Novia de España: Carmen Sevilla

Que duro es el alzheimer
Yo trabajo en una residencia de ancianos y no se. A veces me gustaría que vinieramos con un botón de off y pudiéramos apagar la cuando quisiéramos
Es una enfermedad durísima. Sobre todo si se tiene la mala suerte de durar muchos años
Qué duro tiene que ser trabajar en éso. Lo digo porque los enfermos de Alzheimer sufren mucho porque no reconocen ni a su propia familia, y tienen que ver con mucho miedo que auténticos desconocidos los agarren, los desvistan, los bañen, etc. Me da mucha pena. Recuerdo que mi abuela sólo pedía irse a sus casa a jugar son sus primitos. Por supuesto ésa casa ya no existía porque era de cuando era pequeña. Cuántos años de sufrimiento...
 
yo le creo al hijo, esa enfermedad es demoledora para el paciente pero mas para la familia, que por mucha visita y esfuerzo que haga se encuentran con que su familiar ni sabe quien es ni para que està, llegado un punto la familia irà a controlar que estè bien atendida y poco podràn hacer, mucho menos las amistades...claro que depende del grado en que se encuentre de avanzado, pero a veces es devastador comprobar que la persona que conocìamos ya no es la misma, ya no està allì, se ha convertido en una extraña y nosotros para ella...en fin, que no juzgo porque es una situaciòn muy dificil..
siempre se les puede acompañar y dar cariño aunque no te reconozcan y eso siempre lo agradece, es una pena que este sola en una residencia, la verdad
 
El amor imposible entre Charlton Heston y Carmen Sevilla: el día que la española le paró los pies al Cid americano
La «novia de España», que llegó a rechazar un contrato de seis años de la Paramount para trabajar en Hollywood, interpretó en «Marco Antonio y Cleopatra» (1972) a Octavia, despertando las bajas pasiones del actor que había sido el Cid: «Estábamos sentados en la cama, hablando, y de repente él empezó a tocarme los pechos, y a expresar el amor que me tenía (...) Y yo dije: "Que me escuchen, que Charlton me tocara los pechos, las t*tas, no estaba en el guión"»

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Carmen Sevilla y Charlton Heston en «Marco Antonio y Cleopatra» (1972) - Vídeo: Carmen Sevilla tuvo que «parar los pies» a Charlton Heston
Lucía M. Cabanelas
Redactora
MadridSEGUIR
Actualizado08/01/2019 a las 10:46

España fue durante siglos el Imperio donde no se ponía el sol, cuna de grandes héroes y de exploradores del horizonte, dominador de los mares y de todo un continente. Cuando perdió el Imperio, únicamente le quedó el sol, lo que no es poca cosa. Sus envidiables condiciones meteorológicas y sus incentivos fiscales la convirtieron durante el franquismo en el Hollywood del Mediterráneo. Envidia de Europa, los estudios de cartón piedra erigidos por el judío Samuel Bronston prendieron un imperio cinematográfico en Las Rozas, pero bien podían ser, si querían, China -con una ajada Ava Gardner bajo la batuta inconclusa de Nicholas Ray en «55 días en Pekín»- o ese Egipto en el que uno de los fieles de Julio César fue el Cid, y Octavia, la María Magdalena sevillana.

El inédito cambio de cromos en el que la brújula del Sur apuntaba al Norte y la de Oriente a Occidente se produjo en 1972. Para entonces, Carmen Sevilla ya arrastraba cierta fama de actriz contrastada para los americanos tras interpretar a María Magdalena en «Rey de reyes» una década antes, por lo que no extrañó que Charlton Heston la fichara para«Marco Antonio y Cleopatra». El ganador del Oscar por «Ben-Hur» no fue el único estadounidense en encapricharse con la folclórica andaluza, a la que un encandilado Frank Sinatra, ese mismo que visitó España atraído por su amor a Ava Gardner y que juró no volver a pisar el país tras sus calabazas, llegó a pasear por Hollywood.

La actriz era una de esas divas que acompañaron a esos exiliados de la meca del cine que venían a ahogar sus penas en los tablaos madrileños y en las copas que se servían en la España del aperturismo. Sin embargo, Carmen Sevilla poco tenía que envidiar a las grandes estrellas de ambos lados del charco. Si en 1954 Marilyn Monroe desfiló ante 100.000 soldados americanos durante la Guerra de Corea, la sevillana hizo lo propio tres años después, cuando visitó Marruecos durante el conflicto de Sidi Ifni para insuflar ánimo a los legionarios españoles, para los que cantó y bailó. También fue, y todavía es, la «novia de España», mucho antes de que Estados Unidos, que lo hace todo más grande, acuñase el mismo término para Julia Roberts, a la que solíanapodar «la novia de América» durante sus mejores años. Cómo no iba a hacerlo, si, como decía su canción, ella es «Carmen de España valiente, Carmen con bata de cola, pero cristiana y decente».

escribió Carmen Sevilla hace once años en ABC para despedir al Cid norteamericano tras su muerte, en abril de 2008.



«Estábamos sentados en la cama, hablando, y de repente él empezó a tocarme los pechos, y a expresar el amor que me tenía, y ¡cómo me hablaba!... fue una maravilla»


Una suerte de epitafio en el que la mujer del «cuponsito», que rechazó un contrato de seis años con la Paramount por no dejar a su familia sola, «a mis padres y mis hermanitos», bromea sobre una de las escenas más icónicas de «Marco Antonio y Cleopatra», que sirve de título para el texto sobre Heston, «Charlton y los pechos». «Estábamos sentados en la cama, hablando, y de repente él empezó a tocarme los pechos, y a expresar el amor que me tenía, y ¡cómo me hablaba!, fue una maravilla», reconoció en la también conocida como «Carmen de España». «Cuando terminó, me dijo: “¡Oh, wonderful!, ¡Thank you, darling!, ¡Thank you, darling!” Y yo grité: “¡Corten!”. Y ya en español: “Oigan, ¡que me escuchen! Que Charlton me tocara los pechos, las t*tas, no estaba en el guión”. Y, de repente, él repuso: “Sí, está”», recordó la actriz. No en vano, además de director y protagonista, Charlton Heston adaptó la obra de William Shakespeare en un guión que escribió junto al español Federico de Urrutia.

una atónita Carmen Sevilla, a la que le habían dicho que una persona que la quería y admiraba le iba a hacer un homenaje, comenzaron a sucederse los legionarios romanos, con sus lorigas y sus lanzas, y esos cascos adornados con penachos de crin de caballo. A la zaga, una cuadriga con un hombre ya vetusto enfundado en un traje que desentonaba en esa estampa militar. Era Charlton Heston, quién si no, arreando el carro con caballos como hiciera en «Ben-Hur» cuatro décadas antes.

Y la segunda vez... lágrimas
«Me puse a llorar. Y él quiso hacer, muchos años después, y sentado junto a mí, la misma secuencia de “Marco Antonio y Cleopatra”, la de los pechos y sus brazos abrazándome», escribió Sevilla. «Pero yo le tomé el brazo -me acordaré toda mi vida- cuando ya estaba un poco “así” para tocarme el pecho, le di un beso en la mano, y le dije: “¡Thank you, darling! ¡Very much!”. Me puse a llorar porque no me esperaba que esta persona se acordara de mí, de aquellos tiempos de Hollywood»
https://www.abc.es/play/cine/notici...paro-pies-americano-201901072026_noticia.html
 
Lo que está haciendo Parada es de miserables. Ella no se puede defender, la está poniendo a caldo cuando antaño la lamía el culo. De siempre se ha dicho que la imagen inocentona era una fachada, un personaje, y lo saca ahora como novedad para ponerla verde, llevarse pasta y subir audiencias con polémicas de mierda. Ella como si no estuviera ya aquí para decirle cuatro cosas. Yo creo que estas polémicas las sacan cuando se les agotan los temas y necesitan tener audiencia, así que habrá pactado con T5 para sacar las miserias de Carmen y así volver a salir a llevarse sus dineros.
 
El amor imposible entre Charlton Heston y Carmen Sevilla: el día que la española le paró los pies al Cid americano
La «novia de España», que llegó a rechazar un contrato de seis años de la Paramount para trabajar en Hollywood, interpretó en «Marco Antonio y Cleopatra» (1972) a Octavia, despertando las bajas pasiones del actor que había sido el Cid: «Estábamos sentados en la cama, hablando, y de repente él empezó a tocarme los pechos, y a expresar el amor que me tenía (...) Y yo dije: "Que me escuchen, que Charlton me tocara los pechos, las t*tas, no estaba en el guión"»

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Carmen Sevilla y Charlton Heston en «Marco Antonio y Cleopatra» (1972) - Vídeo: Carmen Sevilla tuvo que «parar los pies» a Charlton Heston
Lucía M. Cabanelas
Redactora
MadridSEGUIR
Actualizado08/01/2019 a las 10:46

España fue durante siglos el Imperio donde no se ponía el sol, cuna de grandes héroes y de exploradores del horizonte, dominador de los mares y de todo un continente. Cuando perdió el Imperio, únicamente le quedó el sol, lo que no es poca cosa. Sus envidiables condiciones meteorológicas y sus incentivos fiscales la convirtieron durante el franquismo en el Hollywood del Mediterráneo. Envidia de Europa, los estudios de cartón piedra erigidos por el judío Samuel Bronston prendieron un imperio cinematográfico en Las Rozas, pero bien podían ser, si querían, China -con una ajada Ava Gardner bajo la batuta inconclusa de Nicholas Ray en «55 días en Pekín»- o ese Egipto en el que uno de los fieles de Julio César fue el Cid, y Octavia, la María Magdalena sevillana.

El inédito cambio de cromos en el que la brújula del Sur apuntaba al Norte y la de Oriente a Occidente se produjo en 1972. Para entonces, Carmen Sevilla ya arrastraba cierta fama de actriz contrastada para los americanos tras interpretar a María Magdalena en «Rey de reyes» una década antes, por lo que no extrañó que Charlton Heston la fichara para«Marco Antonio y Cleopatra». El ganador del Oscar por «Ben-Hur» no fue el único estadounidense en encapricharse con la folclórica andaluza, a la que un encandilado Frank Sinatra, ese mismo que visitó España atraído por su amor a Ava Gardner y que juró no volver a pisar el país tras sus calabazas, llegó a pasear por Hollywood.

La actriz era una de esas divas que acompañaron a esos exiliados de la meca del cine que venían a ahogar sus penas en los tablaos madrileños y en las copas que se servían en la España del aperturismo. Sin embargo, Carmen Sevilla poco tenía que envidiar a las grandes estrellas de ambos lados del charco. Si en 1954 Marilyn Monroe desfiló ante 100.000 soldados americanos durante la Guerra de Corea, la sevillana hizo lo propio tres años después, cuando visitó Marruecos durante el conflicto de Sidi Ifni para insuflar ánimo a los legionarios españoles, para los que cantó y bailó. También fue, y todavía es, la «novia de España», mucho antes de que Estados Unidos, que lo hace todo más grande, acuñase el mismo término para Julia Roberts, a la que solíanapodar «la novia de América» durante sus mejores años. Cómo no iba a hacerlo, si, como decía su canción, ella es «Carmen de España valiente, Carmen con bata de cola, pero cristiana y decente».

escribió Carmen Sevilla hace once años en ABC para despedir al Cid norteamericano tras su muerte, en abril de 2008.



«Estábamos sentados en la cama, hablando, y de repente él empezó a tocarme los pechos, y a expresar el amor que me tenía, y ¡cómo me hablaba!... fue una maravilla»


Una suerte de epitafio en el que la mujer del «cuponsito», que rechazó un contrato de seis años con la Paramount por no dejar a su familia sola, «a mis padres y mis hermanitos», bromea sobre una de las escenas más icónicas de «Marco Antonio y Cleopatra», que sirve de título para el texto sobre Heston, «Charlton y los pechos». «Estábamos sentados en la cama, hablando, y de repente él empezó a tocarme los pechos, y a expresar el amor que me tenía, y ¡cómo me hablaba!, fue una maravilla», reconoció en la también conocida como «Carmen de España». «Cuando terminó, me dijo: “¡Oh, wonderful!, ¡Thank you, darling!, ¡Thank you, darling!” Y yo grité: “¡Corten!”. Y ya en español: “Oigan, ¡que me escuchen! Que Charlton me tocara los pechos, las t*tas, no estaba en el guión”. Y, de repente, él repuso: “Sí, está”», recordó la actriz. No en vano, además de director y protagonista, Charlton Heston adaptó la obra de William Shakespeare en un guión que escribió junto al español Federico de Urrutia.

una atónita Carmen Sevilla, a la que le habían dicho que una persona que la quería y admiraba le iba a hacer un homenaje, comenzaron a sucederse los legionarios romanos, con sus lorigas y sus lanzas, y esos cascos adornados con penachos de crin de caballo. A la zaga, una cuadriga con un hombre ya vetusto enfundado en un traje que desentonaba en esa estampa militar. Era Charlton Heston, quién si no, arreando el carro con caballos como hiciera en «Ben-Hur» cuatro décadas antes.

Y la segunda vez... lágrimas
«Me puse a llorar. Y él quiso hacer, muchos años después, y sentado junto a mí, la misma secuencia de “Marco Antonio y Cleopatra”, la de los pechos y sus brazos abrazándome», escribió Sevilla. «Pero yo le tomé el brazo -me acordaré toda mi vida- cuando ya estaba un poco “así” para tocarme el pecho, le di un beso en la mano, y le dije: “¡Thank you, darling! ¡Very much!”. Me puse a llorar porque no me esperaba que esta persona se acordara de mí, de aquellos tiempos de Hollywood»
https://www.abc.es/play/cine/notici...paro-pies-americano-201901072026_noticia.html




En la peli que hicieron de romanos, él el César creo y Carmen era Octavia, él le toca la teta que iba ella con túnica blanca y creo que es la peli donde más guapa salía (que ya es decir) y eso no estaba en el guión, pero ella no le quita la mano...si es que ese hombre estaba para darse un homenaje, caiga bien o mal, a mi me pareció un pivón toda la vida hasta siendo bien mayor.
 
Carmen era guapa de joven, una belleza normalita, sinceramente no era muy guapa. Sara Montiel era más guapa.

Las había más guapas que ella, al natural. Lo que sí que debía ser es ambiciosa y astuta, para trepar entre tantas iguales que ella.

Ni muy guapa ni tenía un cuerpo de llamar la atención. Lo que pasa que, en su época, las mujeres empezaban a tener hijos en la adolescencia y envejecían temprano.
 
Carmen era guapa de joven, una belleza normalita, sinceramente no era muy guapa. Sara Montiel era más guapa.

Las había más guapas que ella, al natural. Lo que sí que debía ser es ambiciosa y astuta, para trepar entre tantas iguales que ella.

Ni muy guapa ni tenía un cuerpo de llamar la atención. Lo que pasa que, en su época, las mujeres empezaban a tener hijos en la adolescencia y envejecían temprano.


Aparte de guapa era la fotogenia. A mi me parece una mujer muy guapa, pero me gustó más Sara siempre, por pionera, por el mito, por personaje hasta el final de sus días y por disfrutar la vida padre.
 
En la peli que hicieron de romanos, él el César creo y Carmen era Octavia, él le toca la teta que iba ella con túnica blanca y creo que es la peli donde más guapa salía (que ya es decir) y eso no estaba en el guión, pero ella no le quita la mano...si es que ese hombre estaba para darse un homenaje, caiga bien o mal, a mi me pareció un pivón toda la vida hasta siendo bien mayor.

Físicamente, era un hombre irresistible, o mejor dicho, eso es un hombre. Me encantan sus películas. No sé de nadie que haya interpretado como él los papeles históricos. Y en Ben-Hur fue el culmen.
 
Vaya ojo que tenía Carmen Sevilla con los hombres.


Por cierto con Agripina porqué dejo de hablarse con ella? Eran íntimas
 

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