Ópera Garnier y el fantasma de la ópera

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Lo mismo se acuerda de esas línea de la novela El Fantasma de la Ópera (1910) de Gaston Leroux : “¿Qué es eso? preguntó. “La llave de la puerta del paso subterráneo en la Calle Scribe.” “Entiendo, Christine. Esto lleva directamente al lago. Dámelo Christine, ¿quieres?” “Nunca”, dijo. “¡Eso sería traición!”

Lo curioso, es que es cierto ,debajo del edificio hay agua, son unos contenedores que en caso de incendio serian utilizados por los bomberos.


La Ópera Garnier (o Palacio Garnier), uno de los hitos de la ciudad de las luces, fue construido entre 1861 y 1875 para la Ópera de París. Difícilmente podía imaginarme que bajo ese emblemático monumento de París hay un lago, construido (orden de Napoleón III) por el arquitecto de la Ópera, Charles Garnier. Este fue hecho después de crear una doble pared destinada a contener la presión de las aguas retenidas en un tanque de cemento y hormigón.

Para garantizar el equilibrio del edificio -construido en un lugar con terreno fangoso y relativamente inestable-, el emplazamiento fue excavado entre julio y diciembre de 1861. El 13 de enero de 1862 los primeros cimientos de hormigón fueron colocados. El teatro de la ópera necesitaba un sótano más profundo que otros tipos de edificios, por la zona bajo el escenario. Sin embargo el nivel de las aguas subterráneas fue inesperadamente alto. Se hicieron pozos en febrero de 1862 y se instalaron ocho bombas de vapor en marzo del mismo año. A pesar de funcionar de forma continua las 24 horas del día, el lugar no se secaba. Para hacer frente a este problema Garnier diseñó fundaciones dobles para proteger la estructura de la humedad. Se incorporó un curso de agua y una enorme cisterna de hormigón (cuve en francés, tanque en castellano). Este aliviaba la presión y deterioro de las paredes del sótano por aguas subterráneas externas además de servir como depósito en caso de incendio. En octubre se retiraron las bombas y la bóveda de ladrillo de la cuve se terminó el 8 de noviembre. La sub-estructura estaba casi completa para finales de ese año.

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En la década de 1960, los ingenieros que luchaban por drenar el agua de la tierra empapada terminaron usando un depósito de 60 metros (25m x 55m) de largo y 12 metros de profundidad. El estanque subterráneo es ahora un depósito y sirve para la formación des sapeurs-pompiers (bomberos) de la ciudad. Este estanque que se menciona en el Fantasma de la Ópera es hogar de varios peces. Al parecer hoy día hace falta un permiso especial para ver el lago; el lugar está cerrado a los turistas, por razones de seguridad.

Entonces sí que hay un lago artificial bajo la Ópera Garnier. Aunque últimamente ¡no se han visto fantasmas ahí!

https://blogs.iadb.org/agua/2015/03/17/el-fantasma-de-la-opera-en-aguas-profundas/




Cuando las obras arrancaron, la Emperatriz Eugenia de Montijo, preguntó al arquitecto si el edificio tendría estilo griego o romano. Y Garnier le contestó: "¡Es estilo Napoleón III, señora!". Efectivamente, el teatro carecía de escuela arquitectónica definida o era, más bien, una mezcla de muchas: una especie de neobarroco grandilocuente y bastante ornamentado, con influencias de distintas épocas, que terminó efectivamente siendo conocido como "estilo Napoleón III".

Las aguas subterráneas y más visicitudes en las obras inspiraron la imaginación del escritor Gastón Leroux, que escribió “El Fantasma de la Ópera”. Una historia tremendamente bella en la que unía pasión, amor y terror, en medio del goticismo escénico propio de la época. Donde un siniestro personaje habita en los subterráneos de la Ópera y se enamora, a la vez que ejerce de mecenas de la nueva e inexperta cantante de la compañía. Pero probablemente el detonante fue el rumor extendido de que se había hallado, en 1908, un cadáver bajo los subterráneos de La Ópera. El cadáver tenía la cara tapada con una máscara por estar desfigurada y conservaba un anillo de oro en su dedo. Pero no fue el único… también se dijo que la lámpara del auditorio cayó una vez, causando una víctima. Así es como en la escena final de la novela el “fantasma” logra desprender la lámpara cayendo sobre los palcos y butacas, provocando el caos y aprovechando la ocasión para secuestrar a su amada y llevarla al fondo de los infiernos.

http://www.elcomunicadodetravis.com/2014/10/visita-paris-opera-garnier.html

 
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