Mujeres.

DE LA AUTORA ITALIANA COSTANZA MIRIANO
El Arzobispado de Granada edita un libro que enseña a las mujeres a ser sumisas
ECTwitter de ECEnviar correo a EC09/11/2013 (18:19)

24

AA
La editorial Nuevo Inicio, una iniciativa directa del Arzobispado de Granada, ha editado un libro titulado Cásate y sé sumisa, de la autora italiana Costanza Miriano, en el que por 16 euros se enseña la "obediencia leal y generosa, la sumisión".

Esta editorial, presidida por el arzobispo de Granada, Javier Martínez, ha editado el libro como parte de su responsabilidad en relación con la dignidad cultural de la fe, según detalla en su página web. La publicación, que según adelantan algunos medios regionales Costanza entregó al Papa Francisco, inaugura una colección sobre la vida experimentada a través de los ojos de la mujer y desde la fe cristiana, según detalla el Arzobispado de Granada.

La autora, periodista, casada, madre de una familia numerosa y "sumisa", se cuestiona qué viene después del beso final de los cuentos y películas y recalca, según la editorial, que "ahora es el momento de aprender la obediencia leal y generosa, la sumisión".

El libro de la autora italiana ha sido ya líder de ventas en Italia y se inspira en la frase "esposas, estad sujetas a vuestros maridos", de San Pablo a los Efesios.

Ya me has fastidiao el domingo,jejé.
 
DE LA AUTORA ITALIANA COSTANZA MIRIANO
El Arzobispado de Granada edita un libro que enseña a las mujeres a ser sumisas
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La editorial Nuevo Inicio, una iniciativa directa del Arzobispado de Granada, ha editado un libro titulado Cásate y sé sumisa, de la autora italiana Costanza Miriano, en el que por 16 euros se enseña la "obediencia leal y generosa, la sumisión".

Esta editorial, presidida por el arzobispo de Granada, Javier Martínez, ha editado el libro como parte de su responsabilidad en relación con la dignidad cultural de la fe, según detalla en su página web. La publicación, que según adelantan algunos medios regionales Costanza entregó al Papa Francisco, inaugura una colección sobre la vida experimentada a través de los ojos de la mujer y desde la fe cristiana, según detalla el Arzobispado de Granada.

La autora, periodista, casada, madre de una familia numerosa y "sumisa", se cuestiona qué viene después del beso final de los cuentos y películas y recalca, según la editorial, que "ahora es el momento de aprender la obediencia leal y generosa, la sumisión".

El libro de la autora italiana ha sido ya líder de ventas en Italia y se inspira en la frase "esposas, estad sujetas a vuestros maridos", de San Pablo a los Efesios.

Ya me has fastidiao el domingo,jejé.
Gracias por subirlo, no era esa mi intención...pero lamentablemente en nuestros dias, en la familia de mi ex sin ir mas lejos, le han salido al menos un par de sobrinas muy cercanas al OPUS que son exactamente eso, esposas sumisas, han dejado sus carreras, brillantisimas y tal cual recomienda el arzobispado
 
Gracias por subirlo, no era esa mi intención...pero lamentablemente en nuestros dias, en la familia de mi ex sin ir mas lejos, le han salido al menos un par de sobrinas muy cercanas al OPUS que son exactamente eso, esposas sumisas, han dejado sus carreras, brillantisimas y tal cual recomienda el arzobispado
Que pena...Pero la vida es larga...
 
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HOY VEINTICINCO DE NOVIEMBRE,CONTRA LA VIOLENCIA DE GÉNERO.
Mujeres
Este espacio nace para contar los cambios que está aportando la mujer a un mundo en transformación, para detectar desigualdades y para albergar debates bajo esta premisa clave: una sociedad desarrollada y libre no puede funcionar si no permite idénticas oportunidades a la mitad de la población.
Hombres y mujeres sois bienvenidos.

Contra la violencia de género, la revolución masculina
Por: Octavio Salazar | 25 de noviembre de 2013


Nos educaron para ser la parte privilegiada del contrato. Para no desfallecer nunca en nuestra carrera de proveedores, de titulares legítimos del poder, de sujetos que se definen por la permanente acción. Nos insistieron en que debíamos ser fuertes, aguerridos, violentos, insaciables. Los sujetos por excelencia. Formados en el arte de la conquista y de la autoridad. Nos prepararon para ser unos diligentes padres de familia, aunque nadie nos explicó los términos del contrato sexual en el que una parte permanecía sometida e incluso humillada.

Desde pequeños, nos hurtaron la ternura de los cuidados y el aprendizaje de la empatía. Al contrario, nos empujaron a ocupar el patio del colegio, a demostrar permanentemente nuestra hombría ante nuestros pares, a pelear cuando alguien se atrevía a ponerla en duda. Y, sobre todo, nos aconsejaron huir de lo femenino, no mostrarnos como lo hacían ellas. La clave estaba en que para ser hombres debíamos aprender a no ser mujeres. Ello suponía, obviamente, la humillación y el desprecio de aquellos que no respondían a las expectativas de género y que se comportaban no como hombres sino como “nenazas”.

Nos socializaron para cumplir un determinado papel en la sociedad, que era interdependiente del ocupado tradicionalmente por las mujeres. El reparto era perfecto, aunque el equilibrio inexistente: nosotros en lo público, ellas en lo privado. Un reparto que empieza a romperse cuando, por la fuerza de la democracia y el tesón del movimiento feminista, las mujeres dan el salto a la ciudadanía y entonces el contrato se desmorona.
 
Menos sexismo en el nuevo Diccionario
La Real Academia Española suprime acepciones contestadas por su machismo en 2014
Algunas definiciones son inexactas pese a haber sido incorporadas en el siglo XX

TEREIXA CONSTENLA Madrid 24 NOV 2013 - 21:13 CET32
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FERNANDO VICENTE

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Borges se burló del Diccionario de la Real Academia Española (DRAE) con su característica inclemencia: “Cada nueva edición hace añorar a la anterior”. No parece que vaya a ocurrir con la versión vigésimo tercera, que saldrá a finales de 2014. Al menos desde el punto de vista del sexismo. Algunas de las acepciones más denostadas por su sesgo machista desaparecerán. Ya no será más huérfano quien pierda al padre que a la madre. Lo femenino no equivaldrá a débil y endeble, ni lo masculino a varonil y enérgico. Tampoco babosear tendrá entre sus variadas definiciones la de “obsequiar a una mujer con exceso” (aunque esta se enmendó durante una de las cinco actualizaciones realizadas desde 2001, cuando se publicó la 22ª edición del DRAE).

En las casi 93.000 entradas que recogerá la nueva obra (5.000 más que la actual) se incorporarán enmiendas en los nombres de profesiones o actividades que desempeñan mujeres. Entre otras, tendrán lema doble: alfarero, -ra, camillera, -ra, cerrajera, -ra, enterrador, -ra, herrero, -ra, picapedrero, -ra, costalero, -ra o soldador, -ra. Otras pasan a ser un nombre común en género, esto es, un término con masculino y femenino según el contexto, que sirve para unas y otros sin necesidad de alterar la terminación (el/la concertino, el/la submarinista o el/la guardabosque).

su director, el académico y catedrático de Lengua española, Pedro Álvarez de Miranda. “Se trata de que el Diccionario sea mejor, no menos machista, sino de que lo que diga sea verdad. Parece que solo actuamos a instancias de parte y no es así… no se cambia por protestas sino porque no es verdad. Lo que no se puede pretender es cambiar la realidad a través del Diccionario. Si la sociedad es machista, el Diccionario la reflejará. Cuando cambia la sociedad, cambia el Diccionario”, añade.

Eulàlia Lledó, una catedrática de Lengua y Literatura de secundaria que lleva años investigando los sesgos sexistas en el lenguaje, solo comparte con el académico un aspecto: el retrato de la realidad. En su opinión, la casa es refractaria a incorporar usos igualitarios que están en la calle. “El DRAE está a años luz de la sociedad. Arrastra una inercia que parece que les gusta. Una de las misiones del Diccionario es reflejar la realidad. Si lees las definiciones de madre, padre o huérfano verás que no la reflejan. El androcentrismo y el sexismo son tópicos que contravienen la realidad”.

Convengamos que les cuesta. Retrocedamos hasta 1992, un año en el que ocurrieron tantas cosas en la sociedad española que no había tiempo para palabras. Para sumarse a la fiesta la RAE publicó la vigésimo primera edición del Diccionario, la segunda que se corregía en democracia y solo ocho años después de la anterior, sin enmendar ninguna de las definiciones que la realidad estaba sobrepasando a toda prisa, como periquear (“disfrutar de excesiva libertad la mujer”) o gozar (“conocer carnalmente a una mujer”), que había figurado en la versión de 1780 (“gozar de una muger: tener congreso carnal con ella, consintiendo ella o padeciendo violencia”) y luego desaparecido. Y aunque en su haber figuraron entradas como jueza, concejala o machismo, siguió resistiéndose a incluir médica. Un término con una extraña evolución: se registra en el canon lexicográfico de 1925 (“mujer que se halla legalmente autorizada para profesar y ejercer la medicina”) y se destierra de ediciones posteriores hasta 2001.

un informe del académico Ignacio Bosque sobre las guías de lenguaje no sexista en el que afirmaba: “Nadie niega que la lengua refleje, especialmente en su léxico, distinciones de naturaleza social, pero es muy discutible que la evolución de su estructura morfológica y sintáctica dependa de la decisión consciente de los hablantes o que se pueda controlar con normas de política lingüística”.

defiende Álvarez de Miranda. Por ejemplo, s*x* débil “podría estar cerca de la necesidad de tener una marca de vigencia porque probablemente hoy se usa poco, pero en la próxima versión saldrá sin marca”. En 2014 se conservarán las acepciones de s*x* débil como “conjunto de las mujeres” y s*x* fuerte o feo como “conjunto de los hombres”. Otra herencia sexista del siglo XX.
 
ENTREVISTA Inmaculada Montalbán, presidenta del Observatorio de Violencia de Género del CGPJ

'Temo que la violencia de género desaparezca de la agenda política'
  • 'Están devolviendo al ámbito privado una violación de los derechos humanos'
  • 'La Fiscalía calcula que de 133.000 denuncias, las falsas no pasan de 25'
  • 'Falta prevención, y la supresión de EpC parará el motor de la ley integral'
  • 'Si en 2013 hubieran matado a 45 jueces sería un asunto de Estado'
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La presidenta del Observatorio de Violencia de Género del CGPJ, Inmaculada Montalbán SERGIO GONZÁLEZ

RAFAEL J. ÁLVAREZMadrid
Actualizado: 25/11/2013 02:49 horas5
Trabajó en juzgados para abrigar a mujeres maltratadas y desnudar la impunidad de los agresores y desde 2008 hace lo mismo en la cúpula de los jueces. Dos años después de la victoria del PP es casi el único alto cargo institucional que queda con el espíritu del PSOE. Se despide con el alivio de algunos avances arrancados al inmovilismo, pero con el ceño fruncido por el futuro.

¿Qué sabe usted de violencia de género que no supiera antes de vivir en este Observatorio?
Que faltan políticas incisivas en prevención. Con la supresión de Educación para la Ciudadanía se está parando el motor de la Ley Integral contra la Violencia de Género. Esa asignatura quería crear generaciones activas en la igualdad. Ahora esos contenidos se diluirán. Serán entendidos como menores.
¿Por qué han bajado las denuncias y las llamadas al 016?
La crisis crea precariedad laboral en las mujeres y las hace más dependientes económicamente del agresor. Y las retraen los recortes en becas, en los apoyos a víctimas...
Veo que coincide con la izquierda, que dice que se retiran ayudas a la red asistencial de las víctimas pero no da cifras. ¿Usted las tiene?
No. No hay cifras. Pero sí evidencias. En Madrid se han cerrado Puntos de Encuentro Familiar. Y sabemos, por las audiencias provinciales, de recortes en los contratos y horarios de los equipos psicosociales.
Algunas audiencias provinciales castigan agresiones similares como delito si las comete una mujer y como falta si el culpable es hombre. ¿Hay jueces torpedeando la Ley contra la Violencia de Género?
La mayoría de los jueces sabe que en esta violencia hay una intencionalidad especial y un daño añadido. No puedo sostener su tesis.
¿Por qué se habla de las denuncias falsas como fenómeno cuando, según la Fiscalía del Estado, suponen el 0,0045% de los casos?
Son un falso mito. Las mujeres denuncian después de pasar muchas noches sin dormir. Pero el mito se propaga con virulencia asombrosa. Hemos hecho un estudio entre 530 sentencias y sólo una presentaba un indicio de falsedad. La Fiscalía ha calculado que entre 133.000 denuncias al año, las falsas no pasan de 25.
¿Y quién extiende el mito?
Los movimientos contrarios a los avances de las mujeres. Y también hay noticias absurdas, como ese libro, Cásate y sé sumisa.
Se habla despectivamente de lobby feminista, pero ¿existe un lobby machista?
No lo sé, pero hay un rearme del machismo en ciertos sectores.
¿Qué le ofrece el sistema a la víctima cuando caduca la orden de alejamiento o la prisión del agresor?
A propuesta nuestra, ya habrá posibilidad de libertad vigilada en caso de cumplimiento de pena por violencia de género. La otra posibilidad es confiar en que el penado haya adquirido sensación de culpabilidad.
Muy bien, pero la realidad, y usted debe conocerla, está llena de ex maridos con prisión o alejamiento cumplidos que juran venganza...
Es clave una red de apoyo personal. Además, la mujer estará ya en condiciones de detectar el peligro.
Tengo la impresión de que estamos cargando en la capacidad de detección de la víctima el éxito de su seguridad. ¿Puede haber mujeres protegidas policialmente aunque su agresor haya agotado su condena?
Si una mujer tiene miedo, que es un elemento muy fiable, un síntoma de riesgo, debe ir a la Policía.
¿Y deben ser controlados los agresores al cumplir su pena?
La Constitución dice que, una vez cumplida la pena, la responsabilidad queda extinguida.
Si el Gobierno mantiene su idea de contabilizar sólo a las mujeres hospitalizadas al menos 24 horas, ¿qué serán todas las demás?
La violencia que va al hospital es una parte, y mínima. Si hace eso, invisibilizará el resto de lesiones. Espero que el Gobierno lo reconsidere y creo que está trabajando en contabilizar todos los casos. Yo lo que veo es un riesgo de invisibilización de la violencia de género, un riesgo de devolver una violación de los derechos humanos al ámbito privado. Ocupa menos en los informativos y algunos medios están relajando el rigor, como en el pavoroso caso de Castilla-La Mancha. Vuelve el amarillismo y el testimonio del vecino en vez del experto. Hay series o canciones contrarias a la presentación de esta violencia como un asunto de derechos humanos. O el que en el proyecto de reforma del Código Penal se evitara la expresión violencia de género.
Usted, que ha ocupado el cargo con un Gobierno del PSOE y otro del PP, ¿qué cambio ha visto en el tratamiento de la violencia machista?
Temo que la violencia de género desaparezca de la agenda política.
¿Hay algo ideológico debajo?
Sí. Son los sectores que no asimilan la perspectiva de género como un instrumento de análisis.
¿Le ha preguntado usted al Gobierno por qué ha quitado tanto dinero para la concienciación social?
Me preocupa. Falta sensibilización. El último informe del Consejo Audiovisual de Andalucía constata que la sobreimpresión del 016 ha descendido en las televisiones andaluzas y sus conexiones con TVE.
¿Qué no ha hecho el Observatorio para que Gallardón lo quisiera eliminar... o qué ha hecho?
Es verdad que dimos la alarma por las tasas para víctimas de violencia de género. Y que denunciamos que había un retroceso al dejar fuera del reproche penal las vejaciones injustas o que se suprimiera el agravante de maltrato habitual en presencia de menores. El Observatorio ha estado atento a los retrocesos.
Pero estuvo en el alambre...
Efectivamente, el anteproyecto de reforma del CGPJ no lo incluía.
¿Y por qué?
No aparecía presupuesto para el Observatorio.
Ya, pero ¿a qué respondió aquella intentona de desaparición? Las cosas no se hacen porque sí...
Tuvimos contactos y se incorporó a la ley.
Ya sé lo que pasó. Lo que le pregunto es por qué cree o por qué sabe usted que se lo iban a cargar.
Yo no puedo responder a esa pregunta. No tengo datos.
Supongo que usted se sorprendería al ver el anteproyecto y preguntaría qué estaba pasando...
Lo importante es que sigue.
Vale, lo he intentado pero no la voy a sacar de ahí. Hasta hoy, 45 mujeres han sido asesinadas en 2013. ¿Qué pasaría en España si hubieran asesinado a 45 periodistas, a 45 panaderos o a 45 jueces?
Si hubieran matado a 45 jueces, panaderos o periodistas sería un asunto de Estado. Habría una tensión social, política e informativa mayor que la actual.
¿En qué reforma legal dormirá usted tranquila?
Hay que incorporar como delito de violencia de género las violaciones sexuales, los matrimonios forzados o la ablación de clítoris.
 
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