Nacho Vidal tiene VIH, según algunos medios

Lo de los escrúpulos...
Es que mira, para mi, es más inaceptable tener que aguantar a un jefe inepto que me imponen por co.jones que follxx cobrando. O soportar a compañeros cortos perdidos que retrasan el trabajo de los demás. En todos los trabajos hay que aguantar. Para mí, sería más difícil seguir aguantando a un jefe inútil que follxx con algún señor cobrándole. Cada persona tiene su medida de lo que considera un atentado contra su libre albedrío.
No estoy de acuerdo es que ni se acerca pero lo respeto por supuesto.
 
No estoy de acuerdo es que ni se acerca pero lo respeto por supuesto.
Muchas gracias. Yo, es mi opinión, creo que en todos los trabajos hay que aguantar cosas que a una no le gustan. De verdad que algunas de las que he citado antes, para mi son insufribles.
Un saludo, y gracias!
 
En mi humilde opinión y desde la comodidad de mi sofá, mi pero con la prostit*ción es la siguiente: De verdad es una decisión libre? Porque si lo es, Santo y bueno, que cada uno haga con su cuerpo lo que le de la gana. Pero es que creo que un 95% de los casos viene por razones que tienen poco que ver con la libertad sexual y más con la pobreza, la manipulación y el engaño.

Y eso sin hablar de otros problemas que tiene el trabajo sexual: muchas de ellas son inmigrantes ilegales, que tienen hijos en la ilegalidad y que no son registrados que para el Estado no existen y son usados para prostit*ción infantil, venta de órganos, etc.

Luego está lo que vende la industria del por**: que no es más que una fantasía del productor y presenta una imagen distorsionada y cada vez más violenta.

Si es libremente, pues como decía el personaje de Samantha en Sex and the city: el s*x* es una asunto de poder y dinero: tu tienes el dinero y yo tengo el poder.
 
Pero es que creo que un 95% de los casos viene por razones que tienen poco que ver con la libertad sexual y más con la pobreza, la manipulación y el engaño.

Y eso sin hablar de otros problemas que tiene el trabajo sexual: muchas de ellas son inmigrantes ilegales, que tienen hijos en la ilegalidad y que no son registrados que para el Estado no existen y son usados para prostit*ción infantil, venta de órganos, etc.
Por esos casos yo creo que si no fuera ilegal y estuviera sujeta a una legislación, esas cosas no pasaban, al menos no tanto. Es una opinión también desde mi sofá, conste.
 
Os dejo aquí un vídeo que a día de hoy me sigue impactando y que me hizo reafirmarme todavía más en mi posición abolicionista.



En la red podéis encontrar más material audiovisual y gráfico con los testimonios de mujeres como Sonia Sánchez, Escudilla o Amelia Tiganus, por hacer referencia a mujeres que viven en España y Latinoamérica.

Dejo también el testimonio de Montse Neira, una mujer que entró en la prostit*ción por desesperación, se “especializó” en personas mayores y discapacitadas y hoy en día vive al margen del ojo publico. Su testimonio me parece importante porque fue capaz de dar la cara y alzar la voz sin agachar la cabeza. Aunque no comparta su postura ni su opinión, ya que para mí es una manera de racionalizar y blanquear su decisión. Aún así, me parece una postura más honesta de muchas que intentan glamourizar la prostit*ción.

https://www.rtve.es/m/alacarta/videos/para-todos-la-2/para-todos-2-entrevista-montse-neira/1341760/

 
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Volviendo al tema VIH , yo creo que si lo tiene ,de ahí su paranoia y ganas de desconectar del mundo.Las pruebas serológicas no se hacen siempre ,en Eeuu reconocieron que para nada se hacían siempre.
 
En mi humilde opinión y desde la comodidad de mi sofá, mi pero con la prostit*ción es la siguiente: De verdad es una decisión libre? Porque si lo es, Santo y bueno, que cada uno haga con su cuerpo lo que le de la gana. Pero es que creo que un 95% de los casos viene por razones que tienen poco que ver con la libertad sexual y más con la pobreza, la manipulación y el engaño.

Y eso sin hablar de otros problemas que tiene el trabajo sexual: muchas de ellas son inmigrantes ilegales, que tienen hijos en la ilegalidad y que no son registrados que para el Estado no existen y son usados para prostit*ción infantil, venta de órganos, etc.

Luego está lo que vende la industria del por**: que no es más que una fantasía del productor y presenta una imagen distorsionada y cada vez más violenta.

Si es libremente, pues como decía el personaje de Samantha en Sex and the city: el s*x* es una asunto de poder y dinero: tu tienes el dinero y yo tengo el poder.

Pocas cosas son realmente libres en el mundo y no lo digo para relativizar. Muchos nos hemos aguantado jefes abusivos o trabajos que tenían aspectos denigrantes porque no teníamos de otra. Entonces, tan autónomos no éramos. De repente te encuentras artistas de Hollywood diciendo que tal película, donde cobraron una millonada, fue una pesadilla y tuvieron que comerse abusos o humillaciones. O sea, no siempre es el pago y la procedencia de los empleados lo que define que haya o no explotación.

Acá una cuestión vital es qué tanto estomago tienes para considerar que el s*x* puede ser una actividad que no involucre ni tus sentimientos, ni tu autoestima. Es difícil, pero no imposible. Sí, es cierto que mucha gente llega al por** engañada, manipulada, presionada o porque no tenía de otra, pero esa misma gente puede llegar a otras situaciones por la misma vía, porque son sus condiciones sociales las que la ponen en desventaja y la hacen víctima de todo tipo de abusos. Todos sabemos que existen fábricas de ropa que se alimentan de trabajo esclavo, incluso del trabajo de niños y nadie pide que dejen de existir las fábricas de ropa. No hay organizaciones antitrata pidiéndonos aprender a coser para dejar de consumir ropa hecha en fábricas. Si hay boicots a marcas que usan el trabajo esclavo, pero con la intención no de que dejen de producir ropa, sino de que mejoren las condiciones laborales de esos obreros. Lo mismo con el servicio doméstico. Hay millones de historias de explotación alrededor del trabajo doméstico y sin embargo se sigue pensando que puede ejercerse si se mejoran las condiciones. Limpiar el baño de un empleador abusivo y cochino puede ser igual de degradante que tener s*x* con alguien que no te agrada. Luego, hay distintos tipos de por** también. No todo el por** que existe presenta mujeres violentadas, cacheteadas y escupidas que terminan con fluidos en la cara. No es que yo le recomiende a mis amigas hacer por**. Al contrario, me parece una actividad muy difícil. Tú puedes ser una persona muy fría, racional y liberal, que disfrute el s*x* en sí mismo y ver en el por** una oportunidad de ganarte la vida con algo que te parece sencillo, pero luego te llegan los hijos y tus prioridades cambian. Hay que estar muy seguro de si es lo que quieres hacer, porque aunque cambien las condiciones laborales, la cultura no cambia tan fácil y es una parte de tu vida que siempre va a estar allí. No existen los actores por** retirados. Existen los actores por** que ya no trabajan en ese rubro. Es decir, cualquier persona puede ver una película tuya en cualquier momento y va a tener las mismas sensaciones que la persona que la vio cuando recién se hizo. Debes ser consciente de que en cualquier momento una persona puede decir que te vio haciendo por**. Pero vuelvo y digo: sí creo que para una parte de la población es una actividad autónoma y hay que legislarla, para que precisamente puedan denunciar si han sido víctimas de explotación y la Ley no lo minimice, ni lo justifique. Debe ser regulada para que puedan tener un servicio médico acorde a sus necesidades. alguna vez vi un documental de una ex actriz por** convertida en enfermera que precisamente se dedica a darle educación sexual a los actores de ese rubro y a mí me pareció una idea sensacional. Pasa igual con las prost*tutas, que cuando la actividad es ilegal, no tienen un médico al cuál preguntarle cómo hacer más seguras sus prácticas sexuales o cómo detectar signos de enfermedad en sus clientes. Legalizando la actividad, estas personas también pueden renunciar más fácil a ella. Podrían tener una cuenta sueldo si trabajan para otro o pedir préstamos para poner sus propios negocios, pero sobre todo pueden sentir que se trata de un trabajo más, bastante duro y criticado, pero que no necesariamente tiene que ser la experiencia que te defina. Muchas mujeres no denuncian a las mafias precisamente por sentir que ya no tienen futuro después de haber ejercido la prostit*ción o la por**grafía. ¿Qué mas da si llegaron de manera completamente autónoma a esas actividades? Como dije antes, eso muy pocos lo podemos decir sobre todos los trabajos que hemos ejercido, pero seguimos adelante, buscamos trabajos mucho más satisfactorios y eso lo podemos hacer porque aunque una experiencia laboral haya sido nefasta, no carga el estigma de ser ilegal e inmoral.

Y hablando de mis amigas feministas, con una hablaba alguna vez sobre la cosificación. Ella, como buena marxista, me decía; es que el por** te cosifica, te reduce a mercancía, sos un objeto, la mujer es reducida a sus órganos sexuales. Bueno, el deportista profesional que tiene que asegurar sus piernas u otra parte de su cuerpo también se enfrenta a la cofisificación, a ser reducido a una parte de su cuerpo. Cuando esa parte no funcione, su vida laboral se habrá acabado. Lo que piensa o dice no importa para el trabajo que desempeña. Entonces, volvemos al punto: la discusión sobre ciertos trabajos es mucho más compleja cuando entran otras categorías que se mueven bajo parámetros similares. Y aquí termino: la discusión sobre los clientes es una discusión sobre masculinidades. No todos los puteros son machos violentos, buenos hijos del patriarcado. Y normalmente lo que son así, son un horror para todas las mujeres que se los encuentran. Si no abusan de la prost*t*ta, abusan de sus esposas, de sus hijas o de sus empleadas. No es que eliminando la prostit*ción y la por**grafía, los hombres serán mejores hombres.
 
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Hay muchas chicas que elijen esa vida libremente, porque en 10 años ganan lo suficiente para vivir de rentas. Otras son universitarias que se ganan un extra. Me refiero a chicas que son sc.ort. Pero hay que ser algo monilla, cuidarse bastante, estar impecable, ser elegante y tener algo de cultura para al menos sostener una mínima conversación. Pero esas chicas con cuatro clientes al mes ya ganan para vivir más o menos bien. Con 3 clientes a la semana durante 5 años tienen un piso decente en buen barrio del centro.
Esas chicas lo eligen libremente. Porque pueden y porque si haces algo muy bien, nunca lo hagas gratis. Yo no me atrevería a criticarla. Son inteligentes y apuran sus recursos.
Y los chicos igual.
Trabajando así no tienen para comprarse un piso en la vida. Las prost*tutas con tarifas muy altas son muy pocas y el/la proxeneta se lleva el 50% de las ganancias.
 

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