Princesa Aiko cumple 15 años. Dec. 1, 2016

N
No se si es solo mi impresion, pero esta joven se me parece mucho a Masako, y creo que hasta los dientes de ella heredo. o por lo menos cada dia se me parece mas a Masako. la nariz es una mezcla de padre y madre, en lo demas la percibo como la version joven de Masako.

La chiquilla no tiene a quien salir bella y ni esperanzas de que en el futuro se haga algunos arreglillos cosmeticos, que en este caso si que me gustaria, para ella y para su madre. Lo admirable es que es una chica muy bien educada, inocentona y de refinadas maneras. Aunque esta rigida educacion le viene por imposicion y por obligacion.
Lo bueno es que ese estricto e inamovibnle protocolo de la casa Imperial Japonesa hara de ella una mujer muy educada y de finas maneras. Eso si, solo quisiera que ella no tenga que vivir la misma represion, sumision y alienacion que su madre.
Pero el heredero del trono no va a ser el nieto varón del otro hijo??
 
No se si es solo mi impresion, pero esta joven se me parece mucho a Masako, y creo que hasta los dientes de ella heredo. o por lo menos cada dia se me parece mas a Masako. la nariz es una mezcla de padre y madre, en lo demas la percibo como la version joven de Masako.

La chiquilla no tiene a quien salir bella y ni esperanzas de que en el futuro se haga algunos arreglillos cosmeticos, que en este caso si que me gustaria, para ella y para su madre. Lo admirable es que es una chica muy bien educada, inocentona y de refinadas maneras. Aunque esta rigida educacion le viene por imposicion y por obligacion.
Lo bueno es que ese estricto e inamovibnle protocolo de la casa Imperial Japonesa hara de ella una mujer muy educada y de finas maneras. Eso si, solo quisiera que ella no tenga que vivir la misma represion, sumision y alienacion que su madre.

Hará lo mismo que su tía, apenas pueda se casará y se pirará del palacio.
Al tiempo...
 
Hará lo mismo que su tía, apenas pueda se casará y se pirará del palacio.
Al tiempo...
Bien que hará si no esheredera..
Que se vaya una temporada a vivir fuera de su país y se libere de tanta presión..
Tiene una buena posición económica y puede hacer lo que quiera como si se quiere dedicar a pintar dragones..
El día que se de cuenta de la suerte que tiene será mucho más feliz


Es muy triste ver una muchacha tan guapa y joven tan triste..
 
N

Pero el heredero del trono no va a ser el nieto varón del otro hijo??

Tengo entendido que si, el heredero es el hijo Varon del otro hijo del emperador. Es decir un primo de esta jovencita.
Mi comentario fue porque precisamente no será la heredera al trono después de su padre, pero tendrá que vivir subyugada a las normas y estrictos protocolos de educación y comportamiento de la familia imperial japonesa. Ya sabemos los efectos negativos que causan en chicas jóvenes e interesantes como Masako, entran en depresión y pasan a ser un cero a la izquierda, totalmente anuladas y recluidas en una jaula de oro sin derecho a opinar ni hacer vida propia.

Como ya lo comento otr@ forer@, solo en caso de que Aiko siga el ejemplo de su tía, de renunciar a sus privilegios monarquicos y llevar una vida como cualquier ciudadana, lejos de las reglas del emperador, solo entonces podrá ser realmente feliz y no sucumbiria a las tradiciones y obligatorias normas que por su condición de monarquicca japonesa estaria obligada a seguir y obedecer cual Masako.

Es increíble que esta familia o por lo menos algunos miembros no sean felices. Lo tienen todo y aún así son infelices, porque claro, al final viven en una jaula de oro y de lujo pero sin derecho a ser como ellos quisieran ni desarrollar su personalidad libremente.

A mí Masako, su esposo e hija me agradan aunque pareciera que no son felices del todo porque tienen que vivir y actuar bajo ese terrible régimen imperial. Aunque supongo que para el esposo será algo normal porque creció bajo esas reglas, pero aun así, yo le veo un poco más flexible, cálido y familiar que su padre. Supomgo que su hija Aiko también estará siendo educada de igual manera, lo cual puede generarle depresión al no poder disfrutar de esa otra forma de vida más moderna que experimentan las jovencitas de hoy. En cuanto a Masako, le tocó adaptarse y acatar las normas de su nueva familia y eso la ha hecho infeliz y enfermiza, ya nada queda de esa bella e interesante diplomática que un día conocimos.
 
De regalo de 15 años la deberían mandar de viaje con sus primas, a respirar otros aires. Me inspira mucha ternura esta jovencita. Crecer en ese entorno, con el añadido de los problemas de la madre, bullying en el colegio, no debe haber sido fácil.

Impresiona el cambio que se ve en la comparación de las fotos que amáblemente trajo @Feliz. Ha adelgazado demasiado.
 
Creo que le han obligado a adelgazar, para el Kunaicho (esa agencia que les controla hasta las veces que pestañean)
-era inadmisible que una representante a tal altura estuviera "gorda".
-los compañeros le llamarian gorda.
.....los que hemos vivido en esa sociedad sabemos lo crueles que son respecto a la gordura.
 

La princesa Aiko, de 14 años, parece ser otra víctima de la depresión en la familia imperial japonesa. Según los últimos reportes, no sale de su casa desde el 26 de septiembre tras sufrir problemas de estómago y mareos atribuidos a la fatiga por estudiar para sus exámenes y entrenar para una competición deportiva en su escuela secundaria, y no sale ni para ir a la escuela.

La preocupante situación de la joven princesa no es un rumor. Según la Agencia de la Casa Imperial, la nieta del emperador Akihito sufrió de falta de apetito y no podía mantenerse en pie de forma estable. Nobutake Odano, gran maestre de la residencia de los príncipes herederos, afirmó que Aiko se está recuperando pero necesita más tiempo antes de regresar a la escuela y que su última revisión médica no encontró ningún problema grave.

Aiko es la única hija del príncipe Naruhito, primero en la línea al Trono del Crisantemo, y su esposa Masako, que sufre problemas de salud mental relacionados con el estrés desde hace más de una década. Nacida en diciembre de 2001, su nacimiento defraudó profundamente a la corte imperial y gran parte de los japoneses, que esperaban un príncipe varón que pudiera convertirse en el futuro emperador. Como la Ley Imperial de 1947 impide a las princesas acceder al trono, la niña no tiene derechos sucesorios. Recibió de parte de su abuelo el título de Princesa Toshi.



Aiko, conocida como “la princesa que apenas sonríe” experimentó problemas de adaptación en la escuela a la que asiste, la prestigiosa escuela Gakushuin de Tokio. Durante varios meses entre 2010 y 2011, cuando acudía a la escuela primaria, la princesa Aiko tuvo que ser acompañada a clase diariamente por su madre , después de que a la niña le afectara el “comportamiento brusco” de algunos compañeros de su curso. Masako tuvo que cancelar actividades oficiales debido al cansancio y a la preocupación de tener que cuidar de su hija.

MASAKO Y MICHIKO, LAS OTRAS VÍCTIMAS

La depresión parece ser un factor común entre las mujeres de la casa imperial japonesa, de 2.600 años de historia. Al parecer, emperatrices y princesas han sido víctimas del más que estricto protocolo gobernante en el Palacio Imperial de Tokio así como de los férreos funcionarios de la “Kunaicho” (Agencia Imperial), que organizan, planean y calculan al milimetro la vida completa del emperador y su familia. La emperatriz Michiko, la primera mujer plebeya que ingresó a la familia imperial por matrimonio, fue víctima de la presión cortesana y de las críticas de su suegra, la emperatriz Nagako, que le cuestionaba la forma “burguesa” en la que crió a sus tres hijos. Cuatro años después de su boda, en 1959, sumida en una profunda depresión y al borde de un ataque de nervios, enmudeció temporalmente.(la suegra de Masako lo pasó mal)

Después de la coronación de su marido, la nueva emperatriz sintió aún más el peso de la corona y sucumbió. En 1993, la emperatriz dejó de hablar y se sumergió de nuevo en un depresivo silencio. Los cortesanos, a falta de una explicación médica, atribuyeron la dolencia a una amargura invencible causada por crónicas falsas y crueles de la prensa sobre su vida. Los médicos atribuyeron esta crisis de “afasia” al estrés que padecía la consorte desde la subida al trono en febrero de 1989 de su esposo, el emperador Akihito, tanto por la presión de sentirse foco de atención pública como por el ansia de lograr la aprobación de la estricta corte imperial. “Pasé por muchas dificultades a la hora de hacer frente a tantas exigencias y expectativas. Incluso aún lo siento (…). Me sentí triste y apenada por no estar a la altura de las exigencias del pueblo (…). Ha sido un gran reto superar mi dolor y mi angustia cada día de mi vida“, dijo Michiko ante la prensa
.



Una revista japonesa criticaba entonces a la emperatriz sus modos autoritarios, su mal humor, su personalidad dominante y sus fastidiosos caprichos. Fideos y tertulias a medianoche o manzanas peladas a las dos de la madrugada eran algunos de los antojos imperiales citados. “Si los sirvientes hacen algo que no le gusta, no cesa de reprenderlos durante horas”, afirmaba el semanario “Takarajima 30”. El disgusto de Michiko, considerada muy vulnerable a las emociones fuertes, fue tremendo.

Su nuera, la princesa Masako, era una moderna diplomática y graduada en Harvard que había recorrido el mundo antes de casarse con el príncipe heredero, Naruhito. Pensaba que al llegar a la corte inyectaría un poco de aire fresco a la longeva institución, pero su sorpresa fue mayúscula. Dos mil años de historia y tradición no pueden derribarse de pronto. Masako no puede salir de palacio sin permiso, no tiene tarjeta de crédito, no dispone de acceso ilimitado a las comunicaciones telefónicas y a los familiares directos, ni cuenta con pasaporte individual, ni rutina ni agenda propia.

Gracias a este protocolo y la presión cortesana, Masako sufrió problemas relacionados con el estrés desde poco después de dar a luz a Aiko. La corte, la prensa y hasta algunos miembros de la familia imperial la criticaron ferozmente por no haber cumplido su “misión”, la de dar a Japón un varón heredero. El príncipe heredero reconoció que su esposa era víctima de los extenuantes esfuerzos de adaptación a la tradición imperial: “De alguna manera, su carrera y su personalidad fueron negadas


Michiko esta haciendo de malvada suegra con Masako, igual que su suegra hizo con ella.
Asi es la cultura janonesa.
Las nueras esperan a ser suegras y entonces hacen sufrir a estas lo que les hicieron a ellas.
Pero hay que tener herederos sino.......
 

La princesa Aiko, de 14 años, parece ser otra víctima de la depresión en la familia imperial japonesa. Según los últimos reportes, no sale de su casa desde el 26 de septiembre tras sufrir problemas de estómago y mareos atribuidos a la fatiga por estudiar para sus exámenes y entrenar para una competición deportiva en su escuela secundaria, y no sale ni para ir a la escuela.

La preocupante situación de la joven princesa no es un rumor. Según la Agencia de la Casa Imperial, la nieta del emperador Akihito sufrió de falta de apetito y no podía mantenerse en pie de forma estable. Nobutake Odano, gran maestre de la residencia de los príncipes herederos, afirmó que Aiko se está recuperando pero necesita más tiempo antes de regresar a la escuela y que su última revisión médica no encontró ningún problema grave.

Aiko es la única hija del príncipe Naruhito, primero en la línea al Trono del Crisantemo, y su esposa Masako, que sufre problemas de salud mental relacionados con el estrés desde hace más de una década. Nacida en diciembre de 2001, su nacimiento defraudó profundamente a la corte imperial y gran parte de los japoneses, que esperaban un príncipe varón que pudiera convertirse en el futuro emperador. Como la Ley Imperial de 1947 impide a las princesas acceder al trono, la niña no tiene derechos sucesorios. Recibió de parte de su abuelo el título de Princesa Toshi.



Aiko, conocida como “la princesa que apenas sonríe” experimentó problemas de adaptación en la escuela a la que asiste, la prestigiosa escuela Gakushuin de Tokio. Durante varios meses entre 2010 y 2011, cuando acudía a la escuela primaria, la princesa Aiko tuvo que ser acompañada a clase diariamente por su madre , después de que a la niña le afectara el “comportamiento brusco” de algunos compañeros de su curso. Masako tuvo que cancelar actividades oficiales debido al cansancio y a la preocupación de tener que cuidar de su hija.

MASAKO Y MICHIKO, LAS OTRAS VÍCTIMAS

La depresión parece ser un factor común entre las mujeres de la casa imperial japonesa, de 2.600 años de historia. Al parecer, emperatrices y princesas han sido víctimas del más que estricto protocolo gobernante en el Palacio Imperial de Tokio así como de los férreos funcionarios de la “Kunaicho” (Agencia Imperial), que organizan, planean y calculan al milimetro la vida completa del emperador y su familia. La emperatriz Michiko, la primera mujer plebeya que ingresó a la familia imperial por matrimonio, fue víctima de la presión cortesana y de las críticas de su suegra, la emperatriz Nagako, que le cuestionaba la forma “burguesa” en la que crió a sus tres hijos. Cuatro años después de su boda, en 1959, sumida en una profunda depresión y al borde de un ataque de nervios, enmudeció temporalmente.(la suegra de Masako lo pasó mal)

Después de la coronación de su marido, la nueva emperatriz sintió aún más el peso de la corona y sucumbió. En 1993, la emperatriz dejó de hablar y se sumergió de nuevo en un depresivo silencio. Los cortesanos, a falta de una explicación médica, atribuyeron la dolencia a una amargura invencible causada por crónicas falsas y crueles de la prensa sobre su vida. Los médicos atribuyeron esta crisis de “afasia” al estrés que padecía la consorte desde la subida al trono en febrero de 1989 de su esposo, el emperador Akihito, tanto por la presión de sentirse foco de atención pública como por el ansia de lograr la aprobación de la estricta corte imperial. “Pasé por muchas dificultades a la hora de hacer frente a tantas exigencias y expectativas. Incluso aún lo siento (…). Me sentí triste y apenada por no estar a la altura de las exigencias del pueblo (…). Ha sido un gran reto superar mi dolor y mi angustia cada día de mi vida“, dijo Michiko ante la prensa
.



Una revista japonesa criticaba entonces a la emperatriz sus modos autoritarios, su mal humor, su personalidad dominante y sus fastidiosos caprichos. Fideos y tertulias a medianoche o manzanas peladas a las dos de la madrugada eran algunos de los antojos imperiales citados. “Si los sirvientes hacen algo que no le gusta, no cesa de reprenderlos durante horas”, afirmaba el semanario “Takarajima 30”. El disgusto de Michiko, considerada muy vulnerable a las emociones fuertes, fue tremendo.

Su nuera, la princesa Masako, era una moderna diplomática y graduada en Harvard que había recorrido el mundo antes de casarse con el príncipe heredero, Naruhito. Pensaba que al llegar a la corte inyectaría un poco de aire fresco a la longeva institución, pero su sorpresa fue mayúscula. Dos mil años de historia y tradición no pueden derribarse de pronto. Masako no puede salir de palacio sin permiso, no tiene tarjeta de crédito, no dispone de acceso ilimitado a las comunicaciones telefónicas y a los familiares directos, ni cuenta con pasaporte individual, ni rutina ni agenda propia.

Gracias a este protocolo y la presión cortesana, Masako sufrió problemas relacionados con el estrés desde poco después de dar a luz a Aiko. La corte, la prensa y hasta algunos miembros de la familia imperial la criticaron ferozmente por no haber cumplido su “misión”, la de dar a Japón un varón heredero. El príncipe heredero reconoció que su esposa era víctima de los extenuantes esfuerzos de adaptación a la tradición imperial: “De alguna manera, su carrera y su personalidad fueron negadas


Michiko esta haciendo de malvada suegra con Masako, igual que su suegra hizo con ella.
Asi es la cultura janonesa.
Las nueras esperan a ser suegras y entonces hacen sufrir a estas lo que les hicieron a ellas.
Pero hay que tener herederos sino.......
Que horror de vida..
Si la joven no va a ser la heredera que la mande unos cursos a EEUU,Canadá o Australia cuando tenga más ánimos y se libere de tantas normas y corsés.. .
 
Es una niña con la que los plumillas japoneses se ceban. Siempre sacando sus orejas. Vamos a tener que mandar a Leticia para que le aconseje.
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