva caliente. También podemos incorporar estos ingredientes crudos a la ensalada de pasta con atún, pero de esta forma queda mucho más sabrosa. Retiramos del fuego cuando estén listos estos ingredientes y colamos la pasta una vez cocida.

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2
A continuación, preparamos el resto de ingredientes. Así, picamos el perejil, las aceitunas y rallamos la zanahoria.

Truco: Podemos sustituir el perejil por orégano, ya que ambas especias aportan sabor a la ensalada.

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3
En un reciìente colocamos la pasta cocida, el sofrito de cebolla y ajo, el perejil, la zanahoria, el requesón, las aceitunas y la mayonesa, y mezclamos todo. Si queremos, podemos sustituir la mayonesa por salsa rosa, ya que esta ensalada de pasta con atún y cebolla se presta a ambas opciones. Así mismo, podemos hacer nuestra propia salsa rosamezclando mayonesa con kétchup.

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4
Cuando tenemos todos los ingredientes de la ensalada de pasta con atún y cebolla incorporamos, añadimos un chorrito de aceite de oliva y sal al gusto.

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5
¡Ya tenemos listo el plato! Ahora que sabes cómo hacer ensalada de pasta con atún y cebolla, anímate a probarla, a experimentar añadiendo ingredientes y no olvides dejar tu comentario. Esta receta es ideal para llevar a la playa, al trabajo en tupper o para cualquier momento. Si nos quedamos con hambre, podemos acompañarla con un filete de pescado a la plancha o con pechuga de pollo al horno.

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https://www.recetasgratis.net/receta-de-ensalada-de-pasta-con-atun-y-cebolla-70461.html
 
Ensalada Huertana con huevo cocido

Ingredientes de la ensalada Huertana


Lechuga troceada


Tomate troceado


Mezclados los ingredientes


Ensalada Huertana

Presentación del plato:

Una de las recomendaciones que dictan los expertos en lo que se refiere a verduras y hortalizas es el consumo de estos alimentos tanto en la comida como en la cena y al menos en una de ellas tiene que ser en forma de ensalada. Es posible que se pregunten ¿por qué? Pues la respuesta es bien sencilla: porque es la manera de ingerir verduras y hortalizas crudas, porque por lo general se comen fritas.

Recetas de ensaladas en la “Huerta de Europa” (Murcia) hay mil, pero iremos poco a poco para ir tomando correctamente nota de todas ellas, que merece la pena.

En todas las despensas y frigoríficos tenemos algún tipo de verdura que se presta a hacer en ensalada, ya sea cruda o cocinada, lo que se llamaría “ensalada templada”.

El ingrediente mas importante de esta ensalada es la lechuga, que puede ser la romana o iceberg.

Ingredientes:

- 1 lechuga iceberg
- 1 tomate grande
- 1 cebolla
- 2 huevos cocidos
- Aceitunas (que tengamos)
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- Aceite de oliva
- Vinagre de vino
- Sal.

Elaboración:

Esta ensalada en cuanto a elaboración no presenta ningún problema, solo debemos tener muy limpios todos los ingredientes.

Una cosa más a tener en cuenta: debemos hacerla unas horas antes de su consumo para tomarla bien fresquita, pero no la aderezaremos para que no pierda sus propiedades la verdura.

Primer paso: lavamos la verdura

Comenzamos lavando la verdura. Si utilizamos como en este caso la lechuga iceberg que tiene apariencia de col de pequeño tamaño, es muy prieta loque hace que no tenga apenas tierra ni bichos en su interior.

No obstante, la cortaremos y lavaremos con abundante agua y unas gotitas de lejia para alimentos y dejamos escurrir.

También lavamos el tomate, que podemos pelarlo o no. Si lo dejamos con piel, nos aseguramos que mantendrán su forma sin romperse ya que la piel le ayuda a mantenerse. Si lo pelamos es posible que los gajos pierdan su forma pronto.

Segundo paso: cortamos la cebolla

Cogemos la cebolla, la pelamos y cortamos en juliana, en rodajitas semi finas. Podemos usarla seca o tierna, que es más suave. Si en casa tenemos seca la cortaremos y pondremos a remojo en vinagre y un chorrito de agua durante un par de horas, así le quitaremos fuerza reduciendo un poco el picor.

Tercer paso: mezclamos

Echamos la lechuga que hemos escurrido, incorporamos los trozos de tomate y también la cebolla (si la hemos puesto a remojo, quitamos bien el vinagre y agua, quedando lo más seca posible). Ahora es el momento de aderezar, porque el huevo es muy blando y evitaremos dar muchas vueltas a la ensalada cuando lo tengamos en el bol. Movemos bien y seguimos añadiendo ingredientes.

Aquí es importante resaltar la importancia del orden del aderezo: primero la sal, el vinagre y, lo último, el aceite de oliva. O bien introduciremos todos los ingredientes del aderezo en un dosificador y mezclaremos bien.

Ahora cortamos el huevo en rodajas generosas y lo incorporamos. Y solo nos queda un toque muy murciano: las aceitunas. En todas las casas hay algún encurtido: tápenas, tallos, “olivas partías”, de cuquillo, rellenas… lo que tengamos, lo incorporamos añadiendo mucho sabor y mucho color.

Hoy teníamos de cuquillo, muy típicas de la zona, y que se usan mucho en la cocina regional.

Una vez aderezados todos los ingredientes procederemos a incorporarle el huevo cortado, en rodajas (aunque es mas recomendable trocearlo a gajos, ya que si no es muy dificil de comer.

El huevo le aporta suavidad y le da un toque de color a nuestra ensalada de lechuga tradicional

Presentación en mesa y acompañamiento

Lo ideal es hacerla unas horas antes de su consumo pero sin aderezar. En el momento de sacarla a la mesa procedemos a aliñarla.

Es importante que el aceite sea de oliva y el vinagre, el que más nos guste. De vino, de Jerez, de manzana… también podemos aromatizar el vinagre en casa.

Para ello, en una botellita de cristal echamos vinagre de vino y le añadimos: ajo (para hacer vinagre de ajo), orégano (vinagre de orégano), laurel (vinagre de laurel), estragón (vinagre de estragón), hierbas aromáticas como romero o tomillo (vinagre de hierbas)… depende de los ingredientes de nuestra ensalada le irá bien un sabor u otro.

Otro aliño más es la pimienta que podemos ponerle si a todos los comensales les gusta.

Una ensalada completa que ayudará a aligerar la digestión de la comida, siempre y cuando se opte por ponerla al final de los platos principales.

El lugar que ocupa la ensalada en el menú depende de muchos factores: el gusto de cada uno, el resto de platos que forman la carta, el tipo de ensalada (que sea fría o templada, con frutas, carne o pescado…), etc.

De cualquier modo la ensalada es una cita obligada en nuestra región.

http://www.regmurcia.com/servlet/s.Sl?sit=c,543,m,1216,&r=ReP-24819-DETALLE_REPORTAJESABUELO
 
Ensalada Huertana con huevo cocido

Ingredientes de la ensalada Huertana


Lechuga troceada


Tomate troceado


Mezclados los ingredientes


Ensalada Huertana

Presentación del plato:

Una de las recomendaciones que dictan los expertos en lo que se refiere a verduras y hortalizas es el consumo de estos alimentos tanto en la comida como en la cena y al menos en una de ellas tiene que ser en forma de ensalada. Es posible que se pregunten ¿por qué? Pues la respuesta es bien sencilla: porque es la manera de ingerir verduras y hortalizas crudas, porque por lo general se comen fritas.

Recetas de ensaladas en la “Huerta de Europa” (Murcia) hay mil, pero iremos poco a poco para ir tomando correctamente nota de todas ellas, que merece la pena.

En todas las despensas y frigoríficos tenemos algún tipo de verdura que se presta a hacer en ensalada, ya sea cruda o cocinada, lo que se llamaría “ensalada templada”.

El ingrediente mas importante de esta ensalada es la lechuga, que puede ser la romana o iceberg.

Ingredientes:

- 1 lechuga iceberg
- 1 tomate grande
- 1 cebolla
- 2 huevos cocidos
- Aceitunas (que tengamos)
integra.servlets.Imagenes

- Aceite de oliva
- Vinagre de vino
- Sal.

Elaboración:

Esta ensalada en cuanto a elaboración no presenta ningún problema, solo debemos tener muy limpios todos los ingredientes.

Una cosa más a tener en cuenta: debemos hacerla unas horas antes de su consumo para tomarla bien fresquita, pero no la aderezaremos para que no pierda sus propiedades la verdura.

Primer paso: lavamos la verdura

Comenzamos lavando la verdura. Si utilizamos como en este caso la lechuga iceberg que tiene apariencia de col de pequeño tamaño, es muy prieta loque hace que no tenga apenas tierra ni bichos en su interior.

No obstante, la cortaremos y lavaremos con abundante agua y unas gotitas de lejia para alimentos y dejamos escurrir.

También lavamos el tomate, que podemos pelarlo o no. Si lo dejamos con piel, nos aseguramos que mantendrán su forma sin romperse ya que la piel le ayuda a mantenerse. Si lo pelamos es posible que los gajos pierdan su forma pronto.

Segundo paso: cortamos la cebolla

Cogemos la cebolla, la pelamos y cortamos en juliana, en rodajitas semi finas. Podemos usarla seca o tierna, que es más suave. Si en casa tenemos seca la cortaremos y pondremos a remojo en vinagre y un chorrito de agua durante un par de horas, así le quitaremos fuerza reduciendo un poco el picor.

Tercer paso: mezclamos

Echamos la lechuga que hemos escurrido, incorporamos los trozos de tomate y también la cebolla (si la hemos puesto a remojo, quitamos bien el vinagre y agua, quedando lo más seca posible). Ahora es el momento de aderezar, porque el huevo es muy blando y evitaremos dar muchas vueltas a la ensalada cuando lo tengamos en el bol. Movemos bien y seguimos añadiendo ingredientes.

Aquí es importante resaltar la importancia del orden del aderezo: primero la sal, el vinagre y, lo último, el aceite de oliva. O bien introduciremos todos los ingredientes del aderezo en un dosificador y mezclaremos bien.

Ahora cortamos el huevo en rodajas generosas y lo incorporamos. Y solo nos queda un toque muy murciano: las aceitunas. En todas las casas hay algún encurtido: tápenas, tallos, “olivas partías”, de cuquillo, rellenas… lo que tengamos, lo incorporamos añadiendo mucho sabor y mucho color.

Hoy teníamos de cuquillo, muy típicas de la zona, y que se usan mucho en la cocina regional.

Una vez aderezados todos los ingredientes procederemos a incorporarle el huevo cortado, en rodajas (aunque es mas recomendable trocearlo a gajos, ya que si no es muy dificil de comer.

El huevo le aporta suavidad y le da un toque de color a nuestra ensalada de lechuga tradicional

Presentación en mesa y acompañamiento

Lo ideal es hacerla unas horas antes de su consumo pero sin aderezar. En el momento de sacarla a la mesa procedemos a aliñarla.

Es importante que el aceite sea de oliva y el vinagre, el que más nos guste. De vino, de Jerez, de manzana… también podemos aromatizar el vinagre en casa.

Para ello, en una botellita de cristal echamos vinagre de vino y le añadimos: ajo (para hacer vinagre de ajo), orégano (vinagre de orégano), laurel (vinagre de laurel), estragón (vinagre de estragón), hierbas aromáticas como romero o tomillo (vinagre de hierbas)… depende de los ingredientes de nuestra ensalada le irá bien un sabor u otro.

Otro aliño más es la pimienta que podemos ponerle si a todos los comensales les gusta.

Una ensalada completa que ayudará a aligerar la digestión de la comida, siempre y cuando se opte por ponerla al final de los platos principales.

El lugar que ocupa la ensalada en el menú depende de muchos factores: el gusto de cada uno, el resto de platos que forman la carta, el tipo de ensalada (que sea fría o templada, con frutas, carne o pescado…), etc.

De cualquier modo la ensalada es una cita obligada en nuestra región.

http://www.regmurcia.com/servlet/s.Sl?sit=c,543,m,1216,&r=ReP-24819-DETALLE_REPORTAJESABUELO

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¿Qué salsas son perfectas para maridar los pescados?
Vizcaína, muselina, pilpil o verde son salsas clásicas que potencian y enriquecen el sabor de los pescados. Elaboraciones tradicionales que alegran el paladar y aportan un extra de sabor a estas viandas marinas


Sonia Fernández
CONTACTO
Lun, 30 Jul



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Merluza en salsa verde con croquetas de almejas.


En los mercados españoles se pueden encontrar, para resarcimiento de los amantes de estos bocados marinos, un amplio espectro de pescados frescos y congelados. Este extenso abanico de sabores del mar enriquece la cesta de la compra y beneficia la salud personal, pues el pescado, ya sea blanco o azul, forma parte indispensable de una dieta saludable y equilibrada. De hecho, es uno de los alimentos más completos, pues su carne es rica en ácidos grasos esenciales poliinsaturados, en minerales –como zinc, magnesio, calcio o yodo–, y en vitaminas A, B, D y E.

A la plancha, al papillote o al horno son algunas preparaciones muy habituales, sobre todo de quienes quieren llevar a la boca platos ligeros, nutritivos y saludables. Sin embargo, este tipo de elaboraciones pueden acabar resultado aburridas y monótonas. Afortunadamente, el pescado tiene una gran versatilidad culinaria y admite opciones de elaboración muy variadas y saludables.

Perfectas acompañantes
Dentro de este mundo de posibilidades, aunque las guarniciones y los aderezos también le aportan un toque de distinción, las salsas ejercen de perfectas acompañantes y enriquecen o potencian el sabor de este tipo de manjares marinos. No son un invento nuevo, pues los romanos ya las utilizaban. De hecho, fue esta civilización la creadora de la primera salsa –garum– que, curiosamente, tenía como ingredientes principales vísceras de pescado fermentadas y especias.



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La salsa debe mejorar al pescado.


Asimismo, el recetario es pródigo en salsas para maridar los pescados. Aunque es recomendable tener en cuenta que cada pez tiene un sabor, una textura y un aromapropios y, por ello, es importante saber acompañarlo de la salsa adecuada, que armonice y realce su sabor, sin enmascararlo.

Salsa verde
Bajo esta dominación se pueden encontrar otras versiones, como la mexicana –con chiles y tomates verdes– o la francesa –con finas hierbas y mayonesa–, pero la versión española es universal. Esta salsa es el resultado de una emulsión de aceite de oliva, con los jugos que suelta el pescado, harina, ajos y perejil.

Marida perfectamente con el rape, la perca o el bacalao, pero con la merluza hace un hermanamiento pletórico. Un clásico presente en las mesas españolas desde 1723, cuya inventora, según explica Luis Antonio Vega en su libro "Viaje por la cocina española", fue Plácida de Larrea. Esta mujer bilbaína detallaba en las cartas dirigidas a una amiga que había cocinado merluza con chirlas, espárragos y cangrejos.



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Foto: iStock




Vizcaína
Esta embajadora de la gastronomía de Vizcaya es una de las salsas más recurrentes para los amantes de los sabores con personalidad. Los ingredientes principales son la cebolla y la pulpa de pimientos choriceros previamente hidratados en agua caliente, que son los que le confieren el color rojo tan característico que presenta esta crema.

Es importante acompañar a cada pez de la salsa adecuada, que armonice y realce su sabor, sin enmascararlo

Aunque marida con una amplio abanico de pescados, hace la combinación perfecta (también es la más conocida) con el bacalao. Para lograr un adecuado equilibrio de matices amargos, se aconseja elegir pimientos choriceros de calidad y aumentar la cantidad de cebolla, pues aporta dulzor. Asimismo, para conseguir la ligazón idónea se suele recurrir al truco de agregar galletas María, harina de maíz o pan tostado.

Pilpil

Aceite de oliva, guindilla y ajo son los ingredientes básicos de este clásico de la cocina vasca. Es ideal para el bacalao, pues la textura gelatinosa de este pez crea una mixtura uniforme y espesa con el resto de los ingredientes, la cual realza su sabor y le confiere infinidad de matices.

El secreto de la elaboración de dicha salsa radica en la utilización de una cazuela de barro, pues facilita la emulsión de los ingredientes. Además, se recomienda moverla constantemente, ya que de este modo facilitamos al bacalao su confitura, la expulsión de la gelatina y, por tanto, la uniformidad de la salsa.



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Foto: iStock




Ajada gallega
A través de dos sencillos pasos se logra una salsa que enaltece el sabor de los pescados blancos, como el rodaballo, el rape, la merluza o la raya, y que además da alegría al pulpo cocido. Únicamente hay que sofreír los ajos en una sartén con abundante aceite de oliva y, cuando estos adquieran un color dorado, añadir pimentón dulce y picante. Para lograr la textura que la caracteriza, se recomienda dejar reposar la mezcla durante unos segundos.

Muselina
Esta salsa, oriunda de Francia y muy extendida en la gastronomía holandesa, es un aderezo idóneo para aportar cremosidad y matices suaves a variedades de pescados como el salmón, la merluza o la dorada. Los ingredientes principales son mantequilla clarificada, yema de huevo, zumo de limón y nata montada o crema de leche. Su textura recuerda a la de la mayonesa, pero, a diferencia de esta, la muselina es espumosa y se elabora en el fuego. Se recomienda consumirla tibia.

Salsa aurora
En la cocina hay que atreverse a mezclar sabores, pues solo de este modo es posible disfrutar de matices y gustos nuevos. Un buen ejemplo es la salsa aurora, una variante colorida de la bechamel. El añadido de tomate a la base de la elaboración, que es la misma que la de la bechamel, le confiere un característico color rojizo e intensifica su sabor. Se suele utilizar para gratinar pescados, sobre todo blancos, en el horno.

https://www.alimente.elconfidencial...30/salsas-perfectas-maridar-pescados_1593703/
 
Recetas saludables

Panecillos fitness bajos en hidratos: receta saludable rica en proteínas
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A pesar de que yo no me preocupo demasiado por la cantidad de hidratos de carbono de mi dieta -sí cuido la calidad y el equilibrio total de mi alimentación-, de vez en cuando preparo recetas de las llamadas lowcarb más proteicas, como estos panecillos fitness ricos en proteínas.

Me inspiré en esta receta utilizando un poco la mezcla de semillas y cereales que tenía por casa y que cada uno puede adaptar a su gusto sin problemas. Son, claro, “panecillos falsos”, pero salen una especie de bollitos muy esponjosos y saciantes a los que podemos dar forma más gordita para abrirlos por la mitad, o, como mi caso, más plana para combinarlos entre sí.

Ingredientes
Para 8 unidades
  • Huevos 3
  • Queso fresco batido desnatado o yogur natural 250 g
  • Pipas de girasol 40 g
  • Semillas de lino 30 g
  • Semillas de lino molidas 10 g
  • Semillas de chía 20 g
  • Semillas de amapola o sésamo 10 g
  • Salvado de avena 80 g
  • Almendra molida 60 g
  • Levadura química (impulsor) 10 g
  • Sal 4 g
Cómo hacer panecillos fitness bajos en hidratos
Dificultad: Fácil
  • Tiempo total 40 m
  • Elaboración 15 m
  • Cocción 25 m
  • Reposo 30 h
Batir los huevos ligeramente con el queso fresco o yogur en un recipiente mediano. Agregar todas las semillas y mezclar. Incorporar el salvado, la almendra molida, el lino molido, la levadura y la sal. Mezclar bien con suavidad hasta obtener una masa homogénea. Tapar y dejar reposar en la nevera 30 minutos.

Precalentar el horno a 180ºC. Preparar una bandeja grande o dos medianas, con papel de horno. Repartir la masa en 8 porciones, dando forma más o menos redondeada. Se pueden hacer más gorditos o más planos, al gusto, y también se pueden hacer dentro de una bandeja de molde de magdalenas o similar. Hornear durante unos 20-25 minutos, hasta que se hayan dorado.

Esperar un poco fuera del horno antes de llevar a una rejilla. Dejar que se enfríen por completo antes de guardar en un recipiente hermético. Si no se consumen en un par de días o si hace mucho calor, mejor guardarlos en la nevera o congelar bien envueltos.

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Con qué acompañar los panecillos fitness bajos en hidratos
Estos panecillos fitness bajos en hidratos se pueden tomar individualmente tal cual como bocado entre horas, después de hacer deporte o como parte de una comida o cena. Son estupendos para el desayuno y pueden servir de base para rellenar con buen jamón de pavo o york -del bueno de verdad, no del que va cargado de almidones-, algo de queso, tomate y aguacate, etc.

https://www.vitonica.com/recetas-sa...ajos-hidratos-receta-saludable-rica-proteinas
 
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ADEREZOS
TRES ALIÑOS JAPONESES PARA SACAR ENSALADAS DE LA RUTINA

¿Hasta el níspero de ensaladas de sota, caballo y rey? ¿No sabes con qué aliñar esos tomates que te dan la vida en verano? Estas tres vinagretas serán un soplo de aire fresco directo de Tokio.

Abres la nevera y oyes el eco agonizante de lo que podría ser medio pepino, una zanahoria o un puñado de hojas de lechuga. Te acercas al rincón más perdido del refrigerador vacío y confirmas que, efectivamente, se trata de varios remanentes de verduras que están al borde de la muerte y piden auxilio encarecidamente. Te entra un profundo hastío, porque es verano y ya llevas varias semanas alimentándote a base de ensaladas (y las que te quedan). Tu creatividad culinaria ya no da más de sí. Te sientes incapaz de improvisar, cuando empieza a rondarte por la cabeza la idea de tirar los restos de vegetales a la basura y encargar comida a domicilio.


Parece que te vas a rendir, pero te encrespa el desperdicio alimentario que se produce en los hogares y te indignan las condiciones laborales de los repartidores. El hambre aprieta. Tranquilízate, ponte zen: eres una persona con consciencia y recursos. Dirígete a la despensa. Ábrela. Rescata de su fondo el vinagre de arroz y la salsa de soja que compraste aquel día que te dio por hacer sushi y maki en casa con el objetivo de impresionar a alguien. Con estas tres vinagretas japonesas podrás hacerle el boca a boca a cualquier resto de verdura que pueda ser convertible en ensalada. Y, quién sabe, quizás a ese alguien le impresionen más tus dotes de salvamento y socorrismo verdulero que tu sushi y maki escuchimizados y deformes.

Para estas recetas hemos utilizado aceite de girasol, pero puedes usar cualquier otro aceite neutro; de linaza, canola, maíz, cacahuete, etc. Si te sobra vinagreta, no la tires, que te acabas de convertir en el sensei de los restos. Guárdala en un frasco cerrado en la nevera y úsala para aliñar pescados, mariscos, verduras al vapor o crudités.

Ninja, que eres un ninja.

Dificultad

¿Sabes agitar un bote de cristal tapado? Pues eso.

VINAGRETA DE CEBOLLA

Ingredientes

  • 2 cucharadas de cebolla rallada y su jugo
  • 3 cucharadas de vinagre de arroz
  • 1.5 cucharadas de salsa de soja
  • Una cucharada de aceite de girasol
  • Una cucharada de semillas de sésamo tostadas
  • Una cucharada de azúcar
Preparación

  1. Pelar la cebolla, rallarla y guardar su jugo. Poner todos los ingredientes en un bote de cristal, taparlo bien, agitar con energía y aliñar.
VINAGRETA DE AJO Y JENGIBRE

Ingredientes

  • Un diente de ajo pequeño
  • ½ cucharada rasa de jengibre
  • Una cucharada de vinagre de arroz
  • 2 cucharadas de salsa de soja
  • Una cucharada de aceite de girasol
  • Una cucharadita de azúcar
Preparación

  1. Pelar el ajo y el jengibre y picarlos muy finos. Poner todos los ingredientes en un bote de cristal, taparlo bien, agitar con energía y aliñar.
VINAGRETA DE SÉSAMO

Ingredientes

  • Una cucharada de aceite de sésamo
  • 1.5 cucharada de vinagre de arroz
  • 2 cucharadas de salsa de soja
  • 2 cucharadas de agua
  • Una cucharada de semillas de sésamo tostadas
  • ½ cucharadita de guindilla en polvo
  • Una cucharadita de azúcar
Preparación

  1. Poner todos los ingredientes en un bote de cristal, taparlo bien, agitar con energía y aliñar.
  2. https://elcomidista.elpais.com/elcomidista/2018/07/11/receta/1531308505_738310.html






 
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