Otro día, hablamos de los trabajadores (auxiliares, gerocultores, peones, limpieza) de las residencias privadas y-o concertadas de la tercera edad y de sus penosas condiciones laborales, a cambio de unos euros más del salario mínimo interprofesional y un calendario laboral semiesclavista.
Los de las públicas tampoco te creas que están mucho mejor... Y aún así, una plaza en una residencia cuesta una pasta...