y...el apartamento, que me parece una pelicula recomendable y maravillosa para ver de vez en cuando, y sin embargo tiene algo que no me acaba de gustar, que me aburre.
El apartamento tiene muchas cosas comentables. El personaje protagonista y el propio actor que lo encarna (Jack Lemmon) no es un hombre atractivo. Es el arquetipo del hombre tímido, blandengue, que las mujeres lo ven "como amigo". Ni siquiera es bondadoso del todo porque tiene un lado trepa, mezquino, de pelota de los jefes. La chica no puede acabar con él. De hecho, la película no termina con un beso ni con un abrazo. Se ponen a jugar a las cartas, el director se da cuenta de que no pegan, son una pareja imposible.
Para ser de 1960, la película es de las primeras que exculpa totalmente a la mujer. El malo es el hombre infiel y la chica que se lía con él es un ser de luz. En las pelis de los años 40 o 50 el planteamiento no era ese. En ese sentido, es una película pionera.
Que un protagonista tímido y pardillo estalle y se convierta en un hombretón valiente al final pasa en muchas películas (Perros de Paj*, El hombre que mató a Liberty Valance y muchas más). Pero es un final películero, con tiros, de matar al malo. La machada de El apartamento (mandar a la porra al jefe y al trabajo) es una proeza más de andar por casa, una fantasía más cotidiana. El espectador corriente se identifica más.