MÚSICA PARA CAMALEONES - Truman Capote

247


TC: ¿ Que ronque?

Pearl: !Ronca!

TC: Me estoy sofocando. No puedo roncar.

Pearl: Será mejor que empieces a intentarlo, porque nuestros amigos están entrando por esa puerta. Parece que van a rastrillar todo el garito. A limpiarle los dientes.

TC: ! Jesús, José...!

Pearl: Ronca, sinvergüenza, ronca.

( Ronqué, y ella aumentó la presión de su mano sobre la mía; al mismo tiempo, empezó a tararear una lenta y dulce canción de cuna, como una madre calmando a un niño miedoso. Durante todo el tiempo, nos rodeó otra especie de tarareo: voces humanas preocupadas por lo que estaba pasando en el avión, por cuál seria el propósito de los dos hombres misteriosos que caminaban de uno a otro lado del pasillo, deteniéndose de vez en cuando para estudiar a un pasajero. Pasaron minutos. Los conté: seis, siete. Tic-tac-tic. Finalmente, Pearl interrumpió su melodía maternal y retiró su mano de la mía. Entonces oí cerrarse de un golpe la enorme puerta redonda del avión .)

TC: ¿ Se han marchado?

Pearl: Aja já. Pero sea quien sea a quien estén buscando, está claro que quieren pescarlo.



Musica para camaleones - Truman Capote
 
248


Desde luego que sí. Aun cuando el nuevo juicio de Robert M. terminó exactamente como yo había previsto y el jurado emitió un veredicto de culpabilidad por tres cargos de asesinato, los tribunales de California siguieron enfocando con dureza mi negativa a colaborar con ellos.
Yo no lo sabía; creía que el asunto se olvidaría a su debido tiempo. Así que no dudé en volver a california al año siguiente, cuando surgió algo que requería al menos una visita breve. Pues señor, en cuanto me registré en el hotel Bel Air, fui detenido y conducido ante un juez de imponente nariz que me puso cinco mil dólares de multa y una condena indefinida en la cárcel del Condado Naranja, lo que significaba que podían tenerme encerrado durante semanas, meses o años. Sin embargo, pronto me soltaron, porque el mandamiento de mi detención contenía un error pequeño, pero importante: me censaba como residente legal en California cuando en realidad yo resido en Nueva York, hecho que anuló mi condena y mi confinamiento.

Pero todo eso aún estaba muy lejos, sin pensar, sin soñar siquiera, cuando la nave plateada que llevaba a Pearl y a su amigo buscado por la ley, despegó hacia un etéreo cielo de noviembre. Vi la sombra del avión rizándose por el desierto y cruzando oscilante el Gran Cañón. Charlamos y reímos y comimos y cantamos. Las estrellas y el malva del crepúsculo llenaban el aire, y las Montañas Rocosas, veladas de nieve azul, aparecieron al frente, mientras un gajo de limón, la luna nueva, rondaba por encima de ellas.

TC: Mira, Pearl. Luna nueva. Vamos a pedir un deseo.

Pearl: ¿ Qué deseo vas a pedir tú?

TC: Deseo que siempre pueda ser tan feliz como lo soy en este mismo momento.

Pearl: ! Oh, querido! Eso es cómo pedir milagros. Desea algo real.

TC: Pero yo creo en los milagros.

Pearl: Entonces, lo único que puedo decir es: nunca empieces a jugar.



Musica para camaleones - Truman Capote
 
249



V .------- Y luego ocurrió todo


( Then It All Came Dow)


Escenario : Una celda de máxima seguridad en un pabellón del penal de San Quintín en California. La celda está amueblada con una simple colchoneta, y su inquilino permanente, Robert Beausoleil, y su visitante, se ven obligados a sentarse encima de ella en unas posturas más bien encogidas. La celda está limpia, ordenada. Una guitarra bien barnizada se yergue en un rincón. Pero es una avanzada tarde de invierno y en el aire titubea un escalofrío, incluso una pizca de humedad, como si la niebla de la bahía de San Francisco se hubiera infiltrado en la propia prisión.

A pesar del frío, Beausoleil está sin camisa, sólo lleva unos pantalones de algodón de la cárcel, y está claro que se encuentra satisfecho de su aspecto, en especial de su cuerpo, que es ágil, felino, con armoniosa forma física si se tiene en cuenta que lleva encarcelado más de diez años. El pecho y los brazos ofrecen un panorama de emblemas tatuados: exuberantes dragones, ovillados crisantemos, serpientes desenroscadas. Algunos consideran que es extraordinariamente guapo; lo es, pero es un estilo de chulo pasado de moda. No es sorprendente que de niño trabajara de actor y apareciese en varias películas de Hollywood; después, cuando era un muchacho joven, fue durante un tiempo el protégé de Kenneth Anger, el realizador experimental ( Scorpio Rising ) y escritor ( Hollywood Babylon ); de hecho, Anger le dio el papel principal de Lucifer Rising, película inacabada.


Musica para camaleones - Truman Capote
 
250



Robert Beausoleil, que ahora tiene treinta y un años, es la auténtica figura misteriosa de la secta de Charles Manson; más exactamente -- y ésta es una cuestión que nunca ha salido claramente a la luz en las explicaciones de esa tribu--, es la clave del misterio de las incursiones homicidas de esa llamada familia Manson, sobre todo de los asesinatos de Sharon Tate y de los Bianco.

Todo comenzó con el asesinato de Gary Hinman, un músico profesional de mediana edad que hizo amistad con varios miembros de la hermandad de Manson y que, para su desgracia, vivía solo en una pequeña y apartada de casa de Topanga Canyon, en el condado de los Angeles. Hinman fue atado y torturado durante varios días ( entre otras barbaridades, le cortaron una oreja) antes de que le dieran el último tajo de gracia en al garganta. Cuando se descubrió el cuerpo de Hinman, hinchado y lleno de moscas en agosto, la policía descubrió inscripciones sangrientas en las paredes de su modesta casa ( " !Muerte a los cerdos !"), similares a las que pronto se encontrarían en las casas de miss Tate y del señor y señora Lo Bianco.

Sin embargo, justo unos días antes de los asesinatos de Tate - Lo Bianco, Robert Beausoleil, capturado mientras conducía un coche que había sido propiedad de la victima, se encontraba detenido y en la cárcel, acusado del asesinato del indefenso míster Hinman.


Musica para camaleones - Truman Capote
 
251


Si Beausoleil seguía encarcelado en la fecha de tales asesinatos, ¿cómo podría entonces ser culpable de la atrocidad cometida con Hinman? O así razonaba la carnada de Manson. Lo que significa que fue por devoción a Bobby Beausoleil por lo que Tex Watson y esas jóvenes criminales, Susan Atkins, Patricia Krenwhykel, Leslie Van Hooten, salieron a hacer sus satánicas diligencias.

RB: Qué raro. Beausoleil. Eso es francés. Mi nombre es francés. Significa Bello Sol. No te jode. Nadie ve mucho el sol dentro de este lugar de veraneo. Escuche las sirenas de niebla. Como pitido de los trenes. Ayes, ayes. Y son peores en el verano. Tal vez haya más niebla en verano que en invierno. El tiempo. Que le den por culo. Yo no voy a ninguna parte. Pero, escuche. Ayes, ayes. Así que ¿dónde ha estado usted todo el día ?

TC: Por ahí. He tenido una pequeña conversación con Sirhan.

RB: ( risas): Sirhan B. Shirhan. Lo conocí cuando me tuvieron en el Callejón. Es un tipo enfermo. No debe estar aquí. Debería estar en Atascadero. ¿ Quiere un chicle? Sí, vaya, parece que sabe usted muy bien el camino acá. Lo observaba desde el patio. Me sorprendió que el guardián lo dejara solo por el patio. Alguien podría pincharlo.

TC: ¿ Por qué?

RB: Por gusto. Pero ha venido mucho por aquí, ¿ eh? Me lo han dicho los muchachos.

TC: Quizá media docena de veces, en distintos proyectos de investigación.

RB: Sólo hay una cosa que no he visto por aquí. Pero me gustaría ver esa habitación verde manzana. Cuando me enchironaron por ese asunto de Hinman y me dieron sentencia de muerte, pues bueno, me tuvieron una buena temporada en el Callejón. Justo hasta cuando el tribunal abolió la pena de muerte. Así que solía preguntarme por el cuartito verde.


Musica para camaleones - Truman Capote
 
252


TC: En realidad, son unas tres habitaciones .

RB: Yo creía que era una habitacioncita redonda con una cabaña, una especie de igloo en el centro, con paredes de cristal. Con ventanas para que los testigos que están de pie fuera puedan ver cómo mueren los tíos asfixiados con ese perfume de melocotón.

TC: Sí, ésa es la habitación de la cámara de gas. Pero cuando bajan al prisionero del Callejón de la Muerte, del ascensor se sale directamente a una habitación "de retención ", aneja a la habitación de los testigos. En ese cuarto " de retención " hay dos celdas, por si se produce una doble ejecución. Son celdas corrientes, exactamente iguales que ésta, y el prisionero pasa allí la última noche antes de que lo ejecuten por la mañana, leyendo, escuchando la radio, jugando a las cartas con los guardianes.
Pero he descubierto algo interesante : que hay una tercera habitación en esa pequeña suite. Está detrás de una puerta cerrada, inmediatamente contigua a la celda "de retención ". Sencillamente, abrí la puerta y entré, y ninguno de los guardianes que me. acompañaban intentó detenerme. Y era la habitación más inquietante que hubiese visto jamás. Porque ¿sabe lo que había en ella? Todas las sobras, todos los objetos personales que los distintos condenados han dejado en las celdas " de retención ". Libros. Biblias, novelas del Oeste y de Erle Stanley Gardner, de James Bond. Periódicos viejos, de color marrón pardo. Algunos de ellos de hace veinte años. Crucigramas sin acabar. Cartas sin terminar. Fotografias de enamorados. De niños pequeños, borrosas y arrugadas. Patético.

RB: ¿Alguna vez ha visto gasear a un tipo?

TC: Una vez. Pero él hizo que pareciese un juego. Estaba contento de ir, quería acabar de una vez; se sentó en aquella silla como alguien que va al dentista a que le limpien la dentadura . Pero en Kansas vi ahorcar a dos hombres.

RB: ¿ Perry Smith? ¿ Y cómo se llama el otro...? ¿Dick Hickock Bueno, una vez que pegaran contra el extremo de la cuerda, no creo que sintieran nada.

TC: Eso lo que nos dijeron . Pero después de caer siguieron viviendo... quince, veinte minutos. Forcejeando. Jadeando, luchando su cuerpo por vivir. No pude evitarlo: vomité.



Musica para camaleones - Truman Capote
 
253

RB: Quizá no sea usted tan frío, ¿eh? Parece frío. Así que ¿se quejó Sirhan de que lo mantuvieran en Seguridad especial?

TC: Algo así. Está solo. Quiere mezclarse con los otros reclusos, unirse a la población general.

RB: Por la misma razón por la que él mató a Kennedy. Fama. La mitad de los que matan a gente, eso es lo que quieren: fama. Que su fotografía salga en el periódico.

TC:
Esa no es la razón por la que usted mató a Gary Hinman.

RB: ( Silencio.)

TC: Estaba pensando. Conozco a Sirhan, y conocí a Robert Kennedy. Conocí a Lee Harvey Oswald y también a Jack Kennedy. Las probabilidades en contra de que una persona conociera a esos cuatro hombres deben ser asombrosas.

RB: ¿Oswald ? ¿Conoció a Oswald? ¿De veras?

TC: Lo conocí en Moscú justo después de que desertara. Una noche iba a cenar con un amigo, un corresponsal de un periódico Italiano, y cuando llegó a recogerme, me preguntó si me importaría hablar primero con un joven desertor norteamericano, un tal Lee Harvey Oswald. Oswald residía en el Metropole, un antiguo hotel zarista, al lado de la plaza del Kremlin. El Metropole tiene un enorme y melancólico vestíbulo lleno de sombras y de palmeras muertas.

Y ahì estaba él, sentado en la oscuridad bajo una palmera muerta. Delgado y pálido, de labios finos y aspecto famélico . Llevaba pantalones de trabajo, zapatillas de tenis y una camisa de leñador. Y en seguida se puso furioso; rechinaba los dientes y sus ojos brincaban de un lado a otro. Por todo se acaloraba: el embajador norteamericano ; los rusos: estaba enfadado con ellos porque no le permitían quedarse en Moscú.



Musica para camaleones - Truman Capote
 
254


Hablamos con él durante media hora, y mi amigo italiano no creía que mereciese la pena escribir una historia sobre él. Otro histérico paranoide más: en Moscú eran una vegetación extendida por todas partes. No volví a pensar en él hasta muchos años más tarde. Hasta después del asesinato, cuando vi que pasaban su fotografía en la televisión .

RB: ¿Significa eso que usted es el único que conoció a los dos, a Oswald y a Kennedy ?

TC: No. Había una chica norteamericana, Priscilla Johnson. Trabajaba para la United Press en Moscu. Conoció a Kennedy , y se entrevistó con Oswald casi al mismo tiempo que yo. Pero puedo decirle algo más, casi igual de curioso. Acerca de esas personas que mataron sus amigos.

RB: ( Silencio)

TC: Yo las conocía. De las cinco personas asesinadas aquella noche en casa de Tate, al menos conocía cuatro. Conocí a Sharon Tate en el Festival de Cine de Cannes. Jay Sebring me cortó el pelo un par de veces . Una vez comí en San Francisco con Abigail Folger y su amigo, Frykowski. En otras palabras, conocí separadamente a cada uno de ellos. Y sin embargo, allí estaban todos una noche, juntos en la misma casa y esperando a que llegaran sus amigos de usted. Toda una coincidencia.

RB: (enciende un cigarrillo; sonríe): ¿ Sabe lo que digo? Que no es usted un tipo al que dé mucha suerte conocer. Mierda. Escuche eso. Aves, ayes. Tengo frío. ¿ Y usted?



Musica para camaleones - Truman Capote
 
255


TC: ¿Por qué no se pone la camisa?

RB: ( Silencio)

TC: Es curioso lo de los tatuajes. He hablado con varios centenares de hombres condenados por homicidio: múltiple homicidio, en la mayoría de los casos. El único denominador común que pude encontrar entre ellos fueron los tatuajes. Un largo ochenta por ciento de ellos tenían muchos tatuajes. Richard Spek. York y Latham. Smith y Hickock.

RB: Me pondré el jersey.

TC: Si usted no estuviera aquí, si pudiera estar donde quisiese y hacer lo que le diera la gana, ¿dónde estaría y qué haría ?

RB: Viajando. Por ahí, con mi Honda, traqueteando por la carretera de la costa, las curvas rápidas, las olas y el agua, mucho sol. Fuera de San Fran, en dirección a Mendocino, conduciendo entre las secoyas. Haría el amor. Estaría en la playa junto a una hoguera, haciendo el amor. Tocaría música y bailaría y fumaría buena hierba de Acapulco y contemplaría la puesta del sol. Echaría al fuego algunas maderas arrojadas a la playa. Buena ropa, buen hash, y viajando sin parar.

TC: Aquí puede conseguir hash.

RB: Y cualquier otra cosa. Cualquier clase de droga, por un precio. Aquí hay ropas de cualquier cosa menos de patinadores.

TC: ¿Así era su vida antes de que lo detuvieran? ¿Sólo viajar? ¿ Nunca tuvo un trabajo?

RB: De vez en cuando. Tocaba la guitarra en un par de bares.

TC:Tengo entendido que era usted un verdadero gallo. Prácticamente, el señor de un serrallo. ¿ Cuántos hijos ha engendrado?

RB: ( Silencio; pero se encoge de hombros, sonríe , fuma.)



Musica para camaleones - Truman Capote
 
256


TC: Me sorprende que tenga usted una guitarra. Algunas prisiones no lo permiten, porque pueden quitarse las cuerdas para utilizarlas como armas. Como garrote. ¿ Cuánto tiempo hace que toca?

RB: !Oh! Desde que era niño. Fui uno de esos niños de Hollywood. Aparecí en un par de películas. Pero mi familia estaba en contra. Son gente estricta. En cualquier caso, nunca me he preocupado por la actuación. Sólo quería escribir música y tocarla y cantar.

TC: Pero ¿qué pasó con la película que hizo usted con Kenneth Anger, Lucifer Rising ?

RB:

TC: ¿ Qué tal se llevaba con Anger?

RB: Muy bien.

TC: Entonces, ¿ por qué lleva Kenneth Anger un medallón con una cadena alrededor del cuello? En una cara del medallón hay una fotografía de usted; en la otra, hay una figura de una rana con la inscripción : " Bobby Beausoleil transformado en rana por Kenneth Anger." Un amuleto vudú, por decirlo así. Una maldición que le lanza, porque se supone que usted le robó. Se marchó en plena noche con su automóvil y unas cuantas cosas más.

RB: (entrecerrando los ojos): ¿ Le dijo él eso?

TC: No, yo no lo conozco. Pero me lo han contado otras personas.

RB: ( alcanza la guitarra, la afina, la rasguea, canta):
" Esta es mi canción , ésta es mi canción , ésta es mi oscura canción , mi oscura canción ..." Siempre quiere saber todo el mundo cómo me relacioné con Manson. Fue a través de nuestra música. El también toca algo. Una noche que yo iba por ahí con un grupo de mis señoras. Bueno, llegamos a ese viejo local de la carretera, una cervecería , con muchos coches fuera. Así que entramos, y ahí estaba Charlie con algunas de sus damas. Todos nos pusimos a charlar y tocamos algo juntos; al día siguiente, Charlie vino a verme a mi camioneta y todos nosotros, su gente y la mía, terminamos acampando juntos al aire libre. Hermanos y hermanas. Una familia.



Musica para camaleones - Truman Capote
 
257


TC: ¿ Consideró usted a Manson como dirigente? ¿Se sintió inmediatamente influenciado por él?

RB: ! No, diablos ! El tenía a su gente. Yo tenía a la mía. Si alguien quedó influenciado fue él. Por mí.

TC: Sí, el se sintió atraído hacia usted. Embobado. O eso dice. Parece que usted produce ese efecto en mucha gente, hombres y mujeres.

RB: Lo que sucede, sucede. Todo está bien.

TC: ¿ Considera usted que está bien matar a personas inocentes?

RB: ¿ Quién dijo que eran inocentes?

TC: Bueno, ya volveremos a eso. Pero ahora: ¿ cuál es su propio sentido de la moral? ¿ Cómo distingue usted el bien y el mal?

RB: ¿El bien y el mal? Todo está bien. Si sucede, tiene que ser bueno. De otro modo, no sucedería . Es, sencillamente, el modo en que discurre la vida. Cómo mueve las cosas. Yo me muevo con ella. No hago preguntas.

TC: En otras palabras, no pone en tela de juicio el acto de asesinar. Lo considera "bueno" porque "sucede". Justificable .

RB: Yo tengo mi propia justicia. Vivo con mis propias leyes, ¿sabe? No respeto las leyes de esta sociedad. Porque la sociedad no respeta sus propias leyes. Yo hago mis leyes particulares y vivo de acuerdo con ellas. Tengo mi propio sentido de la justicia.

TC: ¿Y cuál es su sentido de la justicia?

RB: Creo que todo lo que va, vuelve. Que lo que está arriba se viene abajo. Que según vaya la vida, yo iré con ella.



Musica para camaleones - Truman Capote


 
258


TC: Lo que dice no tiene mucho sentido, al menos para mí. Y no lo considero estúpido. Lo intentaremos de nuevo. En su opinión, está bien que Manson enviara a Tex Watson y a esas chicas a aquella casa para asesinar a completos desconocidos, a personas inocentes...

RB: He dicho: ¿ quién dice que eran inocentes? Quemaban a gente vendiendo droga. Sharon Tate y esa banda. Ligaban chicos en el Strip y se los llevaban a las y los azotaban. Y los filmaban. Pregunte a la policía; ellos encontraron las películas . No dicen la verdad.

TC: La verdad es que los Bianco y Sharon Tate y sus amigos fueron asesinados para protegerlo a usted. Sus muertes estuvieron directamente relacionadas con el asesinato de Gary Hinman.

RB: Lo oigo. Ya sé a dónde quiere llegar.

TC: Todos esos crímenes fueron imitaciones del asesinato de Hinman. y en consecuencia, sacarlo de la cárcel.

RB: Sacarme de la cárcel. ( Asiente con la cabeza, sonríe, suspira, se congratula). Nada de eso salió a relucir en ninguno de los juicios . Las chicas subieron al estrado y trataron realmente de decir cómo ocurrió todo, pero nadie las escucho. La gente no puede creer nada que no digan los medios de comunicación . Los medios de comunicación lo programaron para que creyera que todo ocurrió porque pretendimos iniciar una guerra racial. Que se trataba de negros miserables que iban por ahí haciendo daño a todos esos blancos buenos. Sólo que.., fue como usted dice. Los medios de comunicación nos llamaron una " familia". Y es la única verdad que dijeron. Éramos una familia. Éramos madre, padre, hermano hermana, hija, hijo. Si un miembro de nuestra familia se encontraba en peligro, no abandonábamos a esa persona. Y por el amor a un hermano que estaba en la cárcel bajo acusación de asesinato, fue por lo que ocurrieron todos esos asesinatos.



Musica para camaleones - Truman Capote
 

Temas Similares

2
Respuestas
13
Visitas
577
Back