https://www.mundiario.com/articulo/gente/quiere-letizia-emular-fu-manchu/20180324192435117369.html
¿Por qué la reina Letizia quiere emular a Fu-Manchú?
Los cambios estéticos de Letizia parecen ser el cuento de nunca acabar. Pese a su relativa juventud, muestra una adicción a los retoques que se acerca a una pulsión convulsiva, ya que ni tiene edad, ni era poco atractiva. Está prácticamente irreconocible de la Letizia Ortiz de su propia pedida de mano. Dentro de sus intervenciones, sorprenden sus afinidades con el look de Fu- Manchú que pasaremos a analizar y diseccionar.
24 de marzo de 2018 (20:01 h.)
TAGS: LETIZIA EMULAR FU-MANCHÚ REINA-LETIZIA LETIZIA-ORTIZ MELANIA-TRUMP
¿Por qué la reina Letizia quiere emular a Fu-Manchú?
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Dolo Hidalgo
Periodista. Colabora en MUNDIARIO.
Letizia & Fumanchú.
El año pasado en su viaje a Japón, Letizia subió al avión con unas grandes gafas negras y gabardina, pese a que ni hacía sol, ni tampoco llovía. No atendió con mucha efusión a quienes la despedían en el aeropuerto.
Pero la gran sorpresa sucedió cuando aterrizó.. y desconcertó a los que la esperaban en la pista. Algunos no reconocieron a quien bajaba al escalera a la Letizia que había visitado el país del Sol Naciente años atrás. Cuando llegó a tierra... sucedió el milagro. ¡Sus rasgos habían cambiado y había transmutado en Fumanchú!
Enseguida los cortesanos de turno, se aventuraron a especular que era producto de la hinchazón del viaje, pese a lo ridículo de pensar que por un viaje se te elevan las cejas y los pómulos... Otros más cortesanos todavía, que podría haber sido una concesión al país asiático, pero se descartó enseguida. La Reina consorte no hizo ninguna concesión, es más y cometió varios errores graves de protocolo en el país al que visitaba, algunos de ellos incluyó desaires a la tradición japonesa –tradición de mujeres recatadas y ella iba escotadísima– y de veneración a los ancianos –ella ninguneó a la anciana emperatriz, dejándola atrás en el cortejo al ir ella más lenta o ignorándola en el brindis ceremonial–.
Letizia Ortiz.
Fumanchú, ¿un héroe a reivindicar?
Fumanchú precisamente no era un héroe a reivindicar. En primer lugar era chino y no japonés, y además los más jóvenes no sabrán que era un personaje de ficción de novelas policiacas, malo malísimo que intentaba hacer mil fechorías a los occidentales, y también fue un gran ilusionista. Tampoco era un modelo de belleza. Los actores que lo interpretaron de Boris Karloff a Christopher Reeve nunca hacían de galanes. ¿Qué misterio entonces? ¿Cómo es posible que fuera de capaz de retocarse para que sus rasgos fueran tan parecidos? ¿Su abuelita locutora le habría leído esos cuentos de niña y le marcaron para siempre?
Nadie se lo explica. Además periódicamente Letizia vuelve a retocar su cara acentuando esa mirada fumanchunesca, y como todo, a veces lo hace de forma muy acertada y recuerda a una delicada gheisa como en su reciente visita a ARCO, de rojo pasión, pero otras, aparece en el más puro estilo Fumanchú. Las fotos que ilustran este artículo muestran sus retoques a cejas muy levantadas, casi mefistofélicas, con unos pómulos salientes que le aplanas la nariz y le dan ese aire oriental que le hace transmutarse en el misterioso personaje y ojos rasgados, cuando ella los tenía redondos..
Siempre se ha dicho que su icono era Rania de Jordania, sin embargo el nuevo aire oriental le asemeja mucho más –en diminuta y esquelética– a la deslumbrante Melania Trump.
Letizia y Melania.
Una adicta a la cirugía que comienza a ser la burla de Europa
Esta señora, consorte de Felipe VI, es una caja de sorpresas... Así se ríe 'Polònia' (TV3).
Se reía de los retoques estéticos de la reina Letizia y el personaje del rey le pide que no se deje sus pómulos de recambio tirados por la casa...
Letizia.
Es una pena es que este tipo de comentarios, propios de magazines de entretenimiento tipo Sálvame, se hagan de la que se supone es la Reina de España y que no despunta ni por su intelecto (pese a que tanto insistieron en su bagaje profesional), ni por sus obras sociales (pese a que era una “ princesa plebeya” conectada con el pueblo), sino por su gran superficialidad.
Una frivolidad de adicción a la cirugía y retoques que para más inri comenzó el año de la peor crisis económica de su país y que hoy, como se ha visto en portadas recientes de revistas extranjeras, comienza a ser por ello, la burla de Europa. @mundiario
¿Por qué la reina Letizia quiere emular a Fu-Manchú?
Los cambios estéticos de Letizia parecen ser el cuento de nunca acabar. Pese a su relativa juventud, muestra una adicción a los retoques que se acerca a una pulsión convulsiva, ya que ni tiene edad, ni era poco atractiva. Está prácticamente irreconocible de la Letizia Ortiz de su propia pedida de mano. Dentro de sus intervenciones, sorprenden sus afinidades con el look de Fu- Manchú que pasaremos a analizar y diseccionar.
24 de marzo de 2018 (20:01 h.)
TAGS: LETIZIA EMULAR FU-MANCHÚ REINA-LETIZIA LETIZIA-ORTIZ MELANIA-TRUMP
¿Por qué la reina Letizia quiere emular a Fu-Manchú?
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Dolo Hidalgo
Periodista. Colabora en MUNDIARIO.
Letizia & Fumanchú.
El año pasado en su viaje a Japón, Letizia subió al avión con unas grandes gafas negras y gabardina, pese a que ni hacía sol, ni tampoco llovía. No atendió con mucha efusión a quienes la despedían en el aeropuerto.
Pero la gran sorpresa sucedió cuando aterrizó.. y desconcertó a los que la esperaban en la pista. Algunos no reconocieron a quien bajaba al escalera a la Letizia que había visitado el país del Sol Naciente años atrás. Cuando llegó a tierra... sucedió el milagro. ¡Sus rasgos habían cambiado y había transmutado en Fumanchú!
Enseguida los cortesanos de turno, se aventuraron a especular que era producto de la hinchazón del viaje, pese a lo ridículo de pensar que por un viaje se te elevan las cejas y los pómulos... Otros más cortesanos todavía, que podría haber sido una concesión al país asiático, pero se descartó enseguida. La Reina consorte no hizo ninguna concesión, es más y cometió varios errores graves de protocolo en el país al que visitaba, algunos de ellos incluyó desaires a la tradición japonesa –tradición de mujeres recatadas y ella iba escotadísima– y de veneración a los ancianos –ella ninguneó a la anciana emperatriz, dejándola atrás en el cortejo al ir ella más lenta o ignorándola en el brindis ceremonial–.
Letizia Ortiz.
Fumanchú, ¿un héroe a reivindicar?
Fumanchú precisamente no era un héroe a reivindicar. En primer lugar era chino y no japonés, y además los más jóvenes no sabrán que era un personaje de ficción de novelas policiacas, malo malísimo que intentaba hacer mil fechorías a los occidentales, y también fue un gran ilusionista. Tampoco era un modelo de belleza. Los actores que lo interpretaron de Boris Karloff a Christopher Reeve nunca hacían de galanes. ¿Qué misterio entonces? ¿Cómo es posible que fuera de capaz de retocarse para que sus rasgos fueran tan parecidos? ¿Su abuelita locutora le habría leído esos cuentos de niña y le marcaron para siempre?
Nadie se lo explica. Además periódicamente Letizia vuelve a retocar su cara acentuando esa mirada fumanchunesca, y como todo, a veces lo hace de forma muy acertada y recuerda a una delicada gheisa como en su reciente visita a ARCO, de rojo pasión, pero otras, aparece en el más puro estilo Fumanchú. Las fotos que ilustran este artículo muestran sus retoques a cejas muy levantadas, casi mefistofélicas, con unos pómulos salientes que le aplanas la nariz y le dan ese aire oriental que le hace transmutarse en el misterioso personaje y ojos rasgados, cuando ella los tenía redondos..
Siempre se ha dicho que su icono era Rania de Jordania, sin embargo el nuevo aire oriental le asemeja mucho más –en diminuta y esquelética– a la deslumbrante Melania Trump.
Letizia y Melania.
Una adicta a la cirugía que comienza a ser la burla de Europa
Esta señora, consorte de Felipe VI, es una caja de sorpresas... Así se ríe 'Polònia' (TV3).
Se reía de los retoques estéticos de la reina Letizia y el personaje del rey le pide que no se deje sus pómulos de recambio tirados por la casa...
Letizia.
Es una pena es que este tipo de comentarios, propios de magazines de entretenimiento tipo Sálvame, se hagan de la que se supone es la Reina de España y que no despunta ni por su intelecto (pese a que tanto insistieron en su bagaje profesional), ni por sus obras sociales (pese a que era una “ princesa plebeya” conectada con el pueblo), sino por su gran superficialidad.
Una frivolidad de adicción a la cirugía y retoques que para más inri comenzó el año de la peor crisis económica de su país y que hoy, como se ha visto en portadas recientes de revistas extranjeras, comienza a ser por ello, la burla de Europa. @mundiario
