Nos "federalizan"! o la futura Reforma de la Constitucion Española

¿Qué España quieres?

  • la actual, no quiero que se reforme la Constitución.

    Votos: 10 20,8%
  • una Federación simétrica: cada CCAA actual como región federada (Cataluña y País Vasco inclusive)

    Votos: 10 20,8%
  • una Federación asimétrica: Cataluña y País Vasco federados a España (=resto de las CCAA)

    Votos: 3 6,3%
  • una España sin CCAA + Cataluña y País Vasco independientes

    Votos: 10 20,8%
  • otro

    Votos: 15 31,3%

  • Total voters
    48
No estoy de acuerdo
Es el loby de la ultradecha y los intereses economicos americanos quienes quieren dinamitar la UE
lol. "los intereses economicos americanos"...como si el Gran Capital del s.XX-XXI tuviese nacionalidad :rolleyes::banghead:

(te puedes repasar el hilo del Capital Transnacional...:kiss:)

...tu lee aquí y luego nos cuentas ;):

curioso que la "Europa federal" es un proyecto que obtuvo gran apoyo antes que existiera cualquier estructura europea, solo los programas de los años '40 de Josef Retinger (fundador del Bilderberg group) y Jeanne Monnet, y el mentor de Churchill, Bernard Baruch, además del movimiento pnaeuropeo de Kalergi....y ojo, el Comité americano de la Europa Unida, 1948, fundado por Allan Dulles (una de las eminencias grises de la política US de la época y entre los "padres" de la CIA)
https://en.wikipedia.org/wiki/American_Committee_on_United_Europe

2000:
Euro-federalists financed by US spy chiefs

DECLASSIFIED American government documents show that the US intelligence community ran a campaign in the Fifties and Sixties to build momentum for a united Europe. It funded and directed the European federalist movement.

The documents confirm suspicions voiced at the time that America was working aggressively behind the scenes to push Britain into a European state. One memorandum, dated July 26, 1950, gives instructions for a campaign to promote a fully fledged European parliament. It is signed by Gen William J Donovan, head of the American wartime Office of Strategic Services, precursor of the CIA.

The documents were found by Joshua Paul, a researcher at Georgetown University in Washington. They include files released by the US National Archives. Washington's main tool for shaping the European agenda was the American Committee for a United Europe, created in 1948. The chairman was Donovan, ostensibly a private lawyer by then.

The vice-chairman was Allen Dulles, the CIA director in the Fifties. The board included Walter Bedell Smith, the CIA's first director, and a roster of ex-OSS figures and officials who moved in and out of the CIA. The documents show that ACUE financed the European Movement, the most important federalist organisation in the post-war years. In 1958, for example, it provided 53.5 per cent of the movement's funds.

The European Youth Campaign, an arm of the European Movement, was wholly funded and controlled by Washington. The Belgian director, Baron Boel, received monthly payments into a special account. When the head of the European Movement, Polish-born Joseph Retinger, bridled at this degree of American control and tried to raise money in Europe, he was quickly reprimanded.

The leaders of the European Movement - Retinger, the visionary Robert Schuman and the former Belgian prime minister Paul-Henri Spaak - were all treated as hired hands by their American sponsors. The US role was handled as a covert operation. ACUE's funding came from the Ford and Rockefeller foundations as well as business groups with close ties to the US government.

The head of the Ford Foundation, ex-OSS officer Paul Hoffman, doubled as head of ACUE in the late Fifties. The State Department also played a role. A memo from the European section, dated June 11, 1965, advises the vice-president of the European Economic Community, Robert Marjolin, to pursue monetary union by stealth.


It recommends suppressing debate until the point at which "adoption of such proposals would become virtually inescapable".

https://www.telegraph.co.uk/news/wo...ro-federalists-financed-by-US-spy-chiefs.html

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o poniendo todo en perspectiva...:bookworm::bookworm::bookworm:

Historia secreta de la Unión Europea
por Red Voltaire, Thierry Meyssan

Después de haber liberado a Europa Occidental en 1945, los Estados Unidos y el Reino Unido deciden rediseñarla creando los Estados Unidos de Europa. A fuerza de millones de dólares, la CIA y el JIC financian las organizaciones pro europeas para hacer de ellas instrumentos de contención al comunismo. Allen Dulles y Joseph Retinger logran crear el Consejo de Europa y la CECA, pero fracasan al tratar de imponer la Comunidad Europea de Defensa.

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Reunión del comité Ejecutivo del Movimiento Europeo (1949). De derecha a izquierda: el quinto personaje es Paul Van Zeeland, a continuación el presidente Duncan Sandys y el secretario general Joseph Retinger.
En 1922 el conde Richard de Coudenhove-Kalergi publica su célebre obra: Pan Europa, un proyecto [1]. El aristócrata austrohúngaro, retomando los análisis del alto funcionario francés Louis Loucheur [2], comprueba que las guerras modernas exigen capacidades industriales gigantescas. Por el contrario, es posible evitar un conflicto entre grandes potencias si los recursos se encuentran bajo una autoridad común. Puede esperarse evitar una nueva guerra entre Alemania y Francia colocando el carbón alemán y el acero francés bajo el control de una autoridad binacional.

Prosigue su razonamiento, esta vez integrando las reflexiones de Giovanni Agnelli [3] sobre el federalismo europeo como antídoto a los nacionalismos revanchistas, y propone ir más lejos con la creación de los Estados Unidos de Europa según el modelo de los Estados Unidos.
En su esencia, se trata de fundar una Europa-potencia, apta a contrarrestar los nuevos bloques que son los Estados Unidos, la URSS y el imperio británico. Así, su Europa debe extenderse desde Francia a Polonia.

En 1926, Coudenhove-Kalergi crea una asociación, la Unión Paneuropea, que celebra su congreso en Viena con más de 2,000 participantes. Su proyecto es el de una cooperación pacífica entre Estados soberanos.
Se opone a la visión fascista de una Europa integrada por la fuerza en las que las regiones étnicas serían exaltadas y los Estados nacionales destruidos. Tiene el apoyo de intelectuales como Guillaume Apollinaire, Albert Einstein, Sigmund Freud, Thomas Mann, José Ortega y Gasset, Pablo Picasso, Rainer Maria Rilke y Saint John Perse, entre otros. El Premio Nobel de la Paz, Aristide Briand [4], es electo presidente de la Unión.


En los años treinta el proyecto es sostenido políticamente por Aristide Briand y Edouard Herriot. Veintiséis Estados son contactados para formar parte de una Unión Federal Europea. Por otra parte, el empresario Jean Monnet, quien fuera secretario general adjunto de la SDN cuando quedó constituida, verificando que esta se vuelve de facto una organización intergubernamental europea, propone establecer el marco de la Unión Europea. Lamentablemente estas iniciativas llegan muy tarde: no resisten a la crisis de Wall Street y al ascenso de los peligros.

El proyecto anglo-estadounidense para Europa Occidental

Exiliado en los Estados Unidos al final de la Segunda Guerra Mundial, Richard de Coudenhove-Kalergi encabeza el lobby para convencer a Washington de imponer una organización federal en Europa, una vez restablecida la paz. Sus esfuerzos se ven coronados por el éxito cuando su idea es adoptada durante 1946 [5], por el Council on Foreign Relations (CFR) [6], que la incluye entre sus recomendaciones al Departamento de Estado.

Por su parte, el ex primer ministro británico, Winston Churchill, denuncia en 1946 «la cortina de hierro que se ha tendido sobre Europa» [7]. Es necesario estabilizar la zona occidental e impedir el contagio comunista. El 8 de mayo de 1946, en ocasión del primer aniversario de la capitulación del Reich, el Royal Institute of International Affairs (RIIA, llamado «Chatham House»), organización británica hermana del Council of Foreign Affairs (CFR), presenta la posición común de Londres y Washington. La misma es expuesta por Joseph H. Retinger, un ex asesor del gobierno fascista polaco exiliado en Londres [8] convertido en agente de los servicios secretos de Su Majestad.

Esta posición es popularizada por Winston Churchill cuando habla a su vez de los «Estados Unidos de Europa» [9]. Sin embargo, este proyecto no tiene nada que ver con el de Coudenhove-Kalergi y los demócratas de entreguerras. Londres y Washington piensan en la creación de una ciudadanía común anglo-estadounidense para sellar un amplio imperio anglófono. En este contexto, Europa sería una constelación de Estados invitados a cooperar entre ellos y a poner algunos de sus recursos industriales bajo la autoridad de una instancia supranacional, más o menos visiblemente articulada con el imperio anglófono. El conjunto formaría una vasta zona de libre intercambio impermeable a la influencia comunista.

Inicios caóticos de la acción anglo-estadounidense en Europa Occidental

El proceso avanza. Los servicios británicos crean la Independent League for European Cooperation (Liga Independiente para la Cooperación Europea, ILEC) de la que Joseph H. Retinger es el secretario general y el ex primer ministro belga Paul van Zeeland, el presidente.

La sede está en Bruselas y tiene secciones en Alemania, Francia [10], Italia, Holanda, Luxemburgo y, claro está, en el Reino Unido. Por iniciativa del embajador estadounidense Averell Harriman, Russell C. Leffingwell, presidente del CFR, crea otra sección en los Estados Unidos. El papel asignado a la ILEC es el de promover una zona europea de libre intercambio con una moneda común.

Algunas semanas más tarde, en septiembre de 1946, Allen W. Dulles, nuevo presidente del CFR, financia la creación de la Unión Europea de los Federalistas (UEF), en Hertenstein (Suiza) [11] alrededor de filósofos personalistas [12] especialmente Alexandre Marc y Denis de Rougemont, y del ex jefe de la red de resistencia Combate, Henry Frenay [13].

El papel asignado a la Unión de los Federalistas será movilizar a la opinión pública par acelerar la integración (es decir la pérdida de soberanía de los Estados), lo que no puede promover ningún dirigente político en ejercicio.

En enero de 1947 Churchill crea el Provisionnal United Europe Committee (Comité de Preconfiguración de la Europa Unida). En marzo, por iniciativa del senador J. William Fulbright, el Senado y la Cámara de Representantes votan una moción de apoyo a los «Estados Unidos de Europa». El Congreso exige de los Estados beneficiarios del Plan Marshall el compromiso de participar en estos «Estados Unidos».

Para promover en las élites norteamericanas las ideas del conde de Coudenhove-Kalergi, el senador Fulbright crea el Committee for a Free and United Europe (Comité par una Europa Libre y Unida) con William J. Donovan y Allen W. Dulles [14] a la cabeza. Es el inicio del error: todo el mundo habla de los «Estados Unidos de Europa», pero nadie comprende lo mismo.

En julio de 1947, la revista del Council on Foreign Relations publica un artículo anónimo, en realidad redactado por el embajador George F. Kennan, que describe el peligro del expansionismo comunista y preconiza la política de contención (containment). El Consejo de Seguridad Nacional precisa la estrategia: la «Fase I» tiene como objetivo federar a todos los Estados de Europa Occidental liberados por los anglo-estadounidenses; la «Fase II» consistirá en hacer salir a los Estados de Europa Central y Oriental de la órbita soviética y a sumarlos a los «Estados Unidos de Europa» [15].

El Reino Unido firma en Bruselas, el 17 de marzo de 1948, un tratado de cooperación militar con Francia y el Benelux que instituye la Unión de Europa Occidental (UEO). Churchill convoca a una conferencia paragubernamental en La Haya para unir a la Unión Paneuropea, la ILEC, la Unión de los Federalistas y otras. Del 7 al 10 de mayo, 800 personalidades responden a su llamamiento y crean el Movimiento Europeo.
Duncan Sandys, yerno de Churchill, es electo presidente de la Asociación y Joseph H. Retinger, secretario general [16]. Sin embargo, el éxito de esta operación depende del mantenimiento de sus ambigüedades. A los participantes se les solicita con argumentos diferentes, no siempre compatibles.

No debe dejársele a Coudenhove-Kalergi la posibilidad de aclarar las cosas. Los dirigentes del Movimiento Europeo (es decir los británicos) se precipitan sobre Washington para establecer una coordinación con sus homólogos norteamericanos que no han comprendido completamente las sutilezas del viejo continente. Se decide cerrar inmediatamente el Comité del senador Fulbright y marginar a Coudenhove-Kalergi. Se crea una nueva estructura para supervisar la construcción europea: el American Committee on United Europe (Comité Norteamericano para la Europa Unida, ACUE).

Por otra parte, con vistas a la «Fase II», William Hayter, presidente del Comité Adjunto del servicio secreto británico, instaura una red de agentes que se habían quedado del otro lado de la cortina de hierro. Estos stay-behind constituyen la Assembly of Captive European Nations (Asamblea de las Naciones Europeas Cautivas, ACEN).
Finalmente la Santa Sede se compromete en la cruzada anticomunista. Pío XII recibe el II Congreso de la Unión de los Federalistas Europeos en Roma, en septiembre de 1948 [17].

El Comité Norteamericano para la Europa Unida

El ACUE es creado el 5 de enero de 1949 en la sede de la Fondation Woodrow Wilson en Nueva York. Sin gran discreción, en su Consejo de Administración figuran los nombres de miembros de los servicios secretos norteamericanos: presidente, William J. Donovan (ex director de la OSS y posterior consejero de la CIA); vicepresidente, Allen W. Dulles (ex OSS, presidente del CFR y futuro director de la CIA); director ejecutivo, Thomas W. Braden (ex OSS y futuro director adjunto de la CIA). También formaban parte del mismo David Dubinsky, Arthur Golberg y Jay Lovestone, los tres responsables de las acciones secretas de la AFL-CIO [18], entre otros.

El Comité celebra su primera reunión pública el 29 de marzo de 1949 en presencia de Winston Churchill. Se trata de una vitrina no gubernamental de la CIA que desarrolla una actividad pública puramente formal. Su función real es financiar discretamente todas las asociaciones europeas federalistas.

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Izquierda: Senador J. William Fulbrigh. Derecha: Allen W. Dulles
En su discurso inaugural, al saludar a los voceros de las naciones europeas cautivas, Churchill declara: «No puede haber paz duradera mientras que diez capitales de Europa Oriental se encuentren entre las manos del gobierno comunista de los Soviets. Tenemos nuestras relaciones con estas naciones más allá de la cortina de hierro.

Han enviado sus delegados a nuestra reunión, conocemos sus sentimientos y cuánto desean unirse a la nueva Europa unida. Debemos por lo tanto fijarnos como objetivo e ideal la unión de Europa en su conjunto y nada menos que eso.» El 4 de abril de 1949, los Estados Unidos, el Reino Unido, Canadá y Francia firman el Pacto del Atlántico Norte (OTAN).

El ACUE financia las reuniones preparatorias del Tratado de Westminster (5 de mayo de 1949) que instituye una organización con el objetivo de definir y extender las normas de gobierno del «mundo libre», el Consejo de Europa, cuyo presidente electo es el primer ministro belga, Paul-Henri Spaak.

En agosto de 1949 la Unión Soviética hace estallar su primera bomba nuclear, provocando estupefacción en Washington. Truman es convencido de que la URSS pretende utilizar la fuerza para extender el comunismo. El general George F. Kennan es sustituido por su adjunto Paul H. Nitze. A partir de entonces el mundo está dividido entre dos potencias nucleares. Ello relativiza la alianza favorecida con Londres y como consecuencia el Reino Unido debe descender de su pedestal e integrarse a Europa... Consternación en Londres.

El ACUE decide retomar el control directo del Movimiento Europeo, es decir, cambiar la dirección británica del mismo. Sabiamente se organiza una crisis: los franceses de la Unión de los Federalistas protestan por su no representación en las instancias dirigentes y crean una crisis, pretexto utilizado por el ACUE para financiar al Movimiento Europeo.
El presidente Duncan Sandys es forzado a renunciar en marzo de 1950. Lo sustituye el belga Spaak, que transfiere la sede de Londres a Bruselas. Otro belga, el barón Boël [19], es el tesorero.

El éxito de la CECA y el fracaso de la CED

El 8 de mayo de 1950, para el quinto aniversario de la capitulación del Tercer Reich de Adolf Hitler, el ministro francés de Relaciones Exteriores, Robert Schuman, propone poner en práctica el proyecto de Louis Loucheur y Richard de Coudenhove-Kalergi, creando una Comunidad Europea del Carbón y el Acero (CECA).

Schuman es miembro numerario del Opus Dei. La confraternidad secreta católica le ha creado una imagen que logra borrar el recuerdo de su participación en el gabinete de Philippe Pétain, quien firmara el armisticio de la deshonra. En Nueva York, Allen W. Dulles organiza una conferencia de prensa en la que hace pública una lista de 118 eminentes personalidades norteamericanas, miembros del ACUE, que brindan su apoyo al plan Schuman.

En el mismo impulso, el ministro francés de Defensa, René Pleven, propone, el 24 de octubre de 1950, la creación de una Comunidad Europea de Defensa (CED). La comunicación de este anuncio es apoyada por un Comité de Vigilancia, una emanación de la Unión de los Federalistas de Henri Frenay, claro está financiado por el ACUE. Seis Estados firman el Tratado CED en París el 27 de mayo de 1952.

A diferencia del Benelux, del Consejo de Europa y de la CECA, la CED no es un viejo proyecto de los europeos, sino una estructura apoyada por Washington. Como antítesis de las ideas de Aristide Briand, que consideraba una asociación de defensa según el modelo de las alianzas de las ciudades griegas antiguas, el Pentágono imagina un reagrupamiento de fuerzas complementarias comparable al del Imperio persa.

Los gaullistas y los comunistas se alían para impedir la ratificación del Tratado por parte de la Asamblea Nacional, que lo rechaza el 30 de agusto 1954.
El bello edificio se desploma. Hay que cambiar de estrategia replegándose en la OTAN. Londres y Washington le confían a Joseph H. Retinger, aún secretario general del Movimiento Europeo, que reclute a altas personalidades europeas para hacer avanzar de forma conjunta la integración de los Estados europeos a una zona de libre intercambio a partir de la CECA y su integración a la OTAN.

La reunión preparatoria de la creación de este club se realiza el 25 de septiembre de 1952 en París. El príncipe Bernhard de Holanda, Paul van Zeeland, Alcide Gasperi, Guy Mollet, Antoine Pinay [20] y otros participan en el proyecto. Posteriormente, Retinger y el príncipe Bernhard van a Washington en busca de la unción del general Walter Bedell Smith, nuevo director de la CIA [21], y de Charles D. Jackson, asesor especial del presidente. Se forma un comité norteamericano con David Rockfeller, Dean Rusk, Henry Heinz hijo y Joseph Johnson, entre otros. La primera reunión se celebrará del 29 al 31 de mayo de 1954 en el hotel de Bilderberg, en Holanda.


https://www.voltairenet.org/article123503.html
 
lol. "los intereses economicos americanos"...como si el Gran Capital del s.XX-XXI tuviese nacionalidad :rolleyes::banghead:

(te puedes repasar el hilo del Capital Transnacional...:kiss:)

...tu lee aquí y luego nos cuentas ;):
Ah, entonces la frase de Trump “America Primero” y la guerra arancelaria con la Ue y China es del siglo XIX
 
genial. si los fondos europeos no pasan primero por ese pozo negro de corrupción que es Madrid tanto mejor. un peaje / comisión menos en la cadena de favores.

las autoridades locales pueden gestionar los fondos mucho más eficientemente que unos funcionarios en la capital porque conocen mejor el terreno. y si lo hacen mal, a la calle y que vengan unos mejores. para eso están las urnas.

Pero no sois tan ricos?. Entonces no os van a dar fondos, los vais a tener que dar vosotros
 
Me parece muy interesante este hilo, pero me gustaría entender las diferencias entre lo que tenemos ahora y una federalizacion. Alemania es federal y por lo que veo no hay mucha diferencia
 
Me parece muy interesante este hilo, pero me gustaría entender las diferencias entre lo que tenemos ahora y una federalizacion. Alemania es federal y por lo que veo no hay mucha diferencia

Es una aberración la idea macabra de querer dividir a España, una de las naciones más antiguas de Europa, que nada tiene que ver con Alemania, Canada ó EEUU.


Quizá te ayude este artículo a entender las diferencias:

El debate federalista vuelve:
¿Qué diferencia a un Estado federal de otro tipo de Estado?

NACHO SEGURADO 26.09.2012 - 12:29H

+ Declaraciones políticas y manifestaciones independentistas devuelven a la actualidad el cíclico debate sobre el modelo de Estado en España.
+ ¿Qué es un Estado federal? ¿Ejemplos? ¿España es ya un modelo federal?
+ Rubalcaba modificaría la Constitución para avanzar hacia el federalismo.

Es uno de los debates parlamentarios más citados y estudiados. Los protagonistas: Azaña y Ortega y Gasset. La discusión inmediata: el futuro Estatuto de Cataluña. El tema de fondo: la organización territorial de España en los albores de la Segunda República. Era 1932.

Han pasado 80 años y las circunstancias han cambiado, pero el debate –que hunde sus raíces en el siglo XIX– pervive hoy a varios niveles: jurídico, político y hasta sentimental. Una constante desde la Transición. Una disputa cíclica entre lo académico y lo pasional.

La conjunción del auge del movimiento independentista en Cataluña, la crisis económica y un carrusel de declaraciones de políticos (en activo y retirados) ha devuelto a la actualidad el viejo tema: ¿Cuál es el mejor modelo de Estado para España? ¿El actual autonómico o uno federal? ¿Qué diferencias y similitudes hay entre ellos? ¿Cuál es el más justo, el más plural, el que mejor garantiza el futuro de la convivencia entre españoles?

Qué es y qué no es un Estado federal

Hay Estados unitarios y Estados federales. Los primeros, del que Francia sería el ejemplo más acabado, se caracterizan por la centralización de casi todas sus funciones y la escasa o nula delegación de poder en otros estamentos subsidiarios.

Por el contrario, un Estado federal –cuya divisa es 'la unidad en la diversidad'– es una forma de organización territorial donde las funciones están repartidas entre un poder central y varios poderes infraestatales, con competencias pactadas y reguladas por una Constitución que engloba a todos.

Si bien un Estado federal está fundado siempre sobre las ideas de solidaridad y consenso, no tiene por qué conllevar la obligación de una de mayor descentralización (hay ejemplos de estados unitarios descentralizados con mayor número de competencias cedidas que alguno federal).

Al contrario que una confederación de Estados, que es una agrupación temporal en la que no se pierde soberanía, una federación implica pérdida de la misma. Por un lado, pérdida de soberanía 'hacia arriba' (el poder central tiene competencias exclusivas en algunos asuntos, como la defensa exterior) y pérdida de soberanía 'hacia abajo' (por ejemplo, cuestiones que afectan al día a día de los ciudadanos dejan de depender de un poder central para pasar a ser responsabilidad de otro situado en una escala inferior).

Por otro lado, y ese es uno de los puntos sobre los que se debate en España, el federalismo puede ser, a grandes rasgos, de dos tipos: simétrico y asimétrico. El federalismo simétrico otorga, a cada miembro de la federación, el mismo peso específico. En cambio, el federalismo asimétrico, como sucede en el caso de Canadá, implica que algunas de las partes tienen una relación privilegiada con el poder central que otras no tienen.

¿Somos o no somos ya un Estado federal?

El Título VIII de la Constitución, que desarrolla el actual Estado de las Autonomías, fue uno de los puntos que más debate suscitó (en el ambiente estaba el recuerdo reciente del centralismo obligatorio del Franquismo) entre los ponentes de la Carta Magna, uno de los de redacción más ambigua y al mismo tiempo articulación más compleja.

Su desarrollo en democracia –la descentralización del Estado y la cesión de competencias– ha dado lugar a una larga 'querella nominalista' entre los especialistas en Derecho. ¿Qué es el Estado de las Autonomías? Para algunos, una "federación imperfecta"; para otros, "un Estado pluralista" o "integral"; en medio, definiciones para casi todos los gustos.

Las autonomías nacieron para integrar las regiones con aspiraciones nacionalistas (las llamadas nacionalidades históricas) y descentralizar las competencias del Estado, pero respetando la "unidad de la nación española" y su soberanía, que reside en el "pueblo español". Pero para muchos expertos, como el profesor de Derecho Constitucional Javier Tajadura Tejada, esta solución al 'problema español' fue solo un "aplazamiento".

En opinión de algunos, el actual Estado autonómico español es de facto federalista, pues tiene en cuenta los principios de autonomía y subsidiaridad (que un asunto sea resuelto por la instancia más próxima al foco de origen del problema). Como explicaba José Juan González Encinar, que fue catedrático de Derecho Constitucional en la Universidad de Alcalá de Henares y defensor de la tesis que identifica Estado de las Autonomías con federalismo: "España es un Estado federal de naturaleza peculiar compuesto por entidades políticas heterogéneas".

Para otros, como el citado Tajadura, nuestro modelo carece de algo fundamental que no falta en ninguna Carta Magna federalista: "La Constitución no identifica las comunidades autónomas que conforman el Estado ni –lo que es más grave– cuál es el nivel de autonomía política de las mismas".

Este no es el único motivo que impide que el Estado autonómico se corresponda sin más con una forma más o menos explícita de federalismo. El fallecido Jordi Solé Tura, uno de los 'padres' de la Constitución, aseguraba que lo único que faltaba para hacer de España un Estado federal era tener un Senado que fuera efectivamente una cámara de representación territorial (tal y como sucede en Alemania).

Una reforma, la del Senado, que desde diferentes posiciones del espectro político se viene pidiendo desde hace años. Se ha hablado, incluso, que sea esta cámara la que controle "la gestión del poder central".

¿Es necesario modificar la Constitución para ir hacia un Estado federal?

Ninguna Constitución es intocable; la española –a pesar de las voces en contra– tampoco. Ya se vio en agosto de 2011 con la polémica reforma del artículo 135 para introducir la llamada 'regla de oro', un límite al déficit público para garantizar la estabilidad presupuestaria. Una reforma que fue tachada de oportunista y de haber sido realizada al dictado de los intereses de Angela Merkel y el Banco Central Europeo.

Los países europeos han hecho sucesivas modificaciones en sus Cartas Magnas para adecuarlas a las nuevas realidades políticas o sociales. Como señala el profesor Ignacio Sotelo, Alemania, buque insignia de la UE, ha llevado a cabo más de 50 reformas constitucionales desde 1949. Y muchas de ellas tuvieron como objetivo mejorar la eficacia del Estado federal.

Una reforma del modelo de Estado en España implicaría obligatoriamente cambios sustanciales en la Constitución. Cambios que, como recoge el Título X de la misma, podrían implicar una consulta popular para su aprobación. Además, como apuntan algunos especialistas, entre ellos Juan-José López Burniol, una reforma de tal calado solo puede ser "efectiva y abordable" tras un "pacto entre el Gobierno y el primer partido de la oposición". Es decir, desde el consenso máximo.

Dos ejemplos de Estados federales

Hay tantos modelos de federalismo como países con Estados federales. El federalismo es una doctrina política y filosófica cuya plasmación práctica ha dependido de muchos factores y coyunturas históricas. Si España se convierte alguna vez en un Estado federal no imitará fielmente a ninguno, aunque seguro que tendrá parecidos razonables con muchos.

Países con Estados federales son, por ejemplo, EE UU –el federalismo más clásico–, Alemania –el más cercano– y Canadá –uno de los más asimétricos–. A continuación, algunas características de estos dos últimos, que por su naturaleza pueden asimilarse más al caso español.

Canadá: Es una democracia parlamentaria y una monarquía constitucional (Isabel II es el jefe del Estado) que adopta el modelo federal. Está dividida en 10 provincias y 3 territorios autónomos. Estas provincias gozan de una amplia autonomía respecto del poder federal (sus competencias van desde la sanidad y la educación hasta el cobro de impuestos). Para dirimir el conflicto entre el poder central y las aspiraciones soberanistas de algunas de las provincias, en concreto de la más independentista de todas, Quebec, el federalismo canadiense adoptó la posibilidad del 'opting out', que como explica Sotelo consiste en "el derecho de apartarse de las normas federales y sustituirlas por las propias".

Alemania: El actual experimento federal es reciente. Comenzó tras la Segunda Guerra Mundial y ha superado con éxito duras pruebas, como la reunificación de las dos alemanias. El Estado federal lo compone un estado central (Bund) y 16 Estados federales (llamados Länder). A diferencia del canadiense, el federalismo alemán es simétrico y su naturaleza tiende más a la igualdad que a la diversidad. En 2006 se reformó la Ley Fundamental (como se llama en Alemania la Constitución) para superar algunas deficiencias del sistema, incorporar nuevas competencias y mejorar la eficiencia del conjunto.

Ver más en: https://www.20minutos.es/noticia/1598520/0/federalismo/autonomias/espana/#xtor=AD-15&xts=467263
 


Puigdemont lleva a Alemania una moción para que Merkel intervenga en el conflicto con el Estado
El Bundestag acepta a trámite una moción de La Izquierda que cuestiona la justicia española
El 'expresident' viaja a Berlín junto a Comín y Ponsatí para impulsar su candidatura al 26-M



Carles Planas Bou

Berlín - Jueves, 16/05/2019 | Actualizado el 17/05/2019 a las 10:21 CEST
  • Alemania trae buenos recuerdos a Carles Puigdemont. Fue aquí donde le detuvieron pero también donde celebró el rechazo de la justicia a su extradición a España, un mazazo para Madrid que reactivó el independentismo. Con esto aún presente, el ‘expresident’ ha viajado este jueves a Berlín acompañado de los ‘exconsellers’ Clara Ponsatí y Toni Comín para impulsar su candidatura a las elecciones europeas del próximo 26 de mayo.

    A falta de una semana y media para los comicios, el líder de Junts per Catalunya ha querido escenificar su intención de llevar al terreno europeo el choque entre el movimiento independentista catalán y el Estado español a través de una moción presentada por el partido izquierdista Die Linke, sus principales aliados en Alemania, y que hoy ha sido aceptada a trámite. “Hemos ganado en Alemania, en Bélgica y en Escocia, y seguiremos ganando ahora”, ha remarcado Puigdemont.

    El pasado 4 de abril el grupo parlamentario de izquierdas ya presentó una moción en la cámara baja alemana en la que pedía al gobierno encabezado por Angela Merkel una posición activa para solucionar el conflicto catalán, eso es, su intervención ante sus socios europeos para encontrar una “salida pacífica y democrática” con la participación de observadores internacionales y “con conformidad con el derecho internacional”.

    CUESTIONA LA JUSTICIA ESPAÑOLA

    Esta iniciativa parlamentaria también pide al ejecutivo ofrecer asilo a las personas “perseguidas políticamente por rebelión o sedición” y hace énfasis en que el juicio iniciado el 12 de febrero -con “carácter político”- admitió una demanda del partido de extrema derecha Vox, cuestionando la independencia de la justicia española

    Fundado en 2007, Die Linke es un partido socialista y antimilitarista nacido del descontento con el giro neoliberal de los socialdemócratas (SPD). Quinto partido más votado en las elecciones federales del 2017, cuenta con hasta 69 diputados en el parlamento.

    Hasta ahora la cancillera y el ejecutivo formado por conservadores y socialdemócratas ha rechazado de plano tomar cartas en el asunto, reiterando que se trata de un “problema interno” que debe solucionar España. La moción será estudiada en las comisiones de Asuntos Exteriores, Asuntos Europeos y Derechos Humanos. Se espera que se debate se prolongue hasta después del verano.

    ALEMANIA YA DESCARTÓ LA EXTRADICIÓN

    El 25 de marzo del año pasado Puigdemont fue detenido en la localidad de Neumüster, al norte del Alemania, cuando viajaba en coche desde Finlandia hasta Bélgica. Tras 12 días en el centro penitenciario, el ‘expresident’ fue puesto en libertad a la espera de una decisión de la justicia alemana, que debía resolver la petición de extradición emitida en una euroorden por el magistrado del Tribunal Supremo Pablo Llarena.

    Dos meses después, el 22 de mayo, el tribunal superior de Schleswig-Holstein tumbó definitivamente la solicitud al considerar que el principio de rebelión esgrimido por Madrid era “inadmisible” y dejó a Puigdemont en libertad.

    La decisión alemana dio alas a un independentismo catalán que vio en este revés una confirmación de que el proceso judicial contra los responsables del anterior Gobierno está politizado. Conseguir un escaño en el Parlamento Europeo permitirá a Puigdemont llevar el debate a una nueva dimensión.



 
  • Manuel de Moya Martínez‏ @Manuel_dM_M 19 hhace 19 horas
    Para empezar, Die Linke no es un partido unitario; se trata más de una confederación de diversas fuerzas: comunistas ortodoxos (herederos de la antigua RDA), ''nueva izquierda'', izquierda alternativa, etc. Y aunque comparten formación, divergen fuertemente en muchas cuestiones.

  • Manuel de Moya Martínez‏ @Manuel_dM_M 19 hhace 19 horas
    Teniendo en cuenta ese hecho (de que no es una formación que siempre vaya a una), aquí pasamos a lo siguiente: Die Linke tiene 69 parlamentarios en el Bundestag (de un total de 709). La susodicha moción sobre Cataluña la han apoyado solo 17 parlamentarios de Die Linke.

  • Manuel de Moya Martínez‏ @Manuel_dM_M 19 hhace 19 horas
    17 parlamentarios de 69 difiere mucho de decir que es ''Die Linke'' quien está detrás de esta iniciativa. Hasta ahora el único periódico que ha señalado este pequeño pero significativo detalle es ABC, nada sospechoso de simpatizar con Die Linke
  • ¿Y quién es Andrej Hunko? El que conozca la realidad política alemana, sabe que este señor está más cerca de la izquierda ''alternativa'', de la CUP, Ada Colau o de los 'Comuns' indepes, que de los comunistas ortoxosos que añoran la RDA. Pero con bastante diferencia.


    Manuel de Moya Martínez‏ @Manuel_dM_M 19 hhace 19 horas
  • Andrej Hunko, que nació en Múnich (capital de Baviera, sí, esa región tan autónoma y 'nacionalista', qué casualidad), se siente muy unido a los nacionalistas catalanes. Y está bastante alejado de los círculos de la izquierda berlinesa, poco simpatizante del regionalismo bávaro.


    Manuel de Moya Martínez‏ @Manuel_dM_M 19 hhace 19 horas
  • Mis sospechas empezaron hace unos días, con este artículo de El Mundo, de @carmenvalero20. Y yo, que mantengo relación con Alemania, al ver ciertas cosas me pareció extraño que toda 'Die Linke' siguiera entusiásticamente a Andrej Hunko. Cosa que no ha sido
  • Manuel de Moya Martínez Retwitteó Leantros #TorraNotMyPresident

    Y otra actualización, cortesía de @Kataphraktes


  • Manuel de Moya Martínez agregado,

    Leantros #TorraNotMyPresident
 
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