Hace un tiempo vengo recopilando biografías de mujeres que han salido al espacio exterior no como turistas espaciales, sino llevando a cabo distintas misiones. Si bien la primera "sirvió" para evaluar si era posible mandar una mujer al espacio de la misma manera que un hombre, las siguientes han pilotado naves y han llevado a cabo trabajos como los de sus compañeros. Eso sí, nunca ha desaparecido el machismo que han tenido que aguantar, desde preguntas de la prensa "¿Cómo te peinabas en el espacio?" hasta comentarios del tipo "vas a subir para fregar la luna".