Mujeres.

¿Por qué las niñas no estudian física?

The Stimulating Physics Network” es una iniciativa organizada por el Instituto (Británico) de Física (IOP) y distintos institutos de enseñanza de las ciencias para crear una red que de soporte a colegios de educación secundaria para tratar de conseguir que aumente el número de alumnos que eligen estudiar estudiar física.

Sus objetivos fundamentales son “Mejorar la calidad de la experiencia de los alumnos en relación a la física y revitalizar una cultura de la física en la escuela en general”.

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Para ello tienen distintos programas enfocados a dar apoyo a los profesores de física, a los alumnos, a futuros profesores, tienen también materiales de apoyo accesibles en la red y organizan programas a medida y distintas actividades.

Entre todas sus actividades tienen un apartado especial titulado “Girls in physics”, una iniciativa particular para conseguir que más niñas elijan física como asignatura y quién sabe si como estudios superiores más adelante.

¿Por qué hay una iniciativa particular para las niñas?

Resulta que sólo el 20% de los alumnos que eligen física son niñas y mientras que para los niños, la física es la sexta asignatura más popular (tampoco es que sea un éxito), entre las niñas aparece en el puesto diecinueve

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¿Por qué ocurre esto?

Obviamente la física no parece resultar atractiva a las niñas (de entre 14-16 años). ¿Qué ha ocurrido a edades tan tempranas para que prefieran elegir biología o química?

The Stimulating Physics Network expone las razones que las propias niñas dan para tener ese rechazo o esa falta de interés hacia la física:

  • encuentran poco relevante la física para ellas mismas;
  • consideran que la física no tiene nada que ver con lo que ellas quieren hacer en sus vidas y en sus carreras profesionales;
  • no han disfrutado o no les han gustado sus clases de física;
  • no se creen capaces de estudiar física.
Los investigadores han comprobado que el desinterés por la ciencia es mayor cuanto más se avanza en el sistema educativo y que ese desinterés se acelera a partir de los 14 años y es mayor entre las niñas y más acusado en relación a la física.

También han comprobado que las niñas, más que los niños, según avanzan en la educación secundaria consideran la física como una asignatura más difícil.

Esta percepción se debe a las exigencias matemáticas de la asignatura pero también a que las niñas desarrollan un sentimiento de “no soy capaz de estudiar física”.

La investigación ha comprobado también que esa sensación de no ser capaz no se corresponde con el rendimiento real y los resultados de las niñas en las asignaturas.

Leo todos estos datos y me quedo pensando que lo que realmente ocurre es que alguien o algo está fallando al enviar su mensaje.

¿Por qué las niñas no consideran la física como una asignatura que tiene que ver con sus vidas?

Puedo ver las razones prácticas para estudiar biología pero veo dificil encontrar alguna relación entre la física y mi vida diaria”. Es más, ¿qué estamos haciendo mal para que consideren que la física no es importante en sus vidas?

¿Por qué no les han gustado sus clases sobre esa asignatura?

Y sobre todo, ¿qué está fallando para que no se consideren capaces? Esto es lo más grave, ¿como es posible que niñas de 14 años con buenos resultados académicos y la misma formación que sus compañeros tengan la sensación de no ser capaces, de que algo es demasiado difícil para ellas?

Estamos fallando a esas niñas. Todos.


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El ‘crimen de honor’ que ha conmocionado Reino Unido
Raptada, violada y asesinada una joven musulmana india por tener una relación amorosa con un musulmán árabe, según la fiscalía

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Una joven británica, musulmana y de origen indio, ha sido secuestrada, violada y asesinada en un supuesto crimen de honor después de iniciara una relación con un musulmán árabe, según informan los medios británicos.

Se llamaba Celine Dookhran, tenía 20 años y fue localizada el pasado 19 de julio con el cuello cortado en la nevera de una lujosa casa de Kingston-upon-Thames, en el oeste de Londres, que estaba en obras y en la que no vivía nadie.

Dos hombres han sido detenidos por el asesinato y se encuentran en prisión preventiva a la espera de juicio.

El hallazgo del cadáver de la joven se produjo horas después de que fuera dada por desaparecida gracias a que una segunda mujer, a la que también atacaron y apuñalaron varias veces, logró escapar y alertó a la policía desde el hospital, detalla la BBC.

Dookhran fue secuestrada y amordazada en su propia casa, cuando se estaba duchando, y sus captores, dos hombres con el rostro cubierto con pasamontañas y armados con una pistola eléctrica, se llevaron también a la otra mujer, amiga suya, de 21 años y cuya identidad no se ha revelado.

La superviviente, que se encuentra ingresada en estado grave, ha contado que escuchó a su amiga gritar desde la ducha antes de ser reducida con la pistola.

Les pusieron un calcetín enrollado en la boca, las metieron en un coche y fueron conducidas a la vivienda, de millón y medio de euros y situada a unos ocho kilómetros de su casa, donde fueron violadas.

El pasado lunes 24 fue identificada formalmente y la autopsia confirmó que la causa de la muerte fue una "herida incisa en el cuello".

Como autor del crimen fue detenido Mujahid Arshid, de 33 años, que compareció ante la justicia el miércoles 26 para una audiencia preliminar acusado de asesinar, violar y secuestrar a Dookhran y también por la violación, el intento de asesinato y el secuestro de la otra joven. También fue detenido como coautor Vincent Tappu, de 28 años, acusado del secuestro de ambas mujeres.

La fiscal Binita Roscoe explicó durante la vista que la asesinada "mantenía una relación con un musulmán árabe y algunos miembros de la familia no aprobaban este amor porque son musulmanes indios".

La joven planeaba casarse, lo que enfureció a dichos familiares.

"Su rostro y boca estaban cubiertos con cinta adhesiva. Sus manos estaban atadas con cables y sus pies, con cuerda", dijo la fiscal sobre cómo estaba el cadáver. Los acusados, según precisa The Independent, no hicieron ninguna alegación. Los dos, que se encuentran en prisión preventiva, serán juzgados en enero de 2018.
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Los perfiles de Internet de Dookhran, la mayor de tres hermanos y que creció en el sur de Londres, han sido eliminados pero, según la BBC, "era una apasionada del maquillaje y ofrecía consejos cosméticos a sus seguidores en las redes sociales".
En sus más de 3.500 mensajes en esta red social, hablaba de fiestas religiosas y de ayuno por Ramadán.

En Reino Unido, el crimen ha causado conmoción y son muchos los que la han recordado en Twitter. "RIP Celine, no te mereces lo que ha sucedido, que Alá te conceda un lugar en el paraíso", escribió un usuario de la red social.

"Eras muy hermosa. Nunca serás olvidada", añadió otro.

La propia joven publicó ocho días antes de su muerte un tuit en el que daba las gracias a Dios por "todo".

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Sus amigos la recuerdan como "un alma hermosa e inteligente", mientras que los padres de la chica la han descrito como una "hija con talento, inocente y cariñosa" que les trajo "alegría y felicidad".

"Estamos orgullosos de Celine por todo lo que había logrado" y a la espera de que "desarrollara todo su potencial" y los hiciera estar todavía más orgullosos, declaró su familia en un comunicado que recoge la cadena pública.

"Tenemos la creencia sincera y la plena confianza de que los viles individuos involucrados en este crimen se enfrentarán a todo el peso de la ley. Pedimos a todos que recen por las víctimas y sus familias", añade la nota de la familia.

La joven, empleada en un pequeño comercio cerca de su casa, había trabajado como maquilladora en una película.
 
Soy feminista, pero…

Susana Gisbert Grifo

Fiscal de violencia sobre la mujer. Escritora.

5





Seguro que esta frase le suena a más de una. Y de uno. Incluidos los puntos suspensivos

Soy feminista, pero uso tacones

Soy feminista, pero me depilo

Soy feminista, pero no odio a los hombres

Soy feminista, pero no salgo de casa sin maquillarme

Soy feminista, pero no estoy amargada

Soy feminista, pero no soy una histérica

Soy feminista, pero tengo pareja

Soy feminista, pero no soy “marimacho”

Soy feminista, pero no soy necesariamente lesbiana

Soy feminista, pero uso sujetador

Soy feminista, pero no estoy todos los días gritando con las t*tas fuera…

Y la lista podría continuarse hasta el infinito y más allá, como dirían en Toy Story. Y quizás lo peor, cuando alguien ve –o cree ver- la luz y te suelta: Ahhhh, bueno, acabáramos

Eres feminista, pero no eres radical

Eres feminista, pero no eres femi****

Y se quedan tan a gusto, como si hubieran descubierto la pólvora o, mejor, el truco del almendruco del feminismo “correcto”. Y a ver quién explica que es imposible tratar de cambiar el mundo sin ser radical de algún modo, y que, desde luego, no hay feminazis, porque ése es un grave insulto que no debería existir. No se pueden relacionar dos términos tan antitéticos como “feminismo” y “nazismo”. Que tome nota, por cierto, la RAE, por si decide caer en la tentación de admitir el palabro en su diccionario.

¿Por qué el feminismo tiene que explicarse con múltiples “peros” cuando cualquier otro movimiento no ha de hacerlo?
¿Por qué el feminismo tiene que explicarse con múltiples “peros” cuando cualquier otro movimiento no ha de hacerlo? ¿Por qué se generaliza de tal modo, que si una acción se conceptúa como negativa, se nos achaca a todas –y no al contrario-? Desde luego, en el feminismo, como en botica, hay de todo. Pero hay una hipervigilancia que no existe en ningún otro ámbito. Y una generalización que tampoco. ¿O acaso alguien osaría decir que todos los futbolistas son defraudadores porque haya más de uno encausado por ello? Aún no he oído –ni creo que oiga- a ningún futbolista decir “soy futbolista pero pago mis impuestos”, ni a nadie que conteste aliviado “ah, eres futbolista, pero no futbidelincuente”. ¿Verdad que suena absurdo?. Pues es lo que pasa. En otras cosas no hacen falta peros porque no se usa la generalización.

Pero tal vez otro ejemplo muestre mejor lo que quise decir. Partamos del término “demócrata” como contrapuesto a “totalitario” o “dictatorial”. ¿Hay alguien que tenga que aclarar que es demócrata, pero no radical, o que lo es pero se viste como quiere o que no odia a quienes piensan distinto?. Desde luego que no. Se considera que la democracia, como sistema que aspira a la libertad, es buena en sí mismo, y no hacen falta peros. Sin perjuicio de que quienes nos identificamos como tales no actuemos siempre tan bien como sería deseable, por descontado.

Tampoco nadie hace, respecto a ser demócratas, preguntas como las que están haciendo a cualquier famosa de pro, como ésa de si el feminismo es una moda, y si la siguen. ¿Se imaginan la cara de la famosa si le preguntan si ser demócrata es una moda? ¿O la cara de quien hizo la pregunta si ella responde que no? Pues eso.

Tampoco nadie hace, respecto a ser demócratas, preguntas como las que están haciendo a cualquier famosa de pro, como ésa de si el feminismo es una moda, y si la siguen
Sin embargo no tiene demasiado sentido que, siendo el feminismo el movimiento que lucha por la igualdad, casi haya que pedir perdón por ser feminista. Y matizarlo, y explicarlo, como si hubiera un feminismo bueno y malo y necesitáramos acreditar estar inscritas en el lado correcto. Quienes pueden hacer algo malo, bueno o regular, en un momento dado, son las personas, como ocurre con todo, pero no el feminismo. Por más vueltas que le doy, no veo absolutamente nada negativo en un movimiento que persigue la igualdad entre hombres y mujeres. Algo que, por cierto, también dice la Constitución, sin que nadie se rasgue las vestiduras –sino lo contrario- ni se plantee si hay igualdad buena o mala.

Soy feminista. Sin peros.

Aunque, bien pensado, añadiré uno, dedicado sobre todo a quienes atacan –con mucha agresividad en ocasiones- a quienes nos proclamamos feministas. Soy feminista, y respeto que tú no lo seas. Pero asegúrate de saber qué es el feminismo antes de renegar de él. Puede que nuestras posturas estén mucho más cerca de lo que piensas.
 
Referente al artículo sobre la niña con autismo a la que se le operará, para que no tenga menstruación, exponer lo siguiente:
- mi apoyo absoluto a esa madre, que ha tomado una decisión así;
- es muy fácil juzgar, sin estar en lugar de las personas que tienen hijos con esta patología;
- aplaudo que haya jueces que den estas sentencias tan importantes;
- una decisión difícil, pero acertada, en casos de autismo severo;
- me uno a la búsqueda de la calidad de vida de personas que viven con el autismo profundo, cada día, cada hora, cada minuto...
Gracias por compartir esta noticia. Muy bien, @turn .
Pequeños pasos, grandes logros.
 
Referente al artículo sobre la niña con autismo a la que se le operará, para que no tenga menstruación, exponer lo siguiente:
- mi apoyo absoluto a esa madre, que ha tomado una decisión así;
- es muy fácil juzgar, sin estar en lugar de las personas que tienen hijos con esta patología;
- aplaudo que haya jueces que den estas sentencias tan importantes;
- una decisión difícil, pero acertada, en casos de autismo severo;
- me uno a la búsqueda de la calidad de vida de personas que viven con el autismo profundo, cada día, cada hora, cada minuto...
Gracias por compartir esta noticia. Muy bien, @turn .
Pequeños pasos, grandes logros.



Si... Pensar en los hijos, y en las madres, que sufren tanto...
 
Soy feminista, pero…

Susana Gisbert Grifo

Fiscal de violencia sobre la mujer. Escritora.
5





Seguro que esta frase le suena a más de una. Y de uno. Incluidos los puntos suspensivos

Soy feminista, pero uso tacones

Soy feminista, pero me depilo

Soy feminista, pero no odio a los hombres

Soy feminista, pero no salgo de casa sin maquillarme

Soy feminista, pero no estoy amargada

Soy feminista, pero no soy una histérica

Soy feminista, pero tengo pareja

Soy feminista, pero no soy “marimacho”

Soy feminista, pero no soy necesariamente lesbiana

Soy feminista, pero uso sujetador

Soy feminista, pero no estoy todos los días gritando con las t*tas fuera…

Y la lista podría continuarse hasta el infinito y más allá, como dirían en Toy Story. Y quizás lo peor, cuando alguien ve –o cree ver- la luz y te suelta: Ahhhh, bueno, acabáramos

Eres feminista, pero no eres radical

Eres feminista, pero no eres femi****

Y se quedan tan a gusto, como si hubieran descubierto la pólvora o, mejor, el truco del almendruco del feminismo “correcto”. Y a ver quién explica que es imposible tratar de cambiar el mundo sin ser radical de algún modo, y que, desde luego, no hay feminazis, porque ése es un grave insulto que no debería existir. No se pueden relacionar dos términos tan antitéticos como “feminismo” y “nazismo”. Que tome nota, por cierto, la RAE, por si decide caer en la tentación de admitir el palabro en su diccionario.

¿Por qué el feminismo tiene que explicarse con múltiples “peros” cuando cualquier otro movimiento no ha de hacerlo?
¿Por qué el feminismo tiene que explicarse con múltiples “peros” cuando cualquier otro movimiento no ha de hacerlo? ¿Por qué se generaliza de tal modo, que si una acción se conceptúa como negativa, se nos achaca a todas –y no al contrario-? Desde luego, en el feminismo, como en botica, hay de todo. Pero hay una hipervigilancia que no existe en ningún otro ámbito. Y una generalización que tampoco. ¿O acaso alguien osaría decir que todos los futbolistas son defraudadores porque haya más de uno encausado por ello? Aún no he oído –ni creo que oiga- a ningún futbolista decir “soy futbolista pero pago mis impuestos”, ni a nadie que conteste aliviado “ah, eres futbolista, pero no futbidelincuente”. ¿Verdad que suena absurdo?. Pues es lo que pasa. En otras cosas no hacen falta peros porque no se usa la generalización.

Pero tal vez otro ejemplo muestre mejor lo que quise decir. Partamos del término “demócrata” como contrapuesto a “totalitario” o “dictatorial”. ¿Hay alguien que tenga que aclarar que es demócrata, pero no radical, o que lo es pero se viste como quiere o que no odia a quienes piensan distinto?. Desde luego que no. Se considera que la democracia, como sistema que aspira a la libertad, es buena en sí mismo, y no hacen falta peros. Sin perjuicio de que quienes nos identificamos como tales no actuemos siempre tan bien como sería deseable, por descontado.

Tampoco nadie hace, respecto a ser demócratas, preguntas como las que están haciendo a cualquier famosa de pro, como ésa de si el feminismo es una moda, y si la siguen. ¿Se imaginan la cara de la famosa si le preguntan si ser demócrata es una moda? ¿O la cara de quien hizo la pregunta si ella responde que no? Pues eso.

Tampoco nadie hace, respecto a ser demócratas, preguntas como las que están haciendo a cualquier famosa de pro, como ésa de si el feminismo es una moda, y si la siguen
Sin embargo no tiene demasiado sentido que, siendo el feminismo el movimiento que lucha por la igualdad, casi haya que pedir perdón por ser feminista. Y matizarlo, y explicarlo, como si hubiera un feminismo bueno y malo y necesitáramos acreditar estar inscritas en el lado correcto. Quienes pueden hacer algo malo, bueno o regular, en un momento dado, son las personas, como ocurre con todo, pero no el feminismo. Por más vueltas que le doy, no veo absolutamente nada negativo en un movimiento que persigue la igualdad entre hombres y mujeres. Algo que, por cierto, también dice la Constitución, sin que nadie se rasgue las vestiduras –sino lo contrario- ni se plantee si hay igualdad buena o mala.

Soy feminista. Sin peros.

Aunque, bien pensado, añadiré uno, dedicado sobre todo a quienes atacan –con mucha agresividad en ocasiones- a quienes nos proclamamos feministas. Soy feminista, y respeto que tú no lo seas. Pero asegúrate de saber qué es el feminismo antes de renegar de él. Puede que nuestras posturas estén mucho más cerca de lo que piensas.


No veo la foto ,no me deja el foro ver ´muchas imágenes, la veo así

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Lo del feminismo... muchas mujeres entre 30-40 años, que se consideran feministas, y son muy progues , pero, si tienen una hija, la visten de rosa desde el pelo hasta los zapatos, y a un hijo de azul, o con ropa de muchachote.
Todavía no he visto que a un niño le pongan alguna prenda de color rosa,esas madres jóvenes feministas y progres que se consideran.
Y eso, a pie de calle, conque en las más altas esperas, el feminismo seguirá siendo un poco autopia , por mucho que escriba este artículo.
 
Los “Feminarcis”
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Miguel Lorente Acosta
2 days ago
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Los “FEMINARCIS” (Machistas de playa -II-)

El machismo es narcisismo. Los hombres machistas se tienen en tan alta estima que continuamente están compitiendo contra otros hombres y contra sí mismos para ser más hombres, llegando incluso al homicidio para quedarse con el premio de su poder y la exclusividad de sus objetos de deseo, entre ellos las mujeres.

Desde los primeros estudios que se llevaron a cabo sobre maltratadores, el narcisismo apareció como uno de los rasgos de personalidad más frecuentes, rasgo que refleja esa percepción de superioridad idealizada que tienen, y que aumenta cuando la ponen en relación con las mujeres, a las que desprecian como el joven Narciso de la mitología hacía. Por eso el narcisismo del machismo está construido en contraste sobre las mujeres, de manera que es un “feminarcisismo” o “ferminarcismo”, y ellos son unos “feminarcis” que atacan y desprecian a las mujeres para ganar peldaños en esa escala de valores machista que tanto juego da a los hombres que ascienden por ella.

Porque el narcisismo de los hombres que siguen los dictados del machismo es tan alto que sus referencias son los propios hombres, las mujeres son parte del escenario que disfrutan como hombres, pero no personas consideradas de igual a igual. Por eso ser hombres es “ser considerado como tal por otros hombres”, no es una condición biológica, ni de entrada tampoco lo es social, pues en esa identidad no cuenta la opinión de las mujeres, sino la de aquellos hombres que ellos reconozcan como tales, de ahí que sea una identidad grupal que, luego, se extiende a lo social bajo las referencias masculinas que comparten el grupo y la sociedad.

Sin embargo, a pesar del reconocimiento del grupo, el sentido de esa masculinidad y hombría cobra todo su significado por medio de las mujeres, al ser ellas la referencia común a cualquier hombre y circunstancia para sentirse más hombres, y para que otros hombres los admiren o envidien por ese éxito con las mujeres. Es lo que vemos en noticias que sin otra justificación que el propio relato, hablan de las novias que ha tenido un deportista, un cantante, un actor… o las que se detienen en la pareja de un político, un escritor, un profesional… ensalzando la belleza, elegancia, saber estar… de esa mujer. Los hombres son más hombres exhibiendo mujeres, mientras que las mujeres son más cuestionadas cuando se habla de sus parejas. No por casualidad, uno de los factores de riesgo más importante es la separación, y esa idea de “tú eres mía o de nadie” que manejan los asesinos para no verse degradados como hombres.

Todo ello forma parte de ese “feminarcisismo” que crea “ferminarcis” que presumen de hombría, ego y virilidad en contraste con las mujeres, pero en compañía y en relación a las mujeres.

Y aunque hay feminarcis con cualquier tipo de personalidad y carácter, sus comportamientos y actitudes más habituales suelen ser más “refinadas” que las de los “chupaycalla”, pues en el fondo se sienten representantes y garantes del sistema. La misoginia está presente, pero habitualmente recurren para mostrarla a esa superioridad natural de los hombres que hemos visto en el Parlamento Europeo, donde se dijo que “los hombres son más fuertes y superiores intelectualmente a las mujeres”.

Habitualmente recurren a argumentos “técnicos” o pseudo-científicos basados en manipulaciones y tergiversaciones de todo tipo, de ahí que aparezcan razonamientos y ejemplos desde cualquier ámbito de la sociedad: la biología (inferioridad e incapacidad), la economía (justificación de la brecha salarial), el mercado laboral (precariedad o el argumento de que “los hombres tienen problemas de paro por la incorporación de las mujeres”)… Su odio a las mujeres se incrementa paulatinamente conformen comprueban el cambio social que ellas lideran y protagonizan, y al comprobar cómo esa transformación está desvelando y poniendo en evidencia las falacias históricas de la construcción machista, y los privilegios que se han reservado para ellos. Por eso su reacción es muy beligerante en lo individual, pues muchos de ellos ya se han encontrado de frente con este cambio social y con mujeres que no están dispuestas a ser sometidas; y muy estratégica en lo grupal, generando la nueva táctica del machismo para intentar detener o reconducir esa transformación social por medio de la confusión, estrategia de la que el posmachismo, repleto de feminarcis, hace gala a diario.

Son muy activos en las redes sociales, especialmente mostrando datos y estadísticas manipuladaspara reducir las consecuencias de la desigualdad, y para presentar a los hombres como víctimas y a las mujeres como malas, perversas y violentas. Entre los mensajes más habituales está el de las denuncias falsas, el de que las mujeres son tan violentas como los hombres, el que manipulan a los hijos para enfrentaros a los padres tras la separación… Y también inventan historias paralelas de personas, organizaciones y asociaciones para que la Igualdad parezca un complot que busca enriquecerse y atacar a los hombres.

Son estos feminarcis los que llaman a las políticas de Igualdad “feminazismo” y a las personas que la defienden, especialmente a las mujeres, “feminazis”. Como se puede observar, su odio y su violencia está a flor de piel, y no por casualidad sus referencias las tienen en regímenes fascistas con los que, por lo visto, se sienten muy identificados y cercanos.

Ya sabéis, son los feminarcis y están encantados de conocerse a sí mismos.


 
No veo la foto ,no me deja el foro ver ´muchas imágenes, la veo así

Ver el archivo adjunto 558025

Lo del feminismo... muchas mujeres entre 30-40 años, que se consideran feministas, y son muy progues , pero, si tienen una hija, la visten de rosa desde el pelo hasta los zapatos, y a un hijo de azul, o con ropa de muchachote.
Todavía no he visto que a un niño le pongan alguna prenda de color rosa,esas madres jóvenes feministas y progres que se consideran.
Y eso, a pie de calle, conque en las más altas esperas, el feminismo seguirá siendo un poco autopia , por mucho que escriba este artículo.
SUSANA GISBERT GRIFO
Licenciada en Derecho por la Universidad de Valencia en 1989, accedió a la carrera fiscal en 1992. Ha ejercido como Fiscal en la Fiscalía Provincial de Castellón, en la Sección Territorial de Gandía (Valencia) y en la Fiscalía Provincial de Valencia, donde ejerce desde 2008 la función de Fiscal Portavoz. Además del cargo de Portavoz, realiza sus funciones como fiscal en la Sección de Violencia sobre la Mujer y las secciones especiales de Jurado, Víctimas del Delito y Delitos tecnológicos.

Fue Vocal electa del Consejo Fiscal en los años 2000 y 2001.

Ha sido profesora de Derecho Penal en la Universidad CEU Cardenal Herrera de Valencia en el curso 2012-2013.

Ha colaborado en diversos medios de comunicación, como ABC, El Mundo, Levante EMV, Radio Express Valencia o Panorama Local. Actualmente colabora periódicamente en el diario digital Informavalencia y en El Periódico de Aquí, y con frecuencia en algunas publicaciones jurídicas como Lawyerpress o El Jurista. Y es la creadora y titular del blog conmitogaymistacones.com, y participa semanalmente en el blog nosinmitoga.com, ambos destinados a abordar temas jurídicos desde un punto de vista ameno y didáctico.

Ha ganado diversos premios literarios de relato corto, como el Primer Premio del Certamen de Narrativa Breve del Ayuntamiento de Valencia en 2009, el Primer Premio de Narrativa contra la Violencia de género Carolina Planells del Ayuntamiento de Paiporta (Valencia) en 2012 o el Premio de narrativa Mujeres del Ayuntamiento de Benetússer en 2013, entre otros.

Ha publicado relatos en varios libros colectivos, bajo el nombre global de Gneración Bibliocafé, como “Sesión Continua”, “Animales en su tinta” y “Ultimo en cuentro en Bibliocafé”, estando pendientes de publicación dos volúmenes más.

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Licenciada en Derecho por la Universidad de Valencia en 1989, accedió a la carrera fiscal en 1992. Ha ejercido como Fiscal en la Fiscalía Provincial de Castellón, en la Sección Territorial de Gandía (Valencia) y en la Fiscalía Provincial de Valencia, donde ejerce desde 2008 la función de Fiscal Portavoz. Además del cargo de Portavoz, realiza sus funciones como fiscal en la Sección de Violencia sobre la Mujer y las secciones especiales de Jurado, Víctimas del Delito y Delitos tecnológicos.

Fue Vocal electa del Consejo Fiscal en los años 2000 y 2001.

Ha sido profesora de Derecho Penal en la Universidad CEU Cardenal Herrera de Valencia en el curso 2012-2013.

Ha colaborado en diversos medios de comunicación, como ABC, El Mundo, Levante EMV, Radio Express Valencia o Panorama Local. Actualmente colabora periódicamente en el diario digital Informavalencia y en El Periódico de Aquí, y con frecuencia en algunas publicaciones jurídicas como Lawyerpress o El Jurista. Y es la creadora y titular del blog conmitogaymistacones.com, y participa semanalmente en el blog nosinmitoga.com, ambos destinados a abordar temas jurídicos desde un punto de vista ameno y didáctico.

Ha ganado diversos premios literarios de relato corto, como el Primer Premio del Certamen de Narrativa Breve del Ayuntamiento de Valencia en 2009, el Primer Premio de Narrativa contra la Violencia de género Carolina Planells del Ayuntamiento de Paiporta (Valencia) en 2012 o el Premio de narrativa Mujeres del Ayuntamiento de Benetússer en 2013, entre otros.

Ha publicado relatos en varios libros colectivos, bajo el nombre global de Gneración Bibliocafé, como “Sesión Continua”, “Animales en su tinta” y “Ultimo en cuentro en Bibliocafé”, estando pendientes de publicación dos volúmenes más.

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Lo del feminismo... muchas mujeres entre 30-40 años, que se consideran feministas, y son muy progues , pero, si tienen una hija, la visten de rosa desde el pelo hasta los zapatos, y a un hijo de azul, o con ropa de muchachote.
Todavía no he visto que a un niño le pongan alguna prenda de color rosa,esas madres jóvenes feministas y progres que se consideran.
Y eso, a pie de calle, conque en las más altas esperas, el feminismo seguirá siendo un poco autopia , por mucho que escriba este artículo.
Yo vestía a mi hijo,a veces ,de rosa y violeta.Ya tiene 27 años y él sigue comprándose ropa de ese color.Eso no lo ha convertido en gay .
 
Los “Machiringuitos”
Posted on August 12, 2017


LOS “MACHIRINGUITOS” (Machistas de playa -III-)

Los “machiringuitos” son como la canción del verano cuando había veranos con canción, una especie de música de fondo y de omnipresencia playera para poner la bandera azul de sus partes en la zona de costa donde habitan.

Son los machistas de chiringuito, esos que presumen de no bajar a la playa, que dicen que su frontera está en la terraza del bar, y que todo lo que continúa más allá de ella es una especie de exceso o de pérdida de tiempo. Su destino es otro y su misión más alta. Actúan como una especie de vigilantes de la playa, pero desde fuera de la playa. Su objetivo es controlar a la gente que baja cada día al mar, a la que van poniendo nombre conforme se familiarizan con su presencia a lo largo de los días. Dos son los destinatarios fundamentales de su vigilancia, las mujeres y los hombres, y en ambos casos con dos grupos bien definidos.

En el caso de las mujeres, se suelen detener en todas aquellas que sonmerecedoras de su atención por su físico, a las que rápidamente cosifican y acompañan de todo tipo de comentarios que giran a su vez sobre dos referencias generales, por un lado su cuerpo y las partes del mismo que más les atraen, las que toman por el todo para denominar a la mujer por medio de ellas (la de las t*tas de ese modo, la del culo de aquel otro, la de los labios estos, la de las piernas aquellas…); y por otro, lo que harían con ellas gracias a su virilidad. Luego está el otro grupo de mujeres, con las que no harían nada, pero a las que también se encargan de criticar, bien por su físico, por su vestimenta y complementos, por la familia… o por cualquier otro motivo.

En el caso de los hombres, llevan a cabo comentarios con un doble objetivo, aunque bajo un mismo argumento. La atención la centran, sobre todo, en aquellos hombres que consideran unos “calzonazos y sometidos a sus mujeres”, de los que se ríen por bajar “cargados” con la sombrilla, las silletas, la nevera… aunque luego se sienten a la sombra de la silleta a beber cerveza mientras esas “mujeres dominadoras” están pendientes de ponerle protección a los niños, de acompañarlos a bañarse, de jugar en la arena con ellos… Pero también se detienen sobre los hombres jóvenes con cuerpos musculados y deportistas, a quienes directamente consideran homosexuales o sin personalidad por someterse a los dictados de la moda femenina que niega los elementos identificativos de los hombres de toda la vida. De ahí que con frecuencia se pongan ellos mismos como modelo haciendo alusión entre risas a su barriga y al “trabajo que le cuesta” mantenerla. El argumento común es que ni los hombres del primer grupo ni los del segundo son “hombres de verdad”, dejando reservada esa categoría para sí mismos, a esta especie de vigilantes de la playa y la masculinidad desde la terraza del chiringuito.

Su momento estelar es el periodo que abarca desde la bajada a la playa y la subida, esas horas de la mañana en las que el tránsito de gente disminuye, y en las que no resulta tan fácil ir de una persona a otra con la crítica en los labios. Es el momento del “ponme otra caña” y la tertulia, el instante en el que repasan la actualidad y resuelven todos los problemas con su claridad de ideas y su contundencia argumental. Su frase favorita es “yo acababa con… (la inmigración, las feminazis, el paro, la corrupción…) en cinco minutos”, da igual que cada uno plantee acciones diferentes, incluso contrarias, al final lo importante es la fratría y la coincidencia de que acaban con el problema en esos cinco minutos.

Y claro, con esa nitidez en la mirada, la Igualdad y todo lo relacionado con ella es uno de sus temas de discusión esenciales. Para ellos, como buenos machistas, todo lo que está pasando es una deriva incontrolada que tenía que haberse resuelto en esos “cinco minutos” mucho tiempo atrás, para haber evitado lo que ahora está pasando y que las mujeres “quieran ser como los hombres”. Los “machiringuitos”, como otros machistas, piensan que todo lo que sucede es producto del “lobby femi****” que pretende aniquilar al “hombre de verdad”, a ese que es capaz de poner a la mujer en su sitio sin complejo alguno, y que lo hacen para enriquecerse con las subvenciones unidas a las políticas de Igualdad, y así obtener beneficios con los que “comprar” otras voluntades para acumular más poder.

La consecuencia de esas ideas es un planteamiento de la Igualdad como una especie de cruzada contra los hombres bajo argumentos como que los hombres “no tienen presunción de inocencia”, que “les quitan los hijos”, que “los denuncian falsamente para quedarse con todo lo que han conseguido a base de trabajar”, que “los llevan al su***dio por divorcios abusivos”…

Curiosamente, y a pesar de toda la capacidad que demuestran cada día y de la terrible realidad de la violencia de género, los “machiringuitos” nunca han planteado en sus conversaciones acabar con ella “en cinco minutos”.

A veces, cuando hay wifi en el chiringuito o al despertar de la siesta, entran en las redes sociales con bastante vehemencia para repetir sus ideas y resumir parte de lo que han tratado por la mañana en su reunión a pie, pero fuera, de playa.

Su reunión en el chiringuito suele terminar cuando uno de ellos hace alusión a que se tiene que ir porque de lo contrario la parienta le va a echar la bronca por llegar tarde a comer. Todos se reconocen en esa sentencia y se despiden hasta el día siguiente con la promesa de que habrá más. Más de lo mismo, como el propio machismo.



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Romper con el linaje materno es, a veces, el precio de volverse auténtica

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Romper con la esencia patriarcal del legado emocional que nos brinda el vínculo materno es, a veces, el precio que tenemos que pagar por lograr la autenticidad y la libertad que anhelamos.

Hay una premisa indiscutible que guía nuestra vida y es que cada hija lleva consigo a su madre.

Es un vínculo eterno del que nunca nos podremos desligar, siempre contendremos algo de nuestras madres.

Por eso es indispensable depurar y limar aquellas asperezas que se han creado a través de la crianza y del influjo materno en nuestra historia pasada y presente.

Es un proceso complicado, una dura experiencia que implica darse cuenta de que se está sumida en la insignificancia de manera inconsciente por un legado que perpetúa la dependencia a través de una crianza basada en creencias educativas antiguas.

Es un sentimiento desgarrador porque el deseo de desligarse va unido a la necesidad de cuidado y a la idea de que la persona que te aportó las mayores experiencias de afecto y sustento asume tu empoderamiento como una pérdida propia.

Por necesidad humana (o más bien educativa) una madre a veces procura moldear y adecuar a la hija mujer lejos de la esencia de individualidad.

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Este no es habitualmente un proceso o una necesidad consciente.

La madre, en su herencia de mujer, puede intuir que la vida de la hija será más fácil cuanto menos compleja e intensa sea. Por ello promueve que en esencia su fémina se amolde a las cualidades que “la cultura del patriarcado” pinta como atractivas.

Etiquetas sutiles como “la rebelde”, “la solitaria”, “la niña buena” solo transmiten un mensaje “no debes crecer para ser amada”.

En este punto conviene hacerse consciente y sanar esa esencia, aunque ello suponga una desvinculación que en parte es agresiva y, por ende, dolorosa.

El patriarcado está debilitándose cada vez más, por lo que generación tras generación la fortaleza femenina se hace patente, urgente y necesaria. De alguna manera en el inconsciente colectivo está calando la necesidad de que la mujer debe ser auténtica.

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Las creencias patriarcales promueven un nudo inconsciente entre madres e hijas, en el que solo una de ellas puede tener el poder. Es una dinámica de “una de las dos” basada en la escasez que deja a ambas sin poder alguno.
Para las madres que han sido especialmente privadas de su poder, sus hijas pueden convertirse en “el alimento” de su identidad atrofiada y en el vertedero de sus problemas.
Debemos permitir que nuestras madres recorran su propio camino y dejar de sacrificarnos por ellas.


-Bethany Webster-

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El anhelo de ser auténtica y la añoranza de la madre

Bethany Webster sintetizó este proceso de autentificación del que hablamos de una manera más que acertada. En su texto, traducido por Valentina Saracho y revisado por Carlota Franco, podemos comprender cuáles son los puntos de anclaje para iniciar este proceso.

“Se trata de un dilema para las hijas criadas en el patriarcado. El anhelo de ser tú misma y el anhelo de ser cuidada, se convierten en necesidades que compiten entre sí, parece que tengamos que elegir entre una de las dos.

Esto sucede porque tu empoderamiento está limitado en la medida en que tu madre ha internalizado las creencias patriarcales y espera que tú las acates.

La presión de tu madre para que no crezcas depende principalmente de dos factores:

1) El grado en que ella haya internalizado las creencias patriarcales limitantes de su propia madre.

2) El alcance de sus propias carencias por estar divorciada de su yo verdadero. Estas dos cosas mutilan la capacidad de la madre de iniciar a su hija a su propia vida.


El costo de convertirte en tu ser auténtico a menudo implica cierto grado de “ruptura” con el linaje materno.

Cuando esto sucede, se rompen los hilos patriarcales del linaje materno, algo esencial para una vida adulta sana y poderosa. Por lo general se manifiesta en alguna forma de dolor o conflicto con la madre.

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Las rupturas del linaje materno pueden adoptar diversas formas: desde conflictos y desacuerdos hasta distanciamiento y desarraigo.

Es un viaje personal y es distinto para cada mujer.

Básicamente, la ruptura sirve para la transformación y la sanación. Forma parte del impulso evolutivo del despertar femenino para empoderarse con más consciencia. Es el nacimiento de la “madre no patriarcal” y el comienzo de la verdadera libertad e individualización.

El precio de transformarnos en auténticas nunca es tan alto como el precio de permanecer en un “yo” falso.

Por una parte, en las relaciones madre/hija más sanas, la ruptura puede provocar un conflicto, pero en realidad sirve para fortalecer el vínculo y hacerlo más auténtico.

Por otra parte, en las relaciones madre/hija agresivas y menos sanas, la ruptura puede desencadenar heridas no sanadas en la madre, y provocar que esta arremeta contra su hija o la repudie.

Y en muchos casos, desafortunadamente, la única opción de la hija será mantenerse a distancia indefinidamente para conservar su propio bienestar emocional.

Así, en vez de ver que es el resultado de tu deseo de crecimiento, la madre puede sentir tu alejamiento/ruptura como una amenaza, un ataque personal y directo hacia ella, un rechazo a quien es ella.

Ante esta situación, puede resultar desgarrador constatar que tu deseo de empoderamiento o de crecimiento personal puede hacer que tu madre, ciegamente, te vea como una enemiga. En estas situaciones podemos ver el alto precio del patriarcado en la relaciones madre/hija”.

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“No puedo ser feliz si mi madre es infeliz” ¿Has sentido esto alguna vez?

La creencia de que no podemos ser felices si nuestra madre es infeliz por sufrir nuestras propias carencias es una herencia más del patriarcado. Cuando renunciamos a nuestro propio bienestar por el de nuestras madres impedimos una parte imprescindible del proceso de duelo que intentamos concretar.

Tenemos que llorar la herida en nuestro linaje materno porque el hecho no hacerlo provoca un alto grado de estancamiento. Por mucho que nos empeñemos en hacerlo, una hija no puede sanar a su madre, pues cada cual tiene la responsabilidad sobre sí mismo.

Por eso es necesario romper y buscar un equilibrio, el cual solo es posible si alteramos los patrones patriarcales y no nos entregamos a la complicidad de una paz superficial.

Se requiere mucho valor para iniciar este proceso de desvinculación pero, tal y como afirma Bethany Webster, dejar que nuestras madres sean seres individuales nos libera como hijas y como mujeres para ser seres individuales. No es noble cargar con el dolor de los demás, no es un deber que debamos asumir por ser mujeres y no debemos sentirnos culpables cuando no asumimos esa función.

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El hecho de que nuestra madre nos reconozca y nos acepte es una sed que tenemos que saciar, a pesar de que para ello tengamos que sufrir. Esto supone una pérdida de independencia y de libertad que nos apaga y nos transforma.

Ese rol de cuidadora emocional que se otorga a las mujeres es un rol que forma parte del legado de opresión. Por eso debemos comprender que esto es ficticio si no obedece a nuestras necesidades explícitas. Solo mantener esta perspectiva nos ayudará a dejar a un lado la culpa para que esta no nos controle.

Las expectativas del mundo sobre nosotras pueden llegar a ser muy crueles. De hecho, en mi opinión, constituyen un verdadero veneno que nos obliga a olvidar nuestra individualidad. Es hora de abrirnos paso
 
La mejor herencia de una madre a sus hijos es haberse sanado como mujer
Raquel Aldana
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A lo largo de la vida, una mujer interpreta una larga lista de papeles. Uno de los más importantes es ser madre.

Si a esto le unimos que una madre no deja de ser mujer, hija, hermana, esposa, novia o amiga, nos encontramos con un montón de prioridades anudadas.

Desenredar estos roles es bastante complicado si tenemos en cuenta que vivimos en una sociedad que impone ciertas obligaciones a la mujer simplemente por el hecho de serlo.

De este modo, es nuestra responsabilidad sanar la relación de las mujeres consigo mismas, tanto a las presentes como a las futuras. Es indispensable hacerlo ya, pues de esta manera educaremos a nuestras hijas en el gran valor del auto-respeto, así como a nuestros hijos a respetar al mundo femenino.

El objetivo es que ni ellos impongan expectativas ni ellas se autoimpongan obligaciones o sacrificios por haber nacido mujeres. Consecuentemente, lo lógico es que ahora nos preguntemos cómo podemos saber si hemos sanado a la mujer que llevamos dentro…

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¿Cómo se sabe si se ha sanado a la mujer?

Una mujer sana hace caso omiso al rol de sufridora que la sociedad le impone, ser mujer no significa tener que aguantar que se sobrepasen nuestros límites emocionales.

Además, una mujer sana reconoce su valor y el del resto de las féminas en el mundo, sin medias tintas ni inferioridades.

Otra asignatura pendiente es la sexualidad.

Disfrutar de ella plenamente, amarnos, respetarnos y no ocultarnos es harto difícil en nuestro mundo. Sin embargo, una persona completa respeta sus deseos y sus necesidades, permitiéndose explorar y potenciar todo tipo de inquietudes.

Otra de las grandes lecciones que una mujer puede darle a sus hijos es haberse permitido sanar sus heridas emocionales, al mismo tiempo que no deja que su pasado destruya su presente. Este paso es complicado, pero cerrar etapas y heridas significa construir un presente mejor para uno mismo.

Las relaciones saludables solo se establecen cuando dejamos de cargar en los demás nuestras responsabilidad y el peso de nuestra vida.

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Por otro lado, una madre debe evitar tanto depender emocionalmente de sus hijos como crear dependencias en ellos.

Este paso es indispensable para poder ofrecer un gran legado presente y futuro, pues significa aprender a dar y a recibir en la misma medida.

¿Y si a pesar de ello la mujer deja de ser ella misma por el peso de la maternidad…?

Si una mujer se ha sanado de verdad no concibe a sus hijos como una carga.

La crianza y la relación de una madre con sus hijos es de una u otra manera según las etapas en las que nos encontremos.

Por esta razón, aunque resulte más o menos dificultoso caminar por la vida según las circunstancias, saber poner cada cosa en su lugar es uno de los mayores dones que desarrollamos al sanarnos como mujer.

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Una mujer que se ha sanado por dentro sabe que no es indispensable para nadie, excepto para sí misma. Esta mujer no esperará que los demás valoren lo que hace por ellos, sino que simplemente amará libremente.

Una mujer que se ama a sí misma no renuncia a su autorrealización y genera expectativas internas saludables. Nos sanamos cuando aprendemos a escucharnos, a luchar por nosotras mismas en primer lugar y a vencer los miedos que nos han impuesto.

Cuando lo hayamos conseguido, nos sobrarán recomendaciones y lecciones; al mismo tiempo, lograremos desarrollar los valores emocionales que nos corresponden, cuidando nuestro bienestar emocional y físico, tratándonos con delicadeza y no olvidándonos de que las heridas no se curan solas.

Esta es la manera verdaderamente responsable de responder ante los nuestros, sin sometimientos y con la total libertad de ser uno mismo.

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