RECETAS DE COCINA

DELICIAS EN DOS REBANADAS
Sándwiches saludables y sabrosos para hacer en casa
Mixto, vegetal, caprese, croque-monsieur... Los sándwiches constituyen una opción rápida, saludable y sabrosa. Elaboraciones versátiles que admiten entre pan y pan un universo de sabores y texturas


Sonia Fernández

Sab, 28 Jul 2018

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Salva una cena, pone el sabor a una merienda, constituye el tentempié de media mañana o ejerce de suculento anfitrión de un evento al aire libre. Y es que el sándwich es una de las elaboraciones más socorridas que ha dado la gastronomía, curiosamente, inglesa. Cuenta la historia que la idea de este emparedado surgió en el siglo XVIII, cuando John Montagu, IV conde de Sandwich –de ahí el nombre de esta elaboración– ordenó servir la carne de su cena entre dos rebanadas de pan para poder continuar con su partida de naipes sin ensuciarse las manos. Desde luego, poco imaginaba este aristócrata aficionado al juego que su costumbre de comer los alimentos entre dos rebanadas de pan acabaría convirtiéndose en uno de los bocados más suculentos y consumidos a lo largo y ancho del planeta.

El sándwich es una de las elaboraciones más socorridas que ha dado la gastronomía inglesa


Asimismo, esta elaboración tan universal puede vanagloriarse de ser una de las más variadas y versátiles, pues admite la inclusión entre rebanada y rebanada de un sinfín de viandas y combinaciones, tantas como comensales. De hecho, la popularidad de esta delicia es tal que no solo tiene onomástica propia (3 de noviembre), sino que muchos países han ideado su propia versión e incluso hay composiciones que se han convertido en clásicos a lo largo y ancho del mundo. En nuestro país, este emparedado forma parte indiscutible del recetario, del que existen cientos de preparaciones que enriquecen y dan sabor a la dieta. Veamos algunos ricos ejemplos.

Un universo de posibilidades
  • Mixto. Mantequilla, pan, jamón dulce y queso son los ingredientes que conforman este sándwich, que es típico servir caliente. El sabor de este clásico, que en Cataluña denominan 'bikini', es uno de los más reconocibles para nuestro paladar. A priori, su elaboración parece sencilla, pero no lo es, pues lograr que el queso quede con un fundido elástico y no chicloso o dar el grado exacto de tueste de las rebanadas y que estas muestren un apetecible tono dorado tiene su técnica. Los entendidos dicen que para conseguir un mixto sabroso y crujiente es aconsejable untar ambas rebanadas con mantequilla. Además, es importante incluir un jamón artesano de charcutero, utilizar un queso tipo cheddar, gouda, mozarella o emmental, pues funden mejor, y en cantidades generosas. A la hora de tostar, es más recomendable hacerlo sobre la plancha o en la sartén que en la sandwichera.
  • Vegetal. Este emparedado es la quintaesencia de las versiones saludables, pues suele incluir un amplio espectro de verduras y alimentos hipocalóricos (tomate, lechuga, cebolla, huevo, queso...), cuya elección está en función de los gustos personales del comensal. La única regla que existe a la hora de elaborarlo es introducir entre pan y pan una proporción adecuada de ingredientes, los cuales se aconseja colocar en el centro. El objetivo es que dichos ingredientes no se resbalen por la parte de abajo cuando presionamos para comerlo.
  • Croque-monsieur. Desde su invención en un café del bulevar de las Capuchinas de París en 1910, esta versión es la más típicamente tradicional de la gastronomía francesa. Incluye pan de molde, queso (principalmente gruyere o emmental) y jamón, y se suele servir con bechamel gratinada. Incluso existe la variante 'femenina', croque-madame, que igualmente lleva entre pan y pan jamón y queso, pero está coronada con un huevo frito.


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Foto: iStock.


  • Montecristo. Esta vianda lleva siglos alegrando los paladares americanos. En líneas generales, puede considerarse la versión rebozada del sándwich mixto y pariente lejano del croque-monsieur. Incluye jamón, fiambre de pavo, queso y, a diferencia de las citadas preparaciones, pan de molde bañado en huevo batido. Suele hacerse sobre la parrilla o en la sartén. Y es habitual servirlo acompañado de jarabe de arce, frutas frescas o salsa de mostaza.

  • Hawaiano. Sabor chispeante, jugosidad y un adecuado equilibrio entre dulce y salado es lo que caracteriza a esta exótica versión. El ingrediente principal es lapiña (si es caramelizada, mejor), que se hace acompañar de jamón cocido y queso. Una propuesta sin demasiadas florituras e idónea para los amantes de los contrastes gustativos y de los sabores diferentes.
  • Caprese. Oriundo de la isla italiana de Capri, este emparedado constituye una opción saludable para saborear en cualquier momento del día y, además, rebosante de sabor. Queso mozarella, tomate fresco, hojas frescas de albahaca, aceite de oliva y salsa pesto (queso rallado, aceite de oliva, ajo y albahaca) son los ingredientes que integran esta versión colorida, la cual permite saborear Italia a bocados.



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Foto: iStock.


  • Francesinha. El sándwich típico de Portugal es una apuesta contundente, no apta para estómagos delicados. Aunque hay muchas versiones, la más conocida es la de Oporto. En líneas generales, está formada por una gran base de pan cubierta de mortadela, de jamón cocido, de chipolata (un tipo de salchicha fresca), de filete de cerdo o de ternera. Dicha base se corona con otra rebanada de pan de molde cubierta con generosas cantidades de queso gratinado y regada con una salsa a base de tomate, picante y cerveza. Acompañada de patatas fritas, es como mejor sabe.

https://www.alimente.elconfidencial...iches-saludables-sabrosos-hacer-casa_1597170/
 
Receta de gazpacho andaluz tradicional
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Aunque como ya os conté hace unos meses me nombraron embajador de la Cofradía del Salmorejo Cordobés, cuando viene el calor también me gusta mucho la receta del gazpacho andaluz tradicional que aprendí a preparar hace muchos años con la receta de mi familia paterna.

Con los gazpachos pasa como con otras recetas tradicionales, ya que en cada familia hay una receta infalible, pero en general, todas ellas tienen un tronco común que espero dejaros claro con este post. Al igual que hicieron los amigos de Wikipaella con la Paella Valenciana, también podríamos hacer lo mismo con los gazpachos ya que unos los harán añadiendo tal o cual ingrediente y otros verán imprescindible el uso de alguno que a lo mejor yo no he incluido.

En todo caso, lo que sí es indudable es que esta receta de gazpacho andaluz tradicional os va a salir a la primera y os va a gustar mucho más que cualquiera de los gazpachos envasados, saliendo además bastante más económica así que... todos a la cocina para probarlo.



Ingredientes
Para 6 personas
  • Tomate pera1 kg
  • Pimiento verde italiano1
  • Pepino1
  • Dientes de ajo2
  • Aceite de oliva virgen extra250 ml
  • Pan de hogaza duro50 g
  • Agua250 ml
  • Sal5 g
  • Vinagre de Jerez50 ml
Cómo hacer gazpacho andaluz tradicional
Dificultad: Media
  • Tiempo total15 m
  • Elaboración15 m
  • Reposo1 h
Como os digo, en esto de los gazpachos la cosa va en gustos. Aunque en mi familia,jamás se perdona añadir cebolla o pimiento rojo a un gazpacho, la cebolla a veces se puede consentir muy picadita como guarnición -no dentro de los ingredientes triturados-, pero este punto será seguramente controvertido porque en otras casas se hará con cebolla siempre. Lo dejo a vuestro criterio.

Lo del pimiento rojo es más delicado, puesto que siempre que se hacen gazpachos andaluces se debe hacer con pimiento verde que aporta un sabor peculiar que no encaja con el dulce del pimiento rojo carnoso. Digo lo mismo. Habrá casas donde se suela hacer con pimiento rojo, pues de acuerdo, pero si queréis hacerme caso, probad con mi receta y dejad el pimiento rojo para otros platos deliciosos como la ensalada de pimientos.

Troceamos todos los ingredientes indicados en la proporción que os he puesto y añadimos 250 ml de aceite de oliva, 250 ml de agua de la nevera y 50 ml de vinagre de Jerez, triturando todo en la batidora de vaso o Turmix. No es necesario pelar lostomates o los pimientos porque luego lo vamos a pasar por el colador fino.

Si tenéis un robot tipo Thermomix podéis poner todos los ingredientes en el vaso y triturarlos a máxima velocidad durante 4 minutos para obtener una textura perfecta. Una vez triturado, pasamos el gazpacho resultante por el colador fino, apretando con un cucharón para que quede una crema sin pieles ni semillas y lo metemos en la nevera un par de horas para que enfríe bien.

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Con qué acompañar la receta de gazpacho andaluz tradicional
Para disfrutar de la receta de gazpacho andaluz tradicional, es conveniente que dejéis enfriar bien el gazpacho, dejándolo un par de horas en la nevera, incluso podéis hacerlo de un día para otro, teniendo la precaución de cubrirlo con un film de cocina para que no se oxide ni pierda sus vitaminas.

Para acompañar el gazpacho andaluz tradicional recordad que no podéis añadir hielocomo hacen en algunos chiringuitos porque os quedará excesivamente aguado, así que calculad para hacer el gazpacho con tiempo para que cuando lo llevéis a la mesa esté bien frío y en su punto. Acompañadlo con unos picatostes de pan frito, y cortad los ingredientes del gazpacho en taquitos muy pequeños para que los que quieran puedan servirse un poco de tomate, pepino o pimiento por encima de su plato, como veis en la imagen de portada.

https://www.directoalpaladar.com/recetas-de-sopas-y-cremas/receta-de-gazpacho-andaluz-tradicional
 
MOLUSCOS
MEJILLONES CON VINAGRETA DE TOMATE SECO Y LIMÓN
Volvemos a rendir homenaje al fruto del mar más humilde: el mejillón. Esta vez lo abrimos al vapor y aderezamos con una vinagreta cítrica de tomate seco y avellana, cebollino y un toque picante.


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MÒNICA ESCUDERO 23/05/2018

Pocos frutos del mar ofrecen una relación sabor-precio tan satisfactoria como los mejillones. Estas maravillas suelen tener precios más que razonables, salen bien aunque no seas un genio de la cocina y admiten tantas preparaciones como se te puedan ocurrir. Y después están los belgas, que en un alarde de genialidad de esa que puede mejorarlo todo, decidieron servirlos con patatas fritas (e, inexplicablemente, aún no les han dado un Nobel o un MTV Award por ello).

El único problema que pueden dar los mejillones, especialmente si eres un poco manta, es el de quitarles las barbas y los restos que puedan llevar pegados a las valvas. Hasta para esto hay soluciones: los de roca suelen venir más limpios que los de batea, y los conocidos como “datileros” -más pequeños, más sabrosos y bastante llenos de carne respecto a su tamaño- lo están todavía más (a veces vienen directamente perfectos: sin una barba).

Si el punto anterior te echa para atrás, pero te encantan estos moluscos, asegúrate de que tienen una parte de la concha limpia, o arregla la que esté menos sucia. Ábrelos como suelas hacerlo y cuando ya estén abiertos retira las barbas -es mucho más fácil- y la mitad de la concha que esté más sucia: ya tienes un mejillón listo para comer con el mínimo esfuerzo.

En esta ocasión los serviremos con una vinagreta de tomate seco y limón que podría ser pariente del pesto rosso, solo que sin parmesano -los mejillones ya tienen bastante sabor- y aligerado con un poco de zumo de limón, un cítrico que se lleva bien con todos los frutos del mar. Si queréis convertirlo en un plato completo, servid los mejillones sin las conchas, poned un poco más de avellanas a la salsa y ponedlo todo sobre una fuente con 80 g de pasta larga cocida por persona: os vais a chupar los dedos.

Dificultad

Puede hacerlo hasta un percebe.

Ingredientes

Para 4 personas

  • 1 k de mejillones (preferiblemente, de roca o 'datilero')
Para la vinagreta

  • 100 g de tomates secos en aceite
  • 60 g de avellanas
  • 75 ml de aceite de oliva virgen extra
  • Zumo y ralladura de limón al gusto (yo usé 4 cucharadas de zumo y la ralladura de ½)
  • 1 diente de ajo (o más o menos, al gusto)
  • Chile al gusto (fresco o seco)
  • Cebollino
  • Sal
Preparación

  1. Picar finos los tomates secos en aceite. En un mortero o robot de cocina, poner el diente de ajo y el chile troceados y las avellanas. Triturar hasta que el ajo esté deshecho, pero queden algunos trozos de avellana un poco más grandes.
  2. Añadir el zumo de limón, rectificar de sal -con cuidado, el tomate ya es bastante potente- y verter el aceite poco a poco, removiendo para que emulsione ligeramente.
  3. Limpiar los mejillones y abrirlos al vapor sobre un colador, en una sartén tapada con un chorrito de aceite o en el microondas, sin poner muchos cada vez. Quitarles una valva y servir con la vinagreta y cebollino picado por encima.

https://elcomidista.elpais.com/elcomidista/2018/05/16/receta/1526478704_456084.html
 
Lasaña: cómo prepararla en casa al verdadero estilo italiano

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El 29 de julio de cada año, el mundo celebra el Día Internacional de la Lasaña, una de las recetas más representativas de la gastronomía italiana y para algunos el primer plato de pasta de la historia

Verónica Mollejo
CONTACTO
Dom, 29 Jul 2018



No existe un plato internacional que merezca más este reconocimiento que la lasaña, una receta de sobra conocida por todos, formada por capas y hecha a base de pasta, carne o vegetales, queso y bechamel. Una combinación con siglos de historia y que cada 29 de julio disfruta de un sentido homenaje. Su nombre procede de la palabra griega 'lasanon', que en castellano significa ‘plato’ o ‘tazón’. Y es que los antiguos griegos, una de las civilizaciones a las que se le atribuye su origen, usaban un recipiente especial para cocinarla. Un método que, supuestamente, años más tarde heredarían los romanos ('lasanum'). ¿Cómo ha evolucionado hasta nuestros días? Descubrámoslo con motivo del Día Internacional de la Lasaña.

Un origen difuso
A pesar del tiempo que ha pasado desde su primera elaboración, algunos historiadores aún dudan sobre el auténtico origen de la lasaña. Personajes de la talla del filósofo Cicerón o el poeta Horacio dejaron en evidencia su pasión por ella en algunos textos escritos, demostrando el ilustre pasado de un plato que todavía causa sensación entre los comensales y que algunos consideran el primer plato de pasta de la historia. Sin embargo, las dudas sobre su autoría se remontan al descubrimiento de una receta romana, muy similar a la que se prepara actualmente, por parte del erudito italiano Francesco Zambrini en 1863.


Con la expansión del Imperio romano, la lasaña llegó a otras partes de Europa, siendo Gran Bretaña el país más apasionado y polémico de todos. A día de hoy, Italia y Reino Unido todavía se disputan el origen del plato. Y es que la primera receta certificada forma parte de un libro medieval dedicado al rey Ricardo II de Inglaterra en 1390. Mientras que los italianos defienden la relación entre esta y la cocinera María Borgogno, quien ya en 1319 elaboraba su propia ‘lasagna’. ¿Quién es entonces su verdadero creador?

Ajenos a este debate, los españoles conocieron por primera vez la lasaña en la década de 1980 y tal fue su acogida que muy pronto quedó integrada en nuestro recetario particular. De hecho, algunas marcas ajenas al sector de la alimentación decidieron abrir su abanico de productos a este suculento manjar, entre ellas Colgate -sí, la de la pasta de dientes-, que puso en el mercado su propia lasaña congelada de ternera. Un auténtico despropósito que apenas duró unos días en la vitrina del supermercado.

Prepara la receta original


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La salsa de ragú es uno de los elementos más importantes del plato.



Aunque su autoría todavía resulta confusa, los ingredientes que conforman la receta original siempre han estado muy claros. Tal y como relata Nicoletta Negrini, dueña y promotora de la Accademia del Gusto en la revista 'Consumer', la primera versión de la lasaña tenía un componente estrella que ahora brilla por su ausencia. La masa que forma las láminas de pasta estaba elaborada con espinacas, que iban acompañadas de carne y queso parmesano. El ragú o salsa boloñesa que ahora forma parte de la receta fue incluido años más tarde en Bolonia, una ciudad rica en productos frescos. ¿Cómo se puede hacer esta receta sin caer en el intento?

  • Uno de los elementos que hay que elaborar con sumo cuidado es la bechamel. Si esta tiene grumos, la lasaña no saldrá como es debido. Para evitar este problema, recuerda añadir siempre los ingredientes líquidos a los ingredientes secos, poco a poco y nunca al revés. Tampoco puede quedar demasiado fluida. Para comprobar la consistencia adecuada de la bechamel, echa un cucharadita de la mezcla en un plato y si resbala, es que está más líquida de lo que debería.
  • Las hojas de laurel son un ingrediente indispensable para cocinar la salsa ragú de la lasaña. Para que su sabor se impregne a la perfección con la carne, la cebolla y el resto de alimentos, se aconseja colocarlas unos minutos antes en la olla para que así expulsen libremente sus aceites esenciales.
¿Grecia, Italia o Gran Bretaña? A día de hoy, el origen de la receta es todavía muy confuso

  • Para que el ragú no adquiera un sabor ácido y perjudicial para el resultado final del plato, compra siempre una salsa de tomate de calidad. En cambio, si ya tienes todos los ingredientes en la olla y quieres solventar el problema, recurre a una o dos cucharaditas de azúcar para rebajar dicho matiz. Además, deberá cocinarse al menos durante 2 horas para que el sabor sea más intenso y no quede agrio.
  • Por otro lado, las láminas de pasta deben hervir únicamente dos minutos y secar correctamente para evitar una textura indeseada. Este proceso debe ocurrir justo antes de empezar a montar la lasaña. “Si en vez de comprar las láminas de pasta, las hacéis vosotros en casa sería mucho mejor”, recomiendan desde el blog 'O mamma mía'.
  • La lasaña es un plato pesado y contundente. Para evitar que el comensal se sienta mucho más hinchado de lo habitual, debes evitar el exceso de aceite. Muchas personas no solo incluyen este aderezo durante la preparación del ragú, sino también en el montaje de la lasaña. Este último paso es totalmente prescindible.

    https://www.alimente.elconfidencial.com/consumo/2018-07-29/dia-mundial-lasana_1589973/
 
Huevos rotos: receta clásica que siempre apetece
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Soy de la opinión de que por muy poca hambre se tenga, unos huevos rotos (o estrellados) siempre apetecen, pues de un ingrediente tan humilde, tan solo por entrar en contacto con aceite hirviendo, se consigue un delicioso resultado al que es imposible resistirse. Aunque freír un huevo no es una operación tan sencilla como pueda parecer a priori, y no todo el mundo domina la técnica de fritura.

Sin duda, el gran promotor de los huevos estrellados o rotos, ha sido desde hace medio siglo, Lucio, en Madrid, que desde su restaurante Casa Lucio ha sabido ensalzar este plato que, como muchos otros, fue fruto de la casualidad. Según ha relatado Lucio en numerosas ocasiones, este plato fue una creación de su abuela, pues cada vez que se le caía un huevo al suelo lo recogía y lo rompía encima de las patatas.

A finales de los años cuarenta, Lucio Blázquez llegó a Madrid desde Ávila y empezó a trabajar en el Mesón del Segoviano como chico de los recados. A los diecisiete años ya era el maitre, siendo el más joven de España. En 1975 el mesón pasó a denominarse Casa Lucio y fue entonces cuando se hizo mundialmente famoso (por este establecimiento han pasado un sinfín de personajes ilustres) por sus huevos rotos, consistentes en romper los huevos encima de las patatas fritas.

Como no todos estamos en disposición de degustar los huevos rotos de Casa Lucio, os propongo que los preparemos en casa. Evidentemente no seguiremos los pasos de la abuela inspiradora de esta receta, pero con tan solo tres ingredientes podemos conseguir un resultado deliciosamente espectacular. ¡Vamos con la receta!



Ingredientes
Para 2 personas
  • Huevos4
  • Patata3
  • Aceite de oliva virgen extra para freír
Cómo hacer huevos rotos
Dificultad: Fácil
  • Tiempo total30 m
  • Elaboración30 m
Empezamos pelando las patatas y cortándolas largas. Las ponemos en un bol con abundante agua para quitarles el almidón, de este modo no se pegarán al freírlas. las escurrimos y las secamos bien con un paño limpio de cocina.

Echamos aceite de oliva en una sartén a fuego medio, cuando esté lo suficientemente caliente, añadimos todas las patatas y las dejamos hacer hasta que estén tiernas. Subimos el fuego al máximo y las doramos ligeramente, no demasiado porque si quedan muy crujientes no absorberán bien el huevo. Sacarlas con una espumadera y ponerlas en una bandeja.

En esa misma sartén, quitamos aceite hasta dejar solo unas pocas cucharadas. Subimos el fuego al máximo. Echamos los huevos y los dejamos durante un minutos que cuaje la clara. Con mucho cuidado y ayudándonos de una espumadera, les damos la vuelta y los ponemos sobre las patatas. Ahora solo queda romperlos con la ayuda de un tenedor y una cuchara. Servirlos inmediatamente.

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Con qué acompañar los huevos rotos
A mi parecer, los huevos rotos no necesitan ningún tipo de acompañamiento para disfrutarlos, si acaso un poco de sal, y si no tenéis suficiente con las patatas para mojar la yema del huevo, siempre podéis añadir una buena hogaza de pan. Una copa de vino tinto tampoco es una mala propuesta.
https://www.directoalpaladar.com/recetas-de-huevos-y-tortillas/huevos-rotos-1
 
EL CEREAL MÁS CONSUMIDO DEL MUNDO
Los trucos para que te quede el arroz perfecto

Parte fundamental de cientos de gastronomías a lo largo y ancho del mundo, en España es el ingrediente principal del plato más icónico: la paella. Pero no siempre nos sale como debería. Hasta ahora.

Mar, 31 Jul 2018


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Arroz hecho al vapor. (iStock)


En España, es habitual que todos tengamos un plato estrella que utilizamos para impresionar a las visitas, o para darnos un festín de domingo al mediodía. Curiosamente, uno de los más habituales es el arroz. Y no se limita a la adorada y españolísima paella, sino que también pueden ser arroces caldosos, arroces negros, ensaladas de arroz e incluso un buen arroz con leche. La lista es interminable. Pero prepararlo no es tan simple como echar arroz a agua hirviendo y esperar. Como dice el refranero, cada maestrillo tiene su librillo, y cada cocinero tiene su truco para hacer el arroz a la perfección. Pero para aquellos que se estén iniciando, o que nunca les queda en su punto, he aquí unos trucos para conseguir el arroz perfecto para cualquier plato:

Hervido
El arroz blanco, también conocido como 'de enfermo' (era el remedio de nuestras madres a cualquier problema estomacal), es el recurso más antiguo para saciar al hambriento. La receta tradicional dicta dos tazas de agua por cada una de arroz. Eso es básico, pero hay otras cosas igual de importantes. La primera es que, como ya exponía Sancho Panza en la segunda parte del Quijote de la Mancha, "cuanto será mejor no menear el arroz, aunque se pegue". Eso es muy importante. La diferencia entre uno pastoso y otro como debe ser, con los granos medianamente sueltos, depende de dejarlo a fuego lento hasta que 'cruja' y de no removerlo.

En paella
Los arroces hechos en una paella tienen que cumplir un requisito fundamental. Se tienen que tostar y pegarse al fondo. Sí, esto es horrible para el que le toca limpiar después (a no ser que el querido 'socarrat' sea del gusto de todos, que en ese casoserá lo primero en desaparecer). La proporción de agua y arroz cambia en este plato: 2 tazas de arroz (para cuatro personas) por 3 de caldo (dependiendo de qué tipo hagamos, será de pescado o pollo). Además, se le puede añadir un buen chorreón de vino blanco. Y lo más importante, en lo que respecta a este tipo de arroces, el basmati no es arroz, es un grano que arruinará cualquier preparación. Olvidémonos de él.





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Foto: iStock.


En microondas
Para situaciones desesperadas, en las que este electrodoméstico sea nuestra única opción, podremos recurrir a él para preparar un arroz. La parte mala es que de ninguna manera estará tan rico como uno preparado en una olla, pero si no hay otra opción... Para hacerlo: dos partes de agua por cada una de arroz en un recipiente apto para microondas. Lo pondremos a máxima potencia hasta que se empiecen a formar gotas por el vapor de agua. Cuando esto ocurra, remover cada minuto y medio, durante unos 12 minutos. No es la mejor forma, pero salir... saldrá. Hay que tener en cuenta que los tiempos variarán dependiendo de la potencia de nuestro microondas.

Para sushi
Es el plato que ha cautivado a todos los amantes de las gastronomías extranjeras. Aunque parezca un arroz blanco sin más, hay sutiles diferencias que lo distinguen; por ejemplo, que todos los granos tienen que ser capaces de pegarse, pero sin ninguna pasta entre ellos, y a la vez tiene que ser maleable. Lo primero será usar arroz japonés, que se parece al bomba pero que no es el mismo. Para prepararlo, deberemos lavarlo muy bien, frotándolo, y repitiendo el proceso hasta ocho veces de ser necesario, con el objetivo de quitarle el almidón. Sabremos que está listo cuando el agua sea completamente transparente, sin ningún residuo blanco. Después, lo pondremos en la olla y añadiremos la misma cantidad de agua que de arroz, para después empezar a cocerlo a fuego medio durante dos minutos, para bajar el fuego después al mínimo durante 12 minutos más. A continuación lo dejaremos enfriar 10 minutos y le añadiremos el aderezo de sal, vinagre de arroz y azúcar, que en total debe ser una quinta parte de la cantidad de arroz seco (para dos tazas de arroz, añadiremos algo menos de media taza de vinagre, azúcar y sal).



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Foto: iStock.



Caldoso
¿Qué sería de nosotros sin un buen arroz con bogavante? Estaríamos igual, pero con menos alegría. Lo más importante: tiene que ser caldoso. Si se hace una paella de marisco y se utiliza un bogavante, estaremos desperdiciando la paella y el bogavante. La idea es que el caldo, denso como él solo, absorba todo el intenso sabor del producto. Para hacerlo, la gran diferencia para conseguir la textura de arroz perfecta es la cantidad de líquido que deberemos utilizar. Aunque diferentes recetarios difieren ligeramente, lo más habitual es usar 4 veces más caldo que arroz(para 300 g de cereal, 1,2 litros de líquido). Tendrá la cocción perfecta a los 14-15 minutos.



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Arroz caldoso con -mucho- bogavante. (iStock)



Al vapor
Para esta técnica, deberemos utilizar arroz de grano largo, como el basmati. Es originaria de Asia, principalmente de la India y China. Es algo lenta pero tiene notables ventajas. La primera es que los nutrientes del arroz (fibra soluble o lisina) no se disuelven y permanecen dentro del grano. La segunda es que no añadimosningún tipo de grasas a lo que cocinamos. El proceso no es laborioso pero sí largo. Lo primero será lavar en un colador el arroz con agua fría, mientras ponemos una olla con agua a hervir (si queremos darle algo de aroma, podremos añadir hojas de laurel o usar caldo en vez de agua). Cuando rompa a hervir, pondremos encima el colador con el arroz, taparemos la olla y lo dejaremos durante unos 18 minutos.

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CAFÉ
CÓMO DISFRUTAR DEL CAFÉ EN VERANO

Hace calor, pero quieres café: uno de los dilemas del verano está servido. Si el café con hielo no te sirve como solución única, aquí tienes sugerencias para tomarlo con helado, horchata, leche y licores.


MÒNICA ESCUDERO 27/07/2018


Te apetece un café porque el empujón final antes de las vacaciones está siendo más duro de lo que esperabas. O porque estás de vacaciones, has dormido chiquicientas horas y a ver ahora quién es el listo que espabila eso. En cualquiera de los dos supuestos, estás pasando más calor que en el quinto anillo del infierno de Dante (porque lo hace), y seguramente lo que más te apetece no es una taza humeante de café con leche.

Si te encuentras a menudo con el dilema de no saber cómo compaginar tus ganas de café con las altas temperaturas, este post está hecho para ti. Hoy te contamos cómo preparar café frío solo, con leche, con helado y hasta con una chispa de alcohol, por si quieres tomarlo a la hora del postre y celebrar la vida en la playa o la piscina.

Solo

Si te gusta el café fuerte y “un ristretto por favor” es tu vida, tu religión y tu credo es muy probable que no puedas tomar café frío, porque el hielo produce aguachirri y entonces eso ya no es café y se huele el drama. En un bar será complicado, pero en casa puedes solucionar el problema preparando cubitos… de café. No te recomiendo prepararlos solo de café muy fuerte, porque estarás tomándote el triple de tu dosis de cafeína mañanera y puedes ponerte como unas maracas. Pero si preparas un café más suave de la misma variedad que suelas tomar -o lo mezclas con la misma proporción de agua- y lo pones en la cubitera, podrás disfrutar de un café frío igualmente intenso.

Otra manera de tomar café frío, realmente fácil si tienes una cafetera-tetera de émbolo -y una nevera-, es preparando una infusión en frío (también conocida como cold brew). Jordi Mestre, el sabio cafetero al frente del tostadero/cafetería/tienda/asesoría Nomad Coffee, nos contó cómo hacerlo hace ya un par de años. “Pon un buen café molido grueso y agua –también buena– en lo que en el resto del mundo se conoce como “cafetera de émbolo” y aquí como “tetera” y déjalo en la nevera 12, 13 o 15 horas. Lo filtras y listo”. El tipo de café debería escogerse en base a lo que queramos hacer con él, como se hace con el té: un tueste normal de expreso será fantástico para tomar con leche, mientras un café más ácido irá mucho mejor para tomar solo.


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Coldbrew con hielo: más fresco imposible. MAXPIXEL.COM

Con leche

Si te gusta el café con leche no tienes por qué renunciar a él en verano: para eso está el café con leche y hielo o ice latte. Hay varias maneras de prepararlo: si lo haces con todos los ingredientes en frío -café cold brew y leche fría- y quieres endulzarlo, tendrás que hacer un sirope simple con la misma cantidad de azúcar que de agua. Caliéntalo hasta que esté diluido y podrás endulzar no solo café, sino cualquier líquido frío.

Si partes de un café caliente y quieres añadir azúcar, remueve hasta que no queden cristalitos antes de mezclarlo con el hielo. Si no tienes cafetera porque estás de camping y tienes que tirar de café instantáneo, puedes disolver directamente el café en la leche (o mejor acercarte al bar en busca de un café decente). Hay un truco sencillísimo para hacer espuma con la leche, que puedes hacer en el mismo envase -si queda menos de la mitad del contenido-, o en otra botella o tarro con tapa. Sacúdela enérgicamente durante unos 20 segundos y la física hará su magia: ya tienes espuma.

Con helado

El affogato es un clásico italiano que puede prepararse tanto con chocolate como con café, que es lo que hoy nos ocupa. Las proporciones serían las de un expreso por una bola de helado; si la proporción de líquido es mucho mayor, lo que estamos preparando es un float. Massimo Pignata, al frente de la fabulosa heladería barcelonesa DeLaCremnos contó hace un tiempo que su favorito es el de helado de avellana, y que pierde el sentido con la cremita que se forma unos segundos después de volcar el café -‘ahogarlo’, de ahí viene el nombre- sobre la bola.

Aunque lo más normal es tomarlo con helados cremosos como el recomendado por Pignata, el de vainilla, nata, chocolate, stracciatella o café -todo al negro-, puedes ponerte creativo con sorbetes como el de coco, el resultado es sorprendentemente agradable. Ni confirmo ni desmiento que un chorrito de crema de whiskey, licor café o cualquier licor que le pondrías a un café pueda darle un interesante toque final al affogato. Lo cual nos lleva al siguiente punto.

Con chispa

Uno de mis combinados favoritos con café no lleva alcohol (a menos que quieras ponérselo, claro). El espresso-tonic lleva café, hielo y tónica, y es perfecto para esos momentos en los que quieres un café y a la vez algo fresco y un trago largo, como cuando estás en la piscina a media mañana o media tarde. Aunque suene raro, la amargura del café resalta el azúcar de la tónica, y la combinación resulta refrescante y equilibrada; si además quieres ponerle ginebra o vodka, tampoco le van nada mal.

Mar Calpena, agitadora de cocteleras en El Comidista, se pone un poco más sofisticada y nos recomienda preparar un Espresso Martini, cóctel creado a finales de los 90 por el mítico bartender londinense Dick Bradsell. Cuenta la leyenda que una modelo -hay quienes dicen que fue Kate Moss- le pidió una bebida que le despertada pero también le diera pelotazo. El resultado fue esta bebida, que puedes preparar en casa con esta receta cortesía de la web coctelera The Shaker and The Jigger.

Espresso Martini

  • 2 partes de vodka
  • Una parte de licor café
  • Una parte de café expreso (ya frío)
  • ½ parte de almíbar (o al gusto)
Agregamos todos los ingredientes a una coctelera con hielo, agitamos vigorosamente y servimos rápido en una copa de cóctel. Decoramos depositando un par de granos de café sobre la espuma resultante.


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Te despierta pero te atonta. ANDREASGR92 / FLICKR


Si tanta finura te supera y prefieres algo más sencillo, ponle unos hielos a tu carajillo de cabecera: no tendrás que sacar la coctelera y conseguirás un trago corto en cuestión de segundos, sin finuras y manteniendo los pies en la tierra.

Con horchata

Existen infinitas maneras de combinar estos dos deliciosos elementos: si los tomas en una horchatería, solo tienes que pedir medio granizado de café con medio de horchata (o, si prefieres que domine la chufa, horchata con un suspiro de café). Si lo preparas en casa, haz cubitos con cualquiera de los dos elementos y tritúralo con el otro en estado líquido, pero bien frío: conseguirás una especie de batido-granizado mixto delicioso. Como la horchata suele estar bastante dulzona no hace falta añadirle azúcar extra, y si tienes los cubitos de café puro listos podrás disfrutar de esta bebida en cuestión de segundos.

¿Cómo te gusta tomar el café durante los meses de calor? Cuéntalo en los comentarios y ayuda a otro cafetero que también esté sufriendo en silencio la canícula.

https://elcomidista.elpais.com/elcomidista/2018/07/19/articulo/1532012551_500391.html






 
Los cinco gazpachos más buscados de Internet y sus recetas más fáciles y deliciosas
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Atrás quedaron los tiempos en que gazpachos como el de remolacha, cerezas, zanahoria y demás nos provocaban sorpresa. Todo lo que no fuese el gazpacho tradicional andaluz, con su tomate, pepino, ajo, pimiento verde, pan, sal, vinagre y aceite, resultaba sospechoso. Sin embargo (y afortunadamente) hemos abierto las mentes e incorporado a nuestros repertorios mezclas tremendamente deliciosas. Así nos lo confirman los cinco gazpachos más buscado de Internet, que os enseñamos a preparar con sus recetas más fáciles y deliciosas.

La mejor manera de mantenerse hidratado y nutrido en verano es un buen gazpacho. Muchos lo sabemos y en nuestras neveras siempre hay una botella preparada para ser engullida. Sobre todo del gazpacho de sandía, que es el que ocupa el primer puesto en el ránkin, seguido del tradicional, el de melón, el de cerezas y el de remolacha. Veamos cómo preparar los cinco gazpachos más buscados de Internet. ¿Os parece?



1. Gazpacho de sandía
No nos ha sorprendido que el gazpacho de sandía sea el más popular, pues es nuestro favorito. Es perfecto para los que no son especialmente amigos del gazpacho, pues es suave y entra sin sentir. La sandía le aporta unligerísimo toque dulce sin llegar a cambiar la esencia del gazpacho tradicional en exceso. Ma-ra-vi-llo-so.

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  • Ingredientes para cuatro personas: 250 g de sandía (pelada y sin pepitas), 250 g de tomate maduro, 1 pimiento verde italiano, 1 diente de ajo, 100 g de pan duro, agua, sal, 15 ml de vinagre de Módena y 30 ml de aceite de oliva virgen extra.

  • Elaboración: Troceamos el pan y lo hidratamos en un en un cuenco con agua fría durante 10 minutos. Mientra tanto lavamos los tomates y retiramos la parte dura. Lavamos el pimiento y retiramos la cabeza y las semillas. Cortamos ambos en trozos regulares. Pelamos el diente de ajo y retiramos el germen. Lo introducimos en el vaso de una batidora junto con el tomate, el pimiento, el pan bien escurrido, la sandía despepitada y el vinagre. Trituramos, probamos el punto y sazonamos al gusto. Agregamos el aceite de oliva virgen extra y trituramos de nuevo, esta vez a máxima potencia durante unos cinco minutos. Este paso es importante pues queremos que el aceite emulsione con la mezcla ya triturada y le otorgue una textura cremosa. Comprobamos el espesor y la textura. Si lo queremos más líquido, agregamos agua al gusto. Si tiene restos de pieles, etc, lo pasamos por un colador fino. Cuando esté a nuestro gusto, introducimos el gazpacho en la nevera y dejamos que se enfríe bien antes de servirlo.
2. Gazpacho tradicional
El rey del verano y aquel que muchos hemos visto a diario en nuestras casas. No había día que nuestras madres no hicieran gazpacho tradicional. Lo bebíamos como si fuera agua. Con el tiempo ha ido evolucionando y no hay mejor muestra de ello que las variedades que encontramos en este post, por no mencionar las muchas otras recetasque tenemos en nuestro haber.

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  • Ingredientes para seis personas: 1 k de tomate pera, 1 pimiento verde italiano, 1 pepino, 2 dientes de ajo, 250 ml de aceite de oliva virgen extra, 50 h de pan de hogaza duro, 250 ml de agua fría (de la nevera), 5 g de sal y 50 ml de vinagre de Jerez.

  • Elaboración: Troceamos todos los ingredientes y los introducimos en el vaso de una batidora o Turmix. Añadimos el aceite, el agua y el vinagre y trituramos. Pasamos el gazpacho resultante por un colador fino, apretando con un cucharón para que quede una crema sin pieles ni semillas y lo metemos en la nevera un par de horas para que enfríe bien antes de servir.
3. Gazpacho de melón
Uno de los más sorprendentes es el gazpacho de melón (o sopa fría, como queramos llamarlo). Dulzón, lleno de contrastes y muy refrescante. Podemos servirlo como entrante, como aperitivo, en pequeño formato, o como chupito entre plato y plato, para limpiar el paladar. Unos taquitos de jamón como guarnición lo convierten en el melón con jamón de toda la vida, pero en versión sopa.

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  • Ingredientes para dos personas: 375 g de melón (peso entero), 1 diente de ajo pequeño o medio grande, 50 g de cebolleta, 30 g de pimiento verde italiano, 50 g de pepino, 50 g de pan de molde (media rebanada aproximadamente), 30 ml de aceite de oliva virgen extra, sal y pimienta blanca molida.

  • Elaboración: Pelamos el diente de ajo y retiramos el gérmen para que su sabor sea más suave. Podemos usar solo la mitad y probar el resultado antes de añadir el diente de ajo entero. El equilibrio de sabores en este gazpacho es muy importante. Pelamos la cebolleta y cortamos en cuartos. Lavamos el pimiento y cortamos en trozos grandes. Pelamos el pepino y retiramos las semillas. Pelamos y cortamos el melón en trozos grandes y también el pan de molde. Introducimos todos los ingredientes en el vaso de una batidora, salpimentamos y trituramos. Añadimos el aceite de oliva virgen extra y trituramos durante un par de minutos a máxima potencia para emulsionar. Servimos bien frío y acompañado de unos tacos de jamón, queso azul o feta desmigado o la guarnición que nos apetezca.
4. Gazpacho de cerezas
Aprovechando que todavía estamos en temporada, perparamos este gazpacho de cerezas tan visual. Lo podemos tomar tal cual indicamos en la receta o acompañar de una guarnición de queso y anchoas, que le sientan de maravilla. El contraste de sabores y texturas es tremendo. No dejéis de probar ninguno de los dos.

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  • Ingredientes para cuatro personas: 500 g de tomates pera, 250 g de cerezas, 50 g de pimientos rojos, 50 g de cebolla, 20 ml de vinagre de jerez, 50 ml de aceite de oliva virgen extra y 200 ml de agua (aprox.).

  • Elaboración: Limpiamos toda la verdura y la troceamos. En un vaso de batidora trituramos todo junto. Añadimos el vinagre y el aceite. Terminamos de triturar y mezclar. Si hemos usado un robot de cocina potente y obtenemos una textura suave, solo nos queda guardarlo en la nevera hasta el momento de servir. Si no es el caso, pasamos el gazpacho por un chino antes de guardar. Servimos bien fresquito.
5. Gazpacho de remolacha
Si el gazpacho de cerezas resulta llamativo, el de remolacha no se puede dejar de mirar. Además de visual es sabroso y refrescante, con un punto fuerte a jengibre que lo diferencia de cualquier otro. Se puede ajustar al gusto de cada cual, jugando con los ingredientes y sus cantidades. Está delicioso con unos tropezones de queso azul o fresco, unos piñones y una cucharadita de cebolla frita crujiente.

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  • Ingredientes para dos personas: 2 remolachas cocidas, 80 g de aceite de oliva virgen extra, 10 g de vinagre de Jerez, 200 ml de agua, 1 diente de ajo, 20-40 g de jengibre fresco y sal.

  • Elaboración: Troceamos las remolachas (ojo que manchan mucho así que quizás te apetezca usar guantes) y las introducimos en el vaso de una batidora americana u otro robot de cocina potente. Pelamos el diente de ajo y lo añadimos. Hacemos lo mismo con el vinagre y el agua, que vertemos en el vaso de la batidora. A continuación pelamos el jengibre y troceamos. Lo añadimos a los ingredientes anteriores y sazonamos. Batimos a máxima potencia durante el tiempo necesario para que los ingredientes estén bien mezcados. Vertemos el aceite, mezclamos a velocidad baja y servimos inmediatamente decorando con los tropezones que más nos gusten.
https://www.directoalpaladar.com/re...cados-internet-sus-recetas-faciles-deliciosas
 

Musaka. Las recetas

Cómo hacer musaka

Musaka. Las recetas
Una buena musaka es una alegría para la vista y para el gusto, con su carne de cordero especiado, sus berenjenas y una deliciosa salsa cremosa. Hay muchas versiones que puedes hacer. La moussaka griega tradicional generalmente tiene 1 cucharadita de canela añadida a la mezcla de carne, que le da un toque especial. También puedes hacer sudar las rodajas de berenjena espolvoreándolas con un poco de sal 1 hora antes de hacer la receta.



Musaka tradicional
La musaka es uno de los platos más conocidos del recetario gastronómico griego y hoy en día es consumido en todo el mundo. Aunque se puede hacer de mil y una formas diferentes, en esta entrada queremos compartir con todos vosotros y vosotras la forma de elaboración de este plato, de la manera más tradicional.

Otro plato extranjero que te gustará es el falafel, similar a una albóndiga de pasta con muchas especias, ¡y mucho sabor! La gastronomía de cada país nos ofrece platos deliciosos, todas las zonas tienen sus platos típicos.

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Volviendo a nuestra receta de musaka, puede que la primera vez que se haga esta receta dé la impresión de que es muy difícil. Pero cuando se haga dos o tres veces resultará muy sencilla. Es importante que no nos desanimemos a la hora de ponernos manos a la obra.

Para preparar la musaka necesitaremos:
  • 6 berenjenas medianas.
  • 400 gramos de carne de cordero picada.
  • 150 gramos de queso rallado (el que más nos guste, pero que funda bien)
  • 2 huevos frescos de tamaño grande.
  • 1 cebolla grande (o dos medianas)
  • Canela en polvo.
  • Nuez moscada
  • Aceite de oliva virgen extra.
  • Sal y pimienta negra recién molida.
Modo de elaboración

El primer paso es lavar las berenjenas, pelarla y cortarlas a lo largo. Se pone a hervir una cazuela con agua y escaldaremos las berenjenas cortadas durante dos minutos aproximadamente, las escurriremos, las sazonaremos con sal y después las freiremos en una sartén con abundante aceite de oliva y después las dejaremos sobre un papel absorbente para que retire el exceso de aceite.

Por otro lado calentaremos un poco de aceite de oliva en una sartén y sofreiremos la cebolla (que habremos cortado previamente muy fina) antes de que se dore incorporaremos la carne y la dejaremos cocinar durante unos minutos, la salpimentaremos, echaremos una cucharada de canela y nuez moscada. Una vez esté hecha, añadiremos el queso rallado y lo mezclaremos bien.

Pondremos a precalentar el horno a 180 grados y mientras tanto montaremos la musaka en una bandeja honda comenzando por la berenjena cortada en tiras, cubriendo la base de la bandeja totalmente, después echamos otra capa del preparado de carne, una nueva de berenjena y otra de carne, procurando que la última sea de berenjena.

Batiremos bien los huevos y los verteremos por encima de la última capa, echaremos un generoso puñado de queso rallado y lo meteremos en el horno durante una media hora aproximadamente.

Consejos

Aunque ésta sea la receta de la musaka tradicional, se pueden sustituir los huevos por bechamel y sobre este ingrediente incorporar el queso rallado que más nos guste, pero sobre todo que funda bien.

Más Musaka. Las recetas
Musaka rápida
El ritmo de vida que llevamos a veces no nos permite estar demasiado tiempo en la cocina, pero tener poco tiempo no quiere decir que tengamos que comer mal. Se pueden hacer un montón de recetas diferentes de una forma rápida y aún así seguir comiendo de manera saludable como.

Por ello vamos a compartir con todos vosotros y vosotras la receta de la musaka, un plato de origen griego pero que hoy en día se consume en todo el mundo, es muy sencillo de hacer, asequible y el sabor es verdaderamente excelente.

Leer completo

Musaka en Thermomix
La musaca es un plato que puede prepararse con el robot de cocina Thermomix, una elaboración que nos resultará muy fácil de hacer, es muy económica y que tiene un sabor realmente excelente, por ello vamos a compartir contigo esta deliciosa receta para que puedas preparar algo diferente para ti y los tuyos.

Leer completo

Musaka de pollo
La musaka tiene tantas variantes de elaboración como ingredientes que pueden ser utilizados para preparar este plato tan famoso dentro de la gastronomía griega y de algún que otro país de la cuenca del Mediterráneo. En este caso vamos a compartir con vosotros la receta de la musaka de pollo.

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Musaka con patatas
La musaka es uno de los platos más conocidos de la gastronomía griega y aunque tiene unos ingredientes específicos, con este plato sucede lo mismo que con cualquier otra elaboración gastronómica, pueden hacerse infinidad de variedades diferentes. En este caso vamos a enseñaros a hacer una original musaka con patatas.

Leer completo

Falsa musaka de atún con verduras
La musaka es una elaboración gastronómica a la que se le pueden alterar los ingredientes originales y personalizarla completamente a nuestro gusto y dentro de esas muchas elaboraciones diferentes se encuentra la musaka de atún con verduras.

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Para el primer plato las recetas de coliflor son una propuesta que siempre funciona. Si eres de los que acompañan las comidas y cenas con una ensalada, aquí se explica cómo preparar una salsa de yogur para ensaladas.

Por supuesto no puede faltar la típica alternativa entre un plato de carne o uno de pescado, como el rodaballo al horno.

A media tarde no suele entrar un poco de hambre. ¿Qué merendamos hoy? Pues ponemos en marcha la cafetera y nos servimos una porción de bizcocho o un rico croissant, ya sea natural o a la plancha. Si añadimos un batido de frutas naturales ya tenemos una merienda completa y nutritiva.

Musaka rápida
 
Los grandes beneficios de comer mango para el corazón y el estómago

LA GULATECA 25.07.2018
Receta de verano: sorbete de mango y plátano.

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Mango GTRES


Partiendo de la base de que todas las frutas tienen vitaminas, son muy sanas y su consumo diario es más que recomendable para mantener una dieta equilibrada, el mango es especialmente beneficioso para el estómago y el corazón.


¿Otra de esas superfood para añadir a la lista? Nada de eso. Entre otras cosas porque los super-alimentos no existen ni curan enfermedades -de eso se ocupan los médicos en los hospitales-, pero sí ayudan a mantener una dieta sana que los previene.

Aclarados estos puntos que casi siempre se olvidan cuando se habla de un producto y sus propiedaeds, es verdad que el mango contiene gran cantidad de potasio, y se ha demostrado que un aumento de potasio, junto con una disminución de la ingesta de sodio en la dieta diaria, ayuda disminuir el riesgo de padecer algunas enfermedades cardiacas, especialmente la hipertensión.

Otras frutas como el plátano o la nectarina también son beneficiosas por el mismo motivo. Por otro lado, el contenido de fibra pectina que tiene el mango facilita la eliminación de toxinas y ayuda reducir el riesgo de colesterol.

Además, los mangos también ayudan al aparato digestivo. Sus enzimas facilitan la digestión, disolviendo rápidamente las proteínas y disminuyendo la acidez. Su gran contenido en fibra ayuda al tránsito intestinal. Por tanto, añadir mango a nuestra dieta ayudará a mejorar nuestra digestión y disminuirá el riesgo de problemas intestinales.

Hace no mucho el mango se consideraba algo exótico. Pero ahora, aunque siga sin ser la fruta más consumida del país, también lo producimos aquí, concretamente en zonas de Granada y Málaga gracias a su clima subtropical. Y no es que los mangos de aquí sean mejores, es simplemente una cuestión de proximidad, así que exactamente igual que con otros productos, siempre es mejor apostar por el producto local que no tenga que viajar -muchas veces recolectado verde, antes de tiempo- desde la otra punta del planeta.

Además de crudo, podemos tomar el mango en muchas recetas, en batidos o deshidratado. También es una buena idea utilizarlo para improvisar un helado casero de lo más original y exótico.

De cualquier forma, es una gran idea añadir esta fruta -y muchas otras- a nuestra dieta diaria y eliminar de ella alimentos ultraprocesados.


:love::cat::kiss:
RECETAS:
Ver más en: https://www.20minutos.es/noticia/3402917/0/mango-beneficios-estomago-corazon/#xtor=AD-15&xts=467263
 
Musaka. Las recetas

Cómo hacer musaka

Musaka. Las recetas
Una buena musaka es una alegría para la vista y para el gusto, con su carne de cordero especiado, sus berenjenas y una deliciosa salsa cremosa. Hay muchas versiones que puedes hacer. La moussaka griega tradicional generalmente tiene 1 cucharadita de canela añadida a la mezcla de carne, que le da un toque especial. También puedes hacer sudar las rodajas de berenjena espolvoreándolas con un poco de sal 1 hora antes de hacer la receta.



Musaka tradicional
La musaka es uno de los platos más conocidos del recetario gastronómico griego y hoy en día es consumido en todo el mundo. Aunque se puede hacer de mil y una formas diferentes, en esta entrada queremos compartir con todos vosotros y vosotras la forma de elaboración de este plato, de la manera más tradicional.

Otro plato extranjero que te gustará es el falafel, similar a una albóndiga de pasta con muchas especias, ¡y mucho sabor! La gastronomía de cada país nos ofrece platos deliciosos, todas las zonas tienen sus platos típicos.

musaka-tradicional-522.jpg

Volviendo a nuestra receta de musaka, puede que la primera vez que se haga esta receta dé la impresión de que es muy difícil. Pero cuando se haga dos o tres veces resultará muy sencilla. Es importante que no nos desanimemos a la hora de ponernos manos a la obra.

Para preparar la musaka necesitaremos:
  • 6 berenjenas medianas.
  • 400 gramos de carne de cordero picada.
  • 150 gramos de queso rallado (el que más nos guste, pero que funda bien)
  • 2 huevos frescos de tamaño grande.
  • 1 cebolla grande (o dos medianas)
  • Canela en polvo.
  • Nuez moscada
  • Aceite de oliva virgen extra.
  • Sal y pimienta negra recién molida.
Modo de elaboración

El primer paso es lavar las berenjenas, pelarla y cortarlas a lo largo. Se pone a hervir una cazuela con agua y escaldaremos las berenjenas cortadas durante dos minutos aproximadamente, las escurriremos, las sazonaremos con sal y después las freiremos en una sartén con abundante aceite de oliva y después las dejaremos sobre un papel absorbente para que retire el exceso de aceite.

Por otro lado calentaremos un poco de aceite de oliva en una sartén y sofreiremos la cebolla (que habremos cortado previamente muy fina) antes de que se dore incorporaremos la carne y la dejaremos cocinar durante unos minutos, la salpimentaremos, echaremos una cucharada de canela y nuez moscada. Una vez esté hecha, añadiremos el queso rallado y lo mezclaremos bien.

Pondremos a precalentar el horno a 180 grados y mientras tanto montaremos la musaka en una bandeja honda comenzando por la berenjena cortada en tiras, cubriendo la base de la bandeja totalmente, después echamos otra capa del preparado de carne, una nueva de berenjena y otra de carne, procurando que la última sea de berenjena.

Batiremos bien los huevos y los verteremos por encima de la última capa, echaremos un generoso puñado de queso rallado y lo meteremos en el horno durante una media hora aproximadamente.

Consejos

Aunque ésta sea la receta de la musaka tradicional, se pueden sustituir los huevos por bechamel y sobre este ingrediente incorporar el queso rallado que más nos guste, pero sobre todo que funda bien.

Más Musaka. Las recetas
Musaka rápida
El ritmo de vida que llevamos a veces no nos permite estar demasiado tiempo en la cocina, pero tener poco tiempo no quiere decir que tengamos que comer mal. Se pueden hacer un montón de recetas diferentes de una forma rápida y aún así seguir comiendo de manera saludable como.

Por ello vamos a compartir con todos vosotros y vosotras la receta de la musaka, un plato de origen griego pero que hoy en día se consume en todo el mundo, es muy sencillo de hacer, asequible y el sabor es verdaderamente excelente.

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Musaka en Thermomix
La musaca es un plato que puede prepararse con el robot de cocina Thermomix, una elaboración que nos resultará muy fácil de hacer, es muy económica y que tiene un sabor realmente excelente, por ello vamos a compartir contigo esta deliciosa receta para que puedas preparar algo diferente para ti y los tuyos.

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Musaka de pollo
La musaka tiene tantas variantes de elaboración como ingredientes que pueden ser utilizados para preparar este plato tan famoso dentro de la gastronomía griega y de algún que otro país de la cuenca del Mediterráneo. En este caso vamos a compartir con vosotros la receta de la musaka de pollo.

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Musaka con patatas
La musaka es uno de los platos más conocidos de la gastronomía griega y aunque tiene unos ingredientes específicos, con este plato sucede lo mismo que con cualquier otra elaboración gastronómica, pueden hacerse infinidad de variedades diferentes. En este caso vamos a enseñaros a hacer una original musaka con patatas.

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Falsa musaka de atún con verduras
La musaka es una elaboración gastronómica a la que se le pueden alterar los ingredientes originales y personalizarla completamente a nuestro gusto y dentro de esas muchas elaboraciones diferentes se encuentra la musaka de atún con verduras.

Leer completo

Para el primer plato las recetas de coliflor son una propuesta que siempre funciona. Si eres de los que acompañan las comidas y cenas con una ensalada, aquí se explica cómo preparar una salsa de yogur para ensaladas.

Por supuesto no puede faltar la típica alternativa entre un plato de carne o uno de pescado, como el rodaballo al horno.

A media tarde no suele entrar un poco de hambre. ¿Qué merendamos hoy? Pues ponemos en marcha la cafetera y nos servimos una porción de bizcocho o un rico croissant, ya sea natural o a la plancha. Si añadimos un batido de frutas naturales ya tenemos una merienda completa y nutritiva.

Musaka rápida


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Crema de yogur con puré de mango y lima, receta (sin horno) fácil y refrescante
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Hay postres que cuestan poco esfuerzo, por no decir nada, pero que son muy lucidos y sabrosos. Tal es el caso de la crema de yogur con puré de mango y lima. Ligero, refrescante, rápido de preparar, sin horno, versátil, elaborado con ingredientes fáciles de encontrar y económicos...¡son todo ventajas!

Con las cantidades que indico he preparado cuatro vasitos de crema de yogur con puré de mango y lima, pero en porciones generosas. Si os gusta rematar vuestras comidas con una pequeña cantidad de dulce, podéis repartir la mezcla entre 6 u 8 comensales. Aunque, sinceramente, es tan delicioso y fresco que lo mismo a alguno le entran ganas de repetir.



Ingredientes
Para 4 personas
  • Mango1
  • Lima0.5
  • Miel15 ml
  • Nata líquida para montar200 ml
  • Azúcar glasé40 g
  • Gelatina en polvo5 g
  • Leche30 ml
  • Yogur griego sin azucarar250 g
Cómo hacer crema de yogur con puré de mango y lima
Dificultad: Fácil
  • Tiempo total20 m
  • Elaboración20 m
  • Reposo2 h
Pelamos el mango y retiramos toda la carne que podamos, procurando evitar la parte fibrosa cercana al hueso. Trituramos los trozos de mango con una batidora de mano, junto con el zumo de lima y la miel. Probamos y agregamos más miel si lo consideramos necesario. Pasamos el puré por un tamiz, o colador, y lo reservamos.

Disolvemos la gelatina en la leche, ligeramente templada. Si nos quedara algún grumo, siempre podemos pasar la mezcla por un colador. Podemos usar también una lámina de gelatina e hidratarla en agua fría, escurrir y disolver en la leche templada. Batimos el yogur en un recipiente hondo y le agregamos la leche con la gelatina diluída. Removemos hasta mezclar bien.

Con ayuda de unas varillas eléctricas, montamos la nata (que habrá de estar bien fría) en un recipiente limpio. Si el recipiente está frío, la nata montará mejor. Para ello, podemos meterlo en la nevera o en el congelador durante unos minutos. Antes de que la nata monte del todo, agregamos el azúcar glas.

Vertemos la mezcla del yogur en el recipiente en el que hemos montado la nata y removemos con unas varillas metálicas, de forma manual, con mucha suavidad y cuidado. No queremos seguir batiendo, sólo mezclar hasta obtener una crema homogénea que repartimos en cuatro vasitos y cubrimos con el puré de mango. Dejamos reposar en frío durante un par de horas antes de servir.

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Con qué acompañar la crema de yogur con puré de mango y lima
Si os gustan los postres suaves, cremosos y refrescantes, entonces no podéis dejar de probar la crema de yogur con puré de mango y lima. Es el colofón perfecto a una comida de verano. Podéis adaptar la receta y usar cualquier fruta que tengáis a mano para elaborar el puré, aunque el mango y la lima funcionan muy bien.
https://www.directoalpaladar.com/postres/crema-de-yogur-con-pure-de-mango-y-lima-receta
 
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