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Detienen a un vecino de Vilanova i la Geltrú por la muerte de una niña EL MUNDO
Detienen a un vecino de Vilanova i la Geltrú por la muerte de una niña
Laia, la niña de 13 años cuyo cadáver apareció ayer en la vivienda de un vecino de sus abuelos en Vilanova i la Geltrú (Barcelona), no llegó a salir del edificio en ningún momento. Ésa es la tesis en la que trabajan los Mossos d'Esquadra, que están a la espera de las pruebas forenses para confirmar las causas exactas de la muerte. El cuerpo presentaba varias heridas de arma blanca aunque se indaga si también pudo ser asfixiada. El detenido es un hombre de 42 años muy conocido en la localidad del Garraf, según han confirmado fuentes vecinales y la alcaldesa, Neus Lloveras.
El cuerpo de la menor fue encontrado ayer por la noche por dos de sus tíos tras llamar a gritos a la niña y forzar su entrada en el primero primera de la finca del 26 de la avenida Cubelles, una planta por debajo de donde viven los abuelos de Laia. El cadáver se encontraba bajo un colchón, en la única habitación cerrada de la vivienda y a oscuras del piso. Cuando fue arrestado, el presunto homicida se defendió a gritos: "Yo no he sido, yo no he sido".
Hasta su desaparición, el día avanzó bajo la misma rutina de siempre para Laia. A las 17.00 salió del colegio y se dirigió a la casa de sus abuelos, donde solía esperar hasta que su padre venía a recogerla para llevarla a su casa. Eso sucedió poco antes de las 18.50, cuando el padre avisó de que estaba a punto de llegar. Laia no llegó a aparecer.
Extrañado, el padre volvió a llamar al telefonillo. Los abuelos le dijeron que ya había bajado a la calle y fue entonces cuando comenzaron los nervios y se activó su búsqueda. Según han explicado los Mossos d'Esquadra, familia y amigos comenzaron a buscar por las calles de Vilanova, desandando el camino que le lleva hasta su casa. Sin rastro de Laia, la familia distribuyó imágenes suyas en las redes sociales y contactó con la Policía Local y los Mossos d'Esquadra.
No fue hasta aproximadamente tres horas después cuando la familia decidió buscar en la finca de los abuelos. Nadie la había visto bajar a la calle y Laia se había despistado en anteriores ocasiones. Comenzaron entonces a llamar puerta a puerta, sin resultado. Ningún piso les llamó la atención hasta que llegaron al primero primera.
El vecino que les abrió tardó en responder a la llamada. Tras varios minutos, abrió con una toalla como si saliera de ducharse, según ha explicado el jefe de la División de Investigación Criminal (DIC) de los Mossos, Toni Rodríguez. Negó saber algo d ela niña y cerró la puerta. Poco después los tíos de la niña decidieron regresar, esta vez con otra actitud. Tras abrirles la puerta,decidieron entrar a la fuerza. Mientras uno de ellos esperaba en la puerta el otro entró en la única habitación que tenía la puerta cerrada. Bajo un colchón encontró el cuerpo de su sobrina.
Los gritos de los familiares al encontrar al cuerpo alertaron al resto de vecinos implicados en la búsqueda. Varias personas subieron a la carrera al piso y sólo la intervención de la Policía Local, que se encuentra cerca del edificio, evitó que fuera agredido. Salió entre gritos y protegido por varios agentes locales, que tras apartar a la as personas que se arremolinaban en la zona, le detuvieron por un delito de homicidio y le entregaron a los Mossos.
La policía de la Generalitat trabaja ahora en intentar averiguar qué sucedió durante esas tres horas. Según ha explicado Rodríguez, trabajan con la hipótesis de que todo transcurriera de manera "espontánea" y de que Laia falleciera poco después de encontrarse con su presunto homicida. Entre otros aspectos, se desconoce si el detenido esperó a la menor o fue ésta la que, por error, acabó frente al hombre. Nada se sabe de los motivos por los que pudo captar a la niña, aunque los Mossos no cierran ninguna hipótesis. El caso está bajo secreto de sumario por orden judicial.
El detenido era conocido en el vecindario, aunque no siempre había vivido en el piso. Se trata de la casa de sus padres, a la que se había trasladado hacía poco tiempo. Su madre se encuentra ingresada y su padre no estaba en la casa cuando, supuestamente, mató a Laia.
Detienen a un vecino de Vilanova i la Geltrú por la muerte de una niña EL MUNDO
Detienen a un vecino de Vilanova i la Geltrú por la muerte de una niña
- JAVIER OMS
- Barcelona
Laia, la niña de 13 años cuyo cadáver apareció ayer en la vivienda de un vecino de sus abuelos en Vilanova i la Geltrú (Barcelona), no llegó a salir del edificio en ningún momento. Ésa es la tesis en la que trabajan los Mossos d'Esquadra, que están a la espera de las pruebas forenses para confirmar las causas exactas de la muerte. El cuerpo presentaba varias heridas de arma blanca aunque se indaga si también pudo ser asfixiada. El detenido es un hombre de 42 años muy conocido en la localidad del Garraf, según han confirmado fuentes vecinales y la alcaldesa, Neus Lloveras.
El cuerpo de la menor fue encontrado ayer por la noche por dos de sus tíos tras llamar a gritos a la niña y forzar su entrada en el primero primera de la finca del 26 de la avenida Cubelles, una planta por debajo de donde viven los abuelos de Laia. El cadáver se encontraba bajo un colchón, en la única habitación cerrada de la vivienda y a oscuras del piso. Cuando fue arrestado, el presunto homicida se defendió a gritos: "Yo no he sido, yo no he sido".
Hasta su desaparición, el día avanzó bajo la misma rutina de siempre para Laia. A las 17.00 salió del colegio y se dirigió a la casa de sus abuelos, donde solía esperar hasta que su padre venía a recogerla para llevarla a su casa. Eso sucedió poco antes de las 18.50, cuando el padre avisó de que estaba a punto de llegar. Laia no llegó a aparecer.
Extrañado, el padre volvió a llamar al telefonillo. Los abuelos le dijeron que ya había bajado a la calle y fue entonces cuando comenzaron los nervios y se activó su búsqueda. Según han explicado los Mossos d'Esquadra, familia y amigos comenzaron a buscar por las calles de Vilanova, desandando el camino que le lleva hasta su casa. Sin rastro de Laia, la familia distribuyó imágenes suyas en las redes sociales y contactó con la Policía Local y los Mossos d'Esquadra.
No fue hasta aproximadamente tres horas después cuando la familia decidió buscar en la finca de los abuelos. Nadie la había visto bajar a la calle y Laia se había despistado en anteriores ocasiones. Comenzaron entonces a llamar puerta a puerta, sin resultado. Ningún piso les llamó la atención hasta que llegaron al primero primera.
El vecino que les abrió tardó en responder a la llamada. Tras varios minutos, abrió con una toalla como si saliera de ducharse, según ha explicado el jefe de la División de Investigación Criminal (DIC) de los Mossos, Toni Rodríguez. Negó saber algo d ela niña y cerró la puerta. Poco después los tíos de la niña decidieron regresar, esta vez con otra actitud. Tras abrirles la puerta,decidieron entrar a la fuerza. Mientras uno de ellos esperaba en la puerta el otro entró en la única habitación que tenía la puerta cerrada. Bajo un colchón encontró el cuerpo de su sobrina.
Los gritos de los familiares al encontrar al cuerpo alertaron al resto de vecinos implicados en la búsqueda. Varias personas subieron a la carrera al piso y sólo la intervención de la Policía Local, que se encuentra cerca del edificio, evitó que fuera agredido. Salió entre gritos y protegido por varios agentes locales, que tras apartar a la as personas que se arremolinaban en la zona, le detuvieron por un delito de homicidio y le entregaron a los Mossos.
La policía de la Generalitat trabaja ahora en intentar averiguar qué sucedió durante esas tres horas. Según ha explicado Rodríguez, trabajan con la hipótesis de que todo transcurriera de manera "espontánea" y de que Laia falleciera poco después de encontrarse con su presunto homicida. Entre otros aspectos, se desconoce si el detenido esperó a la menor o fue ésta la que, por error, acabó frente al hombre. Nada se sabe de los motivos por los que pudo captar a la niña, aunque los Mossos no cierran ninguna hipótesis. El caso está bajo secreto de sumario por orden judicial.
El detenido era conocido en el vecindario, aunque no siempre había vivido en el piso. Se trata de la casa de sus padres, a la que se había trasladado hacía poco tiempo. Su madre se encuentra ingresada y su padre no estaba en la casa cuando, supuestamente, mató a Laia.
