¿Qué has aprendido durante el confinamiento?

Que adoro pasar tiempo con la familia y amigos (y también tirada en el sofá) y que cambiaría muchas horas extras que he hecho en el trabajo por más tiempo.
Qué solo quiero trabajar para vivir y no al revés y aunque iba con esa idea clara, me lo estoy comiendo con patatas y me toca hacer todo lo contrario para no perder el empleo.

Así que la cuarentena me ha venido genial para desconectar y tener fuerzas para lo que está pasando y lo que está por venir.
 
He aprendido que podría sustituir mi entorno social por inteligencias artificiales y no me daría cuenta del cambio.

Tal cual.

He aprendido que salir a caminar un rato o en solitario a diario es sano y necesario. Lo he echado mucho de menos durante el confinamiento.

Que la gente no cambia. Nunca. Solo cambian si lo desean de corazón.

En el resto de cosas solo me he reafirmado. No han habido sorpresas.
 
Que la gente es muy hijaputa ya lo sabía yo muchísimo antes de toda esta movida. Que los que quieren estar están y los que no que se vayan a tomar por culo, pero eso ya lo sabía yo mucho antes del pollo este que se ha montado con el virus. Que en mi casa estoy súper a gusto ya lo sabía yo, que soy muy misántropa lo sé desde hace décadas, no me hace falta una pandemia mundial para saberlo. Lo que sí que me ha dejado con el culo torcido es que no necesito los bares tanto como pensaba. He ahí la gran revelación mística, no me conozco.

 
Y cómo lo has hecho, prima? Cómo has aprendido esas cositas?
Ha sido una mezcla de muchas cosas pequeñas.
Dejé de seguir a gente en redes sociales que no aportaba más que una cara bonita, y lo cambié por gente que me da buen rollo y me hace reír o aprender.
Ver series que aparte de que me hagan reír me hagan reflexionar (como "This is us" serie que recomiendo mucho).
Empezar a practicar, y aprender un poco sobre meditar.
Leer libros de autoayuda (cosa en la que nunca creí :ROFLMAO: ).
Darme cuenta de cuándo estoy estresada y agobiada, y hacer algo para evitarlo. En mi caso ha sido salir correr un rato, solo por el placer de correr, sin forzarme mucho a superar ninguna marca.
Comer comida de calidad siendo consciente de cuando tengo hambre de verdad, no comer por comer. Sin la prisa con la que lo hacía todos los días, total no va a suponer tanta diferencia tardar diez minutos en vez de cinco.
Si me siento nostálgica o de bajón no forzarme ni darle mucha importancia, porque es normal tener días así, y en vez de eso hacer lo que me haga sentir mejor.
Guiarme más por mis instintos, que pensamos que no, pero nuestra intuición es muy sabia y a veces la intentamos engañar.
Yo creo que en resumen sería saber elegir más las cosas que me rodean ?
 
He aprendido que la cuarentena NO cambia a las personas. El que era intolerante, lo sigue siendo.
He aprendido que algunas personas se han envenenado aún mas.
Que nos estamos desconfinando y vuelve el materialismo, vuelven las poses, vuelve el egoísmo.
He aprendido que he estado de put* madre sin ver a mucha gente.
Y no he aprendido, sino que SE, que en cuánto vuelva a ver a ciertas personas, me van a dar la brasa con sus ideales, su politiqueo y su constante crítica exarcebada .
He aprendido que los conflictos no se acaban, se agravan.
He aprendido que no son las diferencias las que nos separan, sino los valores.

He aprendido de mis propios valores.
He aprendido a valorarme.
Y ahora, se un poco más quien soy.
 
Tal cual.

He aprendido que salir a caminar un rato o en solitario a diario es sano y necesario. Lo he echado mucho de menos durante el confinamiento.

Que la gente no cambia. Nunca. Solo cambian si lo desean de corazón.

En el resto de cosas solo me he reafirmado. No han habido sorpresas.
Y se esfuerzan. TE habla un cambio viviente. Es una opinión impopular, pero yo he salido beneficiadísima en casi todos los aspectos con la cuarentena.
 
Nada nuevo, ya sabía lavarme las manos. Ya valoraba a mi familia y a mis amigos. Ya hacía ejercicio en casa. Ya hacía bizcochos casi todas las semanas. Ya limpiaba y ordenaba los armarios. La gente sigue siendo maleducada y egoísta. También hay gente maravillosa. Como siempre la responsabilidad es nuestra: “¡el virus lo vencemos unidos!” Que el pez de Pepa Pig es casi tan grande como su pecera y esa imagen me perturba enormemente.
 
He aprendido, POR FIN, a hacer bizcochos, croquetas y torrijas, lo cual no olvidaré nunca, y estoy segura me brindará un sinfín de oportunidades tanto a nivel personal como a nivel profesional.

Así mismo, también he aprendido que no debes hacer dichas recetas cada 2-3 días por puro aburrimiento, y cebar a tu familia, pensando que el confinamiento será eterno, pues al finalizar, te habrás puesto 4 kilos encima y, ellos, a saber.
 
Pues no he sido de las que ha sacado grandes lecciones de esto porque mi confinamiento ha sido muy relativo, creo que el tiempo máximo que he estado en mi casa sin salir han sido dos o tres días, el resto he tenido que salir a la calle poco o mucho porque he trabajado en un servicio esencial y personalmente he tenido que atender a varios familiares o vecinos mayores, así que me he desplazado bastante y he hecho muchísimas compras con sus respectivas desinfecciones.

Me resulta curioso porque desde mediados de marzo a primeros de mayo lo tengo como una nebulosa en mi mente, en ese periodo trabajé muchísimo alternando trabajo presencial y teletrabajo, fue un completo caos a nivel de horarios. Dormía mal, me acostumbre a trabajar en la tarde noche porque iba mejor internet, porque necesitaba algunas mañanas para hacer las compras y porque por la noche me concentraba mejor. También iba algunos días a la oficina en esas horas para no coincidir con otras personas. El resto del tiempo lo dedicaba a hacer algunas videollamadas, a hacer las cosas básicas de casa y a distraerme un poco con la tele o con el foro, pero tampoco he hecho panes, dulces, limpiezas generales o leído diez libros, no me daba la concentración ni las ganas.

Desde primeros de mayo entré en Erte parcial y ahí cambió muchísimo la cosa. Coincidió con el inicio de las fases, me agarré a lo positivo, retomé el deporte, empecé a dormir ...

Como he dicho no ha sido una etapa "muy espiritual" para mi aunque si he visto o recaído en ciertas cosas mías o ajenas. Aunque esté feo decirlo me siento orgullosa de mi y de como he llevado esto. He sentido miedo por la salud de los míos pero no he especulado con la salud, cosa que he visto en mucha gente cercana a nivel laboral. Gente que ha exagerado el peligro a los que estaban sometidos y nos han dejado a otros al frente (a nivel laboral) o gente que ha preferido entrar en el protocolo del coronavirus inventándose síntomas que les justificaran quedarse confinados. He visto a gente muy agobiada por estar solos consigo, me ha gustado constatar que estoy muy bien en mi propia compañía y que soy autosuficiente.

Cosas a mejorar para futuros confinamientos ( que los habrá)? Muchas! A nivel personal y a nivel práctico. A nivel personal arreglar ciertas cosas personales, abrir o cerrar la puerta definitivamente a ciertas situaciones, en especial a una sentimental, que tengo que terminar un proceso de herencia que he ido postergando, que el ahorro es fundamental, la importancia del cuidado físico y mental, que tengo que dejar ya si o si el maldito vicio del tabaco. He confirmado que tengo unos amigos y una familia maravillosos y que los quiero muchísimo. Aunque parezca una tontería me he reencontrado con mis amigos de siempre, que aunque quedábamos cada poco tiempo estábamos un poco alejados por la rutina de la vida de cada uno. El cerveceo virtual de los fines de semana ha sido maravilloso y muy divertido.

A nivel práctico: la importancia de la tecnología en casa, tener una buena conexión a internet, un buen móvil y buen ordenador porque han sido mi conexión con el mundo. Una cosa que parece una tontería pero que ha sido fundamental en este tiempo ha sido mi espacio de trabajo en casa. Es fundamental tener una silla adecuada. En mi caso no la tengo y buenos dolores de espalda que me ha dado. Otra cosa que debería plantearme es aprender algo de bricolaje, se me rompieron cosas que rotas se han quedado hasta ahora porque soy inutil perdida para estas cuestiones.

Perdón por el tochazo!
 
Pues no he sido de las que ha sacado grandes lecciones de esto porque mi confinamiento ha sido muy relativo, creo que el tiempo máximo que he estado en mi casa sin salir han sido dos o tres días, el resto he tenido que salir a la calle poco o mucho porque he trabajado en un servicio esencial y personalmente he tenido que atender a varios familiares o vecinos mayores, así que me he desplazado bastante y he hecho muchísimas compras con sus respectivas desinfecciones.

Me resulta curioso porque desde mediados de marzo a primeros de mayo lo tengo como una nebulosa en mi mente, en ese periodo trabajé muchísimo alternando trabajo presencial y teletrabajo, fue un completo caos a nivel de horarios. Dormía mal, me acostumbre a trabajar en la tarde noche porque iba mejor internet, porque necesitaba algunas mañanas para hacer las compras y porque por la noche me concentraba mejor. También iba algunos días a la oficina en esas horas para no coincidir con otras personas. El resto del tiempo lo dedicaba a hacer algunas videollamadas, a hacer las cosas básicas de casa y a distraerme un poco con la tele o con el foro, pero tampoco he hecho panes, dulces, limpiezas generales o leído diez libros, no me daba la concentración ni las ganas.

Desde primeros de mayo entré en Erte parcial y ahí cambió muchísimo la cosa. Coincidió con el inicio de las fases, me agarré a lo positivo, retomé el deporte, empecé a dormir ...

Como he dicho no ha sido una etapa "muy espiritual" para mi aunque si he visto o recaído en ciertas cosas mías o ajenas. Aunque esté feo decirlo me siento orgullosa de mi y de como he llevado esto. He sentido miedo por la salud de los míos pero no he especulado con la salud, cosa que he visto en mucha gente cercana a nivel laboral. Gente que ha exagerado el peligro a los que estaban sometidos y nos han dejado a otros al frente (a nivel laboral) o gente que ha preferido entrar en el protocolo del coronavirus inventándose síntomas que les justificaran quedarse confinados. He visto a gente muy agobiada por estar solos consigo, me ha gustado constatar que estoy muy bien en mi propia compañía y que soy autosuficiente.

Cosas a mejorar para futuros confinamientos ( que los habrá)? Muchas! A nivel personal y a nivel práctico. A nivel personal arreglar ciertas cosas personales, abrir o cerrar la puerta definitivamente a ciertas situaciones, en especial a una sentimental, que tengo que terminar un proceso de herencia que he ido postergando, que el ahorro es fundamental, la importancia del cuidado físico y mental, que tengo que dejar ya si o si el maldito vicio del tabaco. He confirmado que tengo unos amigos y una familia maravillosos y que los quiero muchísimo. Aunque parezca una tontería me he reencontrado con mis amigos de siempre, que aunque quedábamos cada poco tiempo estábamos un poco alejados por la rutina de la vida de cada uno. El cerveceo virtual de los fines de semana ha sido maravilloso y muy divertido.

A nivel práctico: la importancia de la tecnología en casa, tener una buena conexión a internet, un buen móvil y buen ordenador porque han sido mi conexión con el mundo. Una cosa que parece una tontería pero que ha sido fundamental en este tiempo ha sido mi espacio de trabajo en casa. Es fundamental tener una silla adecuada. En mi caso no la tengo y buenos dolores de espalda que me ha dado. Otra cosa que debería plantearme es aprender algo de bricolaje, se me rompieron cosas que rotas se han quedado hasta ahora porque soy inutil perdida para estas cuestiones.

Perdón por el tochazo!

Complemento para decir que el tiempo del confinamiento duro si lo pasé muy mal, pero no por los miedos o por estar en casa sola sino por cuestiones logísticas, tener que trabajar y atender a mis familiares mayores ha sido muy duro, física y psicológicamente porque no viven cerca y cada día que iba era como una ruleta rusa, he perdido la cuenta de la cantidad de controles policiales que he tenido, la mente ayuda a olvidar pero no lo he pasado nada bien, todo ha sido complicadísimo, saber que estaban solos, como se sentirían, que tuvieran que hacer esfuerzos grandes para ellos como limpiar, la dejación de la atención en sus dolencias normales por no ir a un centro de salud por miedo. También hemos tenido una circunstancias muy dramática con una tía abuela que ha tenido brotes psicóticos y nos hemos sentido totalmente abandonados sin una atención psiquiátrica normal, todo se basaba en ir a ponerle calmantes. Los enfermos mentales, los discapacitados y sus familias han sido de los grandes olvidados de este periodo y en muchas casas se ha sufrido una pesadilla.
 
Buen tema.

Pues no es que haya aprendido nada concreto aunque quizá ahora me hace más gracia que antes, fruto del momento imagino, quedar con alguien físicamente.

El confinamiento me reafirmó la necesidad de una pausa para ponerme al día con tareas que con la rutina normal, imposible.

Lo que no esperaba era que mucha gente después de todo, saliese de esto siendo la misma. Lo que habéis comentado, vaya. Una pena.
 

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