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Tarta espiral de verduras, receta paso a paso
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La verdura es un alimento saludable al que se le va cogiendo el gusto con el transcurso de los años. Quizás porque sabemos que es beneficiosa para el organismo, o bien, porque nuestros gustos evolucionan y terminamos encontrándola sabrosa. Sin importar cuál sea la razón, a continuación, te enseñaré a elaborar una tarta espiral de verduras que fue creada por Sonia Ezgulian en Francia, y ya ha logrado dar la vuelta al mundo, al igual que la tarta de manzana. Su resultado es espectacular. ¿te animas a hacerla?

Ingredientes
  • 1 lámina de hojaldre
  • 5 zanahorias
  • 4 calabacines
  • 1 huevo
  • 75g de queso de cabra
  • Aceite de oliva c/n
  • Sal c/n


Elaboración paso a paso
  1. Precalienta el horno a 180° C.
  2. Cubre un molde de tarta de 22cm de diámetro con la masa y retira lo que sobre.
  3. Pon un círculo de papel sulfurizado sobre la masa de la tarta y agrega judías secas para que la masa no se hinche.
  4. Hornea durante 8 minutos, quita las judías y cocina durante 4-5 minutos más hasta que la masa se dore. Esta precocción te permitirá que las verduras no queden hundidas en la masa.
  5. Lava los calabacines y crea láminas con un pelador de verduras. Cuécelas al vapor durante 60 segundos.
  6. Ahora lava las zanahorias, pélalas y forma láminas también con el pelador de verduras. Cuécelas al vapor durante un minuto.
  7. Mezcla en un recipiente el huevo con el queso de cabra y la sal al gusto.
  8. Extiende la mezcla sobre la base de la tarta precocida y coloca las láminas de calabacion en las paredes del molde, de manera perpendicular a la base de la tarta. Colócalas de afuera hacia adentro.
  9. Haz lo mismo con las zanahorias y continúa este proceso, alternando láminas de calabacines y zanahorias hasta rellenar toda la base por completo.
  10. Pincela la superficie con aceite y hornea la tarta espiral de verduras durante 15-20 minutos.
Además de quedar súper colorida y bonita, esta tarta de verduras es deliciosa. Otra opción es añadir jamón cocido entre las láminas de calabacines y zanahorias. Quedará de maravilla. ¡Buen apetito!

 
Muffins de zucchini

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Ingredientes



Paso a Paso

  • Picar el zucchini con sus flores.
  • En una sartén con manteca cocinar los zucchinis picados.
  • Salar y agregar azúcar.
  • Amasar : manteca, azúcar, huevos, harina 0000 y una pizca de polvo de hornear.
  • Agregar los zucchinis salteados previamente.
  • Agregar ralladura de limón.
  • Rellenar los pilotines para horno con la mezcla y terminar agregando trozos de zucchini picados con su flor.
  • Llevar a horno 180°C por 20 minutos.
 
Pan de leche japonés
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Ingredientes para Pan de leche japonés
  • Para el tangzhong: 15 g. harina de fuerza
  • 45 g. leche entera
  • 45 g. agua
  • Para la masa del pan japonés: 385 g. harina de fuerza
  • 50 g. azúcar
  • 160 g. leche
  • 60 g. mantequilla
  • 1 huevo L
  • 5 g. levadura seca liofilizada para hacer pan (o 15 g. levadura fresca de panadería)
  • 1 cdita. sal
Cómo preparar pan de leche japonés.

Cocinar es para mí un placer. Tanto si hablamos de recetas sencillas como muy elaboradas, disfruto siempre del proceso. En ocasiones, esos momentos para disfrutar en la cocina son verdaderamente increíbles, cuando descubro recetas inspiradoras, preparo platos aparentemente complicados con éxito o consigo masas de textura perfecta.

Este último es el caso de la receta de hoy, un pan de leche japonés que es desde ya mi receta de masa /tipo brioche preferida, diría que rivaliza con mi masa dulce preferida, el roscón de reyes.

Cuando hablo de pan de leche japonés me estoy refiriendo al pan de Hokkaido, isla japonesa que lleva el nombre de este pan. Es en esta isla donde se supone el origen de una técnica de cocina que es la base de esta receta, el tangzhong.

El tangzhong es un invento japonés con el que se consigue un pan suavísimo, húmedo y esponjoso. Se trata de una papilla a base de agua y/ agua y harina en proporción 1:5 o 1:6 que al calentarse forma un gel de almidón. Este gel hace que el agua permanezca en su interior como si se quedara cautiva que será la que aporte al pan.

Toda esta explicación cobrará nuevo sentido en el momento en que preparéis este pan en casa. Conseguir una masa de este calibre, húmeda, esponjosa, con sabor y trabajada, sabiendo que el porcentaje de mantequilla y azúcar es mínimo, es para mí sorprendente.

Como enamorado que soy de las masas fermentadas y principalmente del pan brioche, este pan de leche japonés y sobre todo la técnica del tangzhong os aseguro que están a la altura del mejor de los reposteros.


Preparación de tangzhong
  1. En un cazo pequeño añadimos los ingredientes del tangzhong. Incorporamos los 45 g. de agua, los 45 g. de leche y los 15 g. de harina.
  2. Calentamos a fuego medio/bajo sin parar de remover. Cuando vemos que tenemos una mezcla sin grumos y que ha comenzado a espesar, retiramos el cazo del fuego.
  3. Tapamos el cazo y dejamos que el tangzhong se enfríe para poder emplearlo más adelante.
Amasado pan de leche japonés
  1. Con el accesorio del gancho, amasamos los ingredientes hasta que queden integrados, en una masa homogénea.
  2. Añadimos la mantequilla derretida y continuamos el amasado. Trabajaremos la masa durante 15-20 minutos. Intercalaremos momentos de descanso de 3-4 minutos con la máquina parada, que servirán de reposo a la masa. Estos momentos son tan importantes para un buen amasado como el trabajo de acción.
  3. La masa estará lista cuando esté muy elástica. Lo ideal sería conseguir el “efecto sábana” Tendríamos que conseguir estirar la masa hasta que nos quede casi transparente entre los dedos. En el vídeo se aprecia cómo es este efecto.
  4. Colocamos la masa en un bol engrasado, cubrimos con papel transparente y dejamos que fermente, en lugar cálido, durante 1 hora.
Formación pan leche japonés
  1. Después de esta primera fermentación, volcamos la masa sobre una superficie de trabajo enharinada.
  2. Desgasamos la masa para retirarle las burbujas de aire que pueda tener en su interior. Para ello la trabajamos ligeramente durante unos segundos.
  3. Ese lugar cálido puede ser el interior del horno, apagado y templado.
  4. Una vez que la masa haya fermentado, pintamos las bolas con leche.
Horneado y presentación final del pan japonés
  1. Con el horno previamente caliente a 180ºC, con calor por arriba y por abajo, sin ventilador, horneamos el pan de leche durante 25 minutos. Si vemos que es necesario, cubriremos el pan con papel de aluminio para evitar que se dore en exceso.
  2. Retiramos el molde del horno y dejamos que se temple durante 10 minutos sobre una rejilla. Desmoldamos y dejamos enfriar totalmente sobre la rejilla antes de disfrutarlo.
Una manera deliciosa de preparar pan dulce en casa. Podéis ver todas las fotos del paso a paso en este álbum de receta de pan japonés.

 
Panqueques - Pancakes

Indonesia


Serabi

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Panqueque en Indonesia llamado como panekuk.
El panqueque indonesio serabi está hecho de harina de arroz y leche de coco.
El plato a menudo se sirve con kinca, un espeso jarabe de azúcar de coco de color marrón.
Otros ingredientes pueden incluir azúcar, maní molido, plátanos en rodajas, jaca y otras frutas y chocolate.
Otras variaciones incluyen queso cheddar, carne en conserva, pollo desmenuzado y salchichas. Otros tipos de panqueques en Indonesia son dadar gulung, kue ape, kue apem, kue cubit, kue cucur, kue terang bulan, murtabak, poffertjes, roti canai y roti jala.

1587442718670.jpeg dadar gulung

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kue ape

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1587442995478.jpegKue cucur

1587443064576.jpeg Roti jala


Fuente: Wikipedia
 
Tarta Sacher – Sachertorte
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Origen de la Tarta Sacher.
Esta tarta es una de las especialidades más famosas en Austria. Fue inventada por el austriaco Franz Sacher en el año 1832 para el príncipe KlemensWenzel von Metternich en Viena.

Por lo visto había alguna elaboración similar a esta tarta con anterioridad. En el año 1718 una tarta muy similar aparecía en el libro de cocina de Conrad Hagger y en el año 1749 se encuentra otra receta parecida en el libro “Wienerisches bewährtes Kochbuch“.

Se dice que el principe Wenzel von Metternich encargó a su chef personal la creación de un postre especial para recibir a unos invitados importantes. El jefe de cocina cayó enfermo y tuvo que delegar la responsabilidad a su aprendiz de 16 años, Franz Sacher. El príncipe le pidió a Sacher que no le avergonzara ante sus invitados, y así fue. Elaboró esta maravillosa tarta, que no tuvo la atención esperada en aquel momento.

Franz Sacher completó su formación en Bratislava y Budapest, terminando por instalarse en su ciudad natal, Viena. Allí abrió una tienda especializada en delicatessen y vinos.

Continuando la tradición.
Eduard, el hijo mayor de Franz Sacher, continuó con el legado culinario de su padre y terminó su formación en Viena en la panadería Demel, donde perfeccionó la tarta de su padre llevándola al aspecto con el que la conocemos en la actualidad.

Ingredientes para la Tarta Sacher
PARA EL BIZCOCHO (molde de 18 cm de diámetro):
  • 100 g de harina de repostería
  • 110 g de almendra molida
  • 110 g de mantequilla sin sal a temperatura ambiente
  • 110 g de azúcar glas
  • 6 yemas
  • 6 claras
  • 110 g de azúcar
  • 150 g de chocolate negro 70%
  • 10 g de levadura química (tipo Royal)
PARA EL RELLENO:
  • 300 g de mermelada de albaricoque
PARA LA COBERTURA:
  • 200 g de chocolate negro 70%
  • 200 g de nata líquida para montar
  • 47 g de mantequilla sin sal a temperatura ambiente
PARA DECORAR:
  • ganache: 125 g de nata líquida para montar + 90 g de chocolate negro 70%
  • 1-2 orejones troceados longitudinalmente + 1 cucharada de miel
  • almendra crocanti
  • polvo dorado comestible

Elaboración
Preparamos el bizcocho.
  1. Forramos un molde de 18 cm de diámetro, reservamos.
  2. Precalentamos el horno a 170ºC con calor arriba y abajo.
  3. Tamizamos la harina junto con el impulsor químico, reservamos.
  4. Fundimos el chocolate al baño maria, reservamos.
  5. En el bol de la KA añadimos la mantequilla junto con el azúcar glas. Mezclamos con la pala hasta blanquear. Obtendremos una mezcla blanquecina y cremosa.
  6. Añadimos las yemas y seguimos mezclando durante unos 5 minutos. Obtendremos una mezcla muy cremosa.
  7. Mientras se baten las yemas junto con la mantequilla, montamos las claras hasta obtener un merengue. Una vez que las claras comiencen a montarse, añadimos el azúcar poco a poco hasta obtener un merengue que haga picos suaves. Reservamos.
  8. Incorporamos la almendra molida, a la mezcla de mantequilla y yemas, y mezclamos hasta homogeneizar.
  9. Vertemos el chocolate negro fundido y mezclamos de nuevo hasta que se integre por completo.
  10. Con ayuda de una espátula de silicona, comenzamos a añadir el merengue poco a poco a la mezcla del bizcocho. Lo haremos con movimientos suaves y envolventes para favorecer que estas se integren con la mezcla del bizcocho.
  11. Añadimos la harina e integramos en la mezcla con movimientos suaves y envolventes. Lo haremos solo hasta que no queden restos de harina.
  12. Vertemos la mezcla en el molde, alisamos ligeramente la superficie y golpeamos suavemente para asentar la masa.
  13. Horneamos durante 60-75 minutos o hasta que insertando un palillo en el centro, este salga limpio.
  14. Sacamos del horno y dejamos reposar en el molde durante 15 minutos.
  15. Desmoldamos y dejamos enfriar por completo, con la parte superior boca abajo y apoyada en la rejilla de modo que la base quede ahora arriba, hasta que enfríe por completo.
  16. Una vez que haya enfriado por completo lo envolvemos en film y refrigeramos durante toda la noche.
Rellenamos la tarta.
  1. En un cazo añadimos la mermelada de albaricoque y colocamos a calor medio bajo.
  2. Dejamos hasta que adquiera un poco de temperatura para que tome una textura más líquida.
  3. Con ayuda de una lira, cortamos el bizcocho por la mitad.
  4. Rellenamos el interior con 3/4 partes de la mermelada.
  5. Cubrimos la otra mitad de bizcocho y pincelados todo el exterior con la mermelada restante.
  6. Refrigeramos durante 10 minutos.
Preparamos la cobertura.
  1. En un bol añadimos el chocolate troceado junto con la mantequilla, reservamos.
  2. En un cazo vertemos la nata y calentamos a calor medio bajo.
  3. Retiramos del calor y vertemos sobre el chocolate. Dejamos reposar 2-3 minutos y removemos hasta obtener una mezcla homogénea y muy brillante.
Damos la primera capa de cobertura.
  1. Con ayuda de una espátula, cubrimos toda la superficie con una capa fina de ganache de chocolate. Procuraremos dejarla lisa, en medida de lo posible.
  2. Refrigeramos durante 10-15 minutos para que esta capa exterior endurezca.
Glaseamos.
  1. Colocamos la tarta sobre una rejilla y, bajo esta, un a fuente que recoja el excedente de chocolate.
  2. Templamos ligeramente, al baño maria, la cobertura de chocolate y vertemos sobre la tarta.
  3. Dejamos que escurra el excedente durante unos minutos.
  4. Con ayuda de una pala, retiramos la tarta de la rejilla y pasamos a un stand.
Decoramos la tarta.
  1. En un cazo pequeño añadimos una cucharada de miel junto con los orejones troceados.
  2. Colocamos a calor medio y dejamos 1-2 minutos para que esta se funda y recubra por completo los trozos de orejones.
  3. Retiramos del calor, sacamos del cazo y dejamos escurrir en una rejilla.
  4. Introducimos la ganache en una manga pastelera con boquilla de agujeros y decoramos la superficie.
  5. Disponemos unos trozos de orejones, almendra crocanti y terminamos espolvoreando un poco de polvo dorado comestible.
  6. Servimos.
    Tarta Sacher

 
Panqueque de harina de arroz de Indonesia (Serabi Solo)

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La leche de coco más fresca traerá un mejor resultado de este panqueque.


Serabi es un postre tradicional que se transmite de generación en generación en Indonesia, particularmente en la isla de Java. El sabor salado se combina con el sabor dulce de cada cobertura lo hace perfecto como postre o merienda entre sus comidas grandes.

Ingredientes

Ajustar porciones:
100 gramos de harina de arroz
1 cucharada de harina de trigo
350 ml de leche de coco espesa
25 gramos de azúcar granulada
1/2 cucharadita de vainilla en polvo
1/2 cucharada de levadura seca instantánea
1/4 cucharadita de bicarbonato de sodio
1/4 cucharada de sal
1 hoja de pandan
85 gramos de queso cheddar
5 cucharadas de chispas
50 gramos de Jackfruit

Paso 1
En una sartén de tamaño mediano, cocine la leche de coco y la hoja de pandan para hervir. Sigue revolviendo mientras hierves.

Paso 2
Saque 50 ml de leche de coco hervida y póngalo a un lado, y enfríe el resto hasta que esté caliente.

Paso 3
Mezcle la harina de arroz, la harina de trigo, los azúcares granulados, el polvo de vainilla, la levadura seca, el bicarbonato de sodio y la sal en un tazón grande y mezcle uniformemente todos esos ingredientes.

Paso 4
Vierta gradualmente 300 ml de leche de coco tibia en la mezcla y revuelva con un batidor de alambre.
Déjalo reposar hasta que se forme espuma o aproximadamente 1 hora.

Paso 5
Precaliente la sartén en miniatura antiadherente (3 o 4 pulgadas) a fuego lento durante 10 minutos completos.

Paso 6
Revuelva la masa y vierta una cucharada llena con un cucharón, extienda uniformemente sobre una sartén caliente y cubra.
Verifique cada 1 o 2 minutos hasta que se formen poros.

Paso 7
Coloca una cucharada de 50 ml de leche de coco reservada antes y vierte en el centro de la sartén.
Cúbralo con chispas, queso rallado o pequeños trozos de jaca según su preferencia. Cubra hasta que esté cocido.

Paso 8
Para servir, puede colocarlo en una hoja de plátano o en un plato pequeño.

 
Tarta soufflé de limón
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La tarta souflée.
Seguro que muchos de vosotros conocéis esta tarta y la habéis comido en más de una ocasión. Pero hace como un par de años que es bastante complicado encontrar una pastelería que la haga. La última vez que mis padres me la compraron fue hace justo 2 años, en una pastelería que estaba cerca de donde ellos trabajan. Aquel año el dueño se jubiló, cerró la pastelería y no ha habido manera de encontrarla en ningún sitio.

Mi madre siempre preguntaba en distintas pastelerías si podían hacérsela y siempre le respondían que no… Que es una tarta muy laboriosa y que no les compensaba. Por esa misma razón me propuse aprender a hacerla para poder disfrutarla siempre que quisiera. De hecho este año la Tarta Souflée de mi cumpleaños la hice yo ?

Tarta soufflé de limón

Pala de porcelana Laura Ashley de Claudia & Julia


Tengo que decir que no ha sido nada fácil encontrar la receta porque con el nombre que yo la conocía no había ni una sola receta en ningún sitio. Todas las imágenes que veía eran de pastelerías y la descripción que daban no guiaba mucho de que podía estar hecho el relleno.

Pero un día, viendo un programa de Paco Torreblanca vi que estaba preparando un chiboust. Además mencionó la palabra “souflée” y “limón” ¡Esto era lo que yo estaba buscando! ¡La crema chiboust!

Origen del Chiboust.
Esta crema surgió de la mano de un pastelero francés que se llamaba Fauvel Chiboust en el año 1846. La razón por la que Fauvel creó este relleno era para lograr un relleno más consistente para la Tarta Saint-Honoré, tarta que elaboró para honrar al Santo.

En origen, esta tarta se elaboraba con una masa de brioche y se rellenaba con crema pastelera en invierno y crema Chantilly en verano. Este tipo de rellenos, exigía que las tartas se tuvieran que rellenar conforme llegaban los pedidos puesto que pasadas un par de horas se reblandecían.

De modo que Fauvel creó una crema elaborada con una base de crema pastelera y merengue italiano a la que, además, se le añadiría un poco de gelatina para aportar mayor estabilidad. Fue todo un éxito.

Este tipo de crema es muy versátil puesto que permite ser aromatizada con distintos sabores.Hoy en día, la crema Chiboust, es un gran recurso en la repostería muy utilizado en diferentes tipos de elaboraciones.

Una pequeña variación.
Esta tarta siempre la he conocido con un interior que combinaba el chiboust con un corazón de nata montada. El día de mi cumpleaños sí la hice de este modo, pero en casa la prefieren solo con nata en el exterior.

En caso de que queráis hacerlo, solo tendréis que montar nata y colocarla en un molde de semiesfera que concuerde con el tamaño de la tarta. No debe ser muy grande, debería ocupar 1/4 de su volumen. Después congeláis la nata hasta el momento de montar la tarta.

Cuando tengáis el chiboust en el bol, colocáis la nata congelada en el centro y presionáis para igualar la altura. Después colocad el bizcocho, del mismo modo que os muestro en el vídeo, y proceded cómo os muestro en la receta.



Ingredientes

PARA EL BIZCOCHO GENOVÉS:

  • 4 hevos L
  • 100 g de harina floja de repostería
  • 100 g de azúcar
  • 20 g de maicena
  • pizca de sal
PARA EL CHIBOUST DE LIMÓN:

Crema pastelera de limón:

  • 250 g de leche entera
  • 8 yemas de huevo L
  • 30 g de maicena
  • 40 g de azúcar
  • 4 hojas de gelatina (8 g)
  • la piel y el zumo de un limón
Merengue:

  • 175 g de azúcar + 50 g de agua
  • 175 g de claras + 45 g de azúcar
PARA LA NATA MONTADA:

  • 150 g de nata líquida para montar, muy fría
  • 1 y 1/2 cucharada de azúcar glas
PARA DECORAR:
  • azúcar para tostar el exterior, mejor si es la variedad demerara
Elaboración

PRIMER DÍA
Preparamos el bizcocho genovés.
  1. Tamizamos la harina y mezclamos con la maicena y la sal. Reservamos.
  2. Separamos las yemas de las claras. Incorporamos las yemas en un bol, que soporte el calor, junto con la mitad del azúcar.
  3. Colocamos el bol sobre un cazo con un poco de agua al baño maria sin que esta llegue a ebullición a calor medio bajo.
  4. Batimos con las varillas eléctricas hasta blanquearlas. Observaremos que adquieren un color blanquecino.
  5. Retiramos del calor y reservamos.
  6. Montamos las claras con la otra mitad de azúcar hasta obtener un merengue firme y brillante.
  7. Incorporamos las yemas blanqueadas con el merengue y mezclamos con movimientos suaves y envolventes.
  8. Comenzamos a añadir la harina poco a poco e integrando en la mezcla con movimientos envolventes. Nunca debemos batir o remover la mezcla, de lo contrario bajaremos el merengue.
  9. Pasamos la mezcla a una manga pastelera.
Horneamos.
  1. Precalentamos el horno a 200ºC con calor arriba y abajo.
  2. Forramos una bandeja perforada con papel de horno. Para evitar que las puntas del papel se levanten o se mueva cuando escudillamos la masa, disponed unos pequeños “pegotes” de masa en las esquinas. De esta forma el papel se quedará fijo.
  3. Cortamos la punta de la manda pastelera y escudillamos la masa. Realizaremos un rectángulo y después rellenaremos el interior procurando ejercer la misma presión durante todo momento.
  4. Si tenemos más masa en la manga pastelera, crearemos líneas alrededor del rectángulo.
  5. Introducimos en el horno durante 8-10 minutos. Veremos que adquiere un ligero color dorado por la superficie. Además si presionamos la superficie del bizcocho, volverá a su estado inicial.
  6. Sacamos del horno y dejamos enfriar por completo sobre una rejilla.
Preparamos la crema pastelera para el chiboust.
  1. Llenamos un bol con agua muy fría y sumergimos la gelatina. Dejaos hidratar durante 10 minutos.
  2. En un cazo añadimos la leche junto con la piel de limón, colocamos a calor medio y dejamos hasta que llegue a una ebullición suave.
  3. Por otro lado, en un bol batimos las yemas junto con el azúcar, la maicena y el zumo de limón (en el vídeo no se ve cuando añado el zumo justo después del azúcar, se me paró la cámara...). Mezclamos bien con ayuda de unas varillas.
  4. Una vez que la leche haya llegado a ebullición, vertemos un poco (con la ayuda de un colador para evitar que se cuele nata y/o la piel de limón) a la mezcla de yemas.
  5. Batimos bien con las varillas para templarlas y evitar que se formen grumos.
  6. Incorporamos el resto de la leche y mezclamos de nuevo.
  7. Volcamos la mezcla al cazo y colocamos a calor medio sin dejar de remover. Observaréis que la textura se irá volviendo más densa.
  8. Cocinaremos hasta que la crema tensa una textura cremosa y ligeramente densa.
  9. Retiramos del calor e incorporamos la gelatina hidratada. Recordad que debemos escurrir muy bien la gelatina de modo que no incorporemos nada de agua.
  10. Removemos muy bien, y enérgicamente, con las varillas para que la gelatina se disuelva e integre por completo.
  11. Dejamos a un lado mientras preparamos el merengue italiano.
Preparamos el merengue italiano.
  1. En un cazo mediano añadimos el agua junto con el azúcar y, sin remover, colocamos a calor medio.
  2. Dejamos hasta que alcance una temperatura de 121ºC, lo ideal sería ayudarnos de un termómetro digital.
  3. Mientras se cocina el almíbar, batimos las claras junto con los 45 g de azúcar hasta obtener un merengue que forme picos suaves.
  4. Una vez que alcance los 121ºC retiramos del calor y comenzamos a integrar sobre las claras en un hilo fino y continuo. Lo haremos a la vez que batimos el merengue a una velocidad media. La apariencia final será un merengue firme y muy brillante.
Formamos el chiboust.
  1. En un bol grande volcamos la crema pastelera, que debe estar templada, junto con el merengue italiano recién hecho. Este aún estará caliente.
  2. Añadimos una pequeña cantidad de merengue y mezclamos con ayuda de una espátula. Lo haremos con movimientos suaves y envolventes, nunca removiendo o batiendo con mucha energía. De lo contrario se nos bajará el souflée.
  3. Seguimos añadiendo más merengue e integrando en el chiboust con suavidad hasta que hayamos integrado todo.
  4. Reservamos.
Colocamos en un molde.
  1. Forramos un bol de aluminio con un diámetro de 20 cm de diámetro (un bol de Ikea) con film. Aseguraos que toda la superficie está cubierta por completo.
  2. Vertemos el chiboust en el interior y alisamos la superficie.
Cortamos el bizcocho genovés.
  1. Separamos el bizcocho del papel de horno, lo haremos con cuidado para no romperlo. Le damos la vuelta de modo que el lado tostado quede hacia abajo.
  2. Con ayuda de otro bol de aluminio del mismo diámetro que el anterior, cortamos un círculo de bizcocho.
  3. Colocamos sobre la crema de chiboust, que ya tenemos en el interior del bol, con el lado más blanco mirando al interior.
  4. Presionamos suavemente para asegurarnos que no quedan burbujas de aire entre la crema y el bizcocho.
  5. Cubrimos con film la superficie y refrigeramos durante 6-7 horas.
  6. Una vez que esté frío, congelamos hasta el día siguiente.
SEGUNDO DÍA
Caramelizamos la superficie.

  1. Sacamos el bol del congelador y desmoldamos con cuidado.
  2. Colocamos un plato o disco de tarta, donde lo vayamos a presentar, sobre el bol y volteamos. Retiramos todo el film.
  3. Espolvoreamos azúcar blanco o demerara (este último mucho mejor) y quemamos con el soplete Kitchen Craft. No os quedéis demasiado tiempo en una zona para evitar que un exceso de calor pueda estropearla.
  4. Refrigeramos hasta el momento de servir. Si vamos a servirlas en 2-3 horas, os recomiendo refrigerarla 30 minutos después de quemar con el soplete y después dejarla a temperatura ambiente para que termine de descongelar.
Preparamos la nata montada.
  1. Antes de disponernos a montar la nata debemos asegurarnos de dos cosas:
  • La nata debe estar al menos 24 horas en el frío
  • El bol donde montemos la nata debe estar frío. Os recomiendo utilizar uno de aluminio e introducirlo en el congelador 20 minutos antes de disponernos a montar la nata.
  • Para ver cómo montar nata en casa, podéis hacerlo en este vídeo.
  1. Vertemos la nata en el bol frío y comenzamos a montar con unas varillas eléctricas a velocidad 1.
  2. Una vez que comience a tomar cuerpo, añadimos el azúcar poco a poco y sin dejar de batir. Aumentaremos la velocidad de manera gradual pero sin llegar nunca a la máxima. Lo ideal es una velocidad media.
  3. Batimos hasta que obtengamos una nata con mucho cuerpo. Cuidado de no sobre batirla o haremos mantequilla…
  4. Cubrimos el bol con film y refrigeramos hasta el momento que vayamos a decorar la tarta.
Decoramos.
  1. Introducimos la nata en una manga pastelera y utilizamos una boquilla estrellada ancha. Yo he utilizado la boquilla 6B de Wilton.
  2. Decoramos con nata todo el borde inferior que rodea la tarta. Podéis hacerlo del modo que más os guste.
  3. Decoramos con unas flores o pétalos amarillos, si lo deseamos, y servimos.
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Notas
  • Para favorecer que el merengue monte un poco mejor podemos añadir unas gotas de zumo de limón natural o una pizca de cremor tártaro. Tened en cuenta que este último aporta un poco de sabor.
  • El olor de la crema pastelera os recordará mucho al lemon curd, solo que el sabor de esta crema es mucho más suave.
  • Podéis utilizar extracto de limón si lo deseáis en lugar de zumo.
  • La crema pastelera y el merengue italiano deben tener calor aún cuando los integremos. La crema estará templada mientras que el merengue estará un poco más caliente puesto que lo usaremos nada más terminarlo.
 

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