Un profesor es una guía, una persona con una misión importantísima en la vida de los alumnos.Imagino que tiene que ser durísimo ser docente, y menos aún si no tienes mucha vocación. Te voy a proponer un enfoque distinto.
¿Y si te la suda? Me explico.
Siendo prácticos, a quien más afecta el no entregar los deberes no es a ti, es a tus alumnos, y más en la situación de confinamiento/pandemia/clases online/etc. Si no los entregan, no tendrás con qué evaluarles. Si no tienes con qué evaluarles, suspenden. Tu no vas a aprobar a nadie que no haya hecho el mínimo. Y yo se lo dejaría caer, de buen rollo, pero que tengan las cosas claras, par que nadie se sorprenda cuando pase. Si ves que hay algún alumno que recurrentemente no entrega las tareas o da por saco en clase, habla con quien esté a cargo de la jefatura de profesorado y/o avisa a sus padres.
En cualquier caso, el problema y la complicación lo tienen ellos. Tú limítate a dar clase y en cuanto salgas del instituto, olvídate.
Creo que es buena idea lo de orientar tu docencia a la universidad o doctorado. Algún subnormalito en clase siempre te va a tocar, pero son los menos. Las relaciones profesor-alumno en la uni son más adultas y se andan con menos gilipolleces porque saben que eres adulto y no van a tener a ningún padre dando por saco.
Si te gusta la docencia, te va a gustar ayudarles a encontrar su vocación, enseñarles a ser críticos, a tener intereses y también a darles un empujoncito cuando lo necesitan.
Los profesores y profesoras pueden transformar la vida de un alumno, le pueden hundir o hacer que crea en si mismo y persiga sus objetivos o encuentre algo que le apasione.
Su trabajo va más allá de poner notas, corregir o cumplir unas horas e irse a casa. Hay que ponerle alma al trabajo.
Hay muchos chicos que no tienen la suerte de tener unos padres o alguien que les siga de cerca y les aliente a la hora de formarse.
Si eres profesor tu trabajo también es ese... Eso es más importante que puntuar, que corregir y si lo sientes dentro no vas a pensar nunca en dejarles tirados o en no implicarte.