En mi opinión, dice mucho de una persona el que disfrute pagando por entrar en un coso a ver cómo a un animal le torturan y acaban matándolo al grito de "ole" y "maestro". Asco. Sueño con el día en que esta "fiesta" esté penalizada y prohibida. Y luego pretendemos compararnos con el resto de los países europeos...