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Pastel de patatas y atún al horno


Pastel de patatas y atún al horno
Pastel de patatas y atún al horno
Con esta receta de pastel de patatas y atún al horno te montas un plato de fiesta es un momento, y con unos pocos ingredientes sencillos que siempre tienes en casa.



INGREDIENTES para 4 personas

  • 2 patatas grandes
  • 3 latas de atún
  • 1 huevo
  • Aceitunas verdes sin hueso
  • Una lata de pimientos del piquillo o morrones
  • Un tazón de mayonesa casera
  • Sal, pimienta
  • Aceite de oliva

ELABORACIÓN del Pastel de patatas y atún al horno
Pastel de patatas y atún al horno paso a paso

  1. En primer lugar, vamos a cocer las patatas y pelarlas. Las aplastamos con un tenedor, prensa patatas o pasapurés. Añadimos aceite de oliva al gusto para aligerar el puré y lo salpimentamos. No hay que aclararlo con leche, debe quedar espeso. Añadimos el huevo batido y mezclamos bien.
  2. Añadimos el atún desmenuzado y mezclamos bien hasta integrar.
  3. Por último, añadimos también las aceitunas y pimientos, todo bien picado. Integramos bien toda la mezcla.
  4. Pasamos a una fuente de horno bien engrasada con aceite de oliva y aplanamos la superficie. No debe quedar una capa muy gruesa para que el pastel no empalague, con unos 3 cm. tendremos bastante. Usa un molde redondo o cuadrado con unas medidas adecuadas para que el pastel quede bien repartido y en esa proporción.
  5. Cubrimos con una capa de mayonesa, haciendo algunas ondas como dibujo que darán una bonita presentación a la capa dorada de la superficie tras el horneado.
  6. Llevamos al horno a 200 °C unos 10 minutos (calor arroba y abajo) y unos minutos más si es necesario solo bajo el grill hasta que la mayonesa esté gratinada.
  7. Dejamos templar cuando lo saquemos del horno. Servimos templado o frío, como prefieras
 
Tarta de otoño, chocolate y caramelo

INGREDIENTES PARA UNA TARTA DE OTOÑO:
Necesitaréis 3 moldes de 12 cm de diámetro y 4 cm de alto.

PARA EL BIZCOCHO:
  • 90 g de claras a temperatura ambiente
  • 170 g de leche entera
  • 1 cucharadita de pasta de vainilla
  • 200 g de harina floja de repostería
  • 170 g de azúcar blanco granulado (reduje cantidad de la receta original)
  • 115 g de mantequilla a temperatura ambiente
  • 1 cucharadita de levadura química o impulsor
  • 1/2 cucharadita de sal
PARA LA CREMA DE CARAMELO:
  • 175 g de crema de queso
  • 45 g de mantequilla
  • 70 g de azúcar blanco granulado
  • 80 g de nata líquida para montar
  • 1 hoja de gelatina o cola de pescado
PARA EL GANACHE DE CHOCOLATE CON LECHE:
  • 450 g de chocolate con leche
  • 300 g de nata líquida para montar
PARA LAS HOJAS DE CHOCOLATE:
  • 100 g de chocolate negro 70%
  • polvo de rubí
  • polvo de oro
  • colorante verde metálico en polvo
  • hojas naturales de plantas
ELABORACIÓN:
PRIMER DÍA

Horneamos los bizcochos.
Necesitamos elaborar los bizcochos con un día de antelación para poder refrigerarlos durante toda la noche. este paso será necesario para «endurecer» la miga (solo por el frío, estos seguirán tiernos) y que nos resulte más fácil trabajar con ellos.
  1. Precalentamos el horno a 160ºC con calor arriba y abajo.
  2. Engrasamos y forramos con papel de horno los moldes. Reservamos.
  3. En un bol añadimos las claras junto con la vainilla y la leche, batimos con ayuda de unas varillas hasta homogeneizar la mezcla.
  4. En el bol de la KA o de una amasadora, añadimos la harina junto con el azúcar, el impulsor y la sal. Mezclamos con una pala para distribuir los ingredientes.
  5. Incorporamos la mantequilla y mezclamos con ayuda de la pala hasta que ambos se combinen. No debemos sobre mezclarlos, tan solo hasta que se integren.
  6. Añadimos 1/3 de la mezcla de claras y batimos a la velocidad más baja durante unos segundos. Paramos, bajamos la mezcla de los lados y añadimos 1/3 más de la mezcla de claras. Volvemos a batir a velocidad baja durante unos segundos, aumentamos un poco la velocidad y mezclamos unos 20 segundos más.
  7. Añadimos el resto de mezcla de claras, mezclamos a velocidad baja solo hasta homogeneizar la mezcla.
  8. Repartimos la mezcla en los tres moldes e introducimos en el horno a media altura.
  9. Horneamos durante 40-45 minutos o hasta que pinchando con un palillo, este salga limpio.
  10. Sacamos y dejamos reposar 5-7 minutos en el molde.
  11. Desmoldamos y dejamos enfriar por completo sobre una rejilla.
  12. Una vez que estén completamente fríos, envolvemos en film de plástico y refrigeramos hasta el día siguiente.
Preparamos la crema de caramelo.
  1. En un cuenco pequeño vertemos agua muy fría e introducimos la gelatina, dejamos hidratar alrededor de 15-20 minutos.
  2. Vertemos la nata en un cazo pequeño y calentamos ligeramente para que adquiera algo de temperatura, reservamos.
  3. En un cazo mediano añadimos el azúcar y colocamos a calor medio, dejamos hasta que comience a fundirse. En ese momento comenzamos a remover con ayuda de una cuchara, tenemos que tener cuidado de no sobrepasar el tiempo expuesto al calor o de lo contrario obtendremos un sabor amargo.
  4. Vertemos la nata poco a poco y sin dejar de remover, una vez que se haya homogeneizado la mezcla, retiramos del calor y añadimos la mantequilla. Mezclamos muy bien hasta integrar los ingredientes por completo.
  5. Dejamos a un lado hasta que la temperatura alcance los 50ºC, es importante no añadir antes la gelatina de lo contrario perderá su efecto gelificante.
  6. Incorporamos la gelatina y mezclamos con ayuda de unas varillas hasta disolver por completo. Dejamos a un lado de nuevo hasta que la temperatura se reduzca a 45ºC.
  7. Incorporamos el queso y mezclamos con ayuda de unas varillas hasta homogeneizar la mezcla.
  8. Vertemos la mezcla en un recipiente hermético e introducimos en el frigorífico hasta el momento que vayamos a utilizarla.
Preparamos las hojas de chocolate.
Estas se pueden elaborar el primer o segundo día, lo dejo a vuestra elección. En este post podéis ver el proceso que hice para otra tarta.

  1. Fundimos el chocolate, podemos hacerlo al baño maria o bien en pequeñas tandas en el microondas. Si optáis por este último, hacedlo durante pocos segundos, removed y volver a darle un golpe de calor.
  2. Lavamos muy bien las hojas, secamos con papel absorbente y procedemos a bañarlas. Lo haremos solo por una de las caras.
  3. Si queréis que se aprecien las betas de la hoja, deberéis bañarlas por el envés. Procurad que la capa tenga algo de grosor, es decir, que no sea un baño muy superficial porque de lo contrario, al intentar separar el chocolate de la hoja, corremos el riesgo de que se nos parta.
  4. Colocamos en un plato amplio o bandeja, dependiendo de la cantidad que hagáis, e introducimos en el frigorífico durante 30 minutos mínimo o durante toda la noche. El chocolate debe endurecer para poder retirarlo de la hoja sin dificultad. Os recomiendo hacer más de las que necesitáis porque siempre se puede romper alguna.
  5. Sacamos del frío y separamos las hojas del chocolate. Debemos hacerlo con delicadeza para evitar que se nos rompan e intentando tocas lo mínimo posible el chocolate.
  6. Pintamos con los colorantes en polvo. Con ayuda de un pincel, que destinemos exclusivamente para uso comestible, pintamos superficialmente sobre la hoja.
    Tarta de otoño, chocolate y caramelo
  7. Alternaremos tonalidades de color hasta la mitad de la hoja para darle un efecto de degradado: oro y rubí, verde y rubí o rubí y verde.
  8. Guardamos en un recipiente hermético y refrigeramos hasta el momento de su uso.
SEGUNDO DÍA

Preparamos el ganache de chocolate con leche.

Para poder trabajar con él necesitaremos que haya enfriado por completo pero que no esté sacado directamente del frío. Debe tener una textura similar a la Nutella®.

Por esa razón, me gusta elaborarlo a primera hora de la mañana y dejar que vaya enfriando a lo largo de esta. En unas 5-6 horas tendrá la textura perfecta para decorar la tarta. También se puede preparar a última hora de la noche y dejar que enfríe a lo largo de esta.

  1. Troceamos muy finamente el chocolate con leche, reservamos.
  2. En un cazo añadimos la nata y colocamos a calor medio hasta que tome temperatura pero sin llegar a hervir.
  3. Retiramos del calor e incorporamos el chocolate picado, mezclamos con ayuda de unas varillas hasta homogeneizar por completo.
  4. Vertemos en un bol y dejamos enfriar por completo a temperatura ambiente.
  5. A medida que vaya enfriando y no suelte mucho calor, tapamos dejando una pequeña abertura para que no condense.
Montamos la tarta de otoño.
  1. Sacamos los bizcochos del frío. Si la parte superior no es lisa, con ayuda de una lira cortamos procurando retirar a menor cantidad posible de este.
  2. Preparamos una base de tarta y sobre esta disponemos una pequeña cantidad de crema de caramelo, de ese modo el bizcocho no resbalará cuando nos dispongamos a rellenarlo.
    Tarta de otoño, chocolate y caramelo
  3. Colocamos un bizcocho y disponemos una capa generosa y uniforme de crema de caramelo. Colocamos otro bizcocho encima y repetimos este proceso. Terminamos con el último bizcocho.
    Tarta de otoño, chocolate y caramelo

    Tarta de otoño, chocolate y caramelo


  4. Repartimos crema de caramelo con una pala por toda la superficie de este y retiramos el exceso ayudándonos de un alisador de bordes. Esta capa nos ayudará a «recoger» posibles migas del bizcocho que podrían salir a la superficie cuando decoremos con la ganache.

  5. Introducimos en el frigorífico durante 1 hora.
  6. Decoramos con la ganache de chocolate con leche. Disponemos este por toda la superficie, de manera generosa.
    Tarta de otoño, chocolate y caramelo5

    Tarta de otoño, chocolate y caramelo
  7. Alisamos, retirando el exceso, y refrigeramos durante 30 minutos.
    Tarta de otoño, chocolate y caramelo
  8. Sacamos y disponemos otra capa más de ganache. Volvemos a alisar y refrigeramos durante 30 minutos.
Decoramos la tarta de otoño.
Antes de que endurezca mucho la ganache, debemos decorar con las hojas de chocolate.

  1. Sacamos las hojas pintadas del frío y decoramos la tarta con ella.
  2. Debemos manipularlas con cuidado y rápidamente, para evitar transferirles calor. Incrustaremos en el propio ganache para fijarlas, no seáis bruscos que ¡se pueden partir!
    Tarta de otoño, chocolate y caramelo
  3. Refrigeramos hasta el momento que vayamos a consumirla.
CONSERVACIÓN: Podemos mantenerla refrigerada durante 5-6 días sin problemas. Lo ideal es cubrirla para evitar que se reseque con el frío, sobre todo el bizcocho si está partida.


Tarta de otoño, chocolate y caramelo

Si sois muy golosos, esta tarta es sin lugar a dudas una opción fantástica. Mucho chocolate, mucho caramelo y un bizcocho que está realmente muy bueno. El conjunto es pecado… y del gordo. Pero con eso de que llegan los fríos y el cuerpo necesita más calorías para afrontarlo… pues habrá que hacerlo bien.

 
Tarta de otoño, chocolate y caramelo

INGREDIENTES PARA UNA TARTA DE OTOÑO:
Necesitaréis 3 moldes de 12 cm de diámetro y 4 cm de alto.

PARA EL BIZCOCHO:
  • 90 g de claras a temperatura ambiente
  • 170 g de leche entera
  • 1 cucharadita de pasta de vainilla
  • 200 g de harina floja de repostería
  • 170 g de azúcar blanco granulado (reduje cantidad de la receta original)
  • 115 g de mantequilla a temperatura ambiente
  • 1 cucharadita de levadura química o impulsor
  • 1/2 cucharadita de sal
PARA LA CREMA DE CARAMELO:
  • 175 g de crema de queso
  • 45 g de mantequilla
  • 70 g de azúcar blanco granulado
  • 80 g de nata líquida para montar
  • 1 hoja de gelatina o cola de pescado
PARA EL GANACHE DE CHOCOLATE CON LECHE:
  • 450 g de chocolate con leche
  • 300 g de nata líquida para montar
PARA LAS HOJAS DE CHOCOLATE:
  • 100 g de chocolate negro 70%
  • polvo de rubí
  • polvo de oro
  • colorante verde metálico en polvo
  • hojas naturales de plantas
ELABORACIÓN:
PRIMER DÍA

Horneamos los bizcochos.
Necesitamos elaborar los bizcochos con un día de antelación para poder refrigerarlos durante toda la noche. este paso será necesario para «endurecer» la miga (solo por el frío, estos seguirán tiernos) y que nos resulte más fácil trabajar con ellos.
  1. Precalentamos el horno a 160ºC con calor arriba y abajo.
  2. Engrasamos y forramos con papel de horno los moldes. Reservamos.
  3. En un bol añadimos las claras junto con la vainilla y la leche, batimos con ayuda de unas varillas hasta homogeneizar la mezcla.
  4. En el bol de la KA o de una amasadora, añadimos la harina junto con el azúcar, el impulsor y la sal. Mezclamos con una pala para distribuir los ingredientes.
  5. Incorporamos la mantequilla y mezclamos con ayuda de la pala hasta que ambos se combinen. No debemos sobre mezclarlos, tan solo hasta que se integren.
  6. Añadimos 1/3 de la mezcla de claras y batimos a la velocidad más baja durante unos segundos. Paramos, bajamos la mezcla de los lados y añadimos 1/3 más de la mezcla de claras. Volvemos a batir a velocidad baja durante unos segundos, aumentamos un poco la velocidad y mezclamos unos 20 segundos más.
  7. Añadimos el resto de mezcla de claras, mezclamos a velocidad baja solo hasta homogeneizar la mezcla.
  8. Repartimos la mezcla en los tres moldes e introducimos en el horno a media altura.
  9. Horneamos durante 40-45 minutos o hasta que pinchando con un palillo, este salga limpio.
  10. Sacamos y dejamos reposar 5-7 minutos en el molde.
  11. Desmoldamos y dejamos enfriar por completo sobre una rejilla.
  12. Una vez que estén completamente fríos, envolvemos en film de plástico y refrigeramos hasta el día siguiente.
Preparamos la crema de caramelo.
  1. En un cuenco pequeño vertemos agua muy fría e introducimos la gelatina, dejamos hidratar alrededor de 15-20 minutos.
  2. Vertemos la nata en un cazo pequeño y calentamos ligeramente para que adquiera algo de temperatura, reservamos.
  3. En un cazo mediano añadimos el azúcar y colocamos a calor medio, dejamos hasta que comience a fundirse. En ese momento comenzamos a remover con ayuda de una cuchara, tenemos que tener cuidado de no sobrepasar el tiempo expuesto al calor o de lo contrario obtendremos un sabor amargo.
  4. Vertemos la nata poco a poco y sin dejar de remover, una vez que se haya homogeneizado la mezcla, retiramos del calor y añadimos la mantequilla. Mezclamos muy bien hasta integrar los ingredientes por completo.
  5. Dejamos a un lado hasta que la temperatura alcance los 50ºC, es importante no añadir antes la gelatina de lo contrario perderá su efecto gelificante.
  6. Incorporamos la gelatina y mezclamos con ayuda de unas varillas hasta disolver por completo. Dejamos a un lado de nuevo hasta que la temperatura se reduzca a 45ºC.
  7. Incorporamos el queso y mezclamos con ayuda de unas varillas hasta homogeneizar la mezcla.
  8. Vertemos la mezcla en un recipiente hermético e introducimos en el frigorífico hasta el momento que vayamos a utilizarla.
Preparamos las hojas de chocolate.
Estas se pueden elaborar el primer o segundo día, lo dejo a vuestra elección. En este post podéis ver el proceso que hice para otra tarta.

  1. Fundimos el chocolate, podemos hacerlo al baño maria o bien en pequeñas tandas en el microondas. Si optáis por este último, hacedlo durante pocos segundos, removed y volver a darle un golpe de calor.
  2. Lavamos muy bien las hojas, secamos con papel absorbente y procedemos a bañarlas. Lo haremos solo por una de las caras.
  3. Si queréis que se aprecien las betas de la hoja, deberéis bañarlas por el envés. Procurad que la capa tenga algo de grosor, es decir, que no sea un baño muy superficial porque de lo contrario, al intentar separar el chocolate de la hoja, corremos el riesgo de que se nos parta.
  4. Colocamos en un plato amplio o bandeja, dependiendo de la cantidad que hagáis, e introducimos en el frigorífico durante 30 minutos mínimo o durante toda la noche. El chocolate debe endurecer para poder retirarlo de la hoja sin dificultad. Os recomiendo hacer más de las que necesitáis porque siempre se puede romper alguna.
  5. Sacamos del frío y separamos las hojas del chocolate. Debemos hacerlo con delicadeza para evitar que se nos rompan e intentando tocas lo mínimo posible el chocolate.
  6. Pintamos con los colorantes en polvo. Con ayuda de un pincel, que destinemos exclusivamente para uso comestible, pintamos superficialmente sobre la hoja.
    Tarta de otoño, chocolate y caramelo
  7. Alternaremos tonalidades de color hasta la mitad de la hoja para darle un efecto de degradado: oro y rubí, verde y rubí o rubí y verde.
  8. Guardamos en un recipiente hermético y refrigeramos hasta el momento de su uso.
SEGUNDO DÍA

Preparamos el ganache de chocolate con leche.

Para poder trabajar con él necesitaremos que haya enfriado por completo pero que no esté sacado directamente del frío. Debe tener una textura similar a la Nutella®.

Por esa razón, me gusta elaborarlo a primera hora de la mañana y dejar que vaya enfriando a lo largo de esta. En unas 5-6 horas tendrá la textura perfecta para decorar la tarta. También se puede preparar a última hora de la noche y dejar que enfríe a lo largo de esta.

  1. Troceamos muy finamente el chocolate con leche, reservamos.
  2. En un cazo añadimos la nata y colocamos a calor medio hasta que tome temperatura pero sin llegar a hervir.
  3. Retiramos del calor e incorporamos el chocolate picado, mezclamos con ayuda de unas varillas hasta homogeneizar por completo.
  4. Vertemos en un bol y dejamos enfriar por completo a temperatura ambiente.
  5. A medida que vaya enfriando y no suelte mucho calor, tapamos dejando una pequeña abertura para que no condense.
Montamos la tarta de otoño.
  1. Sacamos los bizcochos del frío. Si la parte superior no es lisa, con ayuda de una lira cortamos procurando retirar a menor cantidad posible de este.
  2. Preparamos una base de tarta y sobre esta disponemos una pequeña cantidad de crema de caramelo, de ese modo el bizcocho no resbalará cuando nos dispongamos a rellenarlo.
    Tarta de otoño, chocolate y caramelo
  3. Colocamos un bizcocho y disponemos una capa generosa y uniforme de crema de caramelo. Colocamos otro bizcocho encima y repetimos este proceso. Terminamos con el último bizcocho.
    Tarta de otoño, chocolate y caramelo

    Tarta de otoño, chocolate y caramelo


  4. Repartimos crema de caramelo con una pala por toda la superficie de este y retiramos el exceso ayudándonos de un alisador de bordes. Esta capa nos ayudará a «recoger» posibles migas del bizcocho que podrían salir a la superficie cuando decoremos con la ganache.

  5. Introducimos en el frigorífico durante 1 hora.
  6. Decoramos con la ganache de chocolate con leche. Disponemos este por toda la superficie, de manera generosa.
    Tarta de otoño, chocolate y caramelo5

    Tarta de otoño, chocolate y caramelo
  7. Alisamos, retirando el exceso, y refrigeramos durante 30 minutos.
    Tarta de otoño, chocolate y caramelo
  8. Sacamos y disponemos otra capa más de ganache. Volvemos a alisar y refrigeramos durante 30 minutos.
Decoramos la tarta de otoño.
Antes de que endurezca mucho la ganache, debemos decorar con las hojas de chocolate.

  1. Sacamos las hojas pintadas del frío y decoramos la tarta con ella.
  2. Debemos manipularlas con cuidado y rápidamente, para evitar transferirles calor. Incrustaremos en el propio ganache para fijarlas, no seáis bruscos que ¡se pueden partir!
    Tarta de otoño, chocolate y caramelo
  3. Refrigeramos hasta el momento que vayamos a consumirla.
CONSERVACIÓN: Podemos mantenerla refrigerada durante 5-6 días sin problemas. Lo ideal es cubrirla para evitar que se reseque con el frío, sobre todo el bizcocho si está partida.


Tarta de otoño, chocolate y caramelo

Si sois muy golosos, esta tarta es sin lugar a dudas una opción fantástica. Mucho chocolate, mucho caramelo y un bizcocho que está realmente muy bueno. El conjunto es pecado… y del gordo. Pero con eso de que llegan los fríos y el cuerpo necesita más calorías para afrontarlo… pues habrá que hacerlo bien.

Una autèntica obra de arte!!!
Gracias querida Michelle por esta maravilla.
 
Tarta de lima y jengibre
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Tarta de lima y jengibre.
Antes de nada, quiero que sepáis que para hacer esta tarta necesitaréis muchas claras de huevo. Cuando digo muchas, son muchísimas. Diseñé esta receta para poder dar salida a todas las claras que tenía en el frigorífico, excedentes que me han ido saliendo de hacer panettones. De modo que, cuando hagáis esta tarta o bien la hacéis para sacar partido a ese excedente de claras o tened pensado alguna receta que se lleve a cabo con yemas. Porque os sobrarán muchas.

Para elaborar esta tarta tendremos que hacer dos bizcochos; una de lima y otro de vainilla. Los cortaremos en 5 capas cada uno de ellos, aunque en realidad útiles nos quedarán 4 porque el superior de todos estará ligeramente abombado, además de ser más fino.
Después elaboraremos un almíbar de lima para humedecer e intensificar el aroma y sabor de los bizcochos. ¿Existe algo en el mundo más maravilloso que el olor a lima?… Sí, estar de vacaciones. Pero hasta el año que viene ya nada de nada.
Tarta de lima y jengibre

El relleno en esta ocasión será bastante sencillo.
Para contener el relleno y no rebose, dispondremos cordones de SMBC en los bordes de los bizcochos. Seguramente no hubiera sido necesario, pero me quedaba mucho más tranquila haciéndolo de este modo.
El relleno ya os sonará de otras tartas, como la que os dejé la semana pasada de Red Velvet y mousse de queso de cabra. Es una crema elaborada con crema de queso o mascarpone, nata y mermelada de jengibre. Espectacular es poco.

Estoy casi segura que no os costará trabajo encontrar mermelada de jengibre en las tiendas, aunque también podéis hacerla casera, por supuesto. Yo vivo en Madrid y puedo comprarla en varios supermercados, hay distintas calidades y la verdad que hay diferencia. Si podéis, os recomiendo comprar la marca Robertson´s, también he probado Cartwright & Butler y es una pasada… Pero esta última es muy cara. Igual para algo así, no merece la pena. Casi mejor para disfrutar en tostadas ?

La decoración.
En esta ocasión quería probar a hacer algo similar a un marmolado o mezcla de distintos tonos de color que se fusionaran por la superficie de la tarta. Elegí el verde porque es un color que me gusta mucho, además que iría muy bien con la decoración de hojas de chocolate que tenía en mente.
No es la primera vez que os dejo una decoración con estas hojas. Ya lo hice en la Tarta de otoño y en la Schwarzwälder Torte. Pero es que me gustan tanto que cada cierto tiempo, tengo que hacerlas…
El conjunto es maravilloso. El bizcocho de lima junto con el sirope es algo de otro mundo… Una intensidad de sabor maravillosa. Pero si ya lo unimos con la crema de jengibre, entonces ya estamos perdidos. Una combinación verdaderamente sorprendente y refrescante. Y ya no me enrollo más, vamos con el proceso ?


Ingredientes para un molde de 20 cm de diámetro
PARA EL BIZCOCHO DE LIMA:
  • 300 g de harina floja de repostería
  • 180 g de azúcar
  • 225 g de mantequilla sin sal a temperatura ambiente
  • 225 g de claras
  • 180 g de leche entera
  • 14 g de levadura química o impulsor
  • pizca de sal
  • ralladura de 2 limas
  • 2 g de colorante en pasta verde "Party Green"
PARA EL BIZCOCHO DE VAINILLA:
  • 300 g de harina floja de repostería
  • 180 g de azúcar
  • 225 g de mantequilla sin sal a temperatura ambiente
  • 225 g de claras (6 huevos L, aprox.)
  • 180 g de leche entera
  • 14 g de levadura o impulsor químico
  • 2 cucharaditas de extracto de vainilla
  • pizca de sal
PARA EL ALMÍBAR DE LIMA:
  • 200 g de agua
  • 50 g de zumo de lima
  • 250 g de azúcar
  • ralladura de una lima
PARA LA CREMA DE QUESO Y JENGIBRE:
  • 630 g de crema de queso o mascarpone
  • 630 g de nata líquida para montar
  • 350 g de mermelada de jengibre de buena calidad
PARA EL SMBC DE CHOCOLATE BLANCO:
  • 150 g de claras
  • 300 g de azúcar
  • 430 g de mantequilla sin sal a temperatura ambiente
  • 200 g de chocolate blanco, de buena calidad
PARA EL SMBC VERDE:
  • 85 g de claras
  • 175 g de azúcar
  • 250 g de mantequilla sin sal a temperatura ambiente
  • colorante verde y negro en pasta o gel
PARA DECORAR:
  • sprinkles a vuestro gusto
  • hojas de chocolate
PARA LAS HOJAS DE CHOCOLATE:
  • 100 g de chocolate negro 70%
  • polvo de plateado
  • polvo de oro
  • colorante verde metálico en polvo
  • hojas naturales de plantas

Elaboración
PRIMER DÍA
Preparamos el bizcocho de lima.
  1. Precalentamos el horno a 160ºC con calor arriba y abajo.
  2. Engrasamos con mantequilla y espolvoreamos con harina, retirando el exceso, un molde Push-Pan de 20 cm de diámetro, reservamos.
  3. Tamizamos la harina junto con la levadura química y la sal. Reservamos.
  4. En un bol añadimos las claras junto con la leche, batimos con ayuda de unas varillas hasta homogeneizar la mezcla.
  5. En el bol de la KA o de una amasadora, añadimos la mantequilla junto con el azúcar. Batimos con la pala, a velocidad media, hasta lograr una textura cremosa, aireada y blanca.
  6. Incorporamos el colorante en pasta junto con las ralladuras de lima y volvemos a mezclar.
  7. Comenzamos a integrar los ingredientes secos alternándolos con los líquidos.
  8. Añadimos 1/3 de la mezcla de claras y batimos a la velocidad más baja durante unos segundos. Paramos, bajamos la mezcla de los lados y añadimos 1/3 más de la mezcla de ingredientes secos. Volvemos a batir a velocidad baja durante unos segundos.
  9. Repetimos el mismo proceso con el resto de mezcla de claras y mezcla de ingredientes secos. Mezclamos a velocidad baja solo hasta homogeneizar la mezcla.
  10. Vertemos la mezcla en el molde e introducimos en el horno a media altura.
  11. Horneamos durante 70-75 minutos o hasta que pinchando con un palillo, este salga limpio.
  12. Sacamos y dejamos reposar 5 minutos en el molde.
  13. Desmoldamos y dejamos enfriar por completo sobre una rejilla.
  14. Una vez que esté completamente frío, envolvemos en film de plástico y refrigeramos hasta el día siguiente.
Preparamos el bizcocho de vainilla.
  1. Precalentamos el horno a 160ºC con calor arriba y abajo.
  2. Engrasamos con mantequilla y espolvoreamos con harina, retirando el exceso, un molde Push-Pan de 20 cm de diámetro, reservamos.
  3. Tamizamos la harina junto con la levadura química y la sal. Reservamos.
  4. En un bol añadimos las claras junto con la vainilla y la leche, batimos con ayuda de unas varillas hasta homogeneizar la mezcla.
  5. En el bol de la KA o de una amasadora, añadimos la mantequilla junto con el azúcar. Batimos con la pala, a velocidad media, hasta lograr una textura cremosa, aireada y blanca.
  6. Comenzamos a integrar los ingredientes secos alternándolos con los líquidos.
  7. Añadimos 1/3 de la mezcla de claras y batimos a la velocidad más baja durante unos segundos. Paramos, bajamos la mezcla de los lados y añadimos 1/3 más de la mezcla de ingredientes secos. Volvemos a batir a velocidad baja durante unos segundos.
  8. Repetimos el mismo proceso con el resto de mezcla de claras y mezcla de ingredientes secos. Mezclamos a velocidad baja solo hasta homogeneizar la mezcla.
  9. Vertemos la mezcla en el molde e introducimos en el horno a media altura.
  10. Horneamos durante 70-75 minutos o hasta que pinchando con un palillo, este salga limpio.
  11. Sacamos y dejamos reposar 5 minutos en el molde.
  12. Desmoldamos y dejamos enfriar por completo sobre una rejilla.
  13. Una vez que esté completamente frío, envolvemos en film de plástico y refrigeramos hasta el día siguiente.
Preparamos el almíbar.
  1. Añadimos todos los ingredientes en un cazo a excepción de la ralladura de lima. Colocamos a calor medio y dejamos que llegue a ebullición. El azúcar deberá haberse disuelto por completo.
  2. Una vez que rompa a hervir, apagamos el fuego, añadimos la ralladura de lima y dejamos que enfríe por completo.
  3. Colamos para retirar la ralladura e introducimos el almíbar en un biberón con ayuda de un embudo.
  4. Reservamos a temperatura ambiente.
SEGUNDO DÍA
Preparamos el Swiss Meringue Buttercream de chocolate blanco.

  1. En un bol resistente al calor, añadimos el chocolate blanco. Colocamos al baño maria y dejamos hasta que funda por completo, removiendo de vez en cuando.
  2. Retiramos del calor y reservamos.
  3. En otro bol resistente al calor, añadimos las claras junto con el azúcar.
  4. Colocamos sobre un cazo con agua al baño María a calor medio bajo. Moviendo con unas varillas, dejaremos hasta que las claras alcancen los 74ºC. Para ello nos ayudaremos de un termómetro digital.
  5. Retiramos del calor, volcamos las claras en el bol de la KitchenAid o una batidora con varillas y batimos a velocidad medio alta hasta obtener un merengue firme y brillante.
  6. Una vez que tengamos el merengue firme, comenzamos a añadir la mantequilla cortada a cuadrados poco a poco y a la vez que la batidora sigue trabajando.
  7. Una vez que tengamos toda la mantequilla añadida, subimos un poco la velocidad y terminamos de montar.
  8. Paramos, bajamos la crema con ayuda de una espátula y añadimos el chocolate blanco. Lo haremos en un hilo fino y continuo mientras la amasadora está mezclando a la velocidad más baja.
  9. Batimos de nuevo a velocidad alta hasta que los ingredientes se integren por completo.
  10. Cubrimos con film y reservamos.
Preparamos el Swiss Meringue Buttercream de vainilla con tonalidades verdes.
  1. En un bol resistente al calor, añadimos las claras junto con el azúcar.
  2. Colocamos sobre un cazo con agua al baño María a calor medio bajo. Moviendo con unas varillas, dejaremos hasta que las claras alcancen los 74ºC. Para ello nos ayudaremos de un termómetro digital.
  3. Retiramos del calor, volcamos las claras en el bol de la KitchenAid o una batidora con varillas y batimos a velocidad medio alta hasta obtener un merengue firme y brillante.
  4. Una vez que tengamos el merengue firme, comenzamos a añadir la mantequilla cortada a cuadrados poco a poco y a la vez que la batidora sigue trabajando.
  5. Una vez que tengamos toda la mantequilla añadida, subimos un poco la velocidad y terminamos de montar.
  6. Paramos, bajamos la crema con ayuda de una espátula y añadimos la vainilla.
  7. Batimos de nuevo a velocidad alta hasta que los ingredientes se integren por completo.
  8. Dividimos el SMBC en 4 boles y 3 de ellos los tintaremos con verde dando intensidades diferentes. Si queréis lograr un verde más oscuro, utilizad colorante negro también.
  9. Cubrimos con film y reservamos.
Preparamos la crema de jengibre.
  1. En un bol metálico, previamente enfriado en el congelador, añadimos el mascarpone o crema de queso junto con la mermelada de jengibre.
  2. Batimos con unas varillas eléctricas hasta obtener una mezcla suave y homogénea.
  3. Vertemos la nata, muy fría, y batimos con las varillas. Observareis que la crema comenzará a adquirir consistencia y volumen. Esto es debido a que la nata se montará, de modo que tener cuidado con no sobrepasar el tiempo de batido para que no se corte y baje.
  4. Refrigeramos durante 30 minutos antes de disponerla sobre la tarta.
Montamos la tarta.
  1. Dividimos la crema de jengibre y queso en 7 partes iguales. Reservamos en el frigorífico.
  2. Con ayuda de una lira cortamos el bizcocho en 5 partes iguales. En esta ocasión, os recomiendo empezar por abajo y, a partir de aquí, proceded a cortar las capas.
  3. Colocamos en la base del molde Push-Pan 20 cm un antideslizante para fijar el disco para tartas.
  4. Ponemos el disco y una pequeña cantidad de SMBC sobre él, esto nos ayudará a fijar el bizcocho.
  5. Rodeamos con una lámina de acetato el interior del molde. Este nos ayudará a desmoldar la tarta de manera más limpia.
  6. Colocamos uno de los bizcochos de lima y presionamos ligeramente.
  7. Humedecemos el bizcocho, generosamente, con almíbar de lima.
  8. Disponemos un cordón doble de SMBC, de ese modo ayudaremos a contener mejor el relleno. Añadimos la crema de jengibre y queso en el interior del cordón. Alisamos ligeramente.
  9. Colocamos un bizcocho de vainilla y presionamos ligeramente.
  10. Disponemos un cordón doble de SMBC, de ese modo ayudaremos a contener mejor el relleno. Añadimos la crema de jengibre y queso en el interior del cordón. Alisamos ligeramente.
  11. Repetimos este mismo proceso con el resto de bizcochos. En total utilizaremos 4 bizcochos de lima y 4 bizcochos de vainilla.
  12. Colocamos la última capa de bizcocho, que corresponderá a uno de vainilla, y lo haremos colocando la parte más dorada hacia arriba. Presionamos con cuidado.
  13. Cubrimos la superficie con film y refrigeramos durante un mínimo de 4 horas o bien, si lo deseáis, hasta el día siguiente.
TERCER DÍA
Preparamos las hojas de chocolate.

  1. En este post, podréis ver cómo hacer las hojas de chocolate y pintarlas.
  2. Una vez que estén hechas, mantenedlas refrigeradas hasta el momento de colocarlas en la tarta.
Cubrimos el exterior de la tarta con SMBC de chocolate blanco.
  1. Desmoldamos la tarta y retiramos el acetato con cuidado. Colocamos sobre un stand para tartas.
  2. Repartimos el SMBC con una pala por toda la superficie de la tarta y retiramos el exceso ayudándonos de un alisador de bordes. Esta capa nos ayudará a “recoger” posibles migas del bizcocho que podrían salir a la superficie cuando la decoremos.
  3. Refrigeramos durante 30 minutos para que el SMBC endurezca.
  4. Sacamos del frío, disponemos otra capa de SBMC, alisamos retirando el exceso.
  5. Refrigeramos durante 10 minutos.
Decoramos el exterior de la tarta con SMBC en tonalidades verdes.
  1. Pon pequeñas cantidades de SMBC verde alternando los colores por toda la superficie de la tarta.
  2. Pasamos un alisador por la superficie para unificar el grosor del SMBC.
  3. Disponemos SMBC blanco en distintas partes de la tarta y volvemos a pasar el alisador.
  4. Decoramos con sprinkles de distintos tamaños a nuestro gusto.
  5. Finalmente, decoramos con las hojas de chocolate pintadas con polvo metalizado.
  6. Refrigeramos durante 30 minutos o hasta el momento que la vayamos a consumir.
  7. Recordad que el SMBC está mejor cuando dejamos durante un rato a temperatura ambiente.

Notas
  • He utilizado un molde Push-Pan de 20 cm de diámetro.
  • El tiempo de cocción del bizcocho variará dependiendo del tamaño del molde que utilicéis.
  • Refrigerar el bizcocho durante toda la noche, ayuda a la hora de cortarlo con la lira porque no se desmigará o lo hará en menor proporción.
  • Seguir todos los pasos para obtener un buen SMBC.

  • Si nos sobra SMBC, podemos refrigerarlo durante 2 días o bien congelarlo durante 30 días.
  • La decoración puede ser totalmente a vuestra elección, en mi caso he elegido esta opción que espero que os guste.

  • Para conservar la tarta debemos mantenerla refrigerada durante 3-4 días.
  • Lo ideal antes de consumirla es atemperarla durante un rato, dependerá de la temperatura exterior.
Creo que no hay mejor manera de empezar el fin de semana que disfrutando de un trozo de esta Tarta de lima y jengibre. Reconozco que a no ser que tengáis algún evento multitudinario, será poco probable que hagáis una tarta de estas dimensiones. Pero ese momento puede llegar y entonces ya sabremos qué preparar. Esta enorme e increíble tarta.
Y si no, siempre podéis reducir la tarta al bizcocho de lima y reducir las cantidades del relleno y SMBC. Así queda todo más recogidito y podéis disfrutarla de todas maneras.

 
Bizcochitos de plátano con cobertura de vainilla
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Ingredientes para 16 bizcochitos de plátano con cobertura de vainilla:
  • 280 g de harina para repostería
  • 1 cucharadita de bicarbonato sódico
  • 1/4 de cucharadita de sal
  • 100 g de mantequilla a temperatura ambiente
  • 285 g de azúcar granulado
  • 2 huevos
  • 200 g de crema agria o yogur griego
  • 1 cucharadita de extracto de vainilla
  • 200 g de puré de plátano maduro ( 2 plátanos aproximadamente)
Glaseado de crema de queso y vainilla:
  • 240 g de crema de queso (tipo Philadelphia)
  • 70 g de mantequilla ablandada
  • 280 g de azúcar glas
  • 1 cucharadita de extracto de vainilla

Elaboración bizcochitos de plátano
Elaboración:
  1. Engrasamos con mantequilla el molde que vayamos a utilizar y forramos con papel sulfurizado, esto nos ayudará a desmoldarlo muy facilmente ya que es un bizcocho muy tierno.
  2. Más abajo podréis ver como quedaría el molde.
  3. Preparamos el puré de plátano.
  4. En un cuenco troceamos los plátanos y trituramos hasta dejar una textura suave.

  1. Precalentamos el horno a 175º C con calor arriba y abajo.
  2. En un bol tamizamos la harina junto con la sal y el bicarbonato, reservamos.
  3. En otro bol incorporamos la mantequilla que debe estar a temperatura ambiente y le añadimos el azúcar. Mezclamos bien hasta incorporar ambos ingredientes.
  4. Incorporamos los huevos de uno en uno y batiendo con las varillas después de cada adición.

Debemos obtener una textura suave y esponjosa.

  1. Añadimos la crema agria o el yogur griego y el extracto de vainilla. Volvemos a batir para integrar los ingredientes.
  2. Incorporamos los ingredientes secos poco a poco y mezclando bien para que se integren.
  3. Una vez hayamos combinado todo bien añadimos el puré de plátano. Mezclamos hasta obtener una masa homogénea.
  4. Vertimos la masa en el molde que teníamos preparado e introducimos en el horno durante 25-30 minutos o hasta que comprobemos pinchando con un palillo en el centro que este sale con unas pocas migajas húmedas adheridas.

Mi bizcocho estuvo 30 minutos pero recordad que siempre dependerá de nuestro horno.
Una vez fuera, sacamos del molde con ayuda del papel de horno y dejamos enfriar sobre una rejilla.

Preparamos la cobertura:
  1. En un bol disponemos la crema de queso que debe estar fría y la mantequilla ablandada, batimos hasta que obtengamos una textura suave.
  2. Añadimos poco a poco el azúcar glass tamizado.
  3. Una vez tengamos incorporado el azúcar batimos a velocidad media hasta que obtengamos una textura cremosa, alrededor de 3 minutos.
  4. Añadimos el extracto de vainilla y volvemos a batir unos segundos.

Preparamos nuestro bizcocho y cubrimos toda la superficie con la cobertura.
Dividimos las porciones y ¡ya tenemos un delicioso bizcocho para degustar!
¡Buen provecho!
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