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Animales de compañía


CARLOS PRIETO

'Fe de etarras': una tragicomedia delirante sobre el fin de ETA y la ruptura de España
Borja Cobeaga y Diego San José vuelven a sacar petroleo del lado folclórico de las tensiones territoriales en su nuevo filme, que se estrena en Netflix el 12 de octubre
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La ETA más española, fotograma de 'Fe de etarras'.


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CARLOS PRIETO
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28.09.2017 – 23:00 H.

El comando de ETA que asesinó a Carrero Blanco (1973) pasó varias semanas en Madrid preparando el atentado. Se hacían pasar por estudiantes, pero hacer vida de barrio en la capital cuando uno es un joven vasco tiene sus riesgos folclóricos: “Yo me llevé un susto al principio… Txabi, que era el que hacía la compra siempre, había encargado cuatro chuletas y yo no sé por qué, creo que salió de viaje, el caso es que tuve que ir yo. A mí no me conocían, claro, y cuando llegué y pedí, el carnicero, muy serio, me pregunta que cómo iba el otro, que a ver si ya le habíamos expulsado de ‘la ETA'". El etarra pensó por un momento que les habían descubierto, pero no, era un chiste. “Nos hacían bromas todos los del barrio. Como nosotros comprábamos la comida o llevábamos la ropa a lavar, pues siempre: ‘Ya viene el de la ETA’”, contaron los etarras en ‘Operación ogro’.

He aquí un bromazo muy madrileño: encontrarte a un vasco cualquiera y preguntarle si es de la ETA. Jiji-jaja. El problema es cuando ese vasco es en realidad de la ETA... Sonrisa helada….


Sirva esta escena real -en la que el terrorismo se mezcla con el costumbrismo, la comedia incómoda y el absurdo- para explicar no ya el espíritu de ‘Fe de etarras’, sino el modus operandi de Borja Cobeaga (director) y Diego San José (guionista) en una carrera que va de los pioneros sketches sobre lo vasco y lo abertzale de ‘Vaya semanita’ (2003) al popular guion de ‘Ocho apellidos vascos’ (2014).

‘Fe de etarras’, que se presenta este viernes en el Festival de San Sebastián y el 12 de octubre en Netflix’, es una tragicomedia sobre el fin de ETA como escenario decadente. Es decir, que el fin de ETA vendría a ser algo parecido al fin de Elvis, solo que en lugar de un divo con sobredosis de grasa y barbitúricos haciendo eses sobre un escenario en Las Vegas, tenemos a cuatro etarras en un piso madrileño que quieren montar un atentado para revertir la decadencia de ETA… pero que lo más épico que consiguen hacer es ver el Mundial de Fútbol (2010) envueltos en bufandas rojigualdas...

Guerra de banderas
Con ‘Fe de etarras’ Cobeaga & San José completan una trilogía sobre el fin de ETA que marca un hito por su uso del humor político ácido La fama de guasones precede a Cobeaga y San José, pero ‘Fe de etarras’ no es una ametralladora de chistes: aunque hay al menos tres gags desternillantes, el humor surge a golpe de contrastes. O el choque de contrarios entre a) la misión histórica en la que creen estar envueltos los etarras y su patética realidad cotidiana, y b) entre lo vasco y lo español, como inagotable fuente de símbolos que se jactan de ser políticamente antagónicos, pero cuya diferencia no va casi nunca más allá del folclorismo de barraca de feria (véase el antológico gag con una bandera española gigante colgada en un balcón, que funciona también como parodia de la actual guerra de banderasentre Cataluña y España).

Así que el principal desafío de ‘Fe de etarras’ era mantener ese difícil equilibrio formal entre la gravedad y la chufla, el tono justo entre la situación incómoda y el gag, lograr que los chistes más disparatados de guion no dinamitaran la sequedad de una tragicomedia que pretende ser al mismo tiempo amarga, grotesca y delirante, y lo consigue durante buena parte del metraje -mención especial para la demoledora secuencia de apertura- pero no logra evitar algunas caídas y desequilibrios. La película, en definitiva, funciona mejor en la contención que en el desfase, como si el cuerpo le pidiera más ‘Negociador’ y menos ‘Vaya semanita’.



Si en la fascinante ‘Negociador’ (2014) redujeron la negociación entre ETA y el Gobierno al absurdo, en ‘Aupa Josu' (2014) narraron las peripecias de un político vasco alienado y oportunista que quiere sacar partido al fin de ETA (‘Aupa Josu’, por cierto debía haber sido una serie para la ETB, pero incomprensiblemente no fue más allá de su sensacional piloto). Con ‘Fe de etarras’ Cobeaga & San José completan una trilogía sobre el fin de ETA que marca un hito: el uso del humor político ácido para analizar realidades contemporáneas conflictivas está aún en pañales en nuestra cinematografía.

Folclore para todos
Y ahora una serie de preguntas tontas para despachar la polémica que rodea a ‘Fe de etarras’ desde antes de que alguien viera una sola imagen. ¿Tomar como punto de partida las derivas costumbristas para hablar de ETA lleva irremediablemente a la banalización del terrorismo? No. ¿Hacer una comedia sobre la convivencia doméstica de un comando de ETA es humillar a las víctimas? Tampoco. Depende, en ambos casos, del tratamiento del material. Ahora bien: si sostenemos que 'Fe de etarras' blanquea a ETA solo por su cartelería y su premisa y sea como sea el filme (como ha hecho nuestro ministro del Interior) tendríamos que sostener también que ‘El gran dictador’ banaliza el fascismo, humilla a las víctimas y blanquea a Hitler al parodiar sus cosillas costumbristas...

¿Da oxígeno ‘Fe de etarras’ a ETA al humanizar a sus miembros? Pues hombre, si uno cree que una película que parodia la enajenación mental y la confusión política de unos etarras chapuceros y retardados le hace el juego a ETA, es que nos hemos vuelto todos locos definitivamente. Eso sí, sería osado descartar que a ‘Fe de etarras’ no le fuera a caer alguna denuncia: cosas más raras se han visto desde que la Audiencia Nacional se convirtió en la casa de la guasa a golpe de empurar tuiteros bromistas.

Todo es posible porque, como bien refleja el filme, a la tragicomedia territorial celtibérica no hay quién la pare. Se acusa a Cobeaga & San José de reducir las tensiones territoriales españolas al costumbrismo y al folclorismo puro y duro, ¿pero y si las tensiones territoriales españolas son sobre todo costumbrismo y folclorismo puro y duro? Piensen en ello la próxima vez que vean al torpedero Piolín, a TV3 emitiendo 'El patriota' el día antes del referéndum, a laturbamulta jaleando a la Guardia Civil camino de Cataluña, a Lagarder envuelto en una estelada, a Puigdemont balbuceando incoherencias sobre la autodeterminación del Kurdistán, al Elche Club de Fútbol lanzando un comunicado en defensa de la Constitución y el Estado de Derecho... y el resto de escenas dantescas que no podrían salir en una comedia de Cobeaga & San José por ser demasiado inverosímiles...



https://blogs.elconfidencial.com/cu...-09-28/fe-de-etarras-netflix-cobeaga_1450646/
 
¿POR QUÉ MATA UN ASESINO EN SERIE?
'Mindhunter', la nueva y muy oscura serie de Fincher en Netflix es la sorpresa del año
El director acaba de estrenar esta serie ambientada en los setenta en la que profundiza en la psique de los nombres más infames de la crónica negra americana
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Holt McCallany y Jonathan Groff son los protagonistas de 'Mindhunter'. (Netflix)
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MARTA MEDINA
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18.10.2017 – 05:00 H.

Una descarga eléctrica recorre la espina dorsal, desde la rabadilla hasta la base del cráneo, cuando uno se imagina ese segundo en el que Derf Backderfreconoció a su amigo Jeff al otro lado de la televisión. Antes de mudarse a Cleveland, de ganar fama internacional como dibujante de novelas gráficas y de tener su propia entrada en Wikipedia, Backderf pasó sus años de instituto en Bath (Ohio), una ciudad de menos de 10.000 habitantes. Muchas tardes, en la sala de estudio, se sentaba a su lado Jeff, un tipo algo rarito, pero divertido, al que le gustaba hacerse pasar por retrasado y gangoso —pongamos un Arévalo del Medio Oeste— y al que Backderf perdió la pista una vez acabó la educación secundaria y abandonó Bath tras la estela de la vida excitante que suelen prometer las grandes ciudades a los jóvenes de pueblos pequeños.

Como decía, la siguiente vez que Backderf se encontró con su amigo fue a través de la pantalla de una televisión de tubo, habían pasado más de 10 años y Jeff se había convertido en toda una celebridad. Eso sí, en una celebridad infame: en esos 10 años, Jeffrey, Jeff, había drogado, asesinado y descuartizado a 17 hombres con los que había practicado necrofilia y canibalismo, en esos 10 años Jeffrey, Jeff, el amigo Jeff, se había convertido en Jeffrey Dahmer, 'el carnicero de Milwaukee'. ¿Cómo, cuándo, por qué? ¿Qué es lo que hace que tu amigo del instituto se convierta en un psicópata sádico? ¿Se podía haber evitado? ¿Por qué matan los asesinos en serie?



Esto mismo se pregunta 'Mindhunter', la serie que David Fincher acaba de estrenar en Netflix, un 'thriller' criminal envolvente y desasosegante que intenta adentrarse en las cenagosas circunvoluciones del cerebro de algunos de los nombres más infames de la crónica negra de Estados Unidos. La nueva ficción de Fincher —que aunque dirige solo cuatro capítulos produce la totalidad de los 10 que componen la primera temporada— se inspira en el libro 'Mindhunter: Inside FBI's Elite Serial Crime Unit', escrito por el exagente del FBIJohn E. Douglas, que en la década de los setenta fue uno de los primeros investigadores que decidieron utilizar la psicología y las ciencias de la conducta para elaborar una clasificación de perfiles psicológicos de criminales que ayudó al Buró Federal de Investigaciones a resolver casos que parecían estar en punto muerto.

La serie se inspira en el libro 'Mindhunter: Inside FBI's Elite Serial Crime Unit', escrito por el exagente del FBI John E. DouglasQuantico (Virginia). Academia de formación del FBI.Año 1977. La retirada del Ejército de Estados Unidos de la guerra de Vietnam todavía escuece. El verano del amor ha muerto hace casi una década, cosido a puñaladas a manos de 'La familia' de Charles Manson. El país se ha despertado del sueño americano a bofetadas, con las tasas de criminalidad subiendo y la Corte Suprema de Estados Unidos desdiciéndose de la revocación de la pena de muerte que había firmado en 1972 en un arranque de positividad que solo duró cuatro años. Han detenido a David Berkowitz, que después de cargarse a seis personas a base de pistola le echa la culpa al perro del vecino, que está endemoniado. Y aquí y allí, al trono de las cárceles del 'país de las libertades' han llegado unos nuevos reyes, y todos tienen algo en común con Berkowitz: son hombres, blancos, de clase media o baja, y exhiben orgullosos un expediente criminal construido a base de cadáveres, más de uno y más de dos —normalmente mujeres asesinadas de las formas más violentas y sangrientas imaginables—, como si fuese una medalla al mérito civil. En este momento todavía no tienen nombre, pero se les acabará conociendo como 'asesinos en serie'.





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Cameron Britton interpreta al asesino Ed Kempers en 'Mindhunter'. (Netflix)


Holden Ford (Jonathan Groff) es un joven agente del FBI. Metódico, ordenado, detallista. En una época en la que la única forma de concebir el crimen es desde un punto de vista moral y cristiano —el mal existe, siempre hay manzanas podridas, desechos humanos por naturaleza—, Ford comienza a plantearse que, a lo mejor, existe un componente social y psicológico que empuje a los asesinos en serie a matar. ¿De dónde sale su impulso homicida? ¿Son gente que simplemente está loca o siguen un patrón, aunque desviado, mínimamente racional? ¿Son aberraciones humanas carentes de empatía o, lo que sería más complejo, son gente a la que el ambiente familiar, un contexto social desfavorable y la incapacidad de integrarse en el entorno la empujaron a asesinar? ¿Son todos iguales? ¿Pueden ser redimidos? ¿Pueden ser, de alguna manera, útiles a la sociedad? Ford piensa que la psicología, considerada por entonces una pseudociencia de jipis trasnochados, puede tener la respuesta.

"Nuestro trabajo no es sentir lástima por esta gente. Nuestro trabajo es electrocutarlos", le espeta a Ford el jefe de unidad Shepard"Nuestro trabajo no es sentir lástima por esta gente.Nuestro trabajo es electrocutarlos", le espeta a Ford el jefe de unidad Shepard (Cotter Smith), como la condensación en una sola frase de todo el ideario sobre criminalidad que hasta entonces ha manejado el FBI. "¿Cómo vamos a adelantarnos a los locos si no sabemos cómo piensan los locos?", le rebate el agente Bill Tench (Holt McCallany), especialista en ciencias del comportamiento, y quien junto a Ford y a la psicóloga Wendy Carr (Anna Torv) pondrá en marcha una investigación para sumergirse en la psicología de los asesinos en serie —sus motivaciones, su trasfondo personal, sus pensamientos— a través de una serie de entrevistas para utilizar la información y desenmascarar a otros asesinos en serie. ¿Por qué ese niño travieso o desapegado o introvertido o extremadamente sensible o extremadamente iracundo se acaba convirtiendo en un psicópata homicida? ¿Y por qué ese otro no?



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Otra imagen de 'Mindhunter'. (Netflix)


A medida que pasan los capítulos, la telaraña que teje 'Mindhunter' alrededor del espectador se vuelve más pegajosa y perturbadora. La serie recurre al estilo seco y envolvente de Fincher —'Mindhunter' podría considerarse una extensión de 'Zodiac' (2007)—, de colores fríos y apagados, planos fijos y sostenidos, y poco a poco va llevando al espectador a un lugar incómodo, a un terreno ambiguo y fangoso entre el desagrado y la empatía, como testigo de los abismos más oscuros y aberrantes del ser humano. No hay sangre. No hay vísceras. Sin recurrir casi a la violencia gráfica —como mucho, alguna foto de la escena del crimen—, simplemente apelando a la reconstrucción de los homicidios que hacen los condenados a través de la palabra, la serie consigue sostener una tensión latente que cala los huesos y el alma. Y que asusta.

La serie recurre al estilo seco y envolvente de Fincher: 'Mindhunter' podría considerarse una extensión de 'Zodiac' (2007)Asusta que hasta en los actos más despiadados rija algún tipo de orden, de razón. Porque el retrato que más estremece es el de Ed Kemper (interpretado magistralmente por Cameron Britton), el primer convicto que decide participar en el estudio de Ford y Tench, el primer asesino en serie que se abre al espectador de 'Mindhunter'. El mundo sería más simple si los hombres que han matado a 10 personas, practicado canibalismo y necrofilia y decapitado a su propia madre para violar su cabeza tuvieran la cara y las maneras de un asesino de 10 personas que ha practicado canibalismo y necrofilia y que ha decapitado a su propia madre para violar su cabeza. Tanto Ford como el espectador no pueden si no sorprenderse de encontrarse frente a un hombre aparentemente afable, educado, inteligente y reflexivo, gran conversador —"a los polis les gusto porque pueden hablar conmigo más de lo que pueden hablar con sus mujeres"— y servicial, pero que es capaz de relatar con pelos y señales, sin mostrar un ápice de empatía, todos los detalles morbosos de sus delitos, como si estuviese recitando de memoria la receta del pavo asado relleno. "Solo soy un asesino tremendamente prolífico que se ha pasado la vida adulta evitando que lo atrapen hasta que me entregué porque perdí la esperanza de que me pillaran", se define con tono suave y meloso.



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Otro fotograma de Britton en el papel de Kemper. (Netflix)


La última ficción de Fincher para Netflix —creada por Joe Penhall, guionista de 'La carretera', y producida también por Charlize Theron— es ambiciosa no solo en la forma —múltiples localizaciones, una estética cuidadísima, un presupuesto tamaño Fincher— sino también en el fondo. 'Mindhunter' no parece una serie de tesis, sino que quiere tomarse su tiempo para explorar y reflexionar, casi como un ensayo, con mirada analítica, los secretos más oscuros de la naturaleza humana. Y a secretos oscuros, a la naturaleza humana no hay quien la gane.

https://www.elconfidencial.com/cult...ndhunter-netflix-david-fincher-serie_1462091/
 

Animales de compañía


CARLOS PRIETO

'Fe de etarras': una tragicomedia delirante sobre el fin de ETA y la ruptura de España
Borja Cobeaga y Diego San José vuelven a sacar petroleo del lado folclórico de las tensiones territoriales en su nuevo filme, que se estrena en Netflix el 12 de octubre
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La ETA más española, fotograma de 'Fe de etarras'.


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CARLOS PRIETO
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28.09.2017 – 23:00 H.

El comando de ETA que asesinó a Carrero Blanco (1973) pasó varias semanas en Madrid preparando el atentado. Se hacían pasar por estudiantes, pero hacer vida de barrio en la capital cuando uno es un joven vasco tiene sus riesgos folclóricos: “Yo me llevé un susto al principio… Txabi, que era el que hacía la compra siempre, había encargado cuatro chuletas y yo no sé por qué, creo que salió de viaje, el caso es que tuve que ir yo. A mí no me conocían, claro, y cuando llegué y pedí, el carnicero, muy serio, me pregunta que cómo iba el otro, que a ver si ya le habíamos expulsado de ‘la ETA'". El etarra pensó por un momento que les habían descubierto, pero no, era un chiste. “Nos hacían bromas todos los del barrio. Como nosotros comprábamos la comida o llevábamos la ropa a lavar, pues siempre: ‘Ya viene el de la ETA’”, contaron los etarras en ‘Operación ogro’.

He aquí un bromazo muy madrileño: encontrarte a un vasco cualquiera y preguntarle si es de la ETA. Jiji-jaja. El problema es cuando ese vasco es en realidad de la ETA... Sonrisa helada….


Sirva esta escena real -en la que el terrorismo se mezcla con el costumbrismo, la comedia incómoda y el absurdo- para explicar no ya el espíritu de ‘Fe de etarras’, sino el modus operandi de Borja Cobeaga (director) y Diego San José (guionista) en una carrera que va de los pioneros sketches sobre lo vasco y lo abertzale de ‘Vaya semanita’ (2003) al popular guion de ‘Ocho apellidos vascos’ (2014).

‘Fe de etarras’, que se presenta este viernes en el Festival de San Sebastián y el 12 de octubre en Netflix’, es una tragicomedia sobre el fin de ETA como escenario decadente. Es decir, que el fin de ETA vendría a ser algo parecido al fin de Elvis, solo que en lugar de un divo con sobredosis de grasa y barbitúricos haciendo eses sobre un escenario en Las Vegas, tenemos a cuatro etarras en un piso madrileño que quieren montar un atentado para revertir la decadencia de ETA… pero que lo más épico que consiguen hacer es ver el Mundial de Fútbol (2010) envueltos en bufandas rojigualdas...

Guerra de banderas
Con ‘Fe de etarras’ Cobeaga & San José completan una trilogía sobre el fin de ETA que marca un hito por su uso del humor político ácido La fama de guasones precede a Cobeaga y San José, pero ‘Fe de etarras’ no es una ametralladora de chistes: aunque hay al menos tres gags desternillantes, el humor surge a golpe de contrastes. O el choque de contrarios entre a) la misión histórica en la que creen estar envueltos los etarras y su patética realidad cotidiana, y b) entre lo vasco y lo español, como inagotable fuente de símbolos que se jactan de ser políticamente antagónicos, pero cuya diferencia no va casi nunca más allá del folclorismo de barraca de feria (véase el antológico gag con una bandera española gigante colgada en un balcón, que funciona también como parodia de la actual guerra de banderasentre Cataluña y España).

Así que el principal desafío de ‘Fe de etarras’ era mantener ese difícil equilibrio formal entre la gravedad y la chufla, el tono justo entre la situación incómoda y el gag, lograr que los chistes más disparatados de guion no dinamitaran la sequedad de una tragicomedia que pretende ser al mismo tiempo amarga, grotesca y delirante, y lo consigue durante buena parte del metraje -mención especial para la demoledora secuencia de apertura- pero no logra evitar algunas caídas y desequilibrios. La película, en definitiva, funciona mejor en la contención que en el desfase, como si el cuerpo le pidiera más ‘Negociador’ y menos ‘Vaya semanita’.



Si en la fascinante ‘Negociador’ (2014) redujeron la negociación entre ETA y el Gobierno al absurdo, en ‘Aupa Josu' (2014) narraron las peripecias de un político vasco alienado y oportunista que quiere sacar partido al fin de ETA (‘Aupa Josu’, por cierto debía haber sido una serie para la ETB, pero incomprensiblemente no fue más allá de su sensacional piloto). Con ‘Fe de etarras’ Cobeaga & San José completan una trilogía sobre el fin de ETA que marca un hito: el uso del humor político ácido para analizar realidades contemporáneas conflictivas está aún en pañales en nuestra cinematografía.

Folclore para todos
Y ahora una serie de preguntas tontas para despachar la polémica que rodea a ‘Fe de etarras’ desde antes de que alguien viera una sola imagen. ¿Tomar como punto de partida las derivas costumbristas para hablar de ETA lleva irremediablemente a la banalización del terrorismo? No. ¿Hacer una comedia sobre la convivencia doméstica de un comando de ETA es humillar a las víctimas? Tampoco. Depende, en ambos casos, del tratamiento del material. Ahora bien: si sostenemos que 'Fe de etarras' blanquea a ETA solo por su cartelería y su premisa y sea como sea el filme (como ha hecho nuestro ministro del Interior) tendríamos que sostener también que ‘El gran dictador’ banaliza el fascismo, humilla a las víctimas y blanquea a Hitler al parodiar sus cosillas costumbristas...

¿Da oxígeno ‘Fe de etarras’ a ETA al humanizar a sus miembros? Pues hombre, si uno cree que una película que parodia la enajenación mental y la confusión política de unos etarras chapuceros y retardados le hace el juego a ETA, es que nos hemos vuelto todos locos definitivamente. Eso sí, sería osado descartar que a ‘Fe de etarras’ no le fuera a caer alguna denuncia: cosas más raras se han visto desde que la Audiencia Nacional se convirtió en la casa de la guasa a golpe de empurar tuiteros bromistas.

Todo es posible porque, como bien refleja el filme, a la tragicomedia territorial celtibérica no hay quién la pare. Se acusa a Cobeaga & San José de reducir las tensiones territoriales españolas al costumbrismo y al folclorismo puro y duro, ¿pero y si las tensiones territoriales españolas son sobre todo costumbrismo y folclorismo puro y duro? Piensen en ello la próxima vez que vean al torpedero Piolín, a TV3 emitiendo 'El patriota' el día antes del referéndum, a laturbamulta jaleando a la Guardia Civil camino de Cataluña, a Lagarder envuelto en una estelada, a Puigdemont balbuceando incoherencias sobre la autodeterminación del Kurdistán, al Elche Club de Fútbol lanzando un comunicado en defensa de la Constitución y el Estado de Derecho... y el resto de escenas dantescas que no podrían salir en una comedia de Cobeaga & San José por ser demasiado inverosímiles...





https://blogs.elconfidencial.com/cu...-09-28/fe-de-etarras-netflix-cobeaga_1450646/


La ví este domingo,es totalmente prescindible.
Primero te da un poco de pudor reírte con los etarras porque recuerdas lo que hicieron ( algo así como lo que pasó con "la vida es bella")
y luego tampoco es tan ingeniosa,te quedas hasta el final porque es como esas telenovelas malas que no sabes que tienen pero te provoca ver como se resuelve.
Lo único que se salva es Javier Cámara
 
Esto me parece genial como publicidad, y la serie para mí magnífica,deseando la segunda temporada ya.
Por cierto yo ni me acuerdo como utilizar el teletexto



La página 643 del teletexto guarda una sorpresa que muy pocos esperan

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La época dorada del teletexto pasó hace tiempo. Pero todavía hay iniciativas que lo rescatan del olvido y logran que vuelva a la actualidad.

Eso es lo que ha logrado Netflix, que ha utilizado este servicio para promocionar la segunda temporada de la serie Stranger Things, que se estrenará el 27 de octubre.

"Las nuevas teorías de #StrangerThings no las verás en Twitter. Imágenes nunca vistas en la página 643 del Teletexto", ha publicado Netflix en la red social.

Cuando alguien marca la página 643 en el teletexto de cualquier cadena, accede a una página de estética muy ochentera en la que se lee: "Ha accedido a información clasificada del Laboratorio Nacional de Hawkins. Toda forma de difusión no autorizada está estrictamente prohibida".

En otra página aparecen imágenes de los protagonistas, Eleven y Will. Y, en la última, aparece el logotipo de la serie junto a la frase: "Desclasifica todos los archivos el 27 de octubre. Solo en Netflix".

¿Qué mejor forma que promocionar una serie ambientada en los 80 que con un servicio tan ochentero como el teletexto? "La serie tiene una estética ochentera, y la idea de hacerlo con Teletexto encajaba súper bien", ha explicado a Vanity Fair Raquel Meyers, responsable del proyecto.
 
Yo sigo con una de las series de Netflix que a mí me tiene enganchadísima y esperando segunda temporada ,si le pasa a alguien más aquí está el cartel oficial de esta nueva temporada
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Jonathan Byers y Nancy Wheleer
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Winona Ryder como Joyce
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Noah Schnapp en el papel de Will
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Jim Hopper
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Los hermanos Duffer durante el rodaje
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Un Eggo
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'The Punisher', 'Alias Grace': calendario de estrenos de Netflix en noviembre
La plataforma de streaming estrenará en noviembre más de una decena de series de televisión, además de largometrajes y documentales
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The Punisher' uno de los estrenos más esperados de 2017 en NEtflix, llega en noviembre.

AUTOR
ALOÑA FERNÁNDEZ LARRECHI
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01.11.2017 – 05:00 H. - ACTUALIZADO: 2 H.

Llega noviembre y Netflix ya tiene a punto su calendario de estrenos para este mes tan otoñal. Tras la fiebre por la segunda temporada de 'Stranger Things', el estreno de la cuarta entrega de 'BoJack Horseman' y la discreta llegada a nuestras vidas de 'American Vandal', la plataforma de streaming de California reserva para el penúltimo mes del año la llegada de su superhéroe más esperado, 'The Punisher', y su incursión en un nuevo género, el western, de la mano de 'Godless'.

Pero no sólo de series vive el hombre, y la compañía de Ted Sarandos también propone a sus abonados largometrajes y documentales con los que diversificar su tiempo de ocio. Entre las primeras destaca '6 días', que narra la operación Nimrod, en la que las fuerzas especiales británicas asaltaron la embajada iraní para liberar más de una veintena de rehenes, o la escalofriante producción brasileña 'The Killer'. En el apartado documental, la producción más destacada es el enésimo trabajo de Jim Carrey sobre el comediante Andy Kaufman, 'Jim & Andy: The Great Beyond'.



Estas son las citas más importantes de Netflix para noviembre:


1 de noviembre: Greenleaf (Temporada 2).

3 de noviembre: Alias Grace.



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Jessica Biel, protagonista de la miniserie de USA Network, 'The Sinner'.


3 de noviembre: 6 Días (largometraje)

7 de noviembre: The Sinner.

8 de noviembre: The many faces of Ito.

10 de noviembre: The Killer (largometraje).

10 de noviembre: Lady Dynamite (Temporada 2).



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Jim Carrey en el papel de Andy Kaufman en el documental 'Jim


10 de noviembre: Blazing Transfer Students.

14 de noviembre: DeRay Davis: How to act black (Stand Up Comedy).

17 de noviembre: The Punisher.

17 de noviembre Jim & Andy: The Great Beyond (documental).

17 de noviembre: Shot in the dark.

17 de noviembre: Mudbound (largometraje).



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Fotograma de 'Godless', el primer western de Netflix.


22 de noviembre: Godless.

24 de noviembre: Trailer Park Boys: Out of the park: USA.

28 de noviembre: Prison.

https://www.elconfidencial.com/cult...bre-estrenos-calendario-the-punisher_1469755/
 
Estoy viendo la segunda temporada de " Stranger Things", voy por el capítulo 6/9 ... recomendable, esta segunda temporada es todavía más oscura que la primera y se ve que hay más producción, mejores efectos etc...

La niña se sale, le veo un futuro profesional muy bueno.
 
MARTA MEDINA

'Big Mouth': la nueva serie animada de Netflix es la mejor clase de educación sexual
La nueva serie de Netflix trata de forma gamberra y desenfadada el despertar sexual en la pubertad. Dibujos animados para adultos que ponen el foco en los mitos sobre la sexualidad
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Un fotograma de 'Big Mouth', animación adulta sobre el despertar sexual. (Netflix)

AUTOR
MARTA MEDINA
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@MartaMedinadelV
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02.11.2017 – 05:00 H. - ACTUALIZADO: 3 H.

"No te enteras de nada, ¿verdad?", le espeta la chica al chico. "¡Extra, extra! Las chicas también nos ponemos chachondas". Y entonces al chico le explota la cabeza. Así es 'Big Mouth', la última serie de animación para adultos de Netflix, una producción deliciosamente gamberra e irreverente que habla sobre la pubertad, el deseo erótico y los clichés de género —no sólo en los jóvenes, sino también en los adultos— y que arroja luz sobre los tabús y las ideas preconcebidas en las relaciones amorosas y carnales mejor que cualquier clase de educación sexual.





De la misma cuerda que 'BoJack Horseman' —pero menos nihilista— o 'F is for Family' —pero sin centrarse tanto en el desencanto de la adultez—, 'Big Mouth' es una propuesta desenfadada, con un humor acidísimo e incorrecto sobre el despertar sexual de un grupo de adolescentes y la dificultad de enfrentarse a los cambios físicos y psicológicos y la incertidumbre que acarrea un periodo vital tan caótico como es la pubertad. Y lo hace tanto desde el punto de vista de los hombres como el de las mujeres, ayudando a tumbar muchos de los prejuicios que todavía hoy conservamos, en una sociedad bastante más progresista, madura y abierta —aunque esto a veces pueda ser discutible— que en cualquier otra época de la historia. Desde los mitos de la menstruación —un tema que a muchos hombres todavía les hace torcer el gesto— hasta las dudas sobre la propia condición sexual, pasando por la evolución de las relaciones de pareja en la madurez.



la-pubertad-esa-epoca-de-confusion-y-descontrol-hormonal-netflix.jpg

La pubertad, esa época de confusión y descontrol hormonal. (Netflix)


¡Extra, extra! ¡Machos del mundo: el tamaño del pexx no hace al hombre! Después de verle accidentalmente el pexx a su mejor amigo Andrew, Elliot se siente inseguro respecto al tamaño de su miembro, así que se lo comenta a sus padres. "Cielo, Andrew se está haciendo un hombre", le explica su madre. "Está desarrollando los caracteres sexuales secundarios: cejas espesas, pezones prominentes. Su pexx está pasando de la infancia a la madurez"."Y puede que tú, como yo", prosigue el padre, "nunca llegues a tener un pexx muy grande, pero si entiendes el cuerpo de una mujer y, sobre todo, sus emociones, eso no importa". Sabio consejo, sobre todo respecto a un tema tan sensible y silenciado para muchos hombres.

Pero además de sincera y sorprendentemente educativa, 'Big Mouth' tiene ese punto surrealista y sanamente procaz

Pero además de sincera y sorprendentemente educativa, 'Big Mouth' tiene ese punto surrealista y sanamente procaz que la convierte en una serie sorprendente y original. La pubertad, esa edad de confusión, desesperación y alienación, de cambios que no comprendes y emociones que no controlas está analizada, además de con mucha mordacidad, con la precisión de neurocirujano. ¿Recuerda usted aquellas espinillas que le empezaron a brotar por todo el cuerpo como una plaga de procesionaria? ¿Y aquella vez que retorciéndose por los dolores abdominales sangró por primera vez? ¿O cuando el chute de hormonas abultaba su entrepierna cuando menos se lo esperaba? En 'Big Mouth', la pubertad aparece personificada como un monstruo peludo, puñetero y libidinoso que te nubla el juicio, trastoca tu cuerpo y te hace sentir deseo hasta por el papel higiénico de doble capa.



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Padres que tampoco es que sean expertos en la materia. (Netflix)


La serie se recrea con humor en todas esas cuestiones relacionadas con el s*x* que, a la gente, en general, resultan todavía humillantes. Lo hace sin pelos en la lengua, apelando al lenguaje descarado y llamando a las cosas por su nombre. En en capítulo 'Todas sangramos', a Jenni, la protagonista femenina, le viene la regla por primera vez llevando pantalones blancos —todas hemos pasado alguna vez por eso—. A la vergüenza que le supone la situación, se le une el malestar físico que provoca y la incomprensión de lo que realmente le está pasando. ¿Va a ser siempre así? Y el momento álgido del capítulo llega con una maravillosa versión de 'Everybody Hurts' de REM cantada por un tampón que normaliza la situación y explica de manera muy precisa los mecanismos de la menstruación y los efectos que ésta conlleva en el día a día de las mujeres, que muchas veces se minimizan.





"¿Por qué en todos esos vídeos [de educación sexual] los chicos disfrutan del milagro de la eyaculación y las chicas somos una maraña de tuberías doloridas?", se plantea Jessi, poniendo sobre la mesa ese punto de vista androcentrista que cada vez vamos dejando más atrás, en el que los genitales del hombre son motivo de orgullo mientras que existe un estigma en el discurso oficioso que señala los órganos sexuales femeninos como algo sucio y vergonzante y la libido de la mujer como algo reprensible. Pero uno de los puntos más a favor de la serie es que no busca enfrentar la sexualidad masculina y femenina —bueno, sí, de forma irónica y con una pelea entre los monstruos de la pubertad de Andrew y Jenni—, sino que encuentra las similitudes en un tema igualmente delicado para hombres y mujeres. Porque también habla de la frustración que genera la incapacidad de controlar las propias eyaculaciones o los complejos que provocan las contínuas comparaciones físicas entre los hombres. Algo que, claro está, también ocurre entre las mujeres.



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La pubertad, ese monstruo hormonado e incontrolable. (Netflix)


Y, aunque al principio pueda parecerlo, 'Big Mouth' no es una apología del s*x* desatado ni de la obscenidad. También conciencia sobre los males del consumo excesivo de por**grafía —con ese maravilloso capítulo final, 'Pornolandia'—, sobre las relaciones en las que hay falta de comunicación, sobre las relaciones tóxicas en las que una de las partes se aprovecha de la otra y sobre lo confuso y difícil que es, al fin y al cabo, el amor.


'Big Mouth' es una serie arriesgada que ha encontrado en la animación el único subterfugio para poder tratar el s*x* de una manera que, probablemente, una serie con actores reales no podría ni plantearse. Una idea que es tan didáctica como divertida y que, planteada como animación adulta, incide en la idea de que todavía los adultos tenemos que aprender mucho sobre s*x* y relaciones, porque parece que, una vez que salimos del instituto, pensamos que la lección ya estaba aprendida. Pues resulta que no. Eso sí, no se la ponga a un menor de 16 años porque probablemente hará que le explote la cabeza.

https://blogs.elconfidencial.com/cu...th-serie-netflix-sexualidad-pubertad_1468987/
 
Stranger Things genial la segunda temporada mucho mejor que la primera
Slasher primera temporada terminada, genial totalmente recomendable voy por el segundo capítulo de la segunda y pinta aún mejor

Dinastía bastante entretenida se deja ver
Haters back off serie muy chorras
Suburra bastante bien
Descolocados divertida
La niebla
me esperaba más
Mindhunter me encanta de principio a fin deseando la segunda temporada
Greanleaf la acabo de empezar pero pinta bien

Como veis soy una devoradora de series pero me gusta ponérmelas mientras hago elíptica o bici
 

Desde Melmac


ALOÑA FERNÁNDEZ LARRECHI

'Alias Grace', el cuento de la criada... criminal La nueva (y obligatoria) serie de Netflix
La plataforma de streaming estrena hoy una nueva adaptación de otra tremenda novela de la novela de la escritora canadiense Margaret Atwood
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Fotograma del primer episodio de la miniserie canadiense 'Alias Grace'.

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ALOÑA FERNÁNDEZ LARRECHI
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03.11.2017 – 05:00 H.

“Pienso en todas las cosas que se han escrito sobre mi. Que soy un demonio inhumano. Que soy la víctima inocente de un chantajista, forzada contra mi propia voluntad y en peligro de mi propia vida. Que yo era demasiado ignorante para saber cómo actuar y que colgarme sería un asesinato judicial. Que estoy bien y decentemente vestida, que robé a una mujer muerta para aparentarlo. Que tengo mal humor y mucho temperamento. Que tengo la apariencia de una persona por encima de mi origen humilde. Que soy una buena chica, manipulable, y nada malo sale de mí. Que soy astuta y desconfiada, solo un poquito mejor que una idiota. Y me pregunto, ¿cómo puedo ser todo esto a la vez?”

La torturada dueña de este monólogo es Grace Marks, una joven criada de origen irlandés que lleva quince años, desde 1843, encerrada en la Penitenciaría de Kingston, una de las ciudades más importantes del este de Canadá. Su delito: haber asesinado a Thomas Kinnear y a su ama de llaves, Nancy Montgomery. Según la sentencia del juicio por asesinato, Marks acabó con la vida de sus superiores con la ayuda de James McDermott, el mozo de cuadras de la hacienda de Kinnear. Él fue sentenciado a morir en la horca, pero antes tuvo tiempo de gritar: “Grace Marks me obligó a hacerlo. Es una put*, una asesina”. Ella fue condenada a cadena perpetua y encerrada en manicomios hasta su traslado a Kingston




La historia de esta joven inspiró a Susanna Moodie, una de las escritoras más relevantes de la época, que incluyó la vida de Grace Marks en sus memorias, ‘Life in the clearings versus the bush’. Que a su vez inspiraron a una de las escritoras canadienses más conocidas, Margaret Atwood. Tras adaptar la historia de la joven criada a la televisión en 1974 Atwood convirtió a Marks, veinte años después, en la protagonista de su novena novela, ‘Alias Grace’. Un relato que la CBC canadiense y Netflix han convertido en miniserie y que desde hoy (a las 9 de la mañana) ya podemos ver en España.

Crimen, Historia y feminismo
Compuesta por seis episodios y adaptada a la televisión por la actriz, directora y guionista Sarah Polley, ‘Alias Grace’ es una producción en la que se combinan el thriller criminal psicológico, la ficción histórica y el drama feminista. Aunque para tranquilidad de la audiencia, es más digerible y menos aterradora que la última creación de Atwood llevada a la pequeña pantalla, ‘El cuento de la criada’. Lo cual no quiere decir que el último estreno de Netflix sea una serie ligera y la dramática historia de Marks no vaya a provocar en el espectador una gran variedad de sentimientos.

El proyecto conjunto entre la plataforma de streaming y la cadena pública norteamericana es eminentemente canadiense, y la actriz nacida en Toronto Sarah Gadon es la encargada de interpretar a Grace Marks. Sus compatriotasPaul Gross y Anna Paquin se ponen en la piel de las víctimas del asesinato, mientras que el británico Edward Holcroft hace lo propio con el rol del doctor Simon Jordan. El destinatario original de la narración, en primera persona, de la triste y desdichada de la sirvienta Grace Marks.



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Grace Marks dentro de la penitenciaría.


Confesiones con un alienista
La protagonista de ‘Alias Grace’ creció en el norte de Irlanda, y se encargó de ayudar a su madre en la crianza de sus ocho hermanos. Hasta que en 1840, cuando Grace solo tenía 12 años, murió en el barco que les llevaba a Canadá, y tuvo que encargarse por completo de ellos. Su padre, un cantero alcohólico y abusivo, no fue capaz de adaptarse a su nuevo hogar, y para hacer su existencia mucho más llevadera, obligó a la joven a trabajar como sirvienta “en una buena casa de Toronto”, la de la familia Parkinson. Tres años, y un traslado, después Marks fue condenada por la muerte de Kinnear y Montgomery.

Para descubrir qué sucedió durante ese tiempo, Atwood primero, y posteriormente Poley, utilizan a un alienista, el doctor Jordan. Un hombre paciente y apuesto que se ocupaba de la salud mental cuando la psicología y la psiquiatría eran una utopía y las enfermedades mentales se solucionaban encerrando a los pacientes en un manicomio. El mismo lugar en el que Grace Marks tuvo que padecer todo tipo de sufrimientos, infligidos por especialistas convencidos de poder tratar su (supuesta) maldad y su carácter. Experiencias que provocarán que la joven sea, inicialmente, reticente a conversar y compartir con el médico la historia que durante años alimentó los cotilleos de la provincia de Ontario.



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Mary Whitney y Grace Marks, criadas de la casa de Alderman Parkinson.


Quince años de histeria
La aparición del alienista en la vida de Marks, después de quince largos y penosos años confinada en una soleada celda, no es fortuita. Un comité de caballeros y damas de la iglesia metodista trabajan para que sea perdonada y liberada. Según los informes, Grace no puede recordar lo que sucedió el día de los asesinatos y “exhibe síntomas de histeria”. Un diagnóstico controvertido que lleva al ministro eclesial a contratar a Jordan, con la esperanza de que descarte su perfil criminal, y simplemente confirme su estado de intensa excitación nerviosa provocado por alguna circunstancia de su pasado.

El carácter violento de su padre, su estancia en la casa de la familia Parkinson, o sus primeros meses en el hogar del señor Kinnear pueden ser responsables de los actos que llevaron a Grace a la cárcel. Unos asesinatos crueles que la joven se resiste a recordar, o compartir, y que son en realidad, la verdadera motivación del espectador. ¿Pudo la joven criada de mirada angelical matar brutalmente a dos personas? ¿O simplemente ejecutó un maléfico plan que llevó a su “compañero de trabajo” a llevar a cabo sus deseos? ¿Tal vez no tuvo nada que ver en el trágico suceso?



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Zachary Levi interpreta al vendedor ambulante Jeremiah.


Puntos de vista y mujeres amnésicas
Como hemos podido ver recientemente en la producción británica ‘Liar’, ‘Alias Grace’ desarrolla un universo en el que el centro de atención es un acontecimiento del pasado que, poco a poco, es revelado a los espectadores. En esta intriga los protagonistas son los únicos narradores, con versiones a menudo subjetivas, producidas por un hecho traumático. Otra tendencia de la ficción televisiva internacional, que en los últimos tiempos ha puesto el foco de atención en mujeres que por culpa de diversas amnesias y trastornos, no son capaces de recordar el trágico suceso en el que se ven envueltas.

Desde ‘Blindspot’ hasta la recientemente estrenada ‘Absentia’, pasando por la belga 'Tabula Rasa' o la veraniega ‘The Sinner’, este tipo de protagonistas son una parte importante de la oferta de ficción serializada. El sello de distinción de ‘Alias Grace’ se lo da su interés histórico, su formato y, por supuesto, su autora. Una mujer experimentada en el arte de construir historias femeninas y feministas que han conseguido atrapar a los lectores primero y a los espectadores después. Y, tras los últimos Emmy, parece que también a los miembros de la Academia de televisión. Una pena que la Academia Sueca siga resistiéndose a los encantos de la autora canadiense. Afortunadamente, la ficción televisiva está dispuesta a acercar a todo el mundo su valioso y necesario mensaje.

https://blogs.elconfidencial.com/cu...ce-netflix-miniserie-margaret-atwood_1470320/
 
Stranger Things genial la segunda temporada mucho mejor que la primera
Slasher primera temporada terminada, genial totalmente recomendable voy por el segundo capítulo de la segunda y pinta aún mejor

Dinastía bastante entretenida se deja ver
Haters back off serie muy chorras
Suburra bastante bien
Descolocados divertida
La niebla
me esperaba más
Mindhunter me encanta de principio a fin deseando la segunda temporada
Greanleaf la acabo de empezar pero pinta bien

Como veis soy una devoradora de series pero me gusta ponérmelas mientras hago elíptica o bici
Y sobre todo ,yo intento verlas cuando ya tengo todos los capítulos bajados:dead::dead::dead: y me preparo sesión continua
 
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