Pedro Sánchez y su equipo de gobierno.

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El Gobierno niega la sanidad pública a inmigrantes con papeles enfermos de cáncer

Salud

La recuperación de la sanidad universal de Pedro Sánchez no ha sido completa: dejó fuera a los padres extranjeros de ciudadanos españoles que residen en España por reagrupación familiar

Juan, con cáncer de próstata, no puede recibir tratamiento; Guadalupe, con cáncer de pecho y endometrio, se ha operado a través de un seguro privado que costea a duras penas

Trabajo y Sanidad justifican que, para obtener la residencia por esta vía, los afectados deben contar con un seguro privado, un requisito que ha sido rechazado por 40 sentencias de juzgados españoles

Gabriela Sánchez
17/02/2019 - 20:38h
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Juan y Paola llevan meses de papeleo para conseguir acceder a la sanidad universal. Él tiene cáncer de próstata y ella padece hipertensión. OLMO CALVO

El Gobierno aprueba el decreto para recuperar la sanidad universal

La justicia falla contra la Administración por negar la tarjeta sanitaria a una anciana con papeles


La derogación de la exclusión sanitaria de Mariano Rajoy para recuperar la sanidad universal fue una de las primeras medidasadoptadas por Pedro Sánchez. Devolverla se convirtió en la bandera más ondeada por el Ejecutivo socialista a su llegada a la Moncloa, pero la restauración no fue completa: la normativa deja desprotegidos a los padres extranjeros de ciudadanos españoles con residencia en España por reagrupación familiar. Algunos de los afectados, como Juan y Guadalupe, padecen cáncer y se enfrentan a grandes dificultades para costear su tratamiento.




Se trata de uno de los colectivos perjudicados por la reforma sanitaria de la etapa de Mariano Rajoy, que el Ejecutivo de Sánchez ha mantenido en el Real Decreto Ley que pretendía corregirla, aprobado en julio. Según ha podido saber eldiario.es y han confirmado los ministerios de Trabajo y Sanidad, el Instituto Nacional de Seguridad Social (INSS) deniega de forma sistemática la tarjeta sanitaria a los padres y madres reagrupados por sus hijos en España.

"No tienen derecho a la asistencia sanitaria con cargo a los fondos públicos de nuestro Sistema Nacional de Salud", admite el Ministerio de Trabajo. El Gobierno, apelando a la Ley de Extranjería, exige a estos padres, ya mayores, contratar un seguro médico privado para obtener la residencia por reagrupación familiar. Pero no siempre sus pólizas acaban cubriendo el tratamiento de enfermedades graves surgidas una vez asentados en España, o estos no pueden permitirse el pago de la medicación.

Los efectos de este requisito, rechazado por más de 40 sentencias y el Defensor del Pueblo, se traducen en casos concretos de exclusión sanitaria. Juan*, de origen mexicano, vive en España de forma regular por la reagrupación familiar tramitada por su hijo, de nacionalidad española. Ha sido diagnosticado de cáncer de próstata hace once meses, pero aún no ha podido recibir el tratamiento médico necesario para evitar la propagación de la enfermedad. El hombre, de 76 años, contrató un seguro, pero no le cubre la atención requerida.

En el caso de Guadalupe*, reagrupada colombiana, padece cáncer de pecho y de endometrio. Su hija, de nacionalidad española, contrató el seguro privado exigido por Extranjería pero, ante la enfermedad de su madre, el coste para hacer frente a la medicación se ha disparado, relata. La póliza cubre su tratamiento hospitalario, pero no la medicación, por lo que tienen "grandes dificultades" a la hora de financiar las medicinas necesarias para complementarlo.

Juan, con cáncer de próstata y sin tratamiento
"Tengo mucho miedo. Trato de vivir mi vida tranquilamente porque no quiero acelerar la enfermedad con mi preocupación. Esto es curable, si se atiende. Pero si no recibo tratamiento, puede saltar a otro lado y no se podrá curar", alerta Juan junto a su esposa, Paola*, de 80 años, también excluida del sistema de salud. Según detalla, el tratamiento que requiere el cáncer de Juan cuesta alrededor de 10.000 euros. "No tengo ese dinero", lamenta el mexicano.

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Juan (nombre ficticio) no tiene acceso a la sanidad pública gratuita. OLMO CALVO

Cuando llegaron a España, Juan contaba con un seguro privado, uno de los requisitos establecidos por el Ejecutivo para obtener el permiso de residencia por reagrupación familiar. En marzo del año pasado, una clínica de pago de Madrid le diagnosticó cáncer de próstata.

Una vez informado de que el seguro no se hacía cargo de su enfermedad, acudió a la sanidad pública, indica. "En el ambulatorio expliqué que tenía cáncer, que era un caso de vida o muerte para el que necesitaba tratamiento, pero me dijeron que no tenía derecho", explica Juan.

Meses después, cuando leyó en los medios que Pedro Sánchez había "recuperado la sanidad universal", pensó que la nueva normativa se traduciría en su acceso a la sanidad pública gratuita. Juan y su esposa, Paola*, solicitaron la tarjeta sanitaria ante la autoridad competente, el Instituto Nacional de Seguridad Social (INSS). Para su sorpresa, la respuesta fue también negativa, según la resolución a la que ha accedido eldiario.es. El matrimonio ha recurrido y se ha chocado con una nueva denegación.

"Vimos que el nuevo gobierno elaboró una ley para permitir la sanidad a todos los que estaban en España, así que la solicitamos. Pensamos que el problema estaba resuelto, pero nos la siguen denegando y denegando", lamenta Juan junto a su esposa en la casa donde vive con su hijo a las afueras de Madrid. La hija de Guadalupe también creyó las promesas de esa "sanidad universal" que acaparó titulares antes de tropezar con otra negativa.

El Instituto Nacional de Seguridad Social rechaza el acceso sanitario a casos como el de Juan y Guadalupe apelando a la normativa de la "recuperación de la sanidad universal" aprobada por el Gobierno socialista en julio. La resolución del primero, a la que ha accedido eldiario.es, concluye "desestimarla por no acreditarse todos los requisitos exigidos" en "el Real Decreto Ley 7/2018 [adoptado por el actual Ejecutivo] ya que dispone de cobertura sanitaria obligatoria por otra vía a través de un seguro de enfermedad vinculado a la autorización de residencia temporal".

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Extracto de la resolución del Instituto Nacional de Seguridad Social (INSS), dependiente del Ministerio de Trabajo, en la que deniega el acceso a la sanidad de Juan.

Las resoluciones, denegadas
Según justifica el INSS en la resolución, las personas reagrupadas en España tienen como requisito la tenencia de un seguro sanitario, y esa es la razón por la que niegan su acceso a la sanidad pública. "La concesión de la autorización de residencia en el caso de extranjeros no comunitarios supone [...] que ha debido acreditar que cuenta con un seguro de enfermedad que cubre todos los riesgos en España", reza el documento.

El Real Decreto 7/2018, adoptado por el actual Gobierno, garantiza el acceso al Sistema Nacional de Salud a "las personas extranjeras que tengan establecida su residencia en el territorio español", pero bajo una serie de condiciones. Una de ellas, recogida en el artículo uno, exige "ser persona extranjera y con residencia legal y habitual en el territorio español y no tener la obligación de acreditar la cobertura obligatoria de la prestación sanitaria por otra vía".

Así, el INSS se está amparando en este último supuesto para denegar la sanidad pública y gratuita a los inmigrantes reagrupados con sus hijos con nacionalidad española, como alertó el colectivo Yo Sí Sanidad Universal en agosto. La red de médicos desobedientes contra la exclusión sanitaria advirtió entonces de la posibilidad de que este requisito supusiese en la práctica la denegación de la asistencia médica a las madres y padres extranjeros de ciudadanos españoles, como ya ocurría desde el año 2012.

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El INSS deniega la tarjeta sanitaria de Guadalupe (nombre ficticio).

Cuestionado al respecto por eldiario.es, fuentes de los ministerios de Trabajo y Sanidad apelan a la Ley de Extranjería para explicar la exclusión. "El Real Decreto 240/2007 exige que, para obtener la residencia temporal en España, se acredite tener recursos y asistencia sanitaria. El ascendiente no puede adscribirse como beneficiario de su hijo por lo que su cobertura sanitaria debe ser a través de un seguro privado", reiteran las fuentes oficiales del departamento dirigida por Magdalena Valerio. "Como residente no cabe porque para ese caso se exige no tener cobertura obligatoria por otra vía y estos, para obtener la residencia, tienen que haber acreditado un seguro de salud".

Según defienden, existe una vía para tener acceso a la asistencia sanitaria por razones humanitarias, es decir, por no tener recursos económicos, como en el caso de los inmigrantes en situación irregular. Aunque los reagrupados tampoco pueden optar a esta cobertura: "Este no es el caso, porque la Ley de Extranjería solo da permisos por reagrupación a quien cuenta con recursos, propios o familiares, y establece como requisito imprescindible suscribir un seguro sanitario", responden desde Trabajo.

Por su parte, desde Sanidad, repiten el mismo argumento: "Según la Ley de Extranjería, la persona necesita venir con un seguro médico y la normativa de Sanidad establece que se da cobertura siempre que un tercero no tenga la obligación de pago de la cobertura sanitaria por otra vía", detallan. Sobre, el caso concreto de Juan, al que su póliza no le cubre el tratamiento, alegan que se trataría de una cuestión a reclamar "al seguro" en cuestión.

Al menos 40 sentencias condenan el criterio del Gobierno
Sin embargo, esta argumentación del actual Gobierno, la misma que el anterior, está siendo cuestionada por la Justicia. Al menos 40 sentencias han dado la razón a estas familias en ocho comunidades autónomas diferentes. El colectivo Yo Sí Sanidad Universal solo tiene constancia de dos fallos contra los afectados, por lo que solicita al INSS que permita el acceso a la sanidad a los reagrupados teniendo en cuenta que "los tribunales les están dando la razón".

En 2014, el Defensor del Pueblo también condenó la exigencia de un seguro médico privado a los inmigrantes reagrupados en España por sus hijos nacionalizados. Según razonó la institución, el Real Decreto 240/2007 no establece como requisito la contratación de una póliza, como defendía entonces el Ejecutivo de Rajoy y sostiene ahora el Gobierno de Sánchez.

"Al familiar ascendiente de ciudadano español, que no ha ejercido la libertad de circulación, le será exigible únicamente la acreditación de vivir a cargo del ciudadano español para tramitar la tarjeta de residencia de familiar de ciudadano de la Unión, de conformidad con el artículo 8 del Real Decreto 240/2007, sin que esté justificada la presentación de un seguro de enfermedad de carácter público o privado", concluyó el Defensor del Pueblo, quien recordaba que "la exigencia de requisitos no contemplados en el artículo 8 del mencionado Real Decreto (como es la presentación de un seguro médico) estaría de facto impidiendo el acceso al derecho de asistencia sanitaria".

En busca de soluciones, Juan, Paola y Guadalupe entraron en contacto con el Colectivo de Afectadas por el INSS, creado el pasado verano por inmigrantes reagrupados por sus hijos a España excluidos de la sanidad, en un principio, por la reforma del PP. Se encontraron con que sus casos eran los mismos. Y empezaron a buscar remedios similares apoyados por Yo Sí Sanidad Universal.

Juan y su esposa ya han iniciado la batalla judicial tras registrar sus respectivas denuncias ante el Juzgado de lo Social de Madrid, pero se encuentran a la espera de la celebración del juicio. Confían en que, como en el caso de sus compañeros de colectivo, obtengan la tarjeta sanitaria. Mientras llega el día, el matrimonio espera, con cierta angustia contenida, que el tumor de Juan no se complique hasta el momento en el que logre acceder a la sanidad pública.



*Nota: los nombres utilizados en este artículo "Juan, Paola y Guadalupe" son ficticios a petición de los entrevistados, pues temen que el registro de estos en los medios pueda tener alguna consecuencia. eldiario.es ha tenido acceso a sus nombres reales que han sido cotejados con la documentación.
https://www.eldiario.es/desalambre/Gobierno-deniega-asistencia-sanitaria-prostata_0_866864066.html
 
No miente más porque no tiene más tiempo
TRIBUNA
POLÍTICAOPINIÓN
ROSA DÍEZ
  • 18 FEB. 2019 02:02
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La comparecencia del todavía presidente Sánchez para anunciar la disolución de las cámaras y la convocatoria de elecciones generales podría resumirse como un compendio de mentiras y propaganda electoral. Dado que todo lo que ha hecho este personaje a lo largo de su vida ha estado guiado por el interés personal, era previsible que utilizara una comparecencia institucional para hacer un mitin a favor de él mismo, dado que su única ideología ha sido y es Sánchez. Esa es una de las claves para comprender por qué se entiende tan bien con esos personajes que piensan que la democracia está por delante de la ley. Sánchez está por delante de su partido, de sus bases (a las que prometió que iba a preguntar todo y sobre todo y no ha consultado nada ni sobre nada desde que llegó a la secretaría general y a La Moncloa); y, por supuesto, Sánchez está por delante del interés de los españoles en particular y de España en su conjunto.

El presidente, "que soy yo", ha vuelto a decir, ha comunicado a la opinión pública que la coalición frankenstein que le hizo presidente el 1 de junio del pasado año ha decidido no seguir pagándole el alquiler de La Moncloa y sus viajes en el Falcon. Naturalmente, lo ha dicho de otra manera, pero lo cierto es que este tipo se va de La Moncloa porque lo que le exigen los independentistas para seguir pagando el alquiler no se lo puede dar, muy a su pesar, porque no es de su propiedad.

Sánchez no se ha resistido a las pretensiones de los independentistas: simplemente no está en su mano darles todo lo que le exigían para seguir sosteniéndole como presidente. Lo cierto es que Sánchez se ha doblegado al chantaje independentista en todas las ocasiones en las que ha encontrado un subterfugio para hacerlo: ha callado y mantenido la alianza con los independentistas cuando han proclamado que la Constitución es antidemocrática y que las instituciones españolas son franquistas; ha callado y otorgado cuando sus socios han vetado la presencia del jefe del Estado en Cataluña; ha abandonado a su suerte a los ciudadanos constitucionalistas en Cataluña permitiendo que los gobernantes autonómicos -sus socios- cierren el Parlamento, persigan a los constitucionalistas e incumplan las sentencias de los tribunales en materias tan sensibles como la Educación; ha ofrecido indultos (a través de sus portavoces y cargos públicos como la delegada del Gobierno en Cataluña) a los golpistas; y, por último, para no ser exhaustivos, ha constituido una mesa de partidos paralela al Parlamento y ha aceptado nombrar un relator (modelo ensayado por ETA ) porque así se lo exigió Torra, ese supremacista al que ha hecho permanentes carantoñas.

Sánchez ha dicho en su comparecencia que no cedió ante las pretensiones de los independentistas; y ahí está su primera mentira: cedió, pero no consumó porque lo que les cedió (nuestros derechos) no era de su propiedad. Y porque sus legítimos dueños, los ciudadanos españoles, le hicimos saber que por ahí no íbamos a pasar. Aunque ahora presuma de lo contrario la mesa de partidos ya estaba constituida y la figura del relator, anunciada y defendida por la vicepresidenta, se quedó en grado de tentativa porque la gente salió a la calle a reclamar sus derechos plenos de ciudadanía y la radical oposición a que nos quitaran ni uno solo de nuestros galones de ciudadano.

Sánchez ha hecho de la mentira y el fraude su forma de gobernar. Llegó mintiendo (dijo que la moción de censura era solo para echar a Rajoy, que convocaría elecciones inmediatamente) y se va explicando que la moción era positiva, "tal y como se prevé en nuestro ordenamiento jurídico" (hay que ser caradura) y que por eso ha estado nueve meses en el cargo. Mentir es su forma de ser: mintió sobre su currículum; mintió cuando afirmó que nunca utilizaría los votos de los independentistas para llegar al poder; mintió cuando afirmó que ningún miembro de su equipo duraría veinticuatro horas si montaba una sociedad para pagar menos impuestos; mintió cuando afirmó que su gobierno sería cercano a la gente (menos ruedas de prensa con preguntas que ninguno de sus antecesores en el cargo), mintió cuando afirmó que su Gobierno sería austero y transparente (los viajes en el Falcon para ir a bodas y conciertos cuyo presupuesto es declarado secreto). Y ha finalizado enlazando una mentira tras otra en la comparecencia en la que habría de anunciar el ocaso de su legislatura.

Pero la comparecencia de Sánchez del 15 de febrero de 2019 ha servido también para demostrar que Sánchez no tiene el más mínimo respeto por la institución a la que representa ni por los ciudadanos a los que se dirige. No es sólo que haya utilizado el Palacio de la Moncloa para hacer un mitin (solo le ha faltado salir a pegar carteles a continuación), sino que no ha mentido más porque no ha tenido más tiempo. Ha enlazado una falacia tras otra tratando de justificar la coalición negativa que le encumbró; en el colmo de la cara dura ha afirmado que ha impulsado una televisión pública plural y ejemplar; él, que hizo filibusterismo puro y duro para ganar la moción de censura enmascarando su verdadera intención de mantenerse en el poder todo el tiempo que pudiera, ha llamado filibusteros a los partidos de la oposición por negarse a apoyar unos presupuestos que han sido rechazados por todas las instituciones públicas y privadas, nacionales y europeas; y en una exhibición de hipocresía se ha atribuido una serie de logros conseguidos con los presupuestos de Rajoy para concluir que debe convocar elecciones para no seguir "paralizado"... gobernando con los presupuestos de Rajoy.

Su mayor alarde de cinismo ha sido afirmar que su objetivo fue unir a los españoles. Su propósito ha sido y es revivir la vieja y letal idea de las dos Españas; pero creo que se ha excedido tanto en sus cesiones a los enemigos de España, que ha insultado tanto a quienes estamos hasta el gorro de pedir perdón por ser españoles, "porque apenas sí nos dejan decir que somos quienes somos", que, muy a su pesar, ha conseguido unir a los españoles contra aquellos que quieren destruir la unidad de la Nación e implantar la diversidad de derechos entre los españoles. Esa es la única verdad.

Pero lo que mejor retrata la calaña del aún presidente no es lo que dice sino lo que calla. De las palabras del inquilino de La Moncloa pareciera como que los retos a los que está sometida la sociedad española y nuestra propia democracia son idénticos a los de cualquier país de nuestro entorno. Es una vergüenza y define bien al personaje que Sánchez apenas sí haya mencionado el principal problema de España: la pulsión separatista que ha hundido Cataluña y que nos amenaza a todos. España es hoy un país en el que peligra el derecho efectivo a la igualdad entre españoles, pues la ruptura de la convivencia entre españoles que se extiende desde Cataluña en forma de golpe de Estado se ha convertido en un riesgo real desde el momento en el que Sánchez selló su alianza con los promotores de la sedición.

Solo un político como Sánchez, un hombre sin escrúpulos, podía sellar un acuerdo con aquellos que defienden que la nación española es una ficción impuesta por la dictadura franquista. Solo un político sin escrúpulos puede mantener un acuerdo con quienes siguen adoctrinando en el odio a España y en la mentira sobre nuestra historia; sólo un político sin escrúpulos puede mantener alianzas con quienes quieren enterrar la Transición, el mayor logro de las generaciones que nos precedieron. El legado de Sánchez es un país roto, confrontado, sin autoestima, en el que la propaganda y el circo han sustituido a la política y la demoscopia a la democracia. Pero esta situación no es producto de la torpeza o de la mala suerte sino consecuencia de la estrategia de un político sin escrúpulos que nunca ha cuestionado los métodos para conseguir su objetivo: el poder. Por eso, porque para él todo vale, Sánchez no podía irse sin hacer una nueva machada: despilfarrar 130 millones de euros convocando elecciones en fecha diferente de las municipales, europeas y autonómicas del próximo mes de mayo. Si a eso le sumamos el deterioro institucional y de la convivencia que España ha sufrido en estos nueve meses es fácil concluir que Sánchez le ha salido muy caro a nuestra democracia.

Pero, en fin, que el 28 nos vemos en las urnas. Y yo creo que España tiene talento suficiente para salir de esta encrucijada. Y no vamos a permitir que nadie nos diga cómo ser españoles en la única España que nos importa, la Constitucional, la democrática.

Rosa Díez es cofundadora de Basta Ya! y de UPyD.
 
No miente más porque no tiene más tiempo
TRIBUNA
POLÍTICAOPINIÓN
ROSA DÍEZ
  • 18 FEB. 2019 02:02
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La comparecencia del todavía presidente Sánchez para anunciar la disolución de las cámaras y la convocatoria de elecciones generales podría resumirse como un compendio de mentiras y propaganda electoral. Dado que todo lo que ha hecho este personaje a lo largo de su vida ha estado guiado por el interés personal, era previsible que utilizara una comparecencia institucional para hacer un mitin a favor de él mismo, dado que su única ideología ha sido y es Sánchez. Esa es una de las claves para comprender por qué se entiende tan bien con esos personajes que piensan que la democracia está por delante de la ley. Sánchez está por delante de su partido, de sus bases (a las que prometió que iba a preguntar todo y sobre todo y no ha consultado nada ni sobre nada desde que llegó a la secretaría general y a La Moncloa); y, por supuesto, Sánchez está por delante del interés de los españoles en particular y de España en su conjunto.

El presidente, "que soy yo", ha vuelto a decir, ha comunicado a la opinión pública que la coalición frankenstein que le hizo presidente el 1 de junio del pasado año ha decidido no seguir pagándole el alquiler de La Moncloa y sus viajes en el Falcon. Naturalmente, lo ha dicho de otra manera, pero lo cierto es que este tipo se va de La Moncloa porque lo que le exigen los independentistas para seguir pagando el alquiler no se lo puede dar, muy a su pesar, porque no es de su propiedad.

Sánchez no se ha resistido a las pretensiones de los independentistas: simplemente no está en su mano darles todo lo que le exigían para seguir sosteniéndole como presidente. Lo cierto es que Sánchez se ha doblegado al chantaje independentista en todas las ocasiones en las que ha encontrado un subterfugio para hacerlo: ha callado y mantenido la alianza con los independentistas cuando han proclamado que la Constitución es antidemocrática y que las instituciones españolas son franquistas; ha callado y otorgado cuando sus socios han vetado la presencia del jefe del Estado en Cataluña; ha abandonado a su suerte a los ciudadanos constitucionalistas en Cataluña permitiendo que los gobernantes autonómicos -sus socios- cierren el Parlamento, persigan a los constitucionalistas e incumplan las sentencias de los tribunales en materias tan sensibles como la Educación; ha ofrecido indultos (a través de sus portavoces y cargos públicos como la delegada del Gobierno en Cataluña) a los golpistas; y, por último, para no ser exhaustivos, ha constituido una mesa de partidos paralela al Parlamento y ha aceptado nombrar un relator (modelo ensayado por ETA ) porque así se lo exigió Torra, ese supremacista al que ha hecho permanentes carantoñas.

Sánchez ha dicho en su comparecencia que no cedió ante las pretensiones de los independentistas; y ahí está su primera mentira: cedió, pero no consumó porque lo que les cedió (nuestros derechos) no era de su propiedad. Y porque sus legítimos dueños, los ciudadanos españoles, le hicimos saber que por ahí no íbamos a pasar. Aunque ahora presuma de lo contrario la mesa de partidos ya estaba constituida y la figura del relator, anunciada y defendida por la vicepresidenta, se quedó en grado de tentativa porque la gente salió a la calle a reclamar sus derechos plenos de ciudadanía y la radical oposición a que nos quitaran ni uno solo de nuestros galones de ciudadano.

Sánchez ha hecho de la mentira y el fraude su forma de gobernar. Llegó mintiendo (dijo que la moción de censura era solo para echar a Rajoy, que convocaría elecciones inmediatamente) y se va explicando que la moción era positiva, "tal y como se prevé en nuestro ordenamiento jurídico" (hay que ser caradura) y que por eso ha estado nueve meses en el cargo. Mentir es su forma de ser: mintió sobre su currículum; mintió cuando afirmó que nunca utilizaría los votos de los independentistas para llegar al poder; mintió cuando afirmó que ningún miembro de su equipo duraría veinticuatro horas si montaba una sociedad para pagar menos impuestos; mintió cuando afirmó que su gobierno sería cercano a la gente (menos ruedas de prensa con preguntas que ninguno de sus antecesores en el cargo), mintió cuando afirmó que su Gobierno sería austero y transparente (los viajes en el Falcon para ir a bodas y conciertos cuyo presupuesto es declarado secreto). Y ha finalizado enlazando una mentira tras otra en la comparecencia en la que habría de anunciar el ocaso de su legislatura.

Pero la comparecencia de Sánchez del 15 de febrero de 2019 ha servido también para demostrar que Sánchez no tiene el más mínimo respeto por la institución a la que representa ni por los ciudadanos a los que se dirige. No es sólo que haya utilizado el Palacio de la Moncloa para hacer un mitin (solo le ha faltado salir a pegar carteles a continuación), sino que no ha mentido más porque no ha tenido más tiempo. Ha enlazado una falacia tras otra tratando de justificar la coalición negativa que le encumbró; en el colmo de la cara dura ha afirmado que ha impulsado una televisión pública plural y ejemplar; él, que hizo filibusterismo puro y duro para ganar la moción de censura enmascarando su verdadera intención de mantenerse en el poder todo el tiempo que pudiera, ha llamado filibusteros a los partidos de la oposición por negarse a apoyar unos presupuestos que han sido rechazados por todas las instituciones públicas y privadas, nacionales y europeas; y en una exhibición de hipocresía se ha atribuido una serie de logros conseguidos con los presupuestos de Rajoy para concluir que debe convocar elecciones para no seguir "paralizado"... gobernando con los presupuestos de Rajoy.

Su mayor alarde de cinismo ha sido afirmar que su objetivo fue unir a los españoles. Su propósito ha sido y es revivir la vieja y letal idea de las dos Españas; pero creo que se ha excedido tanto en sus cesiones a los enemigos de España, que ha insultado tanto a quienes estamos hasta el gorro de pedir perdón por ser españoles, "porque apenas sí nos dejan decir que somos quienes somos", que, muy a su pesar, ha conseguido unir a los españoles contra aquellos que quieren destruir la unidad de la Nación e implantar la diversidad de derechos entre los españoles. Esa es la única verdad.

Pero lo que mejor retrata la calaña del aún presidente no es lo que dice sino lo que calla. De las palabras del inquilino de La Moncloa pareciera como que los retos a los que está sometida la sociedad española y nuestra propia democracia son idénticos a los de cualquier país de nuestro entorno. Es una vergüenza y define bien al personaje que Sánchez apenas sí haya mencionado el principal problema de España: la pulsión separatista que ha hundido Cataluña y que nos amenaza a todos. España es hoy un país en el que peligra el derecho efectivo a la igualdad entre españoles, pues la ruptura de la convivencia entre españoles que se extiende desde Cataluña en forma de golpe de Estado se ha convertido en un riesgo real desde el momento en el que Sánchez selló su alianza con los promotores de la sedición.

Solo un político como Sánchez, un hombre sin escrúpulos, podía sellar un acuerdo con aquellos que defienden que la nación española es una ficción impuesta por la dictadura franquista. Solo un político sin escrúpulos puede mantener un acuerdo con quienes siguen adoctrinando en el odio a España y en la mentira sobre nuestra historia; sólo un político sin escrúpulos puede mantener alianzas con quienes quieren enterrar la Transición, el mayor logro de las generaciones que nos precedieron. El legado de Sánchez es un país roto, confrontado, sin autoestima, en el que la propaganda y el circo han sustituido a la política y la demoscopia a la democracia. Pero esta situación no es producto de la torpeza o de la mala suerte sino consecuencia de la estrategia de un político sin escrúpulos que nunca ha cuestionado los métodos para conseguir su objetivo: el poder. Por eso, porque para él todo vale, Sánchez no podía irse sin hacer una nueva machada: despilfarrar 130 millones de euros convocando elecciones en fecha diferente de las municipales, europeas y autonómicas del próximo mes de mayo. Si a eso le sumamos el deterioro institucional y de la convivencia que España ha sufrido en estos nueve meses es fácil concluir que Sánchez le ha salido muy caro a nuestra democracia.

Pero, en fin, que el 28 nos vemos en las urnas. Y yo creo que España tiene talento suficiente para salir de esta encrucijada. Y no vamos a permitir que nadie nos diga cómo ser españoles en la única España que nos importa, la Constitucional, la democrática.

Rosa Díez es cofundadora de Basta Ya! y de UPyD.
Me autocito para decir que este artículo de rosa diez no tiene desperdicio: cala bien calao al personaje del que habla
y hubiese puesto muchas de sus palabras en negrita, porque me llamaron mucho la atención, pero me reprimo y lo pongo tal cual viene en prensa
 
Me autocito para decir que este artículo de rosa diez no tiene desperdicio: cala bien calao al personaje del que habla
y hubiese puesto muchas de sus palabras en negrita, porque me llamaron mucho la atención, pero me reprimo y lo pongo tal cual viene en prensa

Totalmente de acuerdo. Gracias por compartir.
Lo malo es lo que tendremos que ver todavía. Este va a patalear hasta el final
 
POLÍTICA
La anécdota de Fray Luis de León que el libro de Pedro Sánchez atribuye a San Juan de la Cruz
En 'Manual de resistencia' se confunde la autoría de la famosa cita "como decíamos ayer"

  • 19 FEB 2019 - 20:39 CET

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    VERNE 19 FEB 2019 - 20:39 CET
    El comienzo del tercer capítulo de Manual de resistencia, el libro de Pedro Sánchez, habla de sus sensaciones al regresar a la secretaría general del PSOE en mayo de 2017. Estas son las últimas líneas del párrafo en el que explica cómo se sintió el día después de ganar las primarias.

    "Mis conductores, Pablo y Fernando, trabajadores y militantes del partido, me recogieron en la puerta de casa, como habían estado haciendo durante los dos años y medio de mi etapa como secretario general. Sin embargo, al contrario de lo que suelen hacer, estaban esperándome fuera, de pie junto al coche. Al verme me dieron un abrazo. No dijeron nada, solo "buenos días" y un abrazo. Se subieron y me preguntaron "¿a Ferraz?". Me acordé de San Juan de la Cruz en Salamanca: "Como decíamos ayer...".

    Sánchez hace referencia a una de las anécdotas más conocidas de la Universidad de Salamanca, pero confunde al protagonista. Aunque no está claro que lo dijese realmente, se atribuye a Fray Luis de León la frase "como decíamos ayer", que habría pronunciado en el siglo XVI en su primera clase tras pasar varios años en la cárcel. San Juan de la Cruz fue alumno de Fray Luis de León. Esta confusión ha hecho que los dos religiosos hayan sido trending topic en Twitter este martes 19 de febrero.






  • Fray Luis de León, nacido en 1527 en lo que hoy es la provincia de Cuenca, es uno de los personajes más conocidos de la Universidad de Salamanca, la más antigua de España. Está representado en la estatua situada frente a la fachada de la universidad. La cita más famosa que se le atribuye, "como decíamos ayer", es tan conocida que fue utilizada como lema del octavo centenario de esta institución educativa: "Decíamos ayer, diremos mañana".

    Fray Luis de León habría dicho esas palabras en su primera clase tras pasar cuatro años en la cárcel en Valladolid. La Inquisición le encerró en 1572, entre otros motivos, por traducir el Cantar de los Cantares (uno de los libros del antiguo testamento) del hebreo al castellano, a pesar de no tener autorización. Permaneció en la cárcel hasta 1576. Al volver a impartir su cátedra en la Universidad de Salamanca, habría pronunciado su famosa frase en latín: "Dicebamus hesterna die" (como decíamos ayer).

    Miguel de Unamuno, también según la tradición popular de la Universidad de Salamanca, pronunció esas palabras en su primera clase tras ser restituido como rector. Fue desterrado varios años durante la dictadura de Primo de Rivera. Volvió en 1930, a las puertas de la Segunda República, cuando habría dicho la frase que cuatro siglos antes utilizó Fray Luis de León. Uno de los últimos libros publicados sobre este intelectual, en noviembre de 2018, se titula Como decíamos ayer. Conversaciones con Unamuno, del autor Miguel Ángel Malavia.

    ¿Quién ha escrito el libro de Pedro Sánchez?

    Pedro Sánchez es el primer presidente de la democracia española que publica un libro mientras está en activo. Irene Lozano, secretaria de Estados de la España Global, exdiputada de UPyD y también del PSOE, es la autora material de la obra. “Este libro es fruto de largas horas de conversación con Irene Lozano, escritora, pensadora, política y amiga. Ella les dio forma literaria a las grabaciones, prestándome una ayuda decisiva. Sirvan estas líneas de agradecimiento”, escribe Sánchez en el prólogo.

    Manual de resistencia empieza contando los inicios políticos de Sánchez y termina con las primeras decisiones de su Gobierno. Como explica EL PAÍS en este artículo, los contactos para la realización del libro empezaron en 2015, mucho antes de que Sánchez plantease la moción de censura contra Mariano Rajoy que le convirtió en presidente del Gobierno.

    * También puedes seguirnos en Instagram y Flipboard. ¡No te pierdas lo mejor de Verne!

    La anécdota de Fray Luis de León que el libro de Pedro Sánchez atribuye a San Juan de la Cruz https://verne.elpais.com/verne/2019/02/19/articulo/1550600730_539647.html?id_externo_rsoc=TW_CC vía @verne
 
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