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A mí hay una cosa que siempre me ha llamado mucho la atención que nunca nadie se la haya discutido a Belén Esteban: ella siempre presume de venir de una familia muy humilde y que por eso la gente se identifica con ella y tal. Sin embargo, ella misma ha contado que desde pequeña su familia y ella se iban todos los años de vacaciones a Benidorm, incluso creo que tenían un piso allí aunque de esto no estoy completamente segura. Ayer dijo además que todavía conservaba el coche que tenía su padre hace 20 años: un Volvo.
En mi pueblo (que no es pequeño), había una familia que tenía un Volvo, y eran de las que mejor vivían. Y no conozco a nadie de mi entorno que en esa época se fuese un mes entero de vacaciones a la costa todos los años, a no ser que fuesen a casa de un familiar.
Yo tengo más o menos la edad de Belén, y hasta que cumplí 20 años, mi familia y yo nos fuimos de vacaciones un total de tres veces. Y cada vez no llegó a una semana, puesto que los hoteles costaban mucho dinero. Y el coche que tenía mi padre hace 20 años era un Seat 131 de segunda mano. Pero a mí en la vida se me ocurriría decir que vengo de una familia humilde porque mentiría. Vengo de una familia normal y corriente y moliente como casi todas en España en los años 80 que no ha vivido con lujos pero no ha pasado ninguna necesidad. Si yo dijera que vengo de una familia humilde, le estaría faltando al respeto a todas las familias humildes que había a mi alrededor y que realmente pasaban estrecheces.
El concepto que tiene Belén Esteban de la humildad, como el que tiene de la honestidad, de la amistad, de la integridad y de casi todo, es cuando menos, peculiar.
En mi pueblo (que no es pequeño), había una familia que tenía un Volvo, y eran de las que mejor vivían. Y no conozco a nadie de mi entorno que en esa época se fuese un mes entero de vacaciones a la costa todos los años, a no ser que fuesen a casa de un familiar.
Yo tengo más o menos la edad de Belén, y hasta que cumplí 20 años, mi familia y yo nos fuimos de vacaciones un total de tres veces. Y cada vez no llegó a una semana, puesto que los hoteles costaban mucho dinero. Y el coche que tenía mi padre hace 20 años era un Seat 131 de segunda mano. Pero a mí en la vida se me ocurriría decir que vengo de una familia humilde porque mentiría. Vengo de una familia normal y corriente y moliente como casi todas en España en los años 80 que no ha vivido con lujos pero no ha pasado ninguna necesidad. Si yo dijera que vengo de una familia humilde, le estaría faltando al respeto a todas las familias humildes que había a mi alrededor y que realmente pasaban estrecheces.
El concepto que tiene Belén Esteban de la humildad, como el que tiene de la honestidad, de la amistad, de la integridad y de casi todo, es cuando menos, peculiar.