- Registrado
- 13 May 2020
- Mensajes
- 1.852
- Calificaciones
- 11.881
Con el tema COVID todo lo relativo a fallecimientos ha sido un caos. Recuerdo un caso de un madrileño que ni siquiera sabía dónde estaba enterrado su padre. Creedme que las circunstancias han sido muy difíciles.Hace unos años murió un tío mío en soledad. No tenía ningún tipo de trato (por voluntad suya) con la familia desde hacía años. Los vecinos avisaron a la policía por el olor. Llevaba unos días muerto. No tenía hijos, y su familia más cercana éramos sus sobrinos ya que sus hermanos habían muerto ya. Pero ninguno de nosotros teníamos trato con él desde hacía años.
Al día siguiente de encontrarlo muerto la policía de homicidios contactó a un familiar, un primo mío, que vive en otra ciudad. La policía sabe como encontrar a familiares no directos, con lo que familiares directos que vivan en el mismo municipio son identificados inmediatamente. No se pudo incinerar el cuerpo hasta que un juez dió permiso para ello, entendiendo que la autopsia había dictaminado que fue muerte natural y no había indicios de homicidio. Entre trámites varios, se tardó casi un mes en darle sepultura, que pagamos entre todos los primos ya que no tenía seguro de entierro.
Por eso este caso es tan extraño. Deben haber fallado muchas cosas para que una tipa sin escrúpulos pueda aprovecharse. Supongo que el Covid fue de gran ayuda.
No se hacían autopsias. Estaba todo colapsado