Muere Prince, el músico.

algo tiene que haber digo yo tal vez en la deep web, pero que fuera mas sencillo no la encuentro.

Su manager o quien sea su rep legal tendria que levantar la veda a tantos streamers de musica. Entiendo tomará tiempo porque seria una asunto legal y un muerto, no? pero bueno la pirateria es otra opción aunque de los pocos videos caseros que he visto son muy malos , sonido y visual.
 
He leído un montón de notas, articulos, etc estos días, me llama la atención lo poco que se comenta lo gran guitarrista que era. Cuando alguien destaca como él como cantante, compositor, productor entiendo que se comente pero,en mi opinión, Prince como guitarrista era de lo mejor que ha existido.
 
Here's a look back at Prince's fashion influence through the years:
 
He leído un montón de notas, articulos, etc estos días, me llama la atención lo poco que se comenta lo gran guitarrista que era. Cuando alguien destaca como él como cantante, compositor, productor entiendo que se comente pero,en mi opinión, Prince como guitarrista era de lo mejor que ha existido.
¿Por qué Prince es un guitarrista infravalorado?
Tiene el tempo total, el sonido limpio y seco de la magia circular del funk sexual
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IGOR PASKUAL

  • 22 ABR 2016 - 11:37 COT
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Prince, durante una actuación el 4 de febrero de 2007 en Miami. JEFF HAYNES ROBERTO SCHMIDT AFP


Si hubiese que hacer una lista con los cien mejores solos de la historia del rock, sin duda alguna, el de Purple Rain y la versión de While my guitar gently weeps en el homenaje a George Harrison del 2004, figurarían entre ellos. Sin embargo, cuando pensamos en Prince no lo asociamos a la imagen de un héroe de la guitarra, como en el caso de Stevie Ray Waughan, Jimi Hendrix o el propio Santana. Prince está entre los guitarristas más memorables de la historia del rock, pero el gran público no lo suele relacionar con la guitarra.


Hay varias razones para esto. La primera es que, para Prince, la guitarra no es un fin sino un medio que está al servicio de su música. Y, además, ser guitarrista es una sola de sus muchísimas virtudes: es un vocalista de primera, multinstrumentista, gran productor, muy buen programador de baterías, una bestia de escenario, un director fenomenal de banda. Pero ante todo y, sobre todo, es un magistral escritor de canciones. Digamos que está más cerca de Duke Ellington que de B.B. King.

Además, nos olvidamos de que Prince es todavía mejor guitarrista rítmico que solista, cosa que, aún siendo fundamental, suele pasar muy desapercibida, como los mediocentros defensivos en el fútbol. Su rectitud rítmica es heredera de Ike Turner y el sabor funk de Jimy Nolen y Catfish Collins, ambos de la banda de James Brown. Tiene el tempo total, el sonido limpio y seco de la magia circular del funk sexual, aunque es mucho más conocido como guitarra solista de sonido cremoso y áspera textura áspera; de vibrato al borde del incendio y glisandos furiosos; de silenciosas esperas al borde del precipicio y majestuosa construcción de los solos, más relacionados con Miles Davis que con Eric Clapton.



Es increíble pero, pese a ser un virtuoso, no centró su carrera en la guitarra. ¿Por qué? Porque Prince deseaba trascender el mercado de la música negra y desde los inicios de su carrera quiso que se le lanzara como un artista de rock. Era ahí donde estaba el público y, por supuesto, los mayores recursos económicos. Además, él iba a mezclar un buen número de estilos y, aunque era negro, no representaba la "negritud".

Ahí está la clave. La guitarra, en Prince, cobra más protagonismo en el directo que en el estudio. Y es que desde el inicio apostó por grandes capas de sintetizadores y baterías programadas. En sus primeros discos evitó las secciones de vientos, puesto que remitían a un sonido prototípicamete negro. Y renunció también al exceso de guitarras y solos desbocados, ya que eran el arquetipo de rock blanco de los setenta. Apostó por los sintetizadores porque, en aquel momento, no estaban asociados a ninguna cualidad racial y no eran ni blancos ni negros. Los sintetizadores le permitían ser todo. Por encima de razas, instrumentos, estilos y, por supuesto, de su virtuosismo guitarrístico.
 
Última edición por un moderador:
Reconozco su enorme talento y que es otro grande en la historia de la música contemporánea, aunque no he seguido su carrera. Descanse en paz.
 
estoy escuchando los especiales de R3, de verdad que es después del disgusto de Bowie me parece increíble tener que pasar otra vez por lo mismo con Prince cuando yo creo que es el que más se le aproximaba como influente y rompedor. Yo recuerdo mis primeros años descubriendo Purple Rain y Sing O Times, hasta mediados de los noventa le seguí muchísimo y ahora lo había vuelto a retomar desde la canción Giving them what they love que hizo junto a Janelle Monae. Tenía tanto tanto talento que era difícil seguirle el ritmo.

Gracias por el hilo, de verdad.


 
21 del 04 del 2016...El día 111 del año...

:confused::confused:

https://en.wikipedia.org/wiki/April_21

...qué cosas!..

(@Beltane ¿? )

Ostras, no me había fijado. De todas formas con Prince nada se va a saber, un tío que consiguió que nada suyo aparezca en la red, siempre fue muy raro, excéntrico a tope, menudas paranoias tenía el pobre.

Yo creo que no sabremos con exactitud el por qué de su muerte. Sí que es curioso que ha muerto cuando muchos monarcas europeos están de cumpleaños, y en día veintipico, una fecha que les encanta. Buen detalle.
 
Última edición por un moderador:
Los últimos días de Prince
Su vida estuvo rodeada de niebla, una niebla púrpura. Su muerte, también. Millones de fans lloran la pérdida de un músico genial, modelo de varias generaciones de artistas
JOAN FAUS
  • Twitter
Chanhassen 23 ABR 2016 - 00:25 CEST

Shila, una mujer de 55 años, vivía en la Costa Este de Estados Unidos. Había visto a Prince en conciertos en Nueva York y Washington. Le fascinaba tanto su música y su excentricidad infinita que hace 12 años decidió dejar su trabajo en la industria musical y se fue a vivir a Minneapolis. “Me mudé aquí por Prince”, cuenta con la voz temblorosa, en un memorial improvisado frente a Paisley Park, el refugio que se hizo construir el cantante en Chanhassen, un pueblo a las afueras de Minneapolis, en el Medio Oeste de EE UU. Prince tenía un poder magnético.

Fue una apuesta de éxito. Shila logró un acceso privilegiado a Prince, a su intimidad que protegía con mucho celo, a sus destellos desorbitados de energía, a su genialidad imprevisible. Ahora, tras la repentina muerte del icono, a los 57 años, Shila se muestra incrédula. Un pilar de su vida se ha resquebrajado. “¿Qué? No puede ser Prince. Lo acabamos de ver”, explica que le dijo a su amiga que trabaja en Paisley Park cuando la llamó la mañana del jueves para contarle que una persona había sido hallada inconsciente. Shila había asistido el pasado sábado a un encuentro de Prince con sus fans. “No parecía enfermo. Estaba precioso”, rememora. Fue la última vez que le vio.


Prince Rogers Nelson —nacido el 7 de junio de 1958 en Minneapolis (Minnesota) y que en los ochenta revolucionó el mundo musical con su combinación de funk, rock, R&B y pop— se desplomó en algún momento entre la noche del miércoles —la última vez que alguien le vio con vida, cuando un "conocido" lo dejó en su casa alrededor de las 8 de la noche— y la mañana del jueves, cuando fue hallado inconsciente en un ascensor en Paisley Park. Los servicios de emergencia trataron sin éxito de reanimarle. Fue declarado muerto a las 10:07 de esa mañana.


Fue una apuesta de éxito. Shila logró un acceso privilegiado a Prince, a su intimidad que protegía con mucho celo, a sus destellos desorbitados de energía, a su genialidad imprevisible. Ahora, tras la repentina muerte del icono, a los 57 años, Shila se muestra incrédula. Un pilar de su vida se ha resquebrajado. “¿Qué? No puede ser Prince. Lo acabamos de ver”, explica que le dijo a su amiga que trabaja en Paisley Park cuando la llamó la mañana del jueves para contarle que una persona había sido hallada inconsciente. Shila había asistido el pasado sábado a un encuentro de Prince con sus fans. “No parecía enfermo. Estaba precioso”, rememora. Fue la última vez que le vio.

Prince Rogers Nelson —nacido el 7 de junio de 1958 en Minneapolis (Minnesota) y que en los ochenta revolucionó el mundo musical con su combinación de funk, rock, R&B y pop— se desplomó en algún momento entre la noche del miércoles —la última vez que alguien le vio con vida, cuando un "conocido" lo dejó en su casa alrededor de las 8 de la noche— y la mañana del jueves, cuando fue hallado inconsciente en un ascensor en Paisley Park. Los servicios de emergencia trataron sin éxito de reanimarle. Fue declarado muerto a las 10:07 de esa mañana.

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Uno de los múltiples homenajes rendidos a Prince por sus seguidores. Getty Images


Se desconoce la causa de su fallecimiento, a la espera de los resultados de la autopsia que se le efectuó este viernes. Su salud se había deteriorado en las últimas semanas. A principios de mes había cancelado dos conciertos. El motivo aducido fue una gripe. En Paisley Park no se servía alcohol ni carne. Desde que en 2001 se hizo testigo de Jehová, Prince vivía de un modo más espiritual, alejado del libertarismo racial y sexual que profesaba en sus inicios musicales.


La publicación TMZ, dedicada al mundo de las celebridades y la que anunció el fallecimiento, asegura, citando a fuentes sin identificar, que Prince fue tratado por una sobredosis de opiáceos el viernes 15, seis días antes de morir, cuando el avión en el que viajaba de regreso a Minneapolis, tras dar un concierto en Atlanta, tuvo que realizar un aterrizaje de emergencia para que fuera atendido en un hospital.

Según los portavoces oficiales del cantante, el motivo de su visita a urgencias fueron síntomas gripales. Prince, según TMZ, tomaba medicamentos para aminorar un dolor de cadera que arrastraba desde hace años y en la última semana acudió cuatro veces a una farmacia en Chanhassen. También se le vio en una tienda musical y en un bar de jazz de Minneapolis.

Lo más probable es que pasen semanas antes de que se sepa con seguridad de qué murió Prince. Es el tiempo que las autoridades locales calculan que se tardará en analizar todos los resultados tras la autopsia. Lo que sí adelantó el viernes el sheriff local, Jim Olson, es que —sin descartar nada todavía de forma fehaciente, porque la investigación sigue abierta—, no parece que Prince cometiera su***dio. Su cuerpo tampoco presentaba signos de violencia, agregó. ¿Una muerte relacionada con el uso de drogas? Sobre eso no se confirma ni se desmiente nada aún.

Para Shila, las causas de la muerte son secundarias. Lo que la atormenta es que el genio ha desaparecido. “Nunca habrá otro Prince”, lamenta. “¡Qué alma más bonita!”, repite. La seguidora, que lleva una chaqueta con el rostro del cantante en la espalda, enfatiza la fuerza “espiritual” de su música y su capacidad de “ensanchar la mente”.

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Los seguidores de Prince se reúnen para homenajear a su ídolo. KEVORK DJANSEZIAN


Es de noche en Paisley Park. Hay un flujo constante de personas, mayores y jóvenes. Colocan globos púrpuras —el color icónico del cantante—, flores y dedicatorias en las rejas que delimitan las instalaciones, que están iluminadas de púrpura. Es una extraña mezcla de pésame y atracción turística. La gente se toma fotografías con el improvisado memorial de fondo. Coches de policía están aparcados dentro del complejo de bajos edificios blancos que Prince se hizo construir en 1985 —en la cima de su popularidad— en Chanhassen, un municipio de 20.000 habitantes al suroeste de la urbe que componen Minneapolis y Saint Paul, las llamadas Twin Cities o Ciudades Gemelas.

En las calles anexas a Paisley Park hay sedes de empresas. El paisaje es el típico de un próspero suburbio estadounidense: calles residenciales apacibles y avenidas anchas con comercios y restaurantes. Prince levantó aquí su refugio, el lugar en el que nadie le molestara, y su creatividad y sus caprichos anduvieran sueltos. Paisley Park acoge tres estudios de grabación y dos salas de concierto.

El cantante dormía allí ocasionalmente. Guardián feroz de su intimidad, se sabe muy poco de su vida privada más allá de que se casó y divorció dos veces (la última en 2006). Se especula que tenía una casa cerca de Chanhassen y otra en Los Ángeles.

A diferencia de otros músicos como Bob Dylan, nunca se fue de su Minnesota. Aquí nació, levantó su mito y murió. Se sabe que en los últimos meses pasaba más tiempo en Paisley Park. Sus conciertos esporádicos para un grupo reducido de seguidores se repetían con frecuencia. Se comunicaban por Internet y a través del boca a oreja.

Pocos músicos eran tan cercanos con sus fans como Prince, deseoso de conectar con ellos. El sábado reunió a unas 300 personas en uno de los auditorios de Paisley Park. No actuó. Habló unos minutos sobre cómo se sentía y de algunos proyectos que tenía en mente, mostró su nuevo piano y presentó a un amigo suyo. “Dijo que habían sido dos semanas terribles, que agradecía nuestras oraciones y que esperáramos unos días antes de que gastáramos nuestras oraciones”, recuerda Shila. La frase fue premonitoria.

Durante una época, cuenta su fiel fan, Prince celebraba cada fin de semana un concierto privado en su refugio. Paró durante un tiempo y en los últimos dos años los reanudó con actuaciones de madrugada. Era imprevisible. Virtuoso de la guitarra, piano y batería, a veces solo hablaba, otras tocaba solo o junto a una banda local y otras se daba un fiestón hasta las 5 de la mañana rodeado de sus fieles. “Nos decía: ‘Estáis aquí ahora y no os podéis ir”, recuerda.

Prince se ha ido, pero sus seguidores confían en la fortaleza de su legado. Dina Boujie, de 44 años, ha acudido al memorial frente a Paisley Park con sus dos hijas de 16 y 10 años. Dice que la música de Prince es la banda sonora de sus años de adolescente y que sentía la necesidad de acudir a rendirle tributo. “Era de aquí como nosotras”, explica.“Él evolucionó con cada álbum y los fans crecimos con él. Y ahora mis hijas escuchan a Prince”.

El presidente Barack Obama, a muchos kilómetros, en Londres, concluyó el viernes: “Prince era extraordinario, creativo, original y lleno de energía”.
 
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He leído un montón de notas, articulos, etc estos días, me llama la atención lo poco que se comenta lo gran guitarrista que era. Cuando alguien destaca como él como cantante, compositor, productor entiendo que se comente pero,en mi opinión, Prince como guitarrista era de lo mejor que ha existido.

No se si el mejor, pero desde luego estoy de acuerdo de que era muy grande como guitarrista y también en que siempre ha estado infravalorado en ese aspecto. Supongo que la causa es toda la parafernalia a su alrededor, los 'sesudos críticos musicales' no tomaban ese aspecto muy en serio, pero como guitarrista era, también en mi opinión, excepcional.
 
Gracias a todos por las aportaciones. Que descanse en paz. Yo después de la muerte inesperada de David Bowie la verdad que estoy ya curada de espanto, aquello me impactó big time. Y todavia........

Este hombre tenia una talento infinito, todo lo que hacia lo hacia bien, desde sus anos de basquetbolista , era muy fan del deporte y el mundo del deporte también le rinde tributo. Fue un instrumentalista brutal, otro genio en lo suyo de esos que no abundan.

El su***dio ha sido descartado, han dicho los patologos que hicieron la autopsia.

Su música no muere y su legado continua y es eterno.

La muerte de Bowie, del que he sido seguidora desde que era una niña, fue para mí un mazazo impresionante del que me costó recuperarme, estuve en schock varios días. Creo que tuvo mucho que ver las circunstancias que la rodearon, el disco recién sacado, los vídeos, su temática, el hecho de que estaba avisándonos y despidiéndose. El hecho de que desconociéramos que estaba enfermo. En fin, ya digo que para mi fue algo que me dejó muy descolocada, siempre he tenido en casa cuadros de él, biografías, libros .... sus discos por todas partes. Me costó trabajo durante muchos días poder mirarlos y me cuesta hablar de él en pasado. Con Prince he sufrido un gran impacto también pero no comparable al de Bowie. Cuesta mucho trabajo pensar que estos dos iconos de la música nos hayan dejado pero por otro lado también pienso la suerte que hemos tenido de haber sido coetáneos, e incluso haber asistido a sus conciertos, porque estoy segura de que como los grandes músicos del pasado, ellos pasarán a la posteridad y serán recordados por siempre por las generaciones que vengan.

Descansen los dos en paz allá donde estén, estoy segura de que todo ese talento que ambos tenían no se pude haber evaporado de un segundo al siguiente con su muerte, esa energía tiene que estar creando más arte en algún otro sitio. They will be forever missed :(
 
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