Batista pide una ayuda pública por sus secuelas al quemar viva a Laura
TINERFE FUMERO07/02/2017 · 02:15
La Fiscalía solicita un total de 42 años de cárcel para David Batista, cuyo juicio se inició ayer en la Audiencia Provincial | Cedida por TVC
El acusado de asesinar a su expareja sentimental en una tienda de Santa Cruz de La Palma en julio de 2015, David Batista, tramita en la actualidad una prestación de carácter público a cuenta de las heridas que sufrió en el transcurso de dicho crimen, en información facilitada por fuentes cercanas al terrible caso. Batista, que desde ayer es juzgado en la Audiencia Provincial de Santa Cruz de Tenerife por estos hechos, sufrió quemaduras en el 30% de su cuerpo durante la acción en la que falleció la joven Laura González, a la que presuntamente roció con gasolina y luego prendió con un mechero. Si Laura resultó afectada en un 95% de su cuerpo por las llamas y falleció poco después de ser trasladada con urgencia al Hospital Insular de La Palma, David salvó la vida por la menor entidad de sus lesiones, si bien estuvo en la Unidad de Cuidados Intensivos de dicho centro sanitario para, posteriormente, ser trasladado en avión medicalizado a otro de Sevilla que cuenta con una unidad especializada en grandes quemados, concretamente el Hospital Universitario Virgen del Rocío de la referida capital andaluza.
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Tras permanecer unas dos semanas allí, Batista ingresó en el centro penitenciario Tenerife II a finales de julio de 2015, donde permanece desde entonces. Es, precisamente, a través de los servicios sociales de esa prisión la vía por la que el presunto asesino de Laura tramita la citada solicitud de una prestación de carácter público, si bien no ha trascendido el resultado de las gestiones. Un experto en servicios sociales consultado por este periódico se mostró perplejo ante la petición, que considera incongruente por cuanto se beneficiaría de una acción de la que supuestamente es responsable. Resta añadir que las quemaduras sufridas por el hoy acusado se produjeron gracias a la valerosa acción de la clienta a la que atendía en ese momento Laura, quien no dudó en agarrar el brazo de Batista cuando le tiraba la gasolina por encima a Laura, y de ahí que parte del combustible cayera sobre él. La deflagración al encender el mechero hizo el resto.
Respecto a la primera sesión del juicio, que tuvo lugar ayer en la Sección Quinta de la Audiencia provincial, comenzó como es de rigor con la elección de los miembros del Tribunal de Jurado Popular, que se prolongó durante varias horas. Cuando la vista se abrió al público, el Ministerio Fiscal expuso sus conclusiones provisionales, que como se informó en la edición de ayer suman un total de 42 años de prisión, desgranados en 25 años por un delito de asesinato agravado por la relación de parentesco, 15 más por un delito de incendio con peligro para la vida e integridad de las personas, y dos más por un delito continuado de amenazas.
En una intervención tan clara como contundente, la fiscal calificó como “cruel y despiadado” un asesinato que considera probado, al entender que hubo tanto premeditación como alevosía. La premeditación se reflejaría en los más de 100 mensajes amenazadores que habría enviado David Batista a la joven durante el mes anterior al ataque, y en el que incluso se hace referencia en varias ocasiones al fuego.
Respecto a la alevosía, la acusadora pública explicó que el hoy acusado arrinconó contra una pared a la víctima para evitar que tuviera escapatoria. Sobre el incendio y el peligro existente para otros, se detalló que había un total de cuatro personas en el establecimiento, una de ellas una niña de 7 años, y un total de 23 repartidas por todo el edificio.
El resto de acusaciones se sumó en lo esencial al escrito de la Fiscalía.
COMPRÓ UN BIDÓN DE CASI 10 LITROS DE GASOLINA
Vista general del juicio iniciado ayer | Cedida por TVC
El relato efectuado ayer por el Ministerio Fiscal durante la primera sesión del juicio que se celebra en la Audiencia Provincial de Santa Cruz de Tenerife por la terrible muerte sufrida por la joven Laura González no dejó indiferente a ninguno de los presentes.
Explicó la fiscal que considera probado que el acusado, David Batista, compró en la misma mañana de aquel triste 10 de julio de 2015 un total de 9,4 litros de gasolina que utilizó, presuntamente, para rociar a la víctima antes de prenderle fuego con un mechero, cuando ella se encontraba trabajando como empleada en un céntrico establecimiento de Santa Cruz de La Palma. Para la acusación pública, no hay duda de que el acusado cumplía así con un plan que llevaba maquinando desde que apenas mes y medio antes, Laura le comunicase su deseo de poner en fin a la relación sentimental que mantenían durante los cuatro años anteriores al crimen.
Cabe recordar a este respecto que tal inmadurez del varón a la hora de aceptar el fin de un noviazgo o matrimonio es habitual en el origen de los delitos de violencia machista. Para demostrar su argumento, la fiscal cuenta con una contundente prueba documental: los más de 100 mensajes que, durante el mes anterior, el acusado habría enviado a la chica con tintes amenazantes, y en los que no faltaban alusiones al fuego.
Así, apenas cuatro días antes le mandó por sms (ya lo había bloqueado en el WhatssApp) uno que decía: “Tic tac tic tac tic tac… cuanto más tarde… más arde”. Pero hubo más. El 17 de junio, el tercer mensaje que le envió decía: “No olvides que cuanto más alto subes… más dura es la caída… y la acción de esta mañana si eso es lo qm espera cada vez qt vea… pues lo corto ya… pero cn Motivos toy arto… Abriste la boca más de lo q puedes morder [la última frase en mayúsculas, lo que en los mensajes significa gritar]”. Tres días después, envió dos con los siguientes textos: “El que ríe último…”; y “… Esto va a acabar más que mal”.
Para la sesión de hoy, está previsto que en el juicio que tiene lugar en la sala 12 del Palacio de Justicia de la capital tinerfeña declaren como testigos varios familiares de la fallecida, así como la mujer que intentó salvarla en el interior de la tienda, además de una facultativa del centro penitenciario Tenerife II, donde está recluido Batista
TINERFE FUMERO07/02/2017 · 02:15
La Fiscalía solicita un total de 42 años de cárcel para David Batista, cuyo juicio se inició ayer en la Audiencia Provincial | Cedida por TVC
El acusado de asesinar a su expareja sentimental en una tienda de Santa Cruz de La Palma en julio de 2015, David Batista, tramita en la actualidad una prestación de carácter público a cuenta de las heridas que sufrió en el transcurso de dicho crimen, en información facilitada por fuentes cercanas al terrible caso. Batista, que desde ayer es juzgado en la Audiencia Provincial de Santa Cruz de Tenerife por estos hechos, sufrió quemaduras en el 30% de su cuerpo durante la acción en la que falleció la joven Laura González, a la que presuntamente roció con gasolina y luego prendió con un mechero. Si Laura resultó afectada en un 95% de su cuerpo por las llamas y falleció poco después de ser trasladada con urgencia al Hospital Insular de La Palma, David salvó la vida por la menor entidad de sus lesiones, si bien estuvo en la Unidad de Cuidados Intensivos de dicho centro sanitario para, posteriormente, ser trasladado en avión medicalizado a otro de Sevilla que cuenta con una unidad especializada en grandes quemados, concretamente el Hospital Universitario Virgen del Rocío de la referida capital andaluza.
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Respecto a la primera sesión del juicio, que tuvo lugar ayer en la Sección Quinta de la Audiencia provincial, comenzó como es de rigor con la elección de los miembros del Tribunal de Jurado Popular, que se prolongó durante varias horas. Cuando la vista se abrió al público, el Ministerio Fiscal expuso sus conclusiones provisionales, que como se informó en la edición de ayer suman un total de 42 años de prisión, desgranados en 25 años por un delito de asesinato agravado por la relación de parentesco, 15 más por un delito de incendio con peligro para la vida e integridad de las personas, y dos más por un delito continuado de amenazas.
En una intervención tan clara como contundente, la fiscal calificó como “cruel y despiadado” un asesinato que considera probado, al entender que hubo tanto premeditación como alevosía. La premeditación se reflejaría en los más de 100 mensajes amenazadores que habría enviado David Batista a la joven durante el mes anterior al ataque, y en el que incluso se hace referencia en varias ocasiones al fuego.
Respecto a la alevosía, la acusadora pública explicó que el hoy acusado arrinconó contra una pared a la víctima para evitar que tuviera escapatoria. Sobre el incendio y el peligro existente para otros, se detalló que había un total de cuatro personas en el establecimiento, una de ellas una niña de 7 años, y un total de 23 repartidas por todo el edificio.
El resto de acusaciones se sumó en lo esencial al escrito de la Fiscalía.
COMPRÓ UN BIDÓN DE CASI 10 LITROS DE GASOLINA
Vista general del juicio iniciado ayer | Cedida por TVC
El relato efectuado ayer por el Ministerio Fiscal durante la primera sesión del juicio que se celebra en la Audiencia Provincial de Santa Cruz de Tenerife por la terrible muerte sufrida por la joven Laura González no dejó indiferente a ninguno de los presentes.
Explicó la fiscal que considera probado que el acusado, David Batista, compró en la misma mañana de aquel triste 10 de julio de 2015 un total de 9,4 litros de gasolina que utilizó, presuntamente, para rociar a la víctima antes de prenderle fuego con un mechero, cuando ella se encontraba trabajando como empleada en un céntrico establecimiento de Santa Cruz de La Palma. Para la acusación pública, no hay duda de que el acusado cumplía así con un plan que llevaba maquinando desde que apenas mes y medio antes, Laura le comunicase su deseo de poner en fin a la relación sentimental que mantenían durante los cuatro años anteriores al crimen.
Cabe recordar a este respecto que tal inmadurez del varón a la hora de aceptar el fin de un noviazgo o matrimonio es habitual en el origen de los delitos de violencia machista. Para demostrar su argumento, la fiscal cuenta con una contundente prueba documental: los más de 100 mensajes que, durante el mes anterior, el acusado habría enviado a la chica con tintes amenazantes, y en los que no faltaban alusiones al fuego.
Así, apenas cuatro días antes le mandó por sms (ya lo había bloqueado en el WhatssApp) uno que decía: “Tic tac tic tac tic tac… cuanto más tarde… más arde”. Pero hubo más. El 17 de junio, el tercer mensaje que le envió decía: “No olvides que cuanto más alto subes… más dura es la caída… y la acción de esta mañana si eso es lo qm espera cada vez qt vea… pues lo corto ya… pero cn Motivos toy arto… Abriste la boca más de lo q puedes morder [la última frase en mayúsculas, lo que en los mensajes significa gritar]”. Tres días después, envió dos con los siguientes textos: “El que ríe último…”; y “… Esto va a acabar más que mal”.
Para la sesión de hoy, está previsto que en el juicio que tiene lugar en la sala 12 del Palacio de Justicia de la capital tinerfeña declaren como testigos varios familiares de la fallecida, así como la mujer que intentó salvarla en el interior de la tienda, además de una facultativa del centro penitenciario Tenerife II, donde está recluido Batista