Por alusiones. Artículo del Gran Wyoming

Tienes razón @Batuca, he hablado de pitufeo, una forma de blanqueo concreta cuando me estaba refiriendo a la financiación de los partidos políticos en forma de pequeños o grandes donativos opacos al control oficial porque ni al que lo dá ni al que lo recibe les interesa que se sepa.
 
Yo me refiero a pitufos de los que no hacen la declaración de la renta por ingresos insuficientes, algunos de ellos en la indigencia, pero que le prestan al partido podemita 5.000 euros del ala. Inverosímil.

Les va a citar a declarar la UDEF, porque ya me dirás como personas con 12 mil euros de ingresos anuales le dan 5.000 a Pablemos, si no es con compromiso de devolución.
 
Tienes razón @Batuca, he hablado de pitufeo, una forma de blanqueo concreta cuando me estaba refiriendo a la financiación de los partidos políticos en forma de pequeños o grandes donativos opacos al control oficial porque ni al que lo dá ni al que lo recibe les interesa que se sepa.

Es que está todo relacionado. Normalmente se hacen o bien ingresos anónimos o por personas cercanas o afines pero, claro, hasta que no pones la lupa y ves de quien provienen los ingresos y compruebas su nivel de renta, no puedes saber si es posible que exista pitufeo.

En el caso que puse arriba, con una renta anual de 12.000 euros, si le das 5.000 a Pablemos..., ya me dirás como lo recuperan si no es un caso de pitufeo.

Los donativos a partidos están tasados y limitados en la ley de financiación de partidos pero me parece una ley estúpida porque nadie debería poner limites a la financiación privada, salvo que se declaren y sea público qué y de quien recibe pasta cada partido para evitar luego martingalas con los contratos.

Como esa obligacion no existe, la única forma de recaudar más pasta es a través de la contratación administrativa: sobreprecios, modificados con sobrecostes, adjudicaciones dudosas, y de ahí es de donde sale la financiación paralela que luego hay que blanquear con el pifufeo.

Esto ocurre porque no hay mecanismos de control o se pasa de ellos, en todos los casos y en el caso del PP como estaban en el poder recurrian a los contratos para sacar los fondos y en el caso de Potemos, como no puede por contrataciones lo han hecho, supuestamente, a través de fondos provenientes del extranjero.

No se si me he explicado.
 
En cuanto a financiación, creo que hasta ahora ningún partido político puede sacar pecho en lo de ser más legal que nadie.
Hay cosas sucias de unos que ya han salido a la palestra, como PP y PSOE.
Otros tienen que dar más y mejores explicaciones si de verdad quieren demostrar que son distintos (Ciudadanos y Podemos)
IU creo que ha tenido ladrones en sus filas pero que han robado para sí mismos, no para el partido, que está a dos velas.
UPD es el único que no ha tenido escándalos económicos y sin embargo están prácticamente desaparecidos del mapa político.
 
Tus hijos y nietos tampoco lo verán mientras haya millones de personas que voten una y otra vez a quienes les mienten, empobrecen y roban. Mientras no sean mayoría la conciencias cívicas y democráticas, nada que hacer.

Los partidos que más mienten, empobrecen y roban son los partidos de la cuerda de Podemos. La hija de Chávez tienen una cuenta en Maiami de 200 millones de dólares usakas. Y en Panamá, ya ni se sabe lo que tienen Maduro y compañía.
 
Tras dos días sin emisión
Wyoming, desde el sofá de su casa y con su gato: "El Intermedio ha desaparecido por cuestiones técnicas"
Wyoming, desde el sofá de su casa y con su gato: El Intermedio ha desaparecido por cuestiones técnicas


Wyoming, desde el sofá de su casa y con su gato: "El Intermedio ha desaparecido por cuestiones técnicas"

Esta noche ha sido la segunda en la que El Intermedio no ha podido emitirse por dar espacio al especial informativo de laSexta sobre el coronavirus: "Vamos a volver, con la misma fuerza, intensidad, calidad"


MÁS | La TV lo apuesta (casi) todo a la información: así modifican sus parrillas por el coronavirus

17.03.2020 Paula Hergar
Como ya informamos desde Vertele, las cadenas están alterando todas sus parrillas para dar prioridad a la actualidad informativa sobre la situación del coronavirus en España.



Por ello, El Intermedio lleva dos días sin emitirse para dejar más tiempo al especial informativo que está haciendo la cadena durante la noche.

En este segundo día, el Gran Wyoming ha lanzado un comunicado desde el sofá de su casa a sus seguidores para explicar cuándo y cómo regresará el programa:

"Hola amigos, El Intermedio ha desaparecido unos días por unas cuestiones técnicas ya que a partir de ahora vamos a hacer el programa cada uno desde su casa. Pero vamos a volver, con la misma fuerza, intensidad, calidad", aseguró.



A la vez que ojeaba al gato que tenía en su regazo: "Mira este gato cómo come, pues tiene que seguir comiendo así que no os lo perdáis, ¡os esperamos!".

Una de las cadenas que más ha alterado su parrilla
Dada su vocación informativa, la cadena de Atresmedia es una de las que más ha alterado su parrilla por la crisis del coronavirus. Para empezar, el informativo de Helena Resano retrasa su arranque a las 14:30 horas para, como ha ocurrido hoy, enlazar con un especial informativo y con el inicio, adelantado a las 17:00 horas, de Más vale tarde. El gran damnificado de estos cambios ha sido Zapeando, que se ha quedado este lunes sin emisión. Que vuelva o no a la parrilla dependerá de la actualidad informativa, por lo que no se descarta su regreso para próximas fechas.

Lo que de momento no verá la luz será el nuevo programa de Mamen Mendizabal, Palo y astilla, cuyo estreno en prime time estaba previsto para este mismo miércoles. Sin embargo, su lanzamiento queda en stand by hasta nuevo aviso. Por su parte, Lo de Évole tampoco emitió ayer una nueva entrega, si bien se espera que el programa de Jordi Évole recupere el próximo domingo su ritmo habitual de emisiones.

Por último, rostros de laSexta como Beatriz Zamorano, Verónica Sanz, Hilario Pino, José Yélamo y Ana Cuestaestarán sujetos a rotaciones para que no trabajen todos a la vez.

 
En 2012, Wyoming fue investigado por Hacienda, al igual que otras estrellas de la televisión, y tuvo que pagar una multa de 910.000 euros por irregularidades en sus declaraciones.

El presentador de El Intermedio de La Sexta, José Miguel Monzón, más conocido como El Gran Wyoming, admitía el pasado mes de noviembre en una entrevista que es un hombre rico y que posee un total de 19 inmuebles en Madrid.
 
Última edición:
A mí me gusta Ada Colau.

Es más, sin que ella lo sepa, presumo de ser amigo suyo a pesar de que hemos coincidido cuatro veces, las he contado. Tres antes de ser alcaldesa.

El primer encuentro se produjo en una comida en la que yo pretendía que tres mujeres de Barcelona, Itziar González Virós, Marina Garcés y Ada Colau escribieran sobre lo que hacían para editar un libro de gente que “hace cosas”, con el que financiar una película que llevaría el mismo nombre que el libro: No Estamos Solos.

En realidad el responsable de la cita fue Pere Joan Ventura, que dirigiría la película y me habló de ellas como de tres referentes interesantes para lo que queríamos contar. Se trataba de retratar la historia de personas que, al margen de la realidad que relatan los medios de comunicación, estaban ayudando de diferentes maneras a crear un espacio de convivencia nuevo, más justo, más equitativo. No eran noticia, pero conformaban una extensa red en todo el Estado que Itziar estaba ubicando en un mapa que llamaba “Cartografía de la Revuelta”. Al observar el mapa y descubrir la cantidad de colectivos que se encontraban “haciendo cosas” por los demás, diferentes movimientos que eran vecinos, con un mismo fin, ignorando los unos que existían los otros, se reproducía la imagen de las películas del oeste cuando los colonos al despertar se encontraban rodeados de indios. ¿De dónde salían? Ya estaban allí, pero no nos lo habían contado.

A pesar de mi edad provecta me caí del guindo. Yo que llevaba años trabajando en la televisión y en programas relacionados con la actualidad, con la información, creía que estaba en contacto con la realidad y descubrí que vivía en “la realidad de los medios de comunicación”. El tópico de que hay más mundos en éste se confirmaba. Había cientos de colectivos paliando la dramática situación en la que se encontraban miles de ciudadanos de los que no sabía nada de nada.

Comiendo con Pere Portabella, coproductor de la película, gran cineasta, muy buen testigo y que toda su vida ha estado pendiente de la política, fue senador independiente por el PSUC en los años ochenta, me dijo algo que me dejó perplejo: “Es la primera vez en mi vida que creo que las cosas van a cambiar”. Dicho por un señor que había vivido y participado en la Transición, que fue un cambio importante, aquellas palabras me dejaron noqueado. Yo no sospechaba que hubiera un cambio en marcha que marcara una diferencia sustancial con lo que había.

Todavía no se habían celebrado las elecciones europeas en las que Podemos concurrió con todos los sondeos vaticinando que no obtendría ningún diputado, salvo los más optimistas que planteaban la posibilidad de que obtuviera uno. Sacaron cinco y IU triplicó su resultado anterior obteniendo seis diputados. El voto útil estaba dejando de ser la opción de muchos votantes para evitar males mayores en beneficio de nuevas fuerzas. Recordé las palabras de Portabella. Por cierto, recomiendo la visión o revisión de su película Informe General sobre unas cuestiones de interés para una proyección pública (1977), un desfile de personajes políticos que tuvieron una trascendencia capital en el desarrollo de la política de España, donde se verán actitudes de personajes como Felipe González que en su día causaban desconcierto y ahora, cuarenta años después, se entienden perfectamente.

Aquella comida con las tres mujeres me impresionó. Era consciente de que estaba con tres personas muy especiales, de un bagaje personal, intelectual y humano difícil de encontrar. Reconozco que salí del restaurante convertido en admirador, salvo por un pequeño detalle que no entraba en mis previsiones.

Dada mi natural desidia, mi idea era que ellas, junto a otras diez personas, hicieran el trabajo y yo me proponía de coordinador, pero no me di cuenta de que estaba ante personal solvente que supo darle al vuelta a aquel propósito mío de capitalizar el esfuerzo ajeno, y Ada planteó la posibilidad el que el libro lo escribiera yo ya que era mi proyecto. Se salió con la suya. Fue una gran idea, porque implicó la obligación de realizar entrevistas extensas con cada una de las personas que aparecían en el libro y creo que ha sido la experiencia didáctica más importante de mi vida. Al tiempo que me reconcilió con el ser humano al darme una sobredosis de contacto con la buena gente, esa que no sólo se preocupa por sus semejantes sin pretender sacar beneficio de ello, sino que también dedica su tiempo, parte de su vida, a sacar adelante sus proyectos en lugar de, como yo, limitarse a describir los problemas en la barra de un bar o frente a la pantalla del ordenador. Además, lo hacen enfrentándose a la demonización de la mayoría de los medios de comunicación, de intelectuales clasistas premiados con puestos en las instituciones, y de la autoridad competente que viendo venir el peligro se inventa normas para, a través de castigos ejemplares, quitárselos de en medio. Con la ley en la mano, nadie lo niega.

Gracias a la idea de Ada Colau tuve que entrevistar a estas mujeres y mi opinión sobre ellas mejoró. Me dejaron pasmado, se convirtieron en protagonistas del libro.

Yo continuaba escéptico, encantado con la posibilidad de un cambio real, pero no creía que la población estuviera dispuesta a apoyar alternativas encabezadas por alguien tan demonizado como Ada Colau, cuando decidió presentarse a las elecciones municipales y autonómicas. Acepté encantado participar con ella en un debate al aire libre en Barcelona, consciente de la injusticia que se estaba cometiendo con su candidatura. Contra todo pronóstico iba la primera en la mayoría de los sondeos y ninguna televisión le concedió espacio alguno, a pesar de que sus intervenciones antes de convertirse en un peligro real, en una apestada, hacían subir la audiencia, en clara muestra de la pluralidad en la que vivimos. Aun así ganó.

Ahora tiene que sufrir los improperios de esa clase dominante que embutida en su esmoquin corona nuestras instituciones y se queja de la falta de cultura de la masa, mientras utiliza exabruptos de una educación dudosa, pero delatan el desprecio de la elite clasista hacia los ciudadanos, esos a los que venden que vivimos en una democracia con igualdad de oportunidades y a los que, paradójicamente, exigen un comportamiento exquisito y respetuoso con las instituciones.

No, no nos representan.

El fundador de Ciudadanos, colaborador de El País, recientemente elegido miembro de la RAE, Félix de Azúa, se indigna por la baja clase de la alcaldesa de Barcelona. Cree que debería estar vendiendo pescado. No se ha manifestado con tanta contundencia durante estos años ante personas que han ostentado cargos parecidos, también elegidos como ella, y que se han dedicado a saquear las arcas públicas de manera sistemática a lo largo y ancho de la geografía, pero probablemente le parecería que, al menos, tenían estilo. Yo los veo todos los días y no se lo encuentro. Me da la impresión de que esa salida de tono elitista es debido a lo que ella representa, no a lo que es, les puedo asegurar que sabe lo que dice y que tiene una verdad, y se le nota, por eso la silencian. Lo que no le gusta no es que sea un cateta, sino lo que dice, y lo dice bien, a pesar de ser bilingüe. Ha tenido un arrebato antiguo, manido, con el estilo que utilizan los señoritos cuando se ríen de las chachas y de los “tontos del pueblo”. De siempre la clase dominante apela a los estudios para distinguirse. Por eso le da risa, según afirma, cada vez que habla Pablo Iglesias, precisamente a él, qué casualidad, le hace gracia la incultura de estos personajes.

A mis sesenta años es difícil recordar la cantidad de veces que he escuchado ese comentario y siempre en la misma gente, no renuevan el repertorio. Es una mirada de arriba abajo. Sí, todavía hay clases, lo sabemos y no pasa nada, estamos acostumbrados, pero no es de buena cuna manifestar la superioridad que depara la abismal diferencia social, que en la mayoría de los casos no es mérito propio, fuera del la más estricta intimidad. No es de buen gusto.

Yo siempre he tenido un profundo respeto por los que trabajan para los demás, los que bajan y meten sus pies en esa basura en la que vive la gente baja, la hez social. Ada Colau lo hizo durante años. Yo no lo hago y se lo agradezco, los admiro, tratan de evitar que la mierda les supere el umbral del cuello y los incultos desfavorecidos se ahoguen en ella. No es mucho pedir que les traten con un respeto que se han ganado, del mismo modo que a los que dan comer todos los días a Félix de Azúa, a Ada Colau, a mí y a los que leen esto.

Bueno, dice que no pretendía insultarla al mandarla a vender pescado sino ponerla en el nivel cultural que le corresponde, y que es ella la que ofende a las pescaderas si tal cosa le parece horrible. Es lo malo de poseer tamaño poderío intelectual, que a uno no le entienden. También hay verduleras en el mercado, señor Azúa, lo digo por si un día quiere echar otro piropo a alguien, esta vez cercano, tal vez una candidata de su partido. El que extraiga un sentido peyorativo de esas palabras tiene un problema, ahora sabemos que lo dice como un elogio, como una simple tasación. A mí, que no tengo ese nivel, no se me ocurriría. Bueno, se me ocurre muchas veces, pero me reprimo, ahí reside mi concepto de respeto y educación, claro que yo no pertenezco a esa clase que habla de los de “bajo nivel cultural” como si fueran cosas, como los cazadores de safaris de las películas cuando se refieren a los negros porteadores y los califican delante de sus narices.

Lo malo, como decía, de estar tan por encima en los estudios es que uno corre el riesgo de ser interpretado erróneamente, y también de acabar pensando que los demás son gilipollas.

Cuide un poquito las formas porque va a terminar siendo un maestro de aquello que tanto le repatea, me refiero a eso que afirma de que en Cataluña se enseña a odiar al enemigo. Como cuando dice que “la ideología es para los tontos”. La verdad es que podría ser un poco menos lenguaraz y un poco más discreto porque se delata, y perdone que le diga que no es usted el único tasador del planeta, todos podemos ejercer en algún momento ese oficio y lamento confirmarle que usted tiene ideología, y ya puestos, más que yo, dicho desde el respeto.

No hay por qué ponerse así, no va tan mal la cosa; su líder político, Albert Rivera, ha llegado bastante lejos, y a la primera, creo yo.

Por cierto, por simple curiosidad, en ese mundo donde sólo la élite debería gobernar llamado aristocracia, ¿en qué oficio situaría usted a Albert?

Y sí, me he sentido aludido.



La Colau NO ES DE BAJA CLASE, No es de clase alta tampoco, pero no puede decirse que sea de clase baja, es de clase bien normalita, su madre ha trabajado en una inmobiliaria, vendiendo pisos y casas, por los cuales cobraba sus buenas comisiones como todo vendedor de pisos. Ada Colau nunca compro vivienda porque no queria tener que pagar una hipoteca, siempre ha estado de alquiler para evitar pagar hipotecas.
La madre de Ada Colau trabajaba ( ignoro si continua trabajando ) se llama Agustina Ballano y trabaja ( o ha trabajado durante años ) y trabaja en la empresa : E J Inversiones- Barcelona, - calle Travesera de Gracia, 116.- www.ejinversions.com.

Su padre trabajo durante años como creativo publicitario, se llama Ramon Colau tendra ya unos 70 años , esta jubilado y vive en Andalucia.

El problema de la Colau es que sus padres se separaron cuando ella era una niña de 3 años , su madre al poco tuvo nueva pareja, que se llama Anton Layunta Gonzalez , es creativo publicitario y escritor , con este señor la madre de Ada Colau tuvo tres hijas una llamada Lucia que trabaja de secretaria de produccion ( ni idea donde y dos gemelas llamadas Clara y Alicia, las tres son activistas de cualquier cosa , al igual lo es su madre.
Dejo los nombres para quien tenga curiosidad y pueda averiguar sobre las tres hermanas.

Lucia Layunta Ballano
Clara Layunta Ballano
Alicia Layunta Ballano

Con toda esta explicacion y ademas pongo nombres, es para demostrar que Ada Colau nunca ha vivido en una familia pobre, siempre ha vivido en una familia normal de clase media , una familia de clase media muy activistas por diferentes causas, Ada Colau y alguna de sus hermanas han llegado a vivir de okupas, pero no por necesidad material, lo hay hecho porque siempre se han dedicado a reindivicar diferentes cosas , la que mas suerte ha tenido ha sido Ada, que ha pasado ser okupa de un antiguo cuartel de la Guardia Civil de la Barceloneta en diez años llego a la alcaldia.

Necesidades la familia de la Colau nunca ha pasado, ninguno de las dos parejas de la madre de la Colau paso necesidades, todo lo contrario eran profesionales cualificados ambos, tsnto el padre como el padre de sus hermanas y la madre de la Colau tenia un empleo fijo y ademas cobraba comisiones por cada venta de un inmueble.
 
El Gran Wyoming, lo digo en serio, no sabía ni quién es ni qué hace hasta hace poco. En la Academia de Idiomas una chica me dijo que era Humorista o reportero-humoristo o graciosillo que da noticias, no sé. Le eché un vistazo una noche a su programa y me quedé más o menos así ====>:confused: y también así :bored:

No sé tíos, el programa parece el módulo de adoctrinamiento de alguna secta.
 
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