Pablo Casado, Presidente del PP

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? donde esta este individuo ha desaparecido ?no tiene nada que decir?
 
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Los que quieren llevarnos a dictaduras siguen ahí y se sienten empoderados​

EL ASALTO AL CAPITOLIO Y EL PRIMER SILENCIO DE TRUMP DEBE PONERNOS EN ALERTA A QUIENES HEMOS DEFENDIDO SIEMPRE LA DEMOCRACIA Y RECHAZADO LA VIOLENCIA​

IKER MERODIO 08.01.2021 | 09:32
Donald Trump, el 6 de enero, día del asalto al Capitolio.
Donald Trump, el 6 de enero, día del asalto al Capitolio. AFP


¿LA FOTO DEL AÑO?​

Puede que Saul Loeb haya sacado para AFP la foto de 2021 en la primera semana del año: el manifestante pro-Trump acomodado en la silla del despacho de Nancy Pelosi es la imagen de un momento histórico€ Pero también de una forma de pensar depreciable que se hace visible hoy sin avergonzarse. El asalto al capitolio y el primer silencio de Trump debe ponernos en alerta a quienes hemos defendido siempre la democracia y rechazado la violencia: no podemos dar por sentado este sistema, los que quieren llevarnos a dictaduras siguen ahí y se sienten empoderados. Algo hemos hecho muy mal.


A supporter of US President Donald Trump sits inside the office of US Speaker of the House Nancy Pelosi as he protest inside the US Capitol in Washington, DC.
A picture by #AFP @saulloeb pic.twitter.com/KnBH0di22E

— AFP Photo (@AFPphoto) January 7, 2021

"WHITE TRASH"​

Quienes ayer tomaron el capitolio después de haber bebido las arengas de Trump y sus principales colaboradores son la auténtica "basura blanca", que no sé cuánto tiene que ver con la autopercibida de la que habla Nancy Isenberg en su libro. Los trumpistas son blancos, privilegiados y ambiciosos. Siempre estuvieron allí pero encontraron en el presidente estadounidense los argumentos que necesitaban para hacerse visibles y mostrar su rabia insana. Trump tardó en llamar a la calma y solo lo hizo después de comprobar que el trumpismo, en realidad, es un esperpento friki y agresivo.

LA VERSIÓN MÁS CERCANA​

El máximo exponente del trumpismo cercano es Santiago Abascal que usó lo que vimos en Washington para atacar a los enemigos de los valores que dice defender su movimiento populista de extrema derecha. Pero Abascal no está solo: en su partido, en el PP y Ciudadanos, hay trumpistas, y en los medios, sobre todo digitales, que siempre enlazan desde Twitter, hay trumpistas, entendidos como aquellos que conviven con fascistas y se apoyan en causas aparentemente justas para colocarnos su mierda. En Euskadi, por cierto, también convivimos con quienes responden a esa descripción.

SIN INTERNET SERÍA IMPOSIBLE​

Coincido con Borja Barba cuando relaciona la normalización de Internet con la aparición de "gilipollas" como los que asaltaron el miércoles el capitolio. La gran red no es la fuente universal de conocimiento que cerraría brechas. Al contrario: la difusión de mensajes sin filtro (sin Internet y solo con televisión, radio y periódicos, ni el Trump presidente ni los trumpistas serían hoy una realidad) ha provocado que quien antes solo era el tonto del pueblo dando la brasa en algún bar hoy pueda encontrar a más tontos que le sigan vestido con pieles de animales hasta dentro del capitolio en medio de una sesión.

PERO LA DEMOCRACIA VENCIÓ​

Joe Biden fue confirmado como nuevo presidente de EE.UU. pese a que parte de la masa lanzada por Trump tratase de impedirlo. Este nombramiento ha costado cuatro muertos (en el momento en el que escribo esta columna), no debemos de olvidarlo nunca. Cuatro vidas humanas y muchos heridos que deberemos colocar en la factura a Trump. De momento, la democracia prevalece, pero termino como empiezo la columna: no debemos de darla por sentado, y sí tenemos que estar muy atentos a los Trump que pueden surgir, aunque al principio hagan gracia, o con los que ya convivimos.
 


El hijo de Iruretagoyena pide al PP que deje de "vivir de las víctimas"​

EL PARTIDO POPULAR RINDIÓ ESTE SÁBADO UN HOMENAJE A ESTE EDIL DE ZARAUTZ ASESINADO HACE 23 AÑOS POR ETA SIN LA PRESENCIA DE LA FAMILIA DE LA VÍCTIMA​

RC/E.P. 10.01.2021 | 15:52
El presidente del PP vasco, Carlos Iturgaiz, en el homenaje que el PP realizó a José Ignacio Iruretagoyena sin la presencia de su familia
El presidente del PP vasco, Carlos Iturgaiz, en el homenaje que el PP realizó a José Ignacio Iruretagoyena sin la presencia de su familia Efe
El hijo de José Ignacio Iruretagoyena, edil del PP en Zarautz asesinado hace 23 años por ETA, ha pedido a este partido y, en concreto, a su presidente, Pablo Casado, que dejen de "vivir de las víctimas".
El PP vasco, con su presidente a la cabeza, Carlos Iturgaiz, rindió este sábado en el cementerio de Zarautz un homenaje a este edil y, con este motivo, el líder del PP, Pablo Casado, difundió en su cuenta oficial de twitter un mensaje en el que, acompañado de una fotografía antigua en la que se ve al concejal y su hijo, destacaba que las víctimas siempre van a estar en la memoria del partido.

En un mensaje en las redes sociales, el hijo del edil asesinado se dirige a Pablo Casado y, tras apuntar que es el niño que aparece en la foto, señala que ni un solo miembro de su familia asistió al homenaje de este sábado.
"Te quería comentar que os ha quedado muy bonito el homenaje realizado en el día de hoy a mi aita. Tanto que ni un solo miembro de la familia ha asistido al acto. Seguid actuando así con las familias de las víctimas, que os irá genial", apunta.
Además, le pide que dejen de dejen "de vivir de las víctimas" y asegura que "ya es hora" de que su política se base "en algo más que en nuestros muertos". "Dejad a mi aita en paz, por favor", concluye.
 

El hijo de Iruretagoyena pide al PP que deje de "vivir de las víctimas"​

EL PARTIDO POPULAR RINDIÓ ESTE SÁBADO UN HOMENAJE A ESTE EDIL DE ZARAUTZ ASESINADO HACE 23 AÑOS POR ETA SIN LA PRESENCIA DE LA FAMILIA DE LA VÍCTIMA​

RC/E.P. 10.01.2021 | 15:52
El presidente del PP vasco, Carlos Iturgaiz, en el homenaje que el PP realizó a José Ignacio Iruretagoyena sin la presencia de su familia
El presidente del PP vasco, Carlos Iturgaiz, en el homenaje que el PP realizó a José Ignacio Iruretagoyena sin la presencia de su familia Efe
El hijo de José Ignacio Iruretagoyena, edil del PP en Zarautz asesinado hace 23 años por ETA, ha pedido a este partido y, en concreto, a su presidente, Pablo Casado, que dejen de "vivir de las víctimas".
El PP vasco, con su presidente a la cabeza, Carlos Iturgaiz, rindió este sábado en el cementerio de Zarautz un homenaje a este edil y, con este motivo, el líder del PP, Pablo Casado, difundió en su cuenta oficial de twitter un mensaje en el que, acompañado de una fotografía antigua en la que se ve al concejal y su hijo, destacaba que las víctimas siempre van a estar en la memoria del partido.

En un mensaje en las redes sociales, el hijo del edil asesinado se dirige a Pablo Casado y, tras apuntar que es el niño que aparece en la foto, señala que ni un solo miembro de su familia asistió al homenaje de este sábado.
"Te quería comentar que os ha quedado muy bonito el homenaje realizado en el día de hoy a mi aita. Tanto que ni un solo miembro de la familia ha asistido al acto. Seguid actuando así con las familias de las víctimas, que os irá genial", apunta.
Además, le pide que dejen de dejen "de vivir de las víctimas" y asegura que "ya es hora" de que su política se base "en algo más que en nuestros muertos". "Dejad a mi aita en paz, por favor", concluye.


 

Cifuentes se sienta en el banquillo por el falso máster que dinamitó su carrera y descabezó la Comunidad y el PP de Madrid​


La expresidenta de la Comunidad de Madrid Cristina Cifuentes. EFE
Elena Herrera
9 de enero de 2021 22:54h
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@herrera_elena
Las maniobras para intentar tapar el escándalo de su fraudulento máster llevarán al banquillo en una semana a Cristina Cifuentes. Tras aplazarse la pasada primavera por la pandemia del coronavirus, la vista en la que la expresidenta de la Comunidad de Madrid se enfrenta a una pena de hasta cuatro años de cárcel por un delito de falsedad en documento oficial se iniciará el próximo 18 de enero en la Audiencia Provincial de Madrid.

Esta primavera se cumplirán tres años desde que el caso destapado por elDiario.es acabó con la carrera de Cifuentes, una política que había intentado labrarse una imagen de "tolerancia cero" contra la corrupción tras suceder en el cargo a políticos de su mismo partido acorralados en diferentes sumarios como Ignacio González y Esperanza Aguirre. Al final ella misma se vio forzada a dimitir por el escándalo de los posgrados que la Universidad Rey Juan Carlos regalaba a alumnos VIP sin hacer nada o casi nada. Desde entonces, el PP regional —que sigue presidiendo la Comunidad aunque ahora en coalición con Ciudadanos y con el liderazgo el más frágil de los últimos 25 años— sigue descabezado en manos de una gestora.

La solución provisional tras la caída de Cifuentes fue colocar al veterano Pío García Escudero al frente del partido desde mayo de 2018 para pilotar la transición a un nuevo liderazgo. No está previsto que haya un nuevo presidente o presidenta hasta finales de este año, cuando se celebre el próximo congreso regional. Ángel Garrido, la solución de emergencia para sustituir a Cifuentes al frente del Gobierno regional, saltó a Ciudadanos en vísperas de las autonómicas de 2019. E Isabel Díaz Ayuso, la apuesta personal de Pablo Casado para ocupar después ese puesto, se dejó 338.000 papeletas en las urnas y 18 diputados en aquellas elecciones, aunque últimamente ha empezado a remontar en las encuestas a costa de su socio de gobierno.
Al equilibrio parlamentario que Cifuentes mantuvo con Ciudadanos, el PP tuvo que sumar tras las últimas autonómicas el apoyo externo de Vox y abrirse a un gobierno de coalición que año y medio después está partido en dos mitades.

Acta falsificada

Cifuentes, que el 1 marzo de 2019 anunció a través de Instagram que se daba de baja del PP, participa hoy como tertuliana en varios programas de televisión del grupo Mediaset. La expresidenta regional se expone a una condena no por el fraude del máster en sí, que obtuvo sin haber aprobado todas las asignaturas, sin haber ido a clase y sin haber entregado el Trabajo Fin de Máster (TFM); sino por la falsificación del acta con la que intentó justificar que había defendido ese trabajo. Es decir, por lo que se le juzga no es por haber recibido el título de un máster sin hacerlo cuando ya era cargo público sino por la coartada que exhibió en varios medios y redes sociales y con la que intentó salvar su carrera política tras la exclusiva de elDiario.es que reveló que sus notas habían sido falsificadas.
La Fiscalía, que pide para ella tres años y tres meses de cárcel, la considera inductora de la falsificación del acta "a sabiendas" de que acreditaba una defensa de TFM "que jamás se produjo" y que exhibió públicamente "para evitar las nefastas consecuencias políticas a las que debería enfrentarse". La representación letrada de la Universidad Rey Juan Carlos eleva su petición a cuatro años de cárcel por instigar a falsear el documento que luego enseñó en las redes sociales.
El fiscal señala a la profesora Cecilia Rosado como autora de la falsificación del acta y pide para ella 21 meses de prisión, una pena inferior a la de la expresidenta porque esta sí reconoció los hechos y colaboró en la investigación. Para María Teresa Feito, exasesora de la Comunidad de Madrid que supuestamente presionó a la universidad para elaborar esa coartada, solicita otros tres años y tres meses de prisión.
Este proceso también se dirigía contra Enrique Álvarez Conde, responsable del Instituto de Derecho Público (IDP) que impartía el máster, fallecido en abril de 2019. Según el relato del fiscal, Cifuentes contactó con Feito por la influencia que esta asesora tenía en la universidad, de la que había sido profesora y donde conservaba varios amigos, "para que la misma hiciere las gestiones oportunas con la finalidad de resolver la crisis" que "había provocado" la publicación de la exclusiva de este periódico. Y Feito se puso en contacto con Álvarez Conde para confeccionar un acta falsa "a sabiendas de que Cristina Cifuentes, no había superado todas las asignaturas, no había hecho el TFM y no había procedido a su defensa".
Ese documento con "apariencia de verosimilitud" serviría para acreditar de cara a los medios de comunicación que la entonces presidenta regional había cursado el máster, según el fiscal. Durante la instrucción, Cifuentes alegó que hizo el trabajo y lo había defendido ante un tribunal, una versión que "no resultó creíble" a la instructora del caso, Carmen Rodríguez-Medel.

Regalo de títulos

Por tanto, lo que se juzgará a partir del próximo 18 de enero serán las maniobras con las que la se intentó tapar el escándalo, no el supuesto sistema de regalo de títulos a personajes VIP que desveló este periódico. Los indicios que apuntaban a que en el Instituto de Derecho Público de la Rey Juan Carlos se regalaron títulos a dirigentes políticos y a otros alumnos "escogidos" que tenían una relación próxima con Álvarez Conde quedaron sin investigar tras la decisión de la jueza Rodríguez-Medel de dar carpetazo a gran parte de la causa en octubre de 2018.
La jueza tomó esa decisión tras la negativa del Tribunal Supremo a investigar al líder del PP, Pablo Casado, que también obtuvo un título en esa universidad sin conocer a sus profesores, sin ir a clase y sin hacer exámenes de un posgrado presencial. El Alto Tribunal rechazó admitir a trámite la exposición razonada en la que Rodríguez-Medel solicitaba la apertura de una investigación por los delitos de prevaricación y cohecho impropio en relación a esos estudios al no apreciar "indicios consistentes" de actuación delictiva por parte de Casado. Los jueces de la Sala de lo Penal, sí admitieron, no obstante, la existencia de "indicios" de que el líder del PP recibió un "trato de favor".
De forma paralela, en otro juzgado de Plaza de Castilla siguen imputados por un supuesto delito de revelación de secretos el director de elDiario.es, Ignacio Escolar, y la ex redactora jefa de Política Social, Raquel Ejerique. Ambos periodistas sacaron a la luz las irregularidades de la expresidenta regional en torno a este máster, lo que derivó en su dimisión y el final de su carrera política.
 

Sobredosis de postureo​

  • Las buenas palabras sobre el aceptable nivel de coordinación durante el fin de semana no fueron más que una falsa tregua. Mañana ya estarán de nuevo a la gresca. Y así hasta que todos nos declaremos "empachados", como ha hecho Iñaki Gabilondo antes de notificar su "cambio de domicilio" por tanto "enconamiento"
Esther Palomera
@estherpalomera



El presidente del PP, Pablo Casado, retira nieve de la acera, en Madrid (España) a 10 de enero de 2020.
11 de enero de 2021 22:47h
29

“No he venido aquí para fotografiarme, sino para ayudaros”. Quien habla no es Pedro Sánchez a su llegada el domingo en todoterreno a la sede del Ministerio del Interior. Ni Pablo Casado durante su recorrido por un par de centros de salud para retirar nieve de los accesos. Tampoco Ignacio Aguado, tras la autopromo en la puerta de su propia casa, pala en mano y zapatos de ante impolutos, pidiendo a los vecinos colaboración en las tareas de limpieza para acabar cuanto antes con los efectos de Filomena, la madre de todas las nevadas caídas sobre Madrid.

La frase es del excanciller democristiano Helmut Kohl durante unas inundaciones que en 1997, en la frontera entre Alemania y Polonia, sacaron a relucir viejos resentimientos entre los dos países, pero sirvieron también para mostrar la cara amable del Ejército federal alemán y fortalecer la reunificación de las dos Alemanias después de que afrontaran aquella desgracia como una tarea nacional.

Un año después, Kohl perdió las elecciones y cinco más tarde, el socialdemócrata Schröder siguió su ejemplo tras lograr una apretada victoria electoral después de unas nuevas inundaciones en Sajonia y a pesar de que las encuestas situaran a su opositor seis puntos por delante. Cuando las elecciones ya parecían perdidas, Schröder no dudó en remangarse la camisa y calzarse unas botas de agua, con lo que la intención de voto de los socialdemócratas comenzó a subir. La imagen, con la cara del canciller llena de barro, acaparó todas las portadas e inclinó la balanza en su favor hasta ganar las elecciones. En 2013, ante una nueva crecida, Angela Merkel evitó calzarse las botas de agua, pero sí peregrinó por todas las zonas afectadas y aprovechó para anunciar un paquete de ayudas inmediatas a los damnificados de 100 millones de euros.

Ni Casado es Kohl ni Sánchez es Schröder ni España es Alemania. Aquí lo que tenemos ante la desgracia sea de la dimensión que sea, además de una permanente confrontación, es una sobredosis de postureo que convierte a los políticos en pasto de memes para las redes sociales. Ya me dirán qué tenía que hacer Sánchez en el Ministerio del Interior que no pudiese hacer desde La Moncloa más que conseguir la primera fotografía de la mañana. O qué buscaba Casado a las puertas de un centro de salud más que parecer que hacía lo que no hizo, además de competir en autobombo con el presidente del Gobierno. O qué pretendía, además de la mofa que provocó entre el respetable, el vicepresidente madrileño, Ignacio Aguado, plantado en la puerta de su domicilio vestido de domingo para arengar a los vecinos a que tomaran las calles con sus palas. De Ayuso es de agradecer que, pese a la tardanza en aparecer ante la opinión pública, no añadiese una nueva fotografía a su colección y no nos sorprendiera, como hizo su pareja, haciendo snowboard por las calles de Madrid mientras las autoridades pedían a los madrileños que se quedaran en sus casas.

Aquí los únicos que han estado al pie del cañón -además de los ministros de las áreas afectadas, los consejeros del ramo y los alcaldes de ciudades grandes, pequeñas y medianas- han sido los de siempre: médicos, enfermeros, sanitarios, bomberos, policías, guardias civiles y militares, en especial la UME, esa “ensoñación faraónica de Zapatero”, que fue como desdeñó su creación la misma derecha española que hoy jalea sus éxitos.

Y con todo hay que felicitarles porque en estas 72 horas posteriores a la llegada de Filomena no se hayan tirado los trastos a la cabeza y acusado mutuamente de las consecuencias. En las últimas 24 ya vuelven por sus fueros y apuntan maneras. Ya saben aquello de la ley de Murphy y de que cualquier situación es susceptible de empeorar. Si en este país, los políticos se han despellejado por el COVID-19, por las mascarillas, por el estado de alarma, por las vacunas, por los fondos europeos y hasta por el asalto al Capitolio, no tardarán en hacerlo por la gran nevada y por la declaración o no de Madrid como zona catastrófica. Ya han empezado.

Las buenas palabras sobre el aceptable nivel de coordinación entre administraciones durante el fin de semana no fueron más que una falsa tregua. Mañana, a lo sumo pasado, ya estarán de nuevo a la gresca. Y así hasta que todos nos declaremos “empachados”, como ha hecho Iñaki Gabilondo antes de despedirse y notificar su “cambio de domicilio” por tanto “enconamiento partidista” y “tanta lucha encarnizada”. Al menos con su retirada diaria de las ondas, él se va con el deber cumplido y dejando tras de sí una legión de incondicionales. Está por ver que de otros, pasado el tiempo, se pueda decir lo mismo.

 

Sobredosis de postureo​

  • Las buenas palabras sobre el aceptable nivel de coordinación durante el fin de semana no fueron más que una falsa tregua. Mañana ya estarán de nuevo a la gresca. Y así hasta que todos nos declaremos "empachados", como ha hecho Iñaki Gabilondo antes de notificar su "cambio de domicilio" por tanto "enconamiento"
Esther Palomera
@estherpalomera



El presidente del PP, Pablo Casado, retira nieve de la acera, en Madrid (España) a 10 de enero de 2020.
11 de enero de 2021 22:47h
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“No he venido aquí para fotografiarme, sino para ayudaros”. Quien habla no es Pedro Sánchez a su llegada el domingo en todoterreno a la sede del Ministerio del Interior. Ni Pablo Casado durante su recorrido por un par de centros de salud para retirar nieve de los accesos. Tampoco Ignacio Aguado, tras la autopromo en la puerta de su propia casa, pala en mano y zapatos de ante impolutos, pidiendo a los vecinos colaboración en las tareas de limpieza para acabar cuanto antes con los efectos de Filomena, la madre de todas las nevadas caídas sobre Madrid.

La frase es del excanciller democristiano Helmut Kohl durante unas inundaciones que en 1997, en la frontera entre Alemania y Polonia, sacaron a relucir viejos resentimientos entre los dos países, pero sirvieron también para mostrar la cara amable del Ejército federal alemán y fortalecer la reunificación de las dos Alemanias después de que afrontaran aquella desgracia como una tarea nacional.

Un año después, Kohl perdió las elecciones y cinco más tarde, el socialdemócrata Schröder siguió su ejemplo tras lograr una apretada victoria electoral después de unas nuevas inundaciones en Sajonia y a pesar de que las encuestas situaran a su opositor seis puntos por delante. Cuando las elecciones ya parecían perdidas, Schröder no dudó en remangarse la camisa y calzarse unas botas de agua, con lo que la intención de voto de los socialdemócratas comenzó a subir. La imagen, con la cara del canciller llena de barro, acaparó todas las portadas e inclinó la balanza en su favor hasta ganar las elecciones. En 2013, ante una nueva crecida, Angela Merkel evitó calzarse las botas de agua, pero sí peregrinó por todas las zonas afectadas y aprovechó para anunciar un paquete de ayudas inmediatas a los damnificados de 100 millones de euros.

Ni Casado es Kohl ni Sánchez es Schröder ni España es Alemania. Aquí lo que tenemos ante la desgracia sea de la dimensión que sea, además de una permanente confrontación, es una sobredosis de postureo que convierte a los políticos en pasto de memes para las redes sociales. Ya me dirán qué tenía que hacer Sánchez en el Ministerio del Interior que no pudiese hacer desde La Moncloa más que conseguir la primera fotografía de la mañana. O qué buscaba Casado a las puertas de un centro de salud más que parecer que hacía lo que no hizo, además de competir en autobombo con el presidente del Gobierno. O qué pretendía, además de la mofa que provocó entre el respetable, el vicepresidente madrileño, Ignacio Aguado, plantado en la puerta de su domicilio vestido de domingo para arengar a los vecinos a que tomaran las calles con sus palas. De Ayuso es de agradecer que, pese a la tardanza en aparecer ante la opinión pública, no añadiese una nueva fotografía a su colección y no nos sorprendiera, como hizo su pareja, haciendo snowboard por las calles de Madrid mientras las autoridades pedían a los madrileños que se quedaran en sus casas.

Aquí los únicos que han estado al pie del cañón -además de los ministros de las áreas afectadas, los consejeros del ramo y los alcaldes de ciudades grandes, pequeñas y medianas- han sido los de siempre: médicos, enfermeros, sanitarios, bomberos, policías, guardias civiles y militares, en especial la UME, esa “ensoñación faraónica de Zapatero”, que fue como desdeñó su creación la misma derecha española que hoy jalea sus éxitos.

Y con todo hay que felicitarles porque en estas 72 horas posteriores a la llegada de Filomena no se hayan tirado los trastos a la cabeza y acusado mutuamente de las consecuencias. En las últimas 24 ya vuelven por sus fueros y apuntan maneras. Ya saben aquello de la ley de Murphy y de que cualquier situación es susceptible de empeorar. Si en este país, los políticos se han despellejado por el COVID-19, por las mascarillas, por el estado de alarma, por las vacunas, por los fondos europeos y hasta por el asalto al Capitolio, no tardarán en hacerlo por la gran nevada y por la declaración o no de Madrid como zona catastrófica. Ya han empezado.

Las buenas palabras sobre el aceptable nivel de coordinación entre administraciones durante el fin de semana no fueron más que una falsa tregua. Mañana, a lo sumo pasado, ya estarán de nuevo a la gresca. Y así hasta que todos nos declaremos “empachados”, como ha hecho Iñaki Gabilondo antes de despedirse y notificar su “cambio de domicilio” por tanto “enconamiento partidista” y “tanta lucha encarnizada”. Al menos con su retirada diaria de las ondas, él se va con el deber cumplido y dejando tras de sí una legión de incondicionales. Está por ver que de otros, pasado el tiempo, se pueda decir lo mismo.



Oí ayer que a ver si lo que ocurrió en el 2020 va a ser un tráiler de lo que ocurrirá en el 2021.

De momento en menos de 10 días de enero tenemos a Filomena y al accidente de avión en Indonesia.

A ver, a ver....:(
 
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