Pintura - Museos - Exposiciones

Agenda nacional: la gran cultura recorre España en el mes de junio



image.png image.png


25.06.2019


Las grandes citas, los grandes nombres de la cultura contemporánea –y de la más clásica– recorren la geografía española en una sucesión de acontecimientos que jalonan los meses de verano. Allá donde usted vaya, llévese este recordatorio de la belleza y el estímulo intelectual sensible.

En grandes centros culturales, en museos nacionales y pequeñas salas de exposiciones que salpican las costas y el interior, la agenda cultural es de las pocas cosas de nivel de altura en este país que sigue siendo receptivo y ansía conocer los hitos de la cultura y el espectáculo de ayer, hoy y mañana.


FOTOGALERIA:
https://www.gentleman.elconfidencia...nio-cultura-exposiciones-conciertos_2086538#0
 
El mundo extrañado de Gino Rubert
Galerías vacías o saturadas de gentes, aperturas y presentaciones: el pintor nos lleva a los espacios del arte
img_igomez_20190626-175027_imagenes_lv_otras_fuentes_no_archivables_large-kMWC-U463125943600tKH-992x558@LaVanguardia-Web.jpg

Gino Rubert: ‘the opening ii’, detalle, 2019. foto: © roberto ruiz (.)
SÒNIA HERNÁNDEZ, BARCELONA
27/06/2019 07:00


Al detenerse ante algunas de las escenas trazadas por el artista barcelonés nacido en Ciudad de México en 1969 Gino Rubert, el posible espectador puede experimentar algo parecido al vértigo. Como cuando se escucha una de esas afirmaciones escuetas y rotundas en las que, tras su aparente sensatez, se encuentra algo que desconcierta.

Ante uno de los grandes cuadros que expone la galería Senda, un observador me contó sin despegar la mirada de la obra que su psicoterapeuta le había dicho que la solución a la mayoría de sus problemas pasaba por aprender –a su edad– a ser más realista. Añadió que, sin embargo, la realidad a veces no es tan obvia. La que reproduce o representa Gino Rubert tampoco lo es, aunqu

img_igomez_20190626-175027_imagenes_lv_otras_fuentes_no_archivables_large-kMWC--656x536@LaVanguardia-Web.jpg

'The opening II', 2019
e retratos de personas reales tengan una presencia tan destacada en sus escenas.

Así sucede en los dos cuadros de dimensiones hasta ahora inusuales en la obra de este artista, en los que ha recreado una inauguraciónde una verosímil exposición suya. Pinturas y artistas dentro de otra pintura. Allí coloca, en un ejercicio que tiene mucho de juego, los rostros de artistas históricos, junto a familiares, amigos, conocidos y otras presencias posibles en cualquier inauguración de su ciudad.

RETRATADOS
Rubert coloca en dos cuadros los rostros de amigos, conocidos, familiares y artistas históricos

Sobran aquí los nombres de los retratados puesto que abrumador es el espacio que ocupan en los lienzos. Tanto, que incluso el artista sintió –según sus propias palabras– la ebriedad de la “jauría” y la necesidad de “dejar de utilizar fotografías, que es lo que he hecho siempre”. Pero tampoco los espacios interiores desiertos con cierta evocación a De Chirico eran lo que buscaba el artista.

El mundo raro en el que Gino Rubert habita necesita “las almas de las figuras para no perder intensidad”, así que de momento ha llegado a un punto intermedio en el que los protagonistas que ocupan los lugares aparecen y se van según los tiempos que marca una luz trasera: “Sorprende cuando la luz hace aparecer las figuras, pero a mí me gusta mucho más el proceso por el que van desapareciendo poco a poco, es como si se desvaneciera la pintura ante nuestros ojos”.

Este artista que empezó queriendo ser ilustrador –y que como tal ha realizado portadas tan celebradas y solicitadas como las de la exitosa serie de novelas de Stieg Larsson– sigue indagando en lo que se esconde en lo aparentemente evidente, valga la redundancia: “Mi manera de entender la pintura es como en el Renacimiento. La pintura tiene que seducir, debe crear una ilusión de espacio. Quien observa no tiene que entender muy bien lo que está viendo, tiene que dudar, que le produzca ganas de tocarlo”, comenta.

img_abelil_20190603-125144_imagenes_lv_otras_fuentes_no_archivables_dsc_3536-kMWC--656x437@LaVanguardia-Web.jpg

Gino Rubert: 'empty gallery ii', 2019. fotos © roberto ruiz
Subyugado por la fascinación que provoca el extrañamiento –valgan de nuevo las redundancias, ya que hablamos de vértigo–, se niega a ser etiquetado como pintor onírico o surrealista: “Me gusta que las imágenes funcionen en una dirección, todo es natural, pero pasa algo. Puedo sentirme identificado con el onirismo por la atmósfera que hay en mis cuadros, pero no me gusta el lenguaje de la pintura o la literatura que mezcla aspectos que no se comprenden. A mí me interesa que lo que digo se comprenda muy bien”.

Este es el motivo por el que su obra se llena de fotografías y de almas que distribuye sobre el lienzo para que desarrollen una acción, “más como un director de teatro que como un pintor, porque a partir de los personajes configuro un escenario o quién sabe qué”. Como director de escena se estrenará el próximo año con un proyecto encargado por Félix Riera, director de la Fundación Romea, una nueva aventura que le ilusiona.

Mientras tanto, también ha combinado textos y escenas en su novela gráfica Sí, quiero (Lunwerg), que arranca recordando el momento en que descubrió la muerte y la infelicidad en el fondo de la mirada de su madre mientras jugaban. Desde entonces, como el personaje de un cuento de Cristina Fernández Cubas que sólo ve el mundo desde el ángulo del horror, Gino Rubert parece haberse especializado en ver “el mundo raro” o lo más extraño de la realidad que habita en las escenas aparentemente más triviales, como una inauguración. Así que, es cierto, hay que aprender a ser más realistas.

GINO RUBERT. THA PLACE TO BE OR NOT TO BE. GALERIA SENDA.BARCELONA. WWW.GALERIASENDA.COM. HASTA EL 12 DE JULIO
 
Museos y centros artísticos que justifican un viaje
Del País vasco a Tokio, pasando por Nueva York, Qatar o Dublín
img_mbigas_20190627-135020_imagenes_lv_terceros_ny-kdLC-U463134877453p4H-992x558@LaVanguardia-Web.jpg

The Shed, inaugurado en primavera en Nueva York, cuenta con una estructura móvil que se desplaza sobre ruedas de ferrocarril (Nature, food, landscape, travel / Getty Images)
LAIA ANTÚNEZ
29/06/2019 07:00
Actualizado a 29/06/2019 07:02


Las exposiciones del Louvre, del MoMA o de la Tate Modern atraen a millones de turistas cada año. El arte y la cultura son argumentos de peso, y pueden ser determinantes a la hora de planificar una escapada. Por eso, recorremos nueve espacios expositivos, recientemente inaugurados, que reabren tras años de reformas o que se inaugurarán pronto, para que no os falten excusas para seguir viajando.

En territorio nacional
En las afueras de Hernani (País Vasco), el Museo Chillida Leku volvió a abrir puertas a mediados de abril. Se ubica en un caserío del siglo XVI, que fue adquirido por el escultor Eduardo Chillida en la década de los ochenta, y desde el año 2011 solo podía visitarse bajo cita previa. La restauración la ha dirigido el arquitecto Luis Laplace, que ha acomodado los espacios interiores, donde ahora se pueden contemplar diversas exposiciones, una de ellas dedicada a sus esculturas de carácter público y al Peine del Viento. En el exterior, el maravilloso paraje verde que rodea el caserío se convierte en un bosque de esculturas al aire libre. Una novedad a tener en cuenta: la cafetería Lurra, comandada por el chef Fede Pacha y comprometida con el uso de producto local, es una parada recomendada en nuestra visita.

Pocas semanas antes, la Colección Roberto Polo. Centro de Arte Moderno y Contemporáneo de Castilla-La Mancha se instalaba en el convento de Santa Fe de Toledo, un monumento que había estado cerrado desde 1973. Nacido en Cuba y descendiente de gallegos, este coleccionista se relacionó con la élite artística del Nueva York de los ochenta –Warhol y Grace Jones eran algunas de sus amistades–, llegó a pasar por la cárcel acusado de apropiación indebida y ahora, afincado en Bruselas, ostenta una importante colección de arte, integrada por unas siete mil piezas, donde mandan las vanguardias europeas.

Oskar Schlemmer, László Moholy-Nagy y Kurt Schwitters son algunos de los artistas que ya se pueden ver en Toledo gracias a un acuerdo de cesión establecido con la Junta de Castilla-La Mancha. El resto de obras –en total cederá 470 piezas– llegaran con la apertura de la segunda sede, en el antiguo Tribunal de la Inquisición de Cuenca, un edificio cuya rehabilitación se prevé que esté terminada en 2023.

A golpe de avión


Del mismo modo que Chillida Leku, otro museo que ha reabierto, tras tres años de reformas a cargo del estudio Schemata Architects, es el Museo de Arte Contemporáneo de Tokio (MOT). Hasta mediados de junio nos deleitó con dos exposiciones que buscaban arrojar nuevas perspectivas sobre las 5.200 piezas que integran su colección. Pero si hay que hablar de aperturas potentes, no podemos dejar de mencionar The Shed, en Nueva York , un centro cultural abierto a artistas jóvenes y consagrados. Inaugurado en abril, lo imponente de su arquitectura, diseñada por Diller Scofidio + Renfro, es que cuenta con una estructura móvil que se desplaza sobre ruedas de ferrocarril y que permite dar múltiples funciones al espacio. Se ubica enHudson Yards, un barrio en construcción al oeste de Manhattan donde también se han alzado atractivos turísticos, como el mercado Little Spain, de los chefs José Andrés y Ferran y Albert Adrià, y The Vessel, un edificio-escultura compuesto por 154 tramos de escaleras interconectadas, con vistas impresionantes sobre la ciudad y el río.

Asimismo, el National Museum de Qatar se erige, desde finales de marzo, y después de varios años de espera, en un grandioso edificio diseñado por Jean Nouvel, ubicado en el paseo marítimo Doha Corniche. El edificio de color arena recuerda una rosa gigante del desierto, y en su interior se relata la historia de Qatar desde su pasado beduino hasta nuestros días.

Próximas aperturas


Si queremos ir preparando futuros viajes, debemos apuntar en nuestra agenda que este verano, la Fundación Vila Casas, creada por el empresario farmacéutico Antoni Vila Casas, inaugurará una nueva sede expositiva en el castillo de Vila-seca (Tarragona). Se trata de un edificio medieval declarado bien de interés cultural, que se suma al resto de museos que la fundación tiene repartidos entre Barcelona, Palafrugell y Torroella de Montgrí, contribuyendo a poner en valor los fondos de su colección de arte contemporáneo.

En otoño también abrirá el Museum of Literature Ireland (MoLI) de Dublín. Ubicado al sur del parque St. Stephen’s Green, contará con una muestra permanente dedicada a James Joyce y producirá exposiciones multimedia para reivindicar el patrimonio literario irlandés.

Las nuevas sedes del Museo Fotografiska de Estocolmo se instalarán en Park Avenue (Nueva York) y en Whitechapel (Londres)

Los amantes de la fotografía, además, aplaudirán la expansión internacional del Museo Fotografiska de Estocolmo, donde han expuesto fotógrafos como Annie Leibovitz, David LaChapelle y Helmut Newton. Sus nuevas sedes se instalarán en Park Avenue (Nueva York) y en Whitechapel (Londres), en septiembre y en otoño de 2019, respectivamente. Su objetivo, igual que el de su hermano mayor sueco, es ir más allá del museo y establecerse como un punto de encuentro y de ocio cultural y gastronómico de la ciudad.

Por último, en el año del centenario de la Bauhaus, la ciudad de Dessau (Alemania) también celebrará, en septiembre, la llegada de un museo que alojará los fondos de la Bauhaus Dessau Foundation. El diseño arquitectónico del edificio es obra del estudio barcelonés Addenda, y, tal y como ellos explican, se basa en el famoso oxímoron de Mies van der Rohe: “Menos es más”.


Original conteniendo material audiovisual:
https://www.lavanguardia.com/ocio/v...centros-artisticos-justifican-viaje-2019.html
 
Miró, más allá de la pintura
Rosa Maria Malet es la comisaria de una exposición en la fundación Maeght
img_smauri_20190627-202633_imagenes_lv_otras_fuentes_joan_mir-o_en_1968_photo_jacques_robert_archives_fondation_maeght-kDx-U463148102296SMD-992x558@LaVanguardia-Web.jpg

Joan Miró en pleno trabajo de creación en 1968 (Jacques Robert Archives Fondation Maeght)
ÓSCAR CABALLERO, SERVICIO ESPECIAL. SAINT-PAUL DE VENCE
29/06/2019 02:10
Actualizado a 29/06/2019 07:41


El hilo invisible que une las más de doscientas obras reunidas por laFundación Maeght, en Saint-Paul Vence, cerca de Niza, en Joan Miró au delà de la peinture (más allá de la pintura), se podría sintetizar en una palabra: transgresión. Tanto de los límites que teóricamente imponen las técnicas, como, sobre todo, de lo que los artistas y los grabadores y marchantes aceptan respetar.

Si la selección de obras es de la comisaria, Rosa Maria Malet, ex directora de la Fundació Joan Miró de Barcelona, invitada por Isabel Maeght a crearle un orden a la desordenada riqueza de un fondo aumentado por la importante donación de Adrien Maeght, el título de la exposición es de otro transgresor, Raymond Roussel.

La Fundación fue desde antes de su inauguración el terreno de juego de Miró

El 12 de junio de 1925, en un París atraído por la primera exposición personal de Joan Miró, en la galería Pierre, se pasea el excéntrico millonario, autor de Locus Soluse Impresiones de África. Frente a los cuadros, el escritor que violó reglas de escritura susurró la fórmula “esto va más allá de la pintura” al oído de Michel Leiris. Y este se lo contó, al día siguiente, a su amigo Miró.

Más allá de la pintura, literalmente, se sitúa el ordenado desorden de la muestra: un conjunto de gouaches inéditas, maquetas, grabados, carteles, litografías originales, planchas a imprimir y la autorización para imprimirlas, obras de bibliografía... Un año y medio invirtió Malet, y evidentemente los conocimientos de una vida, en montar esta exposición. “Claro que se podría haber mostrado todo el material, con un orden determinado y sin otras pretensiones. Pero me interesaba enseñar cómo trabajaba Miró”. Así, las obras son presentadas según cuatro conceptos principales: la estrecha relación de Miró con los poetas, el collage, las posibilidades combinatorias y el descubrimiento de las técnicas.

La Fundación, capricho de los Maeght, fue desde antes de su inauguración el terreno de juego de Miró, uno de sus domicilios, un taller abierto a todos sus caprichos. Normal por otra parte porque la construyó Josep Lluís Sert, el autor de su taller mallorquín, que deslumbró a los Maeght. El mismo 1964 de su inauguración, la Fundación tuvo sucursal parisina, en la rue Daguerre y allí, Adrien Maeght, hijo de Aimé, fundó la imprenta ARTE, donde Miró realizará la mayor parte de su abundante obra gráfica. Y fue precisamente su complicidad con los Maeght la que le facilitó ensayar gestos, técnicas y materiales que estimularan su creatividad y su imaginación.

“Colorear el papel con tintas de colores e imprimir encima los grabados; pegar trozos de telas multicolores –escribe en sus notas de trabajo de 1940-41– sobre el papel y grabar; escupir sobre una placa ya preparada y grabar a partir de esas manchas; pegar calcomanías sobre el papel y grabar...”. Un entusiasmo sin límites que explica la impresionante cantidad de material preparatorio –placas de cobre, maquetas, pruebas– que reúne la exposición.

“El campo de posibilidades que ofrece el grabado es tan amplio como el que brinda la pintura. Un error técnico –escribió Miró– puede llevar a un descubrimiento precioso”. Y citaba a Baudelaire: “El grabado es la pura escritura del alma”.

El visitante se infiltra entre los bastidores de la creación para intentar comprender el procedimiento del artista frente a cada grabado, seguir los diferentes estados, discernir sobre las innovaciones que introdujo y otros aspectos técnicos. El control técnico sería el secreto de “la coherencia de la obra de Miró en la correspondencia entre obra gráfica, escultura y cerámica”. Y vital el acuerdo tácito entre el artista y ARTE para lanzar proyectos arriesgados como ese “para una litografía de 50 metros”, expuesto en la Maeght.

Joan Punyet Miró, nieto del artista y alma de la Fundació, de ADOM París y de todo lo que tiene que ver con la continuidad de la obra, con el auxilio de su sobrina Lola, va últimamente de muestra en muestra. La semana próxima inaugura una en Brioude y posteriormente otras en la fundación Zervos, en Alemania y ya el 26 de septiembre en el museo nacional de escultura de Valladolid, con la muestra de romántico título: La musa blanca.
https://www.lavanguardia.com/cultur...sicion-fundacion-maeght-rosa-maria-malet.html
 
El arte que se torna en moda
artista-Manuel-Rincon-corbatas-disenadas_1259284068_13592760_1020x574.jpg

El artista Manuel Rincón muestra el detalle de una de las corbatas diseñadas en la que se aprecia su firma. La EFE/ISABEL DÍAZ

ISABEL DÍAZ / EFE
PUBLICADO hace 4 horas

La moda y el arte son ámbitos que se complementan, uno bebe del otro y saca de las galerías las pinturas y obras de artistas como Manuel Rincón, que ha plasmado en una colección de ropa sus 40 años como creador a través de una línea llena de color y sentimientos con artículos fabricados a mano en España.

El artista, expolítico y empresario Manuel Rincón ha explicado a Efe que la idea de llevar su arte a la moda no es nueva pero que en esta ocasión, y tras casi cuatro meses de trabajo, se ha sacado a la venta “la colección Empatía, compuesta por seis cuadros que componen las familias o secciones de las que se hacen los diferentes artículos”.

Rincón ha reconocido que esta colección es “para todos los bolsillos”, ya que cada familia está compuesta por artículos como “bañadores, camisetas, corbatas, bolsos realizados a mano en Ubrique (Cádiz) y pareos de playa” entre otros, que cuentan con los motivos y colores de creaciones tan importantes como “Chapapote”, “Mediterráneo”, “Gritos” o “La casita”.

“Esta es la primera colección de ropa que sale al mercado después de estar 40 años manchando, haciendo algo figurativo y que después me digan que lo estoy haciendo bonito estoy encantado”, ha reconocido Rincón, que ha contado con el apoyo de Jan Heere, un amigo holandés que ha trabajado durante 12 años en importantes cadenas de moda.

Las colecciones de Rincón tendrán como nombre los diferentes sentimientos, muy presentes para él durante el proceso de creación artística, por lo que esta primera colección ha sido bautizada como “Empatía”, ya que para el artista esta palabra es muy importante “para la vida en general”.

Rincón ha señalado que bautizar las colecciones con sentimientos se debe a que “los cuadros han salido del alma” como “Chapapote”, una de las obras principales para la línea en la que quiso reflejar los fondos marinos y lo que sucedió entonces con el vertido, una pintura que refleja “la falta de cordura de la sociedad”.

Las colecciones de Rincón tendrán como nombre los diferentes sentimientos, muy presentes para él durante el proceso de creación artística

“Este proyecto es importante porque también sirve para apoyar el deporte andaluz, ya que la colección colabora con la Fundación Manuel Rincón Béjar, reconocida por la Federación de Periodistas Deportivas Andaluzas", ha admitido el artista, que ha mencionado que las prendas se producen en Puente Genil (Córdoba) y que supone la creación de “puestos de trabajo”.

En la primera colección de este artista, que fue teniente alcalde de Torre del Mar, su tierra, se han realizado 70 piezas por artículo de cada una de las seis familias que componen “Empatía”, una línea que “está por debajo del lujo pero por encima del mercado de masas” y que es fácil de reponer ya que “todos los productos son fabricados en Andalucía”.

https://www.vozpopuli.com/altavoz/cultura/arte-torna-moda-manuel-rincon_0_1259274486.html
 
Guía rápida para visitar el Louvre
Consejos para recorrer uno de los museos más famosos del mundo en dos horas
Si tienes pensado viajar a París, échale un vistazo a estas propuestas
img_mbigas_20190701-153944_imagenes_lv_terceros_louvre-kwYF-U463201697721wqE-992x558@LaVanguardia-Web.jpg

Pirámide del Louvre, entrada principal del museo (orpheus26 / Getty Images)
PATRICIA CASTELLANO
02/07/2019 06:00
Actualizado a 02/07/2019 07:43

La capital francesa es una de las ciudades más populares del mundo. Y lo es desde hace mucho tiempo. Prueba de ello, es que se alzó en 2018 como el destino más valorado –tanto a nivel mundial como en Europa– por los usuarios de Tripavisor. Millones de turistas aterrizan año tras año para deleitarse con su mítico esplendor. Te podrías pasar una vida entera explorando París y no te la acabarías. Lo tiene todo. Monumentos y edificios maravillosos, una historia apasionante, excelentes restaurantes, el Sena, grandes parques y jardines...

Pero, sin duda, una de las propuestas más ineludibles es su oferta cultural. Estamos hablando de una ciudad que tiene más de 150 museos. Se dice pronto. Inaugurado en 1793, el buque insignia es el Museo del Louvre, todo un símbolo del arte a nivel internacional. En sus 210 mil metros cuadrados se exponen unas 35.000 obras, de las cuales 7.000 son pinturas, y unos 380.000 objetos y antigüedades. Es decir, haciendo un cálculo aproximado, para verlo todo necesitaríamos unos cuatro días con sus respectivas noches. Pero como la mayoría no disponemos de ese tiempo, a continuación voy a explicar cómo aprovechar al máximo el tiempo y hacer una visita en unas dos horas:

Cómo llegar rápido al Louvre
Este museo se ubica en el barrio de las Tullerías, en el Distrito 1 (1er arrondissement, en francés), en el corazón de París. Es uno de los barrios más pequeños y se extiende entre la zona de Ópera y el Sena, y alcanza el Louvre hasta la plaza de la Concordia. Allí residió durante mucho tiempo la realeza y, en la actualidad, es una de las partes más lujosas de la ciudad.

En general, lo más aconsejable es acercarse en un paseo hasta el museo. Pero todo depende de dónde estés. Si estás lejos, se puede ir en metro: la estación más cercana es Palais Royal-Musée du Louvrede las líneas 1 y 7. O también funciona muy bien la opción autobús: las líneas que se pueden tomar son las 21, 24, 27, 39, 48, 68, 69, 72, 81 y 95. Una vez allí, la gran pirámide que hay en la entrada es una señal inequívoca de que has alcanzado el Louvre.

img_mbigas_20190701-153944_imagenes_lv_terceros_metro-kwYF--656x437@LaVanguardia-Web.jpg

La estación más cercana al Museo del Louvre es Palais Royal-Musée du Louvre de las líneas 1 y 7 (carterdayne / Getty Images)

Un poco de historia


El Louvre no siempre fue una pinacoteca. Antes fue una fortaleza medieval y más tarde palacio real, el majestuoso palais du Louvre. La fortaleza se levantó gracias a que el rey Felipe Augusto mandó construirla en el siglo XIII. Fue en 1793, poco después de la Revolución, cuando la Convención Revolucionaria transformó la residencia real en museo, defendiendo el principio fundamental de igualdad, donde el arte dejaba de ser un disfrute exclusivo de las élites y las clases ricas para abrir sus puertas a todo el público en general.

En 1989, hace ya 30 años, se inauguró la pirámide de vidrio y aluminio que hay en la entrada, obra del arquitecto Ieoh Ming Peï. Para el que no lo sepa, tiene las mismas proporciones que la pirámide egipcia de Keops -21,34 metros de altura - y la acompañan otras tres más pequeñas. Hoy en día es todo un emblema y se ha convertido en el acceso principal al museo.

Evitar colas


Ahora bien, la primera advertencia es que si quieres ahorrar tiempo en la entrada al museo es aconsejable esquivar el acceso por las pirámides. Mucha gente, por inercia, utiliza ese paso, pero las colas suelen ser insoportables. Hay que pensar que son colas de control de seguridad que después sirven para alcanzar las taquillas. No es exagerado decir que se puede perder una hora o más en ese trance. Para evitar este inconveniente, el museo cuenta con otros accesos secundarios: la Galería du Carrousel y la Porte des Lions son dos de ellos.

Mi sugerencia es la opción del Carrousel (Rue de Rivoli), un centro comercial subterráneo pegado al museo, al que se baja por unas escaleras siguiendo unas indicaciones muy claras al Louvre. Otro consejo es comprar las entradas con antelación, puesto que cuando se pasa el control y desembocas en el interior, todavía hay que comprar las entradas, lo que significa más espera (por cierto, en taquilla cuestan 15 €, online son 17 €).

img_mbigas_20190701-153944_imagenes_lv_terceros_colas-kwYF--656x437@LaVanguardia-Web.jpg

Colas en la entrada principal del Louvre (davidf / Getty Images)

Miércoles y viernes por la noche


Para empezar, hay que recordar que los primeros domingos de cada mes, entre marzo y octubre, no hay que pagar ni un céntimo para entrar al museo. Sí, es gratis, y, consecuentemente, te encontrarás mucha gente deambulando por el museo. Mucha. Te ahorras dinero, pero no tiempo. También es conveniente descartar los martes, y el motivo es claro: estará cerrado.

Por eso mi sugerencia es acudir los miércoles o viernes, ya que esos días permanece abierto hasta las 21:45 horas (el resto de la semana cierran a las 18 horas). Sorprende lo despejado que esta el Louvre después de las 20 horas. Además, el exterior del edificio iluminado es todo un espectáculo.

Ruta rápida por el Louvre


Lo cierto es que resulta muy complicado establecer una ruta por el Louvre. Y menos todavía conseguir que esa misma ruta se haga rápidamente. Como he subrayado antes, estamos hablando de un espacio enorme. Cuenta con 4 plantas, 3 alas – la Richelieu, la Sully y la Denon-, más de 300 salas, 403 salones, 10.000 escalones y 14,5 kilómetros de pasillos. Es un mundo inacabable y cómo plantear una visita depende de los gustos artísticos de cada uno... Si te gusta el mundo antiguo, o la historia de Egipto, o bien las pinturas de pintores flamencos.

img_mbigas_20190701-160004_imagenes_lv_terceros_egipto-kwYF--656x492@LaVanguardia-Web.jpg

En la colección del Louvre también figuran obras de Egipto (Amélie Dupont / Oficina de turismo de París)

De hecho, se han confeccionado varias rutas en función de las afinidades de cada uno. Aun así, yo propongo un trazado desde la planta baja a la segunda con una selección de las obras más representativas del museo y las más valoradas por sus visitantes.


¿Tour guiado sí o no?

Hay mucho debate acerca de este asunto. Unos están a favor y otros en contra. Creo que es una buena elección si lo que pretendes es dedicarle dos horas a la visita. Tienes una versión en castellano y con la que, además, te puedes saltar las colas (acceso prioritario). Como decía antes, hay rutas temáticas, guiadas por expertos en arte, especializado en la Mona Lisa, o sobre el Código da Vinci.

Otra opción es un tour guiado si viajas con niños, puesto que cuenta con itinerarios diseñados especialmente para familias, con anécdotas divertidas, curiosidades sobre los artistas y sus obras o datos misteriosos del museo.

Planta baja: la ‘Venus de Milo’


El hall de Napoleón es el punto donde se inicia el recorrido. Desde allí, hay que dirigirse a la planta baja, el área donde se exponen parte de las antigüedades griegas, romanas, egipcias, etruscas y otras culturas orientales. En orden de prioridad, habría que detenerse frente a la Venus de Milo (110 a.C), la escultura en mármol blanco de dos metros de altura que representa a la diosa Afrodita (Venus para los romanos).

img_mbigas_20190701-155355_imagenes_lv_terceros_venus-kwYF--656x949@LaVanguardia-Web.jpg

Venus de Milo, Museo del Louvre (Amélie Dupont / Oficina de turismo de París)

La silueta en forma de “S” y su armonía demuestran el talento del escultor al trasladar a la piedra la anatomía de una mujer. En esta planta, también hay que destacar el Código de Hammurabi (1750 a.C), una tabla de la ley inscrita en una columna basáltica. Otra obra asombrosa es Los toros alados de Khorsabad (721-725 a.C), una colosal figura perteneciente al Imperio Asirio.

Planta 1: La Gioconda de Da Vinci


Dejamos atrás la planta baja y nos adentramos en terreno de pintura y artes decorativas. Y enseguida, en el ala Denon, está expuesta la que tal vez sea la obra más vista de la historia del arte: La Gioconda (1503-1513), o la Mona Lisa , la gran estrella del museo. La mítica media sonrisa del genial artista Leonardo Da Vinci. Se trata de la última de sus obras y en la que lleva la técnica del sfumato (esfumado) a su mejor versión.

Además de la Mona Lisa, dos cuadros imprescindibles son La libertad guiando al pueblo , de Delacroix, que muestra al pueblo de París alzándose en armas contra las reformas de Carlos X (por cierto, no escenifica, como se suele decir, un episodio de la Revolución Francesa). Las Bodas de Caná de Veronese y La Victoria alada de Samotracia son otros dos cuadros a colocar en los primeros lugares de la lista en la visita.

img_fcastanyer_20190426-123904_imagenes_lv_terceros_absurdo-arte-camara-270155_4_6_1871776013-kwYF--656x438@LaVanguardia-Web.jpg

Visitantes frente a 'La Gioconda', expuesta en el Museo del Louvre (París). (Pixabay)

Planta 2: Vermeer y ‘La Encajera’


En la última planta del Louvre se exponen los artistas flamencos, holandeses, franceses y alemanes. Rubens, Durero, Ingres, Cezanne o Van Gogh. Pero hay un maestro entre los maestros, el gran maestro de la luz, Veermer, cuyos lienzos El astrónomo y La encajera (1669) no hay que perderse por nada del mundo. Veermer retrataba escenas y personajes ordinarios en la intimidad de sus tareas cotidianas, con un tacto, una sensibilidad y una fuerza que van más allá de nuestra mirada.

Entresuelo: ‘Los caballos de Marly’


Para acabar, y si dispones de algo de tiempo, en el entresuelo hay piezas muy interesantes como Los caballos de Marly , un encargo escultórico que hizo el rey Luis XIV a Guillame Coustou, quien se inspiró en las antiguas estatuas romanas –simbolizan la lucha entre el hombre y la naturaleza del caballo indomable- e hizo un trabajo magistral en mármol de Carrara. También aquí vale la pena conocer el propio pasado del museo, ya que pueden contemplarse los restos del castillo medieval y del antiguo palacio en el pabellón del Reloj.

Picnic en el jardín de las Tullerías
Al salir del museo, se presenta una buena oportunidad para darse una vuelta por los jardines de las Tullerías (Jardins des Tulleries) y tomarse algo. Es el primer jardín público de la ciudad. El nombre Tullerías deriva de la palabra francesa tuile, que significa “teja”, dado que ese lugar estaba antiguamente ocupado por fábricas de tejas. Allí los muchos parisinos suelen desplegar sus manteles sobre el césped, sacar sus quesos, vinos y otras viandas y disfrutar de un picnic tradicional al atardecer. Si viajas en verano (del 21 de junio al 25 de agosto), ten presente que se celebra una feria con puestos de algodón, crepes y una gran noria, un tiovivo y diversas atracciones.


img_mbigas_20190701-153945_imagenes_lv_terceros_tullerias-kwYF--656x448@LaVanguardia-Web.jpg

Los jardines de la Tullerías son un espacio muy concurrido por turistas (Pel_1971 / Getty Images)

https://www.lavanguardia.com/ocio/viajes/20190702/463201697721/consejos-visitar-louvre-2-horas.html
 
Fatales ¿para quién?
Vampiresas o ángeles del hogar. Las transformaciones sociales provocaron en las últimas décadas del siglo XIX una visión interesada de la mujer
img_abelil_20190611-163629_imagenes_lv_otras_fuentes_no_archivables_cat_24a-k9tC-U463216105668G6H-992x558@LaVanguardia-Web.jpg

Suzanne Valadon: ‘Desnudo en un sofá rojo’, 1930, detalle (.)
ISABEL GÓMEZ MELENCHÓN, BARCELONA
02/07/2019 08:00

Las últimas décadas del siglo XIX vieron el nacimiento de un arquetipo femenino, la femme fatal, que encarnó la idea de seducción desde su vertiente más destructiva, la que conducía a la perdición del hombre. Así, Valle-Inclán escribió que “la mujer fatal es la que se ve una vez y se recuerda siempre. Esas mujeres son desastres de los cuales siempre quedan vestigios en el cuerpo y en el alma. Hay hombres que se matan por ellas; otros se extravían”.

La iconografía las representó como mujeres poseedoras de una belleza perversa y una fuerza dominadora, el reverso de la mujer ángel del hogar. Ambas tipologías, sin embargo, convivían y se complementaban y respondían a un mismo momento histórico: los profundos cambios que estaban llegando a la sociedad a través de la revolución industrial, pero sobre todo, de la aparición de las demandas feministas y más tarde de su consolidación como movimiento organizado. De Eva a Salomé o Carmen Este es uno de los puntos de partida de la exposición Perversidad. Mujeres fatales en el arte moderno en el museo Carmen Thyssen de Málaga.

img_abelil_20190611-163414_imagenes_lv_otras_fuentes_no_archivables_cat_2-k9tC--656x501@LaVanguardia-Web.tif

Francesc Masriera: 'Joven descansando', 1894
A través de más de setenta obras y de un muy cuidado catálogo se analiza la perspectiva con que fue tratada la imagen de la mujer entre las últimas décadas del siglo XIX y las primeras del XX, lo que había detrás del nacimiento de estas representaciones culturales, artísticas, literarias y más adelante cinematográficas; una deconstrucción que enlaza con la óptica de los libros aparecidos recientemente al calor de las nuevas olas feministas.

LA ‘FEMME FATALE’


Encarnaban la idea de seducción desde su vertiente más destructiva, “un peligro para el hombre y la sociedad”



Varias fueron las circunstancias que confluyeron para que la representación de la mujer adquiriera tintes claramente misóginos. La revolución industrial atrajo a las ciudades una numerosa población que encontró sueldos muy bajos que apenas garantizaban la existencia incluso cuando había trabajo; sin ningún tipo de protección social, en momentos en que este escaseaba sólo quedaba para los hombres el recurso a pequeñas ocupaciones; para las mujeres, la prostit*ción, que alcanzó un número desconocido hasta entonces, y como consecuencia, la aparición y extensión deenfermedades venéreas, de las que se culpabilizó a estas mujeres, explica la historiadora del arte y escritora Erika Bornay en el catálogo.

El otro factor fueron las demandas femeninas sobre su condición. Según Lourdes Moreno, comisaria de la muestra, la reacción masculina y negativa ante la nueva realidad de la mujer se impuso en las artes desde dos perspectivas: en las imágenes donde la mujer tenía un carácter poderoso se debilitaban sus virtudes y se la vinculaba a aspectos maliciosos, en aquellas que generaban necesidad de protección se subrayaba su aspecto de dependencia y debilidad, como en el caso de las pinturas de mujeres burguesas lánguidas e indolentes, recostadas en un diván. Moreno concluye, también en uno de los muy interesantes textos del catálogo, que “cuando desde el ejercicio del poder se intuyó que este ya no era tan sólido si era compartido, se construyó toda una serie de imágenes de mujeres perversas o débiles. Fue una reacción firme”.

img_abelil_20190612-172720_imagenes_lv_otras_fuentes_no_archivables_20190612165455-k9tC--656x595@LaVanguardia-Web.jpg

Julio Romero de Torres: 'El pecado', 1913 (.)
La obra El pecado de Franz von Stuck, cofundador en 1892 del movimiento secesionista de Múnich, se convirtió en un icono de la mujer perversa, hasta el punto de que el artista realizó doce versiones del tema, una de las cuales está presente en la muestra. Stuck, como harían numerosos artistas y escritores del momento, basó su visión de la mujer maliciosa en la mitología, en la tradición bíblica y en la histórica; en esta obra muestra una mujer desnuda enroscada en una enorme serpiente, clara referencia a Eva.

La primera parte de la exposición muestra numerosos ejemplos de esta visión, de Salomé a Carmen. Con la aparición del cinematógrafo se destacó el carácter erótico de estas femmes fatales; las vampiresas, depredadoras sexuales encarnadas por actrices en torno a las cuales se construyó un relato exótico y misterioso, se popularizaron entre públicos ahora extensos como vamps, obviando el significado de la palabra vampiro, el de alguien que se alimenta de la sangre de otros, añade Bornay.

Las primeras décadas del siglo XX vieron el surgimiento de una estética parisienne que fue rápidamente adoptada por las mujeres de clase alta; son las femmes fatales de la belle époque, con el pelo à la garçonne, popularizadas por la publicidad y que irán sobreponiendo a la mujer burguesa dócil y recatada. El desnudo femenino cobra otro matiz de la mano de las mujeres pintoras, que empiezan a ser más numerosos y visibles. Ellas, artistas como Olga Sacharoff o Maruja Mallo, de las que se muestran obras en la exposición, actrices com Greta Garbo, diseñadoras como Coco Chanel, o musas como Kiki de Montparnasse o Gala Dalí construyeron su propia identidad femenina, mujeres fuertes y decididas, porque perversidad tiene también otro significado, el de cambio y modificación de lo establecido, en este caso de las normas y estamentos sociales que veían a la mujer como un ser perverso.

PERVERSIDAD. MUJERES FATALES EN EL ARTE MODERNO, 1880-1950 COMISARIA: LOURDES MORENO. MUSEO CARMEN THYSSEN. MÁLAGA. WWW.CARMENTHYSSENMALAGA.ORG. HASTA EL 8 DE SEPTIEMBRE
 
Dalí, el ‘salvador’ del arte moderno

Una exposición en Mónaco rastrea los ismos del siglo XX

img_slozano_20190705-222911_imagenes_lv_otras_fuentes_jcvi1678-k8yD-U463296831337VG-992x558@LaVanguardia-Web.JPG

El príncipe Alberto de Monaco visitó ayer junto a la infanta Cristina la exposición dedicada a Dalí en el Fórum Grimaldi de Montecarlo (JCVINAJ)
JOSEP PLAYÀ MASET, MONTECARLO
06/07/2019 00:23
Actualizado a 06/07/2019 09:05

Salvador Dalí viajó en varias ocasiones a Montecarlo, e incluso llegó a tener temporalmente su residencia en la capital monegasca, pero nunca se había visto una gran exposición de sus obras aquí. Este verano, el Fórum Grimaldi, una institución pública situada en el centro de la bahía, acoge la exposición Dalí, una historia de la pintura, que es al mismo tiempo un recorrido por los distintos movimientos artísticos del siglo XX, siempre desde la óptica del pintor de Cadaqués.

Dalí empezó con apenas diez años siendo un pintor impresionista, luego fue cubista, metafísico y alcanzó fama mundial como surrealista. Pero no se detuvo ahí y tras su etapa americana regresó a Europa para defender una vuelta al clasicismo, se sustentó en la religión y la ciencia y se acercó al pop art y al hiperrealismo. Y en sus últimos años, tras explorar la estereoscopia y los hologramas, volvió a los grandes maestros como Velázquez y Miguel Ángel. Son los diversos Dalís de una trayectoria poliédrica, cuyo objetivo explicitado ya en 1948, era “pintar una obra maestra y salvar el arte moderno del caos y la pereza”.

La exposición daliniana de Montecarlo, que estará abierta del 6 de julio al 8 de septiembre, nace de la voluntad del Fórum Grimaldi de dedicar su gran muestra anual del 2019 a Dalí, en el 30.º aniversario de su muerte. La Fundación Gala-Salvador Dalí acogió favorablemente la propuesta y Montse Aguer, directora de los museos Dalí, como comisaria, y Laura Bartolomé, como adjunta, han diseñado una exposición muy didáctica, que gira alrededor del Dalí pintor, olvidando sus facetas más provocativas como performer o publicista, para centrarse en su deseo del perfeccionismo técnico. En total se exponen 52 pinturas (38 pertenecen a la Fundación Dalí y otras 11 al Museo Reina Sofía), 28 dibujos y 48 fotografías. Y se completan con 30 documentos, 10 objetos y 10 vídeos, así como un montaje escenográfico con ventanales que permiten ver tanto las distintas obras agrupadas por periodos cronológicos como una réplica de lo que sería el taller y el paisaje de Portlligat a través de grandes fotografías.

Dalí pintó ‘Violetas imperiales’, en 1938,en la casa de Coco Chanel, a escasa distancia de Mónaco

La muestra fue inaugurada anoche por el príncipe Alberto II de Mónaco y Serge Telle, ministro de Estado. También estuvieron presentes la infanta Cristina, el presidente de la Fundación Dalí, Jordi Mercader, y la consellera de Cultura, Mariàngels Vilallonga, así como diversos patrones de la fundación.

El eje de la exposición es la obra 50 secretos mágicos para pintar, publicada en 1948 en Estados Unidos, en la que Dalí apuesta por la pintura realista y se rinde a las virtudes de la tradición clásica. Un ejemplo de ese intento por crear una obra maestra es su óleo Leda atómica (1947-1949). Y esa reivindicación se produce mientras en Estados Unidos se expande el expresionismo abstracto y en Europa se instala el informalismo. Dalí una vez más nadando a contracorriente.

Para cada una de las etapas artísticas de Dalí se ha procurado aportar obras que revelan su dominio de la pintura. De su juventud emergen obras como Autoretrato con cuello rafaelesco o Retrato del violoncelista Ricard Pichot. Una segunda etapa, con raíces cubistas, incluye desde Cadaqués visto desde la torre de les Creus hasta Retrato de Buñuel, Naturaleza muerta al claro de luna o Figura de perfil (retrato de la hermana de Dalí adquirido recientemente por la fundación que no había salido hasta ahora de Figueres). También se ha querido hacer una incursión de su corto paso por la abstracción con Pulgar, playa, luna y pájaro podrido, de 1928, que causó estupor en su momento. De la etapa surrealista hay varias obras capitales como Memoria de la mujer niña, El espectro del sex appeal y Retrato de Emilio Terry. Y a ese periodo pertenece un muy desconocido Retrato de Edward Wassermann, de 1933, otra compra de la Fundación Dalí que hasta ahora no se había mostrado.

La etapa en la que Dalí empieza a desmarcarse del surrealismo queda bien reflejada en Dos trozos de pan expresando el sentimiento del amor, de 1940, y Desmaterialización cerca de la nariz de Nerón, de 1947. La época mística cuenta con dos piezas de gran valor : La velocidad máxima de la Madonna de Rafael y Santa Helena en Portlligat (préstamo del Dalí Museum de Saint Petersburg). La muestra se cierra con un último periodo en el que Dalí rinde tributo a los grandes maestros, con óleos como Alucinación rafaelesca y varias obras inspiradas en Miguel Ángel.

Un lugar central de la exposición se ha reservado a Violetas imperiales, un óleo de 1938, que Dalí acabó en la Villa La Pausa, una propiedad de Coco Chanel en la que pasó cuatro meses, situada en Roquebrune, a poca distancia de Mónaco. Es una obra importante porque alude a los temores previos al estallido de la Segunda Guerra Mundial y sus tonos oscuros hacen presagiar ya la tragedia. Como colofón se han situado algunas de las obras de Dalí que son un homenaje a sus maestros. Y ahí están Personajes sobre la arena, de 1926, tributo directo a Picasso, y Tartana fantasma, una miniatura casi perfecta que evoca a su otro gran maestro: Vermeer.

LAS CLAVES
1 La exposición del Fórum Grimaldi se centra en el Dalí pintor, el que tras bucear en distintos estilos vuelve al clasicismo y a los grandes maestros de la pintura. Es también su respuesta a la abstracción, simbolizada en Mondrian, del que se burla por oposición a Vermeer, Velázquez, Leonardo, Picasso o Rafael

2 Las 52 pinturas y 28 dibujos expuestos ofrecen una visión completa de un Dalí poliédrico de lo que él considera la “verdadera pintura”. Es el Salvador del arte moderno.

3 Dalí estuvo en varias ocasiones en Mónaco. A finales de los setenta, a instancias de su secretario Enric Sabater, fijó su residencia en rue des Remparts 36, de Montecarlo. Aquí matriculó su Cadillac Deville, el que ahora se expone en Púbol con matrícula de Mónaco 8942.

https://www.lavanguardia.com/cultur...or-dali-exposicion-monaco-forum-grimaldi.html
 
¡Cámara, acción! y... Cádiz como plató de cine

  • El artista Ángel Olivera vuelve a convertir la ciudad en el escenario de clásicos del cine y series televisivas

  • La muestra se inaugura este martes, a las 12 en el Baluarte de San Roque
personajes-padrino-posan-Baluarte-Martires_1371173365_102367366_667x375.jpg

Los personajes de 'El padrino' posan ante el Baluarte de los Mártires.

Freddie-Mercury-actua-San-Antonio_1371173366_102367412_667x375.jpg

Freddie Mercury actúa junto a su banda en San Antonio.

Los personajes de 'El padrino' posan ante el Baluarte de los Mártires.

VIRGINIA LEÓN
08 Julio, 2019 - 21:59h

FACEBOOK TWITTER GOOGLE-PLUS

¡Cámara, acción! y Cádiz se convierte de nuevo en plató de cine del particular Hollywood del artista Ángel Olivera.

Thelma y Louise en Cádiz, según Ángel Olivera.
Thelma y Louise en Cádiz, según Ángel Olivera.

Los bellos rincones de esta ciudad no sólo figuran en grandes producciones de la gran pantalla, sino que clásicos de todos los tiempos, las series televisivas de moda y grandes estrellas de la música quedan inmortalizados en nuestros paisajes gracias a la inspiración del artista madrileño afincado

El 'yellow submarine' de Los Beatles en La Caleta.
yellow-submarine-Beatles-Caleta_1371173368_102367544_667x899.jpg

El 'yellow submarine' de Los Beatles en La Caleta.

en Cádiz, que este martes inaugura una nueva exposición en la galería Baluarte de San Roque, que gestiona la Sociedad Cádiz 2012.

Un total de 38 obras, incluidas diez originales en blanco y negro, transportan al espectador por un Cádiz de cine, en la muestra que toma por título Cámara, Acción, ¡Cádiz! Esto es Hollywood II.

Una exhibición en la que el ilustrador muestra “cuatro tipo de obras”, explica. “Por un lado, una selección de algunos de mis dibujos que más han gustado en otras muestras anteriores como en la galería Benot; otras que tienen más tiempo pero que no he tenido oportunidad de mostrar aún, así como una serie reciente que terminé ayer mismo con novedades como series televisivas de moda”.

Es el caso de su versión de El padrino, con el marco del Baluarte de los Mártires de fondo, así como la que hace del mítico Lawrence de Arabia enmarcado en plena playa de Santa María y vistas de la Catedral. También ha pintado el Yellow submarine en aguas de La Caleta, al mítico grupo Queen actuando en San Antonio y escenas de famosas series como la de Juego de Tronos.

Además, Olivera incluye por primera vez los originales de muchas de estas creaciones que tanta expectación ha creado y que ha sido muy compartida en redes sociales. “Muestro el dibujo en blanco y negro junto a su lámina en color correspondiente, de modo que a veces incluyo hasta tres dibujos del proceso”, dice de sus ilustraciones realizadas a mano y coloreadas después digitalmente.

Con varios proyectos personales en mente, Olivera quiere volver a sorprender al visitante, que será el encargado de descubrir qué nuevos personajes de cine y de la música visitan Cádiz.

Puede visitarse hasta el 14 de septiembre, de lunes a viernes, de 9.30 a 13.30 y de 18.15 a 21.00 horas.

https://www.diariodecadiz.es/ocio/Exposicion-Angel-Olivera-Cadiz-plato-cine_0_1371163281.html
 
La espiritualidad de la materia plástica

  • La pintura de Garikoitz Cuevas se estructura desde una personalísima escenografía
Garikoitz Cuevas, ante su obra.
Garikoitz-Cuevas-obra_1370573422_102310596_667x375.jpg

Garikoitz Cuevas, ante su obra.

BERNARDO PALOMO
07 Julio, 2019 - 06:00h

FACEBOOK TWITTER GOOGLE-PLUS

Muy importante exposición la que se presenta en la Pescadería. Importante porque su autor es uno de los artistas abstractos con quien, hoy, hasta los más exigentes se pueden encontrar; importante porque las piezas que cuelgan de los paneles de la que es la más determinante sala jerezana son de muchísima significación; importante porque las mismas generan un especialísimo sentido museográfico que nos transportan casi a una dimensión basilical y a una latente espiritualidad y, en definitiva, importante porque la muestra nos ofrece un episodio pictórico de absoluta fortaleza plástica y contundencia formal; toda una lección sobre pintura no concreta, esa que traspasa los límites de la mirada y se clava en los más profundo espacios del alma.

Garikoitz Cuevas es, a pesar de lo que pudiera pensarse por el nombre, un pintor nacido en Sanlúcar, ciudad donde vive y trabaja y desde la que, desde hace años, viene desarrollando uno de los trabajos pictóricos más afortunados del actual panorama artístico; con una pintura personal posicionada desde un lenguaje único lleno del más absoluto poder plástico. Además, es un artista con una gran proyección nacional, no en vano es, desde hace tiempo, uno de los pintores de la prestigiosa e histórica Sala Parés de Barcelona, en la que expone habitualmente desde hace años. Hace poco, su obra Éxodo obtuvo el Premio de la Bienal San Lucas de Arte, siendo adquirida por el Cabildo Catedralicio de Plasencia para su importante colección.

La pintura de Garikoitz Cuevas se estructura desde una personalísima escenografía cromática salida desde unas formas personales a través de la técnica del decollage que consiste en ir superponiendo telas pintadas de las que, más tarde, se van arrancando piezas para ir descubriendo trozos del primitivo sustrato compositivo. Con ello, la pintura va encontrando, con el tiempo, su posición, va generando nuevas presencias y eliminando aquello que el propio sistema compositivo va desechando por innecesario. Esta pintura de aluvión regresivo potencia el concepto de materialidad conformante y le proporciona una nueva dimensión a la realidad formal; es decir, la pintura sobre el soporte, su tiempo de crianza y solera, su posterior circunstancia anómala que provoca su desprendimiento y desecho es una entidad en proceso, un análisis profundo del sistema compositivo y una reflexión indiscriminada de la propia situación material.

Las obras de la exposición de Pescadería están realizadas mediante encáustica; es decir, utiliza ceras mezcladas con pigmentos pictóricos para producir masas densas y pastosas que va extendiendo sobre el lienzo para, posteriormente, ir despegándolas consiguiendo una deconstrucción de lo ya construido. El resultado son bellos espacios llenos de colorido, de mucho y determinante colorido, que provoca, aparte de una poderosa visión cromática llena de contundencia plástica, un juego de referencias y evocaciones. Con distintos formatos, algunos en forma de medio punto o de cruz latina, Garikoitz Cuevas nos descubre una serie de pasajes coloristas constituidos por misteriosos juegos de formas que interactúan produciendo una especie de puzzle cromático lleno de entusiasmo creativo y vibrante ritmo colorista, en el que la encáustica perfectamente integrada con los pigmentos y su posterior desprendimiento forzado, nos envuelve con el misterio de la forma para, desde ahí, llevarnos a posiciones infinitamente más íntimas, más emotivas; casi espirituales. Es como si la materia plástica nos indujera hacia universos presentidos, hacia posiciones que evocan, que crean expectativas e inquietudes y que someten al espíritu desde las formas volubles del color y la materia. Con esta obra, Garikoitz Cuevas introduce al espectador en el universo del abstracto pero dejando abiertas compuertas que nos inducen a la sugerencia, a la evocación, a lo íntimamente presentido, a las marcas de lo mediato a través de la inmediatez absoluta de esas texturas conformadoras.

Estamos, en definitiva, en una espléndida exposición que nos descubre a un importante artista cuya obra jamás podrá dejar indiferente a nadie.

https://www.diariodecadiz.es/ocio/e...stica-arte-garikoitz-cuevas_0_1370563270.html
 
Goncharova, al frente de la vanguardia masculina
  • JUAN ALBARRÁN
    Londres
Sábado, 13 julio 2019 - 02:06
La Tate Modern presenta su primera retrospectiva en Reino Unido, una antología centrada en sus desafíos a las convenciones sociales y artísticas que muestra a esta autora como una figura precursora.

15620806813734.jpg

Autorretrato de Natalia Goncharova (1907). EL MUNDO
El septiembre de 1913 Natalia Goncharova inauguraba una gran retrospectiva en el Art Salon de la calle Bolshaya Dmitrovka de Moscú. Entre las casi 800 obras que incluía la muestra, podían verse paisajes impresionistas, retratos fauvistas, ensayos cubistas y composiciones abstractas de lo que comenzaba a conocerse como rayonismo, una nueva vanguardia informada por las aportaciones de expresionistas, futuristas y cubistas. Pocos días antes de la inauguración, un grupo de jóvenes revoltosos había convocado a prensa y público en una esquina cercana. Salieron de sus automóviles con las caras pintadas con patrones irregulares y emprendieron un paseo por la ciudad, acción que ha sido considerado como una de las primeras performances producida en el seno de la vanguardia rusa. El objetivo, como no podía ser de otro modo, épater le bourgeois. Los periódicos señalaban a Goncharova como la líder de ese grupo de radicales. Su compañero, Mijaíl Lariónov, fungía desde 1912 como principal teórico del rayonismo.

Esos dos artistas se habían conocido una década atrás en la Escuela de Pintura, Escultura y Arquitectura, donde entablaron una relación artística y sentimental que se prolongaría hasta que la muerte los separase a principios de los años sesenta. Goncharova había crecido en el seno de una familia adinerada, cuya fortuna provenía de la industria textil y que se trasladó a Moscú cuando ella solo tenía 11 años. Las tradiciones populares del mundo rural en que creció -incluidos los iconos religiosos- y el interés por el diseño de tejidos estuvieron presentes, de un modo u otro, en toda su producción.

15620812045814.jpg

El cuadro 'Ciclista' de Natalia Goncharova (1913).
Lariónov había viajado a París en 1906 invitado por Serguéi Diáguilev para participar en el Salon d'Automne. Desde entonces se convirtió en un buen conocedor de las vanguardias del momento, de cuya combinación nacería el rayonismo. En un texto redactado en 1912, Lariónov escribía: "es necesario encontrar el punto crucial donde la pintura, teniendo al mismo tiempo como fuente la vida real, siga siendo ella misma, donde las formas que utilice sean transfiguradas, y donde su horizonte sea alargado a fin de que se organice siguiendo las leyes pictóricas, disponiendo para eso del color.... Hacer entrar la pintura en el ámbito de los problemas que le son propios y dejarla vivir según las leyes estrictamente pictóricas, tal es la finalidad del rayonismo".

En eso el rayonismo se instalaba en una terreno hasta cierto punto alejado de la convulsa realidad política en la que iban a tratar de disolverse las vanguardias rusas de más próximas al proceso revolucionario. El rayonismo no perseguía la desaparición del arte burgués, ni proponía, por tanto, la superación de la pintura de caballete. Lo cual no significa que sus experimentos plásticos se circunscribiesen a los límites del cuadro.

En la referida muestra de 1913, Goncharova no solo expuso pinturas, también textiles, trajes, papeles pintados o diseños teatrales. Desde 1912, la artista colaboraba con Nedezhda Lamanova, una reputada modista que vestía a la aristocracia rusa. En París, años después, haría lo propio con la diseñadora Marie Cuttoli.

15620818213847.jpg

Dibujo del vestuario que Natalia Goncharova realizó para los Ballets rusos en 1914.
En 1914, Goncharova aterriza en París, donde se instalaría definitivamente con Lariónov pocos meses más tarde, después de que este fuese herido en la Gran Guerra. En la ciudad francesa, se estrena Le Coq d'or, la ópera ballet de Rimsky-Korsakov producida por los Ballets Rusos de Diáguilev. Goncharova diseña escenografía y vestuario, una actividad a la que estaría vinculada toda su vida, pese a que insistía en que ella era antes una artista que una diseñadora.

Sus diseños trasladan a la caja escénica el estilo ecléctico y siempre experimental que caracterizaba su trabajo pictórico. Combinaba con habilidad un amplio repertorio de soluciones plásticas provenientes de distintos momentos de la historia del arte, con aportaciones vanguardistas, elementos decorativos abstractos y otros tomados de la estética popular rusa. Al mismo tiempo, era consciente de que el vestuario debía servir para reforzar al personaje sobre las tablas, mientras la coreografía tenía una función narrativa, simbólica y ambiental.

La última sala de la exposición que la Tate Modern dedica a Goncharova muestra algunos de estos diseños, así como material documental de algunos de los montajes en que la artista rusa participó a lo largo de su carrera. Este cierre para un recorrido un tanto convencional por su trayectoria parece dar a entender que la experimentación que guió los primeros pasos de la artista, pionera de la abstracción, se mantuvo viva en el terreno del diseño escénico, relativamente a salvo de la evanescencia estético-política propia de la vanguardia.

Sea como fuere, la exposición permite recuperar el trabajo de una de las pintoras más relevantes del siglo XX, que, como tantas otras, han ocupado una posición secundaria en una historiografía dominada por genios siempre masculinos.

https://www.elmundo.es/cultura/laesferadepapel/2019/07/13/5d1b727bfdddffb2828b45d4.html
 
Back